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DICIEMBRE 2015
CÁMARAS POLICIALES, EL FUTURO PRESENTE ESTUDIO FSI: LA MEMORIA ES PEOR RESPECTO AL MOMENTO MAS CRÍTICO DEL ENFRENTAMIENTO ARMADO DE UN POLICÍA PIMA COUNTY SHERIFF, REALIDAD POLICIAL USA
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EDITORIAL
El terrorismo islámico ha asesinado a Gabi y Jorge en Kabul. Execrable, ruin y cobardemente han arrebatado la vida a dos compañeros, dos policías que velan por nuestras libertades y nos protegen en cualquier lugar del mundo. Nuestro más sentido pésame a las familias. Descansad en Paz, estamos orgullosos de vosotros.
Tiene en sus manos el número de diciembre de 2015 de TACTICAL Online. En estas páginas, le mostramos interesantes novedades y primicias, tanto nacionales como internacionales. Nuestro primer reportaje nos aproxima a un tema técnico de especial interés, abordado en estas páginas por Javier Galán. Nos habla de las cámaras policiales, reto tecnológico que, cada vez con más fuerza, se está implantando en todo el mundo. Pronto, va a ser una realidad común en el equipo personal de los agentes de los diversos cuerpos policiales. El capitán de Infantería de Marina, Jorge Tierno Rey, nos ofrece la traducción de un interesante artículo. Tiene el título “Nuevo estudio del FSI: la memoria es peor respecto al momento más crítico del enfrentamiento armado de un policía” y evalúa, con ejemplos muy claros, una problemática por muchos desconocida. Les hablamos también en estas páginas del Departamento de Policía, un Sheriff en este caso, del Condado de Pima en Arizona. Octavio Díez Cámara ha visitado en varias ocasiones esa organización y nos informa de sus medios y capacidades. Es un referente policial interesante dentro de las estructuras de tamaño medio estadounidenses.
IMPORTANTE: La revista se presenta en un formato interactivo (con vídeos) en su formato PDF. Desde cualquier ordenador puede disfrutar de todo su contenido, tan sólo tienes que bajarte la última actualización de ADOBE READER (gratuito)
Puedes enviarnos tus comentarios, dudas y sugerencias a tacticalonline@aasias.com así como contactar con los autores de los artículos. Tactical OnLine no se responsabiliza de las opiniones vertidas por sus colaboradores. Tactical Online quinto aniversario
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CÁMARAS POLICIALES: el futuro presente
Autor: Javier Galán Fotografías: Tactical Online
Durante los úl-mos años, el trabajo que han venido rea-‐ lizando los policías frente al ordenador ha sido largo y tedioso. Más del 65% del -empo se emplea en rellenar informes sobre actuaciones realizadas, diligencias, etc. Los medios que se suelen u-lizar son ordenadores obso-‐ letos que casi no permiten la inserción de imágenes, y si lo hacen, suelen tardar mucho -empo en procesarlo todo de forma correcta. Pero, ¿y si le diéramos la vuelta a esto? ¿y si u-lizáramos los mismos recursos tecnológicos que u-lizamos en nuestro día a día para agilizar el trabajo policial? Las pre-‐ guntas -enen unas respuestas y son posi-vas. Les pre-‐ sentamos Evidence.com: el futuro presente. Usualmente, hablamos de conceptos como “nube”, “in-‐ teracción”, “compar-r accesos”, “ges-onar informa-‐ ción”, “Amazon”, etc. Son términos que iden-ficamos con la actualidad pero vinculados a la vida privada o em-‐ presarial, nunca a la vida policial. Vayamos unos cuantos años atrás para entender mejor de qué estamos hablando. Hace tan sólo quince años todos contábamos con un equipo de música en casa y reproducíamos la música desde cintas de casete o discos de vinilo. Más tarde aparecieron los MP3. Aquello fue un gran paso. Podíamos transportar una gran can-dad de música en pequeños disposi-vos, pero la dificultad de uso hacía que solo la gente joven tuviera acceso a esa tecnología. Casi a la par disponíamos de grabadoras de CD donde podíamos grabar, siempre que tuviéramos conocimientos adecuados, la música que queríamos te-‐
ner a mano. Unos años después surgió la primera revolu-‐ ción: el iPod de Apple. De repente, toda esa complejidad se dejó a un lado en un disposi-vo que, de una manera amigable, permiWa llevar can-dades ingentes de música de una manera sencilla y fácil para la mayoría de la gen-‐ te. No fue hasta la llegada de Internet y el desarrollo de iTunes donde podemos hablar realmente de un cambio global en la manera de entender la música. Actualmente, disponemos de, literalmente, toda la música del mundo a un “click”. La complejidad la asumen las compañías para que la experiencia del usuario final sea lo más senci-‐ lla posible. Ya no tenemos que localizarla, descargarla, clasificarla y volcarla a un disposi-vo extraño en un for-‐ mato que no siempre es válido. Ahora con tan solo nave-‐ gar en la pantalla de nuestro teléfono y seleccionar el ar-sta que queremos escuchar, en un par de clics, y unos euros menos, tendremos el álbum para disfrutar de sus canciones. Avancemos aún más y vayamos casi a la actualidad y re-‐ flexionemos un momento en como compar-mos la in-‐ formación. Desde la aparición de Internet y con el incre-‐ mento de velocidad de conexión, es absolutamente normal que tengamos disposi-vos conectados entre sí. Que cuando enviemos un email desde el teléfono, lo po-‐ damos recuperar desde el ordenador, pero ni nos plan-‐ teamos tener el servidor de correo en nuestro salón, sino que contratamos una empresa especializada que se en-‐ carga del servidor de correo: Gmail, Hotmail y otras más. ¿Por qué no trasladamos toda esta tecnología, toda esta
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CÁM ARA PERSONAL PARA POLICÍAS
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forma de compar-r la información, al trabajo policial? Evidence.com es un conjunto de herramientas inter-‐ conectadas por un potente so#ware que permite compar-r, a través de la nube, la información con quien nosotros queramos cuando noso-‐ tros queramos y por el -empo que queramos. Y al igual que el ejemplo que poníamos de Apple, el trabajo duro, la programación y el trata-‐ miento de imágenes, así como el almacenamiento lo dejamos en ma-‐ nos de la empresa Taser. Pero, ¿es la “nube” segura? Hemos oído cientos de veces esta pregunta. Regularmente, salen no-cias donde vemos que han accedido nada me-‐ nos que a ¡las fotos privadas de los teléfonos de las famosas!. Eso, ob-‐ viamente, hace desconfiar de poner nuestros datos personales y mucho menos información relevante para una inves-gación policial. Primero tenemos que entender có-‐
mo funciona para saber por qué es seguro y porqué suceden estos ca-‐ sos. La “nube” es un conjunto de super ordenadores con gran capa-‐ cidad que almacenan información y permiten disponer de esta en los disposi@vos que estén autorizados por el poseedor de la misma. Los casos más recientes donde han ocurrido fugas de información no han tenido que ver con la seguridad de los diferentes sistemas de “nu-‐ be”, sino con otros factores. Por ejemplo, el hackeo de algunas cuen-‐ tas de iCloud -‐Apple-‐ y la difusión de imágenes privadas, tuvo que ver con la poca diligencia en la custodia de las claves por parte de los usua-‐ rios afectados y el no seguir las re-‐ comendaciones de seguridad de la empresa -tular de la nube. Por un simple ataque de “hacking social” -‐hacer creer al usuario que la com-‐ pañía contacta con ellos, y que para realizar una actualización debe in-‐ DICIEMBRE [7] 2015
troducir la clave-‐ los “atacantes” conseguían que, engañados, algunos les facilitaran las claves de acceso. Otro ejemplo muy significa-vo que evidencia que la seguridad de la nube es superior a los propios or-‐ denadores fue el acceso a informa-‐ ción clasificada que sufrió el verano pasado el Gobierno de los Estados Unidos. Un “ataque”, presumible-‐ mente orquestado por otra nación, ha dejado al descubierto millones de datos sobre trabajadores, fuen-‐ tes e inves-gaciones relacionadas con personal calificado como de “alto valor o riesgo” para la Seguri-‐ dad Nacional. Durante la inves-ga-‐ ción llevada por el Congreso de los Estados Unidos, el máximo respon-‐ sable de la ges-ón y almacenamien-‐ to de esa información, ante la pre-‐ gunta de cómo había podido ocu-‐ rrir, contestó “Nuestros servidores están obsoletos, hace mucho -em-‐ po que no podemos instalar los úl-‐
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-mos sistemas de encriptación y seguridad”. Existen casos similares como el de Sony y otros más. Si observamos atentamente a los detalles, en ningún caso se ha pro-‐ ducido un “ataque” a la “nube” y se ha extraído de ahí la información sino que, el “hacking social” en un caso, y mantener servidores pro-‐ pios obsoletos en el otro son los que han permi-do a los hackers acceder a los datos. Actualmente, la CIA (Central Inteli-‐ gence Allency) ha trasladado la ges-ón de la ingente can-dad de información que posee a servidores de AMAZON -‐uno de los mayores proveedores del mundo junto con MICROSOFT-‐. En un largo y minu-‐ cioso estudio, la CIA ha concluido que sus datos están más seguros y mejor mantenidos, en una “nube” que en servidores propios, donde debe realizar constantemente ac-‐ tualizaciones de seguridad y man-‐ tenimiento y actualizar regularmen-‐ te el hardware con el coste que es-‐ to conlleva. La CIA “fabrica”, “man-‐ -ene” y “actualiza” espías, no or-‐ denadores.
disponer de la información que se necesite al instante. Existe un creciente interés por las cámaras policiales y de manera di-‐ rectamente proporcional, están apareciendo nuevas marcas y mo-‐ delos casi cada día, para cubrir la demanda. Pero el problema que surge de una u-lización masiva es inmenso: ¿Cómo tratar esas imáge-‐ nes? ¿Dónde almacenarlas? ¿Se dispondrá de capacidad para que un turno de 20, 40, 100 ó 1.000 po-‐ licías descargue cada día las imáge-‐ nes que se han tomado, se clasifi-‐ quen y queden a disposición de la previsible inves-gación posterior? Por ejemplo, la Policía Metropolita-‐ na de Londres ha adquirido 20.000 cámaras Taser Axon Body 2 para el trabajo diario. Podemos suponer
Taser Axon Body 2 Recientemente, nos hacíamos eco del inminente lanzamiento de la cámara Taser Axon Body 2 y como su avance tecnológico cons-tuía una revolución en el sector de las cámaras policiales. Pero esta feno-‐ menal cámara no es más que la “punta del iceberg” de un preciso, completo y complejo sokware que interrelaciona todos los disposi-vos para que, a un “click”, se pueda DICIEMBRE [9] 2015
que al menos un 5% van a registrar imágenes cada día, eso hace una suma de 1.000 cámaras con al me-‐ nos un archivo de vídeo. Pensemos por un momento que hay que ges-‐ -onar esos vídeos “a la an-gua”, esto es, descargándolos de forma manual, guardarlos en carpetas concretas seleccionadas manual-‐ mente y en muchos casos grabando DVD´s para ponerlos a disposición administra-va, judicial o de los di-‐ ferentes equipos de inves-gación. ¿Cuantas horas/agente supone eso al día? ¿Y al mes? ¿Y al año? ¿Dón-‐ de se almacenarán todas esas imá-‐ genes? ¿Los obsoletos ordenadores que disponen la mayoría de las uni-‐ dades policiales responderán? ¿Cuantos discos duros van a ocu-‐ par? ¿Se dispondrá de una forma
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rápida y accesible los vídeos cuan-‐ do se necesiten? Lo que en un prin-‐ cipio nos parece una magnífica so-‐ lución, llevar cámaras policiales, acaba por conver-rse en un enor-‐ me problema de dimensiones in-‐ mensas. Evidence.com: Software Inteligente Cada agente deposita su cámara en la base de carga de la batería, esta iden-fica el nº de serie de la cáma-‐ ra y descarga automá-camente las imágenes y las anotaciones asocia-‐ das que hizo el agente, las sube a la “nube”, las coloca en la carpeta adecuada y las borra de la cámara. Todo esto sin intervención humana. Totalmente encriptado y seguro. Sin sobrecargar los ordenadores ni mucho menos ocupar espacio en el disco duro local. En la “nube” que-‐ darán clasificadas por los diferentes parámetros -‐e-quetas-‐ que, pre-‐ viamente, se hayan establecido. Por número de agente, por -po de deli-‐ to o de sanción administra-va, por grupo policial, etc. Cuando el agen-‐ te recoja su cámara para iniciar el turno, estará con la batería carga-‐ da, las imágenes perfectamente almacenadas y el disposi-vo listo para empezar de nuevo. Asimismo, quien tenga los permisos que la
Unidad proporcione, podrá acceder a estas grabaciones desde cualquier punto. Sea otra oficina, otro cuerpo gubernamental o un juzgado. Pero, como mencionábamos ante-‐ riormente, Evidence.com es un sis-‐ tema mucho más completo que una cámara, es una “nube” de al-‐ macenamiento e interconexión de disposi-vos. A través de diferentes aplicaciones, como AXON Capture, e instalado en el móvil, se pueden registrar fotogratas, conversacio-‐ nes, vídeo en el teléfono móvil, iden-ficarlo con el nº de diligencias y volcarlo a la misma “nube”, no dejando nada fuera. Así que se puede interrogar a un tes-go pre-‐ sencial, registrarlo en el móvil en el lugar del suceso y subirlo, de mane-‐ ra segura, al mismo espacio donde se ha registrado con anterioridad la infracción o delito con la AXON2. En este punto invitamos al lector a realizarse la siguiente pregunta ¿es-‐ to es el futuro o, simplemente, es la aplicación de la tecnología ya exis-‐ tente, la tecnología que u-lizamos día a día en nuestra vida personal al trabajo policial? Un paso más allá Pero Evidence.com no se queda aquí y va mucho más allá. Es un
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sistema “vivo” ya que al recaer to-‐ do el peso de la ges-ón de la in-‐ formación en la “nube”, en “ellos” no en la comisaría, las actualizacio-‐ nes de sokware van a permi-r in-‐ corporar nuevas funcionalidades cada mes. Por ejemplo, Evidence.com ya per-‐ mite distorsionar las caras de los sujetos que se estime oportuno casi de manera automática a las imáge-‐ nes que se suben. En posteriores actualizaciones se contempla incor-‐ porar tecnología de reconocimiento facial para que el sistema busque de forma autónoma las caras que se le indiquen a través de los vídeos. AXON Fleet Hace -empo que unidades de poli-‐ cía equipan sus vehículos con cá-‐ maras de video que cuestan un di-‐ neral, pero luego hay que re-rar la tarjeta, o el disco duro, para volcar la información en el servidor. AXON Fleet es una cámara de prestacio-‐ nes inimaginables a precio irrisorio que vuelca la información por WIFI a Evidence.com en el momento que el vehículo policial llega a comisa-‐ ría, automá-camente, y cada ima-‐ gen en su correspondiente carpeta, con las anotaciones que ha tomado el agente durante la intervención.
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Estudio de viabilidad de las CÁMARAS POLICIALES TASER AXON BODY en la Policía de Londres Duración: mayo 2014 – abril 2015 Dirigido por: MOPAC (Mayor’s Office of Policing and Crime) Desarrollo: 1.000 cámaras fueron desplegadas durante 1 año en el mayor programa de evaluación del mundo Información capturada: 48.086 vídeos con un total de 12.156 horas de vídeo. 13.616 vídeos fueron u-lizados como prueba ante un tribunal. Duración media de las imágenes 15 minutos. Opinión de los ciudadanos: 95% ayudará a los policías a recoger mejores y más concluyentes pruebas; 92% hará más eficientes a los policías en su trabajo; 90% asegurará que los policías siguen las reglas; 89% reducirá las quejas infundadas de los ciudadanos hacia la Policía y 87% asegurará que los policías tratan correctamente a los ciudadanos. Opinión de los policías con cámara: ayudará a recoger de manera más eficiente las pruebas y un convencimiento de tener más protección ante denuncias falsas Opinión de los policías sin cámara: necesitamos jus-ficar más nuestras actuaciones CONCLUSIONES: Quejas de los ciudadanos: 33% menos quejas interpuestas por los ciudadanos Uso de la fuerza: Se recibieron 2,6 veces menos denuncias por ac-tud agresiva de la Policía ADQUISICIÓN DE 20.000 CÁMARAS MÁS, EN TOTAL 21.000 UNIDADES DE AXON-‐2 AXON Live Otra de las funcionalidades que verán la luz en los pró-‐ ximos meses permi-rá transmi-r vídeo en -empo real -‐streaming-‐ hacia otros usuarios que se designen. Ade-‐ más de recibir la información que la central considere
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oportuna en la tablet o teléfono móvil corpora-vo. Por ejemplo, la iden-ficación de un sujeto en un punto del municipio, que ha quedado registrado por una cáma-‐ ra policial, coincide con la descripción que hace una víc-‐ -ma unas horas después. La central será capaz de ex-‐ traer esa imagen y distribuirla a través de AXON Live al grupo de policías que considere oportuno para facilitar la iden-ficación. Pero todo esto, como mencionábamos al principio, de una manera sencilla y rápida. El trabajo du-‐ ro y la programación queda en manos de otros. Desde una central de control se podrá -‐en un plazo me-‐ nor a un año-‐ observar en -empo real y sobre un mapa el despliegue policial, recibir información de cada dispo-‐ si-vo indicando los agentes que registran imágenes y los que usan un Taser X26P, o cualquier otra ac-vidad. Sin duda el futuro presente. Los productos AXON de Taser son distribuidos en España por AASIAS.com en exclusiva: dcom1@aasias.com
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¿Y ahora qué?
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Es t epr oduc t opuedeCAMBI ARELMUNDO-L or i Gr ei ner l umi nAI Dhas i dout i l i z adoenmásde70pai s esdes puésdel osmásdi ver s osdes as t r es nat ur al es . Lost er r emot osdeNepal , el Hur ac ánSandy ,Hai t i yel Ti f ónHai yanent r eot r os .
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NUEVO ESTUDIO DEL FSI: LA MEMORIA ES PEOR RESPECTO AL MOMENTO MÁS CRÍTICO DEL ENFRENTAMIENTO ARMADO DE UN POLICÍA Traductor: Jorge Tierno Rey Fotografía: 5.11 Tactical !
Ante cualquier incidente, sea del -po que sea, para conocer los detalles de lo sucedido y llegar a comprender todos los fac-‐ tores implicados, se suele acudir a los tes-gos, directos u oculares, para recabar su versión de los hechos. Dicha versión y la información ver-da en ella van a depender de lo que recuerden esas personas –tes-gos-‐ que han par-cipado directamente o han presenciado el incidente. Pues bien, parece ser -‐cosa que no resulta ningún secreto ni nada nuevo-‐ que tales versiones han de considerarse con cautela dado que no siempre serán de fiar y pueden incluir datos poco o nada precisos y carecer de algunos detalles de vital importancia para esclarecer los hechos, aunque los tes-gos ni siquiera sean conscientes de ello. Pero es que además estas circunstancias se agravan especialmente en el caso de incidentes con una gran carga de estrés, como puede ser un enfrentamiento armado. Esto quiere decir que durante la inves-gación de un enfrentamiento armado no siempre las versiones de los tes-gos, ni si-‐ quiera los directamente implicados, se ajustarán plenamente a la realidad. Posiblemente, no recuerden todos los detalles y/ o aquellos que recuerden no se ajusten con precisión a la realidad, por lo que sí es posible se hace necesario contrastar a través de otros medios la información aportada por los tes-gos. Entre los detalles de vital importancia que pudieran tergiversarse en las versiones de los tes-gos se encuentran aquellos rela-vos al arma portada por el agresor durante un enfrentamiento armado, lo cual podría ser determinante para el esclare-‐ cimiento de los hechos y la depuración de responsabilidades. Asimismo, hay acciones que fruto del estrés se realizan sin tener plena consciencia de que se han realizado, por lo que dit-‐ cilmente van a recordarse, menos aún con todo lujo de detalles. De esta forma, preguntas tales como el número de disparos realizados o si se han u-lizado los elementos de puntería van a tener ditcil respuesta o ésta no se ajustará a la realidad. Pre-‐ cisamente, el mismo estrés que parece jus-ficar el hecho de que en un enfrentamiento armado no se pueda apuntar va a jus-ficar el hecho de que no se pueda recordar con exac-tud si se han llegado a u-lizar los elementos de puntería -‐sobre esta cues-ón no dejes de leer los arWculos ¿se puede apuntar en un combate con armas de fuego? y ¿realmente puedes u--‐ lizar tus elementos de puntería en un combate con armas de fuego?-‐. Ahora, gracias a un nuevo estudio del FSI (Force Science Ins>tute) -‐Ins-tuto Ciencia de la Fuerza-‐ se demuestra que la me-‐ moria es peor respecto al momento más crí-co del enfrentamiento armado de un policía (OIS, Officer Involved Shoo>ng), sobre lo cual se publica un arWculo en el número 290, con fecha 25 de agosto de 2015, del boleWn Force Science News (No--‐ cias Ciencia de la Fuerza), que publica bimensualmente el FSI que preside el Dr. Bill Lewinski. A con-nuación se reproduce la traducción al español de dicho arWculo. La traducción y publicación de este arfculo cuenta con la autorización de Scog Buhrmaster, vicepresidente del FSI. DICIEMBRE [16] 2015
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Un nuevo e importante estudio sobre el rendimiento humano bajo estrés, promovido por el FIS revela una gran ironía. Concretamente, que en el momento más crí-co de un enfrentamiento armado -‐posiblemente el momento más importante que un policía ha de ser capaz de describir con mayor precisión-‐ resulta bastante pro-‐ bable que la memoria del policía respecto a algunos de-‐ talles fundamentales sobre lo sucedido sea la menos fia-‐ ble. En par-cular, este estudio, el primero de este -po, reco-‐ ge que aquellos policías que se ven implicados directa-‐ mente en un enfrentamiento armado suelen tener difi-‐ cultades para responder con exac-tud preguntas rela--‐ vas al arma del agresor, tales como si pudo ver un arma en las manos del agresor, cómo sacó el arma el agresor o, incluso, si el agresor llegó a disparar durante el en-‐ frentamiento. La pres-giosa revista Law and Human Behaviour (Dere-‐ cho y Comportamiento Humano) de la American Psycho-‐ logical Associa>on (APA, Asociación Americana de Psico-‐ logía) va a publicar un informe contrastado sobre este estudio. Con ésta serán ya once las revistas cienWficas reconocidas que hayan publicado algún estudio del FSI relacionado con el trabajo policial. La inves-gación fue llevada a cabo por un equipo inter-‐ nacional de profesionales entre los que se encuentra el Dr. Bill Lewinski, director ejecu-vo del FSI. La Dra. Lorra-‐ ine Hope, profesora de psicología cogni-va aplicada en la Universidad de Portsmouth (Inglaterra), es la autora principal de las conclusiones de esta inves-gación -‐la Dra. Hope lideró hace varios años otro emblemá-co es-‐ tudio del FSI en el que se puso a prueba la funcionalidad y la memoria de policías que fueron some-dos a ejerci-‐ cio tsico que llegaba hasta el punto del agotamiento. Haz clic aquí para mayor información-‐. Reparto de tareas En el presente estudio par-ciparon como sujetos de prueba un total de 64 policías de una zona urbana de Canadá, con edades comprendidas entre los 22 y los 59
años y una experiencia profesional que iba desde los más novatos, recién incorporados, hasta los más veteranos, a punto de re-rarse. Se les separó aleatoriamente en dos grupos, “policías ac-vos” -‐opera-vos-‐ y “policías obser-‐ vadores”, y se formaron binomios con un policía de cada grupo. Todos los par-cipantes fueron pasando de bino-‐ mio en binomio por un escenario que recreaba una si-‐ tuación violenta que les inducía estrés. A medida que se desarrollaba el escenario, el “ac-vo”, equipado con un arma de entrenamiento cargada con munición de fogueo, tenía que responder como si todo fuera real y estuviera de servicio, mientras el “observa-‐ dor” se limitaba a ver lo que sucedía sin hacer nada. En-‐ tre otras cosas, los inves-gadores pretendían comprobar qué diferencias había, si es que se daba el caso, entre las versiones de los hechos aportadas posteriormente por cada miembro del binomio. El procedimiento del experimento, que comprendía va-‐ rias fases, se prolongó a lo largo de casi una semana has-‐ ta finalizar la evaluación de todos los binomios. Primero cada binomio tenía que ver un "vídeo de am-‐ bientación" de dos minutos que se suponía que había sido grabado con un móvil en una clase de la universi-‐ dad. Durante una clase, un alumno descontento entra en el aula y se pone a discu-r con el profesor por las malas notas. El sujeto se pone muy nervioso, saca un cuchillo del bolsillo y toma como rehenes al profesor y a otro alumno, a los que amenaza con el cuchillo, mientras los demás escapan. Después de eso, dentro del "aula", cada binomio de poli-‐ cías "desplazados" al lugar, se enfrenta al "escenario ex-‐ perimental", que, aproximadamente, dura cuatro minu-‐ tos. En posiciones preestablecidas de pie uno al lado del otro, en un primer momento los policías pueden ver có-‐ mo el individuo ya fuera del aula amenaza al profesor y al alumno que toma como rehenes en las imágenes "en directo" del incidente "en curso" obtenidas por una cá-‐ mara de videovigilancia ubicada en el pasillo, fuera del aula. Tras unos segundos, el individuo irrumpe en el aula donde se encuentran ambos policías, u-lizando a uno de los rehenes como escudo mientras le amena-‐ za con un cuchillo en el cuello. Después de realizar varias demandas, libera al rehén, -ra el cuchillo al suelo y vuelve al pasillo. Una vez allí, en las imágenes de la cámara de videovigilancia, se puede ver có-‐ mo "se mete una pistola en la cintura de los pantalones". En una "úl-ma interacción en vivo", relata Hope, el individuo vuelve a entrar en el aula "en un evidente estado de excitación e inten-‐ ta provocar a los policías para que le dispa-‐ ren". En un momento dado en el que el indi-‐ viduo se encuentra de espaldas a los policías éste se gira hacia ellos al -empo que se lleva las manos hacia la cintura y de repente, rápi-‐ damente, adopta con los manos una posición de -ro en dirección a los policías. Sin embar-‐ go, el individuo en ningún momento echa
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mano de la pistola, que permanece en la cintura. Inme-‐ diatamente después, el sujeto se esconde las manos de-‐ bajo del cuerpo al caer al suelo tras ser aba-do. El esce-‐ nario termina una vez que el “policía ac-vo” responde a este movimiento. Factores peliagudos Este escenario, explica Hope, se diseñó en base a "múl--‐ ples conversaciones con instructores de -ro y de tác-ca policial" para que fuera lo suficientemente realista y es-‐ -mulante como para generar "una respuesta natural ante el estrés fisiológico inducido" y lo suficientemente complejo como para que "a los sujetos se les pudiera preguntar en detalle por lo sucedido". Los pulsómetros dejaron buena constancia de que el es-‐ cenario logró inducir un elevado estrés. Durante el esce-‐ nario, dijo Lewinski a Force Science News, se duplicó la frecuencia cardiaca máxima media de los “observadores” y el pulso de los “ac-vos” aún se disparó "considerable-‐ mente más". Una "muestra aún más fiable del estrés inducido", expli-‐ ca, fue el hecho de que la elevada frecuencia cardíaca de los policías se mantuvo durante el -empo, lo cual indica la fuerte influencia de las sustancias químicas generadas por el estrés. Una vez más, este factor resultó significa--‐ vamente más pronunciado en el caso de los “policías ac-vos”, que tenían que hacer frente personalmente a la situación, respecto a los meros “observadores”. Pruebas de memoria Durante aproximadamente 45 minutos después de ter-‐ minar el escenario se mantuvo a los dos policías separa-‐ dos para evitar que hablaran entre ellos del incidente. Posteriormente, sin que exis-era limitación de -empo, se les some-ó de forma independiente a una prueba de memoria de dos partes. 1) En un ejercicio de "memoria libre" -‐en cierto modo similar a una entrevista cogni-va-‐ se les solicitó que es-‐ cribieran "tanta información como pudieran recordar"
sobre el vídeo de ambientación inicial y el escenario principal, de forma que sus versiones fueran "lo más de-‐ talladas y precisas que fuera posible", sin suponer nada. 2) A con-nuación, se les pidió que respondieran una lar-‐ ga lista de 94 "preguntas cerradas" formuladas con el es-lo y contenido "que suelen u-lizar los inves-gadores" de un incidente como puede ser un enfrentamiento ar-‐ mado de un policía. Algunas de esas preguntas se refe-‐ rían a una "evaluación subje-va" del individuo, como cuál era su ac-tud. Pero la mayoría de las cues-ones solicitaban datos obje-vos sobre el vídeo de ambientación y el escenario en vivo que pudieran contrastarse con las grabaciones digitales de lo sucedido en el escenario. Se consideraron de suma importancia un sub-‐ conjunto de 14 preguntas cerradas. Dice Ho-‐ pe: estas preguntas "fueron calificadas por los asesores jurídicos e instructores de tác-ca policial como fundamentales... para que el policía pueda comprender las úl-mas etapas del escenario y jus-ficar cualquier mo-vo pa-‐ ra abrir fuego". Estas preguntas clave se centraban concreta-‐ mente en determinar qué recordaban los “po-‐ licías ac-vos y los “observadores” sobre la acción del agresor, la posición del arma y la respuesta del policía. Los sujetos, tardaron en torno a dos horas de media en completar la
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prueba de memoria, indica Hope. Los resultados se eva-‐ luaron cuidadosamente para cuan-ficar la can-dad y precisión de la información aportada por cada sujeto. Aumento de las discrepancias "Nuestros descubrimientos acreditaron una gran progre-‐ sión en el deterioro de los recuerdos sobre lo sucedido", dice Lewinski, "especialmente en los “policías ac-vos"”. A la hora de recordar libremente detalles sobre el vídeo de ambientación, los inves-gadores descubrieron que de media no había una diferencia significa-va entre la can-‐ -dad o precisión de los datos que recordaban los “ac--‐ vos” y los “observadores”. Sin embargo, aparecieron di-‐ ferencias importantes a la hora de recor-‐ dar libremente detalles sobre la acción a medida que los policías se veían implica-‐ dos directamente y en vivo en el escena-‐ rio experimental que va creciendo en in-‐ tensidad. Aunque la precisión de los datos que recordaban resultó prác-camente la misma para ambos -pos de sujetos, los “ac-vos” aportaron una can-dad de de-‐ talles correctos considerablemente menor que la aportaba por sus compañeros, ex-‐ plica Hope. En otras palabras, la capacidad de los “ac-vos” para describir lo sucedido se volvía más limitada. En cuanto al "subconjunto fundamental" de preguntas cerradas, en par-cular los detalles rela-vos al arma del agresor, la disparidad entre los dos grupos de policías se hizo defini-vamente evidente. En ge-‐ neral, lo recordado por ambos colec-vos se vio degradado, pero los “ac-vos” apor-‐ taron muchas menos respuestas correctas y bastantes más respuestas incorrectas que los “obser-‐ vadores” en cuanto al arma "en los momentos finales de su intervención", un aspecto par-cularmente "vulnera-‐ ble" de la memoria, explica Hope. De media el “policía ac-vo” se quedaba muy atrás res-‐ pecto a su compañero a la hora de responder con preci-‐ sión preguntas tales como: • ¿Qué sucedió cuando el individuo se giró hacia W? • ¿En ese momento tenía un arma en la mano? • En caso afirma-vo, describa cómo sacó el arma. • ¿El individuo disparó un arma durante el incidente? • ¿Cuál era la posición del arma del individuo cuando recibió el/los disparo/s del policía? -‐El 85% de los “ac--‐ vos” dispararon con el arma durante el escenario-‐ • ¿Dónde se encontraba el arma -‐del individuo-‐ al final del escenario? A par-r de los números obtenidos por los inves-gadores surgió un descubrimiento par-cularmente sorprendente. A pesar de girarse y mover las manos de forma provoca-‐ dora, el individuo mantuvo en todo momento el arma me-da en la cintura. Sin embargo, Hope apunta que aproximadamente el 20 por ciento de los sujetos -‐“ac--‐ vos” y “observadores” por igual-‐ "indicaron explícita-‐
mente" que el individuo "apuntó con un arma hacia ellos/en su dirección en la parte final" del escenario. La Dra. Lorraine destaca que todos los policías que decla-‐ raron haber visto cómo el arma apuntaba hacia ellos "mostraron su sorpresa cuando se les dijo que eso no sucedió así” en ningún momento del escenario. Interpretación Se requiere inves-gar más para llegar a explicar total-‐ mente el fenómeno por el que se ve un arma que real-‐ mente no estaba allí, dice Hope. No obstante, parece probable que esto tenga mucho que ver con una obser-‐ vación "impulsada por la expecta-va" del movimiento
del individuo en un enfrentamiento violento. O, si se considera la posibilidad de una versión cínica, puede que bajo presión los policías afirmaran haber visto un arma apuntándoles para jus-ficar su propio uso de la fuerza letal contra el individuo. "La men-ra deliberada... queda fuera del alcance" del estudio, escribe Hope. Pero los resultados del estudio desvelan otras importantes realidades menos contro-‐ ver-das sobre lo que "verdaderamente" se recuerda tras un escenario de este -po, que han de ser tenidas en cuenta por parte de aquellos que par-cipen en la inves-‐ -gación de un enfrentamiento armado con un policía implicado y otros incidentes de alta intensidad, dice Lewinski. "El hecho de que tanto los “ac-vos” como los “observa-‐ dores”, a pesar de haber permanecido de pie uno al lado del otro en posiciones preestablecidas mientras se les exponía al mismo escenario violento, recordaran algu-‐ nos aspectos del escenario de forma completamente diferente, nos dice mucho acerca de las singulares pre-‐ siones a las que se ven some-dos aquellos policías que se ven obligados a intervenir en condiciones de alto es-‐ trés, respecto a otros tes-gos oculares", afirma Lewinski.
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Las deficiencias de la memoria de los “`policías ac-vos” en cuanto a los detalles sobre el arma durante el mo-‐ mento más crí-co del escenario se pueden atribuir a un par de factores relacionados, sugieren los inves-gadores. • Los “ac-vos” mostraron niveles más altos de estrés a lo largo de todo el escenario e indudablemente ese estrés alcanzaba su máximo nivel cuando el grado de amenaza parecía más alto. La bibliograta cienWfica confirma cla-‐ ramente que cuanto mayor resulte el estrés mayor será la probabilidad de que existan deficiencias en la memo-‐ ria. • Al mismo -empo, la carga cogni-va adicional requerida por parte de los “policías ac-vos” para atender sus res-‐ ponsabilidades tác-cas y de toma de decisiones bajo presión también habría sido máxima en esa parte final del escenario en la que la situación se intensifica rápi-‐ damente. Esta combinación de factores puede haber afectado a la capacidad de esos policías para detectar y procesar los detalles sobre el individuo y el arma. • Tras un enfrentamiento armado real, en el que obvia-‐ mente hay mucho más en juego que en un escenario experimental, "resulta razonable que los policías tam-‐ bién puedan experimentar estrés en el momento de re-‐ dactar las diligencias", escribe Hope, lo cual podría agra-‐ var la situación. En resumen, concluye Lewinski: "este estudio aporta nuevas evidencias por las que pretender que un policía, que sea vea implicado personalmente en un enfrenta-‐ miento en el que su vida corra peligro, resuelva la situa-‐ ción, capte todos los detalles de lo sucedido y poste-‐ riormente los relate con total precisión, puede suponer pretender demasiado de un ser humano normal”. "Los inves-gadores han de tener presente que el hecho por el que un policía pueda pasar por alto o tergiversar cierta información sobre un incidente que posteriormente re-‐ sulte importante no quiere decir necesariamente que esté min-endo o tratando de dar una versión de los he-‐ chos a su favor". Según palabras del propio estudio: en lo que respecta a los procedimientos y polí-cas de in-‐
ves-gación de incidentes, es importante que en el trato con los tes-gos directos -‐“policías ac-vos”-‐ "se tenga muy presente la maleabilidad de la memoria y se aprecie la necesidad de aplicar con é-ca y cautela prác-cas de es-mulación de la memoria...”. "Es fundamental que los profesionales del ámbito jurídi-‐ co, tanto abogados y fiscales como jueces y magistrados, sean conscientes de la posibilidad de que se produzcan de forma natural errores, lapsos e incon-‐ sistencias entre lo que recuerdan todos los tes-gos, especialmente respecto a los tes-gos directos, tales como los policías implicados en un enfrentamiento arma-‐ do...". A lo largo de varias páginas de este estu-‐ dio, dicho sea de paso, los inves-gadores aportan una valiosa recopilación de los descubrimientos sobre la memoria reali-‐ zados por otros cienWficos en los úl-mos años que ayudan a explicar por qué re-‐ sulta "ditcil de predecir lo que se recuer-‐ da sobre incidentes de estrés". En el momento de redactar este arWculo toda-‐ vía no se había concretado la fecha en la que se publicaría el estudio en la revista Law and Human Behaviour, de lo cual dará cuenta el FSI cuando esté disponible en su totalidad.
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PIMA COUNTY SHERIFF Autor: Octavio Díez Cámara Fotografías: ODC y Pima County Sheriff
Nos aproximamos de nuevo en las páginas de Tac-cal Online a la rea-‐ lidad policial estadounidense, la que, en buena medida, marca aten-‐ ciones mediá-cas y la introducción de protocolos y equipos que luego se generalizan en otros países. En este reportaje les presentaremos al Departamento del Sheriff del Con-‐ dado de Pima (PCSD, Pima County Sheriff Department, una organiza-‐ ción de carácter regional que traba-‐ ja en Arizona, el sur del país. Hace unos años, en 2011, sus agen-‐ tes fueron protagonistas de la res-‐ puesta inmediata que se hizo cuan-‐ do un enajenado, armado con una pistola Glock, disparó durante una conferencia a la congresista Ga-‐ brielle Griffords, hiriéndola de gra-‐ vedad. Par-ciparon en su neutrali-‐ zación, en la ges-ón del incidente y en la evacuación de los heridos. Aquellos que forman parte del PCSD lo hacen dentro de una es-‐ tructura que -ene unos anteceden-‐ tes que se remontan a 1865. Justo el año que ahora acaba están cele-‐ brando su ciento cincuenta aniver-‐
sario. Los que les vamos a presen-‐ tar en estas páginas son agentes del Sheriff que patrullan por su área de responsabilidad y cubren come-dos diversos, como los de vigilancia de diferentes centros carcelarios bajo su responsabili-‐ dad. Les vamos a dar unos apuntes sobre lo que es este Departamen-‐ to, su orgánica y otros detalles que les permi-rán conocer mejor a es-‐ tos profesionales del ámbito poli-‐ cial de los Estados Unidos. Su actual estructura Actualmente el máximo represen-‐ tante de esta organización es el Sheriff Chris Nanos que accedió al cargo actual hace sólo unos meses, en agosto de 2015. Manda un colec-vo de agentes que comprende más de quinientos uni-‐ formados, cerca de novecientos civiles, cuatrocientos voluntarios y personal de prisiones que a-enden las instalaciones carcelarias -‐cuatro emplazamientos con unos dos mil reclusos-‐ de un condado que, en lo que a extensión se refiere, es el 7º DICIEMBRE [26] 2015
de su país. Son, aproximadamente, unos quince mil los kilómetros cua-‐ drados que cubren esos policías. Respecto de lo que es la Fuerza po-‐ licial principal, apuntarles que la orgánica comprende cuatro depar-‐ tamentos: de Operaciones, de In-‐ ves-gaciones y Administra-vo y el Carcelario. En el primero, bajo la responsabili-‐ dad del Jefe Gwaltney, concentran las divisiones de Patrulla y de Ope-‐ raciones de Apoyo. La primera. asume de manera especial lo que son los turnos de policías que se mueven con sus vehículos de patru-‐ lla por los diferentes espacios en los que se divide su territorio. Hay un teniente que actúa como Force Commander y desplegaría con su
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pelotón en el Puesto de Mando tan pronto se produjese un inci-‐ dente especialmente grave, dis-‐ poniendo para esa tarea de un moderno vehículo acondicionado con sistemas de Mando y Con-‐ trol, Comunicaciones y demás gracias a la llegada de fondos gubernamentales que propician este -po de adquisiciones con cargo a la economía Federal. Hay varios tenientes que coordinan la ac-vidad en los diferentes distri-‐ tos -‐Ajo, Foothills, Green Valley, Rincón, Tucson Mountain, San Xavier,...-‐ y en varias subestacio-‐ n e s -‐ C a t a l i n a , C o r o n a , Mt.Lemmon,…-‐. En beneficio de todos ellos está ac-va una im-‐ portante Unidad de Comunica-‐ ciones. Importante es la labor que de-‐ sempeñan, porque son los pri-‐ meros en atender las necesida-‐ des de la comunidad y en actuar en caso de que se produzca un delito o ante cualquier -po de incidente que recabe su aten-‐ ción. También lo es el trabajo de la División de Operaciones de Apoyo, coordinada por un capi-‐ tán. Comprende tres núcleos de especial relevancia y potencial de actuación, cada uno de ellos con un teniente como máximo res-‐ ponsable: Aire y Rescate, Res-‐ puesta Tác-ca y Operaciones Especiales. En la Sección Tác-ca se asume la intervención del núcleo organi-‐ zado para come-dos de asalto policial. En su caso se trata de un SWAT (Special Weapons And Tac>cs) en el que hay personal adscrito en con-nuidad y un nú-‐ cleo relevante del mismo que lo es a -empo parcial. Su entrena-‐ miento les lleva a reunirse perió-‐ dicamente en la “Survival City”, nombre que recibe un área de-‐ terminada del Arizona HIDTA Re-‐ gional Training Center, centro de entrenamiento de -ro que com-‐ prende campos de diferentes distancias. Desde 2004, ese per-‐ sonal, junto con el de otras orga-‐ nizaciones policiales de la zona, se cons-tuye en Equipo Regional SWAT lo que les hace que sean DICIEMBRE [28] 2015
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los más capaces de toda Arizona y el único con la califi-‐ cación federal FE-‐ MA 1 en toda la zona sureste de los EE.UU.; pueden atender operacio-‐ nes tác-cas múl--‐ ples o cuatro ope-‐ raciones de deten-‐ ción de forma si-‐ multáneas. Respecto de la Sección Especial señalaremos que la dirige un tenien-‐ te. Engloba ele-‐ mentos también altamente especia-‐ lizados, como son el Equipo de Bu-‐ ceadores que se ha especializado en intervenciones bajo el agua relacionadas, de ma-‐ nera especial, con los rescates y apoyos en caso de determinadas emergencias que recaben su aten-‐ ción y requieran de su especializa-‐ ción y medios. Otro de los departamentos que en-‐ contramos en la orgánica del PCSD es el de Inves-gaciones, que dirigía hasta hace poco el Sheriff. Com-‐ prende una estructura que incluye la División de Inves-gaciones Cri-‐
minales y la División de Seguridad Interior (HOMSEC, Homeland Secu-‐ rity), dada una de ellas con un capi-‐ tán al frente. En HOMSEC encontramos núcleos especializados en an-terrorismo, inves-gaciones especiales relacio-‐ nadas con el narcotráfico o el Cen-‐ tro de Inves-gaciones HIDTA (High Intensity Durg Trafficking Area) que vigila las operaciones de aquellos dedicados al tránsito de grandes alijos de drogas. Por su parte en la
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División de Inves-gaciones se dis-‐ pone de la Sección de Apoyo técni-‐ co que actúa en temas forenses o recolectando evidencias; el Equipo de Crímenes Violentos que está especializado en temas en los que se ven involucrados jóvenes, en homicidios, en violencia domés-ca, en robos con asaltos,…, y el Equipo de Crímenes contra la Propiedad que actúa ante incidentes como robos, maltrato de animales, hur-‐ tos, problemas comunitarios o crí-‐ menes económicos de pequeña magnitud. La labor del Departa-‐ mento Administra-vo también cobra, como en otros núcleos de su especialización, una notable relevancia. Incluye las secciones de prevención de la criminalidad, presu-‐ puestos, relaciones públicas, manteni-‐ miento de edificios, adiestramiento y for-‐ mación, o Guardia de Honor; de la División de Información y Tec-‐ nología que compren-‐ de los núcleos especia-‐ lizados en comunica-‐ ciones, recursos de información y mante-‐
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nimiento de datos; de la Sección Civil que asume temas legales, de impuestos o la ges-ón de órde-‐ nes de protección, o de la Sección de Inves-gaciones Especiales que aglu-na el trabajo de quienes se dedican a “asuntos internos”. Alta especialización Como hemos podido ver dentro del PCSD hay numerosos núcleos especializados que asumen las más variadas tareas. Se busca con ello dar el mejor servicio a la ciu-‐ dadanía y obtener el mejor índice de eficiencia en su trabajo. Pro-‐ pugnan una posición de liderazgo en la seguridad del público al que sirven e intentan eliminar con rapidez la presencia de criminali-‐ dad, lo que les lleva a actuar con turnos de trabajo coordinados que se centran en las franjas ho-‐ rarias donde la presencia de unos u otros pueda ser más eficaz. Buena parte de sus tareas se cen-‐ tralizan en las instalaciones que son su Cuartel General, en el 1750 East de la autopista Benson, un lugar con oficinas, centro de comunicaciones y espacios como aquellos en los que se pueden observar grandes furgones acon-‐ dicionados para labores de Man-‐ do y Control, para rescates y para otras ac-vidades, así como blin-‐ dados de ruedas “Bear” y “Bear-‐ cat” de la firma Lenco que permi-‐ ten intervenciones en casos de graves crisis. La ges-ón que dirige el Sheriff Nanos lleva demostrando ser acertada y que da los obje-vos que se pretenden. Requieren una media de 4,3 minutos para per-‐ sonarse en el 90% de las emer-‐ gencias para las que se les re-‐ quiere, y de sólo 5,3 para el cien por cien de los avisos que reci-‐ ben, lo que dice mucho de sus capacidades si tenemos en cuen-‐ ta la magnitud del espacio en el que desempeñan su labor profe-‐ sional. Ellos sustentan esa excelencia de servicio en cuatro áreas: opera-‐ ciones en las que intervienen equipos de reconocido pres-gio dentro de su país, tecnología con DICIEMBRE [32] 2015
unos medios que sobresalen dentro de lo que es tradicional en organi-‐ zaciones de su carácter, adiestra-‐ miento porque buscan que su per-‐ sonal tenga el mejor disponible tan-‐ to en su fase inicial como durante su vida laboral y administración de recursos que hace que la ges-ón de los medios económicos asigna-‐ dos sea más rentable y eficaz. En esa línea, recurren a un modelo propio muy elaborado de ges-ón de la flota de vehículos, de forma que los trescientos que operan son especialmente nuevos y ofrecen una tasa de disponibili-‐ dad opera-va que es especial-‐ mente alta. En la década pasada introdujeron varias actuaciones para mejorar lo que es su potencial. Una fue la reapertura de su Academia Bási-‐ ca, formación inicial de unas treinta semanas a la que ahora asisten los reclutas nuevos y los de otros departamentos de la zona, logrando así una mejor u--‐ lización de este -po de recursos
forma-vos. Se han esforzado por ampliar la capacidad del personal para intervenir en s i t u a c i o n e s crí-cas, intro-‐ duciendo un alto porcenta-‐ je de su plan--‐ lla en el curso de cuarenta horas (ACIT, Advanced Cri-‐ sis Interven-‐ >on Training). Sus agentes se mueven con sistemas para acceder a ba-‐ ses de da-‐ t o s i n-‐ f o r m á --‐ c a s , l o que me-‐ j o r a s u capacidad de actuar e n i n c i-‐ dentes e inves-ga-‐ ciones. En el caso de s u c e s o s graves llevan, desde 2008, con ellos fusiles semiautomá-cos -po AR15, del calibre 5,56x45mm y capacidad
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de fuego semiautomá-ca, provistos con visores de punto rojo Aimpoint “Comp” que los hacen más rápidos, selec-vos y precisos. También sis-‐ temas no letales como el efec-vo Taser X26. Por cierto, desde hace años disponen ya de pequeños ro-‐ bots controlados a distancia, uno de ellos habilitado para emplear esas pistolas que generan descar-‐ gas eléctricas o para detectar toxi-‐ nas potencialmente peligrosas. Pusieron a punto en 2014 un pro-‐ grama, de 92 millones de dólares, para instalar un sistema central de comunicaciones mul- agencias que usando un avanzado sistema de radio digital permite interactuar a todas en el mismo canal. También, en 2012, han introducido unos nuevos uniformes de -po C que son más confortables, elás-cos y ligeros -‐la temperatura ambiental suele ser alta-‐ que los que venían usando. Para acabar, señalar que a-enden a una población que se aproxima a las cuatrocientas mil personas y ha crecido de forma sustancial durante la década pasada. Se trata de un colec-vo con una gran inmigración y en el que, estadís-camente ha-‐ blando, hay una tasa elevada de crímenes violentos, el segundo más alto dentro de Arizona. Para sus come-dos manejan un presupuesto anual de unos ciento treinta y cinco millones de dólares.
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