DOCENCIA UNIVERSITARIA - INVESTIGACIÓN Y TECNOLOGÍA DE LA INFORMACIÓN
DOCENCIA UNIVERSITARIA - INVESTIGACIÓN Y TECNOLOGÍA DE LA INFORMACIÓN
EDITORIAL La Docencia Universitaria ha alcanzado un lugar de importancia en el contexto de la Educación en general debido, en parte, al auge de las herramientas de investigación apoyados en las denominadas tecnologías de la información y comunicación. Hoy en día, es posible acudir virtualmente a la universidad para cursar una carrera universitaria e incluso cursar el postgrado así como programas de diplomados. La revista que usted está examinando en este momento, pretende constituirse en un punto de referencia a nivel internacional sobre la temática de la investigación y la tecnología de la información aplicada a la Docencia Universitaria para los profesionales inmersos en ésta área educativa. Se pretende que los conocimientos contenidos en los diferentes artículos puedan ser examinados, comentados y servir de base a nuevas investigaciones con el consecuente aporte para las futuras investigaciones en el área. De esta manera, cada uno de quienes contribuímos con nuestro tiempo y saber a escribir para esta revista, veremos recompensado nuestro esfuerzo en la medida que se alcancen los objetivos planteados he incentivemos cada investigación que haga referencia a los trabajos que contiene este producto intelectual. Por lo demás, invitamos al público lector, como persona capacitada y profesional del área, a aportar cualquier comentario en el blog que sirve a su publicación en la Red de Redes bajo la siguiente URL:
http://grupo2saiaead.blogspot.com/ pero debajo de la revista espec铆ficamente para su apreciaci贸n y consideraci贸n en pr贸ximas ediciones.
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CRÉDITOS: Especial agradecimiento a los siguientes participantes que aportaron sus conocimientos al diseño, desarrollo y estructuración de esta revista digital Docencia Universitaria-Investigación y Tecnología de la Información. Articulistas: - Abg. Eleana Santander - Abg. Victor Pinto - Abg. Rafael Matos - Ing. Dalila Martinez - Ing. Alexis Salazar - Ing. Carlos Aranguren - Ing. Pedro Sanchez Diseñado y publicado en issuu por Rafael Matos. Todos los derechos reservados por sus autores. Trabajo elaborado con fines estrictamente académicos sin fines de lucro.
DOCENCIA UNIVERSITARIA - INVESTIGACIÓN Y TECNOLOGÍA DE LA INFORMACIÓN
CONTENIDO: 1. Aprendizaje Colaborativo en los Entornos Virtuales. 2. Formación e innovación en la Docencia Universitaria del siglo XXI. 3. La Investigación del Docente Una Práctica necesaria para estimular la innovación durante el Proceso de Enseñanza – Aprendizaje. 4. La Ética en el Docente Universitario. 5. La Pedagogía Cognitiva. 6. La Primera Experiencia Docente 7. Importancia del uso de las herramientas tecnológicas en las cátedras relacionadas con la formación del Profesional del Derecho.
La humanidad, desde sus inicios, nuestros antepasados, han construido el proceso de
Aprendizaje Colaborativo en los Entornos Virtuales [ una aproximación hacia su paradigma]
Autor: Carlos Aranguren C Ingeniero Electricista Estudiante del Diplomado de Educación Interactiva a Distancia de la UFT Cohorte VIII
enseñanza-aprendizaje mediante un proceso interactivo por medio del cual los individuos desarrollan los conocimientos y actitudes necesarios para la adaptación e integración a la sociedad y sus entornos. No se trata de transmitir conocimientos, sino promover actitudes reflexivas en los aprendices, apoyando no sólo los aspectos cognitivos, sino desarrollando habilidades intelectuales y prácticas, y actitudes que les permitan participar en la sociedad. La incorporación de las tecnologías a la cotidianidad del hombre ha logrado transformar su visión del mundo de forma vertiginosa, tanto así, que hay cambios radicales en su filosofía de vivir. Ya las distancias no nos separan, las tecnologías nos acercan y nos hacen protagonistas de los eventos sin estar presente físicamente, manejamos la información en segundos, de cualquier parte del planeta, podemos dar detalles personales del evento como solo los que están presentes lo pueden dar. La información se maneja en bit/seg y no en número de hojas de papel, lo que escriba o diga alguien puede estar en nuestras manos en segundos. Todas las ciencias han cambiado, han evolucionado. El hombre actual vive en una constante vorágine tratando de sobrevivir a los cambios incorporados por el avance de las ciencias y su resultados, las nuevas tecnología. La educación no escapa a estos cambios, se cuestionan los paradigmas de enseñanza y aprendizaje. Emergen nuevos paradigmas que luchan por interpretar las nuevas realidades de los enfoques de enseñanza-aprendizaje en la complejidad del proceso de construcción del conocimiento. La evolución de las estrategias de enseñanza-aprendizaje que se establece a través de las nuevas tecnologías, sus herramientas y aplicaciones, plantea un nuevo enfoque que va más allá de la tradicional presencialidad en el aula y mira hacia un nuevo esquema de la virtualidad o de educación a distancia. Este proceso de enseñanza y aprendizaje se centra en la colaboración y el grupo, lo cual significa un cambio de modelo mental
e incluye en la formación a distancia virtual la posibilidad de disponer de recursos altamente orientados a la interacción y al intercambio de ideas y de materiales entre el formador y el alumno, y entre el alumno y sus pares. Conformando así la nueva epistemología que orienta a las comunidades colaborativas en entornos virtuales de saberes dentro y fuera del aula en la educación. No solo por la calidad que deben tener los contenidos, (que en cualquier proceso de enseñanza aprendizaje siempre debe ser un parámetro a medir) sino que las estrategias virtuales de enseñanza deben garantizar el aprendizaje y lograr que el estudiante se coloque a protagonizar el mismo. Me atrevería a decir, que este es uno de los máximos retos de todo docente virtual. Además del uso de todas las facilidades que brinda la tecnología para mediar ese proceso enseñanza aprendizaje, esa relación tutor-tecnología, tutor-alumno, alumno-alumnos, alumnotecnología. Dichas facilidades se caracterizan fundamentalmente por la apropiación social del conocimiento, la interconexión y el crecimiento de la producción y distribución de productos intangibles (ideas, información y relaciones), el manejo de herramientas colaborativas, el proceso de enseñanza con el uso óptimo de las tecnologías de innovación y comunicación. Entonces, estamos inmersos en una realidad tan compleja, dinámica y cambiante que requiere que le prestemos atención, compleja no por la dificultad de la realidad sino por los factores, actores y capacidades involucrados en ellas que podemos ser mejores si tomamos en cuenta a cada uno para el logro de los objetivo que enmarca la excelencia, y que el estudiante sea el protagonista principal de su aprendizaje. Han surgido nuevas alternativas, que permiten la existencia de nuevos esquemas de desarrollo cultural y técnico basado en nuevos modelos de aprendizaje. Hablemos del aprendizaje colaborativo: hablar de aprendizaje colaborativo, debemos hacer referencia a metodologías de aprendizaje que surgen a partir de la colaboración con grupos que comparten espacios de discusión en pro de informarse o de realizar trabajo en equipo. Este tipo de aprendizaje se viene aplicando en las aulas desde los años 70 aunque la gran mayoría de los estudios teóricos relacionados con este campo datan de los años 80 igualmente es importante señalar que el aprendizaje colaborativo ha sido definido desde diversas perspectivas por lo cual, su estudio requiere considerar múltiples enfoques: Panitz (2001), señala que el aprendizaje colaborativo engloba una serie de métodos educativos mediante los cuales se pretende unir los esfuerzos de los alumnos y profesores para trabajar juntos en la tarea de investigar. Por otro lado, (Webb, 2001) señala que el aprendizaje colaborativo es un conjunto de métodos de instrucción y entrenamiento apoyados con tecnología así como estrategias para propiciar el desarrollo de habilidades mixtas (aprendizaje, desarrollo personal y social). (Barriga, 2002) realiza una caracterización del aprendizaje colaborativo, destacando que el mismo se distingue de otros tipos de aprendizaje por la igualdad que debe tener cada individuo en el proceso de aprendizaje y la mutualidad, entendida como la conexión, profundidad y bidirecionalidad que alcance la experiencia, siendo ésta una variable en función del nivel de competitividad existente, la distribución de responsabilidades, la planificación conjunta y el intercambio de roles. De las definiciones anteriores, cabe resaltar lo siguiente, cada miembro del grupo es responsable tanto de su aprendizaje como del resto del grupo que buscan propiciar espacios en los cuales se dé el desarrollo de habilidades individuales y grupales a partir de la de discusión entre los
estudiantes al momento de explorar nuevos conceptos y la existencia de una interdependencia positiva, la interacción, la contribución individual, las habilidades personales y de grupo, representan elementos fundamentales del aprendizaje colaborativo. Comparten la interacción, el intercambio de ideas y conocimientos entre los miembros del grupo. Se espera que participen activamente, que vivan el proceso y se apropien de él. Para (Johnson y Johnson, 1998). "un sistema de interacciones cuidadosamente diseñado que organiza e induce la influencia recíproca entre los integrantes de un equipo. Se desarrolla a través de un proceso gradual en el que cada miembro y todos se sienten mutuamente comprometidos con el aprendizaje de los demás generando una interdependencia positiva que no implique competencia". Estas definiciones, nos aproximan a la teoría de aprendizaje de Lev Semionovich Vygostky (1896-1934) quien es considerado el precursor del constructivismo social. Su teoría plantea que "el aprendizaje no se considere como una actividad individual, sino más bien social". Es decir, el mismo depende y le da mucha relevancia a la interacción social. El estudiante aprende eficazmente cuando lo hace en forma cooperativa, ya que el docente por el hecho de ser experto en su disciplina hace su enseñanza como experto en la materia, lo que para el alumno puede no ser significativo por la forma en que el experto ve lo que está enseñando, por el contrario, los pares son individuos que interpretan lo que escuchan y al comunicar este aprendizaje lo entienden ellos mismos y los que están alrededor de él. Para Vygotsky, el conocimiento es un proceso de interacción entre el sujeto y el medio, pero el medio entendido social y culturalmente. En esta teoría, el aprendizaje tiene una interpretación audaz: Sólo en un contexto social se logra aprendizaje significativo. Es decir, contrario a lo que está implícito en la teoría de Piaget, no es el sistema cognitivo lo que estructura significados, sino la interacción social. El intercambio social genera representaciones interpsicológicas que, eventualmente, se han de transformar en representaciones intrapsicológicas, siendo estas últimas, las estructuras de las que hablaba Piaget. El constructivismo social no niega nada de las suposiciones del constructivismo psicológico, sin embargo considera que está incompleto. Lo que pasa en la mente del individuo es fundamentalmente un reflejo de lo que paso en la interacción social. (Méndez, 2002). El aprendizaje colaborativo busca que el alumno interactúe con los pares y a partir de esa interacción aumente su aprendizaje, es fundamental mencionar que para que esto se logre, los docentes juegan un rol imprescindible ya que se debe llevar a los alumnos a ser responsables de su propio aprendizaje, en otras palabras, las actividades que se planean para que la interacción ocurra deben ser muy bien diseñadas ya que los alumnos por el hecho de ser jóvenes podrían intentar zafarse de un rol o de su parte del trabajo. Las actividades que buscan el aprendizaje cooperativo y colaborativo debe ser planificado de forma rigurosa y anticipada. En la actualidad existe un creciente aumento de la formación tradicional, a distancia, educación continua, entre otras, las cuales permite perfectamente la inserción de estas tecnologías, desarrollando así sistemas de apoyo a los proceso de formación y accediendo ampliar mejores controles de seguimientos, retroalimentación, interacción de cada usuario, manejado bajo una visón de grupo. A este respecto, el aprendizaje colaborativo estimula la comunicación interpersonal, viabiliza el trabajo colaborativo, favorece seguimiento del proceso del grupo a nivel individual y colectivo;
facilita el acceso a información y contenidos de aprendizaje; contribuye con la gestión académico y administrativa. Bibliografía: Eder Buitrago. Trama Epistemológica de Comunidades Colaborativas en Entornos Virtuales para el Aprendizaje en la Educación Universitaria Enrique Ruiz-Velasco Sánchez. El Aprendizaje Colaborativo en Entornos Virtuales: Comunidades que Aprenden en Comunidad. Centro de Estudios sobre la Universidad. Universidad Nacional Autónoma de México El aprendizaje Colaborativo. Compilación de material con fines didácticos http://saiaead.uft.edu.ve/ead/mod/book/tool/print/index.php?id=218835
Formación e innovación en la Docencia Universitaria del siglo XXI Abg. Eleana Santander Ladera En los últimos tiempos empieza a verse la docencia universitaria como un asunto complejo y multidimensional en donde además de la práctica de los años y la duplicación, la comprensión obligada de la disciplina y el conocimiento habitual de las clases se introduce la presión externa de las propias instituciones. Si llevamos esta reflexión al plano del contenido académico, encontramos una idea muy extendida que la universidad no se adecua a las necesidades educativas y sociales del sistema social. Es un tema discutible pero que provoca en algunos estudiantes y profesores un sentimiento de inquietud. Deberíamos ser más conscientes del compromiso social y de la necesidad de revisar los procesos formativos y de romper el modelo de aula cerrada, ya que éste no sólo genera una labor individual sino que ocasiona ciertos problemas de comunicación entre el profesor, e incluso impedir que tenga lugar un fenómeno imprescindible en toda labor profesional como es el intercambio colaborativo de la propia teoría práctica docente y la innovación. Para todo ello el profesor universitario necesita adquirir competencias pedagógicas mediante una formación que contemple la revisión y perfeccionamiento de, el desarrollo y la competencia profesional docente universitario y su reconocimiento por parte de las instituciones a quien se desempeña el rol de docente, la formación de un punto de vista amplio, flexible y bien definido sobre la didáctica de la disciplina en el propio contexto de trabajo, el desarrollo de capacidades y habilidades pedagógicas, así como asumir una flexibilidad o heterodoxia metodológica, el desarrollo de capacidades para establecer una relación positiva hacia los estudiantes y un ambiente formativo, la superación de la falta de comunicación entre el profesor por problemas de competición académica, el trabajar en equipo y de forma colaborativa en los departamentos creando grupos de discusión, reflexión didáctica, revisión crítica de colegas y mejora docente, la implicación individual y colectiva, en procesos de reflexión e investigación sobre los procesos y efectos de la docencia llevada a cabo. Todo esto representa, que deberíamos rechazar en la formación, un profesor universitario reproductor-alienado en sus tareas individuales y potenciar un profesor productor-activo, lo cual implica asumir las tareas docentes con la suficiente competencia y reflexión crítica, ya que sin ella la práctica de la docencia universitaria no puede contar con los elementos personales, críticos y alternativos sino que deberá limitarse a la reproducción de elementos ajenos al profesorado y al alumnado. Para que este cambio sea posible, el profesor universitario va más allá de realizar cursos estándar de formación ha de elaborar propuestas de mejora docente de forma colaborativa en el propio contexto de trabajo.
Las alternativas a una diferente formación pasarían por:
Elaborar proyectos de formación-innovación contextualizados. Reflexionar sobre la docencia, con el apoyo de teorías pedagógicas, para no caer en prácticas reproductoras. Aportar al profesor elementos para su autoformación (experiencias, publicaciones pedagógicas, formación a distancia...). Generar procesos institucionales por parte de las universidades para que el profesorado desarrolle, más allá de los cursos estándar, un conocimiento pedagógico profesional y un pensamiento práctico, es decir, un proceso continuo de formación, un análisis teórico, una adquisición de capacidades, un contraste de ideas, una capacidad creativa de intervención. Elaborar currículos formativos que aporten un conocimiento crítico de la realidad desde la perspectiva psicopedagógica, cultural y práctica de la docencia en la Universidad.
Y por ultimo y no menos importante, sensibilizar y corresponsabilizar al profesor en la importancia de esa formación. Si no existe preocupación de mejora, actitudes positivas institucionales y políticas respecto a la formación, redes de relación para el conocimiento e intercambio de innovaciones didácticas y propuestas alternativas, la formación servirá para muy poco o únicamente para la inhibición o para acreditar algún mérito académico.
EL PRAGMATISMO DEL DOCENTE UNIVERSITARIO En el ámbito actual las exigencias de la dinámica comunicacional y tecnológica que le invade los espacios educativos, crea una reto para el profesor universitario. Por un lado, cuenta con diversas herramientas para ejecutar su labor y por el otro está la exigencia de preparación y actualización en el cúmulo de conocimientos que se generan. Es válido pensar que en este escenario, la conjugación de factores económicos, políticos y sociales, juegan un papel determinante en la función docente. No basta con el qué hacer, sino con el cómo hacerlo y con qué, para abordar las exigencias de un entorno tan afrentado, quizás de allí se genere la gran problemática educativa. EL DOCENTE UNIVERSITARIO: CONTEXTO SOCIAL Y PERSONAL En la actualidad es necesario que el docente aborde con propiedad nuevos paradigmas, apuntando a la visión de educación de calidad y no regirse solo por los contenidos de las asignaturas. En este marco de transformación educativa debe tenerse como norte el desarrollo integral del hombre dentro de una línea bidireccional (alumno-docente), donde los dos ejes utilicen diversas fuentes de información, impulsen acciones de investigación y comprendan los principios del desarrollo integral que les permitan convertirse en miembros activos de la comunidad. El escenario para el docente universitario demandara altos estándares de calidad y competitividad profesional y personal, materializado en conocimiento profundo, habilidades, adecuado perfil de personalidad, destrezas para manejar nuevas tecnologías, proactivos y diligentes, entre otros aspectos. PERFIL PROFESIONAL DEL DOCENTE UNIVERSITARIO Dentro de la aproximación para valorar el desarrollo profesional del docente universitario, está el perfil profesional, que en la actualidad ostenta cualquier educador universitario. Enfoques que conformar el perfil profesional que caracteriza a los educadores, sus comportamientos y sus actitudes hacia la enseñanza se da el conjunto de condiciones personales relacionadas con su nivel investigativo, la divulgación del trabajo, el manejo del quehacer educativo, la calidad en su función, la cooperación y el liderazgo que mantiene en la institución, que atañen al educador como individuo y que entremezcladas, dan forma a la historia profesional de cada docente. En otro enfoque se da la dimensión individual o interpersonal de la carrera asociada al manejo y comprensión de situaciones, la creatividad, la capacidad de relacionarse y el dominio personal en la carrera docente, proporcionan el marco de interpretación necesario que hace inteligible cada trabajo individual. Dentro de esta concepción del perfil profesional del docente se incluyen tres aspectos relevantes: identidad, conocimiento y cultura, que a su vez derivan diversos elementos configurando la personalidad profesional del educador.
La Investigación del Docente Una Práctica necesaria para estimular la innovación durante el Proceso de Enseñanza – Aprendizaje. Autora: Ing. Dalila Martinez Docente. Instituto Universitario Politécnico “Santiago Mariño” Fecha: Julio 2014. La investigación del docente en el proceso educativo, bajo los modelos de enseñanza – aprendizaje, u orientación – aprendizaje, es una práctica necesaria para estimular de manera consciente y activa el desarrollo de conocimientos en los estudiantes. A través de ella, se fundamentan los pilares metodológicos de formación bajo un esquema de ampliación de teorías, concepciones y experiencias que fomentan la búsqueda constante de respuestas ante las interrogantes que surgen en los ambientes educativos de cualquiera de los niveles de formación. La formación educativa es un proceso muy dinámico y complejo, dentro del cual, el docente se plantea objetivos de enseñanzas catedráticas bajo metodologías específicas que persiguen fomentar el aprendizaje de los educandos de manera constructiva, deductiva e inductiva de contenidos programáticos. Es por ello, que el educador debe estar en constante actualización de sus conocimientos, de los contenidos, y de los métodos de enseñanza, como base para lograr mayor efectividad del alcance de los objetivos propuestos. Cabe destacar, que el educando persigue alcanzar el aprendizaje de estos contenidos para su posterior aplicación práctica en los diferentes ambientes de la sociedad. Por lo tanto, la finalidad educativa de ambos actores, con el apoyo de los sistemas educativos, las instituciones y los estados, fomentan la formación de individuos capaces de solucionar problemas de acuerdo a la especialidad profesional en la que se formó. Por esta razón, la búsqueda constante de información sobre los temas de manera metodológica, con la participación de ambos actores, en el proceso investigativo y el apoyo institucional para la promoción y divulgación de los proyectos, hace que las sociedades del conocimiento se nutran cada vez más, aumentando la calidad educativa y el desarrollo de nuevas tendencias en las especialidades. Ahora bien, los aspectos mencionados nos conducen a reafirmar la importancia de la investigación en la praxis docente para fomentar la innovación durante el proceso de enseñanza – aprendizaje. En la medida que los docentes se actualizan, sus estrategias de enseñanzas van incrementando el nivel de experiencias significativas. Se fomenta la generación de ideas, se estimula la investigación activa, además de ampliar las capacidades de generalización, abstracción, inducción, deducción, análisis y síntesis, que se deben poseer para solucionar los problemas y tomar decisiones con un mayor nivel de efectividad. A este respecto, Arbona, H y Aguirre J. (2001), en su artículo sobre la investigación docente, aseguran “que no habrá docencia de calidad, si no se encuentra presente, el uso de la investigación como un elemento que forma parte indisoluble de este proceso”.
Sobre este tema de innovación educativa e investigación, se han realizado en Iberoamérica diferentes Simposios, Conferencias y Foros, a través de los cuales, se han centrado temas de discusión alrededor del tema, La Revista Iberaomericana de Educación, publicó para el año 2001, un artículo de compilaciones realizadas por: Rodríguez J y Bernal E, “Los profesores en contextos de Investigación e innovación”, de los cuales, extraen diversas participaciones de especialistas sobre el tema, algunos de ellos, consideré muy importante referirlos a continuación, citas textuales: -
En Iberoamérica, Tedesco se ha referido recientemente a las nuevas funciones de los docentes: considera que «los análisis de innovaciones educativas han mostrado de forma elocuente que en ellas, una de las condiciones de éxito es, precisamente, el compromiso y la participación activa de los docentes. […] Generalizar la capacidad de innovar es indispensable para evitar que la innovación se concentre en pocos lugares y se convierta en patrimonio de un solo sector» (1995: 171).
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Magendzo, en el Simposio Internacional La investigación como práctica pedagógica, organizado por el Convenio Andrés Bello en 1999, iniciaba su conferencia reconociendo que «la investigación de la práctica pedagógica por parte del docente ha sido planteada en el marco de la investigación cualitativa (Taylor y Bodgan, 1986) y de la investigación-acción participativa (Salazar, 1992) como un modelo de capacitación de profesores tendiente a modificar su rol llevándole desde una postura de reproductor a constructor de conocimiento y en este sentido, haciéndolo más profesional. Se sostiene que el profesor puede y debe elaborar teoría desde su práctica. […] Los docentes pueden dedicarse a elaborar teoría pedagógica a partir de la investigación educativa, eliminando la disociación que tradicionalmente se ha planteado entre teoría y práctica, que deja la primera a los investigadores y la segunda a los profesores cuando se enfrentan a las tareas cotidianas de su labor» (2000: 66).
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En el mismo Simposio, Briones afirmaba que «el profesor de aula debe comprometerse directamente con la investigación que se refiera a su labor como educador. Al respecto, pienso que ese compromiso y acción debería tomar las siguientes formas: a) el profesor reflexivo, la investigación-acción; b) el profesor como usuario de los resultados de la investigación educativa; c) el profesor como investigador individual, es decir, el profesorinvestigador, y d) el profesor como participante en equipos de investigación» (2000: 144145).
Las reflexiones reflejadas en las participaciones anteriormente mencionadas, nos muestra el compromiso que los profesionales docentes, tienen y deben cumplir con un perfil de innovación, que contribuye a fomentar el desarrollo de sus habilidades y competencias académicas para la formación de los individuos. Y se hace necesaria en cualquier nivel educativo, desde la educación inicial, hasta la Educación Superior. Acotando, que cada nivel, con sus requerimientos y exigencias. Los docentes pueden desempeñar diversos roles y a través de actuaciones que combinan sus capacidades de producir, reproducir y contextualizar conocimientos. La forma como se desempeñe logrará impactar sobre la transmisión de conceptos. El docente, puede ser un intelectual que produce conocimientos, un profesor universitario reproductivo, o un docente de educación básica recontextualizador. De acuerdo a estos roles, su capacidad de investigación e innovación puede repercutir en la generación de cambios trascendentales durante su desempeño. Cabe destacar, que esta innovación debe ir acompañada de los cambios que a nivel educativo se fomentan en los países, los sistemas educativos, y los avances tecnológicos.
A este respecto, mencionan Rodríguez y Bernal (2001), que: “Las expectativas de los estudiantes y los nuevos escenarios en los que se desarrolla la práctica docente empujan a cambios en los papeles de los profesores. La función de enseñante, como lo denominan algunos autores, ha dejado de ser el papel central del maestro, quien debe aprender a convivir —y a veces a competir— con los medios de comunicación y con las nuevas tecnologías que han incursionado en las vidas de los jóvenes e inciden en ellas con sus modelos, mensajes y propuestas. Muchas veces los profesores manifiestan extrañeza o aversión a estas ‘realidades virtuales’, posición que abre una inmensa brecha generacional y dificulta el encuentro y la comunicación, fundamentos de cualquier pretensión educativa”.
A través de la documentación de otros enfoques se debe destacar que el docente investigador, también cumple una función en lo que llaman el trabajo colaborativo, para generar intercambios de información, y sus interacciones deben contribuir no solo para su relación docente – alumno, sino que en un sentido más amplio, debe ser miembro activo de los comités de investigación, las comunidades intelectuales, las redes interactivas de intercambios de conocimientos y saberes, entre otros. Esto con la finalidad de diversificar su campo de acción ampliando las posibilidades de la comunicación de nuevos saberes. En este orden de ideas, Fernández J (2001:9-10), en su texto, refleja que la actuación del profesor lo concreta en los siguientes aspectos: “La necesidad del cambio de actitud y de adquirir nuevas competencias profesionales; aplicar de manera práctica la investigación-acción y así mejorar la propia práctica profesional, y por tanto la innovación; el trabajo en equipo, lo que le exige nuevas destrezas sociales,…,la existencia de otros protagonistas (familia, medios de comunicación, otros profesionales, etc.) con los que tiene que relacionarse; la presencia de otros medios, (las nuevas tecnologías) que le permiten liberarse de la rutina, dejar a un lado los planteamientos memorísticos-tradicionales, etc”.
Así pues, el docente debe saber que “formar para innovar equivale a aprender”. Se invita a “capacitar para el autoaprendizaje profesional”. En mi opinión, es mantenerse un paso adelante con las actualizaciones de los contenidos, la mejora continua de los programas, la revisión constante de las estrategias y acciones de enseñanza, la medición de resultados, el desarrollo de las competencias académicas del estudiantado siendo un ejemplo en la investigación de temas y el desarrollo de proyectos de investigación. Conclusiones La capacidad de innovación en la práctica docente, es una competencia que desarrolla en la medida que se capacita y actualiza constantemente sus saberes, mediante la investigación, considerando que los educandos de hoy día, demandan un docente con cualidades de innovación, lo cual es factible lograrlo, siempre y cuando, los docentes internalicen que en cualquiera de los roles desempeñados y del nivel educativo su práctica profesional está dentro de un ciclo más dinámico que va al ritmo de los avances tecnológicos. El docente actual, debe manejarse bajo un ambiente educativo colaborativo, por lo que se hace necesaria la búsqueda constante de información, y el manejo de las tecnologías interactivas.
Las iniciativas de actualización, no sólo es su responsabilidad, sino también de los sistemas educativos y las instituciones, quienes deben dar fuerza y estímulo a la investigación, a la divulgación de las investigaciones, por lo que se asevera que la investigación es la base de todo desarrollo, sin ella, no es posible lograr la innovación. Referencias Utilizadas: -
Humberto V. Arbona Lorenzo; Josefa N. Aguirre García. Artículo: “¿Qué es la Investigación Docente?. Revista Digital - Buenos Aires - Año 7 - N° 42 - Noviembre de 2001. Dirección (URL: http://www.efdeportes.com/efd42/inv.htm
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Rodríguez, José G. y Castañeda Bernal, Elsa “Los Profesores en Contextos de Investigación”. Artículo No. 25. Revista Iberoamericana de Educación. Año 2001. URL: http://www.rieoei.org/rie25a05.htm
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Fernández José Tejeda, “Función Docente y Formación para la Innovación”. (2001). Universidad Autónoma de Barcelona. URL: http://www.um.edu.ar/catedras/claroline/backends/download.php?url=L1NFMjctX0Z1bm Np825fZG9jZW50ZV95X2Zvcm1fcF9sYV9pbm5vdl9UZWphZGFfRmRlel8uLi5QREY=&cidRese t=true&cidReq=FP002
LA ÉTICA EN EL DOCENTE UNIVERSITARIO La formación en valores lleva consigo conducirse adherido al cumplimiento de las normas sociales, profesionales e institucionales previamente establecidas. Cuando se procede en función a estas normas, la convivencia entre los seres humanos se hace más fácil, ya que prevalece el respeto y la armonía. La ética reglamenta las acciones humanas, por medio del comportamiento moral; de manera que una persona ética se desempeña inevitablemente de manera moral. Ambos conceptos, ética y moral, aunque no son sinónimos en su esencia, tienen una amplia relación. Muchas veces, la ética establece normas y pautas de comportamiento, que son puestas en práctica a través de la moral. En este orden de ideas, en el rol profesional de los docentes universitarios de hoy en día, se debe promover el desarrollo de valores positivos y de una autoestima equilibrada. Se debe implementar proyectos, conversatorios y otras actividades encaminadas al logro de estos aspectos. El docente debe actuar en todo momento apegado a las normas éticas de su profesión, ya que este es modelo a seguir por sus discípulos. Del mismo modo se piensa que la ética pedagógica estudia el carácter de la actividad moral del pedagogo y las relaciones morales en el medio pedagógico. Es indiscutible la necesidad de una sólida preparación del docente para impartir clase con calidad, requiriendo además ser guiado por los principios y valores éticos fundamentales en las profesiones. El docente universitario debe ser un profesional con un alto nivel de ética, para desempeñar una función efectiva y que no riña con las normas sociales e institucionales. Es de desear un dialogo interdisciplinar entre los profesores para que en la medida de lo posible, los alumnos no reciban en las asignaturas propias de sus carreras, criterios opuestos a los que se les transmiten en las asignaturas de formación. Esto indica la gran responsabilidad que descansa sobre los docentes del nivel superior, y si la universidad no da seguimiento y monitorea el trabajo de los docentes, puede darse el caso de que los profesores universitarios ejerzan una práctica totalmente fuera de lo establecido ética y profesionalmente.
Para que un docente actúe de manera ética debe estar formado en valores, para que de este modo actúe apegado fielmente a lo establecido por los códigos de ética institucionales. Al entender de Madé (2002) la importancia de que los docentes universitarios estén formados en valores es primordial, ya que según él, estos deben poseer unas actitudes personales inherentes a su función educadora, para alcanzar el éxito profesional. Al decir de González (2005) ¨El profesor universitario ha de ser para sus estudiantes un modelo de actuación personal y profesional, un ejemplo que estimule a sus alumnos en el proceso de su construcción como persona, en el ejercicio de la profesión. Esto implica necesariamente el desarrollo del profesor como persona moral. Para ser modelo hay que ser coherente, tiene que mostrar correspondencia entre lo que dice y hace¨. Si se toma en consideración esta opinión, es de entender que la función del docente conlleva un alto grado de cumplimiento de la ética. El docente debe ser modelo de moral y de persona, ya que en sus manos descansa el compromiso de guía y orientador a un grupo de sujetos que han confiado su sapiencia en él, por lo que no debe defraudarlo; aunque cuente con su auspicio. Si la persona actúa de manera ética, su desempeño es moral. La educación ética y moral se manifiesta en todo el accionar de la persona, no solo en el ámbito laboral o académico, sino también familiar, comunitario y social; todo ámbito donde se despliega. Abg. Víctor Pinto
La Pedagogía Cognitiva La sociedad actual se caracteriza por la generación, desarrollo y difusión del conocimiento. Los cambios humanos son de tal calidad y calibre que han provocado una verdadera revolución científ ica y social sólo comparable para algunos, incluso, superior- a las previas revoluciones industriales. Si cada estado de cosas requiere un tipo de pedagogía, una escuela, ¿qué tipo de pedagogía requieren los tiempos actuales? Sin duda la Pedagogía Cognitiva es una de las más importantes, su meta educativa es que el estudiante acceda progresiva y secuencialmente a la etapa superior del desarrollo intelectual, mediante la actividad y construcción propia de conocimiento partiendo en sus conceptos, necesidades y condiciones. El docente debe crear un ambiente estimulante de experiencias que faciliten en el estudiante el acceso a las estructuras cognitivas de la etapa inmediatamente superior. El contenido en dichas experiencias es secundario, no importa que el estudiante lo domine siempre y cuando contribuya al afianzamiento y desarrollo de sus estructuras mentales. Son representantes de estos modelos los pedagogos del movimiento de la Escuela Nueva (María Montesori, John Dewey, Ovidio Decroly), las propuestas de la Pedagogía Cognitiva de Jean Piaget, Ausubel, Novak y las tendencias del Constructivismo Humano. Las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner, La Inteligencia Emocional de Goleman y la Pedagogía Conceptual de los hermanos Zubiría. Por último, Enseñar, para un profesor Cognitivista significa, ante todo, formar en los alumnos la capacidad de resolver los problemas prácticos y no dotarlos de conocimientos y contenidos sistemáticos. Un profesor, que promueva tal pensamiento, se transfigura en un trabajador de la cultura, cuyo objetivo está orientado a transformar diversas realidades, mediante la función educativa, la concepción y las praxis del hombre que la época exige. Por: Ing. Pedro Sánchez
La Primera Experiencia Docente
La primera experiencia docente trae una serie de aprendizajes en los profesionales que ejercemos docencia, la mayoría se da cuenta que no era lo que pensaban y hacen ajustes para que en la siguiente clase aparezcan éstos, unos lo hacen en la siguiente jornada y otros no lo realizan por diversas razones que tiene que ver con los procesos de reflexión y porque la recuperación de la jornada careció de una visión autor reflexiva. Para mí como docente este ejercicio me puso en alerta para hacer actividades específicas y dejarles tareas concretas y hasta cierto punto ser prácticos. La planeación es más concreta en cuanto a lo que quieren desarrollar, el proceso de la clase tiene que tener un inicio claro y un cierre que sea capaz de concluir con la recuperación de la actividad, la evaluación tendrá que aparecer con rasgos tangibles y que los estudiantes se sientan incluidos y que sean capaces de determinar junto con el docente su propia evaluación, la de los contenidos y de sus aprendizajes. Me queda claro que la primera experiencia docente es fundamental en lo que será el futuro para los docentes, por lo cual es necesaria la recuperación sistemática de los procesos vividos y juntos: docente y alumno, deberán localizar los puntos medulares a intervenir, las problemáticas, los hallazgos, etc. Una vez realizado ello se habrá que avanzar en los procesos para que los docentes se pongan retos a corto, mediano y largo plazo, que vaya dando cuenta de sus avances y que esto sea permanente en todas las prácticas que desarrollen en las jornadas de observación y práctica. El reto es claro, en la medida que el docente haga conscientes sus acciones es en la medida que las características que irá desarrollando serán más las de un profesional de la educación que las de un simple trabajador de las aulas.
Ing. Alexis Salazar
Importancia del uso de las herramientas tecnológicas en las cátedras relacionadas con la formación del Profesional del Derecho Uno de los usos principales que se asigna a las herramientas tecnológicas hoy en día es sin duda su aplicación a las asignaturas dedicadas a la Informática ya que si bien es cierto que las computadoras se han desarrollado vertiginosamente en cuanto a tecnología, no es menos cierto, que las telecomunicaciones han hecho lo propio. De manera que éstas últimas en cuanto avance se refiere, han impulsado el desarrollo de materias de las llamadas ciencias sociales como podríamos citar el Derecho y de allí la necesidad del estudio de cátedras como Informática Jurídica, en la cual se diferencia con el Derecho Informático y se estudian otros aspectos que no es necesario mencionar por ahora. Si esto es así, con mayor razón, el uso de estas herramientas para asignaturas propias de la computación tradicional y/o emergente como es el caso de la inteligencia artificial con las denominadas redes neuronales, algoritmos genéticos, sistemas expertos, agentes inteligentes, entre otros, puede beneficiarse en lo académico y en la investigativo de estos avances tecnológicos y científicos. Ciertamente, el potencial es asombroso. No se avizora hasta ahora nada parecido en cuanto a sustituir esta manera de trabajar. Incluso, en cuanto al Derecho se refiere, existe un Principio de Neutralidad Tecnológica con el fin de dotar a la norma de adaptación a nuevas tecnologías que emerjan en el tiempo sin tener que comprometer sus principios jurídicos. En conclusión, el uso de las herramientas en las cátedras relacionadas con la Informática en la formación del Abogado, formará en el futuro inmediato a los nuevos profesionales del Derecho para su aplicación más allá del campó meramente académico y le circunscribirá en el uso profesional de las mismas para su desarrollo personal y laboral bien como abogado litigante de libre ejercicio o como abogado bajo relación de dependencia laboral y exclusividad como podría ser un funcionario
público. Sin embargo, quien no se adapte se quedará en la obsolescencia y el ostracismo del neo analfabetismo tecnológico. No es cierto que las herramientas tecnológicas vayan a sustituir al abogado humano. Nada más alejado de la realidad, pues aunque se pueden obtener aproximaciones, no es menos cierto que la ciencia aún no podrá crear un cerebro robótico que emule el 100 % del funcionamiento de nuestro cerebro físico. Sin embargo, ya los avances son significativos en cuanto al reconocimiento sensorial de imágenes y sonidos. De alguna manera, tal como viene sucediendo en España con el programa de las Tic 2.0 donde el profesorado seguirá siendo fundamental a pesar del uso de tales herramientas tecnológicas, me atrevería a afirmar lo propio en cuanto a los Abogados, en el sentido que las herramientas tecnológicas no sustituirán al profesional del Derecho pero sí le ayudarán cada vez más a cumplir sus objetivos académicos, laborales y de investigación. De allí la importancia de prepararnos en el correcto uso de tales herramientas en todas las universidades del mundo tal y como lo estamos haciendo hoy en día. Si usted, como abogado o cualquier otro profesional, no se está preparando, recuerde la importancia de tales herramientas, matricúlese en el próximo curso de su universidad he ingrese a este fascinante mundo de la ciencia y la tecnología al servicio de las academia. Por: Abg. Rafael Matos