Fotografía: Chema Madoz
La forma se adapta pero el concepto debe mantenerse
Andrés Felipe Forero López
MANIFIESTO
“Y lo que cambió ayer Tendrá que cambiar mañana” Julio Numhauser
Nada es para siempre, toda gloria y todo fracaso son temporales. En un mundo, donde la constante es el cambio, se desarrolla mi disputa como dise単ador para poder de dejar una huella sin necesidad de pisotear (lo construido, lo recorrido, lo creado)
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En un pequeño pero tranquilo pueblo Madrid, allí en medio de adversidades y alegrías se forma mi visión de mundo; laborando desde pequeño, en un sector artesanal casi gremial, aprendí que el conocimiento se protege, evoluciona y comparte a través del relevo generacional.
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Valores como colaboración, entrega, responsabilidad y lealtad, se vulneran al llegar a una ciudad como Bogotá donde un concepto de éxito consiste en una competencia desleal cuyo objetivo es pasar por encima del otro; en contravía a esto elijo una carrera profesional como diseño industrial no solo por mi experiencia laboral, sino porque el perfil de un profesional que trabaja dentro y para la sociedad, el cual busca mejorar la condición de vida de las personas llama fuertemente mi atención.
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En la academia, como en toda relación nada es perfecto, pero solo conociendo a fondo lo bueno y lo malo se puede llegar a amar, amo el diseño desde lo sofisticado de lo contemporáneo hasta la respuesta más sencilla que ha prevalecido millones de años.
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La observación directa implica tiempo y dedicación pero es la mejor manera de comprender todo el panorama que implica una propuesta de diseño. Según sea el caso, el diseño conjuga varias metodologías varios procesos simultáneos: observación, planteamiento, alternativas, bocetos, prototipo, comprobaciones… el desarrollo no es lineal muchas veces es necesario volver o saltar pasos no importa cuál sea primero y en cual termine, el caos de la incertidumbre el éxito está en no perder el objetivo y avanzar, los errores no son perdidas, la derrota es caer en el mismo error varias veces
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Mi percepción del diseño viene con un carácter social, donde las construcciones colectivas que nacen desde las necesidades de un contexto específico, terminan siendo las respuestas más pertinentes y apropiadas.