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Irma María Magnani Valdez

IRMA MARÍA MAGNANI VALDEZ (Bolivia)

Nació en La Paz, Bolivia el 25 de septiembre de 1947. Reside en Cochabamba. Poeta, ensayista y cuentista. Licenciada en Ciencias de la Educación. Diplomada en Aprendizaje Cooperativo. Magíster en Educación Superior. Exdocente de pregrado y posgrado. Pertenece a la Unión Nacional de Poetas y Escritores. Filial Cochabamba (UNPEC). También forma parte otras organizaciones culturales como el Ateneo de Bolivia-filial Cochabamba y Escritores del Mundo. Sus poesías y cuentos figuran en varias antologías nacionales e internacionales. Libros. Poesía: Corazón Mágico (2011). Poesías y cuentos: Canto del alma (2013), Ecos del silencio (2019).

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AL LIBRO

Irma María Magnani Valdez

Un libro es mucho, muchísimo más que cartón, tinta y papel lo escrito tiene vida propia y perdura por siempre jamás.

El libro es maestro, compañía, eterno amigo nos muestra el cielo y el infierno nos transporta a través del espacio. Es presente, pasado, futuro magia que abre portales donde todo sucede rápido o despacio transformando al lector en viajero universal protagonista y testigo de batallas, de pasiones, de traiciones.

El libro no pone límites a la fantasía leyendo viajamos, sufrimos, soñamos, lloramos, reímos, nos emocionamos.

El libro es luz, es alimento del alma, es báculo, es sentimiento embrujo que deja volar el pensamiento. ¡Benditos sean los libros que llegaron a mis manos!

¿Cómo obtuve mi profesión? Leyendo ¿Cómo me convertí en escritora? Leyendo ¿Cómo pude componer poesía? Leyendo

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SURGE LA POESÍA Irma María Magnani Valdez

Cuando la alegría es casi felicidad Cuando las lágrimas ya no son consuelo Cuando las palabras parecen carecer de sentido Cuando el espíritu desea ese “algo más” Cuando las ilusiones se enfrentan a las realidades Entonces… surge la poesía.

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SUEÑO

Irma María Magnani Valdez

Soñé con el roce de una mano idéntico al roce de tu mano preámbulo de un romance en sueños largamente acariciado.

Roce que dejó mi corazón tan desbocado que desperté sonriendo recordando, y despierta continúe soñando el sueño del roce de tu mano.

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