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Vive la historia que quieres contar
Mi inicio en las Ciencias Contables, no fue el mejor, elegí la profesión casi por obligación, dado que, por lo menos en Uruguay, es de rápida salida laboral, a diferencia de Economía de mi preferencia. Tenia 17 años cuando comencé la carrera de Contador Público, y un año después de comenzar, mi profesora de costos, Hilda, me recomendó en lo que fue mi primer trabajo como asistente contable en um reconocido sanatorio de la ciudad de Punta del Este, donde trabajé cuatro años.
Ese fue el comienzo de mi vida en las Ciencias Contables. Durante mi primera experiencia laboral entendí que la carrera no consistía sólo en hacer asientos contables, inventarios físicos, compilación de Estados Financieros, y liquidar impuestos, más si, que la contabilidad consistia en una herramienta de tomada de decisiones, justamente lo que me gustaba.
Posteriormente fui seleccionada como asistente para la línea de impuestos, en la oficina local de PriceWaterhouseCoopers – PwC, y unos meses después de comenzar fui transferida a la línea de auditoría en la oficina central ubicada en la capital, Montevideo, donde trabajé durante cuatro años hasta llegar a Senior de Auditoría.
Mi gusto por la economía seguía ahí, despierto. Asi que asumí el riesgo de concursar publicamente para ser asesora de políticas comerciales del Ministerio de Economía y Finanzas del Uruguay, mismo sin haber trabajado jamás com comercio. Felizmente fui seleccionada, durante los cuatro años de trabajo como asesora aprendí cosas fascinantes relacionadas con la economía internacional y de mi país. La interacción en negociaciones comerciales com otros países fue mi aprendizaje principal; siendo una época de crescimento profesional y personal increíble; trabajé com personas inolvidables, que hasta el día de hoy puedo llamar de maestros y amigos.
Más alguna cosa estaba faltando, tenía el deseo de continuar estudiando, era casi um llamado. Por casualidad me enteré de las becas de máster y doctorado que la Organización de Estados Américanos – OEA, estaba ofertando. En un primer momento fue algo como “vamos a intentar”. Son tantas personas postulando esas becas que ser seleccionada es casi imposible. Asi fue, que mismo sin expectativa, en Julio de 2014 comencé el proceso selectivo. Investigué todos los programas disponibles y me interesé por tres, uno de ellos el máster en control gerencial de la Universidade Federal do Parana en Curitiba.
En enero de 2015, la OEA me informa confirma que soy seleccionada como beneficiaria de una de las becas de máster, con início previsto para Marzo del mismo año, en la Universidad Federal do Parana. Detalle, hacía tempo había perdido las esperanzas y estaba embarazada de tres meses. Pueden imaginar el shock que fue recibir aquella noticia, que podía hacer? Entendí de inmediato, que mismo siendo difícil, era una puerta que se estaba abriendo. Ya estaba con veintiocho años de edad, no podía recusar de manera alguna. Afortunadamente, debido a problemas relacionados con las coberturas médicas, la OEA reservo mi lugar para comenzar el año siguiente, cosa que me pareció increíble, una señal más.
Llegamos a Curitiba llenos de miedo, con una bebé de seis meses, ciudad desconocida, lejos de la familia y amigos, sin grandes ahorros, sin casa, praticamente cuatro años sin estudiar, enfrentando un máster. Más Dios sabe de todas las co- sas, todo fue acomodándose de a poco, y hoy en día puedo recordar esos días y decir “que locura”, más que locura linda. Es gratificante continuar creciendo como profesional, es un excelente ejemplo para mi hija de que no existen limitaciones cuando se trata de hacer lo que a uno le gusta.
Hoy día tengo el placer de ser parte de la Universidad Federal do Parana, que me recibió de brazos abiertos, estoy más que agradecida de haber sido seleccionada para caminar en esta Institución con excelente cuerpo humano y docente. Son tantas las puertas que se abren, tantos los cambios, estoy segura que no soy la misma persona que comenzó en marzo de 2016. En este período mejoré como persona y como profesional. Y, estoy segura, que es el comienzo de un largo camino.