¿Por qué escogí la carrera de docencia?
Desde una edad temprana, me visualizaba como docente, una aspiración que nació de maestro que tuve en sexto grado. Sus clases eran llena de diversión, no solo enseñaba los conceptos básicos, sino que lograba integrar juegos y actividades dinámicas en todas las áreas del conocimiento. A medida que avanzaba en mi educación, decidí ingresar a la escuela normal, donde pude profundizar en mi pasión por la enseñanza. Durante mis tres años de bachillerato, aprendí sobre diversas metodologías, enfoques pedagógicos y la elaboración de recursos didácticos.
Creo en mis habilidades para crecer en este campo que tanto amo.
¿Cómo sería mi estoicismo, limerencia y ataraxia en la escuela?
Estoicismo: es una filosofía que promueve la resiliencia, la autodisciplina, y la aceptación de las circunstancias que no podemos controlar.
Mi estoicismo como docente, seria integrar principios a través del autocontrol, esto permitirá mejorar mi experiencia, inspirar a mis niños a mejorar sus emociones creando un ambiente más tranquilo y productivo.
limerencia: puede definirse como ese estado de intensa atracción y afecto hacia otra persona, también tiene un lugar en el contexto escolar.
En mi caso, esta emoción se traduce en una profunda conexión con mis estudiantes. Esta limerencia hacia la enseñanza me motiva a buscar constantemente nuevas formas de involucrar a mis alumnos en el proceso de aprendizaje, asegurando que cada uno de ellos se sienta especial y apreciado en el aula.
Ataraxia
se refiere a un estado de tranquilidad y equilibrio emocional. En el entorno escolar, es esencial mantener una atmósfera serena y positiva, incluso frente a los desafíos que puedan surgir.
Como futuro docente, mi ataraxia me permitirá manejar el estrés y las dificultades de una manera calmada y efectiva. Esto me beneficiará mi bienestar personal, sino que también contribuirá a un ambiente de aprendizaje donde mis estudiantes se sientan tranquilos aprendiendo sin temor.