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REPORTAJE
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Durante décadas, Bernard Madoff fue considerado casi una leyenda del mundo financiero de los Estados Unidos, pero en diciembre de 2008, el mito quedó desbaratado. No era un genio de las finanzas, sino un estafador en gran escala. En la enorme lista de sus víctimas figuran prestigiosos bancos, grupos financieros, multinacionales y hasta conocidos personajes como el cineasta Steven Spielberg. Escribe: Mirtha Torres Reyes
El más grande
ESTAFADOR L
a bomba estalló el 9 de diciembre en el lujoso apartamento de Bernard Madoff en Nueva York. Los empleados convocados por el millonario gestor financiero quedaron absortos. Madoff les confesó que su negocio era un fraude, estaba acabado e iba a entregarse a la policía. El genio financiero de Walt Street había sido solo un engaño monumental. La noticia se propagó con rapidez y el escándalo remeció Wall Street. Tres días después, el FBI lo detuvo, mientras los medios de comunicación iban difundiendo los detalles de la gran estafa y la interminable lista de afectados.
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La pirámide El caso parece ser el guión de una película al más puro estilo de Hollywood, pero no es así. Es la verdad. Madoff montó durante años un negocio que ofrecía a sus inversionistas grandes beneficios a corto plazo. Básicamente, el sistema consistía en pagar a los inversores antiguos con el dinero de los nuevos accionistas que iban entrando, engañados por las promesas de obtener grandes rentabilidades. Toda una pirámide. Esta modalidad tiene gran similitud a la empleada por Carlos Manrique Carreño, en el famoso caso CLAE, que se registró en el Perú en la década del 90’ y que afectó a miles de personas. En Estados Unidos, la estafa piramidal es conocida como Esquema Ponzi. El nombre se debe a Carlo Ponzi, un italiano que, mediante una variante del sistema piramidal, realizó en los años veinte una de las mayores estafas de la historia de ese país.
Decenas de estafados protestan en Nueva York exigiendo justicia. Fue cuando estalló el gigantesco escándalo financiero.
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El personaje No se sabe a ciencia cierta en qué momento comenzó la cadena de estafas. Lo cierto es que Madoff, con solo 22 años, fundó en 1960 una de las más importantes firmas de inversión en Wall Street. Bernard Madoff Investment Securities LLC fue por décadas un aparente negocio sólido y prestigioso que atraía nuevos inversores. El éxito de su empresa encumbró a Madoff a las más altas esferas financieras de los Estados Unidos. Por eso estuvo entre los cinco impulsores del Nacional Association of Securities Dealers Automated Quotation (NASDQ), la bolsa de valores electrónica automatizada más grande de Estados Unidos, con más de 3,800 compañías y corporaciones.
GENTE REPORTAJE El gestor financiero se movía entre los más exclusivos clubes de Estados Unidos como el Palm Beach de Florida y el club de golf Boca Ro, en Boca Ratón. Allí establecía contacto con sus potenciales clientes. Madoff, de ascendencia judía, era una de las personalidades más respetadas tanto en Wall Street como en su comunidad. Hizo importantes contribuciones al Partido Demócrata y era un asiduo recaudador de fondos benéficos para la causa judía. Se dice que su caída ha provocado un notable incremento de mensajes antisemitas y racistas en internet, en EE UU. La caída del magnate Los primeros indicios en contra de Bernard Madoff surgieron en 1992, pero las autoridades de supervisión americanas omitieron las denuncias. Pasaron siete años desde la primera alarma de estafa cuando en 1999, Harry Markopolos, un gestor de inversiones experto en el mercado de derivados, presentó una carta a la SEC americana en Boston en la que denunció y describió al detalle lo que sucedería nueve años después. Pero aún así, las autoridades no actuaron en su debido momento, como lo denunció el propio presidente Barack Obama cuando estalló el escándalo. Madoff había sorteado con éxito los momentos difíciles y conservaba intacto su prestigio, hasta que empezó la crisis financiera internacional. Con la época de las vacas flacas, muchos inversores empezaron a reclamar su dinero. Por otro lado, la crisis hizo que cada vez fuese más difícil convencer a nuevos clientes para que invirtiesen en el mercado financiero. De ese modo, empezó a fallar la condición fundamental para que la pirámide persista. Sin clientes nuevos, no había dinero para pagar a los viejos. Era el fin del cuento. El magnate fue acusado de fraude y condenado en junio pasado a 150 años de cárcel. Tras las investigaciones, se supo que la estafa de Madoff superó los 50.000 millones de dólares, el monto mayor perpetrado por una sola persona en toda la historia. Víctimas Los afectados se agruparon en tres categorías, bancos y aseguradoras, banca privada y fundaciones junto a personas naturales. Las víctimas principales de la gran estafa han sido el fondo Fairfield Sentry Ltd, que tenía en la cuenta de Madoff 7.300 millones de dólares, y el Kingate Global Fund Ltd, con 2.800 millones de dólares. También están el Grupo Santander, Telefónica y el BBVA de España. Los actores Kevin Bacon y Jhon Malkovich, el cantante John Denver y el animador de CNN Larry King figuran entre los
Aquí y ahora
La Bolsa de Nueva York se estremeció hasta sus cimientos con el escándalo. clientes que depositaron cerca de 13.600 dólares. También se encuentran en la nómina de estafados, el bateador de béisbol Sandy Koufax; Fred Wilson, propietario del equipo de los “Mets” de Nueva York y una fundación del cineasta Steven Spielberg. Sin duda Bernard Madoff, consiguió un espacio en la historia de Estados Unidos. De ser casi una leyenda financiera pasó a ser el mayor villano de Wall Street, un villano que pasará en la cárcel hasta su último día de vida.
Escribe: Ana Cecilia Díaz Abogada accedeme@hotmail.com
Brenda Mau
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ocas veces me he sentido tan indignada como cuando, al igual que todo el Perú, fui consciente de la injusticia cometida contra nuestra compatriota Brenda Mau. Ella, no cabe la menor duda, ganó realmente un sintonizado concurso español que buscaba una estrella del canto. El programa de marras ha estado permanentemente envuelto en una atmósfera de torpe racismo, desde los comentarios de un miembro del jurado calificador –un auténtico subnormal que no podía disimular en cámaras su desprecio por los “sudacas”- hasta un fallo clamorosamente discutible. ¿A dónde se ha visto que a una concursante un miembro del Jurado le diga que su peinado es el de una empleada doméstica ? Y sucede que por lo regular las empleadas domésticas, que merecen respeto al igual que todas las personas, son inmigrantes. ¿Dónde se ha visto un maltrato semejante? Tengo un enorme respeto por la modernización y desarrollo económicos de España y su supuesto correlato cultural
y mental, razón por la cual me siento además profundamente decepcionada y desconcertada, al haber comprobado que en este país europeo, tan ligado sentimental, lingüística y racialmente a nosotros, se nos margina y maltrata públicamente. ¿Si así resulta en público como será el trato que reciben nuestras compatriotas y nuestros compatriotas en el seno de los hogares y los centros laborales? Este caso de Brenda Mau y el despojo de un premio que le correspondía, ha desnudado también a la televisión española, o por lo menos a parte importante de ella, en su banalidad, estupidez y subdesarrollo mental. Hemos visto escenas inauditas de maltrato a la propia Brenda Mau por razón de su imagen personal, dignas de un programa de la televisión chicha del Perú. Y hasta broncas en el set, ante el público que nos hacían recordar a algunas talk show nacionales. Es decir, una vergüenza para un país que exporta una imagen y un perfil que promueve la admiración.
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