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El castillo que custodia importantes restos arqueológicos del municipio. FOTOS: AYUNTAMIENTO DE MONTEJÍCAR
MONTEJÍCAR
UNA MONTAÑA DE HISTORIA RODEADA DE UN MAR DE OLIVOS El perfil de esta localidad está presidido por su castillo de época medieval, pero que nos remite a épocas anteriores con importantes restos arqueológicos encontrados en su entorno JESUS JAVIER PÉREZ
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a historia se ve a simple vista al ir llegando a Montejícar. El perfil de esta localidad está presidido por la silueta de su castillo. La fortificación es el lugar en el que se condensa la historia de este municipio. Montejícar emerge sobre un mar de olivos. Su nombre deriva del latín «Mons Sacir» (Montesacro). Aunque los primeros restos que vemos a simple vista corresponden al castillo del siglo VIII,
éste se asienta sobre un poblado ibérico de la Edad de Bronce, con varias fases constructivas y superposición de períodos de ocupación. Montejícar dispone de dos importantes puntos arqueológicos: el Cerro del Castillo y el Cerro de los Allozos. Los dos están situados a más de 1.200 metros sobre el nivel del mar y definen dos estratégicos promontorios en los que destacan los restos arqueológicos que subsisten de época ibérica y que nos hablan de la im-
portancia de la población en época prerromana. Sobre el río Guadahortuna podemos encontrar el puente romano. Formaba parte de una vía de época romana que conectaba Cástulo con Cartago Nova por Acci. Junto a él todavía pueden verse unos restos de un torreón defensivo y parte de una muralla. Su entorno natural lo convierten en un lugar apto para todo tipo de actividades al aire libre. Entre el abanico de posibilidades destacan las rutas de sende-
rismo y MTB que nos llevan por la Sierra Alta Coloma, el Sendero de Las Fuentes o el antiguo Camino de Jaén, donde se pueden ver unas salinas de época musulmana. Cuenta con varios merenderos donde poder pasar un bonito día de campo, en la zona de las casetas de la sierra. Desde allí parten varias rutas de senderismo y existe un mirador donde poder tener una panorámica de parte de la provincia de Granada (se puede apreciar hasta Sierra Nevada) y parte de la provincia de Jaén (Sierra Mágina). Además, dispone del merendero de Carchelejo, zona de encinas y vegetación natural, ubicado junto a una fuente de agua que hace la zona fresca y estupenda para pasar el día.
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Un pueblo de gente entrañable y acogedora JAVIER JIMÉNEZ ÁRBOL Alcalde desde 2015
M La impresionante torre de la Iglesia de San Andrés preside el casco urbano.
ontejícar tiene motivos y razones de peso para presumir de su patrimonio, aunque lo que lo convierte en un lugar digno de ser visitado es, sin duda, su hospitalidad. Su alcalde, Javier Jiménez Árbol, lo resume en una frase: «En Montejícar todo el que nos visita se siente como en su casa, es un pueblo precioso, de buena gente entrañable y acogedora». Para disfrutar de Montejícar, su alcalde nos recomienda emprender una ruta senderista «por la Sierra Alta Coloma, disfrutando del entorno y de las incomparables vistas, a la vuelta pasamos por el Castillo y descendemos al paraje de la Fuente Cabra y Tajo de la Cerradura, entrando al pueblo por el Puente Romano. A continuación visitamos la iglesia de San Andrés y ya, a darse una vuelta por la Plaza Nueva, donde los más pequeños seguro que van a disfrutar en el parque infantil, y los mayores que visiten los bares y restaurantes del pueblo, donde disfrutar de la buena cocina montejiqueña. Y para despedirse de Montejícar, nada mejor que visitar la Ermita de la Vir-
gen de la Cabeza, donde hay unas vistas espectaculares de nuestro pueblo». La oferta sociocultural en Montejícar «es muy amplia y variada a lo largo de todo el año», destacando especialmente las fiestas patronales en agosto con las representaciones de Moros y Cristianos y las procesiones en honor a la Virgen de la Cabeza. Jiménez Árbol destaca el éxito de Semana Cultural que se celebra a finales de junio «digna de conocer ya que son siete días completos de actividades, de la mañana a la noche». El alcalde nos recuerda también como una cita obligada la romería de San Isidro, «donde todo el pueblo vamos a las Eras Altas a pasar el día juntos y recibimos con los brazos abiertos a todo el que nos visita», haciendo gala, una vez más, de su hospitalidad. Cada vez es más famosa y frecuentada la tradicional fiesta de las ‘Castañas y las Gachas’ que se celebra en 31 de octubre, víspera del día de los Santos, «y donde al caer la tarde todos los vecinos nos reunimos en la plaza del pueblo a comer gachas y castañas asadas».
Salida del estandarte de la Virgen de la Cabeza en la fiesta de Moros y Cristianos.
Montejícar se extiende hoy hacia la vega, buscando la llanura y en su casco urbano podemos encontrar la iglesia de San Andrés. El templo fue construido sobre una antigua mezquita en el siglo XVI. La vista del viajero se irá directamente a su torre, con más de 35 metros de altura, construida a base de sillares de cantería. Un lugar de visita obligada en Montejícar es la ermita de la Virgen de la Cabeza. El origen de la devoción se encuentra en la leyenda de una aparición mariana
PATRIMONIO Material Castillo: Construcción defensiva del siglo VIII. Los Allozos: Yacimiento arqueológico de época íbera. Iglesia de San Andrés: Templo del siglo XVI. Inmaterial Fiestas de Moros y Cristianos: Representación que acompaña a las fiestas de la Virgen de la Cabeza. Se celebran durante el mes de agosto.
en el siglo XVI. La ubicación de la ermita, en la que se rinde culto a la patrona, permite disfrutar de unas vistas preciosas del pueblo. La ermita es la sede de la Hermandad de la Virgen de la Cabeza, patrona de la localidad, fundada en 1636. A la vuelta de la visita se puede ver el Puente Romano junto al tradicional ‘lavadero del Cañuelo’, descansar y refrescarse en el paraje de la Fuente Cabra. También se pasa por varios miradores con unas vistas panorámicas del pueblo inmejorables.
Agosto congrega a los vecinos y visitantes en las fiestas en honor a la Virgen de la Cabeza, que se celebran desde el siglo XIX. En ellas se incluye la fiesta de Moros y Cristianos y durante su desarrollo se representa el ‘Triunfo del Ave María’, obra atribuida al granadino Cubillo de Aragón (siglo XVII). También destaca la Semana Cultural, en la que todo el pueblo y sus diferentes colectivos y asociaciones participan para conseguir unos días especiales de diversión y convivencia.