Certamen Literario de Relato Breve. Día de la Mujer Trabajadora 8 de marzo 2016

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RELATOS PREMIADOS

CERTAMEN LITERARIO de RELATO BREVE

8M2016 DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA


RELATOS PREMIADOS

CERTAMEN LITERARIO de RELATO BREVE

8M2016 DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA


Edita izquierda Unida-Los Verdes Convocatoria por Rota www.iurota.org C/ Blas Infante 18 11520 Rota (Cádiz) Teléfono: 956815554

Diseño de portada y maquetación Abel Martín-Bejarano Sánchez

Agradecimientos Pedro Pablo Santamaría Curtido Inmaculada López Mena Rosa Gallego Reyes Desirée Fénix Pina Yolanda Garló Vicenta Helices Pacheco María del Carmen Ruiz-Herrera López-Marrufo

Datos del Jurado Pedro Pablo Santamaría Curtido, profesor de lengua castellana y literatura, I.E.S Castillo de Luna. Inmaculada López Mena, profesora de Ciencias sociales y coordinadora de coeducación de en I.E.S Castillo de Luna. Rosa Gallego Reyes, profesora de lengua castellana y literatura, I.E.S Castillo de Luna


PRESENTACIÓN Un tiempo para la reflexión y una cita con las letras y el relato breve. Un paréntesis abierto a la mujer y su universo. Una pausa frente a tanto acelero. Un alto en el desenfrenado ritmo diario. Neceitamos reposo para ordenar los pensamientos. Debemos atender la creación, antes que copiar o imitar. En esta edición una docena de artistas han jugado con las letras y reflexionado reposadamente sobre la mujer; han entrenado el pensamiento para el cultivo de la creación, la artísticoliteraria. Textos que pueden derivar en una foto, en una pintura... En un guión para un corto, o una breve pieza dramática, o en unas viñetas... Que vuestros yacimientos nos provean de nuevas composiciones en años venideros

Manuel Helices Pacheco marzo 2016


Certamen literario de Relato Breve 8 DE MARZO - DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA

La sonrisa de Martina Como cada tarde, de lunes a viernes, Martina sacó de su monederito el importe exacto del billete de vuelta a casa. Se sentó en la última fila del autobús, cual era su costumbre. Extrajo del maletín su bloc de notas azul y comenzó a diseñar la estrategia de trabajo para el día siguiente. Aquellos haraganes obedecerían (no les quedaba otra), aun a regañadientes, por deber aceptar las instrucciones dadas por la única mujer de la empresa: jamás le perdonaron que hubiese llegado tan lejos por mérito y capacidad propios. A los veinticinco minutos llegó, puntual, a las dos esquinas que la separaban de su apartamento. Repasó mentalmente, mientras caminaba, el esquema y sonrió: un trabajo más que aceptable, aun a falta de los últimos flecos. Remataría la faena embutida en sus zapatillas y ante una copa de buen vino. Al fin en el tercero. A los cuarenta y siete, y tras bastante más de veinte cuadrando, asignando y supervisando, las fuerzas ya van justitas. Quizás (también) por ello había ido aligerando progresivamente la capa de maquillaje con que cubría las cicatrices del acné juvenil, y rebajado ostensiblemente la altura de los tacones. Zapatos al aire, toallita desmaquillante y un disco de fondo. Abrió la última botella de la docena que su esposo había dejado intacta en la despensa, y decidió alzar un brindis por él y por aquella tontorrona de veintitrés que había caído en embeleso por los encantos aparentes de la madurez: “que les vaya bonito”, se canturreó ante la foto de su boda. ¡Uy! Una gotita sobre el sofá. Mejor mañana, pensó, mientras se encaminaba a cerrar la ventana antes de ensayar ante el espejo la mueca amable del jueves. Una solitaria estrella fugaz rayó el negro cielo de aquella cálida noche de junio. Y Martina sonrió.

ALEJANDRO CABRERA CORONAS

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Certamen literario de Relato Breve 8 DE MARZO - DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA

Constructores de tumbas ¿De veras crees Marco Antonio que puedes impresionarme con esta triste maqueta de arena? He leído el informe con los datos técnicos de tus arquitectos y, ni yo la reina, ni los ingenieros que construyen para mí, te daremos nunca la razón. A pesar de que vuestro arco de medio punto haya dado muestras de solidez, bajo ningún concepto cambiaremos la construcción de nuestras pirámides. Esa es la sentencia. Seguiremos enterrándonos herméticamente (por el vano de tu arco pasa un viento atroz y no olvidemos que el desierto es muy hostil con sus brisas), es del dominio público que a las divinidades tampoco les placen las corrientes de aire. Los que reinamos de la mano de los dioses, no podemos arriesgarnos a su enfado y a su condena eterna. Y sin nada más que tratar, me voy a consultar al oráculo, desde que te conozco sueño frecuentemente con serpientes…

HERMINIA DIONIS PIQUERO

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Certamen literario de Relato Breve 8 DE MARZO - DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA

La limpiadora A la limpiadora la despidieron ayer. Le retiraron el pase de la base, y le llevamos las cosas de la taquilla al control. Guardaba un cúter con el que se cortaba por la mitad y mientras un lado hacía unas oficinas, el otro limpiaba los cuartos de baño. Un kalasnikov con forma de mapo para protegerse de las emboscadas y ataques de la guerrilla subversiva. Una máscara con buena cara para los gases tóxicos junto a dos guantes de latex y un susto de encargado con trastorno por escrito de empleo y sueldo de un día que faltó. Encontramos tres suspiros con café y el ruido de un cigarrillo crepitando en cinco minutos de descanso. El fino algodón de la melancolía con los días en que se cubren las estrellas y siempre está manchando por el carmín de las lágrimas. Un poema de amor con un te quiero vida mía, recitado por un caracol que se puede ver dando tumbos sobre la hoja naranja de una foto. Una coctelera llena de sombras, sudor, lágrimas y las penuria que al agitarla crea una poción que llena la vida de los suyos con la felicidad. Un abrelatas para el sol, un tenedor para el viento y una cuchara para remar contra corriente. El dorsal de una maratón con el mejor tiempo en meta sin premios, ni medallas. Un manual sindical con el desciframiento de las líneas de Nazca que no pudo leer por falta de tiempo. Pintura de india para las mañanas de sentadas en el control, solicitando mejores condiciones laborales y trabajo digno. Una balanza con el peso de la resignación y los gritos de la necesidad. Y un cupón que dará frutos si el viento de la suerte sopla en su dirección y poder mandar todo a mandar por saco.

JUAN JOSÉ GONZÁLEZ CASTELLANOS

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Certamen literario de Relato Breve 8 DE MARZO - DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA

De heroes y princesas <<Cuéntamela otra vez>>pidió a Clara mientras que ésta, con sus huesudos dedos, rebuscaba en una caja con fotos. Escogió una de su madre, joven y luchadora. La chica con unos ojos tan brillantes que nunca pudieron contener la noche. Ojos aún vacíos del tormento que le acuchilló el corazón como una navaja. Ojos de un cuerpo sin amoldar, de antes de alcanzar un prestigio como señora de y madre de. Mucho andes de averiguar que la independencia soñada nunca fue una opción y que su aspiración debía ser la del marido, la de la familia y la de la sociedad; pero nunca la suya. Perfecta acompañante, musa inspiradora siempre bella. Siempre pasiva… <<Sé otras>> -respondió contemplando la foto a través de la neblina de un café humeante que sostenía en la otra mano, aunque sabía que ella prefería la historia del abuelo, el héroe salvador de furgones y damiselas en peligro. <<Hoy te contaré una sobre ella –dijo mostrándole la foto-, la actriz secundaria de esa historia que tanto te gusta. La niña que quiso matar dragones en vez de ser la princesa de un cuento caduco, solo que los dragones eran poderosos>>. <<Todo ha cambiado –respondió su hija- ahora somos libres para ser lo que queramos, para ser la princesa bella porque la belleza abre puertas incluso la de un reino>>. Clara sonrió con tristeza, años de lucha y su hija, una mujer del siglo XXI, con un mundo a sus pies solo deseaba encajar en un rol que la llevaba a una dependencia encubierta, la de una sociedad absurda y surrealista que intenta convencerla de que para triunfar debe ser bella y para ser amada aceptar el terrorismo machista. Miró la foto de nuevo y sintió lástima, pero por su hija. Se equivocaba, poco había cambiado todo. CONCHI CASTELLANO GARCÍA

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Concepción Arenal Ponte Con Concepción Arenal, una pensadora del catolicismo social, nació el feminismo en España. Nacida el 31 de enero de 1820 en Ferrol, a la edad de 14 años Concepción estudió en un colegio para señoritas. Siete años después entró, contra la voluntad de su madre, como oyente en la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Madrid, vistiendo ropas masculinas, puesto que en la época la educación universitaria estaba vetada a las mujeres. Vestida también de hombre, Concepción participó en tertulias políticas y literarias, luchando así contra lo establecido en la época para la condición femenina. Acabada la carrera, se casó en 1848 con el también abogado y escritor Fernando García Carrasco. Años después, colaboraron juntos en el periódico liberal La Iberia, hasta el fallecimiento de él. Concepción, viuda y con dos hijos, se trasladó a Potes (Cantabria), donde fundo en 1859 el grupo femenino de las Conferencias de San Vicente de Paúl para ayuda de los pobres. Para ellas, Concepción escribe en 1860, La beneficencia, la filantropía y la caridad y que presentó al concurso convocado por la Academia de Ciencias Morales y Políticas, bajo el nombre de su hijo Fernando, que tenía entonces 10 años. Después de una serie de conflictos sobre la forma incorrecta de introducir su escrito en el concurso, se le concedió el premio y fue la primera mujer premiada por la Academia. En 1863, se convirtió también en la primera mujer que recibió el título de Visitadora de Cárceles de Mujeres. Posteriormente publicó varios libros de poesía y ensayo. Fue nombrada Inspectora de Casas de Corrección de Mujeres y tres años después, comenzó a colaborar con la revista La Voz de la Caridad, de Madrid, en la que escribió durante catorce años sobre las miserias del mundo que la rodeaba. En 1872 fundó la Constructora Benéfica, una sociedad dedicada a la construcción de casas baratas para obreros. Posteriormente también colaboró organizando en España la Cruz Roja del Socorro para los heridos de las guerras carlistas. Concepción otorga a la educación e instrucción de la mujer un papel fundamental, pues dijo que la mujer no tiene otra carrera que el matrimonio, ya que los hombres aprenden un oficio y las mujeres no. Aunque su frase más celebre fue probablemente Odia el delito y compadece al delincuente, que resume su visión de los delincuentes como el producto de una sociedad reprimida y represora.


ÍNDICE PRIMER PREMIO

La sonrisa de Martina

SEGUNDO PREMIO

Constructores de tumbas

TERCER PREMIO

La limpiadora

ACCÉSIT

De héroes y princesas

ALEJANDRO CABRERA CORONAS HERMINIA DIONIS PIQUERO JUAN JOSÉ GONZÁLEZ CASTELLANOS CONCHI CASTELLANO GARCÍA


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