GENTE ACTUALIDAD Desde hace un par de meses, el Perú está alarmado por la aparición de la llamada “gripe porcina” y, con justa razón, las autoridades han lanzados campañas masivas de prevención. Sin embargo, existe una epidemia invisible y periódica que se repite cada año en el país causando miles de muertes, sobre todo de niños, ante la indiferencia de los gobernantes y la mayoría de los propios peruanos. Este terrible y “criminal” fenómeno se llama friaje. Por: Elva Coila Pacompía
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olo desde el 2005 hasta la primera semana de junio del presente año, la cifra de fallecidos debido al friaje es realmente alarmante. Han muerto 2.108 personas a causa de las bajísimas temperaturas en las zonas alto andinas del país. En su gran mayoría, las víctimas son niños y ancianos que tienen un común denominador: viven en la pobreza extrema. El friaje, como se le conoce, es el descenso abrupto de la temperatura que se presenta cada año entre los meses de abril y agosto en las regiones más altas de la sierra peruana donde se conjugan con dramatismo el abandono del Estado y la crudeza del clima. El departamento de Puno es el más afectado por este fenómeno. Entre el 2005 y el 2008 años han fallecido allí 321 personas. La provincia de San Román, seguida de Azángaro, Huancané, Puno y Sandia, son las zonas que más sufren las bajas temperaturas que llegan a bordear, incluso, los 20 grados bajo cero. Cajamarca es la región que ocupa el segundo lugar con mayor número de víctimas en ésta cifra de las desgracias que muchos consideran como ajenas. Otras regiones muy afectadas son Huancavelica, Cuzco, Junín y Ancash. Con los huesos congelados El presente año, la temporada de frío intenso comenzó antes de tiempo y los puneños comenzaron a pagar las consecuencias. En solo los dos primeros meses ya han falleci-
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Puno y toda la región altiplánica son las más afectadas por los periódicos friajes que se registran en toda las partes más
La epidemia in do 35 menores, de acuerdo a las cifras que maneja el doctor Edgar Caballero, Director General de Epidemiología del Ministerio de Salud.
Según el SENAMHI, las temperaturas registradas hasta el momento en las zonas altas de los Andes, están dentro de sus valores normales. Inclusive dicen que aún
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altas de la sierra peruana.
nvisible no alcanzan los niveles correspondientes a los mismos meses del año pasado, pero ya están cobrando muchas víctimas mortales. El frío será más intenso a partir del 21 de junio en que la temperatura alcanzará sus índices más bajos, descendiendo hasta los 22 grados bajo cero en la zona altiplánica. Puno registra siempre las temperaturas más bajas debido a la latitud y la altitud de su geografía, según la ingeniera meteoróloga Ena Jaimes, Directora de Climatología de SENAMHI. Pobreza y friaje El alto número de decesos entre la población del Altiplano tiene su caldo de cultivo en las condiciones de extrema pobreza en que viven, lo cual forma una asociación mortal con el friaje. El epidemiólogo Martín Yagui Moscoso señala que el 50 por ciento de las viviendas en Puno no tienen acceso a redes de agua potable, factor que tiene incidencia directa en el origen de las
Los hijos de mujeres jóvenes sufren con mayor intensidad las consecuencias de las bajas temperaturas.
Recomendaciones ante la ola de frío •
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Almacenar alimentos no perecibles, agua hervida en botellas, leña o carbón para cocinar. Tener a la mano una radio a pilas, lamparines, linterna, fósforos, velas y un botiquín de primeros auxilios. Tener disponible ropa de abrigo como mantas, pasamontañas, ponchos y otras prendas para protegerte del frío. Evitar el cambio brusco de temperatura. Cubrirse la cabeza, el rostro y la boca para evitar el ingreso de aire frío a los pulmones. Usar varias frazadas para dormir. Consumir azúcar, grasas, papa, maca y otros productos con alta caloría y carbohidratos. Preparar pequeños invernaderos con maderas y plástico alrededor de las plantas para protegerlas del frío intenso. No dejar a los animales a la intemperie.
enfermedades respiratorias diarreicas. El perfil del segmento poblacional afectado es escalofriante. Yagui Moscoso explica que la gran mayoría de víctimas son niños menores de cinco años cuyos hogares están en el quinto inferior de pobreza y que son hijos de mujeres muy jóvenes. Tomando en cuenta ese perfil, entonces, la solución no solo está en la entrega de frazadas o alimentos cuando ya el frío ataca, sino que va más allá. Las condiciones de vulnerabilidad de ese sector de la población exigen una solución multisectorial que contemple la satisfacción de necesidades básicas como la salud, educación y vivienda. Lo más grave del asunto es que cuando la temperatura desciende y las víctimas comienzan a aparecer, recién las autoridades se preocupan del tema y empieza el juego del Gran Bonetón para ocultar la falta de eficacia y eficiencia en la ejecución presupuestal que debería priorizar la protección de la población más vulnerable. Para muestra solo un botón. El gobierno regional de Puno ha ejecutado solo el 3 por ciento de su presupuesto en los primeros cinco meses del año y ha dedicado el dinero público a otras actividades dejando a merced del frío a miles de niños y ancianos pobres. 19