4 minute read

Barómetro 2022

En tiempos de guerra la sociedad se adapta

1. Contexto: tras el covid... la guerra

Cuando terminó la profunda crisis del coronavirus, a finales del 2021, la presión sobre nuestro sistema de salud se relajó y las empresas pudieron abrir poco a poco. Recuperamos la libertad y nuestra economía se repuso rápidamente, como dejaba patente el barómetro de 2021. No obstante, desde entonces, estamos una vez más en modo «crisis». La brutal invasión de Ucrania por parte de Rusia ha provocado una onda expansiva en el mundo entero. No solo se ha desencadenado una guerra contra un país soberano, sino que este hecho está teniendo repercusiones en los países europeos. La guerra tiene un fuerte impacto sobre los hogares, sobre el mundo empresarial y sobre las finanzas públicas. Nos obliga a enfocar la energía de una manera distinta y hace que una transición justa sea aún más urgente. Este barómetro intenta ilustrar el impacto de esta crisis y las respuestas formuladas por la FGTB.

1.1

El precio a pagar: la inflación

Últimamente se escucha muy a menudo la palabra «inflación». Desde el verano de 2021, los precios han subido con fuerza. Existen múltiples razones que explican este incremento de los precios en general y de la energía en particular. La reapertura de los comercios tras el confinamiento provocó una avalancha sobre productos y servicios. El aumento de la demanda, unido a los problemas de suministro de las fábricas, causó una subida de los precios. A continuación, Rusia invadió Ucrania, lo que disparó los precios del gas y de la electricidad. A esto se añade una razón que a menudo se olvida: según el Banco Central Europeo, muchas empresas aprovecharon el fin de la pandemia para aumentar sus precios de manera excesiva, lo cual alimentó la inflación.

No obstante, el aumento de los precios se debe esencialmente al incremento de los precios de la energía. Y la principal razón de esto último es la reducción del suministro de gas ruso debido a la guerra en Ucrania. Además, en los mercados financieros se ha producido una especulación masiva. Desde hace varios meses, la inflación energética se va colando en los costes de producción del resto de bienes y servicios. En el siguiente gráfico se observa la contribución de cada tipo de producto a la inflación global de la zona euro. La energía sigue siendo el principal motor de la inflación, pero los productos de alimentación (la escasez de ciertos alimentos) también contribuyen a ella.

CONTRIBUCIÓN A LA INFLACIÓN TOTAL (ZONA EURO)

Energía Servicios Inflación total Alimentación Productos industriales

Fuente: Eurostat (PRC_HICP_CTRB)

Desde mediados de mayo de 2022, los precios del mercado del gas y la electricidad han alcanzado máximos históricos (en el capítulo 4.2 se ofrece una explicación más detallada). El aumento de los precios de la energía se traduce específicamente en facturas anuales más elevadas para el consumidor. El gobierno belga decidió no limitar el precio de la energía, como sí hizo, por ejemplo, Francia.

El gobierno tomó medidas para reducir la factura energética. Las más importantes fueron una prima de calefacción de 100 euros, una prima de fueloil doméstico de 300 euros, una rebaja del IVA al 6% y una ampliación de la tarifa social. La tarifa social es una tarifa energética reducida aplicable a algunas personas: beneficiarios de ayudas sociales y beneficiarios de la intervención mejorada (BIM). Como puede verse en el gráfico siguiente, la tarifa social constituye una ventaja muy importante para las rentas más bajas. La FGTB ha defendido la ampliación y mantenimiento del sistema actual. Por desgracia, para una parte de las situaciones de BIM, esta tarifa no se concede automáticamente. El porcentaje de personas que no disfrutan de las ayudas a pesar de tener derecho a ellas es elevado.

Parece que estamos atrapados en una situación de inflación energética elevada, pero las tornas pueden cambiar rápidamente. La Oficina de Planificación prevé que durante el transcurso de 2023 volveremos a unos niveles de inflación «más normales».

La Inflaci N Se Ralentiza Hasta El Verano Pr Ximo

Índice Salud (base 2013) Índice de precios de consumo (base 2013)

Fuente: Oficina de Planificación, 2022.

1.2 Los hogares están sumidos en la precariedad energética

El aumento de los precios tiene un impacto relativamente mayor en el presupuesto de los hogares con ingresos más bajos. Cuando más del 10 % del presupuesto se dedica a gastos de energía, se habla de «precariedad energética». En su conjunto, el 25 % de las rentas más bajas gasta más del 10 % de su presupuesto en energía. Por ello, la inflación actual genera un impacto desastroso en sus ingresos disponibles. Rentas

Las personas con rentas más bajas suelen ser inquilinos. Las viviendas de alquiler tienen peor aislamiento y, por tanto, originan más gastos. Además, se observa que la precariedad energética es relativamente más frecuente en personas solas. Más del 60 % de los hogares en situación de precariedad energética son familias monoparentales, a pesar de que tan solo representan el 35 % del total de los hogares.

Porcentaje del total de hogares en situación de precariedad energética

Porcentaje del total de hogares

Personas solas Parejas sin hijos Familias monoparentales Parejas con hijo(s)

Fuente: Fundación «Roi Baudoin», 2022.

En Bélgica, el porcentaje de población entre los 16 y los 74 años que sufre dificultades o importantes dificultades para llegar a fin de mes ha pasado del 11,7 % en el tercer trimestre de 2021 al 16,1 % en el segundo trimestre de 2022. Si se examina la situación por categoría de ingresos, se observa que las personas con rentas más bajas son aquellas que más dificultades encuentran. Dentro del 20 % de personas con rentas más bajas (primer quintil de renta), al 34,2 % de ellas les resultaba difícil o muy difícil llegar a fin de mes en el segundo trimestre de 2022, frente a un 23,9 % en el tercer trimestre de 2021.

Fuente: Stabel - Seguimiento de las condiciones de vida, 2022.

Estas cifras se concretan más si se añaden las estadísticas de los CPAS. La crisis del coronavirus ha aumentado de manera considerable la vulnerabilidad (financiera) de los hogares y las rentas más bajas han visto cómo sus ahorros se agotaban. A ello viene a sumarse la subida de la factura energética. El número total de solicitantes de ayudas mensuales del CPAS ha aumentado más de un tercio desde el comienzo del año 2020. El aumento de la demanda de ayudas para alimentos es especialmente alarmante.

Este tipo de ayudas suelen destinarse a personas con ingresos profesionales o prestaciones sociales insuficientes. Además, casi 160 000 personas también se ven obligadas a recurrir al CPAS para recibir una renta de integración social.

Beneficiarios De La Renta De Integraci N Social

This article is from: