Libro completo mons sanz y la parroquia de corpus christi (1)

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MONSEÑOR FRANCISCO SANZ Y LOS INICIOS DE LA PARROQUIA CORPUS CHRISTI TARAPÍO-NAGUANAGUA -.ESTADO CARABOBO.-

Pbro. Luis Manuel Díaz Individuo de Número de la Academia de Historia del Estado Carabobo


INDICE Dedicatoria Presentación Prólogo A modo de Introducción 1.-El Padre Francisco Sanz antes de llegar a la Diócesis de Valencia……………………… 2.- La llegada a la Diócesis de Valencia…………………………………….……………… 3.-La Erección Canónica de la Iglesia parroquial de Corpus Christi……………………….. 4.- Propiedad de la Iglesia parroquial……………...…………………………...................... 5.- Bendición de la Primera Piedra del nuevo templo parroquial….…………...................... 6.-La construcción e inauguración del templo parroquial……………………...................... 7.-La Santa Visita Pastoral ………………………………………….…................................ 8.-Capilla San Judas Tadeo…………………………………………….…………………… 9.-Capilla Divino Niño ……………………………………………….….………………… 10.-Los grupos parroquiales………………………….……………….…………………… 11.-La Coral de Corpus Christi……………………………………………………………. 12.-El ocaso de un varón virtuoso……………………………………………..................... 13.-Testimonios y recuerdos de los feligreses……………………………………………… Conclusiones: retos para la parroquia………………………………………………………. Anexos: Documentos históricos…………………………………………………………… 1.- Decreto de Erección Canónica de la Parroquia Corpus Christi…………………………. 2.- Nombramiento del Primer Párroco de Corpus Christi……………………...................... 3.- Acta de la Toma Posesión del Primer Párroco de Corpus Christi………………………. 4.- Decreto de Traslado de la Sede Parroquial al Hogar de San Vicente de Paúl………… 5.- Decreto de Incardinación a la Diócesis de Valencia …………………………………… 6.- Acta de Bendición de la nueva Iglesia parroquial y Consagración del Altar…………… 7.- Nombramiento de Capellán de la Policía del Estado Carabobo………………………… 8.- Nombramiento como Miembro de la Comisión de Liturgia……………………………. 9.- Saludo a Su Excia. Revdma. Mons. Ubaldo Calabrese, Nuncio de Su Santidad en Venezuela, con motivo de su visita a la Parroquia Corpus Christi (13 de noviembre de 1979)………………………................................................................................................... 10.- Nombramiento como Miembro del Colegio de Consultores………..………………… 11.- Nombramiento de Prelado de Honor………………………………………………… 12.- Nombramiento de Arcipreste de Valencia Norte……………………………………… 13.- Carta de felicitaciones como Promotor del Óbolo de San Pedro……………………… 14.- Carta de renuncia a la Cura Pastoral…………………………………………………… 15.- Carta del Señor Arzobispo por la renuncia de monseñor Sanz………………………... 16.- Lista de sacerdotes o/y párrocos…………………………………………...................... Fuentes y Bibliografía


PRESENTACIÓN El Pbro. Luis Manuel Díaz, Administrador Parroquial de la parroquia Corpus Christi y autor del presente trabajo de investigación sobre Mons. Francisco Sanz y los inicios de la parroquia, ha tenido la gentileza y la deferencia de solicitarme de escribir unas notas de presentación para su obra histórica de este insigne sacerdote. Conozco al Padre Luis Manuel y sé de su espíritu acucioso para escudriñar el pasado para hacer presente y viva la historia que es el pilar y fundamento del presente para seguir proyectándose en el futuro para las nuevas generaciones. Él siempre ha sentido el hecho de escribir como un deber y una vocación para afianzar los valores, las personas y las instituciones del pasado que son la realidad del presente. Ese sentido del deber él lo traduce en el deseo de hacer perdurar los testimonios, en el presente caso de este insigne y ejemplar sacerdote como lo fue Mons. Francisco Sanz, y las vivencias, como es el caso de plasmar los inicios, con sus sinsabores y logros, de la parroquia de Corpus Christi de la que Mons. Sanz fue durante 23 años su párroco. No pretende el Padre Luis Manuel en erigirse en historiador ni competir con los investigadores del quehacer histórico. Tampoco pretende exhibir unos documentos fríos, fechas, datos u otro tipo de material de archivo. El presente trabajo de investigación con todos los datos que nos brinda es ágil, de fácil y agradable lectura y de una gran sensibilidad por querer dejar plasmado el testimonio fiel de Mons. Sanz. Como historia, todos los datos expuestos son una síntesis certera de la vida y del trabajo de Mons. Sanz, que no pueden catalogarse de simples crónicas ya que en ellas el Padre Luis Manuel junto con la documentación une una emoción honda y estremecida reflexiones pastorales, donde se mezcla el mensaje a transmitir. Algo que merece hacer resaltar y que al autor le faltó en su investigación, es el trabajo de Mons. Sanz en el Tribunal Eclesiástico de la Arquidiócesis de Valencia donde se desempeñó como Notario durante más de diez años.


Todo lo que en esta obra se explicita sobre la tenacidad, la constancia, la dedicación, la organización y el espíritu emprendedor de Mons. Sanz debo admitir y afirmar que lo demostró en su desempeño como Notario del Tribunal. Tuve oportunidad, a mi regreso de Roma donde obtuve la Licenciatura en Derecho Canónico, de trabajar con él durante siete años y allí comprobé el orden, la meticulosidad y cuidado con los documentos del archivo del Tribunal Eclesiástico. Fue Mons. Sanz durante este tiempo un gran maestro para mí ya que siempre llegaba a la misma hora y se metía de lleno a organizar el trabajo de cada día, y apenas yo llegaba comenzábamos el trabajo propio del tribunal como son los interrogatorios o el instruir los expedientes para que los jueces estudien los expedientes para sentencia de las causas. Durante estos años nunca falló, sólo comenzó a fallar cuando la enfermedad no se lo permitió más, hasta que lo llevó al sepulcro. Ciertamente fue muy enriquecedora para el Tribunal esa experiencia que traía de España y Caracas y que el Padre Luis Manuel muy bien lo ha descrito en su trabajo de investigación. En verdad felicito al Padre Luis Manuel Díaz por este trabajo inédito y le deseo que su empeño en hacer conocer la vida y obra de Mons. Sanz a la feligresía de su parroquia sirva para consolidar ese gran deseo de él de crear una Iglesia viva y activa y que fue lo que le impulsó a decir el día de la bendición de la primera piedra del templo: “… comencemos a recorrer el camino duro y comprometido de la construcción… porque todos cuantos comparten nuestras inquietudes y nuestros afanes; y con sus alientos y estímulos nos anima a mirar con confianza el futuro de nuestra parroquia… ”. Gracias Padre Luis Manuel por dejar para la posteridad tan ejemplar y sencilla obra de tan magnífico sacerdote.

Mons. Ricardo J. Guerra G. Vicario Judicial de la Arquidiócesis de Valencia Párroco de Ntra. Sra. de Begoña, Naguanagua


PRÓLOGO

Honrosa pero delicada tarea la que ha puesto en mis manos el Pbro. Luis Manuel Díaz, la de hilvanar unas breves palabras, a manera de pórtico a su valioso trabajo de investigación histórica dedicado a la memoria de un pastor de la Iglesia de Dios: Mons. Francisco Sanz.

El autor de este ensayo biográfico es un joven sacerdote carabobeño, nativo de las cálidas tierras que en época lejana pertenecieron al conde de Tovar y que hoy día ocupa el próspero municipio San Joaquín. Tuve el honor de conocer al Pbro. Luis Manuel Díaz, a través de su hermano gemelo el fraterno amigo Evencio Díaz, destacado profesional de la ingeniería y actual Cronista Oficial de aquella jurisdicción municipal.

El Padre Díaz (como lo identifica su feligresía), diocesano de formación, conjuga su meritoria misión pastoral con la pasión por la investigación histórica, en función de rescatar el pasado con proyección de futuro. Estimo que estamos urgidos de historiar personajes y sucesos que han contribuido a la formación y progreso de nuestros pueblos. De allí que el Padre Díaz cumple también esta importante misión divulgadora.

En orden cronológico, es la quinta obra que publica el Padre Díaz, la tercera, un valioso y documentado volumen (727 pág.) sobre la historia de la Arquidiócesis de Valencia, que vio la luz en el año 2002 y ahora nos presenta este ensayo que ha titulado “Monseñor Francisco Sanz y los inicios de la parroquia Corpus Christi de Naguanagua”.

Tuve, también, el honor y el placer de conocer al personaje estudiado por el Padre Díaz, hacia los años setenta del siglo pasado, cuando ejercía su apostolado en la parroquia Nuestra Señora de Begoña de Naguanagua, lo recuerdo: de mediana estatura, robusto, de pelo cano, de rostro adusto, pero de mirada serena, propia de quienes consagran su vida al servicio de Cristo y a promover la búsqueda de la felicidad y el amor de sus semejantes.


El libro que se presenta es el producto de una profunda investigación histórica, sustentada en la documentación encontrada en los diferentes archivos consultados, de los cuales destacan el Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Valencia y los Archivos Parroquiales de Corpus Christi y Naguanagua, además de un seleccionado material impreso. Estructurado en tres etapas y encuadrado dentro de las normas de la metodología moderna de investigación. Es un texto inédito, de fácil y amena lectura.

Finalmente, los invito a leer este meritorio trabajo del Padre Luis Manuel Díaz, a través del cual podemos conocer la vida y la obra de un celoso pastor nativo de Villatuerta (Navarra) que un día lejano llegó a nuestro país y se quedó entre nosotros, para sembrar semillas de virtud, que pronto germinaron y cuyo fruto es ya un patrimonio tangible e intangible, que no solo engrandece su memoria, sino que es ejemplo y permanencia de la Iglesia de Cristo.

Armando Alcántara Borges Cronista Oficial de Naguanagua Naguanagua, junio de 2008.


A MODO DE INTRODUCCIÓN “El destino humano no es sólo terrestre, sino también celeste, no sólo histórico, sino, además, metafísico, no es sólo humano, sino, a la vez, divino; en definitiva, es, al mismo tiempo, un drama humano y divino” (Berdiaev, 1979: 46).

El famoso pensador español Ortega y Gasset decía, en sus disertaciones filosóficas, que: “la realidad radical soy yo y mi circunstancias” (1979: 80). Así daba lugar a la biografía como realidad histórica del hombre que está insertado en su espacio temporal. Podemos decir, que la vida del hombre está determinada por la realidad radical. Pero, al mismo tiempo, el hombre determina su propia realidad histórica. De ahí, concluía el mismo filósofo, que “tragedia y comedia son justamente las dos mascaras de la historia” (1979:233). En definitiva, como dice el epígrafe del ruso Berdiaev, la vida del hombre es al mismo tiempo “un drama humano y divino”. Esto es lo que he constatado al iniciar la investigación de la vida de monseñor Francisco Sanz, primer párroco de la parroquia de Corpus Christi, con el intento de elaborar una pequeña semblanza. Aquí nos encontramos que la vida humana es un drama que se manifiesta con dos mascaras: tragedia y comedia. Es interesante revisar el diccionario de la Real Academia, y en ella encontramos que la palabra tragedia, en la obra dramática es “una acción de conflictos de apariencia fatal que mueven a compasión y espanto, con el fin de purificar estas pasiones en el espectador y llevarle a considerar el enigma del destino humano, y en la cual la pugna entre libertad y necesidad termina generalmente en un desenlace funesto”. O “suceso de la vida real capaz de suscitar emociones trágicas”. Y la palabra comedia, en la obra dramática, teatral o cinematográfica, es una acción donde “predominan los aspectos placenteros, festivos o humorísticos y cuyo desenlace suele ser feliz”. O “suceso de la vida real, capaz de interesar y de mover a risa”. Todas estas circunstancias de la experiencia humana es la historia que puede y debe estar plasmada en el desarrollo de una biografía. Pues, en ella se refleja las luces y las sombras de la vida humana.


Todo trabajo histórico requiere una minuciosa labor de investigación, por la cual, el historiador debe gozar de tres favores fundamentales al emprender dicha faena: la motivación, la dedicación y el tiempo. El primer factor es como el motor de arranque para iniciar la investigación. Sin ella, cualquier “curiosidad” o inquietud histórica se puede quedar divagando en el mundo de las conjeturas y opiniones. Sin la motivación se pierde el dinamismo de la búsqueda de los hechos en las fuentes documentales, y, por ende, los archivos históricos se nos pueden transformar en un abismo oscuro y sin fondo. Por mi carácter de sacerdote diocesano, siempre me ha llamado la atención, y es lo que me mueve como motivación, conocer los orígenes de las parroquias. Es interesante conocer el cómo y el porqué de la creación de una parroquia. Al llegar a una parroquia lo primero que he tratado de hacer es indagar los antecedentes de la misma, su primer párroco, sus feligreses -aquellos que hicieron posible la construcción del templo- los grupos apostólicos, las cofradías, las luces y las sombras de su devenir histórico. En fin, es darse cuenta de que todos los hechos y circunstancias que vivimos tienen sus antecedentes, y para eso, tenemos que recurrir a la memoria histórica. Ciertamente, que en todas estas inquietudes instan a una dedicación especial al estudio del pasado y un conocimiento del presente. Cada parroquia tiene su propia configuración o sello que imprime su singularidad que dejó su primer párroco fundador y sus colaboradores. Aunque sucedan otros párrocos, la parroquia tiene su propio estilo y manera de introducirse en la realidad pastoral de la diócesis. Estas variables van cambiando, como es normal al transcurrir el tiempo, pero también encontramos que algunas variables permanecen inalterables.

Esta semblanza que pretendo elaborar, con todos los contratiempos que puedo encontrar, tiene la finalidad de presentar la vida de un hombre que sintió el llamado de Dios para ser apóstol de Jesucristo. Su dedicación y entrega al servicio de la Iglesia Católica es un signo más de la manifestación gloriosa de Dios, que guía y sostiene en el Espíritu Santo a esta Iglesia que navega en el ancho mar de la historia. La metodología que vamos utilizar es netamente histórica, sin pretensión de elaborar una positio super virtutibus para ser llevado


a la Congregatio de Causis Sanctorum. El estudio histórico de la vida y obra de monseñor Sanz nos llevaría a conocer los orígenes de la parroquia de Corpus Christi. Las Sagradas Escrituras nos invita “hacer el elogio de los hombres de bien, de la serie de nuestros antepasados” (Eclesiástico 44, 1). Por su fe, son recordados los antiguos: “Por ella (la fe) nuestros antepasados fueron considerados dignos de aprobación” (Hebreos 11, 2). La fe y el bien de un hombre consagrado a Dios estarán siempre en la memoria viva de un pueblo creyente. Este es el objetivo que me prepongo al escribir la vida pastoral de monseñor Sanz, como primer párroco y fundador de la parroquia de Corpus Christi, quien brilló por su fe y por el bien que pudo hacer a sus semejantes. Con razón dice la escritura: “Su recuerdo dura por siempre, su caridad no se olvidará. Sepultados sus cuerpos en paz, vive su fama por generaciones” (Eclesiástico 44, 14-15).

Esta semblanza de monseñor Sanz puede dividirse en tres partes, siguiendo el estilo cronológico: la primera parte, se desarrolla en Europa, que comprende su niñez, su juventud, su vida en el seminario, su ordenación sacerdotal y sus inicios en la vida apostólica. La segunda parte, comprendería su llegada a la arquidiócesis de Caracas y su actividad como educador y párroco. Y finalmente, su llegada a la diócesis de Valencia, como fundador de la parroquia de Corpus de Christi.

El desarrollo de este trabajo arrancaría de esta última parte, pues, como es obvio, tenemos mayor acceso a los archivos parroquiales. El padre Sanz, a los 56 años de edad, llega a la ciudad de Valencia, como cooperador de la parroquia de Nuestra Señora de La Begoña y capellán del Ancianato Hogar San Vicente de Paúl, y luego emprende una nueva etapa de su vida como párroco. En dicha fase, pondrá toda su experiencia sacerdotal para lograr una comunidad más cristiana y más orgánica. Es el período de oro de su total dedicación a la actividad parroquial: construye el templo parroquial y los salones parroquiales, organiza la vida pastoral apoyándose en el equipo de Cursillos, en la Legión de María y en la cofradía del Santísimo Sacramento; atiende a las Hermanitas de los Ancianos Desamparados de San Vicente de Paúl, visita los colegios públicos y privados,


colabora en el Tribunal Eclesiástico como Notario, es nombrado como Arcipreste de la zona del norte de Valencia y Promotor del Óbolo de San Pedro.

El resultado de esta investigación nos llevaría a conocer en gran parte la vida de monseñor Sanz. Pero no toda su vida, ya que se nos hace imposible acudir a Europa o a Caracas para precisar con documentos escritos su trayectoria antes de su llagada a la ciudad de Valencia. Aunque estamos haciendo las diligencias correspondientes, de llamar familiares y amigos, la primera y segunda etapa del biografiado requiere mayor tiempo y dedicación. Sin embargo, el trabajo que se quiere realizar sigue siendo inédito, hasta el momento nadie ha escrito sobre la vida de monseñor Sanz.

El estudio que nos proponemos hacer nos lleva a conocer la vida de un hombre consagrado a Dios al servicio de sus hermanos, los hombre y mujeres que peregrinan como Iglesia, como Pueblo de Dios. Conocer la vida pastoral de monseñor Sanz es conocer los avatares de la vida parroquial de Corpus Christi, y viceversa. Por consiguiente, este trabajo tiene su enfoque en su larga trayectoria de 23 años de vida pastoral a servicio de la Iglesia particular de Valencia.

Los feligreses de la parroquia de Corpus Christi estarán siempre agradecidos por la gran labor evangelizadora realizada por este sacerdote. Asimismo, esta Iglesia que peregrina en Valencia se complace de haber tenido en su fila del clero diocesano a este apóstol, liturgo y músico por antonomasia. Su labor apostólica resplandeció por su fidelidad al magisterio de la Iglesia. Toda su vida sacerdotal, cargada de una vasta experiencia pastoral, manifiesta los signos del Buen Pastor. Su gran legado no es sólo la construcción material del templo, o la casa parroquial o los salones parroquiales, sino su fidelidad a Jesucristo y a su Iglesia.

Este trabajo de investigación tiene su fuente de estudio en los archivos históricos: nos acercamos al Archivo Arquidiocesano de Valencia, y en ella encontramos la carpeta personal de vida de monseñor Sanz: sus nombramientos, cartas, inventarios, partituras… Haciendo una evaluación general es muy poca la documentación que encontramos. No hay información acerca de su trayectoria pastoral en España y en la arquidiócesis de Caracas.


El otro archivo que nos topamos es el de la Iglesia parroquial de Corpus Christi, y en ella localizamos los libros de gobierno, de crónicas, de Actas de la Legión de María y la cofradía del Santísimo Sacramento. El libro de crónicas es bastante interesante ya que fue escrito por el mismo monseñor Sanz; también encontramos cartas, trípticos, programas de fiestas, entre otros documentos. Además de estos archivos, muchas familias vecinas de esta parroquia poseen fotos, recuerdos, videos, que pueden complementar la narración de la vida pastoral de monseñor Sanz. Como ya hemos dicho, la actuación sacerdotal de monseñor Sanz se destaca por su larga trayectoria de 23 de años de vida pastoral. Su personalidad recia y al mismo tiempo llena de bondad será recordada por la feligresía que quiere rendirle un homenaje. Fue un educador excepcional de la nueva generación. Formó a muchos cristianos en la sólida convicción de su fe y en la vida familiar. El celo y el cuidado de la liturgia y el respeto a las normas eclesiásticas lo llevaron a participar activamente en el Sínodo Arquidiocesano de Valencia, que se efectúo en 1986. Su intensa labor pastoral en el Ancianato de San Vicente de Paúl fue un apoyo notable para las Hermanitas de los Desamparados.

Su obra social repercutió en toda la comunidad parroquial, ocupándose de las familias más pobres; con el equipo de seglares de Caritas siempre atendió con generosidad a las personas que buscaban la ayuda de una bolsa de comida, impulsando así la campaña “Comparte Tu Pan”. Su proyecto original de los salones parroquiales era fundar un preescolar parroquial para los niños y niñas más pobres de la parroquia. Quería hacer realidad el proyecto de INVECAPI (Instituto Venezolano de Capacitación Profesional de la Iglesia) para capacitar a los jóvenes desocupados, con la creación del Centro de Formación Profesional “Mons. Francisco Sanz”. Este último proyecto sigue siendo vigente por la situación de desempleo que vive actualmente el país. Esperamos retomarlo para la gloria de Dios.

Por consiguiente, esperamos que este pequeño trabajo ayude a despertar en nuestros niños y jóvenes el sentido de pertenencia a esta Iglesia parroquial que aún mantiene la lozanía de su juventud. Sirva pues, este ensayo histórico como un rayito de luz a la


formación e información de todos los feligreses, y así conocer la vida ejemplar de un cristiano, monseñor Sanz, y los orígenes de nuestra parroquia de Corpus Christi. Valga también este estudio histórico de inspiración y fortalecimiento de nuestro compromiso cristiano en un mundo donde nos urge el testimonio fiel a Jesucristo y a su Iglesia.


1.- EL PADRE FRANCISCO SANZ ANTES DE LLEGAR A LA DIÓCESIS VALENCIA

Francisco Sanz Pinillos fue un sacerdote que vivió adornado de muchas virtudes que merece el elogio de esta generación. Su figura sacerdotal, el hombre con sotana, su cabeza blanca y sus ojos penetrados por Dios, testimonian el poder transformador de Jesucristo, a quien lo llamó y llama “a los que él quiso” (Marcos 3, 13). Ya desde la eternidad Dios lo había elegido. Así como se dirigió el Señor al profeta Jeremías: “Antes de formarte en el vientre te elegí, antes de salir del seno materno te consagré y te nombré profeta” (1, 5). Vio la luz de este mundo el 2 de abril de 1917 en un momento triste de la historia europea, convulsionada por la “Gran Guerra” o “Guerra de Guerras”, como se le llamaba antes que comenzara la segunda Guerra Mundial. En ese año, recordamos la discutida mediación que tuvo el Papa Benedicto XV1 con las potencias en guerras en busca de paz y de unidad moral2. No obstante, la personalidad de este Papa sigue siendo atrayente en el estudio del período contemporáneo de la Iglesia universal.

Sanz nació en una pequeña población de España, situada en la provincia de Navarra, País Vasco, llamada Villatuerta3, que no llegaba a 700 habitantes empadronados en aquel tiempo; sus padres don Canuto Sanz y doña Isidora Pinillos de Sanz, les habían sembrado

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Benedicto XV ejerció su pontificado desde el 3 de septiembre de 1914 hasta el 22 de enero de 1922. Su nombre de pila era Giacomo Paolo Battista Della Chiesa. Aunque su pontificado transcurrió durante los años de la guerra, propició la renovación de la Iglesia con la promulgación del nuevo Derecho Canónico, mediante la bula Providentìsima Mater, el 27 de junio de 1917. (Cf. Barrio M., Paredes, J., Ramos-Lissòn D., y Suárez L.; 2005: 480-510). Dice el padre Juan María Laboa (2000), que “los reproches de la parcialidad a favor de los imperios centrales aumentaron cuando, el 1 de agosto de 1917, Benedicto XV ofreció su mediación a todos los beligerantes. Esta discutida intervención se insertaba en el contexto de los diversos sondeos de paz que caracterizaron los primeros meses de 1917, en el momento en que el aparente equilibrio de fuerzan entre los beligerantes parecía hacer cada vez más incierta una solución puramente militar. El papa estaba convencido de que sólo un cese de los combates que no implicara el aniquilamiento de ninguno de los países en lucha ofrecería a Europa la posibilidad de recobrar su unidad moral” (p. 416). 2

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Es interesante el reportaje hecho por el profesor Guillermo Rodríguez André, incomparable amigo de monseñor Sanz, titulado “Villatuerta (Navarra), única en el Mundo” en: El Espectador, Reportaje B/6, Valencia, 12 de agosto de 1994.


en su corazón las semillas de las virtudes humanas y cristianas en el calor de un hogar lleno de paz y de celo por la Iglesia de Cristo. Realizó sus estudios de secundaria en el colegio de los Padres Reparadores Dehonianos -o como mejor conocidos en Venezuela Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús-, en Puerta La Reina, ubicada en la convergencia de las dos rutas europeas del famoso “camino de Santiago”, procedentes una de Roncesvalles (Navarra) y otra de Somport (Huesca).

En su familia encontró el amor y la devoción a Jesucristo Sacramentado, la asidua participación a la misa dominical y el testimonio de caridad a los más pobres. Por su cercanía a la Iglesia de Nuestra Señora de La Asunción se le hizo familiar la vida parroquial. La figura del sacerdote movido y servicial de su pueblo quedó grabada en su memoria. En la comunidad parroquial aprendió las primeras nociones de la fe católica. Se destacó por su vocación a la música sacra. A los 15 años, en la flor de la juventud, ingresaba a la congregación de los Dehonianos, atraídos por la espiritualidad del padre francés Juan León Dehón4, fundador de dicha congregación, cuyo carisma estaba centrado en el corazón de Cristo, como símbolo y médula de la infinita bondad de Dios. Después de su Postulantado, realizó su noviciado en Albisola Superiore (Italia) donde cursó también los estudios filosóficos. El 21 de junio de 1932 tomó el hábito religioso.

Tras unos años de preparación en la espiritualidad dehoniana, regresa a su querida patria. Se va encontrar en una circunstancia lamentable de uno de los episodios más triste de las páginas históricas española. El 17 de junio de 1936, se desencadenó un golpe militar contra la república, contando con el apoyo de miembros de las oligarquías agrarias e industriales, entre otros, que llevó a los españoles a la gran tragedia de la Guerra Civil que duró tres años (julio 1936 – marzo 1939). En este conflicto bélico, el más cruel para la historia eclesiástica española, hubo miles de sacerdotes, religiosas y religiosos y seglares

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Nació el 14 de marzo 1843 en La Capella, en Francia, diócesis de Soissons. Ordenado sacerdote el 19 de diciembre 1868, en San Juan de Letrán, en Roma. En 1877 nació la idea de la congregación y el 28 de junio de 1878, fiesta del Corazón de Jesús, en el Colegio de S. Juan, emite sus primeros votos religiosos, como primer Oblato del Corazón de Jesús. Muere en Bruselas el 12 de agosto de 1925.


asesinados por defender su fe católica5. Según las recientes investigaciones, encontramos la espeluznante cifra de mártires y templos destruidos:

La pequeña diócesis valenciana de Segorbe fue materialmente arrasada, y como ella unas cuantas más. En la de Barbastro [Huesca], de 140 sacerdotes al comenzar la Guerra, sólo sobrevivieron 17 y todas las iglesias fueron saqueadas. En la de Toledo los eclesiásticos varones asesinados ascendieron a 281. En Madrid fueron eliminados 30 de cada cien clérigos; en Málaga 48 por cientos… En total en todo el país, y según un recuento que hoy sabemos es incompleto, fueron 13 los obispos muertos, 4.254 los sacerdotes seculares, 2.489 religiosos, 283 religiosas, 249 seminaristas y un número incontable de seglares, casi 5.000 los templos desbastados y muchos los que quedaron inservibles. En la diócesis de Valencia fueron 800 los destruidos totalmente y más de 1.500 parcialmente. En Barcelona fueron dañados todos menos diez; en Almería todos… (Andrés-Gallego, J., Pazos, A.; 1999: 12).

Estos nuevos mártires serán las simientes de la renovación espiritual de la Iglesia española6, por la cual estos testigos fieles ayudarán a florecer la fe en una población secularizada donde predomina el relativismo 7. En medio de esta situación de guerra civil, llena de una crisis social y religiosa, los adeptos al franquismo conformaron la llamada

En 1937, los obispos españoles en carta colectiva, se dirigieron al orbe católico: “Si hoy, colectivamente formulamos nuestro veredicto en la cuestión complejísima de la Guerra de España, es, primero, porque, aun cuando la guerra fueses de carácter político o social, ha sido tan grave su repercusión de orden religioso y ha aparecido tan claro desde sus comienzos que una de las partes beligerantes iba a la eliminación de la religión católica en España, que nosotros, obispos católicos, no podíamos […] calla[r] ante la injusticia”(Citado por Andrés-Gallego, J., Pazos, A., 1999: 11). 6 Los primeros mártires beatificados se realizaron en Roma en el pontificado de Juan Pablo II, el 29 de marzo de 1987: 3 religiosas carmelitas. Luego, 10 años después, el 4 de mayo de 1997, fueron beatificados en la misma ciudad eterna, Florentino Asensio Barroso y Ceferino Giménez Malla, el primero obispo y el segundo seglar, martirizados en Barbastro (Huesca) en 1936: Giménez Malla “el Pelé”, natural de dicha localidad, fue el primer gitano elevado a los altares. El 11 de marzo de 2001 nuevamente Juan Pablo II beatificó a 233 mártires. En el pontificado de Benedicto XVI, el 29 de octubre de 2005, se beatificó a 8 mártires, y recientemente el domingo 28 de octubre de 2007, fueron beatificados 498, entre ellos, dos obispos (de Ciudad Real y Cuenca), 24 sacerdotes diocesanos, 462 miembros de Institutos de Vida Consagrada, un diácono, un subdiácono, un seminarista y siete laicos. 5

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El tema del relativismo es uno de los males de nuestro tiempo, según el Papa Benedicto XVI en la sociedad contemporánea: «Tener una fe clara, según el Credo de la Iglesia, es etiquetado con frecuencia como fundamentalismo. Mientras que el relativismo, es decir, el dejarse llevar “zarandear por cualquier viento de doctrina”, parece ser la única actitud que está de moda. Se va constituyendo una dictadura del relativismo que no reconoce nada como definitivo y que sólo deja como última medida el propio yo y sus ganas».


“Cruzada Nacional”8. Era una corriente liberadora falangista y nacional-católica contra la influencia del marxismo-materialista. La explosión social llevó en algunos grupos radicales de la izquierda a una persecución religiosa. Y otro grupo derechista, concibieron dicha situación como una guerra salvadora, o como escribía el obispo de Salamanca, el 30 de septiembre de 1936, ante la tragedia de la guerra: “Ya no se ha tratado de una guerra civil, sino de una cruzada por la religión y por la patria y por la civilización” (Andrés-Gallego, J., Pazos, A.; 1999: 26). En ese contexto histórico, el joven Sanz ingresa en la fila del ejército de la “Cruzada Nacional”, como la mayoría de los jóvenes de la Acción Católica española. En 1938 se encontraba en Pamplona prestando servicios sanitarios y burocráticos.

Esta experiencia de una Iglesia perseguida y salpicada por la sangre de los mártires, se irá fraguando en él el carácter recio de su vocación sacerdotal y de su talante misionero por la causa de Cristo y de su Iglesia. En 1939, cuando la Iglesia y toda la sociedad española emprendían su reconstrucción y reconciliación, inicia sus estudios teológicos en el Seminario Mayor Pontificio de Valencia (España), donde encuentra una diócesis devastada y empobrecida por la guerra civil.

Su formación teológica, una preparación académica casuística tridentina, lo ayudará a tener una aguda inteligencia de Dios y de su Iglesia, y con la ayuda de la piedad y devoción al ministerio sagrado que iba a recibir, ponían las bases de una fe sólida en el seguimiento a Jesucristo. Al culminar brillantemente dichos estudios, llega el momento más esperado de su vida: la ordenación sacerdotal. A los 25 años de edad recibe la consagración presbiteral, el 5 de julio de 1942. Inmediatamente, se le confía el oficio de párroco en tres pequeños pueblos de la provincia de Cuenca. Después de una intensa labor parroquial, sus superiores lo llaman a trabajar en el campo de la educación y es nombrado vice-superior y administrador del colegio de los Padre Reparadores, en 1946. Duró muy poco en ese cargo,

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«La propia palabra cruzada era de uso ordinario, ligeramente culto, en 1936, sobre todo en tres acepciones: una, la de empresa altruista y reconstructora en general: “¡Todos a una en la Cruzada contrarrevolucionaria!” Otra, la de guerra salvadora sin más y, la tercera, la propia de una guerra específicamente religiosa. Franco y los generales la emplearon desde el verano mismo de 1936 en la segunda acepción» (Andrés-Gallego, J., Pazos, A.; 1999: 25).


ya que en 1947 era nombrado Ecónomo Provincial en la recién erigida provincia española. Ya en 1949, nuevamente vuelve al campo de la educación al ser nombrado director de los Ramales de la Victoria, en Santander, donde fundó la coral Santa Cecilia, en la cual se destacó por su maestría y conocimiento por la música clásica.

Pronto comienza nuevamente a florecer en él la inquietud misionera de ir a otras tierras. El 25 de agosto de 1955 salía de Bilbao rumbo a la ciudad de Caracas. Era el segundo viaje que hacían los religiosos dehonianos a tierra venezolana. A los 38 años de edad llega a esta tierra de gracia y bendita, y viene con muchas ilusiones y dispuesto a compartir su experiencia de fe. En ese entonces, acababa de fallecer el arzobispo de aquella ciudad, el excelentísimo monseñor Lucas Guillermo Castillo, “un auténtico hombre de Dios, un apóstol por su caridad y humildad, un cumplidor del deber hasta el sacrificio” (Maradei, C.; 1978: 135). También su sucesor será un hombre de Dios, Mons. Rafael Ignacio Arias Blanco, el apóstol de la democracia. A la muerte de monseñor Castillo, automáticamente monseñor Arias Blanco se convirtió el 9 de septiembre de 1955, en el undécimo arzobispo de Caracas. En ese mes llegaba al padre Sanz para reforzar el pequeño grupo de sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús que venían a quedarse y expandirse por todo el territorio venezolano.

En esa fecha, el área metropolitana de Caracas tenía 693.896 habitantes. Dicha ciudad se encontraba en su punto de ebullición del crecimiento vertiginoso de la población. Además, Venezuela estaba viviendo un proceso de formación de su infraestructura vial y comunicacional. Asimismo, un proceso doloroso en la búsqueda de la verdadera democracia. En el aspecto educacional, la Iglesia venía haciendo un cambio a la orientación de la educación católica. Dice el actual arzobispo de Mérida, que “con la llegada a Venezuela del mayor número de sacerdotes diocesanos y de las congregaciones religiosas masculinas y femeninas que vinieron a instalarse a finales de los años 40 y durante toda la década de los 50, lo cual va a cambiar el rostro de la educación católica venezolana” (Porras, B., Mons.; 1995: 38).


Estando en la ciudad de Caracas, el padre Sanz despliega su labor educativa en los colegios San José de Tarbes y Nuestra Señora de Lourdes. Muy pronto fue nombrado párroco de la recién creada parroquia de San Miguel, en la urbanización El Cementerio, cargo que ejerció durante 9 años de fructífera vida pastoral. Durante esos años, inició la construcción del templo parroquial con un proyecto de desarrollo social. Se destacó por la promoción de la catequesis en los barrios y en las escuelas públicas y privadas de su parroquia.

En la solemne bendición de la Primera Piedra del templo de la parroquia de San Miguel, presidida por el Excmo. Mons. Jesús María Pellín, obispo auxiliar de la arquidiócesis de Caracas, el 2 de octubre de 1966, el padre Sanz pronunció estas palabras: (…) por este memorable acontecimiento que señala caminos de luz y de esperanza al futuro glorioso de nuestra vida parroquial, quedará grabado con caracteres imborrables en los anales de la historia de nuestra Parroquia San Miguel Arcángel. Nos hallamos reunidos alrededor de una piedra, circunstancia que no tendría transcendencia alguna, a no ser por lo que esta piedra significa. Esta piedra es la PRIMERA PIEDRA Templo dedicado a San Miguel Arcángel. Hoy es día de fiesta en nuestra parroquia. Hoy es un día de júbilo para todos los que formamos esta gran familia espiritual que se llama la parroquia San Miguel. Hoy es día de fiesta y la alegría se refleja espontánea en nuestros semblantes y de alegría nos habla esta concentración tan numerosas que desean anhelante, presenciar la bendición de esta Piedra que marca el camino por donde han de seguir la segunda, la tercera y todas las que hagan falta. (…). Hoy es día de júbilo y de alegría, pero al mismo tiempo es día también de mayores compromisos y de severas responsabilidades. Esta Piedra bendecida y el pergamino que recordará a la posteridad en este día, dos de octubre de 1966, se echaron los cimientos de un nuevo Templo destinado a dar culto a Dios y dedicado a la devoción de San Miguel Arcángel, no pueden, no deben quedar sepultados en el olvido frío y solitario de las entrañas de esta tierra. Esta Piedra debe ser el recuerdo, que llamando con insistencia a nuestra conciencia cristiana de hijos de esta parroquia, nos recuerde en todo momento la obligación que tenemos por delante, obligación que nos promete a cada uno de nosotros en particular y a todos en general, porque compromete la unión de todos y los esfuerzos de todos, compromiso que durará hasta que no veamos erguida y esbelta la torre de nuestro campanario desafiar las nubes del cielo y hasta que no veamos terminada con toda su majestuosidad la amplia y suntuosa bóveda que nos albergue a todos en una oración común de acción de gracias a nuestro Dios, por el feliz término de nuestra obra (La Religión, 5 de octubre de 1966).


Con todo este entusiasmo, el padre Sanz iniciaba otro reto apost贸lico. Ya era habitual en 茅l su entrega y su disposici贸n para llevar a cabo la obra de Dios. Esta nueva experiencia lo preparaba para crear la futura parroquia de Corpus Christi.




2.- LA LLEGADA A LA DIÒCESIS DE VALENCIA No sabemos los motivos que movieron al padre Sanz de trasladarse a la diócesis de Valencia. Pero si sabemos, que, por el voto de obediencia, tenía un corazón disponible a las necesidades pastorales que planteaba la congregación a la que pertenecía. Cuando llega a la diócesis, ya la Iglesia valentina tenía 46 años de fundada. El cuarto obispo, Mons. José Alí Lebrún Moratinos (1962-1972), lo había nombrado Capellán de la Casa Hogar de San Vicente de Paúl, el 6 de agosto de 1968. Con este nombramiento, podemos conjeturar que ya estaba en su mente su incorporación al clero secular de Valencia. Desde Pamplona, España, el padre Sanz escribe una carta a monseñor Lebrún, con fecha 18 de julio de 1970:

Mi estimado Sr. obispo: Desde Pamplona le envío un cordial saludo. Hace un mes que embarque en La Guaira. Después de un viaje de 15 días y un tanto accidentado llegué a Vigo. Estos días lo he aprovechado para visitar a mis familiares que se han alegrado con mi llegada a España. El viaje fue lento debido al fuerte y frío viento que soplaba de proa. Me acordé mucho del buen clima de Valencia. La próxima semana viajaré a Madrid. Siguiendo sus fraternales consejos quiero hablar y solucionar nuestra situación en Valencia y mi problema personal (…) (Carpeta del Clero, 1966).

En el elenco del clero secular y regular de la diócesis de Valencia para el año 1970, el padre Sanz todavía aparecía como religioso del Sagrado Corazón de Jesús, ejerciendo el cargo de Vicario Cooperador de la parroquia de Nuestra Señora de Begoña de Naguanagua y Capellán de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, en la Casa Hogar de San Vicente de Paúl. A partir de la toma de posesión del padre Marcelino Armendáriz de la parroquia mencionada, el 14 de noviembre de 1971, cesa las funciones de vicario del padre Sanz. Comenta el padre Armendáriz:

De acuerdo con el Sr. obispo prescindí del coadjutor P. Francisco Sanz, excelente sacerdote, por considerar que en estos momentos para el ministerio como tal no era necesario y podía él dedicarse a preparar el terreno para la construcción de una Iglesia en vistas a dividir la parroquia en momento oportuno (Libro de gobierno de Naguanagua, Nº 6, folio 218).


Esta era la misión del padre Sanz que le había encomendado el obispo Mons. Lebrún: “Preparar el terreno para la construcción de una Iglesia”. Con este proyecto, ya el padre Sanz había recibido de la Sacra Congregatio Pro Religiosis Et Institutis Saecularibus la autorización “Experimento” para la futura incardinación a la diócesis de Valencia 9, con fecha 27 marzo de 1971. Al cumplirse los tres años de dicha autorización, Mons. Luis Eduardo Henríquez decretaba la incardinación, el 5 de abril de 1974 (Véase anexos).

Desde su servicio como capellán de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados ponía todos sus anhelos y esperanzas para llevar a acabo tamaño empresa evangelizadora. Ya que no era sólo construir un templo, sino formar una comunidad de fe. Como indica el Catecismo de la Iglesia Católica: La palabra “Iglesia” [“ekklèsia”, del griego “ek-kalein” – “llamar fuera”] significa “convocación”. Designa asambleas del pueblo (cf. Hch 19, 39), en general de carácter religioso. Es el término frecuentemente utilizado en el texto griego del Antiguo Testamento para designar la asamblea del pueblo elegido en la presencia de Dios, sobre todo cuando se trata de la asamblea del Sinaí, en donde Israel recibió la Ley y fue constituido por Dios como su pueblo santo (cf. Ex 19). Dándose a sí misma el nombre de “Iglesia”, la primera comunidad de los que creían en Cristo se reconoce heredera de aquella asamblea. En ella, Dios “convoca” a su Pueblo desde todos los confines de la tierra. El término “Kiriaké”, del que se deriva las palabras “churo” en inglés, y “Kirche” en alemán, significa "la que pertenece al Señor" (751).

Esta era la gran misión que le esperaba al padre Sanz: crear una Iglesia viva y activa. La primera convocatoria era aunar corazones para tener un mismo sentir en el deseo de crear la comunidad parroquial. Calentar los corazones para sentir el llamado de Dios fue al principio su primera tarea, pero como todo comienzo nada es fácil. Sin embargo, cuando se alcanza este fin la gente se va contagiando de alegría y entusiasmo para emprender cualquier proyecto

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La incardinación de los clérigos es la relación jurídica de servicio ministerial que une a un clérigo con una determinada estructura eclesiástica, en este caso con la diócesis de Valencia, concretándose así respecto de ella sus deberes y derechos (Cf. Código Derecho Canónico capítulo VIII, § 2,6)


3.- LA ERECCIÓN CANÓNICA DE LA IGLESIA PARROQUIAL DE CORPUS CHRISTI

Crear un proyecto parroquial no era sólo poner los cimientos materiales, sino además agrupar el mismo anhelo de amor por la obra de Dios. El padre Sanz era consciente de esto y sabía, con palabras del recordado Papa Juan Pablo II, que: Es necesario que todos volvamos a descubrir, por la fe, el verdadero rostro de la parroquia; o sea, el “misterio” mismo de la Iglesia presente y operante en ella. Aunque a veces le falten las personas y los medios necesarios, aunque otras veces se encuentre desperdigada en dilatados territorios o casi perdida en medio de populosos y caóticos barrios modernos, la parroquia no es principalmente una estructura, un territorio, un edificio; ella es la familia de Dios, como una fraternidad animada por el Espíritu de unidad, es una casa de familia, fraterna y acogedora, es la comunidad de los fieles. En definitiva, la parroquia está fundada sobre una realidad teológica, porque ella es una comunidad eucarística (Christifiles laici, 26).

De ahí que la parroquia es más que un lugar físico, es una célula viva de la Iglesia. Es un lugar de encuentro de la familia de Dios para tener una mayor comunión íntima con Jesucristo, Camino, Verdad y Vida. Para esto era necesaria la erección canónica de una parroquia. Cuando utilizamos la palabra erección nos referimos a la fundación de la parroquia, y la palabra canónica significa “que se ajusta al Derecho Canónico”; es decir, se refiere a que está de acuerdo al derecho de la Iglesia Católica. La erección canónica de una parroquia está dada por la firma del decreto del obispo por la cual determina su creación y dispone sus límites. El 20 de julio de 1973 es la fecha de la erección canónica de la parroquia de Corpus Christi (Véase anexos), siendo obispo de Valencia, el excelentísimo monseñor Luis Eduardo Henríquez; y era la primera parroquia creada desde su llegada al obispado, el 6 de enero del mismo año. Y como consta en el acta de toma de posesión (Véase anexos), la parroquia fue erigida en la capilla de san Judas Tadeo, en la urbanización Capremco, como


sede provisional, mientras se construía un templo definitivo; y su primer párroco el padre Francisco Sanz, quien tomó posición canónica el día 29 del mismo mes y año. El 4 de noviembre del mismo año, en atención a un mejor servicio parroquial, oído previamente el parecer de la comunidad de Hermanitas de los Ancianos Desamparados, se trasladó la sede provisional de la parroquia de la capilla de san Judas Tadeo, a la Iglesia de la Casa Hogar San Vicente de Paúl de la Comunidad de las Hermanitas mencionadas (Véase anexos).

En la toma de posesión del primer párroco, el señor obispo estuvo acompañado por monseñor Armando Falcón, Vicario General; monseñor Lucio Esaá, Canciller del obispado de Valencia y párroco de la Catedral de Valencia; y los padres Marcelino Armendáriz, párroco de Naguanagua; Antonio Mogollón, Capellán de las Fuerzas Armadas de Cooperación, y Lucas Ruiz, religioso salesiano. El padre Sanz narra el acto religioso de la siguiente manera:

Después que el Prelado saludó a las autoridades y fieles, hizo su entrada en la capilla de san Judas Tadeo y ocupó el sitial proferente, dándose inicio a la ceremonia religiosa. Mons. Lucio Esaá, Canciller del obispado de Valencia, dio lectura de los decretos de erección de la nueva Parroquia y nombramiento del primer párroco P. Francisco Sanz. Finalizada la lectura de los decretos del Sr. Obispo precedió a dar canónica posesión de su cargo al P. Francisco Sanz de acuerdo al rito prescrito: lo condujo a la sede; le impuso la estola, revisó el sagrario y lo llevó al confesionario. Seguidamente el Sr. Obispo se dirigió a los fieles. Estas fueron las ideas principales expresadas por el Sr. Obispo: la misión específica de la Iglesia es hacer conocer al Padre celestial y a través de ella, conseguir la salvación. La Palabra de Dios es el ministerio fundamental de la vida parroquial, la cual adquiere la máxima explicación de su eficacia en los Sacramentos, fuente y fin de toda actividad parroquial y de una manera especial la Eucaristía. Tuvo además, palabras de confianza en el celo pastoral del nuevo párroco P. Francisco Sanz y exhortó a todos los feligreses a brindarle amplia colaboración… (Libro de Crónicas, folio 6).

Después de la misa solemne, se realizó un acto de recepción en la casa de la familia de los esposos Aguilera, donde se brindó por el éxito de la nueva parroquia; en ese momento, el canciller del obispado de Valencia leyó el acta constitutiva de la toma de posesión. A partir de entonces, comenzaba la vida pastoral del párroco, la cual dejó constancia para la


posteridad que su primer ministerio parroquial lo realizó el 1 de agosto de 1973, al administrar los santos oleos de los enfermos a una ancianita; y el día 19 celebró el primer bautizo en la capilla san Judas Tadeo, y el niño se llamaba Pedro José Sequera. Y el día 25, celebró el primer matrimonio de los novios Narciso Antonio Guevara y Gladis Josefina Sevilla. El 30 de septiembre celebró los primeros oficios de sepultura de la señora Elsisa Molina, en el barrio La Cidra. En la fiesta de san Judas Tadeo, el 28 de octubre, patrono de la capilla de Capremco, hicieron la Primera Comunión 42 niños. Desde el mes de agosto hasta diciembre, hubo 68 bautizos, 16 matrimonios y 5 entierros.

Una de las actividades más meritorias que impulsó el padre Sanz, dado a su experiencia apostólica, fue la realización del censo parroquial, que tenía como finalidad visitar a las familias de la comunidad parroquial, notificándole la creación de la nueva parroquia, y organizar el estado de almas. Dicha actividad se inició el 21 de agosto de 1973, tomando parte el seminarista Eduardo Álvarez y un grupo de jóvenes del Praesidium juvenil de la Legión de María de Naguanagua; entre ellos, Evelyn Boriman, Eaglèn Álvarez, Virginia Corina, Iger Tovar, Ivonne Aguilera, Gregorio Álamo y Tibisay Pinto. Hasta finales de noviembre, se visitaron 2.664 casas.

A los tres meses de haberse creado la parroquia, el señor párroco observaba la escasa participación de los fieles a las misas dominicales, y asimismo, el poco movimiento parroquial (Cf. Libro de Crónicas, folio 12). En la realización del censo parroquial se había constatado que la gran mayoría de las familias ignoraban la existencia de una capilla en la urbanización de Capremco. O que algunos pensaban que la capilla era de uso privado. Por otra parte, se observaba una mayor asistencia de fieles en las misas dominicales en la capilla del Ancianato de San Vicente de Paúl. Ante esta situación que podría obstaculizar el buen desarrollo de la nueva parroquia, el padre Sanz expone al señor obispo la posibilidad de trasladar la sede a la capilla del Ancianato, explicando que se podía dar más facilidad a los fieles en lo que se refiere a la recepción de los sacramentos y vida parroquial. Sin ningún inconveniente, el señor obispo aceptó la sugerencia y propuso que consultara a las Hermanitas del Ancianato sobre la posibilidad de que la Iglesia del Hogar pudiera utilizarse como sede provisional de la parroquia, hasta tanto no se disponga del templo definitivo.


Como hemos señalado, después de las consultas a las Hermanitas del Ancianato y darle el visto bueno del cambio de la sede parroquial, el señor obispo decretó el traslado, el 4 de noviembre de 1973. No obstante, no se le dio cumplimiento hasta pasada las navidades, con el fin de celebrar las tradicionales misas de aguinaldo en Capremco, que estaban pautadas para las 4 de la mañana. En esta preparación de las fiestas navideñas, se nombró una comisión organizadora, cuya experiencia fue un fracaso, según el padre Sanz: “se hicieron programas y a pesar de todo no tuvieron éxito. Faltó unión en el grupo responsable y casi toda la propaganda quedó sin repartir. Hubo días en que la asistencia no pasó de 12 personas, y hasta una madrugada hubo que suspender la misa por falta de asistencia” (Libro de Crónicas, folio 14). Pasada las fiestas navideñas, se hizo público el decreto del señor obispo del traslado de la sede provisional de la Iglesia parroquial a la Casa Hogar de San Vicente de Paúl. Se leyó el decreto en todas las misas dominicales y además se enfatizó, casa por casa, dicha disposición a través de propagandas con el plano de la parroquia y el movimiento administrativo de la misma.

En los inicios de la parroquia, la comunidad va a vivir una profunda renovación espiritual y pastoral. El 23 de mayo 1974, solemnidad de la Ascensión de Nuestro Señor, el Papa Pablo VI hizo la convocatoria del Año Santo. Era un llamado a la reconciliación y renovación espiritual de la Iglesia universal. En la Exhortación Apostólica Gaudete in Domini, promulgada el 9 de mayo de 1975, el papa clausuraba el Año Jubilar con estas palabras: En diversas ocasiones a lo largo de este Año Santo, hemos exhortado al Pueblo de Dios a corresponder con gozosa solicitud a la gracia del Jubileo. Nuestra invitación es esencialmente, como bien sabéis, una llamada a la renovación interior y a la reconciliación en Cristo. Se trata de la salvación de los hombres y de su felicidad en todo su pleno sentido. En el momento en que los cristianos se disponen a celebrar, en el mundo entero, la venida del Espíritu Santo, os invitamos a pedirle el don de la alegría.

Ya a principio del año 1974 se había anunciado la preparación del Año Santo. En ese ambiente espiritual, el párroco Sanz celebraba en la capilla del Ancianato la primera


cuaresma parroquial como preparación de la Semana Mayor. El 27 de febrero, Miércoles de Ceniza, se bendijo y se impuso la ceniza en la misa de 6 ½ de la mañana. A pesar de ser una misa tempranera, hubo una gran participación de fieles. El 5 de abril, Viernes de Concilio, se reunieron las parroquias de la zona norte de Valencia (San José, La Purísima. El Viñedo, El Trigal) en la plaza Bolívar de Naguanagua para realizar la peregrinación al Santuario de la parroquia de Nuestra Señora de La Begoña, con el fin de ganar indulgencia del Año Santo, tal como lo indicada la Carta Pastoral de Mons. Luis Eduardo Henríquez 10. Hubo una misa solemne celebrada por este obispo donde todos los fieles cristianos de la zona norte renovaron su fe en la reconciliación sacramental.

Todas las actividades de la Semana Santa fueron concurridas. Solo en la misa del Domingo de Ramos “se acercaron a la Sagrada Comunión unas 400 personas” (Libro de Crónicas, folio 19). Para el padre Sanz, en comparación a las misas de aguinaldo, concluía que:

el éxito de esta primera Semana Santa fue muy consolador. Fueron muchos los fieles que se acercaron al sacramento de la penitencia, y se repartieron unas 3. 400 comuniones. Todos los actos religiosos contaron con una asistencia muy nutrida de fieles, sobre todo de jóvenes y personas mayores… (Libro de Crónicas, folio 20).

El último domingo de mayo de 1974, en el mes dedicado a la santísima Virgen María, en misa solemne un grupo de 85 niños recibieron la Primera Comunión, gracias a la preparación de los catequistas de la Legión de María. Al mes siguiente, del 2 al 9 de junio, la parroquia recibió por primera vez la grata visita de la imagen de la Virgen del Socorro de Valencia. Esta visita por motivo del Año Santo, se les pedía a los feligreses cuatro condiciones para ganar indulgencia: 1- confesión sacramental, 2- comunión, 3- visitar a la parroquia con motivo de la presencia en ella de la Virgen del Socorro, patrona de Valencia; 4- y rezar por las intenciones del Papa. Las vicisitudes de la llegada de la virgen fueron de esta manera:

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La Carta Pastoral del “Año Santo” tiene como fecha de expedición el 14 de noviembre de 1973.


El domingo 2, en horas de la tarde, un nutrido grupo de feligreses, se reunión en la Iglesia para recibir a la Virgen del Socorro. En procesión y entre cantos marianos fue llevada al altar preparado por las hermanitas del Hogar. Se celebró a continuación la Santa Misa y se explicó al pueblo el motivo de la presencia en nuestra parroquia de la Virgen del Socorro, patrona de la Diócesis. Se leyó el programa y se les motivó a tomar parte de los actos religiosos programados y sobre todo a que se acercaran a los sacramentos de la Penitencia y Comunión para ganar la Indulgencia del Año Santo. El lunes 3, los actos religiosos en torno de la Virgen del Socorro, estuvieron a cargo del liceo Mons. Gregorio Adam. A las 8 de la mañana una representación del liceo de más 600 alumnos con sus profesores se hicieron presente en la Iglesia. Se dio tiempo a oír confesiones, y como ya durante la semana anterior, los profesores explicaron en sus respectivos cursos los fines del Año Santo y el motivo de la visita de la Virgen del Socorro. Con todos los alumnos se acercaron a la Sagrada Comunión. La misa estuvo amenizada con cánticos que interpretaron los mismos alumnos. Le hicieron las preces ordenadas para ganar la indulgencia jubilar. El acto resultó bello emocionante por la cantidad de liceístas que asistieron al acto religioso (…) (Libro de Crónicas, folio 24).

Con esta hermosa visita de la imagen de Nuestra Señora del Socorro, trajo una lluvia de bendiciones a la recién comunidad cristiana que se iba manifestando en la alegría y entusiasmo de toda la feligresía. Ya se venía trabajando en la búsqueda de un lugar indicado para la construcción del templo parroquial. Pero pronto llegaría el día tan esperado para el padre Sanz. En un principio, los terrenos donde actualmente se encuentra la Urb. La Begoña perteneció a la diócesis de Valencia. El tercer obispo, Mons. Gregorio Adam (1937-1961), lo había vendido a la Inversora Naguanagua. Por la calle Los Samanes a mediado de la primera cuadra a la izquierda, viniendo de la avenida 190, había una pequeña capilla que posteriormente fue destruida por la planificación urbanística. En la construcción de esa capilla colaboraron: Trino Pacheco, Villegas y Romayo el portugués. Había un grupo de fieles que dieron vida a esa capilla: como Rosa Aura Pérez y Aura Rodríguez que fundaron las Hijas de María. Y otras: Bermúdez (catequista), Carmen Zavala, Isabel de Veloz, Gregaria de Cabrera, Carmen Santo (Catequista). Todas estas personas verán pronto realizadas su sueño en tener cerca de sus hogares la Casa de Dios.




4.- PROPIEDAD DE LA IGLESIA PARROQUIAL

Con la nueva planificación urbanística de la zona, se construyen las primeras casas en la Urb. La Begoña. En ese sitio se localizará los terrenos para la construcción del futuro templo parroquial. Según consta un documento público de fecha 14 de diciembre de 1971, registrado en la Oficina Subalterna de Registro del Distrito Valencia del Estado Carabobo, bajo el número 27, folios 121 al 124, Protocolo 1°, Tomo 27, la parroquia de Corpus Christi tiene como propiedad un terreno donde se encuentra el templo parroquial, la casa cural y los salones parroquiales. La propiedad del inmueble, que, según se especifica en el documento antes mencionado, está formado por dos lotes de terreno, le viene a la parroquia por concepto de permuta. La diócesis de Valencia, dice el documento, representada por monseñor José Alí Lebrùn, cuarto obispo de Valencia, entregó en propiedad y posesión a Inversora Naguanagua S.A. un lote de terreno constituido por un martillo en forma de trapecio con un área aproximada de 2.000 m². Por su parte la firma Inversora Naguanagua entrega en propiedad y posesión a la diócesis de Valencia dos lotes de terreno así: La parcela destinada a centro social religioso (actualmente la Iglesia y casa parroquial), con una superficie de 1.000, 75 m² dentro de los siguientes linderos y medidas: Norte: en 27 metros lineales con 50 centímetros lineales con calle 192; Sur: en 27 metros lineales con 50 centímetro con Parque Público; Este: en 36 metros lineales con 50 centímetros lineales con la parcela destinada a fines educacionales; Oeste: en 36 metros lineales con 50 centímetros lineales con la parcela 191 y 113 de acuerdo al plano de parcelamiento de la urbanización La Begoña.

La parcela destinada al fin educacional (actualmente los salones parroquiales) con una superficie de 1.003,75 m² dentro de los siguientes linderos y medidas: Norte: en 27 metros lineales con 50 centímetro lineales con calle 192; Sur: en 27 metros lineales con 50 centímetros con Parque Público; Este en 36 metros lineales con 50 centímetros lineales con parcela 102 y 112, de acuerdo al plano de parcelamiento de la urbanización La Begoña; Oeste: en 36 metros lineales con 50 centímetros lineales con la parcela destinada al centro social religioso.


Debemos destacar, que el padre Sanz soñaba transformar ese lugar en un kinder o preescolar y crear unos salones múltiples. El 28 de junio de 1981, se realizó el acto de bendición y colocación de la Primera Piedra, gracias al Club de Leones de Valencia Naguanagua, y conjuntamente con el Club de Leones Valencia “24” de Junio. Pero, el momento más estelar fue el 3 de marzo de 1996 cuando se realizó la inauguración de dichas instalaciones. Estuvo a cargo de la bendición el Obispo Auxiliar de Valencia, Mons. Reinaldo Del Prette. Las palabras de bienvenidas le tocaron a la coordinadora de Caritas parroquial, la señora Gisela de Cacique. También estuvo presente el Coordinador de INVECAPI, el licenciado Leopoldo Fadul Buysse, quien ya estaba en conversación con el padre Sanz para crear el Centro Profesional “Mons. Francisco Sanz”. Las nuevas instalaciones comprendían salón parroquial, oficina de Caritas, salón de reuniones de la Legión de María, consultorio médico y jurídico, y tres aulas amplias para el Centro Profesional.

Las dos parcelas, anteriormente descrita, propiedad de la parroquia de Corpus Christi, constituyen un único inmueble y ocupa una superficie total de 2.007 m² con 50 centímetros cuadrados, dentro de los linderos y medidas: Norte: en 55 metros lineales con calle 192; Sur: en 55 metros lineales con Parque Público; Este: en 36 metros lineales con 50 centímetro lineales con parcelas 102 y 112 de acuerdo al plano de parcelamiento de la urbanización La Begoña; Oeste: en 36 metros lineales con 50 centímetros lineales con las parcelas 101 y 113 de acuerdo al plano de parcelamiento de la mencionada urbanización.

El terreno destinado a la construcción del templo ocupa una superficie de 730 m², de los cuales 511 m² se destinan al templo parroquial, y los restantes 219 m² están destinados a áreas de acceso al templo y jardines. La orientación del templo parroquial es de norte a sur y tiene los siguientes linderos y medidas: Norte: en 20 metros lineales con calle 192; Sur: en 20 metros lineales con Parque Público; Este: en 36 metros lineales con 50 centímetros lineales con las parcelas 102 y 112 de acuerdo al plano de parcelamiento de la urbanización La Begoña; Oeste en 36 metros lineales con 50 centímetros lineales con parcela propiedad de la misma parroquia.


5.- BENDICIÓN DE LA PRIMERA PIEDRA DEL NUEVO TEMPLO PARROQUIAL El 16 de junio de 1974 será otra fecha magna para la historia eclesiástica de Corpus Christi. Ese día, el señor obispo Luis Eduardo Henríquez bendijo solemnemente la Primera Piedra del nuevo templo parroquial. En el marco de las primeras fiestas patronales de la parroquia, el padre Sanz inició una campaña sobre el significado de la ceremonia religiosa que se iba realizar en el terreno destinado a la construcción de la futura sede parroquial de Corpus Christi. Para esto el padre Sanz realizó varias reuniones con algunos fieles quienes se destacan: Los señores Mieses, Carmen y Lucas; Betsy Mieses, Haida de Jiménez, los señores Orozco, los señores Díaz, los señores Machados y los señores Eligio Briceño y Vicente Pérez. El acto se llevó acabo de esta manera:

Muy temprano cada quien estaba en su frente y cumpliendo su cometido. En una caminata con altoparlante el sr. Lucas Mieses recorrió las calles despertando a los feligreses. La música y los cohetes atrajeron al lugar de la ceremonia a centenares de personas. Mientras tanto se iba engalanando el terreno y las hermanitas fueron preparando el altar, quedó primoroso. Mucho antes de la hora programada, centenares de personas ya se estaban congregando en el punto señalado para la recepción del Sr. Obispo. A las 8 de la mañana, llegó su Excia. Revdma. El Sr. Obispo Mons. Luis Eduardo Henríquez acompañado por el P. Antonio Magallón, gran amigo del Padre Francisco y también de la parroquia. El público congregado recibió al Sr. Obispo con una estruendosa ovación (Libro de Crónicas, folio 30). La santa misa se realizó con mucha solemnidad donde se ofrecieron ofrendas y donativos para el Seminario diocesano. En esta ocasión tan especial, recibieron la Primera Comunión 288 niños y niñas de la comunidad. En esta misa solemne, el obispo estuvo acompañado por los padres Antonio Magallón y Lucas Ruiz como diácono. Al terminar la misa, antes de proceder a la bendición de la Primera Piedra, el padre Sanz hizo una alocución sobre el significado de dicha ceremonia, similar a la que hizo en el año 1966 en la arquidiócesis de Caracas: Hoy es día de júbilo y de alegría; al mismo tiempo, es también día de grandes compromisos y de grandes responsabilidades. Esta Piedra bendecida y el


documento que recordará a la posteridad que, hoy, día 16 de junio de 1974, se echaron los cimientos de un nuevo Templo dedicado a dar culto a la Presencia real de Cristo en el Santísimo Sacramento del Altar, no pueden, no deben quedar sepultados en el olvido frío y solitario de las entrañas de la tierra. Esta Piedra bendecida debe ser el clamor que, golpeando incesantemente a nuestra conciencia, nos recuerda, a cada momento, al compromiso que tenemos por delante; compromiso que nos obliga a cada uno de nosotros en particular y a todos en general, porque compromete la unión de todos y los esfuerzos de todos; compromiso que habrá de durar hasta que no veamos la torre de nuestra Iglesia, en toda su esbeltez y elegancia, desafiar las nubes; y a todos nosotros, congregados a las amplias naves de nuestra Iglesia parroquial y unidos en misma oración común, para dar gracias a Dios por el feliz términos de esta obra, que la hemos de construir entre todos y con la colaboración de todos. La doctrina del Cuerpo Místico de Cristo, tan maravillosamente expuesta por el Apóstol San Pablo, parece estar concebida, de manera especial, para este acto. Dice San Pablo: “Porque así como el cuerpo humano es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros, con ser muchos, son un solo cuerpo, así también el cuerpo místico de Cristo”. También nosotros formamos un cuerpo místico: la familia espiritual de la Parroquia de Corpus Christi. Son los mismos ideales los que nos unen; son las mismas ilusiones las que todos abrigamos en nuestros corazones. Por eso, en esta noble empresa que tenemos por delante, construir nuestro templo parroquial, debemos todos trabajar unidos; todos debemos unir nuestros esfuerzos; todos debemos ofrecer nuestra colaboración plena y generosa, porque si el trabajo lo dejamos a uno solo, es fácil que nuestro templo parroquia, nunca lo veamos terminado; por el contrario si todos arrimamos el hombro de nuestra cooperación, la obra se realizará, porque la unión hace la fuerza; y la unión de todas las fuerzas es lo único capaz de llevar a feliz culminación cualquier obra, por difícil que ella sea. Hoy comenzamos a escribir una nueva página en la historia de nuestra Parroquia. De nosotros depende que, lo que en ella se escriba nos llene de gloria, de orgullo y de satisfacción. Por eso este es el momento preciso y oportuno de pedir a todos la más estrecha y entusiasta colaboración; este es el momento de recordar a todos la obligación de colaborar en las obras en la medida de sus esfuerzos; que la obra que se va a realizar es obra de todos y para todos; que todos deben colaborar en todo cuanto se organice para iniciar, continuar y finalizar lo que nos hemos propuesto. Nuestra colaboración entusiasta y generosa y nuestra preocupación para que nuestro Templo parroquial sea, lo antes posible, una realidad, será la mejor forma de demostrar


todo nuestro cariño y aprecio por esta obra que la debemos considerar, desde este preciso momento, como la niña de nuestros ojos. En estos momentos de emoción siento la obligación de dejar pública constancia de mi testimonio sincero de gratitud a nuestro querido Sr. Obispo Mons. Luis Eduardo Henríquez. A su solicitud pastoral debemos el que tengamos la Parroquia Corpus Christi; y a sus palabras de aliento y estímulo y al cariño espacial que siente por esta parroquia debemos la satisfacción que sentimos de poder vivir estos momentos de emoción que señalan el comienzo de las obras que a nosotros nos tocará continuar. Gracias a todos vosotros, mis queridos feligreses. Vuestra presencia aquí, alrededor de nuestro Pastor pone de manifiesto una ilusión, sea muy pronta una realidad. Gratitud sentida y emocionada, en nombre del Sr. Obispo, en nombre mío propio y en nombre de todos vosotros que formáis la familia espiritual de la Parroquia Corpus Christi, a las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, por el inmenso favor que nos están haciendo al poner a nuestra disposición su Iglesia para que sirva de sede provisional de nuestra Parroquia. Gracias a todos los que en este acto tan solemne, sacerdotes, religiosas y amigos, nos honran con su presencia. Gracias a todos cuantos comparten con nosotros nuestras inquietudes y nuestros afanes; y con sus alientos y estímulos nos anima a mirar con confianza el futuro de las obras de nuestra parroquia. Y desde ya, puesta nuestra confianza en dios, comencemos a recorrer el camino duro y comprometido de la construcción de nuestro Templo parroquial. Porque, si bien es cierto lo que el apóstol San Pablo dice: “Ni el que planta es algo ni el que riega, sino Dios que da el crecimiento”, no es menos cierto que no habrá fruto sino se planta y si no se riega. En la mañana de hoy vamos a colocar la Primera Piedra de nuestro Templo parroquial, que es como decir: Hemos plantado; también podemos decir: “Hemos regado”, pues la bendición que dentro de unos momentos impartirá su Excelencia Reverendísima Mons. Luis Eduardo Henríquez, no es otra cosa que el riego espiritual que hará el milagro, que esta Piedra bendecida nos proporcione los medios necesarios y la generosa colaboración de todos para que pronto, muy pronto, tengamos la dicha de ver terminada en tida (sic) su sencillez esplendorosa, nuestra Iglesia parroquial (Archivo parroquial).


Después de estas palabras, llenas de mucho entusiasmo, tomó la palabra Mons. Lucio Esaá y explicó la ceremonia, y leído el pergamino que se iba a enterrar con la Primera Piedra, se procedió a la firma del documento. Luego:

El Sr. Obispo recorrió el terreno rociándolo con agua bendita. Después bendijo la Primera Piedra, colocó el pergamino, enterró la piedra con la ayuda de los técnicos, y dio la primera palada de tierra, acto que se reportaron cantidad de asistentes. El acto de colación de la Primera Piedra fue celebrado con una estruendosa aclamación de aplausos de parte de los centenares de asistentes al acto, que siguieron la ceremonia ordenadamente, a pesar del calor sofocante (Libro de Crónicas, folio 36).

Con esta bendición de la Primera Piedra, el 28 de julio del mismo año, el padre Sanz organizó una rifa a beneficio de la construcción del templo. Pero tuvo que aplazarse dos veces el sorteo, pues el resultado de la venta no fue lo que se esperaba. Fue el 24 de noviembre que se efectuó el sorteo. El 4 de marzo de 1975 se iniciaron las obras de construcción del templo parroquial en su primera etapa que comprende: fundaciones, columnas, vigas principales, correas, cubierta eternit 90 y montaje. Los elementos empleados en esta primera etapa, son elementos prefabricados, suministrados por la compañía ECOVALCA, previo asesoramiento y aprobación por parte de la Dirección de edificio de la zona 5 del MOP. El número total de elementos prefabricados empleados es el siguiente: 10 fundaciones, 10 columnas, 5 vigas principales, 8 vigas canales, 32 correas y 540 m² de cubierta eternit 90.

El presupuesto de las obras ejecutadas en esta primera parte asciende, incluido el montaje, a 67.020 bolívares. El financiamiento se ha hecho con las aportaciones siguientes: Ministerio de Justicia 20.000; Ministerio de Obras Públicas 20.000; Rifa benéfica 13.000; aportaciones particulares 2.000; que hacen un total de 55.000 bolívares que se ha entregado a la compañía ECOVAICA, quedando en deuda 12.020 bolívares. El Padre Sanz escribía: “El año 1976 parece comenzar con perspectivas llenas de ilusión de optimismo para el futuro de las obras de la Iglesia parroquial cuya estructura prefabricada está completamente terminada” (Libro de Crónicas, folio 70). Había recibido un donativo del Sr. gobernador de Carabobo, la cantidad de 35. 000 bolívares para las obras del templo. Las


misas de aguinaldos no se realizaron en la parroquia por estar la sede provisional en el Ancianato. Sin embargo, el padre Sanz escribía un pequeño mensaje navideño de agradecimiento: Navidad es recordarnos y sentirnos todos más cerca. Junto al portal del niño Dios que es Paz y Bien, os tendré a todos presentes en señal de gratitud sentida y obligada por vuestra generosidad e interés con las obras de nuestro Templo parroquial que esperamos sea una realidad en el año 1975. Por otra parte, el padre Sanz asentaba en el libro de las crónicas el resultado de la vida pastoral: Durante el año 1976 se repartieron 39. 900 comuniones. Se administró el viático a 33 enfermos. Fueron asistidos unos 165 enfermos de los cuales 104 recibieron la Sagrada Comunión. Recibieron el sacramento del bautismo 305 niños de los cuales 249 eran legítimos y 56 naturales. Contrajeron matrimonio 74 parejas de las cuales 68 fueron novios y 3 de la santificación de hogar. Hubo 3 entierros. Se administró el sacramento del óleo de los enfermos a 76 enfermos. Se entronizó el Corazón de Jesús en 47 casas, que fueron bendecidas. Hicieron la Primera Comunión 518 niños (Folio 82).

Fueron muchas las dificultades o los inconvenientes que tuvo que enfrentar el padre Sans para recobrar fondos económicos para la construcción del templo, pero nunca dejó de expresar su agradecimiento a los fieles que trabajaban con el mismo ahínco y sacrificio para lograr la casa de Dios. Al año siguiente, se comenzó con el mismo ánimo; y ya el 24 de marzo de 1975, se iniciaba las obras prefabricadas de acuerdo con las posibilidades económicas del momento. El padre Sanz seguía trabajando. El 10 de junio de 1976 se le encomendaba la capellanía del Destacamento Nº 2 de la Policía del Estado Carabobo (Véase anexos). Todas las tareas encomendadas eran nuevas oportunidades para ejercer su ministerio con disciplina y entrega por esta Iglesia diocesana.



6.- LA CONSTRUCCIÒN E INAUGURACIÓN DEL TEMPLO PARROQUIAL Como consta en acta de inauguración del templo parroquial (Véase anexos), el domingo 26 de julio de 1977, el señor arzobispo de Valencia, Luis Eduardo Henríquez, conforme al Ritual Romano para la bendición de las Iglesias y Consagración de los Altares, bendijo solemnemente el nuevo templo parroquial. Fue el momento más esperado por la feligresía de Corpus Christi al ver hecho realidad el lugar de encuentro con Dios, el templo parroquial. Al arzobispo lo acompañaban algunos sacerdotes, entre ellos, el párroco Francisco Sanz, Marcelino Armendáriz, párroco de Nuestra Señora de la Begoña de Naguanagua y el rector del Seminario de Valencia, Reinaldo Del Prette Lissot, actual arzobispo de Valencia. En un inventario realizado el 5 de abril de 197511, encontramos los siguientes datos de la construcción del templo: La primera etapa, como ya indicábamos, está formada de materiales prefabricados: 10 columnas con sus respectivas fundaciones, 5 vigas principales, 8 vigas canales, 32 vigas correas y 540 m² de cubierta eternit canal 90. Las fundaciones prefabricadas están reforzadas con vigas de arrostramiento de 0,20 x 0,40 a todo lo largo del área perimetral del templo. Igualmente se construyeron vigas internas de arrostramiento en sentido norte-sur y este-oeste. En total se construyeron: 167 milímetros de vigas de riostra de 0,40 x 0,30, empleando cabillas de 5/8 y estribos de 1/4 cada 0,25 metros; 20 fundaciones de 1 x 1 x 0,30 para bases de pedestales, empleando cabillas de 3/8 y estribos de 1/4 cada 0,20 metros; 20 pedestales de 0,30 x 0,30 empleando cabillas de 1/2.

Para compensar el espacio excesivo de luz de 8 milímetros existente entre las columnas maestras prefabricadas, tanto de las fachadas laterales como las de la fachada principal y posterior, se procedió a la ejecución de columnas intermedias. Se construyeron en total 17 columnas de 0,20 x 0,20 x 4,30 metros, empleando cabilla de 1/2 y estribos de ¼ cada 0,20 metros. Asimismo, para reforzar y dar más relieve a las fachadas, construidas con ladrillos obra limpia, se procedió a la ejecución de dos vigas de corona, a todo lo largo de las cuatro 11

Dicho inventario está firmado por el párroco Francisco Sanz y dos testigos: Osman Cohen y Rafael Oliveros.


fachadas: una a 4,20 metros de altura y la otra, a 0,90 metros. En total se construyeron 96,85 metros de vigas de corona de 0,20 x 0,20, empleando en su construcción cabilla de ½ y estribos de ¼ cada 0,25 metros.

Las paredes de las fachadas laterales izquierda y derecha y las de la fachada principal y posterior están construidas de ladrillos obra limpia. En las fachadas laterales se han previsto 5 espacios, en cada uno, donde se colocaron una pintura de vitrales con motivos eucarísticos y alguna imagen de la devoción popular. Los espacios libres entre la viga de corona y viga de canal (esta última prefabricada) se han utilizado para dar ventilación a la Iglesia, los marcos de los ventanales son de hierros, con sus correspondientes divisiones; unas fijas y otras, basculantes; separados por módulos de ladrillos obra limpia. Para estos ventanales se emplearon plásticos de diversos colores que proporcionan al conjunto, dentro de su sencillez, un aspecto agradable de luz y de vistosidad.

El templo parroquial, en su plano estructural, tiene una sola nave con dos espacios definidos: uno destinado al presbiterio y el otro a la asamblea, con una diferencia de 0,15 metros de desnivel, el uno sobre el otro. El presbiterio, en su parte central, ocupa un área de 68,80 m² (8,60 x 8 metros) y los espacios laterales, destinados, el de la derecha a la capilla del baptisterio, un área de 11,20 m² (3,50 x 3,20 metros). El nivel del presbiterio está elevado 0,15 metros sobre el nivel de la asamblea. En el centro del presbiterio se ha construido una plataforma de granito de 4 x 3,10 m²; y en el centro de ésta una segunda de 2,50 x 0,35 x 0,15, desde donde arrancan las columnas que sostienen la mesa del altar mayor. La sede está ubicada en la parte posterior del presbiterio. Consta de dos niveles: el inferior de 3,50 x 1,55 x 0,15; y el superior, destinado a la sede propiamente dicha, de 2,60 x 1,25 x 0,15 metros.

Existe una imagen de Cristo en la Cruz presidiendo la asamblea, y en todo el centro de la pared principal del presbiterio. La imagen es de escayola, de tiempo colonial. Fue una donación del obispo Mons. Henríquez. Dicha imagen está montada sobre un madero de 2, 50 x 1,70 metros y en su parte posterior se ha hecho la instalación de luz fluorescente para que proyecte la silueta en la pared.


A la derecha y a la izquierda del presbiterio, pero formando un solo conjunto, se ha ubicado dos capillas: la de la derecha, para la reserva del Santísimo Sacramento; y la de la izquierda, para la administración del Sacramento del Santo Bautismo. La capilla del Santísimo Sacramento está decorada con un motivo, no definido, trabajo en madera, que remata con unos rayos de material formica sobre un fondo de pared frisado con artigrano, color verde oscuro, salpicado con granos blancos del mismo material. En todo el centro de la decoración de madera de destaca el Sagrario donde se reserva el Santísimo Sacramento. Por otra parte, la capilla del baptisterio está decorado con motivos propios, como símbolos de Sacramento: el mundo; el triángulo, símbolo de la Santísima Trinidad; la Cruz y el Espíritu Santo en forma de paloma. Todos estos símbolos están trabajados en formica, sobre un fondo blanco también del mismo material y con un fondo general de una pared, frisada en artigrano, de color verde oscuro, salpicado de granos blancos de granito. En esta misma capilla se colocó una imagen de la Virgen de la Milagrosa.

El espacio destinado a la asamblea ocupa un lugar aproximado a los 380 m². La descripción del pavimento es la siguiente: Para dar más consistencia y solidez al piso, además de las vigas de arrostramiento, lleva una capa de tierra compactada a mano y sobre ella 0,10 metros de cemento con malla truckson de 6 x 6. Sobre este piso se construyó el pavimento definitivo de granito. El granito del pavimento del presbiterio es de color granate, cortado por una franja de granito, color negro, de 0,25 metros de ancho, a todo su alrededor, en su parte anterior. El pavimento de la sede es de color gris; y el de la asamblea es también de color gris, excepto los pasillos de acceso a los asientos, que son de color negro, al igual que la franja que rodea toda la asamblea. El color del granito del pasillo central es granate, con dibujos simbólicos, construidos con granito en diversos colores.

La Iglesia tiene solamente dos altares: uno, el altar mayor, está colocado en el centro del presbiterio, sobre dos plataformas: la mayor de 4 x 3, 10 x 0,15 metros; la más pequeña, de 2, 50 x 0,85 x 0,15 metros. La mesa del altar es de granito. Sus dimensiones son: 2.50 x 1 metro; y está colada sobre dos columnas de cemento obra limpia. En su sepulcro se guarda


las reliquias de santa Martina12, mártir y de santo Toribio de Mogrovejo 13, obispo. El otro altar está situado en la capilla del Santísimo y separado de la pared, para poder celebrar de cara a la asamblea. La mesa del altar es de granito, en cuyo centro se ha colocado el ara de altar. Esta mesa está colocada sobre dos columnas de ladrillo, obra limpia.

El acceso a la Iglesia está previsto a través de tres puertas principales: dos de ellas, colocadas en las fachadas este y oeste; y la tercera, en la fachada principal: la fachada sur. Sus dimensiones son 3 x 2,20 metros. El material de las puertas es de hierro. Son de dos hojas cada una; y en su parte más baja, es toda de hierro. Mientras que la parte superior está preparada para la colocación de vidrios para darles más presencias y elegancia. Las tres puertas están dotadas de sus correspondientes cerraduras y una barra de seguridad, con su candado que se cierra por dentro. En su parte exterior, está protegidas por una edificación de concreto obra limpia que comprende: dos columnas de 3, 35 x 1 x 0,20 metros sobre las que descansa una placa, también de concreto obra limpia de 4,20 x 0,10 metros y su pantalla protectora de 4,20 x 1 x 0,10, que además de proteger las puertas forman un conjunto arquitectónico que les da esbeltez a las mismas.

La pared que divide lo que es propiamente la Iglesia de la sacristía está construida con bloques de 0,15 y frisada con artigrano en colores diversos y cuadros de 1 x 1 metros de plaquetas, color rojo, de 0,25 x 0, 06. Sobre un fondo, color negro de artigrano, se ha grabado en artigrano, color blanco, una leyenda simbólica que guarda relación con el título de la parroquia, y distribuida de la siguiente forma: YO SOY EL PAN DE VIDA, en la pared izquierda; QUIEN COME DE ESTE PAN, en la pared central; “Virgen romana que en tiempos del emperador Alejandro Severo (222-235) fue decapitada después de haber soportado con entereza toda clase de tormentos. Se cuidó de darle sepultura el obispo Ritorio. El papa Antero hizo trasladar su cuerpo al pie del capitolio, cerca de la cárcel Mamertina, donde fue hallado en 1634. El papa Urbano VIII hizo construir la iglesia dedicada a Santa Martina al pie del Capitolio. Se la representa con los atributos de su martirio. Es la patrona de Roma y su fiesta se celebra el 30 de enero” (http://www.elalmanaque.com/santoral/enero/30-1-martina.htm). 13 “Es el gran apóstol del Perú. Nació en Valladolid en el 1538; estudió Derecho. Luego fue designado Inquisidor Mayor de Granada, a sus treinta años. A sus cuarenta, arzobispo de Lima. Entregó su alma de misionero a Dios, en 1606. Fiesta litúrgica: 23 de marzo” (http://multimedios.org/docs/d001451/). 12


VIVIRA ETERNAMENTE, en la pared derecha.

El zócalo de esta pared, en las capillas del Santísimo Sacramento y el baptisterio está revestido de plaquetas, color rojo de 0,25 x 0,06 metros. La sacristía está situada detrás del presbiterio. La pared norte es de ladrillo obra limpia. Las paredes sur, este y oeste son de bloque 0,15 frisados. El pavimento es de granito, color gris. El techo lo forma la placa nervada que al mismo tiempo sirve de piso a la vivienda provisional construida sobre la sacristía. A la izquierda de la sacristía, formando un solo cuerpo, pero separado por una pared, con su correspondiente puerta, está ubicado el despacho parroquial, al cual se llega por una puerta de hierro que da a la calle 192 de la urbanización de La Begoña. El techo del salón recibo es la misma placa nervada de la sacristía; mientras que el techo del despacho es de cielo raso. El piso de ambas piezas es de granito, color gris.

A la derecha de la sacristía, pero con su correspondiente separación, se ha previsto una pieza dividida en dos partes: una para guardar los enseres de la Iglesia y útiles de limpieza y la otra, para un cuarto de baño. Las paredes son de bloque 0,15 metros. El techo forma parte de la placa nervada. El pavimento es de granito, color gris.

Se construyó un salón de reuniones, formando un solo cuerpo con la estructura de la Iglesia, pero completamente aislado de ella. Las paredes este y norte son de ladrillos, obra limpia, mientras que las paredes sur y oeste son de bloques 0,15. El techo es de cielo raso; y el pavimento es de granito, color gris.

Como hemos dicho, sobre la placa nervada de la sacristía se ha construido una vivienda provisional. Las fundaciones de la vivienda están construidas de concreto ciclópeo. Sobre esta fundación se ha levantado la pared triple ladrillo, obra limpia, y sobre la cual, a su vez, descansa y se apoya la placa nervada. La pared norte es de ladrillo obra limpia. Sobre ella se ha construido una viga de corona de 10,50 x 0,40 y sobre esta descansa la placa nervada. Las demás paredes que sirven de separación a las diversas piezas son de bloque 0,15. El área de la placa nervada es de 38,60 m². En ella se han construido 21, 40 metros de vigas de carga.


En cuanto a la torre de la Iglesia, es una construcción independiente del proyecto de la Iglesia. Está separada de la estructura de la Iglesia, pero el acceso a la misma solamente se puede hacer desde el interior de la misma iglesia, a través de una puerta de hierro. La estructura de la torre es un cuadrado: 2 x 2 metros. Es de concreto obra limpia y en su construcción se ha empleado cabillas de 5/8 con estribos de ¼ cada 0,20 metros. Su altura es de 12 metros; repartidos en 5 tramos de 0,40 metros cada uno y cada tramo separado, a su vez, por una viga de corona de 0,20 x 0,20 en cuya contracción se emplearon cabillas de ½ y estribos de ¼ metros cada 20 centímetros. El último tramo termina con una placa de concreto armado en cuyo centro se ha colocado una cruz de granito de 1,80 metros de altura. En las vigas de corona que separan un tramo del otro se han colocado los anclajes de hierro en los que irán soldados los tramos de escalera de hierro que facilitarán el acceso a la placa superior de la torre. El último tramo se ha previsto los tomacorrientes para la iluminación, y para los altoparlantes que facilitarán los toques de campanas.

El año de la inauguración del templo, se celebró por primera vez las misas de Aguinaldo. Estuvo a cargo de una junta directiva: Presidenta: Corazón Hernández, Secretaria: Evelin Berman, Tesorera: Janneth Rodríguez, Vocales: Rosana Díaz, Ligia Vargas, Deisy Vargas, Josefina Genovese, Lucía Roversi, María Fuentes, Tibisay Pinto, Emilia Loyo, María Eugenia Suárez, Rosario Camacho, María Victoria Sandoval, Yhajaira Castillo, Hayllen Álvarez, María Acosta, Zaida Padrón, Asdrúbal Lizardo, Domingo Pacheco y Aura Colmenares. Dicha junta hacía un llamado a todos los feligreses a participar y a colaborar con la finalización del templo:

La Iglesia no está del todo terminada, pero reúne las condiciones indispensables para que podamos reunirnos en oración, cantar nuestros aguinaldos y prepararnos a celebrar cristianamente el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo. Hemos querido que las misas de Aguinaldo se celebren en nuestra nueva Iglesia Parroquial para que, viendo lo que se ha hecho y lo que aún falta por hacer, nos damos cuenta de la responsabilidad que pesa sobre cada uno de nosotros, de participar activamente en la vida parroquial y colaborar en la solución de sus problemas. No basta pertenecer a la Parroquia solo de nombre. La Parroquia no será una comunidad viva si no tomamos nuestra parte en las actividades parroquiales.


Este llamado de formar una comunidad viva y activa dependía de la organización de todos los fieles. Ya el lugar sagrado estaba casi listo, pero faltaba establecer la familia de Dios. El padre Sanz seguía con su trabajo. Las visitas pastorales dejan constancia de su vivo afán apostólico con toda la feligresía.








7.- LA SANTA VISITA PASTORAL Las normas de la Iglesia Católica imponen al obispo la obligación de visitar las parroquias que conforman la diócesis cada año, total o parcialmente, de modo que al menos cada cinco años visite la diócesis entera, personalmente o por medio de sus obispos auxiliares o vicarios, con la ayuda de los presbíteros que crea conveniente (Cf. Código del Derecho Canónico, canon 396). La visita pastoral de las parroquias entra dentro del ministerio ordinario del obispo, como primer sacerdote y responsable de la vida espiritual y religiosa del Pueblo de Dios y de los fieles que la Iglesia le ha encomendado. La visita pastoral es una buena oportunidad para vivir la realidad amplia y profunda de la Iglesia local. El obispo es el sucesor de los Apóstoles que, en nombre de Cristo y de la Iglesia universal, preside la vida de la comunidad cristiana, anuncia el Evangelio, celebra los sacramentos y promueve la vida espiritual, apostólica y fraternal de toda la Iglesia y de cada uno de sus grupos y fieles. La primera visita pastoral en Corpus Christi se realizó entre los días 12 y 15 de julio de 1975, por monseñor Luis Eduardo Henríquez, Arzobispo de Valencia. Es importante acotar, que cuando se funda la Iglesia parroquial de Corpus Christi, todavía no se había elevada la diócesis de Valencia a la categoría de arquidiócesis. La diócesis de Valencia fue creada el 12 de octubre de 1922, por la Constitución Apostólica Ad Munus Ab Unigénito firmada por el Papa Pío XI; y luego, el 12 de noviembre de 1974, la diócesis recibe el rango de arquidiócesis según la Bula Quo gravius, otorgado por el papa Pablo VI, por la cual como provincia eclesiástica se le asignaban como diócesis sufragáneas Maracay y San Carlos. Esta primera visita fue hecha a la Casa Hogar de San Vicente de Paúl, como ya hemos dicho, en donde funcionaba interinamente la sede la Iglesia parroquial de Corpus Christi. El arzobispo fue recibido por el padre Sanz con un nutrido grupo de feligreses. El día 13 visitó el colegio María Teresa Coronel, el liceo Monseñor Adam y el Grupo Escolar Montalbán. El día siguiente, celebró una misa solemne donde recibieron la primera comunión 170 niños. Visitó el internado “Alberto Ravell”, del Consejo Venezolano del Niño. Luego, se reunión con los grupos de apostolados: la Legión de María, a quienes les


insistió a “continuar trabajando con renovados bríos”, la Cofradía del Santísimo Sacramento, que en ese momento estaba en formación, y la Sociedad de Hijas de María, que también estaba en formación. Clausuró la visita, presenciando siete santificaciones de hogares y administró el sacramento de la confirmación a 289 personas entre jóvenes y adultos. En el acta de visita se dejó constancia, que: El Prelado constata el celo del Párroco y correspondencia de los feligreses. Siendo una parroquia muy joven, se ha enrumbado bien y va adelante. Se trabaja en Catequesis y apostolado; la Iglesia en construcción se ha adelantado bastante; ya está la estructura; el Despacho Parroquial se ha organizado bien. El Señor Arzobispo pide intensificar siempre el trabajo de santificación de hogares, de catequesis y de apostolado seglar. Y les pide impulsar la Cruzada de Oraciones por las Vocaciones Sacerdotales (Libro de gobierno, folios 1112).

La segunda visita pastoral se realizó entre los día 11 y 13 de agosto de 1978. En esta oportunidad se tuvo la grata visita del obispo auxiliar de Valencia, el excelentísimo monseñor José Joaquín Troconis Montiel. El secretario de la visita fue el padre Santos Lorenzana, Operario Diocesano, quien dejó escrito estas palabras hermosas sobre el templo parroquial: La iglesia está recién terminada y ha sido edificada por el actual Párroco P. Francisco Sanz. La estructura es tipo galpón industrial, pero el buen gusto del Párroco ha logrado borrar tal impresión y resulta cálida y acogedora. Los muros van edificados de ladrillo obra limpia. Hay en el centro del retablo una hermosa talla colonial de Cristo crucificado; el sagrario, con dignidad y belleza, viene colocado a la derecha, donde también se alza un pequeño altar; a la izquierda, hay una pequeña imagen de María; motivos e inscripciones relativos a la eucaristía y bien distribuidos, constituyen el decorado general sencillo, moderno y de buen gusto (Libro de gobierno, folio 15).

En esta visita, el obispo auxiliar junto con el párroco visitaron los barrios y urbanizaciones de la parroquia. Visitó el internado “Alberto Ravell”. Al recorrer la urbanización La Campiña se interesó por la ubicación de un terreno para la construcción de un templo. El último día de visita, en la mañana celebró misa solemne donde 113 niños


recibieron la primera comunión; y por la tarde, celebró dos tandas de confirmaciones a 333 niños. Entre las recomendaciones del obispo, se dejó asentado que: La parroquia Corpus Christi tiene alrededor de la Iglesia un amplio terreno que convenía cercar y donde, con el tiempo, sería sumamente útil edificar vivienda del sacerdote y salones parroquiales (…). Gestionar adquisición de terreno para futura Iglesia en la Urbanización “La Campiña”. Fomentar la creación de nuevos grupos de Apostolado Seglar. Más formación espiritual y doctrinal a la ya existentes; y que esas asociaciones crezcan multiplicando el número de praesidia y de equipos de Cursillos de Cristiandad. Además de preparar las Primeras Comuniones, garantizar en las escuelas la proposición sistemática de la doctrina por medio de las maestras y/o catequistas, para lo que hay que formarlos convenientemente y, por medio de reuniones subsiguientes, adquirir su formación y la revisión de las tareas. Interesarse de por la población juvenil para crear grupos de apostolado a nivel de formación medio y universitario, aunque sea fuera de los planteles y universidad. En territorio parroquial existen residencias de estudiantes universitarios (Libro de gobierno, folios 17 y 20).

Debemos destacar, que la recomendación del obispo de construir la vivienda del sacerdote se materializó el 21 de junio de 1992, después de muchas peticiones a los entes gubernamentales. Ese día, el arzobispo de Valencia, Mons. Jorge Urosa Savino, bendijo la casa parroquial. El 13 de noviembre de 1979, la parroquia tuvo el gran honor de recibir la visita del Nuncio Apostólico en Venezuela, el Excmo. Mons. Ubaldo Calabrese; a su llegada el padre Sanz pronunció la bienvenida (Véase anexos), entre otras cosas dijo: Gracias, Sr. Nuncio, en nombre de todos los feligreses de la Parroquia Corpus Christi y en el mío propio por haberse dignado visitarnos y visitar esta parroquia, una de las más jóvenes de la Arquidiócesis valenciana y que va enrumbándose, con el favor de Dios y con el esfuerzo entusiasta de cada uno de los que forman esta comunidad parroquial, por los caminos de lo que debe ser una auténtica comunidad cristiana.

Esta visita tan especial fue una motivación para toda la feligresía, que a pesar del corto tiempo de su erección canónica se perfilaba ser una parroquia organizada y con mucho empuje de vida apostólica. Especialmente se destacaba en la vivencia de la liturgia, por el


interés y amor que tenía el padre Sanz. En ese mismo año, el 16 de enero, había recibido el nombramiento como Miembro de la Comisión de Liturgia del Sínodo Arquidiocesano (Véase anexos). La tercera visita pastoral, le correspondió al obispo auxiliar monseñor Nelson Martínez Rust, entre los días 10 y 13 de junio de 1982. Junto con el párroco recorrió las escuelas, liceos y colegios de la parroquia. Se reunión con las diversas asociaciones parroquiales: Cofradía del Santísimo, Movimiento Carismático, Legión de María, Cursillo de Cristiandad y Cruzada Orante. Todas ellas presentaron un informe de sus actividades. Las recomendaciones a los grupos pastorales fueron las siguientes: El trabajo que se realiza debe ser parroquial. Es decir, contar con la anuencia del párroco. En ningún momento debe realizarse trabajo supra parroquial… Los movimientos de apostolado deben tener la preocupación de formarse espiritualmente e intelectualmente… El apostolado debe ser bajo la dirección del párroco y debe ser un trabajo concreto; entendiéndose por concreto: que se sepa qué se va hacer dentro de la pastoral de conjunto de la parroquia; que se evalúe periódicamente; y que sea un trabajo continuado, constante… un trabajo unido, sin tiranteces, ya que todos trabajamos por un mismo Dios (Libro de gobierno, folios, 27-28).

Durante la visita pastoral, también el obispo celebró primeras comuniones y confirmaciones a numerosos niños y jóvenes. El domingo 13, a las 11 de la mañana, el obispo se trasladó a la urbanización El Naranjal, donde celebró la santa misa. En ella, un grupo de personas manifestaron su interés de construir una capilla en la urbanización. Otra visita pastoral que tenemos constancia, fue la realizada por el señor arzobispo monseñor Luis Eduardo Henríquez. Desde el 9 hasta el 11 de mayo de 1986, estuvo el arzobispo acompañado con el secretario de visita el Pbro. Jesús Guitián. Se reunió con los grupos apostólicos: El Prelado escuchó sus informes y alabó su trabajo apostólico y les pidió redoblar su trabajo en la Misión en preparación del V Centenario de la Evangelización del nuevo Continente, que empezará el domingo, especialmente en las cuatro áreas: Familia, Juventud, Vocaciones y Acción Social. Les pidió a los catequistas organizar también parroquialmente la catequesis en las


escuelas, especialmente preparando a las maestras de los mismos planteles para impartir la catequesis. Pidió a los legionarios intensificar la visita a los hogares, el rosario por los difuntos en sus novenarios y continuar en la santificación de los hogares. Esto último también lo pidió a la cofradía del Santísimo; a esto también pidió empezar la adoración nocturna una vez al mes, aun cuando sea por una hora, al principio. A la Cruzada de Oración les animó y pidió redoblar su actividad, y organizarse en conexión con la Central de la Cruzada que está en el Seminario. Había un pequeño grupo de Renovación Carismática, que trabajan al margen de la parroquia. Estos deben ser incorporados y sostenidos en su trabajo. También insistió en la fundación del Apostolado e la Oración. Pidió a todos trabajar en la pastoral de enfermos; visitas frecuentes, comunión, especialmente los primeros viernes, últimos sacramentos (Libro de gobierno, folios 38-39).

También el señor arzobispo visitó al Ancianato San Vicente Paúl, donde confirió el sacramento de la confirmación a 75 ancianos. En la Iglesia parroquial celebró la santa misa, en la que santificó con el sacramento del matrimonio a 12 parejas. El día 11, celebró la solemnidad de la Ascensión del Señor y las primeras comuniones de 38 niños y niñas de la parroquia. También celebró el sacramento de confirmación a 112 niños y niñas. Visitó las nuevas urbanizaciones La campiña, El Naranjal y Los Pinos, y observó los posibles terrenos para la construcción de capillas, y dejó constancia a un grupo de fieles de las urbanizaciones que “fundaran juntas pro construcción del templo, para responsabilizarse por la adquisición de terrenos y futuras iglesias, porque en estas urbanizaciones se debe establecer una nueva parroquia” (Libro de gobierno, folio 39).


8.- LA CAPILLA SAN JUDAS TADEO Como ya hemos comentado, la primera sede de la Iglesia parroquial de Corpus Christi fue la capilla de san Judas Tadeo, ubicada en la urbanización Capremco. Según el inventario realizado el 5 de abril de 197514, cuando se construyó dicha urbanización, por la Caja de Ahorros de la Previsión Social del Ministerio de Comunicaciones (CAPREMCO), también se edificó un local para un kinder, que nunca llegó a funcionar. Primero pasó hacer un supermercado, pero se clausuró porque la zona no ofrecía ninguna garantía de seguridad. Luego, fue alquilado para un negocio similar, que también hubo de clausurarse por las mismas razones. Al final, fue abandonado el local y la gente comenzaron a llevarse las puertas, ventanas y hasta el material del techo y se convirtió en guarida de gentes indeseables. Estando así la situación del edificio y para evitar el derrumbe total, los vecinos de la urbanización se dirigieron al señor presidente de CAPREMCO solicitando el local para convertirlo en capilla. Asimismo, los vecinos devotos a san Judas Tadeo quisieron asignar su patronazgo a la futura capilla de la urbanización.

Por medio de propagandas, rifas locales y alguna ayuda extraordinaria reunieron unos 18.000 bolívares y los invirtieron en acondicionar el local. El 12 de diciembre de 1969, monseñor Lebrún bendijo la capilla. Contiguo a la capilla hay un terreno, y por el estado de abandono como se encontraba se había convertido en un botadero de basura. En una ocasión cuando el señor presidente de CAPREMCO visitó la urbanización, se le expuso el problema del terreno, pidiéndosele autorización para cercarlo, y en efecto así se hizo. Para el año 1975, la situación de la capilla y del terreno era la siguiente, y quizás sea el motivo que llevó al padre Sanz a cambiar la sede parroquial: No había documentos de propiedad del terreno que asegurase la legalidad del futuro templo parroquial, ya que el telegrama que autorizaba el empleo del local para la capilla se había perdido, y la autorización para cercar el terreno fue solamente verbal.

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Dicho inventario está firmado por el párroco Francisco Sanz y dos testigos: Lucas Mieses y Carlos Machado.


En vista de la situación de inseguridad como se encontraba tanto el terreno como el local destinado a la capilla, los vecinos de la urbanización decidieron hacer una solicitud al señor presidente de CAPREMCO pidiendo en propiedad el local para destinarlo a capilla, y el terreno con vistas a construir un complejo para las actividades sociales de la urbanización. La solicitud se hizo y se recogieron firmas, pero la solicitud no se cursó.

El terreno cercado ocupa una superficie aproximado a los 1. 063 m² con los siguientes linderos y medidas: Norte: en 151 metros lineales con 80 centímetros lineales con calle Aeronáutica; Sur: en 75 metros lineales con 50 centímetros lineales con terreno baldíos y antiguo Grupo Escolar José Félix Sosa; Este: en 24 metros lineales con 45 centímetros con la calle Administración; Oeste: en 20 metros lineales con 25 centímetros lineales con plaza circular.

La capilla de san Judas Tadeo está construida dentro de los límites del terreno descrito y ocupa una superficie aproximada a 153 m², con los siguientes linderos y medidas: Norte: en 15 metros lineales con 10 centímetros lineales con calle Aeronáutica; Sur: en 15 metros lineales con 10 centímetros lineales con el terreno: Este: en 10 metros lineales con 10 centímetros lineales con terreno; Oeste: en 10 metros lineales con 10 centímetros con terreno. La capilla es de una sola nave. La parte destinada a presbiterio está separada de la parte de la asamblea por una pared con su grada de unos 60 centímetros y que sirve de comulgatorio. En el presbiterio, y sobre una tarima de 3,50 x 4, está colocado un altar de madera de 2 metros por 0,80 centímetros. Sobre la pared que hace de frente, está colocada sobre una repisa la imagen de san Judas Tadeo, imagen de escayola y de unos 70 centímetros. Al lado de Evangelio, y sobre una mesa, se halla la imagen de Nuestra Señora de Coromoto, de escayola y de 70 centímetros. Al lado de la Epístola, también sobre una mesa se halla la imagen del Corazón de Jesús, de escayola de 1 metro. A ambos lado del presbiterio, es decir de derecha a izquierda hay dos pequeñas dependencias con sus puertas: la de la derecha sirve para guardar las vestiduras sagradas, y en ella hay un armario. En la izquierda hay un baño donde se guardan los útiles de limpieza.


En esta capilla siempre hubo seglares con deseos de formar grupos apostólicos o de oración. Después que el padre Sanz logró el traslado de la sede provisional a la Casa Hogar de San Vicente de Paúl, se siguió con las misas dominicales con la asistencia de los padres salesianos de la Escuela Agronómica Salesiana de la Redoma de Guaparo. Podemos subrayar la valiosa colaboración del padre Luis Pedrón, llamado cariñosamente el padre Tío. A partir de 1977 se formó el grupo de Oración que atrajo a muchos jóvenes y adultos. De donde salieron tres vocaciones religiosas: los padres Miguel Pirela y Jesús Palacios, y la hermana Hilda Perozo.

Actualmente esta capilla de San Judas Tadeo goza de un hermoso templo. A partir de 1982, un grupo de fieles, junto con el liderazgo de la señora Consuelo Dávila de Ramírez, comenzaron a recoger fondos económicos a través de ventas, verbenas, domingo familiar, entre otros, para la construcción del templo. Y a partir de 1999, tocaron las puertas a las empresas, al Concejo Municipal de Naguanagua, a la Gobernación de Carabobo. Con la ayuda de la Fundación Regnun de la Arquidiócesis de Valencia se adelantó la edificación del nuevo templo. Fue bendecida el 6 de marzo del 2005 por el Arzobispo de Valencia, el Excmo. Mons. Jorge Urosa Savino.


9.-CAPILLA DIVINO NIÑO

Otra capilla que está esperando la pronta construcción es la del Divino Niño Jesús, ubicada en la urbanización La Campiña II, y comprende las urbanizaciones El Pinar. El Naranjal I y II, El Cafetal, Rotafe-Candiles. Según el testimonio del señor Luis Enrique Noguera Herrera, feligrés de esta parroquia, todo comenzó:

Ha mediado del año 1985 con motivo de las fiestas decembrinas, un grupo de niños y jóvenes interpretaban aguinaldos y gaitas en una plaza de la Urb. El Naranjal, mediante de evento algunas personas empezaron a conversar lo bonito que sería la construcción de una iglesia católica en algunas de nuestras urbanizaciones, la idea fue tomando fuerza y se habló con algunas asociaciones de vecinos con el fin de lograr un terreno para construir una iglesia, no fue el 14 de agosto de 1987, siendo las 8: 30 p.m. cuando en una asamblea extraordinaria de vecinos de la urb. La campiña II presidida por su junta directiva Sr. Julián Rodríguez, Sra. Alfonsina de Torres, Sra. Iraida Páez y Sra. Belinda Bestil, y de acuerdo con lo establecido en la cláusula undécima de los estatutos de la asociación de vecinos y por decisión unánime de los asistentes, se decidió ceder un terreno de 1545 m² del área social de la referida Urb. La Campiña II.

En visita pastoral del Arzobispo de Valencia, Mons. Luis Eduardo Henríquez, en 1986, se le comunicó dicha resolución y encargó al padre Sanz a formar un comité pro-templo. Inmediatamente, el padre Sanz comisionó a dos de sus feligreses de la Urb. La Campiña II a los señores Auro Constanzo y Luis Enrique Noguera para las diligencias de la adquisición del terreno. Ya el 15 de julio de 1988 se tenían todos los recaudos exigidos para consignarlos al Concejo Municipal de Valencia. En ese mismo año, el 25 de septiembre, la comunidad celebró solemnemente la festividad en honor al Divino Niño Jesús. Aquí arrancaba la devoción al Divino Niño, que luego se impondría como patrono de la futura capilla.

El 14 de julio de 1994, en oficio número 000263, la Cámara Municipal de Valencia autorizaba a la Arquidiócesis de Valencia a ocupar el terreno de 1.545 m² para la construcción del templo, gracias al impulso de los vecinos y del concejal del Municipio,


Dr. Max Macías. Para estos trasmites se contó con la ayuda del obispo auxiliar de Valencia, Mons. Reinaldo Del Prette.

Mientras se organizaba el comité pro-templo, el domingo 15 de octubre de 1995 se celebró la primera misa en el terreno. Asimismo, se realizó una verbena para recabar fondos. Ya el 29 de noviembre del mismo año, se tenía constituida la junta pro-templo Campiña II, integrada por los siguientes miembros: el padre Sanz, Dr. Max Antonio Macías Rondón, Sra. Ángela Pérez Duque, Sr. Luis Martínez Arocha, Sra. Trina Omaira de Riera y el Sr. Luis Noguera (Presidenta de la Junta).

Esta Junta ha venido trabajando con mucho empeño y mística para lograr la construcción del templo. Junto con su presidente el Sr. Noguera, se logró que la Alcaldesa del Municipio de Naguanagua, Sra. Dilia Sayazo de Moreno, construyera la cerca perimetral del terreno. El viernes 25 de septiembre de 1998, se precedió al acto de bendición del cercado y se encendieron las luces de las columnas de dicho cercado.

En el mes de junio de 1999, se instaló un mini consultorio pediátrico, a cargo de la Dra. Nélida Villalonga. Dicho consultorio había sido dotado por la Alcaldía de Naguanagua. El 30 de marzo de 2000, la junta pro-templo por medio del padre Miguel Jiménez, párroco de Corpus Christi (1996-2002), solicitaba al señor Arzobispo de Valencia, Mons. Jorge Urosa Savino, instituir oficialmente el nombre de Divino Niño Jesús a la capilla. En efecto, se comenzó a llamar a la capilla con ese nombre, cuya devoción se había extendido en las urbanizaciones.

El 30 de julio de 2000, se tenía en mano un proyecto del templo, a cargo del ingeniero Fray Mayer Tivamoso, con un costo de 100.000.000 de bolívares. Con mucho entusiasmo, la junta pro-templo, el 7 de agosto del mismo año, iniciaba la construcción. En la primera fase, se construye un salón provisional para las actividades religiosas. El proyecto de construcción estaba a cargo por la empresa Constructora IAN FERCA C. A. Se logró en esta primera etapa la entrada principal, poner cuatro columnas de concreto y vigas de riostra. Sólo se ha logrado levantar 12 columnas de las 28 que aparecen en plano de construcción.


TodavĂ­a estamos esperando la ayuda de los feligreses para llevar a cabo este proyecto, que al pasar el tiempo el costo se ha multiplicado.


10.- LOS GRUPOS PARROQUIALES Todas las actividades parroquiales tienen su núcleo en la creación de los grupos pastorales. El florecimiento de estos grupos son signos de la experiencia viva y comunitaria de la parroquia. Sea cual sea sus carismas están llamadas hacer columnas sólidas de la vida parroquial. El padre Sanz comprendió esto y tenía que rodearse de personas con una vivencia fuerte de Dios en los diversos grupos de apostolados, y así levantar la Iglesia como cuerpo místico de Cristo. El primer grupo que se organizó en la parroquia fue el Praesidium “Nuestra Señora de los Sacramentos”. La primera junta se reunión el 6 de noviembre de 1973, con seis socios, bajo la tutela de los extensionistas de los hermanos: Carmen de Román, Alfredo Rodríguez, Juana Colmenares y Luis Solórzano. Los oficiales fueron los siguientes hermanos: Presidenta: Eva de Bérman, Vicepresidenta: Adolfina de Sánchez, Secretaria: Evelin Bérman, Tesorero: Domingo Pacheco (Cf. Libro Acta Praesidium Nuestra Señora de los Sacramentos). Siendo presidenta de este Praesidium la Sra. Batista de Veloz, se formó otra Praesidium llamada “Nuestra Señora de la Esperanza”. Además se fundó la Curia “María Estrella del Mar” de Puerto Cabello, gracias a la tenacidad y dirección de las hermanas Batista y María Lourdes Álvarez.

Son muchos los nombres que podemos mencionar que han participado activamente en el trabajo legionario. Es una presencia silenciosa y humilde, pero efectiva en la evangelización parroquial. La sencillez de su apostolado y la disciplina hacen que su presencia sea eficaz en la vida comunitaria.

No podía faltar la Cofradía del Santísimo Sacramento. Pero la Legión de María se había adelantado en la vida parroquial. El 14 de junio de 1975 se instituyó dicha cofradía para hacerle honor al titular de la parroquia. En el marco de la visita pastoral del Sr. arzobispo Mons. Henríquez, se congregó un grupo de fieles con la intención de fijar fechas para la elección de la directiva. No sabemos los motivos del retraso de la reunión, pero fue el 21


de mayo de 1978 cuando se eligió la directiva en la sección de Caballeros, y quedó conformada por Eligio Briceño Peña, Presidente; Ramón Vásquez, Tesorero; Rafael Oliveros, Maestro de ceremonias; Amábilis Sánchez, Secretario. También participaron en esta reunión: Marcelino Clisanchez, Vloglar Elois, Dimas Encarnación Bolívar, Poluciano Parra y Osman Cohen.

Hemos encontrado un acta de constitución de la Cofradía de Damas del Santísimo Sacramento. Tiene fecha de inicio el 9 de julio de 1978, y su directiva era la siguiente: Batista Isabel de Veloz, Presidenta; Marina de Oliveros, Secretaria de Actas; y Martha de López, Tesorera. Y todas las demás quedaron como Camareras del Santísimo: Carmen de Villar, Carmen Rosa de Márquez, María de Valenzuela, Cándida Torreles, Diocelina de Cohen, Hilda de Sánchez, Petra de Rodríguez, María de Montoya, María Elena de Gutiérrez, Mayela Avendaño, Dorys Moreno, Josefina de García, Lady de Álvarez, Omaira de Machado, Felipa de Montesinos, Evelia de Pinto, Petra Hernández, Carmen de Estraño, Omaira de Flores, Carmen de Suárez, Carmen Mieses, María Esther de Giomar, Laura de Rodríguez y Carmen de Coch. Debemos acotar, que ambas cofradías caballeros y damas no duraron mucho tiempo, ya que posteriormente se tuvieron que unificar en una sola cofradía, que es la que actualmente está vigente. Esta pléyade de hombres y mujeres serán los primeros impulsadores de la evangelización parroquial. Detrás de ellos vendrán otros para poner su granito de arena para la construcción del templo. No podemos olvidar la labor apostólica del equipo de Cursillistas. Ellos encontraron en el padre Sanz un maestro exigente que enseñaba y calibraba la vida espiritual. El actual equipo de Cursillistas acota que el padre Sanz “se identificó mucho con el Equipo de Cursillo de Cristiandad, siendo sus hijos predilectos, pero sin descuidar a los demás grupos”.

Con la iniciativa del padre Sanz, el 17 de junio de 1994, surgió la idea de formar un grupo para la catequesis de perseverancia. Era un grupo de jóvenes cuyo dinamismo atrajo a muchos niños y jóvenes a la parroquia. Todos los grupos apostólicos ya sea de jóvenes o de


adultos son expresiones de una parroquia viva y activa. De aquí que debemos recordar estas palabras de Juan Pablo II: Los fieles laicos deben estar cada vez más convencidos del particular significado que asume el compromiso apostólico en su parroquia. Es de nuevo el Concilio quien lo pone de relieve autorizadamente: La parroquia ofrece un ejemplo luminoso de apostolado comunitario, fundiendo en la unidad todas las diferencias humanas que allí se dan e insertándolas en la universalidad de la Iglesia. Los laicos han de habituarse a trabajar en la parroquia en íntima unión con sus sacerdotes, a exponer a la comunidad eclesial sus problemas y los del mundo y las cuestiones que se refieren a la salvación de los hombres, para que sean examinados y resueltos con la colaboración de todos; a dar, según sus propias posibilidades, su personal contribución en las iniciativas apostólicas y misioneras de su propia familia eclesiástica (Christifideles laici, 27).

Ese es el fin de los grupos de apostolados: cada grupo –o a nivel personal- debe descubrir su carisma para estar convencido de su compromiso parroquial. Nadie se puede apropiar de los dones o carismas que Dios suscita en medio de la comunidad. Ni el ministerio ordenado es propiedad del sacerdote, es un don de la Iglesia que garantiza la autenticidad eclesial y la necesidad de los diversos ministerios de los fieles cristianos.


11.- LA CORAL DE CORPUS CHISTI Ya hemos visto, desde los primeros comienzos del ministerio sacerdotal del padre Sanz su amor a las normas litúrgicas, cuya doctrina marcará las celebraciones sacramentales de la parroquia. Pero sobre todo, enseñará a los miembros de la comunidad y específicamente a los grupos parroquiales, los grandes principios de la liturgia bien celebrada. Va a poner toda su dedicación a la música que le apasionaba desde su muy tierna infancia. Cuando llegó el momento oportuno de crear una coral en la parroquia, no escatimó el tiempo y la dedicación que debía tener en sus múltiples compromisos pastorales.

Al principio un grupo de jóvenes en su mayoría cursillistas comenzaron a cantar las misas de aguinaldos, que luego se llamaron el conjunto “Enmanuel”. Desde luego, que su director era el padre Sanz. Sus integrantes eran los siguientes: Rafael Pérez, Omar Moreno, José Luis Parra, William Barraez, Manuel Riveiro, Pedro Castro, Carmen Yolanda Herrera, Marlene González, Rosalba Delgado, Sor Elena Parra, Emma Rosa Parra, Mariela Ayala, Thais Beltrán, Esther Parra, Rafael González, Arnaldo Castro y Mario Costero.

Después de muchos ensayos y reuniones con los jóvenes, el 13 de noviembre de 1983 nace oficialmente la coral de “Corpus Christi”. Esta coral hizo su primera presentación el día cuando se bendijo el recién restaurado Santuario de Nuestra Señora de Begoña, siendo párroco el padre Reinaldo Del Prette Lissot. En este acto solemne participó el señor arzobispo Luis Eduardo Henríquez, y además el Presidente de Venezuela, Dr. Luis Herrera Campins, y el señor gobernador de Carabobo, Dr. Gustavo Correra Viso. En esa oportunidad, el padre Sanz aprovechó, delante los honorables asistentes, presentar los objetivos de dicha coral: Revivir la polifonía clásica religiosa, ofrecer a la Iglesia un servicio litúrgico y ejercer un ministerio eclesial a través del canto. En 1993, al arribar la coral a sus 10 años de fundación, el padre Sanz dejó escrito esta memoria:


A los 10 años de su fundación, la Coral Corpus Christi se halla remozada por un grupo de jóvenes entusiastas que se han propuesto mantener viva la Coral, consciente de la importancia que la Iglesia ha dado a estas agrupaciones a las que corresponde promover la participación activa de los fieles en el canto litúrgico (…). La Coral Corpus Christi teniendo en cuenta los deseos de la Iglesia sobre la necesidad de una renovación del canto litúrgico, abre sus puertas a todos aquellos jóvenes de ambos sexos que quieren prestar un servicio a la Iglesia, que sientan ilusión por la Música polifónica religiosa y que tengan aptitudes musicales, a que se integren a la Coral, para hacer de ella un instrumento eficaz de promoción y de participación de pueblo en las celebraciones litúrgicas (…). La Coral Corpus Christi, desde su fundación, ha sido la Coral seleccionada para solemnizar las ceremonias litúrgicas de la Catedral de Valencia por ser la Coral que mejor ha sabido interpretar la música de la Iglesia y mejor ha cumplido con las normas de la Iglesia en lo que se refiere a la Música Sagrada (…). A la Coral Corpus Christi se le confió la parte musical en la apertura del Segundo Sínodo Arquidiocesano de Valencia. La Coral Corpus Christi, a lo largo de estos 10 años de actividades, ha cumplido un extenso y variado programa, tanto religioso como folklórico, sobre todo navideño, en las distintas parroquias en las que se ha presentado. Y, por supuesto, la parroquia Corpus Christi, puede dar fe de tantas y variadas presentaciones, cuya finalidad no ha sido otra que revivir la polifonía religiosa e interpretar la música de acuerdo a las normas de la Iglesia.

Esta síntesis puede y debe ser un incentivo para volver a retomar los objetivos de la coral. No es sólo volver a llamar a los que participaron en la agrupación, sino también transmitir la importancia de una coral para el servicio de la comunidad eclesial. Sería interesante formar una escuela coral con estos objetivos en la Iglesia parroquial, apoyada a través de una fundación.





12.- EL OCASO DE UN VARÓN VIRTUOSO El padre Sanz trabajó incansablemente por crear una comunidad orgánica y formada en la doctrina católica. Su experiencia lo llevaba a fortalecer la convivencia de todos los grupos apostólicos. Asimismo, su relación con sus hermanos sacerdotes fue de cordialidad y ejemplo de vida austera y fiel a la Madre Iglesia. Esto le valió para ser nombrado Miembro del Colegio de Consultores, el 2 de febrero de 1984 (Véase anexos). También el 4 de noviembre de 1994 fue nombrado Arcipreste de Valencia Norte. Toda la labor apostólica del padre Sanz fue premiado en 1986, cuando el Papa Juan Pablo II lo nombraba “Capellán de su Santidad”. Desde ese momento se le podría llamar monseñor Francisco. Y tres años después, fue nombrado “Prelado de Honor de su Santidad” (Véase anexos). Eran distinciones por su desempeño al ministerio sacerdotal, ya que toda ocupación lo hacía con mística, como por ejemplo las felicitaciones que recibió de Mons. Urosa como Promotor del Óbolo de San Pedro (Véase anexos). Estos reconocimientos por sus méritos sacerdotales eran una manera de expresar la Iglesia valentina su profundo agradecimiento por el trabajo perseverante de uno de sus hijos. Vino a trabajar como apóstol en esta Iglesia y se quedó sembrado en los corazones para aquellos que lo conocieron. Todavía muchos de los fieles de Corpus Christi recuerdan el homenaje que se le hizo cuando celebró sus Bodas de Oro Sacerdotales, que fue presidida por el Excmo. Mons. Jorge Urosa Savino, el 5 de julio de 1992. Fue condecorado con la orden “Sol de Carabobo” por su trayectoria sacerdotal y por su servicio a esta Iglesia. También fue condecorado por la Sociedad Amigos de Naguanagua, el 14 de mayo de 1995, con la Orden Cruz de Naguanagua en su única clase. Pero el mejor premio que puede recibir un cristiano es escuchar al final de su vida terrenal la voz del Buen Pastor: “Vengan, benditos de mi Padre, a recibir el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo” (Mateo 25, 34). El padre Sanz se retiró en el momento oportuno de su vida, cuando el 27 de junio de 1996 presentó su carta de renuncia a la cura pastoral de Corpus Christi al señor Arzobispo Mons. Urosa (Véase anexos). Al padre Sanz le resonaban en sus oídos las palabras sabias


de nuestro Señor: “Cuando hayan hecho todo lo mandado, digan: somos simples sirvientes, solamente hemos cumplido nuestro deber” (Lucas 17, 10). A los 79 años de edad se sentía con muchos achaques de su salud física. Mons. Urosa respondía a esta renuncia con palabras de agradecimiento y afecto (Véase anexos), y subrayaba lo siguiente: Al hacerlo quiero expresarle mi más sincera gratitud, felicitaciones y admiración por la extraordinaria labor que Ud. realizó allí durante 23 largos años. Su espíritu sacerdotal, su piedad, su capacidad de trabajo y de organización se ha visto reflejadas en la fundación y actividad de una comunidad parroquial muy viva y perfectamente dotada de infraestructura y de servicios pastorales. ¡Dios le pague! Este es el mejor legado que nos dejó monseñor Sanz como cristiano y sacerdote. Su testimonio puede y debe servir -no sólo para aquellos que lo conocieron, sino también para la futura generación- como estímulo y modelo en el seguimiento fiel a Jesucristo y su amor a la Iglesia. El periodista Guillermo Rodríguez André, lo resumía de la siguiente manera: Porque todos, todos sus allegados, comentan que el padre Francisco fue modelo de conducta como línea vertical. Cumplidor absoluto de su palabra y compromisos. Amigo de todos. Consejo y apoyo espiritual de muchos. Buscador del Camino, la Verdad y la Vida. Con la honradez del hombre justo. Con el candor de un niño. Con la nobleza de navarro y español. Con alma de artista, músico, poeta. Con la alegría del inocente. Con la Fe del cristiano convencido. Con el corazón de enamorado. Con el espíritu del apóstol sin fronteras. Con una sencilla vida de asceta. Y “haciendo perfectamente lo que tenemos que hacer” (1999: pág. 8).

A partir del año de la renuncia, monseñor Sanz siguió laborando en la curia arzobispal como notario y capellán de la Casa Hogar de San Vicente de Paúl, por petición expresa del Arzobispo Mons. Urosa. También en el año 1997 acompañó espiritualmente al naciente equipo de cursillistas de la parroquia de Nuestra Señora de Begoña (la coordinadora de aquel entonces era la señorita Emma Parra). Sin embargo, poco a poco la enfermedad cancerosa lo fue mermando. Encontró en los amigos siempre una buena compañía, como la familia Naveda. Lo atendieron en los momentos de gravedad, como un familiar más de su casa. Pero lo esperaba la promesa de Jesús: “En la casa de mi Padre hay muchas


habitaciones… voy a prepararles un lugar” (Juan 14, 2). Descansó en la paz del Señor el 4 de junio de 1999.


13.- TESTIMONIOS Y RECUERDOS DE LOS FELIGRESES Son muchas las personas que conocieron a monseñor Sanz, que podrían darnos sus testimonios. Pero hemos recogidos algunos: la Sra. Martha de López, viuda del Sr. Félix López, vecina de esta parroquia, escribía:

El 17 de septiembre de 1976 conocí al Padre Francisco Sanz estaba paseando por la urbanización y lo veo en el centro de las bases del terreno –hoy la Iglesianos hicimos amigos, nos visitó y hablamos, y ahí salió muchas ideas para comenzar entre mi esposo Félix López y yo cómo recoger fondos para esa obra, yo le sugerí rifa, domingos familiares, tómbolas, etc., pero estaba un poco renuente, pero habló con el obispo de esa época y lo autorizó para la rifa y todo salió bien… Con eso se compró ladrillos, cemento, arena, granito… Aquello fue un éxito mi esposo Félix lo apoyaba en todo… Para terminar la Iglesia hacíamos domingos familiares, por cuadra se hacía un plato diferente… Félix y yo hacíamos el sancocho en olla gigante y lo vendíamos 2, 50 la taza...

Las Hermanitas de Los Ancianos Desamparados, de la Casa Hogar San Vicente de Paúl, recogen en su libro de crónicas el siguiente testimonio de Francisco Sanz:

Mons. impulsó la vida de piedad en los ancianitos y en las religiosas de la comunidad, con celo sacerdotal incansable lo que la comunidad agradece profundamente… Fue un hombre de carácter impulsivo, poniéndolo al servicio de la Iglesia local, llevando a cabo la construcción de la Parroquia de Corpus Christi e implantando no sólo la vida cristiana, sino también la devoción al Santísimo Sacramento del Altar… Entre las muchas ayudas prestadas a este Hogar merece destacarse la construcción de la capilla, cuya dirección tomó a su cargo y que pudo ver terminada y consagrada el día 8 de diciembre de 1971, con una alegría indescriptible. Y la enfermería para señoras mayores, inaugurada el día 9 de septiembre de 1988… A pesar de ser este Hogar “su casa” y de verse siempre rodeado de cariño, estimación y atenciones, tanto de parte de los ancianitos como de las religiosas quiso pasar sus últimos días en casa de unos amigos personales, que eran a su vez unos de los más destacados feligreses de la parroquia… Su muerte fue sentida por toda su feligresía y de una manera especial en el Hogar San Vicente de Paúl, donde es recordado como un verdadero padre… Los ancianitos y Hermanitas del Hogar San Vicente de Paúl, queremos rendirle nuestro más profundo agradecimiento, mediante nuestro recuerdo, oraciones y sufragios, por el eterno descanso de su alma… Las personas pasan, pero las obras permanecen.


Otra vecina de esta parroquia, la Sra. Aracelys Conde, quien tuvo como director espiritual al padre Sanz por 15 años y ex integrante de la Coral de “Corpus Christi”, nos da su testimonio: Monseñor Francisco era una persona apasionada, el que daba todo por el todo… La misa era solemnemente cantada por su Coral, la cual amaba y soñaba con tener un grupo de 60 personas… Una de las cosas que más recuerdo de él era la fortaleza tan grande que tenía. Muchas veces, enfermo, con su dolor en la pierna, se quedaba después de la misa para ensayar en la coral… Todo lo hacía por amor hasta la muerte. Fue un gran pastor, amigo incondicional, un gran padre para todos… Lo bueno que nos dejó fue su enseñanza…

Otro testimonio nos lo relata la señorita Emma Parra quien fue coordinadora del naciente equipo de cursillistas en la parroquia de Nuestra Señora de Begoña:

En el año 1997, Mons. Francisco se fue a España a visitar a su familia, cuando regresó le pedimos del equipo de cursillistas que nos acompañara… Con la anuencia del párroco el padre Tulio Ramírez nos estuvo acompañando espiritualmente…se realizó una convivencia en un terreno del señor José Roberto Parra, donde asistió el padre Ignacio Espinaza…Mons. Sanz al finalizar su ponencia, dijo: Ignacio te entrego el equipo no lo vayas a dejar morir… a lo que respondió el padre Ignacio, no se preocupe haré todo lo que pueda… Esto nadie lo sabía nos tomó de sorpresa.


CONCLUSIONES: RETOS PARA LA PARROQUIA

El recordar el pasado nos ayuda a vivir con mayor consciencia el presente. Y recordar es algo saludable cuando vamos a la mano de Dios, pues solo Él nos ayuda a ver las huellas de la esperanza en la historia. Y esto es lo que hemos querido tener presente al realizar este trabajo. A veces perdemos el tiempo en hacer un inventario de lo negativo de nuestra comunidad parroquial, y olvidamos que todo es gracia, incluso la misma desgracia puede ser agraciada. Conocer la historia parroquial de Corpus Christi es una oportunidad para una nueva renovación parroquial en el espíritu apostólico de la primera comunidad cristiana.

Este avivamiento del espíritu es tan necesario como el implorar el perdón de Dios en cada cierto tiempo de nuestra vida. Los tiempos van cambiando como el progreso de la tecnología y de la cibernética, pero a veces, en los hombres y en las mujeres puede ocurrir todo lo contrario, solemos estacionarnos en el tiempo y en el espacio. Es decir, las comunidades no pueden vivir estacionados en el pasado, en los meros recuerdos de los éxitos apostólicos, en la añoranza de personas que han pasado por el grupo o en la comunidad parroquial.

Todavía nos cuesta aceptar que, en la comunidad eclesial, los hombres o las mujeres pasamos. Jesucristo es el alfa y la omega, principio y fin de dicha comunidad. En la Iglesia parroquial al transcurrir la historia sólo queda la experiencia y la madurez que se manifiesta en el dinamismo apostólico de los grupos parroquiales, en la entrega y compromiso de los fieles, en la corresponsabilidad de los diversos ministerios y carismas, en la concertación de las actividades parroquiales sin protagonismo e individualismo, en el celo evangelizador por muchos fieles que se encuentran alejados de la parroquia, en la estima y respeto por los demás en la diversidad de servicio o ministerio en la comunidad.

Uno de los frutos de la madurez de una parroquia es la participación y comunión de todos los fieles cristianos en las actividades parroquiales y diocesanas. Esto significa que


cada feligrés se sienta parte de un todo que se va haciendo para la gloria de Dios. Toda la Iglesia está llamada a orientar todos sus anhelos y esfuerzos a evangelizar el mundo entero. También la parroquia debe vivir esta misma orientación; de lo contrario caemos en la comodidad y apatía de un evangelio hecho a nuestra medida.

Es claro, pues, que estamos llamados a una renovación espiritual. Ya en la introducción indicábamos la prioridad de retomar el trabajo social de la parroquia. Son muchas cosas. Pero, lo más urgente es hacer aterrizar los retos pastorales que nos propone los documentos del Concilio Plenario de Venezuela (Decretado oficialmente en el 2006). Estamos en el tiempo de gracia que nos ha permitido Dios para renovarnos desde el interior de la Iglesia. Dios ha soplado con su Espíritu Santo a esta Iglesia que peregrina en Venezuela. Nuestra parroquia debe aprovechar esta nueva oportunidad para avanzar en los cambios de paradigmas.

No es nada fácil cambiar de paradigmas. Hay costumbres que son sanas que debemos mantener y trasmitir a la nueva generación. Pero hay otras que son vicios que adormecen el espíritu de la creatividad y la aceptación de las novedades. Desde el histórico Concilio Vaticano II (1962-1965) hasta nuestros días, la Iglesia viene sufriendo de muchos cambios, algunos acertados y otros no. Sin embargo, creemos firmemente que el protagonista de este espíritu de renovación es el mismo Espíritu Santo.

Con el documento de Aparecida (V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe realizada en Brasil, del 13 al 31 de mayo de 2007), nuevamente nos invitan los obispos a crear en la parroquia un lugar de formación permanente (Cf. 306). Una de las grandes fallas que notamos en nuestra parroquia, y que es motivo de tantos conflictos e incomprensiones, es que muchos de los agentes no quieren formarse doctrinalmente. Algunos fieles laicos y entre ellos los que participan en los grupos de apostolados se conforman con lo básico del catecismo. Y no son capaces de profundizar en el estudio y reflexión en estos documentos mencionados, que han marcado el talante de la Iglesia contemporánea.


La formación permanente como tarea pastoral de la Iglesia fue el norte de monseñor Sanz. Su insistencia y firmeza de enseñar la doctrina católica, para muchos quizás no lo comprendieron en el momento, pero otros lo aprovecharon al máximo para su crecimiento espiritual. Monseñor Sanz fue incansable en educar en la fe a los grupos de apostolados. Muestra de esto es la cantidad de apuntes y anotaciones que dejó, y es la prueba de su dedicación y tiempo en la formación de sus hermanos en la fe.

El gran peligro de muchos de nuestros fieles laicos es creerse que ya es suficiente lo que han recibido en la formación cristiana. La consecuencia de este pensamiento es la tragedia de la autosuficiencia o del sectarismo. Ambas connotaciones se manifiestan en la división, en el chisme, en las murmuraciones, en la pelea, en las burlas, en los celos apasionados y egoístas, en la apariencia, en los juicios temerarios… Esperamos que nuestra parroquia haya superado poco a poco estas situaciones de escándalos para lo que no son católicos. Hay que recordar nuevamente que en la parroquia todos somos necesarios, pero ninguno imprescindible.

Espero que al terminar este trabajo histórico, se nos abran nuevos horizontes en la vivencia parroquial. Pues, muchas veces, nosotros los hombres recordamos que somos hijos del pasado, pero casi siempre olvidamos que somos padres del futuro. Hay que tener memoria histórica, sí, pero también proyectos y creatividad de futuro. Sólo me queda por decir, que todavía queda mucho por investigar. El valor de este trabajo no consiste sólo en lo que se dice y en lo que concluye, sino también en lo que insinúa y sugiere, y así abre al lector una nueva manera de concebir la parroquia.


ANEXOS: DOCUMENTOS HISTÓRICOS

1.- DECRETO DE ERECCIÓN CANÓNICA DE LA PARROQUIA CORPUS CHRISTI LUIS EDUARDO HENRIQUEZ JIMÉNEZ Por la gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica Obispo de Valencia en Venezuela. Deseosos de proveer en la mejor forma posible al servicio espiritual de las almas confiadas a nuestra solicitud pastoral, hallando en la actual Parroquia de N. S. de Begoña de Naguanagua las causales señaladas por la legislación canónica para la división de esta clase de beneficios; oído nuestro Venerable Colegio de Consultores Diocesanos, el Consejo Presbiteral y el Párroco de la expresada Iglesia, de conformidad con lo prescrito por el párrafo primero del canon 1.428 y el Motu Propio “Ecclesiae Sanctae” de Su Santidad Paulo VI; usando de nuestra autoridad ordinaria, hemos venido en decretar, como por las presentes Letras formalmente decretamos lo que sigue: Primero: De la expresada Parroquia de N. S. de Begoña de Naguanagua, segregamos el territorio comprendido en los siguientes límites: NORTE: desde el cerro El Café por la autopista Valencia – Puerto Cabello hasta la avenida Universidad. ESTE: Avenida Universidad desde el cruce con la autopista Valencia – Puerto Cabello hasta la calle Guzmán Blanco y desde ésta por la avenida 104 hasta el cruce con la calle 186. SUR: Desde el cruce de la avenida 104 con la calle 186 hasta el cerro. OESTE: Serranía hasta el cerro El café. Segundo: En ese territorio segregado creamos y erigimos una nueva Parroquia, cuyo Titular será el Sacratísimo Misterio de la Eucaristía con el Título de Corpus Christi, la cual gozará de todos los derechos y privilegios que a estos beneficios otorgan los Sagrados Cánones. Tercero: Servirá de Templo Parroquial interinamente la Capilla de San Judas Tadeo, ubicada en la urbanización Capremco mientras se provee un Templo definitivo. Cuarto: El Párroco de esta nueva Iglesia, cuyo nombramiento corresponde a Nos, disfrutará de todos los derechos y tendrá todas las obligaciones que a tal cargo señalan el Código de Derecho Canónico y la Instrucción Pastoral del Episcopado Venezolano. Quinto: La dote de este beneficio estará constituida por los derechos de estola y por las ofrendas de los fieles.


Sexto: La presente nueva Parroquia entrará a formar parte de la Vicaría Central. Séptimo: Ordenamos que el presente Decreto sea leído tanto en el Templo de N. S. de Begoña de Naguanagua, como en el Templo provisional de la nueva Parroquia; y que sea copiado en los Libros de Gobierno de ambas Iglesias. Dado, firmado, sellado y refrendado en la Sede de nuestra Curia Episcopal de Valencia a los veinte días de mes de julio de mil novecientos setenta y tres.

+LUIS EDUARDO HENRIQUEZ JIMÉNEZ Obispo de Valencia

Por mandato de su Excelencia Reverendísima Canciller – Secretario


2.- NOMBRAMIENTO DEL PRIMER PÁRROCO DE CORPUS CHRISTI Luis Eduardo Henríquez Jiménez Por la Gracia de Dios y de la Sede Apostólica Obispo de Valencia en Venezuela A vos, el Amado en Cristo Sr. Pbro. Francisco Sanz. Hallándose vacante la Parroquia de Corpus Christi de nueva erección y encontrando en vuestra persona las cualidades y virtudes indicadas por el canon 453 del código de Derecho Canónico, hemos venido en nombraros como por las presentes letras formalmente os nombramos Párroco de la susodicha Iglesia. En virtud de este nombramiento, desde el instante en que toméis canónica posesión de ese beneficio adquiriréis todos los derechos y estaréis sujeto a todas las obligaciones que los Sagrados Cánones y las leyes diocesanas atribuyen y fijan a este cargo. De modo particular os exhortamos a cumplir estrictamente los deberes de residencia, predicación, catequesis de niños y de adultos, asistencia a los enfermos y gratuito ministerio a los pobres. Antes de tomar posesión de ese beneficio, para la cual concedemos un plazo de doce días a partir de la fecha de hoy, haréis en presencia de nuestro pro-Vicario General, Ilmo. y Rvdmo. Mons. Tulio Chirivella, la profesión de fe prescrita por el canon 1406. Nos mismo personalmente os daremos canónica posesión. En la primera misa solemne que allí celebréis en día de precepto, leeréis este título a vuestros feligreses, a quienes mandamos os reconozcan por su Párroco y os guarden todas las honras y acatamientos que, como a tal, os son debidas. Dadas, firmadas, selladas y refrendadas en vuestra Curia Episcopal de Valencia a los veinte días del mes de julio de mil novecientos setenta y tres.

+Luis E. Henríquez J. Obispo de Valencia Por mandato de su Excelencia Reverendísima Canciller.


3.- ACTA DE LA TOMA POSESIÓN DEL PRIMER PÁRROCO DE CORPUS CHRISTI En 29 de julio de 1973, Dominica 17 dentro del año, a las cinco de la tarde se hizo presente el Excmo. y Revdmo. Sr. Dr. Luis Eduardo Henríquez, Obispo de Valencia, en la Capilla de San Judas Tadeo en la urbanización CAPREMCO de Naguanagua, donde, provisionalmente y por disposición expresa del Sr. Obispo se atenderá a los oficios parroquiales, para dar cumplimiento al Decreto de Erección de la nueva Parroquia CORPUS CHRISTI y canónica posesión al primer párroco de mencionada parroquia. El orden de la ceremonia fue el siguiente: lectura del Decreto de Erección de la parroquia; lectura del nombramiento del Párroco, Pbro. Francisco Sanz. Seguidamente el Excmo. y Revdmo. Sr. Obispo procedió a dar canónica posesión de acuerdo al rito previsto; a saber: le condujo a la sede y le impuso la estola, después de la cual revisó el sagrario e inmediatamente lo llevó al confesionario Seguidamente el Sr. Obispo se dirigió a los fieles. Especialmente les habló sobre la misión de la Iglesia: hacer conocer al Padre Celestial para amarlo y a través de ella conseguir la salvación, sobre la Palabra de Dios como ministerio fundamental de la vida parroquial, la cual adquiere la máxima expresión de su eficacia en los sacramentos, fuente y fin de toda actividad parroquial, de manera especial la Eucaristía. El sacerdote hace presente a la Iglesia en la parroquia realizando el ministerio de la pastoración guiando con solicitud y vigilancia pastoral a los fieles que se le confían. Expresó además el Excmo. Sr. Obispo palabras de confianza en el celo pastoral del primer párroco Pbro. Francisco Sanz y en la correspondiente colaboración de todos sus feligreses. El nuevo párroco celebró la Santa misa dentro de la cual en una homilía llena de sentido eclesial en que denotó un claro concepto de su misión de párroco, agradeció profundamente al Prelado la erección de la nueva parroquia y su nombramiento como primer párroco; se ofreció a los fieles incondicionalmente poniéndose a su servicio y disposición como sacerdote y amigo; les pidió comprensión y aceptación para poder formar la auténtica y verdadera familia de Dios; les invitó a colaborar en todo lo relacionado con la parroquia y a dar testimonio de fe, unidad, caridad y actividad misionera. Por llevar la parroquia el glorioso nombre de “CORPUS CHRISTI” recomendó la comunión frecuente para hacer honor a la nueva parroquia. Invitó a la renovación de la vida cristiana y a la reconciliación como gratitud al Señor para el Año Santo. Hizo acto de pública gratitud al Sr. Obispo por haberse dignado presidir la ceremonia y haber donado el sagrario, agradeció igualmente a todos los sacerdotes presentes y a los feligreses en general con familiares y fraternales palabras.


Asistieron el Ilmo. y Revdmo. Sr. Vicario General Mons. Armando Falcón, Mons. Lucio Esaá Párroco de Catedral, el Pbro. Marcelino Armendáriz, Párroco de Naguanagua, y el Pbro. Antonio Magallón, Capellán de la F.F.A.A., selecto grupo de seminaristas y religiosas y una nutridísima concurrencia de los fieles. En fe de lo cual +Luis E. Henríquez Obispo de Valencia P. Francisco Sanz Párroco Mons. Armando Falcón Vicario General

Mons. Lucio Esaá Canciller-Secretario.


4.- DECRETO DE TRASLADO DE LA SEDE PARROQUIAL AL HOGAR DE SAN VICENTE DE PAÙL

Nos Luis Eduardo Henríquez Jiménez Por la Gracia de Dios y de la Sede Apostólica Obispo de Valencia Al amado hijo Pbro. Francisco Sanz Párroco de Corpus Christi Naguanagua.En atención a un mejor servicio pastoral a los fieles, oídos los pareceres de las Reverendas Hermanas de la Comunidad de Hermanitas de los Ancianos Desamparados del Hogar “San Vicente de Paúl” y de acuerdo con el Señor Párroco, DECRETAMOS que la sede de la Parroquia “CORPUS CHRISTI” sea interinamente, por espacio de tres años trasladada a la Iglesia del Hogar “San Vicente de Paúl” de la susodicha Comunidad en Tarapio, mientras se construye la propia Iglesia Parroquial. En la Capilla de Capremco se seguirá celebrando la Santa Misa y otras funciones que sean necesarias y útiles al bien espiritual de los fieles. Dadas, selladas y refrendadas en la Curia Episcopal de Valencia a los cuatro días del mes de noviembre de mil novecientos setenta y tres. +Luis E. Henríquez J. Obispo de Valencia Por mandato de su Excelencia Reverendísima Mons. Lucio Esaá Canciller Reg. N° 9.


5.- DECRETO DE INCARDINACIÓN A LA DIÓCESIS DE VALENCIA Al amado hijo Pbro. Francisco Sanz: Habiéndose cumplido el tiempo del “Experimento” que por tres años fue fijado por el ordinario de esta Diócesis, de acuerdo a Rescripto Nº 10481/71 de la Sagrada Congregación para los Religiosos e Institutos Seculares; A tenor del canon 641, 2 le recibimos definitivamente en esta Diócesis de Valencia quedando incardinado en ella de acuerdo a las Normas del Derecho Canónico. Dadas en Valencia en la sede de la Curia Episcopal de Valencia a los cinco días del mes de Abril de mil novecientos setenta y cuatro. +Luis E. Henríquez Obispo de Valencia Por mandato de Su Excelencia Reverendísima Canciller Re. Nº 11.


6.- ACTA DE BENDICIÓN DE LA NUEVA IGLESIA PARROQUIAL Y CONSAGRACIÒN DEL ALTAR En 26 de junio de 1977, Domingo 13 dentro del año, a las nueve horas de la mañana, Su Excelencia Reverendísima Mons. Luis Eduardo Henríquez, Arzobispo de Valencia, hizo su entrada solemne en el local que, por medio de la Bendición, dedicaría al culto como sede de la Parroquia de Corpus Christi. El Párroco, P. Francisco Sanz, y una ingente multitud de fieles recibieron al Pontífice con las honras litúrgicas que le son debidas. Delante de la puerta de la Iglesia el Sr. Arzobispo, precedido de la Cruz Parroquial, de un grupo de seminaristas y acompañado de Mons. Lucio Esaá Crespo, Párroco de la Santa Iglesia Catedral y Maestro de ceremonias; de los Reverendos Padres Reinaldo del Prette, Rector del Seminario de Valencia; Marcelino Armendáriz, Párroco de Nuestra Señora de la Begoña de Naguanagua; Antonio Magallón, Capellán de las Fuerzas Armadas de Cooperación; Jesús Vicente y Manuel Mira, de la Congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús y del infrascrito P. Francisco Sanz, Párroco de Corpus Christi, procedió a dar inicio al rito de a lustración externa del Templo. Terminada ésta, y cantando las letanías de los Santos, hizo su ingreso en el Templo para proseguir con el Rito de la lustración interna del mismo, lo cual se hizo terminadas las letanías y bendiciendo también el pavimento. De esta manera quedó bendecido el nuevo templo de la Parroquia de Corpus Christi. Consagración del Altar De acuerdo al ceremonial se cumplieron todos los ritos de la consagración del Altar: la lustración del Altar con agua gregoriana; traslado y colocación de las Reliquias en el sepulcro del Altar; consagración propiamente con la unción del Santo Crisma; combustión del incienso; invocación del Espíritu Santo y Prefacio Consecratoria. En el sepulcro del Altar fueron colocadas las reliquias de Santa Martina, mártir y de Santo Toribio de Mogrovejo, Obispo. Cumpliendo con lo prescrito en el Pontifical romano Su Excelencia el Sr. Arzobispo celebró Misa de Pontifical del Titular de la Iglesia, asistido por el Vble. Sr. Párroco, P. Francisco Sanz, como Presbítero asistente y los Sres. Presbíteros Antonio Magallón y Manuel Mira, como diáconos. Fue notable el número de fieles que se acercó a participar en el Sagrado Banquete. Terminada la Eucaristía Mons. Lucio Esaá Crespo, Maestro de Ceremonias, anunció la Indulgencia Plenaria que lucraron los participantes a la ceremonia sagrada así como la Indulgencia parcial que, todos los años, en el Aniversario de la Consagración, se podrá ganar.


Entre los numerosos asistentes, además de los sacerdotes ya mencionados en el acta, cabe señalar a los Padres Rafael Carias, Párroco de Bárbula; Pío Lázaro, de la Congregación de Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús y Párroco de Mariara; Ramón Cubiró, Párroco de San Miguel Arcángel de Valencia; así como un grupo de seminaristas que se encargaron de las ceremonias litúrgicas. Nos honraron con su presencia una representación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados del Hogar San Vicente de Paúl, que se encargaron del adorno de la Iglesia y la representación de las religiosas Hijas de María, Madre de la Iglesia de la Escuela P. Seijas de Naguanagua. Entre los invitados seglares: Don Guillermo Aguilera, Prefecto de Naguanagua y Sra.; La junta en pleno Pro Mejora de la urbanización La Begoña; Don Juan Oyón y Sra.; Don José Díaz y Sra.; Don Carlos Machado y Sra.; Don Francisco Morentin; Don Valeriano Leza; Don Porfirio Díaz y Sra.; Don Lucas Mieses y Sra.; Don Charles Roy Camile y Sra.; Don Osman Cohen; Dr. Joaquín Estrada y Sra.; Don Jesús Bellorín y Sra.; Don Juan Ibarra y Sra.; Don Gregorio Emilio Rodríguez y Sra.; El Praesidium parroquial de la Legión de María, Nuestra Señora de los Sacramentos; Don Ernesto Luis Castillo y Sra.; Dr. Luis Alberto Pinto y Sra.; Don Manuel León y Sra.;Don Antonio Valente y Sra.; Don Mario Alves y Sra.; Don Jesús Barbela y Sra.; Sr. Velásquez y Sra.; y otros muchos más así como representación de los Grupos escolares: María Teresa Coronel, Grupo Escolar Montalbán, Moral y Luces y Alberto Novell, que asistieron con sus insignias escolares.


7.- NOMBRAMIENTO DE CAPELLÁN DE LA POLICÍA DEL ESTADO CARABOBO Al dilecto hijo Pbro. Francisco Sanz Por las presentes Letras lo nombramos a Usted capellán del Destacamento Número 2 de la Policía del Estado Carabobo. Antes de tomar posesión de su cargo prestará ante esta Curia el juramento de numere fideliter adhimplendo. Dadas en Valencia, en Nuestro Palacio Arzobispal, a los diez días del mes de junio de mil novecientos setenta y seis.

Luis E. Henríquez J. Arzobispo de Valencia Reg. Lib. I, 18, 149.


8.- NOMBRAMIENTO COMO MIEMBRO DE LA COMISIÓN DE LITURGÍA Arzobispo de Valencia Gobierno Superior Eclesiástico Oficial Pbro. Francisco Sanz Ciudad.Por la presente nombramos a usted miembro de la Comisión Arquidiocesana de Liturgia, con todos los derechos y obligaciones que como tal le compete. Valencia, 16 de enero de 1979

+Luis E. Henríquez Arzobispo de Valencia


9.- SALUDO A SU EXCIA. RVDMA. MONS. UBALDO CALABRESE, NUNCIO DE SU SANTIDAD EN VENEZUELA, CON MOTIVO DE SU VISITA A LA PARROQUIA CORPUS CHRISTI (13 DE NOVIEMBRE DE 1979) Excmo. Sr. Nuncio: Su Excelencia Reverendísima, con motivo de celebrarse la solemnidad de la Virgen del Socorro, Patrona de valencia, se ha dignado dispensar una visita a nuestra querida Arquidiócesis de Valencia, ocasión memorable y feliz que nos hace sentirnos orgullosos al tenerlo entre nosotros compartiendo nuestros afanes y trabajos y que, al mismo tiempo, nos impulsa a testimoniarle nuestra sincera devoción y nuestra inquebrantable fidelidad. Pero nuestra alegría se desborda en forma más que extraordinaria al tenerlo entre nosotros, en esta parroquia de Corpus Christi, que no puede contener su emoción al haber sido elegida para ser visitada por su Excelencia en su peregrinar espiritual por el Estado Carabobo. Gracias, Sr. Nuncio, en nombre de todos los feligreses de la Parroquia Corpus Christi y en el mío propio por haberse dignado visitarnos y visitar esta parroquia, una de las más jóvenes de la Arquidiócesis valenciana y que va enrumbándose, con el favor de Dios y con el esfuerzo entusiasta de cada uno de los que forman esta comunidad parroquial, por los caminos de lo que debe ser una auténtica comunidad cristiana. Queremos aprovechar su presencia entre nosotros para, en su nombre, tributar a Su Santidad el Papa Juan Pablo II, a quien tan digna y merecidamente representa Su Excelencia en nuestra querida Venezuela, nuestro cariño filial y nuestra inquebrantable fidelidad. Lo hacemos con fe y lo hacemos con verdadero cariño porque estamos convencidos de que así somos más fieles a Cristo, a su Vicario visible en la tierra y a la Iglesia de la que, con orgullo, nos profesamos devotos y fieles hijos suyos. A su Excelencia, como expresión de nuestra gratitud por tan delicada deferencia que ha tenido con nosotros, queremos expresarle también nuestro cariño y nuestra mejor disposición para escuchar su palabra pastoral y orientadora; y, al mismo tiempo, pedirle que, como recuerdo de su visita nos bendiga a todos, a todos nuestros hogares, a nuestros jóvenes, a nuestros niños, a todos los que estamos presentes, a los que no han podido venir, a nuestros enfermos, a nuestros ancianos, a los Movimientos de Apostolado Seglar y a los sacerdotes y religiosas que viven y trabajan en esta parroquia; bendición que se la pedimos como prenda de la ayuda de Dios que nos es tan necesaria para poder cumplir a plenitud con nuestra misión cristiana. Sr. Nuncio: ¡BIENVENIDO A NUESTRA PARROQUIA!

P. Francisco Sanz.


10.- NOMBRAMIENTO COMO MIEMBRO DEL COLEGIO DE CONSULTORES Arzobispo de Valencia Gobierno Superior Eclesiástico Oficial Pbro. Francisco Sanz Párroco de Corpus Christi Tarapío-Naguanagua. Por la presente y en virtud de lo establecido en el Código de Derecho Canónico, canon 5021, nombramos a usted miembro del Colegio de Consultores con todas las obligaciones y derechos que a tales miembros competen. Dadas, firmadas y selladas y refrendadas, en Valencia a los dos días del mes de febrero de 1984

+Luis Eduardo Henríquez Arzobispo de Valencia Refrendado Julio Álvarez Canciller


11.- NOMBRAMIENTO DE PRELADO DE HONOR Juan Pablo II, Sumo Pontífice, Al querido hijo Francisco Sanz Salud y bendición

Hemos recibido con agrado y benignidad las preces que nos fueron dirigidas para que te demos un público testimonio de nuestra benevolencia, ya que de varias maneras has contribuido al progreso e incremento de la causa católica, por lo que te elegimos, hacemos y proclamamos NUESTRO PRELADO DE HONOR, y te concedemos todos los privilegios, honores y prerrogativas que, de acuerdo a la Instrucción “Ut sive”, van unidos a esta dignidad. Dado en Roma, en San Pedro, el día 18 de diciembre de 1989.

A. Car. Casaroli


12.- NOMBRAMIENTO DE ARCIPRESTE DE VALENCIA NORTE

Nos, Dr. JORGE UROSA SAVINO Por la Gracia de Dios y de la Sede Apostólica Arzobispo de VALENCIA en VENEZUELA.

Al Ilmo. Mons. FRANCISCO SANZ Por la presente Letras te nombramos

ARCIPRESTE DE VALENCIA NORTE

con todos los derechos y deberes propios de dicho cargo a tenor del canon 553 del Código de Derecho Canónico, por un período de tres años. Dadas, firmadas, selladas y refrendadas en la Curia Arzobispal de Valencia a los cuatro días del mes de noviembre del año mil novecientos noventa y cuatro.

+JORGE UROSA SAVINO Arzobispo de Valencia Refrendado: Pbro. Carlos León M. Canciller.


13.- CARTA DE FELICITACIONES COMO PROMOTOR DEL ÒBOLO DE SAN PEDRO Valencia 10 de febrero de 1995 Ilmo. y Rvdmo. Mons. Francisco Sanz Promotor Arquidiocesano del Óbolo de San Pedro VALENCIA

Muy querido Mons. Sanz: Con un cordial saludo quiero felicitarlo por su labor como Promotor Arquidiocesano del Óbolo de San Pedro durante el pasado año 1994. Su celo y dedicación hicieron posible que la contribución de nuestra Arquidiócesis de Valencia aumentara sustancialmente, pues suscitó Ud. una mayor generosidad y conciencia de unidad del clero, religiosos y fieles de nuestra Iglesia particular con las necesidades del santo Padre. La colecta este año montó a Bs. 545.488, oo. Al felicitarlo y agradecer su pronta, alegre y eficaz participación y cooperación sacerdotal conmigo en este y otros aspectos de nuestra misión pastoral, me complace reiterarle mis sentimientos de afecto con que lo bendigo.

+JORGE UROSA SAVINO Arzobispo de Valencia


14.- CARTA DE RENUNCIA A LA CURA PASTORAL Valencia, 27 de junio de 1996. Arquidiócesis de Valencia Parroquia “Corpus Christi” Tarapío

Excmo. Mons. Jorge Urosa S. Arzobispo de Valencia Su Despacho.-

Excelencia: Mis 79 años cumplidos y, últimamente, mis quebrantos de salud, me impiden ejercer, con la intensidad que yo quisiera, las obligaciones y responsabilidades que la Parroquia Corpus Christi exige y que un servidor ha venido cumpliendo ininterrumpidamente desde el año de su erección 1973 hasta el día de hoy. (23 años) Teniendo en consideración los motivos expuestos y sobre todo, el bien espiritual de la Parroquia, pongo a disposición de Su Excelencia la Parroquia CORSPUS CHRISTI, para que la provea en la forma que considere más conveniente. Bendígame Atentamente, Mons. Francisco Sanz.


15.- CARTA DEL SEÑOR ARZOBISPO POR LA RENUNCIA DE MONSEÑOR SANZ Valencia, 18 de julio de 1996 Ilmo. y Rvdmo. Mons. Francisco Sanz Párroco de Corpus Christi VALENCIA Muy querido Monseñor Sanz: Con el mayor afecto contesto su carta del 27 de junio en la que, por razones de salud y de edad, pone a mi disposición la cura pastoral de su querida parroquia de Corpus Christi, Realmente lamento esa decisión pero, dadas las fuertes razones presentadas por usted, me veo precisado a aceptarla, y a relevarlo de las cargas de Párroco de esa importante Parroquia. Al hacerlo quiero expresarle mi más sincera gratitud, felicitaciones y admiración por la extraordinaria labor que Ud. realizó allí durante 23 largos años. Su espíritu sacerdotal, su piedad, su capacidad de trabajo y de organización se han visto reflejadas en la fundación y actividad de una comunidad parroquial muy viva y perfectamente dotada de infraestructura y de servicios pastorales. ¡Dios le pague! Sólo le pido que, luego de un merecido descanso, continúe Ud. aportando sus talentos en este Presbiterio y curia de Valencia, tanto en el Tribunal como al frente de la delegación de Óbolo de san Pedro y como Capellán del asilo “San Vicente” en Tarapío. Reciba Ud., querido Mons. Sanz, la expresión de mi más sincero afecto y mi gratitud por su indeclinable vocación de servicio sacerdotal para gloria de Dios y de esta santa Iglesia Arquidiocesana de Valencia Con mi bendición y amistad

+JORGE UROSA SAVINO Arzobispo de Valencia


16.- LISTA DE SACERDOTES O/Y PÁRROCOS 1.- Ilmo. Mons. Francisco Sanz, primer párroco, 20 de julio de 1973. Pbro. Pedro Sánchez, Administrador parroquial, 15 de julio de 1994. Pbro. José Alberto Cantanho Cantanho, Administrador parroquial, 19 de julio de 1996. Pbro. Lic. José Francisco Jiménez, Administrador parroquial, 26 de julio de 1996. Pbro. Carlos Romero Álamo, Administrador parroquial, 13 de agosto de 1996. 2.-Pbro. Miguel Alfredo Jiménez Flores, párroco, 16 de agosto de 1996. Pbro. Yonhny Olimpo Monzón Rodríguez, Administrador parroquial, 1 de octubre de 2001. 3.-Pbro. Lic. Joaquín García Espinoza, Párroco, 27 de agosto de 2002. R. P. Gaspar García, F. M. M., Administrador parroquial, 5 de febrero de 2003. Ilmo. Mons. Tulio L. Ramírez Padilla, Administrador parroquial, 18 de agosto de 2004. Pbro. Gerardino Barrachini González, Administrador parroquial, 9 de mayo de 2005. 4.-Pbro. Dr. Gerardino Barrachini González, Párroco, 16 de septiembre de 2005. Ilmo. Mons. Tulio L. Ramírez Padilla, Vicario General y Moderador de la Curia Arzobispal de Valencia (26-6-2006 / 6-7-2006). 5.-Pbro. Lic. Luis Manuel Díaz, Administrador Parroquial, 3 de julio de 2006. 6.- Pbro. Lic. Carlos Torreiro Pan, Párroco (2008- )


FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA A.- DOCUMENTALES:

Archivo de la Arquidiócesis de Valencia: - Carpeta personal de monseñor Francisco Sanz. - Carpeta del clero, 1966, Archivo de Mons. José Alí Lebrún. Archivo parroquial de Corpus Christi: - Libro de gobierno I (1973) - Libro de crónicas (1973) - Libro de inventarios (1975) - Libro de Actas Praesidium Nuestra Señora de los Sacramentos (1973) - Libro de Actas de la Cofradía del Santísimo Sacramento (1975-1986) Archivo parroquial de Naguanagua - Libro de gobierno Nº 6.

B.- HISTORIOGRÁFICA:

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Andrés-Gallego, J., Pazos, A., (1999), La Iglesia en la España contemporánea II (1936-1999), Ediciones Encuentro, Madrid. André Rodríguez, G., (1994), Villatuerta (Navarra), única en el mundo, en: El Espectador, Reportaje B/6, Valencia, 12 de agosto de 1994. --------------------------------- (1998), “Por sus obras los conoceréis”, en: El Espectador, Reportaje 7, Valencia, 27 de julio de 1998. ---------------------------------- (1999), ¡Adiós, padre, amigo Francisco! (¡Abur, Aita Adiskide Francisco!), en: El Espectador, Reportaje 8, Valencia 7 de junio de 1999. Alguindigue D., I., (1992), La vida en el sentido humano me coloca en la Iglesia de los pobres, en: El Carabobeño, A-8 Foro Dominical, Valencia, Ciudad Industrial, domingo 5 de julio de 1992. Barrio M., Paredes, J., Ramos-Lissòn D., y Suárez L., (2005), Diccionario de los Papas y Concilios, Editorial Ariel, 3ª edición, España. Berdiaev, N., (1979), El sentido de la historia, Ediciones Encuentro, Madrid. Catecismo de la Iglesia Católica. Fermín, A., (1990), Tres Sacerdotes de Valencia Prelado de Honor del Papa, en: El Carabobeño, Valencia, Ciudad Industrial, lunes 12 de febrero de 1990. Juan Pablo II, Christifideli Laici, Exhortación apostólica sobre los fieles laicos, 1988.


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Maradei, C., (1978), Venezuela: su Iglesia y sus Gobiernos, Ediciones Trípode, Caracas. La Religión, Caracas, miércoles 5 de octubre de 1966: “Solemne bendición de la Primera Piedra del Templo de San Miguel Arcángel”. Porras, B., Mons., (1995), Los obispos y los problemas de Venezuela, en: Boletín CIHEV, Año 8, N° 13. Schökel, L., (2006), La Biblia de Nuestro Pueblo. Biblia del Peregrino. América Latina, Ediciones Mensajero, España.

C.- CONSULTAS A: Sra. Batista de Veloz. Srta. Emma Rosa Parra. Prof. Rosario Clemente L. Dr. Julio Centeno (Cronista del Municipio de San Diego) Srta. María Lourdes Emilio Gonzáles



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