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Misceláneos

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Mi amigo Chito y sus obras

Carlos Báez Brugal

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Con Rafael Andrés Rodríguez Zorrilla, mejor conocido como Chito, me une una profunda amistad desde ya hace varios lustros, pero quiero dejar claramente la constancia de que esto no va a constituirse en ser parcial o indulgente para escribir sobre sus creaciones. Como crítica de su arquitectura que haré, me revestiré de la equidad en el juicio y del razonamiento lógico. El hecho de conocerlo bien, me da una ventaja, y es que sé bastante sobre su personalidad, su vida pasada y presente, lo que me ayuda a veces significativamente, para saber el porqué de su lenguaje formal y de los códigos estéticos en su obra como arquitecto.

La obra de Chito es muy amplia y diversa; ha sido muy prolífico. Tiene cantidad de proyectos residenciales que abarcan viviendas unifamiliares, apartamentos de dos y cuatro pisos, torres residenciales, casas campestres, unidades vacacionales, residenciales turísticos, varios hoteles y en el aspecto comercial, una diversidad amplia de diseños donde se suman plazas, tiendas, restaurantes, discotecas y hasta una estación de peaje.

Si hacemos una perspectiva cronológica de sus proyectos podemos notar que en ella hay tres períodos, y aunque alguno -debido a la función que tendrá el diseñose perciba muy disímil al otro, la geometría y el juego de ángulos de 30 y 45 grados, así como la retícula de sus espacios discontinuos y plantas libres, juegan un papel preponderante en sus esquemas de trabajo. De alguna manera Kahn, Le Corbusier y Wright influyen en su obra, quizás con más acentuación de este último; por ciertos visos y caracteres formales de los proyectos de apartamentos que empezó a hacer en 1982, pudiera haber una influencia de las casas Johnson y Vigo, ambas diseñadas por Wright en Wisconsin; pero estoy convencido de que Chito es un espíritu arquitectónicamente libre. Verdaderamente no creo que en algún momento tuviese como intención, de manera consciente, tener como modelo a seguir el arquetipo de las obras de Frank Lloyd o cualquier otro. Más adelante en su residencias en La Romana, Santiago y Las Terrenas, se pudiera sentir cierta influencia, por la implementación de manera consuetudinaria en mayor o menor proporción de lo orgánico, y en otros proyectos, por las fuerzas horizontales de las terrazas.

Primer Período 1982-1991

El primer periodo de trabajo de Chito inicia con la realización de diseños de apartamentos. Muy poco tiempo después de salir de las aulas se embarcó en un proyecto como promotor de viviendas y realizó los apartamentos Zor 1ro. Se inició con muy buen pie en la arquitectura. Este proyecto fue escogido por toda una autoridad en la materia, el arquitecto Rafael Calventi, para ser de las propuestas exhibidos en su libro Arquitectura Contemporánea en la República Dominicana que publicó el Banco Nacional de la Vivienda en el año 1986.

Sobre este proyecto, el autor del libro, en un pie de foto de esta imagen, externa lo siguiente: “Cuerpos con esquinas libres de apoyos se disponen diagonalmente respecto al eje de la calle…’’ Como puede observarse, la utilización de ángulos es profusa y hace que la fachada de los apartamentos Zor I tenga mucho movimiento.

Chito nació como un arquitecto moderno, lo establece así desde el 1982 hasta 1991, y le da a su obra un carácter personal al diseñar plantas flexibles, esto es su buque insignia, trabajarlas con ángulos rectos adheridos a los agudos, haciendo importante cierta geometría fractal. Tanto en Zor 1ro, en Adolfo 1ro, hasta llegar a Aljaira, utiliza de manera consuetudinaria estas combinaciones de líneas, creando una arquitectura no solo desafiante en sus espacios, sino que se percibe en las fachada cero rigidez.

Si observamos la esquina a la que se refiere el arquitecto Calventi y la parte frontal de la Torre Aljaira, diseñada tantos años después, podemos notar que ese elemento es el mismo, ahora repetido con múltiples niveles. Este recurso dá solamente un resultado: la coherencia en el desarrollo de sus diseños; cabe recordar que en ese tiempo, todavía los estertores del postmodernismo influenciaban mucho a los arquitectos locales. En todo este período de realización de diseños de apartamentos que sumó 16 años, Chito conservó su esencia moderna, no se dejó influenciar por los ismos.

Segundo Período 1995-2007

La adolescencia de Chito juega un papel fundamental en los diseños de sus villas y residencias. Parte de la misma transcurrió en Italia, donde la arquitectura de las villas de la Toscana, con sus techos a cuatro aguas y juegos diferentes de alturas, recubiertos de tejas y arcos para las ventanas, combinadas en algunas áreas con huecos planos, definitivamente influencian su estilo, lo que podemos notar cuando inicia la realización de casas y villas vacacionales en 1995. Naturalmente, el arquitecto siempre pone su toque personal y asume la tropicalización de las mismas, tema que expone con criterio profesional cuando diseña algunos vuelos y protecciones climáticas que rompen con las tradicionales casas europeas, diseñando espacios abiertos en las áreas de salas, comedores y terrazas.

Aparte de lo ya mencionado de la influencia, los círculos, medio círculos, elipses y medias elipses son figuras geométricas que se adicionan a los elementos en el menú de diseño de Chito en su primer período, sumándose al hecho de que ahora los combina con las formas de la naturaleza, asumiendo estas un papel importante en sus realizaciones. Se evidencia de manera marcada en las áreas exteriores, sobre todo en los jardines. En sus emplazamientos espaciales lo orgánico también juega un papel preponderante, y en un proyecto más que en otro se visualiza de forma definitivamente magistral, como en los casos de Vista Mar 31, 15, en la Casa José Ureña, esta última, uno de sus proyectos más interesantes de esta etapa.

La Torre Aljaira, aun con sus líneas rectas marcadas, exhibe una plástica espacial muy rica en sus fachadas, condición que la hace muy llamativa y con una arquitectura perdurable en el tiempo.

La línea curva entreverada entre líneas rectas y diagonales, es una carta de presentación del arquitecto esta casa de José Ureña. La búsqueda de lo orgánico empieza a aflorar de forma menos brusca que en proyectos anteriores de Chito.

Vistamar 24 se encuentra en Casa de Campo. Aunque su fachada tiene características similares a las casas de la época de ese complejo, exhibe un techo en forma de bóveda para la marquesina que la hace bastante diferente. Se adicionan trellis y revestimientos que le dan una identidad caribeña al inmueble.

Como en su primer período, el movimiento sigue siendo muy importante para Chito y en el emplazamiento de su obra busca que en el resultado final se exponga. Muchas veces los espacios en forma de rectángulos giran alrededor de un punto específico o de un eje; otras tantas, l’enfant terrible de los ángulos de 30 y 45 sale a la palestra, de nuevo haciendo su labor.

Me llama la atención de este período el uso de nuevos elementos; por ejemplo el diseño de una bóveda en el área de la marquesina que se integra de forma llamativa a un esquema de techos a cuatro aguas, y está cubierta como todas las demás, revestidas de tejas color marrón, primera vez que usa este color en sus techumbres. Otro elemento innovador es lo vernáculo de este proyecto, con el revestimiento de piedras calizas en casi todas las paredes de la edificación y unos trellis de madera en diagonal, que le dan un aire caribeño a esta villa de La Romana, Vista Mar 24 de 2021.

Pero es con la Vista del Río III, tres años después, que se empieza a mostrar en lo que se van a ir convirtiendo los proyectos de Chito: los de un arquitecto más maduro con una obra más sobria, donde utilizan los mismos elementos que siempre ha usado desde el principio en sus diseños, pero ahora de forma más sutil, a veces solo sugiriéndolos, como en el caso expuesto de la elipse cortada y las curvas que se unen a ángulos en las jardineras posteriores y nuevamente los ángulos que juegan con las curvas del círculo en la parte de la entrada.

La casa de Fernando Díaz (2006) se muestra con la sobriedad que empieza a emerger en el proyecto anterior. Se suma ahora la palabra elegancia, a un proyecto que utiliza los elementos de siempre del arquitecto, pero dándoles una energía más contemporánea. En este diseño hay un Chito más maduro, bien sopesado en sus decisiones de diseño, que utiliza el terreno de forma estratégica y muy inteligente, para que las mejores visuales puedan ser apreciadas desde cualquier espacio de la residencia. No puedo dejar de mencionar como un detalle la utilización de las elipses que eran tan cotidianas en las plantas de sus diseños, pero esta vez utilizándolos con dos grandes arcos que se enfrentan cara a cara en una amplia sala, y que ayudan, junto a los huecos que están en un nivel superior. Aparte de provocar iluminación, a crear también equilibrio en el alto techo del espacio.

Concluye el segundo período de la obra de Chito, esbozando el mismo criterio formal arquitectónico de la casa de Fernando Díaz, con la casa Roger Sassine (2007); podría decir que la magnificencia y la belleza del resultado de esta vivienda embriagó demasiado al amigo y plasmó en esta obra muy influenciado por la misma y por él mismo. Estos doce años de proyectos residenciales, dejan un saldo con valor positivo en casi la totalidad de sus proyectos, y bastante coherencia exhibida; podría decir que un solo proyecto me sorprendió por romper el molde de todos los demás, debido probablemente, a que el arquitecto no pudo con el cliente.

Tercer Período 2008-2020

Este periodo se inicia con Camp David Hills (2008), una obra cumbre. Esto digo debido a que es un diseño que comienza por lo urbano, donde se crea la matriz y la base de todo un gran proyecto global. Las villas de Camp David Hills son un reflejo de toda la experiencia que ha desarrollado el arquitecto en ya muchos años de ejercicio, haciendo una introspección de su obra y contemporaneizándola, vislumbrándose muy acotada en su tiempo, pero sin perder su propia esencia, utilizando los mismos elementos de siempre, pero ahora de forma más comedida y sutil: por eso el magnífico resultado.

Este período esboza al Chito curtido, que maneja el lenguaje arquitectónico a su antojo. Juega con sus curvas de manera fluida, enclava sus diseños en terrenos complicados, con unas plantas resueltas con sobriedad, pero con unas terrazas que hacen desafiantes sus proyectos, como en el caso de Colina al Mar. Retorna a practicar de nuevo con los ángulos y la puesta en escena de lo orgánico pausa, desligándose totalmente de ella en la Casa del Árbol (2015). A partir de este diseño, el minimalismo lo sobrecoge y la sencillez y sobriedad que viene configurándose en proyectos anteriores empieza a plasmarse definitivamente. El esquema de los techos extremadamente altos e inclinados que había desarrollado a lo largo de su dilatado ejercicio en la mayoría de sus casas también culmina, enmarcando ahora su obra con un racionalismo evidente. Sin embargo la naturaleza rebelde de Chito, que siempre desafía, lo hace ahora unir esta nueva etapa racional con la experimentación, así que en sus proyectos del 2016 y LEC Cuesta Hermosa (2019) juega en sus techos con curvas hacia arriba, que se mueven a través de un círculo, o medio círculo, y se pasea por diversos espacios, cubriéndolos y dándoles el movimiento que contrasta con la rigidez que esbozan los planos en otros techos y fachadas.

En la casa de Fernando Díaz, el arquitecto proyectó amplias terrazas desde las cuales se pueden disfrutar hermosas visuales al exhuberante entorno.

Chito en JA (2019) y en sus proyectos posteriores, sigue diseñando sus plantas de manera sobria y con cierta sencillez, pero retoma los techos inclinados a dos y cuatro aguas, ahora combinándolos con otros planos más bajos, que van resolviendo un adecuado equilibrio en función de las jardineras rectas que bordean el perímetro de los cuerpos de los extremos, o usando techos inclinados más cortos que otros, cubriendo un mismo espacio. En el caso específico de RK Campanilla (2020) propone un techo particular: lo inclina a cuatro aguas y trunca su corona para darle espacio a la utilización de energía renovable, haciendo de este, su hogar en Punta Cana, una vivienda sostenible.

En JRK (2020) usa un recurso peculiar: todo lo que se ubica hacia la parte posterior y la piscina, esta perimetral y completamente rodeado de vidrios, definiendo básicamente una casa de cristal.

Epílogo

Al principio de este análisis escribí que el hecho de ser amigo de Chito no se iba a constituir en que fuese parcial o indulgente analizando su obra. Puedo expresar con toda sinceridad y propiedad, que no se necesita ser ni siquiera conocido de él para catalogarla como excelente, y sólo plantearé que me siento regocijado por haber participado en este AAA/Pro_File 012, que recoge la obra de un arquitecto de la calidad de Rafael Andrés Rodríguez Zorrilla. Así como grande es de estatura, así mismo es su talento y más aún su corazón.

Gracias, amigo, por dejar plasmar mi humilde opinión sobre tu obra, y de compartir en este libro, testimonio para la historia tuya y de la arquitectura del país, con firmas de relevancia como las de Gustavo Luis Moré y Marcos A. Blonda.

Éxitos siempre

Carlos Báez Brugal

Vista interior de la casa Fernando Díaz. En la foto superior un interesante efecto espejo en los espacios contrapuestos, mostrando arcos de gran luz estructural, resueltos elípticamente.

En la residencia de Fernando Díaz del 2006, retorna el Chito de sus inicios, aquel de los ángulos que abren y se mueven, pero ya con la sobriedad que empieza a emerger en la Villa del Rio, donde se nota un proyecto maduro, sopesado, y que utiliza el terreno de manera muy inteligente integrado al proyecto.

En Vista del Río III, el arquitecto logra jugar de manera magistral con los ángulos del entorno exterior y la sobriedad del diseño interior, para crear un equilibrio sumamente interesante.

Camp David Hills 2008. Con una simple mirada se percibe que se logró de manera justa, equitativa y planificada, la conexión entre paisaje, naturaleza y forma.

RK Campanilla, la casa de Chito en Punta Cana, fue diseñada truncando el techo a cuatro aguas para dar el espacio a paneles solares junto a otros elementos que la integran, y hacer una vivienda energéticamente sostenible.

En LEC Cuesta Hermosa, el racionalismo y la experimentación emergen como origen en la obra del arquitecto. En este proyecto se persiguen y se perciben, nuevos lenguajes y metas de diseño.

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