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Revista AJM Nº 3 MAYO 2021
ORIGINAL - NÚMERO ESPECIAL DEDICADO A LAS PATENTES
El apoyo de Biden a la suspensión de patentes para vacunas COVID: un paso importante en la lucha por el acceso justo al medicamento Fernando Lamata Cotanda Doctor en Medicina, experto en Salud Pública y Gestión de Servicios Sanitarios, presidente del Consejo Editorial de la Revista AJM. La decisión de Biden apoyando la suspensión de patentes de las vacunas frente a la COVID-19, propuesta por India y Sudáfrica en la Organización Mundial del Comercio, abre un nuevo escenario en la lucha contra la pandemia. Las razones para el cambio de posición de EEUU, que hasta ahora venía oponiéndose a dicha propuesta, las expresaba la Sra Katherine Tai, embajadora Representante de Comercio de los Estados Unidos, el pasado 5 de mayo, afirmando que: “Esta es una crisis global de salud, y las circunstancias excepcionales de la pandemia de la C OV I D - 1 9 r e c l a m a n m e d i d a s extraordinarias… El objetivo de la Administración es ofrecer la mayor cantidad de vacunas seguras y eficaces, a la mayor cantidad de personas, en el menor tiempo posible” (1).
Los monopolios conceden a las empresas algunas decisiones clave: ¿cuánto producen?, ¿a quién venden? y ¿a qué precio? Así, los titulares de las patentes deciden las empresas a las que subcontratan para fabricar las vacunas. Con la capacidad de producción utilizada se administran 20 millones de dosis diarias, cuando se necesitarían 65 millones de dosis diarias para vacunar al 70% de la población mundial al mismo tiempo que a los países ricos (finales de septiembre 2021). La otra barrera que generan los monopolios es el precio. Las vacunas se venden a más de 10 veces lo que cuestan. A las empresas les resulta más rentable vender a la UE y a EEUU 1.600 millones de dosis a 24.000 millones €, que vender 11.000 millones para vacunar a todo el planeta a precio de coste, unos 12.000 millones €. ¿Cómo no van a defender los monopolios?
Este cambio de posición viene a reconocer que el actual modelo de monopolios (patentes y otras exclusividades), aprobado en el Acuerdo sobre los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) en 1994, no está siendo capaz de responder a las necesidades de vacunación de la humanidad en el menor tiempo posible y de forma equitativa. En efecto, a día de hoy se ha vacunado el 40% de la población en EEUU y menos del 1% de la población en el continente africano.
Por eso, la federación de industrias farmacéuticas de EEUU, PhRMA, protestó inmediatamente el mismo día 5, asegurando que la decisión de la Administración Biden “debilitará la respuesta global a la pandemia y comprometerá la seguridad”, porque afectará a las cadenas de suministro y permitirá el aumento de las falsificaciones (2). Lo que hace falta, según PhRMA es aumentar la disponibilidad de materias primas y mejorar la distribución local. La misma protesta manifestó la federación
El apoyo de Biden a las suspensión de patentes para vacunas COVID…