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puebla
viernes 6 de abril de 2018
jueves 8 de octubre de 2016
No. 04 Suplemento cultural
puebla puebla viernes 20 de abril3 2018
delictus silencio de
estrella ร rick Gรณmez
tochimani
Se incendia el รกrbol de la noche y sus astillas son estrellas, son pupilas, son pรกjaros. Octavio Paz
II
viernes 20 de abril de 2018
Érick Gómez
La rodante herencia de las constelaciones
L
a fotografía nos ha permitido ver más allá de lo que nuestra mirada puede observar, es una prolongación del ojo, pero también una extensión de la imaginación. La astronomía es una ciencia milenaria que se hizo popular en la segunda mitad del siglo XX con la posibilidad de adquirir telescopios caseros. La fotografía digital vino a fomentar esta práctica y en consecuencia la captura de imágenes de los cuerpos celestes. Hoy en día podemos encontrar miles de fotos en la web y admirar los hallazgos de los telescopios más potentes en los rincones del espacio exterior, pero también podemos voltear hacia nosotros mismos.
Cada segundo nacen y mueren distantes estrellas que nadie alcanzó a mirar, poco a poco la fotografía nos permitirá llegar más lejos, superando nuestros límites. La fotografías de Erick Gómez Tochimani nos revelan el mundo, mejor dicho, el lugar del mundo en el universo, y por lo tanto, también actualizan las coordenadas en que transcurre nuestra existencia. Tochimani no sólo mira al cielo, el horizonte constituye el centro de su visión no porque allí se dirija de manera natural la mirada, sino porque nos sitúa en una posición donde podemos reunir el paisaje celeste y terrestre en un mismo cuadro. La fumarola del Popocatépetl se continua en la vía láctea y nosotros podemos tocar las estrellas en el reflejo del agua: comunión con el
firmamento. El paisaje exterior se corresponde con el paisaje interior y nuestro latido reacciona a “la rodante herencia de las constelaciones”. Apenas podemos concebir la extensión del universo, no nos es es posible imaginar dónde y cuándo comenzó el tiempo, sin embargo, estas fotografías nos permiten imaginar el gran suceso de la creación. Porque hasta ahora, la imaginación sigue siendo más poderosa que la ciencia, alcanza lugares que nos están vedados y consigue imágenes que parecen imposibles. Fotografiar es, primero, una forma de imaginar. Estas imágenes nos muestran el remoto sitio en que nos encontramos en la galaxia y nos permiten imaginar que quizá sólo somos el sueño efímero de alguien desconocido y lejano. Ángel Torres
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Directorio Miguel Ángel andrade
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Omar Árcega, José Castañares, Perla Ibarra, Manon Lemaire, Miguel Maldonado, Yael Martínez, Mario Alberto Mejía, Paula Natoli, Arturo Ordorika, Enrique de Jesús Pimentel, Gabriela Puente, Javier Vargas de Luna, Federico Vite.
tochimani
Nació y creció en Puebla, rodeado de volcanes. Descubrió su gusto por la fotografía cuando apenas tenía 13 años, aquél día que birló la cámara de su padre y uno de los rollos (35 mm) reservados para la fiesta de cumpleaños de su hermana menor. Salió a la calle, cámara colgada al cuello, seguro de que haría la fotografía más hermosa del mundo. El rollo se atoró y el obturador se descompuso, de la fiesta de su hermana ningún recuerdo quedó. Hace más de dos décadas de aquella amarga primera experiencia que no hizo sino animarlo a entrar de lleno al mundo de los diafragmas y sensores, de los “ISOS”; de aperturas y velocidades. De luces y sombras. Con su primera Cannon AE-1 Program, anduvo cámara en mano, encuadrando las imágenes cotidianas de su pueblo, de su gente. La noche de un 24 de diciembre subió por los alrededores del volcán Popocatépetl y enfocó su lente hacia él e hizo el “click” que se quedó para siempre entre ellos dos. El volcán y su lente. Su primer encuentro con la fotografía nocturna. Esa que ahora nos comparte en su incansable búsqueda de la fotografía más hermosa del mundo. Carla Araiza
puebla viernes 6 de abril de 2018
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