GENTE ACTUALIDAD Cuestión de millones Doe Run se ha llevado en paila los dólares, pero no ha hecho nada por purificar el aire en La Oroya. Solo cuando se denunciaba el caso de algún menor que superaba largamente los valores recomendados, la empresa entregaba alguna dádiva a la familia del afectado. Solo el año 2006 generó 150 millones de dólares en utilidades. Sin embargo, los funcionarios responsables se mostraron reacios a modernizar el Complejo Metalúrgico de La Oroya. La empresa minera ahora está paralizada y en falencia económica pues el propietario, el multimillonario Ira Rennert, cargó con gran parte de las utilidades. La deuda que mantiene supera los 100 millones de dólares. Realmente increible, pero cierto. Pero el colmo es que mientras los funcionarios en el Perú piden dinero al Estado para intentar un rescate financiero, Rennert se da el lujo de comprar dos lujosos departamentos de 65 millones de dólares en Estados Unidos para regalárselo a dos de sus hijos. Doe Run Perú empezó con el cese de sus operaciones debido a que las empresas proveedoras de minerales para la elaboración de concentrados de zinc, cobre y plomo le cerraron el caño por falta de pago. Los bancos, por su parte, le cortaron los créditos. Difícil situación La empresa ha incumplido también con el PAMA. Pidió tres veces la ampliación del plazo para la aplicación del plan, pero fue en vano. El último periodo solicitado vence en octubre del 2009 y ahora demanda que se alargue hasta el año 2011. La situación es desesperada para La Oroya. La población salió por ese motivo a las calles hace algunas semanas para bloquear la Carretera Central y amenaza con volver a hacerlo si no hay solución a sus graves problemas. Lo cierto es que, con el cierre de la planta de concentrados, La Oroya perdería la fuente principal de empleo, lo cual haría languidecer la economía de la ciudad que se mueve, principalmente, por la actividad minera. Los trabajadores exigen una administración judicial para la empresa, una tabla de salvación que está en estudio por parte de las autoridades. El gobierno, por su parte, ha tenido que intervenir frente al conflicto social inherente al caso, pero la situación es compleja y el tiempo juega en contra.
Lecciones de Bagua
S
ucesos como los vividos en Bagua a principios de junio del 2009 no pueden sino constituir una dolorosa lección para el Gobierno y la clase política en su conjunto. Que nadie pretenda erguirse en crítico incontaminado de responsabilidad, porque desde setiembre de 2008, cuando el señor Pizango expresa meridianamente sus intenciones a través de una entrevista a un diario local, ya podíamos hablar de una guerra avisada. Y todos, con dos dedos de frente y suficiente atención por los problemas del país interior, éramos capaces de intuir lo que podía venir. No se pensó que el asunto iría tan lejos por varias razones. En primer lugar por ignorancia del potencial explosivo de la protesta, cuyo discurso y lógica para enfrentar el poder constituido, venía de afuera. En segundo lugar porque nuestro Estado carece de un sistema de inteligencia digna de ese nombre. En tercer lugar por la frivolidad e indiferencia de quienes nos gobiernan y que todavía creen que Lima es el eje, el centro del país. Hace mucho tiempo que Lima dejó de serlo, ahora solo es percibida por las provincias y el país interior como fuente de problemas y no de soluciones (lo que siempre ha sido). Sin duda esta tan deteriorada relación entre Lima y el resto del país se ha agudizado por
Los niños son los más afectados por el plomo que arroja la planta procesadora.
El pasado acusador
Ira Rennert tiene muchos antecedentes negativos en el mundo de los negocios. La Asociación Nacional de Distribuidores de Seguros en EE.UU. le revocó la licencia por operar con fondos insuficientes por dos veces consecutivas. Una agencia de protección ambiental de los Estados Unidos le puso una demanda por $900 millones acusando de negligencia a su compañía de magnesio en el tratamiento de desperdicios tóxicos cerca al lago Great Salt, en Utah. También tuvo problemas ligados a las pensiones impagas de los trabajadores de WCI Steel cuando se declaró en bancarrota. Lo acusan de haber hundido varias empresas suyas para especular con la emisión de los llamados “bonos basura”.
Escribe: Gral. (r) Juan Gonzales Sandoval chacalsicumple@hotmail.com
ese mamarracho de regionalización que improvisó el Gobierno de Alejandro Toledo. Esa regionalización absurda solo ha multiplicado las expectativas de los provincianos. El poder y la decisión política no se ha desconcentrado, para beneficio del desarrollo regional, sino que se ha fragmentado. Y así tenemos gobiernos regionales eficaces que se cuentan con los dedos de una mano y otros –la mayoría- que no sirven para nada, o para mantener una inútil burocracia, cuando no para enriquecer a sus corruptas autoridades. Siendo éste el resultado previsible del más vistoso de los mamarrachos toledistas –la seudoregionalización- el doctor García debió imitar el estilo de trabajo del ingeniero Fujimori; es decir llevar la presencia del Estado a aquellos lugares del Perú donde brilla por su ausencia. Pero Alan García prefirió, como Alejandro Toledo, quedarse en Lima y administrar la prosperidad heredada de los 90s. ¿Ha servido para algo la lección de Bagua? ¿Los ruidos en el Sur Andino van a despertar a la clase política? Parece que no, por lo que se vio en el Congreso. Señores, atención: los turcos ya están a las puertas de Constantinopla.
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