105.1B.14 Una mirada hacia la carta de Jamaica

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UNA MIRADA HACIA LA CARTA DE JAMAICA Academia de Historia de Cundinamarca, sesión del 5 septembre de 2015 José Asunción Suárez Niño

Anaqueles polvorientos de una antgua biblioteca partcular de la ciudad de Quito que tenía tránsito de generación en generación, guardaban los originales de “La Carta de Jamaica “ o “Contestación de un Americano Meridional a un Caballero de esta Isla”, en abril de 2014, cuyo destnatario era “supuestamente” el súbdito británico don Henry Cullen, personaje que nunca ha sido plenamente identfcado, a excepción del escrito presentado por monseñor Nicolás Navarro en 1954 cuando se desempeñaba como director de la Academia Nacional de Historia de Venezuela, sin pruebas fehacientes, versiones contradictorias, carentes del debido rigor investgatvo. En la tradición oral de mi familia siempre se ha dicho que el destnatario de este maravilloso documento fue don Roberto Bunch Woodside, “El Banquero del Libertador”, casado en segundas nupcias con mi tatarabuela doña Dolores Muts y Amaya, viuda también de su primer matrimonio con el general Luis Perú de la Croix. La carta de Jamaica, independiente de ser un documento polítco de profundo calado, está escrita en un castellano impecable por un caballero de la lengua como lo fue Bolívar, literato que maneja giros idiomátcos de una manera impecable y profunda. Está ideada en un texto breve, de una claridad meridiana y lo más sorprendente: sigue siendo de una actualidad asombrosa dentro de los aconteceres Iberoamericanos. En contraste, podemos aseverar que son muy pocos los colombianos que han tomado el trabajo de leerla y que el desconocimiento sobre el contenido de este pensamiento polítco ,raya en la ignorancia absoluta en colegios y universidades. Base de muchas consttuciones, el pensamiento central se puede resumir en lo que el gran Libertador protocolizó en ella, estando en ruina, exiliado, acusado polítca y militarmente, en un estado depresivo profundo y evitando ser “cazado” por sicarios contratados para acabar con su vida a como diera lugar. Postulado central es la independencia de España y así lo hizo saber a todos aquellos con los que tuvo contacto en la isla de Jamaica; así se lo expresó a Petón cuando a cambio de 300 guerreros, pertrechos y dos o tres barcazas, le prometó abolir la esclavitud y acabar con los largos brazos opresores de la decadente monarquía española que cercenaban la libertad individual y colectva.


Sostene entonces que es necesario un republicanismo consttucional, no Jacobinismo, no monarquía consttucional como la española, porque aquellos a través de los tempos se han acostumbrado a su rey y aún siguen siendo nostálgicos pasivos de alguien que los mande, como sucede hoy después de 45 años con muchos españoles, que añoran el despótco franquismo. Bolívar era un republicano en un concepto pragmátco; la paradoja por los años de 1815 era que el gobierno de aquellos países no se concebía sin la presencia de un rey. El Libertador llama a la unidad contnental, propone conformar una fuerza polítco-militar de tal magnitud, que pudiese contrarrestar el dominio despiadado de las potencias y sus intenciones de expansionismo. Simón Bolívar desafó a un gran imperio que, aunque en decadencia, no se resignaba a perder sus dominios de ultramar; con su antmonarquismo a ultranza y la unidad contnental como base para detener el poder de los reinos extranjeros; su pensamiento sigue siendo la raíz sin la cual no podemos pensar en la verdadera nacionalidad. Parte de lo que somos, de nuestra tradición polítca y del consttucionalismo, se lo debemos al pensamiento del genio Libertador. Hoy 200 años años después, la Carta de Jamaica es de una vigencia abrumadora, profétca: “el resultado de mis cavilaciones sobre la suerte futura de América”. Por eso es de suma importancia volver la mirada al pensamiento bolivariano de aquella época, determinante en los destnos de América. La base de estas refexiones, señalado en el pensamiento del Libertador, se empieza a notar hacia el año 1814, fecha que no fue afortunada para la causa de la independencia. En territorio peninsular, la guerra contra los franceses tratando de expulsar a “Pepe Botellas” llegaba a su fn y en marzo del mismo año retornaba Fernando VII como Rey de España, después de su forzado exilio, mientras que en las Américas, antes y después de la entrada de Boves y sus llaneros en Caracas, Bolívar sufría estruendosas derrotas en la batalla de La Puerta, el 15 de junio, y en Aragua, el 18 de agosto. De inmediato se cuestonó el liderazgo del Genio, quien de paso se vió forzado a refugiarse en Cartagena, con el agravante de las disensiones internas que hacían peligrar la supervivencia de la confederación recién instalada. Bolívar hace intentos tratando en lo posible de soslayar discordias ,insiste en la necesidad de unión para alcanzar la victoria; situación poco afortunada en resultados, que se agrava más con la llegada de España del general Pablo Morillo con un poderoso ejército para recuperar la soberanía en las provincias rebeldes. Fueron estas circunstancias las que obligaron a Bolívar refugiarse en Jamaica, con una idea intrépida: “buscar los auspicios de una nación liberal para que nos brinde su protección”, con nombre propio, Inglaterra. A mediados de mayo de 1815 arriba a Kingston- donde es recibido por el duque de Manchester- en una permanencia que dura hasta el mes de diciembre del mismo año, sorteando un atentado perpetrado por sus enemigos.


Entre los meses de julio y septembre el Libertador construye la base de su pensamiento polítco; conocedor como el que más de sus gentes y sus regiones, se extraña que no haya sido la propia Europa quien hubiese “preparado y ejecutado el proyecto de independencia americana, no solo porque el equilibrio del mundo así lo exige, sino porque éste es el medio legítmo y seguro de adquirirse establecimientos ultramarinos de comercio. La Europa que no se halla agitada por las violentas pasiones de la venganza, ambición y codicia, como la España” (…) ”Esperábamos que naciones cultas se apresuraran a auxiliarnos, para que adquiriésemos un bien cuyas ventajas son recíprocas a entrambos hemisferios”. La Carta de Jamaica contene, asimismo, gran parte de las crítcas hacia el sistema colonial hispano expuestas con anterioridad por distntos precursores como Francisco de Miranda, Antonio Nariño, Caldas, Zea, Torres, Rodríguez-Toríces y otros, sobre la emancipación hispanoamericana. Bolívar muestra su fe en el triunfo fnal de la revolución, aunque no sin grandes sacrifcios en vista de que “la América no estaba preparada para desprenderse de la metrópoli, como súbitamente sucedió por el efecto de las ilegítmas concesiones de Bayona”. Para el Libertador el sistema ideal de gobierno, al menos para la posible unión entre Nueva Granada y Venezuela, “debía imitar el inglés,” con la diferencia de que en lugar del rey, habrá un poder ejecutvo electvo, jamás hereditario, si se quiere república, una Cámara o Senado legislatvo, que en tempestades polítcas se interponga entre las olas populares y los rayos del gobierno, y un cuerpo legislatvo, de libre elección, sin otras restricciones que las de la cámara baja de Inglaterra. El pensamiento más utópico era la pretensión hasta el fnal de sus días en San Pedro Alejandrino ,en el anhelo de lograr una sola nación y “un solo gobierno que confederase los diferentes estados que hayan de formarse”, esto se tornaba imposible en vista de los climas remotos, situaciones diversas, intereses opuestos, individualísimos, dividen a la América”, pese a que tuviese un origen, una lengua, unas costumbres, y una religión común. Ese fue el gran drama de Libertador Bolívar hasta su muerte, la falta de unión entre los propios hispanoamericanos que le impediría completar su gran obra… “expulsar a los españoles y fundar un gobierno libre” y agregaba Bolívar: “Nuestra división no es extraña, porque tal es el distntvo de las guerras civiles” y ¿qué decir de las ambiciones de poder?, ¿qué decir de lo que hoy estamos viviendo en los diferentes países liberados por Bolívar? – ¿Acaso no hemos vivido lo mismo, gobernados por déspotas en diferentes épocas de nuestra Historia? -En pleno siglo XXI todavía seguimos destruyendo consttuciones, irrespetando minorías, amén de gobernantes indignos, nostálgicos de poder que solo desean perpetuidad para seguir aplastando las clases menos favorecidas, desplazándolas y oprimiéndolas con una clara doctrina, al mejor estlo del desaparecido imperio español.


Al fnal de sus días, Bolívar escribió dos cartas premonitorias y signifcatvas; la primera a Juan José Flórez de las cuales extracto algunas frases: “Usted sabe que yo he mandado veinte años, y de ellos no he sacado más que pocos resultados ciertos. La América es ingobernable para nosotros; el que sirve a una revolución ara en el mar”; ”La única cosa que no se puede hacer en América es emigrar”; ”Este país caerá infaliblemente en manos de la multtud desenfrenada para después pasar a tranuelos casi imperceptbles de todos los colores y razas”. Como podemos ver, en estos apartes de la carta, el pesimismo es extremo, pero totalmente profétco: América se llenó de opresores durante todo el siglo XIX, XX y aún del XXI. Y; la otra carta a Rafael Urdaneta el 16 de noviembre de 1830: “Yo lo he visto palpablemente. Y el no habernos compuesto con Santander nos ha perdido a todos”. Por ahí andan un par de “personajes” de la alta polítca colombiana , que según parece, no se han tomado el trabajo de leerla! Para terminar este breve repaso, podemos concluir que Bolívar es la verdadera identdad de nuestras naciones. En la Carta de Jamaica es evidente que ya no había marcha atrás. Su vigencia, a pesar de todo y de todos, seguirá siendo la esperanza latnoamericana. De allí sus premonitorias palabras: “No deseo más que otro alguno, ver formar en América la más grande nación del mundo menos por extensa y riquezas que por su libertad y gloria.” Y, este par de párrafos de su últma proclama: “No aspiro a otra gloria que a la consolidación de Colombia.Todos debéis trabajar por el bien inestmable de la unión: Los pueblos obedeciendo al actual gobierno, para liberarse de la anarquía, los ministros del santuario, dirigiendo sus oraciones al cielo, y los militares empleando la espada en defender las garantas sociales”…. “Si mi muerte contribuye para que cesen los partdos y se consolide la unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro.” Ciento cincuenta y seis años más tarde, el escritor Uruguayo Eduardo Galeano escribió “una segunda Carta de Jamaica” sobre la colonización europea en América hasta nuestros días, desde la colonia entre los siglos XVI y XIX y los estados imperialistas, el Reino Unido y los Estados Unidos desde el siglo XIX en adelante. “Las venas Abiertas de América Latna”, sigue siendo un excelente ensayo, vigente y controversial, así como “La Carta de Jamaica”, verdades incontestables. Bolívar resumió cómo esa ideología medieval llevó a España a tomar caminos inexistentes en el resto de Europa y cómo esta polítca era adversa a la flosofa, ciencia, investgación de la naturaleza , racionalización de la sociedad ,el espíritu del capitalismo y ,por supuesto de la secularización y la tolerancia religiosa.


La Carta de Jamaica es pues el pensamiento de un hombre que creció familiarizándose con el propio pueblo de pobres, esclavos e indígenas de su terruño, con la exuberancia tropical y los arrebatadores paisajes de su suelo .Un hombre que recibió lecciones de varios preceptores y atravesó los círculos señoriales de las decadentes castas opresoras de Venezuela, de México ,España ,Francia y Europa .Alternó y discutó con sabios y encumbrados personajes de la intelectualidad de su tempo y se nutrió de la más alta literatura universal. Se identfcó con las tesis flosófcas y polítcas que promovían los cambios sociales y había visto la represión y la miseria de numerosos pueblos oprimidos. Presenció personalmente la transformación de Napoleón en déspota .Palpó patétcamente los cambios estructurales introducidos por la revolución burguesa en Francia, así como la ruptura de las trabas feudales de la edad media .Se negó a besarle la sandalia al Papa Pío VII en su entrevista en Roma .Conoció a los descendientes directos de Carlos IV, el mismo que pronunciara aquella abominable expresión: ¡”Para nada necesita saber leer un americano .Bástele con reverenciar a Dios y a su representante , el Rey de España!”; le tumbó la gorra a Fernando VII, que era para entonces el Príncipe de Asturias, jugando a la raqueta (Después le tumbaría la corona en el campo de la guerra).Fue testgo de los devaneos de aquella reina que, en su trono de Madrid, cambiaba de amantes como de ropaje .Departó en Europa con revolucionarios de la América Española .Ingresó a la masonería .Debató francamente, con argumentos dentro de los más elitstas tertuliaderos burgueses acerca de Napoleón y la democracia ,de la revolución y la libertad. Asimiló el movimiento de la Ilustración contra el oscurantsmo religioso que embrutece a los hombres y ,en suma ,fue objeto y sujeto de un aprendizaje y captación consciente del mundo y su historia. Por eso la vida de los esclavos ,siervos ,indígenas ,labriegos y demás trabajadores, oprobiosa en extremo ,consttuía el potencial ideológico y revolucionario de su Carta, que era preciso poner en marcha para lograr la victoria .Si bien es cierto que había un abismo de contradicciones de clase entre estos trabajadores explotados, que vivían en la miseria y los patriotas ricos ,también lo es que había que organizarlos ,alcanzar la independencia de España y luego establecer qué pactos sociales se mantenen y cuáles reformas se establecen .Había un mundo por liberar .No existan patrias ,ni repúblicas ,ni fronteras nacionales. Las delimitaciones territoriales eran producto de siglos de colonialismo y el escenario del combate inmenso. Los recursos estaban ahí, pero dispersos y se requería unirlos ,organizarlos, dinamizarlos y ponerlos en marcha .Faltaba ,entonces, una coyuntura y ésta la estaba dando Napoleón con su invasión a España .Por eso sentenciaba en sus charlas con Perou de la Croix :


“ Son los pueblos los que deben escribir sus anales y juzgar a los grandes hombres. Venga, pues, sobre mí el juicio del pueblo colombiano ;es el que yo quiero ,el que apreciaré, el que hará mi gloria” ….”Hay hombres que necesitaban estar solos y bien retrados de todo ruido para poder pensar y meditar; yo pensaba, refexionaba y meditaba en medio de la sociedad, de los placeres, del ruido y de las balas”…¡”soy el genio de la tempestad”!

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