CREENCIAS SOBRE EL ORIGEN DE LAS ENFERMEDADES MENTALES EN UNA MUESTRA INTERGENERACIONAL
Dr. Antonio J. Segura Sรกnchez
Editorial Área de Innovación y Desarrollo, S.L
Quedan todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, distribuida, comunicada públicamente o utilizada, total o parcialmente, sin previa autorización. © del texto: el autor ÁREA DE INNOVACIÓN Y DESARROLLO, S.L. C/ Els Alzamora, 17 - 03802 - ALCOY (ALICANTE) info@3ciencias.com Primera edición: Septiembre 2015 ISBN: 978-84-943990-7-7 Nº DE DEPÓSITO LEGAL: A 698 – 2015 Registro: 2015049843
Índice Abstract ................................................................................................................ 7 Resumen .............................................................................................................. 7 Psicologización de la sociedad: proceso de posmodernización de las psicopatologías ................................................................................................... 10 Percepción de la conducta anormal: La psiquiatría como ciencia provisional....... 12 MÉTODO ............................................................................................................ 15 Diseño y objetivos ....................................................................................... 15 Elaboración del cuestionario ....................................................................... 16 Muestreo .................................................................................................... 16 Procedimiento ............................................................................................ 18 Determinación de la población .................................................................... 20 Tratamiento de los datos ............................................................................ 22 FICHA TÉCNICA ................................................................................................... 23 RESULTADOS ...................................................................................................... 25 DISCUSIÓN.......................................................................................................... 31 BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................................... 37
5
6
Abstract This study explores the age-related differences in variables related to beliefs about the origin of mental illness. Involved 2096 people from three different age groups: youth, middle age and old age. The results show that younger people and middle-aged who have a belief with a strong cognitive and psychological origins of disease compared to the older generation, which has beliefs based more on a biological origin. The results were consistent with the hypothesis of a change in the way of presenting today psychopathology and its relationship to a new model of personality. Keywords: mental illness, psychopathology, generational differences, biology, postmodern personality.
Resumen El presente estudio explora las diferencias asociadas a la edad en variables relacionadas con las creencias sobre el origen de las enfermedades mentales. Participan 2096 personas pertenecientes a tres grupos distintos de edad: jóvenes, mediana edad y vejez. Los resultados revelan que las personas mas jóvenes y mediana edad que presentan unas creencias con un fuerte componente cognitivo y un origen psicológico de las enfermedades frente a la generación más anciana, que posee unas creencias basadas más en un origen biológico. Los resultados se mostraron coherentes con las hipótesis sobre un cambio en la manera de presentarse las psicopatologías en la actualidad y su relación con un nuevo modelo de personalidad. Palabras clave: Enfermedad mental, psicopatología, diferencias generacionales, biologicista, personalidad postmoderna.
7
El individuo tiende a expresar las situaciones de malestar por medio de formas aceptables y significativas para su propia cultura. Cada momento histórico escenifica sus representaciones, sean las enfermedades mentales, la manera de entender la familia y la sexualidad. Sea cual sea el origen que se utilice para dar cuenta de la enfermedad (el inconsciente y las pulsiones, los circuitos cibernéticos cognitivistas, la teoría general de sistemas o la biología molecular, neurología), la enfermedad se integra en la experiencia humana como una realidad construida significativamente. Resulta comprensible que lo que la sociedad y el propio individuo juzga como anormal y patológico sea la materia prima, de la que se nutre, en muchas ocasiones, el juicio científico, dando posturas sobre lo normal y lo anómalo, por tanto, la psicopatología se mueve en los ámbitos de los valores que se manejan dentro de la estructura socioeconómica vigente. Es la comunidad la que tiene los criterios de lo normal y lo patológico y es la comunidad quien lo sanciona. Ningún síntoma psicopatológico aislado, considerado en sí, resulta sin más anormal o incluso morboso. Se plantea la hipótesis de las diferencias entre distintas generaciones a la hora de concebir la tradicional “locura” ¿Como puede ser el mismo concepto de enfermedad mental la de una generación que se desarrolla en una posguerra frente aquella que solo ha conocido una época de seguridad económica y de supervivencia como no se ha conocido nunca en el mundo occidental? Por primera vez, en la historia, la mayoría de las personas que nacen, crecen con el sentimiento de que la supervivencia está asegurada, este fenómeno sin duda afecta a la creación de lo que se considera normal y anormal. Con el avance del tiempo, las últimas generaciones han presentado un proceso de postmodernización de la conducta que ha planteado un modelo de psicopatología acorde con este cambio cultural. Por otro lado, este cambio afecta y evidencia la fragilidad de la psiquiatría tradicional dentro del concepto de lo psicopatológico. Muchos son los autores que demuestran el cambio de conducta del individuo ligado al avance hacia una sociedad postmoderna defendida por diversos lenguajes multidisciplinarios (Inglehart,1979; Lyotard,1984; Cahunu,1983; Lipovetsky, 1983; Ibáñez y Andreu,1988; Lasch, 1979; Sennett, 1978; Gergen, 1992; Lyons, 1978) centrándose en la utilidad de unas conductas incluidas las patológicas respecto a otras, unas conductas que en el pasado podían ser de gran utilidad pero que en la actualidad carecen de utilidad pragmática pero permanecen insertadas en los repertorios de las generaciones pretéritas, las implicaciones de este estudio van hacia el plano de que existen conductas que 8
están siendo más probables en las generaciones más jóvenes y que puede observarse la extinción de otras. Este nuevo orden psicológico posee su origen en los cambios generados por un macrocontexto económico-político y que influye sobre el escenario de lo social y lo cultural, este contexto genera cambios en los valores personales y, en general, “el manejo que esa generación determinada hace de su tiempo” (Gil Roales Nieto, 2003). Teniendo en cuenta que el individuo que resulta es objeto de unas particularidades en la creación de su hecho psicológico que lo hacen diferente al de su generación anterior, se podría hablar de desordenes mentales característicos de nuestra era, denominada posmodernista, en contraposición con los desordenes registrados por la psiquiatría clásica. El posmodernismo aparece como oposición o superación al modernismo. Transcendiendo la sobreutilización de estos conceptos dentro del mundo cultural, resultan de utilidad por que representan los cambios acontecidos en la década de los sesenta en las sociedades avanzadas y se forjaron después de la II Guerra Mundial, bajo esta denominación se describe el giro que toma la enfermedad mental y el nuevo repertorio de conductas que son de utilidad para manejarse dentro de las exigencias que surgen en un nuevo contexto. Aun así teorías como la de modernización o el cambio valorativo son todavía objeto de debate permanente. Existen numerosos detractores de que los cambios tecnológicos y económicos posean una vinculación con modelos coherentes y predecibles de cambios culturales, incluidos los patológicos.
9
Psicologización de la sociedad: posmodernización de las psicopatologías
proceso
de
Existe mucha diferencia entre observar la supervivencia como algo incierto o dar por supuesto desde nacimiento esta supervivencia, los individuos aparte de diseñar estrategias vitales diferentes generan hechos psicológicos que reflejan esos mundos dispares. Sennet (2003, 2006) formula cuatro preguntas sobre los cambios y transformaciones que acontecieron en el siglo XVII. La primera sobre los efectos que tuvieron las condiciones materiales sobre el dominio público. Otra preocupación se plasmó en, cómo se transformó la personalidad individual en una categoría social. Qué ocurrió con la identidad del hombre público si se consideraba la personalidad como una categoría social y por último, cómo la personalidad en público se plasmó en la actual intimidad. Estas preguntas parecen desarrollar, a modo de respuesta, la evolución que a partir del siglo XVII y en adelante aconteció con la entrada de una fuerte industrialización en el XVIII y desarrollo de la vida urbana masivamente en el XIX. Parece evidente que la personalidad individual tomo conciencia como creencia sustituyendo los conceptos sobre el individuo público. El ensanchamiento de la vida privada es una manera de explicar cómo a mediados del siglo XVII se produce una evolución en la estructura de las sociedades occidentales, que afectó a la manera de organizarse socialmente, esto introdujo cambios en el individuo, y la vida evolucionó de manera literal aumentando el espacio físico personal, y de ahí, a un cambio en la psicología de los individuos. Este ensanchamiento de la vida privada puede definirse como una evolución psicológica hacia un individuo que desarrolla más privacidad. Bejar (1988) desarrolla el concepto de este espacio, refiriéndose literalmente al espacio domestico de dominio personal, al espacio para comer, asearse, el sexo. Esta privacidad se construye en torno a la familia. De este planteamiento derivan dos factores: Una introducción de cambios en la psicología del individuo derivado de fenómenos como la organización y nueva estructura social y una psicologización del individuo y su lenguaje. Elias (1987) en su obra El proceso de civilización Investigaciones sociogenéticas y psicogenéticas, documenta los cambios acontecidos en el siglo XVIII. Llegados a este siglo cada vez resulta más desagradable compartir ciertos aspectos que 10
siempre habían pertenecido al ámbito público, el sentido de la desnudez, compartir cama o le necesidad de estancias individuales donde se puede permanecer alejado de los demás. Estos hechos transmiten el concepto de que un cambio en la socialización estaba aconteciendo y una nueva necesidad, “psicológica” se instauraba. Perrot (1987) describe muy bien este proceso: “El deseo de un rincón propio es la expresión de un sentido creciente de la individualidad del cuerpo “ Según Marino Pérez (1992) estos cambios no son desde luego racionales, en cuanto fueran planeados, pero tampoco son irracionales, por poseer una lógica material. Asimismo, no vienen justificados por razones de salud, higiénicas o de limpieza propiamente, sino que se configuran como una forma de cortesía. Estos procesos de “civilización” forman parte de un desarrollo de las prácticas globales. Y Marino Pérez apunta tres características de cambio: Una relacionada con el trato menos violento e impulsivo y más suavizado de la conducta, buscando medidas negociadas. Un segundo, el avance del umbral de la vergüenza y del pudor constituido por un proceso educativo. Y tercero, todo un repertorio de estructura desarrollo de objetos y artefactos acordes con estas nuevas características psicológicas (dormitorios, aseos, posturas y maneras de comer, hábitos sexuales, etc…) Elias (1987) denomina proceso de civilización y plasma un tangible cambio en la psicología de los individuos teniendo su marco en los avances acontecidos a lo largo del siglo XVIII.
11
Percepción de la conducta anormal: La psiquiatría como ciencia provisional A partir de siglo XVII el origen de la enfermedad debía de poseer una clara posición de lesión corporal. Estas lesiones podían ser ocasionadas por accidentes o traumatismos y/o por defectos originados en el nacimiento. El loco era una máquina de motor sensorial atrofiada. La tendencia mecanicista tal y como surge de la tradición de racionalismo cartesiano intenta erradicar cualquier rastro de influjo aristotélico de cualidades imaginarias y ficción y la ciencia como tal, surge como una nueva filosofía, sólida y compuesta por leyes, entre estas el concepto de reflejo que es compartid con los animales y pionero para la explicaciones organicistas y mecanicistas respecto al sistema nervioso. Los postulados mecanicistas empiezan a tener ciertas grietas en autores como John Locke que en su Ensayo sobre el entendimiento humano (1960) transmite que la locura puede deberse a un proceso de asociaciones falsas en el proceso mediante el cual los datos del mundo se transforman en ideas. Estas asociaciones incorrectas iniciaron una corriente sobre una psicología independiente de la orgánica. Se adscribe a esta tendencia William Cullen (1710-1790) que afirma que la locura posee “una asociación errónea de ideas insólitas y generalmente apresuradas” y que conducía a juicios falsos y generaba “emociones desproporcionadas”. Es importante el influjo que David Hume (1711-1776) tuvo en todas estas concepciones de la locura, contribuyó con su influencia en esta época, a mantener esta idea sobre la impresión sensorial y las asociaciones anormales. Esto marcaba un cierto predominio de “lo psicológico” como evento especial y característico pero seguía imperando una etiología claramente neurológica. Philippe Pinel (1745-1826) argumenta contra la observación empírica que fracasa en el intento de discernir la anormalidad estructural en los cerebros de los enfermos mentales. Introdujo el concepto de causalidad moral y delimito locuras parciales en los que se afectaban algún tema del paciente pero que parte de su cordura permanecía inalterable. Jean Dominique Esquirol (1772-1840) se concentró en los detonadores psicosociales de la enfermedad. Realizó mucho hincapié en los trastornos afectivos que desarrollaban trastornos como la paranoia. Mediante la observación de un gran número de pacientes residentes en asilos clasificó pequeños males frente a grandes males. Taxonomía que diferenciaba el trastorno pasajero del 12
crónico. Fielmente a la medicina separó los de carácter orgánico evidente como podían ser la epilepsia o males de origen venéreo. En los albores del siglo XIX, Johann C. Reil famoso por acuñar el término “Psiquiatría” desarrollo una etiología basada en la profundidades de de la Psique, donde buscando dominar la inconsistencia de la mente enferma, la somete a esfuerzos alienistas (generalmente con técnicas de terror hacia el paciente). Para principios del siglo XIX se había desarrollado toda una imagen hacia las enfermedades mentales, y surgió una necesidad de asociarse y organizarse, para defender tal especialidad. En la actualidad se diferencia lo psiquiátrico de lo Psicopatológico. Según Vallejo (2006) la psicopatología tiene por objeto el establecimiento de reglas y conceptos generales, mientras que la psiquiatría se centra en el caso morboso individual. En la psicopatología, partiendo de la unidad que es el ser humano, se descompone en funciones psíquicas (percepción, memoria, conciencia, lenguaje….) aisladas con el fin de analizar las leyes que las rigen, la psiquiatría se centra en el hombre enfermo. La psicopatología no entra en la terapéutica y la cirugía la tiene como ente principal. Como resultado la psiquiatría en la actualidad respecto a la etiología posee una perspectiva siempre desde el tratamiento y el resultado. El concepto popular de la enfermedad mental está impregnado como dice Szasz (1970) de hechos no naturales sino de unos mitos creados por el hombre y coloca a la psiquiatría como una pseudociencia. Michel Foucault (1961) sostiene que la enfermedad mental no debe entenderse como un hecho natural sino como un constructo sustentado por una red de prácticas administrativas y médico psiquiátricas. Contra la historia de la locura sería más, según Foucault, el relato de una historia de libertad, control y poder. Pérez Álvarez (2007) sostiene que tras la enfermedad mental se encuentra una estructura moderna de burocracia y que su análisis muestra “un desajuste entre la riqueza diagnostica y la miseria etiológica”, etiología que se sustenta casi siempre en postulados biológicos (lo que legitima al médico y lo diferencia de un sociólogo). La inexistencia de un método objetivo, la sobreutilización de interpretaciones subjetivas. El uso de nuevas terminologías y el oscurantismo y la era de oscuridad bajo el influjo de la medicina de la etiología. Las más relevantes construcciones conceptuales sobre salud y trastorno mental proceden habitualmente de la experiencia de los propios profesionales (Watzlawicz 1992). Lo que a primera vista puede parecer concepto dogmático, no 13
justificado empíricamente, en realidad se ha extraído de un cúmulo de extensa y sistemática observación en contexto clínico. No es que expertos clínicos decidan juzgar tal o cual conducta como alterada o, por el contrario, saludable. Su propio juicio está basado en lo que han observado y ha llegado a su conocimiento en forma de demandas de pacientes, de desarrollo de la terapia, de la mejoría en el curso de ésta y, en fin, en su caso, de feliz término del tratamiento por haber alcanzado la meta deseada. Lo que así ha llegado a su consulta y a su conocimiento está impregnado, desde luego, de percepciones, de juicios y de valores sociales acerca de lo psicológicamente sano y lo alterado, contenidos, todos ellos, variables y relativos, no universales ni absolutos, contenidos, además, axiológicos, valorativos, vigentes en un medio social concreto y propios de ese contexto. Pero tal cualidad es inherente a esta materia conceptual y no es descartable. Por mucha criba científica a que se les someta, contenidos con esa cualidad, forman parte de los conceptos teóricos de salud/trastorno mental, conceptos, por tanto, que no son ni pueden ser del todo “libres de valor”. Por otro lado, y como consecuencia de la difusión de la literatura psiquiátrica y psicológica en el medio social, lo que la sociedad o la familia juzga acerca de un sujeto con problemas psicológicos, así como los posibles calificativos que utiliza (“neurótico”, “deprimido”, “esquizofrénico” o “estresado”), distan mucho de ser caracterizaciones meramente populares y simples juicios de profano en la materia. Son caracterizaciones nacidas bajo el decisivo influjo de criterios que desde hace más de un siglo los expertos han formulado y difundido y que han llegado a impregnar la ideología y la imaginería social. Se ha dado, pues, un reiterado movimiento de vaivén entre la experiencia común y la experiencia profesional de psiquiatras y psicólogos. Así que éstos, incluso cuando reciben y asumen elementos procedentes de las percepciones y las valoraciones sociales, están recibiendo lo que en gran medida era originariamente suyo y que se halla ahora difundido gracias a sus publicaciones científicas y de divulgación. Sobre la base de un estudio y un conocimiento clínico, aunque no experimental, ni quizá tampoco cuantitativo, los expertos que tratan los trastornos psicológicos se hallan cualificados y también legitimados para emitir juicios sobre qué es salud mental y qué trastorno. La definición de trastorno psicológico que propone Pérez Álvarez (1992) ejemplifica la sencillez y alcance general el concepto que actualmente se maneja “una conducta que se vuelve problemática para el propio sujeto en su esfuerzo adaptativo ante situaciones conflictivas o de fracaso” lo que supone la función adaptativa de la conducta en la vida, representado la enfermedad mental una disfunción del esfuerzo por adaptarse.
14
MÉTODO Diseño y objetivos El estudio es un diseño exploratorio dentro de un marco más amplio como es el estudio del cambio de valores acontecido en tres generaciones, que ha servido para identificar y detectar simbologías y expectativas diferenciadoras. Se establece, por tanto, como estrategia de hallazgo que no intenta establecer una relación causa efecto al problema del origen de las psicopatologías en su plano científico, sino sólo recoger e identificar las diferencias que se presentan en las creencias y que son coherentes con los enfoques y teorías establecidas dentro de las teoría de la postmodernidad y el cambio valorativo (Autores del marco teórico) alejándolo de una idea heurística del estudio. Su objetivo es examinar un problema poco estudiado como son las diferencias que aparecen en los diferentes cohortes generacionales, identificando las relaciones potenciales entre variables. Entre estas diferencias se encuentran las diferencias en el origen de las enfermedades mentales y su relación con la generación. Los estudios exploratorios tienen como objetivos examinar un tema o problema de investigación poco estudiado o que no ha sido abordado antes. Cuando la revisión de la literatura revela que únicamente hay líneas no investigadas e ideas entremezcladas y relacionadas con la investigación. Este estudio pretende aumentar el grado de familiaridad con el fenómeno relativamente desconocido de las creencias en el origen de lo Psicopatológico ya que siempre se ha primado el carácter científico. El estudio requiere un tratamiento multidisciplinario, donde se analiza el fenómeno dentro de distintos enfoques, aunque se engloban dentro de una idea general del cambio de valores y la transformación del individuo por la influencia de ciertas variables tratadas en la bibliografía. La necesidad de una investigación exploratoria en este tema surge de las siguientes cuestiones: •
Obtener información de campo sobre el cambio de creencias y la transformación y dirección del cambio.
•
Establecer la coherencia con las teorías del cambio valorativo y la teoría de la postmodernidad.
•
Generación de datos e hipótesis sobre la creación del hecho psicológico, su evolución-transformación.
•
Identificar conceptos o variables promisorias. 15
•
Establecer prioridades para investigaciones futuras.
•
Sugerir afirmaciones (postulados) verificables por los datos obtenidos junto con otras fuentes.
Elaboración del cuestionario En esta investigación se ha utilizado un cuestionario semi-estructurado con medidas cuantitativas y cualitativas. Para ello se han utilizado preguntas tipo Likert, test de ordenación y preferencia Y preguntas abiertas. La exploración es llevada a cabo dentro de un marco teórico, utilizando un procedimiento de, revisión de la literatura sobre el tema, tal y como lo definen Crocker y Algina (1986), representar un constructo, utilizar material ya estudiado y definido operativamente, aunque no llevado al campo de la investigación sino solo,en un plano teórico. Esta revisión de la literatura ha demostrado que no existen investigaciones que aborden estas diferencias abordando lo marcado de las diferencias en la creación del hecho psicológico entre generaciones. Para la elección de las preguntas cuestionadas se ha utilizado el procedimiento de revisión de literatura sobre el tema o sea, los constructos sobre el cambio social intergeneracional son los definidos en las obras referidas en la bibliografía sobre análisis económicos y culturales así como las teorías de la postmodernidad (autores de la parte introductoria) y el cambio valorativo.
Muestreo El estudio está compuesto por una muestra de 2093 sujetos, repartidos a lo largo del territorio español. Se han mantenido las proporciones poblacionales de las comunidades por lo que queda cubierto el 93% del territorio español, quedando excluidas las Islas Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla. La distribución de las encuestas es de 720 para la población más anciana, 628 encuestas para la generación intermedia y 745 para la más joven.
16
Para obtener diferencias entre generaciones, se establecen tres cohortes. Como fundamento se utiliza el concepto de generación de Ortega y Gasset (1933). Quince años de una generación a otra. Estableciéndose una generación de tránsito donde se mezclan una generación y otra. Un cohorte es definido como la parte de una población caracterizada por vivir en un mismo territorio durante un periodo determinado de tiempo o por estar expuesto a un mismo acontecimiento (Glenn 1977). Los límites de un cohorte pueden ser fijados de manera arbitraria den el tiempo o por diferentes acontecimientos históricos. En este estudio se han establecidos los cohortes según acontecimiento s históricos, sociales y políticos. Se establece una época de nacidos en torno a la guerra civil, con infancia o adolescencia en la guerra. (Más de 65 años). Otra generación con infancia o adolescencia en la recuperación económica de los 60 (1963-1971) 40 a 55 años. Una última generación de 19 a 35, con infancia o adolescencia en la democracia. De todos modos se han intentado que no abundasen sujetos con edades que rozasen los límites generacionales. Las variables significativas son las diferencias aparecidas entre las tres generaciones establecidas por una diferencia como mínimo de diez años. Estudios precedentes en el uso de cohortes (Torcal 1992) señalan la importancia que tienen los cohortes en la definición de dimensiones de cambio intergeneracional. Edad es igual a periodo (año en que se realiza la encuesta) menos cohorte (año de nacimiento de los entrevistados); por tanto la edad es la combinación linear de periodo menos cohorte. Muchas de las variaciones observadas en las respuestas entre las cohortes pueden encontrarse dentro de los márgenes de error de las encuestas realizadas en diferentes periodos. La segunda es que a medida que la población va envejeciendo, existen menos miembros en la población. Se entrevistaron en todas las provincias una muestra representativa en proporción poblacional y manteniendo la proporción respecto al género. Los cohortes intentaban establecerse a partes iguales en las tres generaciones. Las variables que han sido controladas en la realización del cuestionario han sido el sexo y la edad de los entrevistados (estableciendo tres cohortes iguales en una afijación simple) 17
Procedimiento Se advierte que las encuestas se realizaron netamente en el ámbito urbano, no siendo este dato despreciable ya que más del 70% (INE) de la población españolase concentra en entornos urbanos de más de 100.000 habitantes. Puede existir una sobrerrepresentación de sujetos mejor formados culturalmente, por el acceso más sencillo a muestra del entorno universitario. Por otra parte las encuestas en provincias con poca población pueden estar mal representadas en el conjunto general de la encuesta pero se encuadran dentro del guión de demográfico nacional establecido. Las encuestas se realizaron entre los años 2003 y 2007, los análisis en sus inicios (Tesina de investigación 2003 realizado únicamente en Almería) sugirieron que existían diferencias entre los grupos de generaciones y que correlacionaban con las conductas postuladas en las teorías de la postmodernidad. Posteriormente una serie de indicios adicionales sugirieron que este estudio, mantiene, cuando menos, una línea correcta. En su mayor parte cuando se relacionaron con resultados de otras fuentes, aparecen datos coherentes. Además las partes de correlación interna se ajustan de modo excelente a las expectativas teóricas. El método de realización de las encuestas ha sido en su gran mayoría mediante una entrevista cara a cara aunque (aproximadamente un 20%) de las encuestas se realizaron mediante el envío por correo del material y las instrucciones. En el caso de la mayoría de las entrevistas que se realizaron cara a cara. En este tipo de entrevista se cuidó especialmente el control de los variables sexo, edad y proporcionalidad de cada provincia. Para aumentar el rigor se optó por realizar un muestreo por etapas, con la información disponible del tamaño de cada provincia manteniendo el sexo al 50% y utilizar la limitación geográfica de la zona a encuestar poniendo en marcha un proceso aleatorio, muchas veces de selección in situ, lo que conforma un procedimiento de rutas aleatorias. Para la ruta aleatoria se partió de una tabla de contingencias con estratos que se debía de completar. Para el muestro de rutas aleatorias y para conseguir el objetivo de una selección objetiva se utilizó un procedimiento de estrategia aleatoria (Lohr 2000, Malhotra 1997). Cogiendo un punto de partida y establecer ruta prefijada desde ese punto y seleccionar muestra bajo parámetros seleccionados de la marcha desde punto de partida.
18
Para la selección de la muestra dentro de una provincia se utilizó una adaptación del método de selección aleatoria de muestras (Raj 1992). A cada Región se le asigna un código regional, Ej. Andalucía: 10, luego un código provincial Ej. Málaga 10-02 y por último un código por distrito, Málaga Centro 1002-001 Los distritos son la subdivisión que se realiza dentro de las ciudades y se configuraran según su tamaño. División de provincias con población de 100.000 a 400.000 habitantes que se dividen en cuatro distritos de intervención. División de Provincias de 400.000 a 1.400.000 divididas en 6 distritos. Provincias de más de 1.400.000 habitantes con una división de 10 distritos. La división de 4, 6 o 10 distritos con esta estrategia se pretende eliminar en parte el sesgo debido al status social e idiosincrasia de las zonas. Las divisiones intentan cubrir un amplio espectro de ámbitos urbanos. Las encuestas se inician en un distrito inicial designado y un punto de partida inicialmente amplio dentro de ese distrito (plaza, calle principal, Avenida, etc…) El sentido de la marcha en la realización de la entrevista abarcará las cuatro direcciones desde el punto inicial. En calles muy céntricas (centros de capitales) donde el sesgo de muestras de otros distritos puede ser mayor se opta por alejarse del punto inicial y adentrase en zonas donde se establezcan más población susceptible de ser entrevistada El protocolo de encuestación fue el siguiente. Recepción del sujeto a entrevistar y breve explicación seguido de una invitación a realizar el cuestionario después se plantearon dudas sobre el mismo. El tiempo de realización medio fue de 30 minutos En la población de mayor edad el cuestionario era leído cuando este advirtiera de la dificultad de realización del mismo. También se realizaron encuestas por correo Para las encuestas dirigidas por correo se tomaron las siguientes medidas: Toma de contacto telefónico con la institución o persona de contacto donde se realiza una breve explicación del motivo del estudio y las instrucciones para su cumplimentación.
19
Envío del material de encuesta, instrucciones donde aparecen posibles aclaraciones, teléfono de contacto y e-mail y una carta de agradecimiento por la colaboración donde se indicará la fecha de recogida del material. Los cuestionarios una vez cumplimentados fueron recogidos personalmente en la provincia donde había sido enviada.
Determinación de la población La elección del género de los encuestados fue una de las variables que si se mantuvieron controladas para que acaparara cerca del 50% en cada uno de los géneros, aun así surgieron dificultades en generación más adulta que aunque más abundante demográficamente que el género femenino resultó menos accesible que la masculina. También aparecen más desajustes en la población femenina del cohorte de 19 a 35 años, mostrándose esta población más colaboradora. Respecto a la distribución por sexos, en la generación de 65 a 90 fue de 57% hombres frente a 43% mujeres. La generación de 40 a 55 de 47% hombres y 53% mujeres y la más joven 42% hombres y 58% mujeres. Los datos de la muestra en variables sociométricas no manipuladas como son el estado civil, el nivel de estudios y el nivel social son los siguientes (Figura 1) Figura 1: Estado civil 85%
52%
52%
SOLTERO CASADO SEPARADO DIVORCIADO
25%
10%
10%
22% 14% 12%
13%
5%
DE 65 A 90
DE 40 A 55
DE 19 A 35
Para el nivel de estudios (Figura 2) existe una sobrerrepresentación de datos provenientes de Fuentes universitarias por lo que puede existir un ligero sesgo en 20
este nivel respecto a la población, aunque difiere un poco de los datos publicados en el Barómetro del CIS 2006 y 2007. Figura 2: Nivel de estudios 57% 51% 44% ELEMENTAL BUP O FPI FPII 24% 25%
ESTUDIOS UNIV.
22% 15%
15%
15%
12%
13% 7%
DE 65 A 90
DE 40 A 55
DE 19 A 35
El nivel social también puede haberse visto afectada por la situación y realización de las encuestas a pesar de haberse intentado corregir este sesgo. Aparece un predominio en la población más joven (Cohorte 19-35 años) en informes de nivel social más alto, existiendo un predominio de las entrevistas cara a cara en esta población. (Figura 3) Figura 3: Status social 66%
ALTO
43% 41%
MEDIO-ALTO 35%
MEDIO-BAJO 32%
22%
BAJO
21% 17%
9% 3%
DE 65 A 90
3%
DE 40 A 55
3%
DE 19 A 35
21
Tratamiento de los datos Los análisis estadísticos han sido realizados en el SPSS 12.0 y se han realizados todo tipo de análisis descriptivos tanto mediante estadísticos, como mediante gráficas. Entre los análisis estadísticos se incluyen medidas de tendencia central, variabilidad, asimetría y curtosis. Entre los gráficos se han empleado diagramas de barras, histogramas y diagramas de sectores. También se han realizado análisis bivariados, análisis de varianzas, modelos complejos mulitvariantes y regresiones binarias. El proceso de codificación se ha realizado bajo los parámetros establecidos por los autores Joaristi y Lizasoain (1991). Asignando códigos a los distintos valores de las variables, categorizando las respuestas. Asignando un código específico a valores ausentes (missing values). El formato aplicado es un formato fijo de codificación, por tanto cada variable ocupa una columna y cada individuo una fila. La ocupación que ocupa cada variable siempre la misma columna. Con el formato fijo se reducen los errores de codificación y trascripción. También se optó por la utilización de variables de control, con la identificación de sujetos. También se realizó una depuración de datos para detectar posibles errores en los datos ya introducidos en el ordenador, esto se realizó mediante técnicas sistemáticas de detección de errores. En estas técnicas se realizan análisis descriptivos (numéricos o gráficos, generalmente de frecuencias de las distintas variables, para detectar si existen valores no permitidos. Después de una primera introducción de datos, se optó por una segunda categorización de los informes de los encuestados, dando como resultados categorías generales, que daban una idea detallada de las respuestas de estos. Aun así la mortandad de respuestas en esta parte del cuestionario es muy amplia, ya que no todos los sujetos respondían esta parte.
22
FICHA TÉCNICA −
Universo población Española: de 18 a 90 años.
−
Ámbito: Nacional Censo habitantes (INE 2004). Excepto Ceuta y Melilla, Islas Canarias y Baleares.
−
Muestra: 2093 entrevistas con un límite de error estadístico ± 0,72 para un intervalo de confianza del 95,5% (dos sigma)
−
Muestro en afijación simple
−
Tipo de encuesta: 20% Correo 80% Entrevista personal divididas en: +40% A través de instituciones +60% Entrevistas a pie de calle
−
Trabajo de campo: De Enero de 2004 a Mayo de 2007
23
24
RESULTADOS Los resultados reflejan las diferencias en los conceptos etiológicos que las generaciones plantean, mostrando una serie de características dentro de la generación más joven que no se encuentran en la de mayor edad. Se les plantea a los entrevistados una serie de supuestas causas de trastornos psicopatológicos y deben de responder afirmativa o negativamente sobre la posible causalidad de las posibles etiologías que se plantean. Tabla 1
Cambios frecuentes en la vida
Entre 65 y 90
SI NO
43% 57% Herencia genética
SI NO Las enfermedades que afectan al cerebro SI NO La sociedad en la que vivimos
Entre 65 y 90 75% 25% Entre 65 y 90 88% 22% Entre 65 y 90
SI NO
45 % 55 % Lo aprendieron de su familia
Entre 65 y 90
SI NO
22 % 78%
Los intentos por adaptarse a la vida
Entre 65 y 90
SI NO
12 % 88 % Un pasado tormentoso
Entre 65 y 90
SI NO
54% 46 % 25
Entre 40 y 55 58 % 42% Entre 40 y 55 65 % 35 % Entre 40 y 55 68 % 32% Entre 40 y 55 64 % 36 % Entre 40 y 55 33 % 67 % Entre 40 y 55 16 % 84 % Entre 40 y 55 76 % 24 %
Entre 19 y 35 61% 39 % Entre 19 y 35 40% 60 % Entre 19 y 35 67% 33 % Entre 19 y 35 69% 31 % Entre 19 y 35 48% 52 % Entre 19 y 35 23% 77 % Entre 19 y 35 84% 16 %
Las experiencias amargas en la vida
Entre 65 y 90
SI NO
72 % 28% El estrés en la vida
Entre 65 y 90
SI NO
52% 48%
Entre 40 y 55 71% 29 % Entre 40 y 55 66 % 34 %
Entre 19 y 35 74% 26 % Entre 19 y 35 67% 33 %
Los resultados de respuesta dicotómica reflejaron que predominan todavía explicaciones de origen biológico, o asociadas al daño físico para explicar el origen de las psicopatologías. Tampoco se descartan otras explicaciones aunque aparecen más divididas en todas las generaciones. Existen leves diferencias en las causas debido a “los cambios en la vida” no aparece una clara diferenciación. Esta diferenciación si aparece más pronunciada en el origen en “una herencia genética”, donde tres de cada cuatro mayores si creen en la explicación genética, disminuye lentamente en la generación intermedia y se vuelve inversa en la generación más joven, donde un 60% niega este origen. Cuando se coge un concepto más general claramente organicista y popular como el de “enfermedad que afecta al cerebro” aparece un aplastante 88% de generación más anciana que está conforme con esta vaga explicación. Las dudas surgen a partir de la generación intermedia, que disminuye junto con la generación más joven hasta que casi uno de cada tres niega tal afirmación. Conforme se avanza hacia la juventud aparecen aceptaciones en fenómenos que poseen un origen más social. “La causa de la sociedad en la que vivimos” aparece con fuerza a partir de la generación intermedia. Mientras que crea división en la generación más adulta. “Lo aprendieron de sus familias” no convence a la generación de mayor edad (78% de negación) frente a la división que aparece en la más joven. En la generación intermedia se aprecia la influencia de ambas generaciones. Las diferencias son muy pocas en la cuestión de adaptación a la vida como origen de trastorno, aparece un ligero ascenso en la generación más joven La explicación de la enfermedad mental con un origen en “un pasado tormentoso “posee mucha fuerza en la generación de 19 a 35 años donde un 84% cree en la causalidad de este fenómeno como explicación. En cambio esto tiene dividido a la generación mayor.
26
En las experiencias amargas en la vida) aparece una cierta contradicción con la anterior ya que parece que se entiende que el pasado puede producir trastornos mentales en la mayoría de las tres generaciones. Existen aceptación ligeramente superior en “el estrés en la vida “en la generación más joven y en la intermedia, pero se acerca mucho a los datos de la generación superior. Los resultados puestos en el orden de causalidad ordenando de 1 a 10 según la importancia e influencia a la hora de generar psicopatologías, generan diferencias perceptibles. Los resultados de la segunda, tercera tabla y en la figura 5, reflejaron la predominancia de causas de origen biológico y físico en las personas mayores de 65 años, que optaban para los primeros puestos a fenómenos como la enfermedad cerebral y la herencia genética (primer y segundo lugar). Tabla 2: Orden de causas
1º
2º
3º 4º
5º 6º 7º 8º
Entre 65 y 90 Las enfermedades que afectan al cerebro Herencia genética Las experiencias amargas de la vida Un pasado tormentoso El estrés en la vida
8,77
8,54
Entre 40 y 55 Las enfermedades que afectan al cerebro Las experiencias amargas de la vida
Entre 19 y 35 8,31
Un pasado tormentoso
8,41
7,79
Las experiencias amargas de la vida
7,94
El estrés en la vida
6,73
7,48
Un pasado tormentoso
7,37
5,16
El estrés en la vida
7,31
4,77
La sociedad en la 4,33 que vivimos Los cambios frecuentes en la 3,96 vida La vida 2,83 sentimental
La sociedad en la 6,45 que vivimos Las Herencia enfermedades 6,9 5,9 genética que afectan al cerebro La sociedad en la La vida 6,33 4,9 que vivimos sentimental Los cambios Lo aprendieron 3,76 frecuentes en la 4,61 de su familia vida Lo aprendieron Los cambios 3,83 2,82 de su familia frecuentes en la 27
9º 10º
Lo aprendieron de su familia Los intentos por adaptarse a la vida
2,64 2,42
La vida sentimental Los intentos por adaptarse a la vida
3,37 2,39
vida Herencia genética Los intentos por adaptarse a la vida
2,7 2,5
Aunque la enfermedad cerebral ocupaba el primer puesto en la generación de 40 a 55 años, la herencia genética ya aparecía en quinto lugar. En la generación más joven” las enfermedades que afectan al cerebro” aparecen en quinto lugar y la herencia genética en noveno lugar. La historicidad del individuo aparece con fuerza en las generaciones más jóvenes. Tanto las experiencias amargas, como el pasado tormentoso (situaciones relacionadas) pasan del tercer y cuarto lugar al segundo y tercero, en la generación intermedia y al primero y segundo en la generación más joven. Estos elementos parece ser que siempre han estado presentes en posiciones altas a la hora de valorar las causas de las psicopatologías. La familia aunque gana posiciones no ocupa en ningún lugar posiciones destacadas como mecanismo explicatorio. Las posturas sociales ganan posiciones y pierden un poco, las explicaciones de la medicina tradicional. Parece conformarse en cierto sentido una cierta psicologización de estos fenómenos. Tabla 3
DIFERENCIAS EN LA POSICIÓN DE ELECCIÓN Las enfermedades que afectan al cerebro Herencia genética Las experiencias amargas de la vida Un pasado tormentoso El estrés en la vida La sociedad en la que vivimos Los cambios frecuentes en la vida La vida sentimental Lo aprendieron de su familia Los intentos por adaptarse a la vida
Entre 65 y 90
Entre 40 y 55
Entre 19 y 35
1º
1º
5º
2º 3º 4º 5º 6º 7º 8º 9º 10º
5º 2º 3º 4º 6º 7º 9º 8º 10º
9º 2º 1º 3º 4º 8º 6º 7º 10º
28
Diferencias en la puntuación
10 9
Entre 65 y 90
8
Entre 40 y 55
7
Entre 19 y 35
6 5 4 3 2 1 0 Las enfermedades que afectan al cerebro
Herencia genética
Las experiencias amargas de la vida
Un pasado tormentoso
El estrés en la La sociedad vida en la que vivimos
Los cambios frecuentes en la vida
La vida Lo aprendieron Los intentos sentimental de su familia por adaptarse a la vida
Figura 4
Cuando se les plantea a los sujetos unas ciertas sentencias posicionando casos concretos sobre las psicopatologías también aparecen abundantes diferencias generacionales. Para la generación mayor de 65 años la generación de las enfermedades mentales todavía tiene una causa desconocida para la medicina. Esto baja en el resto de las generaciones aun así tanto en la intermedia como en la más joven, surge un planteamiento parecido. Casi uno de cada dos personas pertenecientes a estas generaciones piensa que el origen de las enfermedades es misterioso. Tabla 4 En realidad, el origen de las enfermedades mentales sigue siendo un misterio Acuerdo Desacuerdo Muchas de las enfermedades mentales suelen tener causas naturales como accidentes o golpes Acuerdo Desacuerdo Muchas de las enfermedades mentales son fingidas Acuerdo Desacuerdo Las enfermedades mentales son causadas por los problemas en la vida
29
Entre 65 y 90 85 % 15 % Entre 65 y 90 64 % 36% Entre 65 y 90 43% 57 % Entre 65 y 90
Entre 40 y 55 54 % 46 % Entre 40 y 55 35 % 65 % Entre 40 y 55 30 % 70 % Entre 40 y 55
Entre 19 y 35 52% 48 % Entre 19 y 35 36% 64 % Entre 19 y 35 25% 75 % Entre 19 y 35
Acuerdo Desacuerdo Las enfermedades siempre se heredan Acuerdo Desacuerdo Las enfermedades mentales suelen ser enfermedades cerebrales determinadas Acuerdo Desacuerdo
51 % 49 % Entre 65 y 90 73 % 27% Entre 65 y 90 91 % 9%
56 % 44 % Entre 40 y 55 38 % 62 % Entre 40 y 55 58 % 42 %
53% 47 % Entre 19 y 35 31% 69 % Entre 19 y 35 40% 60 %
Cuando se les plantea una causa como un golpe o accidente que afecta a la cabeza, las dos generaciones comprendidas entre los 19 y los 55 años, en un porcentaje del 65 % no estiman contingente tal fenómeno con una enfermedad mental. Estos resultados se invierten en la generación comprendida entre 65 y 90 años. Que ven una causa efecto en tal fenómeno, en un porcentaje del 64%. Sobre la ficción de “las enfermedades mentales” existe una fuerte creencia en la generación anciana a pensar que muchas son ficticias (57%), estos resultados descienden en la segunda y tercera generación (30% y 25% respectivamente) aunque no deja de ser curioso que exista casi en un cuarto de la población una creencia sobre la ficción de tales enfermedades. No aparecen diferencias significativas a la hora de valorar la causalidad basada de “los problemas en la vida”. Una de las grandes diferencias aparece en el concepto sobre la herencia de tales enfermedades, el 73% de la generación anciana cree en una transmisión de padres a hijos, estos resultados se invierten en las dos generaciones siguientes que se reduce a 38% en la generación intermedia y a 31% en la generación de 19 a 35 años. Con “la enfermedad cerebral” como causa las diferencias se extreman, hasta el punto de que el 91% de la generación de 65 años creen en este fenómeno como posible causante. Desciende a 58% y a 40% respectivamente
30
DISCUSIÓN Aparecen diferencias en la concepción de cómo se originan las enfermedades mentales entre las generaciones. Desde unos postulados más biologicistas y de orientación médica se pasa a postulados que culpan de las enfermedades a la sociedad e incluso a situaciones particulares del individuo independientemente de causas relacionadas con la medicina. Aparece un origen más “psicológico”. Para la generación más joven el ambiente, tanto del pasado como del presente, es el origen que desencadena los trastornos. Las generaciones más ancianas, en cambio, determinan que la persona queda mediatizada por sus disposiciones biológicas, su reacción corporal global y sus procesos psicológicos básicos. La generación de más edad entiende que si los procesos biológicos (la vulnerabilidad o disposición personal) y la disposición de recursos externos no son adecuados o accesibles, el resultado será el trastorno psicológico o la aparición de determinadas enfermedades. Esto podría deberse a una generalización de las enfermedades médicas hacia las enfermedades mentales, en general. La fuerza mayor o menor de cada uno de las creencias en el origen de las enfermedades (ambiente, pensamiento, daño físico, conducta y reacción corporal, etc…) también parece guardar una relación con el trastorno específico. Por ejemplo, en determinados trastornos de tipo afectivo, como la psicosis maniaco depresiva, donde la medicina justifica una alteración bioquímica, pueden haber encontrado en el pasado un mayor control psiquiatrico y un castigo social respecto a las fuertes reacciones corporales de conducta, pensamiento y sentimientos de la persona. Tales rarezas inauditas dentro de un contexto pueden haberse achacado en ese contexto a factores causados por daño neurológico. La generación más joven (dentro de un influjo postmoderno) relativizaría tales conductas y aumentando las causas del fenómeno aumentando los componentes que afectan entre si y enferman al sujeto. Otro hecho que puede ser relevante es la preponderancia en estos tiempos de los trastornos depresivos. En la actualidad parece que puede causar algunas creencias hacia el origen de la enfermedad mental. Las distimias al presentar un fuerte componente cognitivo (pensamientos y creencias disfuncionales) pueden favorecer las creencias sobre un origen exclusivamente “psicológico” derivado de la “personalidad” del individuo o de la falta de suerte en la vida. Las diferencias encontradas en este estudio sobre las causas que originan las enfermedades mentales reflejan, las diferencias de concepción que existen dentro de un mundo industrializado respecto al mundo actual postindustrial. 31
En las generaciones más ancianas podría decirse que el concepto obedece a la jerarquía que la sociedad reclamaba como estructura. Las enfermedades poseían el innatismo y estatismo de su sociedad, casi debidas a la biología del individuo, y en ese contexto hasta podría ser así en cierto modo. Las respuestas sobre el origen genético, heredado o de enfermedad se transforman en conceptos más relativos conforme avanzan las generaciones. El relativismo se impone en las respuestas de los individuos más jóvenes, se establece el concepto maniqueo en la actualidad de “débil línea entre la cordura y la locura”, concepto que se escapa en la actualidad y que en el pasado parecía estar bien atado. Parece dar la sensación de que en el pasado se privaba de toda posibilidad de participar al hombre en su enfermedad y daba a la “Naturaleza” o al “accidente”, prioridad abrumadora sobre la iniciativa y la responsabilidad humana. Esto rozaba la resignación teológica, ya que era una voluntad que quedaba fuera del poder humano y era voluntad de Dios. Cuando se analiza las sociedades estáticas anteriores a la década de los cincuenta, debe de entenderse que el estatismo de esa sociedad tenía reflejo en solo en la estructura social, laboral y económica. Sino que traspasaba al plano de la personalidad, que se percibía como estática y poco cambiante, porque en su hecho psicológico así lo era. La multiplicidad de contextos no era una característica de esa época en contraposición un individuo medio conocía a lo largo de su vida (exceptuando ciertas profesiones) un número muy escaso personas si lo comparamos con la actualidad, y un numero también muy escaso de contextos (casi toda la vida se realizaría en un pueblo, ciudad o comarca). Ese individuo nada tiene que ver con el actual, donde se crea con una multiplicidad de contextos verbales, geográficos, sociales. En los últimos años ha existido un aumento de ciertos trastornos psicológicos que en el pasado eran mínimos. En los actuales motivos de consulta predominan, en proporción abrumadora: dificultades en la regulación de la autoestima, apatía, hipocondría, trastornos del sueño y del apetito, ausencia de proyectos, crisis de ideales y valores. (C.O.P 2000 a 2009) Aparece una sensibilidad extrema a los fracasos, desilusiones y desaires. La configuración del objeto de trastorno suele ser variable y lo que es decisivo es la función que el otro desempeña en la preservación de la identidad o de la autoestima. La expresión clínica del individuo nacido en estos escenarios presentan unas formas características, el perfil de la tendencia que puede instaurarse en el 32
individuo actual podría conllevar ciertas situaciones que evidenciarían una situación de riesgo. Aparece un individualismo. La persona presenta un comportamiento de aislamiento en relación con los demás, dándole primacía a su individualidad. El pensamiento excesivamente hiperreflexivo. Da excesiva prioridad al alcance del pensamiento, y no tiene interés por concepciones prácticas el mundo. Una visión esencialmente subjetiva de la realidad, con tendencias poco útiles, y con predominio del campo de las emociones. Excesiva orientación hedonista de la vida. Presenta tendencia a la búsqueda sistemática del placer individual, habitualmente el placer sensual, como valor único o máximo de la existencia. La vida es mirada como fuente de placeres. Una entrega a respuestas de evitación y escape. Masiva influencia de los medios masivos de comunicación, iniciando conductas de consumo excesivo, desempeñan en este aspecto un papel significativo en la creación de necesidades e insatisfacciones. Se encuentra un individuo que busca el alivio de cualquier tipo de dolor, con la consiguiente sobrevaloración del empleo de tranquilizantes y analgésicos (respuesta de evitación y/o escape) y que busca lo placentero y vivir el presente. Si el sujeto postmoderno niega la existencia de verdades objetivas y absolutas, y en moral sostiene que prevalece la opinión mayoritaria, la etiología de las enfermedades podría de algún modo coincidir con este perfil.
La generación más edad (65 a 90) Pueden reflejar las diferencias que existen dentro de la enfermedad en un mundo industrializado respecto al mundo actual postindustrial. En las generaciones más ancianas podría decirse que el concepto obedece a la jerarquía que la sociedad reclamaba como estructura. Las enfermedades poseían el innatismo y estatismo de su sociedad, casi debidas a la biología del individuo, y en ese contexto hasta podría ser así en cierto modo. Las respuestas sobre el origen genético, heredado o de enfermedad se transforman en conceptos más relativos conforme avanzan las generaciones. En el discurso de la generación de más edad pueden encontrarse mayores 33
contradicciones. La falta de un mensaje sólido en esta generación menor relato construido (menos imaginario) sobre la enfermedad mental. La generación adulta parece encontrarse en una explicación más rígida y menos flexible que la hace más propicia a las contradicciones. Enfermedad como algo impuesto que sobreviene y con escaso control (accidente). Un individuo que se realiza en un contexto estático y que simbólicamente no concibe la multiplicidad fenomenológica en las enfermedades.
La generación intermedia (de 40 a 55 años) La generación entre los 40 y los 55 años recoge de algún modo la influencia de la generación más anciana pero se asemeja más a las respuestas de la más joven. La generación intermedia se muestra como un papel tornasol cambiando de una sociedad con conceptos organicistas a una de relativismo y psicologicismo. Puede observarse como se asemejan en muchos conceptos a la generación más joven, pudiendo determinar la época de mayor transformación hacia conceptos actuales en torno a la década de los 70 (al menos en España). La semejanza en creencias con la generación más joven, también indica la ruptura que supone con la generación nacida entorno a los años 40, existe una clara lejanía conceptual con ésta generación. Dentro del estudio del cambio valorativo se argumentan los cambio sociales y económicos que venían desde los 60 pero que se desarrollaron al entrar en la década de los 70, entre estos cambios una drástica reducción de sectores históricamente mayoritarios en España como era la agricultura y disminución de la vida rural hacia una vida urbana, asemejándose a la tendencia que había aparecido en el resto de Europa. También apareció un aumento en la renta “per cápita”. También la población tuvo una mejora en concepto como educación. Y como datos objetivos la Encuesta Europea de Valores mostró niveles de post-materialismo similares a otras sociedades europeas (Orizo 1983, 1991) ya en la década de los 80.
La generación más joven (19 a 35) Posee el reflejo de las corrientes de la personalidad posmoderna. Se impone un relativismo en las respuestas de los individuos, se establece el concepto de “débil línea entre la cordura y la locura”. Aumenta las causas del fenómeno aumentando los componentes que afectan entre si y enferman al sujeto. 34
Fuerte componente cognitivo de la realidad de las enfermedades actuales inciden (pensamientos y creencias disfuncionales) y favorecen las creencias sobre un origen exclusivamente “psicológico” derivado de la “personalidad” del individuo o de la falta de suerte en la vida. Posee un contexto más dinámico que queda reflejado en la aceptación de la inestabilidad del mundo imperante. Importancia a las emociones antes que a cuestiones pragmáticas. Hiperreflexividad de la vida y de su desarrollo. Aceptación de “todo es cambio" y del "todo a corto, nada a largo plazo".
35
36
BIBLIOGRAFÍA Bejar, H. (1993) La cultura del yo Ed. Alianza Universidad Cabruja, T. (1988). "La imagen popular de la locura". En T. Ibáñez (Comp.). Ideologías de la vida cotidiana. Sendai. Barcelona. Crocker, l. y Algina, J.(1986)” Introducction to classical and modern test theory”. New York. holt, Rinehart and Wilson De Miguel, J.M. (1998) Estructura y cambio social en España Alianza ed. Madrid. De la Garza, E. (1997), Trabajo y mundos de vida, Emma y Zemelman Hugo (coords.) Subjetividad: Umbrales del pensamiento social. Elias N. (1969). La sociedad cortesana. México: Fondo de Cultura Económica Elias N.(1977). El proceso de civilización. Investigaciones sociogenéticas y psicogenéticas México: Fondo de Cultura Económica Foucault, M. (1976). Historia de la locura en la época clásica. Fondo de Cultura Económica Giddens A (1990). Consecuencias de la modernidad. Madrid: Alianza Editorial. Giddens, A. (1991) Modernity and Self-Identity: Self and Society in the Late Modernity Age. Standford University Press. Gil Roales-Nieto, J. (2003) La construcción de la personalidad en un mundo postmoderno. Seminario sobre cambios sociales y cambio personal. Universidad Internacional Menéndez Pelayo, Santander. Gil Roales-Nieto, J. (2006) El proceso histórico de psicologización. Universidad de Almería. Gil Roales-Nieto, J. (2009) Cambio social y cambio personal: estudio preliminar del cambio de valores en una muestra intergeneracional. Revista internacional de Psicología clínica de la salud. Vol.9 pp. 395-420. Glenn, N. D. (1977) Cohort analysis. quantitative applications in the social sciences, series no. 07-005. Beverly hills, calif.: Sage González de Pablo, A.; Arrizabalaga, J.; Arquiola, E.; Martínez, J.; Huertas, R. y Montiel, L. (1993). "La locura y las enfermedades mentales en la Historia". Madrid Harris, M. (2000) “Teorías sobre la cultura postmoderna” Ed.Crítica. 37
Harvey, David. 1998. La condición de la posmodernidad. (Buenos Aires: Amorrortou Editores). Hayes, S.C., Strosahl, K.D., Wilson, K.G. (1999). Acceptance and Commitment Therapy. New York: Guilford Press. Inglehart, R. (1991): el cambio cultural en las sociedades industriales avanzadas, Madrid, CIS. Inglehart, R. (1997). Modernización y Posmodernización. Madrid: Cis Lasch C. (1979). The culture of narcissism. New York: Norton. Lasch y Urry (1998) Economías de signos y espacio; sobre el capitalismo de la postorganización, Amorrortu editores, Buenos Aires. Lipovetsky G (1987). El imperio de lo efímero. La moda y su destino en las sociedades modernas.Barcelona: Editorial Anagrama. Lipovetsky G (1992). El crepúsculo del deber. La ética indolora de los nuevos tiempos democráticos.Barcelona: Editorial Anagrama. Lipovetsky G (2006). La sociedad de la decepción. Barcelona: Editorial Anagrama. Luciano, M.C. (2002) Terapia de aceptación y compromiso: Un tratamiento conductual orientado a los valores Ed. Psicología Pirámide. Luciano, M.C. Hayes, S.C. (2001) Trastorno de evitación experiencial Revista internacional de Psicología clínica de la salud. Vol.1 pp. 109-157. Ministerio de Sanidad (2007) Nardone, G. y Watzlawick, P. (1992). El arte del cambio. Barcelona: Herder Orizo F.A. (1983) España entre la apatía y el cambio. Madrid MAPFRE. Orizo F.A (1991) Los nuevos valores de los españoles. Encuesta Europea de Valores Madrid. Fundación Santa Maria. Pérez Álvarez, M. (1992). Ciudad, individuo y psicología. Freud, detective privado. Madrid: Siglo XXI. Pérez Álvarez, M. (1996). Tratamientos psicológicos. Madrid: Universitas. Pérez Álvarez, M. & García Montes, J. M. (en prensa).The Charcot Effect: the invention of mental illness. Journal of Constructivist Psychologist, 20. Rosen, G. (1974). Locura y sociedad. Sociología histórica de la enfermedad mental. Alianza Universidad.Madrid 38
Sennett, R. (1978) El declive del hombre público Ed. Península Sennett, R. (1999) La corrosión del carácter: las consecuencias personales del trabajo en el nuevo capitalismo. Barcelona: Anagrama Sennett R. (2000). La corrosión del carácter: las consecuencias personales del trabajo en el nuevo capitalismo Revista sociología del trabajo nº 40, Madrid 2000. Vattimo G (1985). El fin de la modernidad. Barcelona: Gedisa Editorial. Vattimo G (1989). La sociedad transparente. Barcelona: Editorial Paidós.
39
40
41
42