INFORME DE INVESTIGACIÓN “Construir estrategias políticas para fortalecer el sector del Empleo del Hogar” Madrid-Murcia 2013
Esta publicación ha sido realizada con el apoyo financiero del MESS -Ministerio de Empleo y Seguridad Social y el FEI- Fondo Europeo para la integración. El contenido de la misma es responsabilidad exclusiva de ACSUR-Las Segovias, y de sus autoras, Mercedes Figueroa y Yolanda Caballero de la asociación “NAUTAS. Género e intervención Social” en colaboración con las personas responsables del trabajo de campo en Murcia y Madrid: Ana María Vivancos, consultora independiente; Belén Valera, técnica de proyectos de ACSUR Las Segovias en Murcia; Eva Ortuñez Gallo y Esperanza Camarasa de los Ángeles, de la Soc. Cooperativa madrileña Abierto Hasta el Amanecer y no refleja necesariamente la opinión de los financiadores.
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0.- Resumen del documento. 1.- Presentación: ¿Quiénes hemos participado de esta investigación? 2.- Antecedentes: “Empleadas de hogar, ciudadanas migrantes, trabajadoras con derechos. Fortalecimiento de mujeres migrantes para la defensa de sus derechos: Convenio 189 de la OIT” 3.- Las miradas del Equipo de Investigación: Equipo Murcia, Equipo Madrid y Coordinación. 3.1.- Miradas convergentes 4.- Las bases teóricas de la investigación. 4.1. Marco metodológico: la IAP-F 4.2. Marco teórico: la economía feminista. 4.2.1. Las trampas del análisis económico convencional 4.2.2. La Economía Feminista: poner en el centro la satisfacción de las necesidades humanas. 5.- Cómo se hace la investigación 5.1.- Desarrollo de la investigación: el Diagnostico Participativo 5.2.- La espiral de- reflexión- acción-reflexión en la evolución de los objetivos. 5.3.- Potencialidades y límites de la IAP-F 6.- Diagnóstico extraído de la IAP-F 6.1. Condiciones laborales del empleo en el hogar 6.1.1. Los logros en términos legislativos. 6.1.2. Los retrocesos legislativos. 6.1.3. La realidad de las empleadas de hogar. 6.2. Las metas y elementos a tener en cuenta para lograrlas. 6.2.1. Cumplimiento de la legislación actual: la intermediación laboral.
6.2.2. Equiparación al régimen general. 6.2.3. Profesionalizar al sector: formación y establecimiento de categorías profesionales. 6.2.4. El establecimiento de otros tipos contratación. 6.2.5. Ratificación del Convenio 189 de la OIT: Trabajo decente para las trabajadoras y los trabajadores domésticos. 6.3. Estrategias políticas. 6.3.1. Fortalecimiento de las organizaciones de Empleadas de Hogar. 6.3.2. La coordinación entre diferentes actores 6.3.3. La interlocución y participación con el Estado. 7.- Bibliografía 8.- Anexos
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0.- RESUMEN DEL DOCUMENTO. El presente documento pretende ser una herramienta de trabajo para todas aquellas personas que quieran contribuir a que este mundo sea más justo. Sin pretensiones, porque está hecho desde la conciencia de que los cambios sociales son fruto de procesos colectivos, en los que cada una y cada uno aporta lo que es y puede. Se trata de un relato sobre la realización de la investigación “Construir estrategias políticas para fortalecer el sector del empleo del hogar”, realizada entre los meses de mayo y diciembre del 2013. En el título ya está contenida la pretensión de la misma. Metodológicamente se diseñó como una Investigación Activa Participativa (IAP) con perspectiva feminista, para lo que se utilizó la Investigación Activista Feminista (IAF). Pero además, como no podía ser de otra manera, el marco teórico desde el que se analizó el empleo del hogar fue el de la economía feminista. Evidentemente todo este planteamiento metodológico y teórico tiene un valor en si mismo, que puede contribuir a futuras investigaciones, intervenciones o movilizaciones sociales. Pero además están los frutos del acercamiento a la realidad del empleo del hogar desde estos enfoques, los resultados de la investigación en definitiva. Esto es lo que queda plasmado en la parte del diagnóstico, constituyendo el aporte de la investigación a la lucha por la mejora de las condiciones en las que se realiza el empleo del hogar. Es entonces cuando podemos ver cómo se ejerce el empleo del hogar actualmente, tras las últimas reformas legislativas y en el actual contexto socio-económico; las metas que se plantean diferentes actores involucrados en el tema; y algunas de las estrategias que se plantean. En detalle, el presente documento comienza hablando de los antecedentes al proyecto de investigación- apartado 2-. Nos centramos en el proyecto “Empleadas de hogar, ciudadanas migrantes, trabajadoras con derechos. Fortalecimiento de mujeres migrantes para la defensa de sus derechos: Convenio 189 de la OIT” financiado por el MEYSSFEI1,ejecutado en el 2012 y donde estuvo involucrado el equipo de investigación y dos de 1
las organizaciones responsables de la misma, ACSUR-Las Segovias y AHA - “Abierto Hasta el Amancer”. Hablar de este proyecto nos permite comprender porque se optó por una IAP-F y no por otro tipo de investigación, pero también entender algunas de las características con las que se ha desarrollado. De hecho se partía de un tejido social ya movilizado, el cual ha constituido el sujeto de la investigación -al que hemos denominado sector del empleo del hogar-, incluso existían ya espacios de encuentro formalizados como la Plataforma por la Igualdad de Derechos en el Empleo del Hogar de la Región de Murcia. Dentro de esos espacios de encuentro las empleadas de hogar migrantes tenían un papel preponderante ya que el proyecto se había centrado en ellas, dando lugar a una asociación de empleadas de hogar en Murcia y poniendo en contacto a las asociaciones de empleo de hogar y empleadas no organizadas como tales en Madrid. Posteriormente pasamos al apartado dedicado a las miradas del equipo de investigación apartado 3-. Partiendo de un ejercicio concreto de escritura libre cada una de las partes del equipo de investigación, incluida la coordinación, expusieron cuál era su historia personal en relación con el empleo en el hogar y cómo habían llegado a ser activistas en la defensa de los derechos de las empleadas de hogar. Como no podía ser de otra forma, con ello se comprobó que la historia personal, el activismo y la relación profesional se confunden en la realidad, no son espacios aislados. Pero además se evidenció como con la propia investigación que se estaba realizando en ese momento también se estaban La financiación es a través del Ministerio de Empleo y Seguridad Social y el Fondo Europeo para la Integración (MEYSS-FEI) dentro del marco del "II Plan Estratégico de Ciudadanía e Integración 2011/20104", aprobado por el Consejo de Ministros. Según se describe en la página web del Portal para entidades locales sobre integración de inmigrantes: “La integración de los inmigrantes es uno de los pilares básicos de la política global de inmigración llevada a cabo por el Gobierno de España. (…) Se ha apostado decididamente por impulsar, apoyar y financiar las actuaciones puestas en marcha tanto por las distintas Administraciones Públicas como por la sociedad civil; entre estas actuaciones destaca la importante labor que llevan a cabo las Entidades Locales en materia de integración de las personas inmigrantes. (…)Integra Local fija como uno de susobjetivos convertirse en un punto de referencia de las Entidades Locales que sirva de entrada a diferentes servicios e informaciones relacionadas con la integración, a nivel municipal, de las personas inmigrantes .Para ampliar información: http://www.integralocal.es/index.php?seccion=1
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moviendo convicciones personales. En el apartado 4 se presenta el marco teórico que ha guiado metodológicamente el proyecto. Se trata de una IAP al uso a la que se le introdujo la perspectiva feminista de dos maneras: por un lado en la propia metodología investigativa, complementando la IAP con los principios de la Investigación Activista Feminista (IAF); y por otro lado a la hora de analizar el empleo del hogar, para lo que se usó la Economía Feminista. De esta manera se buscaba romper con patrones patriarcales tanto a la hora de aproximarnos a la realidad para conocerla como a la hora de analizar lo extraído en ese proceso de conocimiento. El cómo se ha llevado este proceso en la práctica se puede ver en el apartado 5. Evidentemente el que la duración de la investigación haya sido sólo de ocho meses ha limitado, y mucho, el poder hacer una IAP completa. Finalmente nos quedamos en la primera fase, de diagnóstico participativo. Sin embargo si se logró abrir la espiral de acción-reflexión-acción vital para la IAP y motor de ese cambio social que tanto la IAP como la IAF buscan. Fruto de esta espiral hubo un cambio en los objetivos específicos, buscando que fueran más realistas con los límites para la realización de las investigación así como dinamizadores de los elementos potenciados por la misma. El objetivo general continuó siendo el “construir colectivamente estrategias políticas para el fortalecimiento del sector del empleo del hogar”, pero los específicos pasaron a ser: “identificar posibles estrategias para la dignificación del sector”; y “evidenciar los discursos de los diferentes actores involucrados”. En función de estos objetivos se analizó la información extraída en la investigación y se elaboró el diagnóstico -apartado 6-. Mostrando los discursos de los diferentes actores se extraen las condiciones en las que se realiza el empleo del hogar (6.1.), así como las metas que se plantean para su mejora (6.2). Las estrategias para lograr esas metas también se extraen de los discursos (6.3.) y se resumen en tres procesos: el fortalecimiento de la organización de las empleadas de hogar; la búsqueda de alianzas y coordinaciones; y, finalmente, la incidencia política al estado. Se trata de un relato largo, pero que esperemos que sea fácil de consultar. Reiteramos que
es un elemento más, un aporte, al diálogo sobre el tema. Está hecho desde la honestidad y el compromiso personal, por tanto no es un documento cerrado ni describe un proceso ya finalizado. Si algo se ha logrado es que la espiral de acción-reflexión-acción siga su curso, tanto en lo colectivo como en lo personal. 1.- PRESENTACIÓN: ¿QUIÉNES HEMOS PARTICIPADO DE ESTA INVESTIGACIÓN? El equipo de investigación que ha llevado a cabo esta IAP-F2 ha estado conformado por personal técnico cualificado de la “Cooperativa. Abierto Hasta el Amanecer (AHA)”- Equipo Madrid -, “ACSUR- Las Segovias” y una profesional en calidad de autónoma – Equipo Murcia- . En total han sido cuatro personas las que han realizado el trabajo de campo (entrevistas y grupos de discusión), dinamizado los grupos motores, retroalimentado el diseño de la IAP-F y la información y documentos que iban sistematizando la coordinación, conformada por dos personas de la asociación “Nautas. Género e Intervención Social”. Las funciones de éstas fueron diseñar y dar seguimiento a la investigación, sistematizar, analizar la información, elaborar el Diagnóstico Participativo y redactar el presente informe. De manera que, en total, el equipo de investigación ha estado conformado por seis personas cuyas experiencias previas en materia de investigación, trayectorias profesionales y vinculaciones activistas al empleo del hogar, los cuidados y al feminismo son diferentes. (Anexo 1) Los grupos motores en una IAP están integrados por personas afectadas y comprometidas con la problemática a investigar siendo una parte representativa del sujeto de la investigación, en este caso, el sector del empleo del hogar y como su nombre indica son el “motor” del proceso de la IAP-F. La composición tiene en si misma un objetivo estratégico: empleadas de hogar asociadas y no asociadas, sindicatos, organizaciones sociales,
2 De ahora en adelante se usará estas siglas “IAP-F” para referirnos a la Investigación Acción Participativa con perspectiva feminista.
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personas del ámbito académico y del propio equipo de investigación. Entre sus funciones está la de ser una fuente de información, ayudar en la recogida de información y de datos, aportar conocimientos sobre la temática, el contexto y las redes, participando en el análisis, el diagnóstico y retroalimentando constantemente la investigación. En concreto en esta IAP-F han participado a lo largo de todo el proceso y gran parte de sus miembros provenían tanto del proyecto de la primera fase, que se explica a continuación, como de procesos de lucha y movilización social histórica por la mejora del empleo del hogar. 2.-
ANTECEDENTES:
“EMPLEADAS
DE
HOGAR,
CIUDADANAS
MIGRANTES,
TRABAJADORAS CON DERECHOS. FORTALECIMIENTO DE MUJERES MIGRANTES PARA LA DEFENSA DE SUS DERECHOS: CONVENIO 189 DE LA OIT” El equipo de Murcia y Madrid, junto a otras profesionales y personas vinculas al grupo motor, habían estado trabajando conjuntamente durante el año 2012 en el proyecto “Empleadas de hogar, ciudadanas migrantes, trabajadoras con derechos. Fortalecimiento de mujeres migrantes para la defensa de sus derechos: Convenio 189 de la OIT”.Con la realización de este proyecto ACSUR-Las Segovias quería contribuir a “... mejorar la capacidad organizativa, la participación efectiva y de representación de intereses de mujeres migrantes vinculadas a las asociaciones de Trabajadoras de Hogar, asociadas o no a otras entidades sociales (migrantes, feministas, sindicatos...)...” (Ortuñez y Camarasa, 2012:10). Con la finalidad de que “... se tengan en cuenta sus condiciones económicas, sociales y culturales...” y esto mediante “... los relatos, puntos de vista, experiencias y voces, que ellas proponen” (Ibíd). Para ello se propiciaron espacios de encuentros y alianzas locales entre asociaciones y redes de mujeres migrantes, empleadas de hogar y otros agentes sociales implicados en la revisión del modelo de cuidado y de reproducción social. Cabe mencionar que estos espacios de encuentro ya se venían creando en años anteriores, concretamente en el 2009 ACSUR-Las Segovias participó, junto con otras organizaciones de empleadas de hogar, asociaciones de migrantes, grupos del movimiento feminista,mujeres
con diversidad funcional y UN-INSTRAW3 en un seminario, organizado por éste último, “La reforma del Régimen Especial de Empleo de Hogar: cruces con la migración y un debate de fondo ¿cómo reorganizar los cuidados?”cuyo proceso de diálogo político entre actores sociales claves se plasmó en el “Pliego de propuestas: Un lugar justo para el empleo de hogar y sus trabajadoras” (López Gil, 2010). Pero desde la firma en Junio de 2011 del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre el Trabajo Decente en el empleo del Hogar, ACSUR-Las Segovias enfocó su trabajo en red a promover la ratificación del Convenio por el estado español. Por tanto el objetivo general del proyecto “Empleadas de hogar, ciudadanas migrantes, trabajadoras con derechos. Fortalecimiento de mujeres migrantes para la defensa de sus derechos: Convenio 189 de la OIT” fue “fortalecer el liderazgo, el empoderamiento y la participación de mujeres migrantes, mujeres asociadas en Asociaciones de trabajadoras de Hogar o empleadas domésticas asociadas en otras entidades sociales (migrantes, feministas, sindicatos etc..) generando redes de trabajo y reforzando la cooperación de actores claves para facilitar la participación efectiva y cualificada en espacios de incidencia local en el periodo de aplicación del convenio y las recomendaciones de la OIT de Empleo de Hogar a la Normativa Nacional.” (Ortuñez y Camarasa, 2012:10) Como objetivos específicos estaban: “Mejorar la capacidad organizativa, la participación efectiva y de representación de intereses de mujeres migrantes vinculadas a las asociaciones de Trabajadoras de Hogar o Empleadas de Hogar asociadas otras entidades sociales (Migrantes, Feministas, sindicatos, entre otros) en la adecuación de las recomendaciones del Convenio nº 189 de la OIT a la realidad normativa del estado español, favoreciendo 3 El INSTRAW es el Instituto Internacional de Investigaciones y Capacitación para la Promoción de la Mujer, en sus siglas en inglés, de Naciones Unidas. Actualmente sus funciones están dentro de la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres).
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procesos de formación interna, empoderamiento y coordinación nacional con los distintos agentes sociales y estatales”. “Propiciar espacios de encuentros y alianzas locales entre asociaciones y redes de mujeres migrantes, trabajadoras domésticas y otros agentes sociales para la revisión del modelo de cuidado y reproducción social en familias nacionales y migrantes, elaborando conjuntamente un documento de compromisos y acuerdos locales sobre la estrategia colectiva a seguir sobre reforma del Empleo de Hogar, sintetizada en una propuesta de campaña de sensibilización a la población para ganarse apoyos de la opinión pública sobre los diferentes aspectos de derechos y garantías de las personas cuidadoras migrantes: integración, participación social, participación laboral, etc., en Madrid y en Murcia”. Dentro del objetivo específico 1, se logró: Organizar a 51 mujeres inmigrantes, trabajadoras domésticas o empleadas de hogar (internas y externas), de 13 nacionalidades y/o orígenes. Se trataba tanto de mujeres organizadas como empleadas domésticas o en otras organizaciones vinculadas a esta realidad (inmigrantes, servicios de apoyo, etc.), así como de mujeres no organizadas. Formación interna (mediante metodología participativa y grupal) en:
Fomento del liderazgo y el empoderamiento.
Aumentado el conocimiento y manejo autónomo de recursos para
favorecer sus condiciones de trabajo y vida.
Se ha favorecido la ayuda mutua, el intercambio de saberes para el
análisis de la realidad, centros de interés, recursos colectivos, problemáticas detectadas específicas, consejos de cuidado personal para el equilibrio físico y mental Como resultados se cuenta en la actualidad con: Una asociación de mujeres empleadas de hogar en Murcia.
Motivación de las mujeres no asociadas por participar o formar parte de las asociaciones. Elaboración de un documento de análisis y de propuestas. Un calendario y una agenda del 2013. Con el objetivo específico 2 se logró: Contactar con 45 entidades/colectivos/asociaciones/centros a los que se dio a conocer el proyecto, estableciéndose lazos de colaboración e intercambio, ya fuese para derivar participantes como en redes de trabajo y cooperación. En Murcia se creó la “Plataforma por la Igualdad de Derechos en el empleo del hogar de la Región de Murcia”. En Madrid las mujeres asociadas en entidades del sector participantes han aumentado el conocimiento y profundización de análisis así como la elaboración de propuestas alternativas de mejora de la realidad. Además se realizaron unas Jornadas que fueron un lugar de encuentro entre las mujeres participantes y demás agentes involucrados en el sector: sindicatos, asociaciones de inmigrantes, asociaciones de empleadas de hogar, ONGs, profesorado de universidad, empresas de colocación. En total participaron 140 personas. En definitiva con el proyecto realizado “Se ha puesto de manifiesto en las reflexiones y debates respecto al estatus del empleo del hogar, qué necesidades de bienestar se están cubriendo, se ha sacado a la luz la importancia de este sector junto a otras cuestiones más generales sobre la organización de los cuidados, su interrelación con las políticas de extranjería y/o el modelo socioeconómico. Por ello las propuestas que han salido fruto del Proyecto se dirigen a una pluralidad de agentes y organismos” (Ibíd: 44). Todo esto desde la idea de que “Valorar y dignificar el empleo en el hogar exige que tanto 11
sociedad civil como trabajadoras y trabajadores del sector realicen estrategias coordinadas de acción, y que su voz pueda estar presente en los debates que afecten a su reconocimiento y regulación” (Ibíd:10). Transversalmente se trabajó la perspectiva de género, migraciones y derechos laborales. Por tanto a partir de dicho proyecto se constituyó en Murcia la primera Asociación de Empleadas de Hogar y una Plataforma por la Igualdad del Empleo del Hogar en Murcia formada por empleadas de hogar asociadas, organizaciones sociales, sindicatos, personas proveniente del ámbito de la academia, feministas y ciudadanas/os. Una de las primeras acciones de sensibilización y denuncia que llevaron a cabo fue con motivo del Día Internacional del Empleo del Hogar el 23 de Marzo del 2013 4. El tejido asociativo que se creó era nuevo y fresco. En lo que respecta a Madrid ya existía una base social más amplia de asociaciones de empleadas de hogar, plataformas y organizaciones sociales vinculadas a la mejora del sector del empleo del hogar con más trayectoria en el tiempo. De manera que la organización de encuentros y reuniones de coordinación fortaleció el tejido asociativo y las alianzas entre las organizaciones y las empleadas de hogar. Finalmente se elaboró un documento de posibles estrategias a seguir para fortalecer el sector del Empleo de Hogar, de donde se extraen las siguientes conclusiones como principales: Seguir sensibilizando a la población en general realizando campañas de información adecuada a empleadores/as, a trabajadores/as, agencias privadas de colocación acreditadas por el Ministerio de Empleo, sindicatos, ONGs y entidades sin ánimo de lucro que realizan acciones de mediación, asesoramiento e información para selección de las trabajadoras de hogar. Estas campañas deben estar relacionadas con:
los cambios legislativos: derechos y deberes
4 Para
ver
la
acción
de
calle
consultar
el
enlace:
http://vimeo.com/63312598
las condiciones dignas de trabajo
el reconocimiento del papel que desempeñan las empleadas de hogar en la economía y en la sociedad.
Para avanzar en las mejora de las condiciones laborales de las trabajadoras domésticas, lograr que el estado ratifique el Convenio 189 de la OIT. Fortalecer el liderazgo, el empoderamiento y la participación social de las mujeres inmigrantes trabajadoras de hogar. En febrero 2013 ACSUR LAS SEGOVIAS junto a otras organizaciones españolas y europeas, participó en un encuentro organizado por la OIT (Organización Internacional del Trabajo)en su centro de formación en Turín: ”Promover la integración de trabajadores domésticos migrantes en Europa”5 “Este encuentro sirvió además para ampliar nuestros conocimientos y contactos y para reforzar este trabajo en red participando en campañas como la que se realiza en el Estado español por la ratificación del Convenio 189 de la OIT por el trabajo decente en el empleo del hogar”. Este espacio de encuentro sirvió para sentir y compartir colectivamente la necesidad de elaborar estrategias conjuntas de incidencia política para lograr dicha ratificación. Para ello era necesaria previamente la coordinación entre agentes de diferentes territorios del Estado español para ser más visibles socialmente. De modo que el interés por favorecer procesos de trabajo coordinados animó a ACSUR a que eso fuese parcialmente canalizado mediante la realización de una Investigación Acción Participativa con perspectiva Feminista. Dicho proyecto, unido al mencionado anteriormente, serviría para contribuir
a pensar en
elementos que favorezcan la “construcción colectiva de estrategias políticas para fortalecer el sector del empleo del hogar”. Éste es el origen y la gestación de los objetivos de la investigación.
5 http://migration.itcilo.org/en/courses/tailor-made/example/tailor-made-courses-text.
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Por tanto ACSUR - Las Segovias eligió hacer una IAP- F porque aúna metodología de investigación social y un proceso de intervención social adaptándose al trabajo que venían realizando anteriormente y dándole continuidad con una segunda fase. Y además, favorecería la participación en contextos locales construyendo conocimientos de manera colectiva. La perspectiva feminista, desarrollada en el apartado 4, contribuye a reconocer a las colectividades más afectadas por la situación a investigar como agentes de conocimiento con agencia política, en este caso, las empleadas de hogar.
Paralelamente a la IAP-F se llevó a cabo un nuevo ciclo de talleres formativos y encuentros dirigidos a las empleadas de hogar asociadas y no asociadas para fortalecer su liderazgo, empoderamiento y participación social. De esta manera se reforzaba el papel de las empleadas de hogar. Al fin y al cabo su proceso de lucha y sus reivindicaciones son los elementos que harán posible la equiparación legal del empleo del hogar a cualquier otra profesión, así como el reconocimiento social de que “sin ellas no se mueve el mundo”. 3.- LAS MIRADAS DEL EQUIPO DE INVESTIGACIÓN: EQUIPO MURCIA, EQUIPO MADRID Y COORDINACIÓN Como si se tratara de una receta de cocina, cada una de las personas que han formado parte del equipo de investigación han contribuido con ingredientes propios en la cocción de la misma. Ingredientes provenientes de sus trayectorias personales y las de sus organizaciones (AHA, ACSUR- Las Segovias y Nautas), fruto de la confluencia de identidades cruzadas que dependen del género, la clase social, la etnia, la cultura, etc. El cómo se iban conjugando dependió de las miradas y es algo que se ha ido cocinando a lo largo del proyecto cambiando de forma, color, tamaño, sabor, etc. pero guardando las esencias propias de cada quién. La coordinación, como “ojo externo”, propuso un ejercicio de escritura individual a modo de situar, a nivel metodológico, los conocimientos, los puntos de partidas y las miradas previas: ¿Cuál y cómo fue tu acercamiento al empleo del hogar? ¿Cuál fue la experiencia significativa que te llevó a implicarte en este tema? ¿Habías escuchado hablar antes de economía feminista? ¿Qué es para ti la economía feminista? De esta manera, las distintas componentes del equipo de investigación
pudieron reconocerse y compartir en qué les interpelaba el empleo del hogar y los cuidados, así como cuál podrían considerar que eran sus aportes. En cuanto a cuál fue el primer contacto significativo con el empleo del hogar, algunas de las personas que han conformado el equipo de investigación (incluida las coordinadoras), en algunos y/o diferentes períodos de sus vidas han trabajado como empleadas de hogar, realizando tareas domésticas y/o de cuidados: “Trabajé una quincena del mes de agosto acompañando a Julia, una niña con parálisis cerebral, y a su familia (madre separada con tres hijos) en las vacaciones de verano. Hasta a mi misma me parecía que el estar trabajando en las vacaciones de otras personas no era un trabajo. No estaba dada de alta, no me sentía visible ni reconocida. Pensaba en mis amigas nicaragüenses, empleadas de hogar, y me quitaba el derecho a quejarme porque yo al menos iba a la playa, comía helados, iba al cine…” También el acercamiento al empleo del hogar venía por haber tenido en los hogares a empleadas de hogar trabajando: “Mi acercamiento al sector doméstico se remonta a mi niñez. Mi padre trabajaba todo el día como un mulo y mi madre también, pero en casa y sin remunerar, por supuesto. Como la casa era muy grande y mi madre a su vez cuidaba de mis abuelos maternos que vivían con nosotros y estaban muy mal de salud, pues siempre hemos tenido una empleada de hogar. Se encargaba de la limpieza, trabajando codo con codo con mi madre y como un miembro más de la familia. (…) Así que para mí la empleada de hogar era la mujer que le hacía la vida un poco más fácil a mi madre, no solo por el trabajo que desempeñaba sino también por la compañía, “el comadreo” bien llevado. Mientras trabajaban se contaban sus historias o las de otros, aprendiendo juntas a resolver sus problemas y siendo un apoyo la una para la otra”. O por la ausencia de posibilidad de contratar a empleadas de hogar aunque se necesitara, 15
por diferentes motivos: “En mi casa contratar a alguien nunca se ha visto como una opción real, ni siquiera cuando murió mi abuela y mi madre tuvo que asumir dos casas, la suya y la de mi abuelo. El motivo de entrada era económico, ya que la pensión de mi abuelo no daba para cubrir una empleada doméstica. Pero también estaba el mandato social: mi abuelo tenía una hija soltera, ¿para qué iba a necesitar pagar cuando lo tenía gratis?”
3.1.- Miradas convergentes En mayo del 2013 fue el primer encuentro presencial del equipo de investigación y en él se pusieron en común las expectativas sobre el proyecto. Se coincidió en que era muy ambicioso en relación al tiempo del que se disponía (8 meses). Por parte de ACSUR - Las Segovias se consideraba que dentro del proceso de trabajo que se había iniciado un año atrás era pertinente una IAP-F, además de ser un medio para ir construyendo preguntas y respuestas, para seguir movilizando el debate y la búsqueda de cómo mejorar el sector del empleo del hogar y las condiciones de vida de las mujeres migrantes empleadas de hogar. Teniendo en cuenta el trabajo que se venía haciendo se valoró que para esta IAP-F sería importante contar con “cuántos más puntos de vista haya mejor” para ampliar las miradas sobre la situación. Por tanto, uno de los papeles del equipo de investigación era tomar fotografías de cómo ven al sector del empleo del hogar los actores sociales involucrados en el mismo, especialmente las empleadas de hogar, teniendo en cuenta el contexto actual, marcado por el cambio a partir del Real Decreto-Ley 29/2012 y la crisis económica. El comprender cómo está el sector del empleo del hogar, mediante el diagnóstico participativo, serviría para construir colectivamente estrategias para la mejora de las condiciones en las que se realiza el empleo en el hogar. Se puso entonces a disposición del proceso los ingredientes-miradas de cada una, dónde convergían las diferentes trayectorias profesionales y vitales. El equipo de Madrid formado por Esperanza Camarasa y Eva Ortuñez, de “Abierto hasta el
amanecer S.COOP (AHA)”, aportó su mirada y perspectiva histórica sobre el empleo del hogar. A continuación se reproduce gran parte de sus aportaciones tal y como las plantearon: “Estuvimos involucradas en el Movimiento JOCE/JOCI y en 1987 se plantearon realizar un estudio sobre la situación del Empleo de Hogar en España motivados por que era la realidad de un sector económico en el que trabajaban muchas jóvenes de clase obrera, socias o no de la organización. (…)También porque se aprobó un nuevo régimen legislativo especial para los empleados de hogar, el Real Decreto 1424/1985. A partir de una apuesta clara de JOCE, el Colectivo Ioé preparó un diseño de investigación con los siguientes objetivos:
Elaborar un mapa de la distribución y situación de las empleadas de hogar en España.
Detectar su auto-imagen, así como las principales actitudes, opiniones y expectativas respecto a su situación laboral.
Captar los estereotipos sociales, referidos al servicio doméstico, existentes en distintos sectores de la sociedad (empleadores, sectores populares, responsables políticos, sindicales y de la administración).
Estudiar las redes de relación existentes entre las empleadas de hogar y sus actitudes y experiencias ante la organización colectiva del sector.
Analizar la legislación vigente y sus antecedentes históricos.
Abrir un proceso de sensibilización social -cara a la opinión pública- y de implicación activa -de las propias trabajadoras- a partir de un proceso de investigación abierto y participativo.”
A partir del proceso de reflexión-acción-reflexión se generó la creación de grupos, colectivos y plataformas reivindicativas y se publicó el estudio: "Servicio doméstico en España. Entre el trabajo invisible y la economía sumergida" (1990). Al releer las 17
conclusiones “nos damos cuenta que si bien es cierto que se han producido cambios en mejoras podemos seguir hablando que el marco no cambia:
El primer enfoque remite a la organización patriarcal de la sociedad, que genera un sistema de sexo-género discriminatorio para las mujeres, a las que aboca "naturalmente" a la gestión de las economías domésticas, por otra parte consideradas como actividad no-económica (las personas dedicadas a "sus labores" son clasificadas como inactivas). El segundo da cuenta de la dinámica de las sociedades de capitalismo avanzado, que explotan y marginan a importantes colectivos sociales, fragmentando al conjunto de los trabajadores en segmentos crecientemente diferenciados; en la sociedad "dual" o de "los tres tercios" las EH se ven abocadas a las peores condiciones laborales y, muy frecuentemente, a la economía sumergida.
Las características "especiales" del empleo del hogar derivan de su condición de colectivo puente entre la economía doméstica y la economía monetaria.
Si en la estructura ocupacional española existe una segmentación por razón de sexo (con discriminación negativa respecto a las mujeres), queda claro que el sector de EH está aún mucho más discriminado;
Las actividades cotidianas de las EH están ligadas al ámbito privado, a los límites del hogar a la lucha por equiparar al sector de ED con el resto de los trabajadores es un objetivo miope si no se plantea, simultáneamente, una transformación del estatus social del trabajo doméstico. ¡¡Después de casi 25 años muchos de los elementos de análisis siguen en la actualidad vigentes!!”
En el equipo Murcia, Belén Valera,técnica de ACSUR-Las Segovias en Murcia aportó, entre otros, su vínculo a la inmigración: “Los movimientos migratorios son mi pasión. En Cooperación he trabajado con proyectos de refugiados y desplazados internos y al volver a España precisamente lo que más me apetecía era trabajar con migrantes. Me enriquece muchísimo estar cerca de personas con unas experiencias vitales tan ricas, y me parece muy injusto
que las sociedades de acogida sean duras con las personas migrantes. De hecho he trabajado en varios proyectos con migrantes en los últimos años, con ACSUR y otras organizaciones y siempre he disfrutado mucho. El hecho de que el proyecto fuera también en Madrid suponía que desde Murcia podíamos aprender de todas las movilizaciones sociales y el tejido asociativo ya existente”. Ana Vivancos, educadora social y actriz daba una mirada fresca, viva, con los sentidos abiertos y despiertos y una predisposición a aprender y a cuestionarse: “Para comenzar diré que mi mirada en esta investigación es la siguiente; ojos y oídos bien abiertos, escuchar, escuchar, aprender y contribuir en esta “empresa” en la medida de mis posibilidades. Esto es debido a que soy nueva en esto de la IAP, al igual que en el feminismo “feminismos”, algo relativamente desconocido para mí hasta hace bien poco. Yo tenía una visión bastante estereotipada de dicho movimiento reivindicativo. Mujeres un poco “marimachos” con pelo en el sobaco que odiaban a los hombres. (…)Durante todo este proceso, el conocer y trabajar con/para las mujeres, introducirme en el feminismo, el grupo, la complicidad que hemos encontrado todas y los talleres, están haciendo tambalearse mis cimientos como mujer. Cimientos creados en el “heteropatriarcado” de mierda que nos han metido a tod@s en el biberón y a lo largo de toda nuestra vida. (…) Básicamente me estoy deconstruyendo para poder rehacer, sobre otros cimientos, más sanos, libres y justos, eliminando los anteriormente mencionados… Esos que tanto daño han hecho, por lo menos a mí…. (…) Este proceso de reconstrucción no está siendo nada fácil y por eso a veces cuando nos perdemos en la inmensidad de palabras tan grandes como FEMINISMO, CUIDADOS o CADENAS GLOBALES DE CUIDADOS, yo me miro adentro y lo que veo es un SOLAR…porque casi nada de lo que tenía me sirve entrando en este nuevo mundo”. La coordinación de Nautas, conformada por Mercedes Figueroa y Yolanda Caballero, contribuyó con una mirada feminista y que, para lo específico del tema que nos ocupa 19
“empleo del hogar y cuidados” proviene de: “... una mezcla de vidas trenzadas entre la militancia en el colectivo Setas Feministas, las relaciones interpersonales de amistad y de vecindad en el barrio y formación técnica específica como profesionales de lo social en Nautas. Género e Intervención Social. Estos cruces, muy vivos, nos llevaron a colaborar con el grupo de Empleadas de Hogar de la Oficina de Derechos Sociales de Sevilla en un taller de video participativo, dónde uno de los resultados del taller fue la creación de un cortodocumental “El Mural de los cuidados” (…). Y en otro momento dimos unos talleres sobre Autoestima y autonomía. Estos encuentros nos han ido vinculando afectivamente al grupo; ya para entonces habíamos compartido historias de vida entre risas, cafés, bizcochos, lágrimas y regalos. Es un espacio donde a la par que recibimos, damos.” Los grupos motoresen sus reuniones tenían incluida como dinámica de trabajo el debate, extrayéndose de los mismos los elementos más significativos constituyendo esto unaporte a la investigación y a las organizaciones a las que pertenecen. Sus miradas diversas y también entrecruzadas por el género, la clase social, la etnia, la cultura, la experiencia profesional, vital, etc. y han sido un medio para aportar nuevos elementos o matices al debate y continuar manteniéndolo vivo. Cabe puntualizar que estas miradas no han estado exentas de contradicciones, puntos ciegos, dudas, encuentros y desencuentros que también forman parte del proceso de investigación, conocimiento, crecimiento y convergencias.
4.- LAS BASES TEÓRICAS DE LA INVESTIGACIÓN. Como se mencionaba anteriormente, para la realización de la presente investigación se partió de un trabajo previo gracias al cual se contaba con la participación comprometida de empleadas domésticas migrantes y organizaciones relacionadas con la migración y/o el empleo doméstico. Este trabajo facilitó el encuentro entre las mencionadas organizaciones, así como su coordinación. Además favoreció la organización de empleadas
de hogar en Murcia. En el mismo se definieron tres líneas de trabajo consideradas fundamentales para el logro de la dignificación del empleo del hogar: a) sensibilizar a la opinión pública; b) incidir para la Ratificación del Convenio 189 de la OIT; y c) fortalecer el liderazgo, el empoderamiento y la participación de las trabajadoras domésticas. Finalmente se trató de un trabajo donde transversalmente se incluyó la perspectiva de género, las migraciones y los derechos laborales. En todo este proceso se podían reconocer muchos de los elementos que caracterizan a una Investigación Acción Participativa (IAP). Pero además se quiso fortalecer esa perspectiva de género introduciendo un enfoque feminista 6. Entendemos la IAP como un tipo de investigación-acción que, desde la epistemología crítica, organiza el análisis y la intervención como una pedagogía constructiva, con la intención de favorecer un cambio social de alcance indeterminado. Es decir: se trata de un proceso de construcción de conocimiento para el cambio que se caracteriza por ser colectivo, rompiendo los privilegios de los procesos de investigación, proporcionando resultados cuya utilización corresponde a los y las implicadas, quienes determinan el propio proceso de construcción de conocimiento gracias a lo cual experimentan un proceso de maduración colectiva (De Miguel, 1993, 97- 101 en Moreno, Espada, 2009: 2). Más en detalle, la IAP se caracteriza por (Monreal; del Valle, 2009:12 y 13):
Pasar de la relación sujeto/objeto a la relación sujeto- sujeto.
Parte de las demandas o necesidades sentidas por los/as afectados/as, como condición necesaria para que sean ellos los principales protagonistas del proceso.
Une reflexión y acción, teoría y la praxis, evitando tanto teorizar sin llevar a la
6 Partimos de que, tal y como recuerda Mari Luz Esteban (2009:48) no es posible hacer un análisis de género que no sea feminista, sin embargo “... este “tomar la parte por el todo” desliga el trabajo concreto de toda una genealogía científica y social, enmascara la articulación feminista entre pensamiento y política, empobrece la búsqueda de referencias teóricas y empíricas, y dificulta que se tenga en cuenta la dimensión de cambio social que debería existir, de forma explícita o implícita, detrás de toda propuesta feminista”.
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práctica como actuar sin reflexionar.
Comprende la realidad social como una totalidad, concreta y compleja a la vez.
Plantea el proceso como una vía de movilización y emancipación de los colectivos sociales protagonistas de la IAP.
Y en este caso, ¿por qué una IAP con perspectiva feminista? En un primer lugar esto implica romper con las epistemologías tradicionales, las cuales -con o sin intencióntienden a excluir la posibilidad de que las mujeres sean sujetos o agentes del . conocimiento (Harding, 1987). De hecho, históricamente, el sujeto de la ciencia ha sido un sujeto masculino al que se le ha conferido un carácter universal (Blazquez, 2008). Sin embargo no basta con incluir las voces de las mujeres: “Asumir el feminismo referido al conocimiento implica desentrañar el papel que cumplen los valores sociales en todo el proceso cognitivo y también demandar que nuevos valores sean considerados” (Adan, 2006: 306). Teniendo esta idea en mente por un lado se ha buscado aunar los principios que rigen la Investigación Activista Feminista (IAF) con los principios de la IAP, desde la idea de que se complementan y fortalecen; por otro lado, a la hora de analizar la mejora de las condiciones en que se realiza el Empleo en el Hogar se ha hecho desde los planteamientos de la Economía Feminista y sus cuestionamientos a la Economía convencional, lo que a su vez conlleva cuestionar a ese sujeto masculino erigido en universal. 4.1. Marco metodológico: la IAP-F La Investigación Activista Feminista (IAF) se caracteriza por (Bligia, 2007) 7:
Compromiso para el cambio social.
Ruptura de la dicotomía público-privado.
7 Este apartado se centra en los aportes de Bárbara Bligia sobre el tema ya que es ella quien recoge de manera explícita los principios de la IAF (2007).
Relación de interdependencia entre teoría y práctica.
Reconocimiento de la perspectiva situada
Asunción de responsabilidades.
“La valoración y el respeto de la agencia de todas las subjetividades que están implicadas, explícitamente o implícitamente, en el proceso de investigación” (Ibíd,: 417)
Considerar las dinámicas de poder que intervienen en el proceso de la investigación.
Estar constantemente abiertas a la posibilidad de que se den modificaciones en el proceso.
Reflexividad/Autocrítica.
Saberes colectivos/lógicas no propietarias.
Redefinición de los procesos de validación del conocimiento.
Como podemos ver se trata de principios metodológicos que se complementan con los de la IAP incluso fortaleciendo su perspectiva crítica (ANEXO 2. IAP/IAF) A la hora de que ambas confluyeran en la investigación, el principal papel que ha tenido la perspectiva feminista, ordenada en la metodología de la IAF, ha sido la de ayudarnos a neutralizar posibles riesgos y a favorecer que como equipo de investigación se cumplieran unos principios éticos. Este ha sido el desarrollo del proceso tal y como lo hemos vivido desde la coordinación del mismo: 1o. Cómo no caer en el papel de “salvadoras” Según la IAP se debe partir de las necesidades y demandas de las colectividades más afectadas por la situación a investigar, como condición de sean ellas las protagonistas del cambio. Sin embargo el sujeto de la presente investigación no eran las empledas de hogar, ni siquiera los y las empleadoras, sino que era un conjunto de los colectivos involucrados 23
en la mejora del sector. Por tanto estaban las Empleadas de Hogar Migrantes, que son las que viven la realidad en primera persona, y el resto de actores que están comprometidos por la mejora de esa realidad. Desde el punto de vista teórico de una Investigación Acción Participativa (IAP) entendimos que esto genera un primer bloqueo sin embargo para una Investigación Activista Feminista (IAF) cualquier persona o colectivo, como parte de esta sociedad, puede asumir la decisión política de realizar investigaciones -o cualquier otra acción- de denuncia, desde la conciencia que silenciar la situación sólo contribuye a mantenerla (Ibíd: 419). Y ese compromiso con la denuncia nos lleva al compromiso con el cambio social, es decir, además de cuestionar los discursos dominantes se deben construir elementos para que sea posible imaginar espacios de resistencia y agencia (Fine, Torre, 2004: 26, cit. en Ibíd: 416). Es el compromiso con la denuncia y el cambio de las condiciones en las que se realiza el empleo en el hogar, lo que motiva que tanto ACSUR-Las Segovias como las partes del Equipo de Investigación se involucren en la misma. Además con la investigación se ha favorecido el acercamiento y el debateentre colectividades igualmente comprometidas, concretamente entre sindicatos, organizaciones sociales, agencias de mediación o de colocación sin ánimo de lucro, académicas y las propias Empleadas de Hogar migrantes organizadas. Abriendo de esta forma un posible escenario desde donde denunciar e incidir para la mejora con el sector, cuyo potencial iremos viendo en el documento. Sin embargo aquí surgía otro problema ya que a menudo cuando son organizaciones o personas las que buscan un cambio social sin ser parte de las colectividades que más afectadas ser verían por el cambio, se corre un doble riesgo: o bien se termina “hablando en nombre de otra”o bien, se fuerza un proceso de concienciación de las colectividades más afectadas, para que se asuman como sujetos de cambio de su propia realidad. Estas prácticas conllevan volver a caer en lógicas patriarcales, ya que suponen un ejercicio de poder en el que las colectividades son posicionadas, de nuevo, como receptoras en vez de como productoras de conocimiento (Ibíd: 419) En definitiva tanto el equipo de investigación como el resto de actores involucrados corríamos el riesgo de convertirnos en “salvadoras”, algo a lo que todas/os las/os que trabajamos en intervención social, procesos
políticos y/o de transformación social estamos expuestas/os. De nuevo la IAF daba respuestas para evitarlo. Por un lado está la necesidad de partir de la valoración y el respeto en todo momento la agencia de todas las subjetividades presentes en la investigación (Ibíd: 417). En palabras de Erica Burman (1998: 14; cit. en Ibíd: 419) “La importancia del trabajo feminista se encuentra en desplazarse desde una óptica en la que se da voz a las víctimas hacia una escucha de sujetos que reivindican activamente y no buscan pasivamente que otros le ofrezcan oportunidad de cambio”. Decidimos entonces dar prioridad, en tiempo y espacio, a la escucha de las empleadas de hogar. Así la realización de las entrevistas y grupos de discusión de las empleadas fueron, en la medida de lo posible, los primeros pasos que dimos en el trabajo de campo; además sólo con ellas se ha hecho grupo de discusión. De esta manera y desde el principio nos quedó claro esa agencia de la que hablamos: no eran “víctimas” de una realidad, sino sujetos conscientes de sus injusticias involucradas en un proceso de denuncia y reivindicación para su mejora. Desde luego en esto contribuía que se trataba de mujeres organizadas. Por otro lado, el otro paso necesario era que el trabajo autoreflexivo y de autocrítica estuviera presente en todo el proceso. 2o. La autoreflexividad y la autocrítica constante. La autoreflexivilidad requiere poner constantemente en duda lo que estamos haciendo y problematizarlo, con la finalidad de evidenciar sus características y limitaciones, lo cual es además indispensable para seguir abriendo el camino (Ibíd: 418), algo inscrito en la lógica de la IAP. Ha sido esto lo que ha primado en cada una de las reuniones del Equipo Investigador, donde se ha debatido lo que en cada momento iba saliendo en la investigación, las dudas de cada una de las partes del equipo, las inquietudes, etc.Una muestra de ello es la evolución de los objetivos que podemos ver en este mismo documento (5.2.- La espiral reflexión-acción-reflexión). Por su parte, para los procesos de autocrítica (importantes además para “autoevaluar” la propia investigación) Bárbara Bligia utiliza tres preguntas formuladas por Bhavnani (1993: 25
98; cit. en Ibíd: 420), partiendo del análisis de Haraway sobre la objetividad feminista: “¿Son las investigaciones reinscritas dentro de las nociones de desempoderamiento? ¿Vienen problematizadas las micropolíticas relacionales de la investigación? ¿Cuáles debates sobre la diferencia son tenidos en cuenta?”. En la coordinación de esta investigación han sido preguntas siempre presentes pero que además se han reflejado en características concretas de su desarrollo. Así, frente al riesgo de desempoderar a las colectividades más afectadas por la situación a denunciar, en este caso a las Empleadas de Hogar Migrantes, está de entrada el reconocimiento de esa agencia y esa relevancia a los discursos de las empleadas. Pero además el propio proceso de construcción de alianzas constituía una manera de que se empoderaran, porque les daba la oportunidad de que horizontalmente pudieran hablar de su situación con otros agentes que “saben” de su situación, como académicas, sindicalistas, etc. Indudablemente en este proceso había relaciones de poder que procuraron evidenciarse y hasta cierto punto neutralizarse en la propia facilitación de los grupos motores. En cuanto al tema de las micropolíticas relacionales, se ha tenido en cuenta que en todas las relaciones humanas hay dinámicas de poder. Dentro de la IAP, un primer paso para enfrentar estas relaciones de poder consisteen reconocer su existencia, lo que indudablemente no nos hace escaparnos de ellas, pero sino nos hará más sensibles a las dinámicas que puedan generar (Ibíd: 417) 8. De esta manera, se podrá tener un parcial control del poder en juego por parte de las otras personas participantes (Ibíd: 417). Se ha constatado que hay relaciones de poder que tienen que ver con la disponibilidad de 8 En las investigaciones clásicas el poder reside en los y las investigadoras; en las investigaciones activistas, como la IAP, el poder se ubica en la comunidad, corriéndose el riesgo de invisibilizar el poder de los y las investigadoras. Frente a esto la IAF reconoce la existencia de relaciones de poder, las problematiza, y dala oportunidad de que pueda ser asumido por todas las partes en juego. Esto implica un nuevo desplazamiento en cómo se tienen en cuenta las posibilidades/poderes dentro de las investigaciones (Bligia, 2007:419)
tiempo (en principio, las empleadas de hogar tienen horarios más restrictivos que el resto de actores), con el nivel de estudios, con el manejo del discurso y el lenguaje propio de lugar (las empleadas de hogar migrantes mayoritariamente eran latinoamericanas castellano parlantes, sin embargo, como decía una entrevistada no empleada de hogar migrante, esto no implica que no haya problemas de comunicación), de estatus social (más cuando hablamos de empleo en el hogar que un sector fuertemente desvalorizado), de culturas y experiencias políticas (por ejemplo conocer el funcionamiento del estado español para la incidencia política), etc. Finalmente, en cuanto a los debates sobre la diferencia tenidos en cuenta, indudablemente se tenía el género y la nacionalidad, así como el contar o no con la ciudadanía. En el desarrollo de la investigación ha salido también la clase social y la condición de dependencia. Pero además, en los debates sobre la diferencia se ha tenido en cuenta que todos los actores involucrados en la investigación, incluyendo el equipo de investigación, miramos y actuamos desde una posición situada, determinada tanto por los roles sociales como por nuestras elecciones, lo dado y lo elegido. 3o. La interiorización de los principios éticos. Una constante a lo largo del proceso ha sido preguntarnos ¿para qué podía servir la investigación? Y ¿cuáles eran los posibles usos de los resultados de la misma? (Ibíd: 417) Las respuestas estaban claras: la investigación debía servir para la mejora de las condiciones de las empleadas de hogar, y fortalecer el protagonismo de éstas en su lucha. En cuanto a los posibles usos de la investigación, se pretende plantear escenarios para futuras alianzas y la confluencia de los intereses entre los actores que se comprometieran con la mejora del sector, ayudándolos a construir una estrategia política conjunta. Por otro lado se ha procurado que fuera un proceso honesto, basado en la transparencia y en el reconocimiento de nuestra a-neutralidad. Tanto la IAP como la IAF rompen con el concepto de objetividad como forma de validar el conocimiento. Todas/os hablamos desde esa posición situada que decíamos, pero que además es necesario nombrar. Así lo hicimos dentro del equipo de investigación y eso facilitó vernos y reconocernos entre nosotras 27
ayudándonos a dejarnos llevar durante el desarrollo de la investigación. De esta manera fuimos matizando las ideas (a menudo no consciente) de lo que cada una podíamos tener y considerar que constituía la “verdad” y permitiéndonos entrar en un proceso de validación de los resultados de la investigación que fuera hecho en conjunto con el propio colectivo, en función de esa responsabilidad en el para qué y los usos de la investigación. Quizás faltó evidenciar esa posición situada con los demás actores de la investigación. En más de una ocasión salió en el equipo de investigación la posibilidad de incluir preguntas en las entrevistas tales como ¿tiene usted empleada de hogar?, pero nunca se materializó. Tampoco se hizo el ejercicio dentro de los grupos motores. Cabe matizar que de manera espontánea, esa posición situada, fue surgiendo en el interior de los debates de los Grupos Motores aportando elementos sustanciosos para el debate, como en uno de los mantenidos en Murcia sobre el papel que cumple el empleo del hogar en el funcionamiento interno de los hogares. Se compartieron diferentes vivencias personales, las cuáles, nos llevan a la reflexión de cómo el empleo en el hogar ha evitado hablar de corresponsabilidad al interior de las familias y a enfrentar el conflicto entre la lógica de acumulación del capital de los mercados y la lógica de cuidados del espacio de reproducción social, vital para la sostenibilidad de la vida. El haber profundizado teniendo como un punto de partida éste reconocimiento de nuestras posiciones situadas hubiera dado una dimensión nueva y seguramente necesaria a la investigación. Como decía una compañera del equipo de investigación en una reunión del grupo motor de Murcia: “El único punto común que veo es que el empleo del hogar nos afecta a todos en uno u otro momento. O bien ser potencial empleador/a o incluso tener que acabar trabajando en eso [risas] bueno un político no creo que vaya a trabajar de empleada de hogar. Pero es un tema que nos interesa a todos pues si no me toca ya me va a tocar.”
4.2. El marco teórico: la Economía Feminista. La IAP une reflexión y acción es decir, teoría y la praxis, evitando tanto teorizar sin llevar a la práctica como actuar sin reflexionar. Sin embargo desde postulados feministas se considera que simplemente no hay diferencias entre teoría y práctica, es decir, “... no hay que aplicar una teoría a una situación práctica para validarla sino la teoría se modifica en la práctica así como la práctica puede venir influenciada de la teoría en un proceso simbiótico en el que ninguno de los dos elementos tiene más valor que el otro” (Ibíd: 417). Al final toda práctica lleva implícita una teoría, simplemente a veces no la reconocemos y eso es porque a menudo se trata de la teoría dominante, la no cuestionada. Por supuesto la teoría no es nada sin la práctica. A continuación mostramos el marco teórico intercalando algunos de los encuentros con el discurso que hemos ido encontrando y nos han parecido relevantes.
4.2.1. Las trampas del análisis económico convencional. Eran las propias empleadas domésticas participantes en el proyecto del año anterior las que afirmaban en el documento de análisis y propuestas (Ortuñez y Camarasa, 2012) que el trabajo doméstico “Es un trabajo invisible porque socialmente no se reconoce como un trabajo que aporta a la economía, a pesar de ser una pieza clave que sustenta el funcionamiento socioeconómico, son la base del círculo de la producción y los servicios, de economía.” Normalmente se suele entender la economía de una sola manera, la que denominaremos convencional, aunque teóricamente es neoclásica y políticamente neoliberal 9. Esta visión 9 “A par r del consenso de ashington, a inicios de la década de los 90 s, el neoliberalismo constituye la aplicación de los postulados de la escuela neo-clásica en política económica. Este enfoque sostiene que, antes de distribuir cualquier riqueza adicional generada en una sociedad, es necesario producirla y que, en una fase posterior, el mercado, entendido como el mecanismo óptimo de asignación de riqueza, haría el resto. (Cf. Elson. 1994:293 y SENPLADES. 2009: 46)” (Rosero y Pérez Avellaneda, 2009: 3)
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de la economía reduce “lo económico” a lo monetario y la “economía” a los mercados, es decir a la producción de mercancías y a su intercambio en busca de beneficio. De esta forma, el sistema económico estará integrado por dos unidades fundamentales: las empresas y los hogares. Estas unidades se relacionan a través del intercambio en el mercado de bienes y servicios (flujos reales) y de recursos monetarios (flujos financieros) que se da en el mercado. El intercambio es posible gracias a la existencia de un sistema de precios determinado por el punto de equilibrio entra la oferta y la demanda, y que permite adquirir dinero por lo que se vende y utilizar ese dinero para adquirir lo que se desea (AGEM, 2009). Pero además, desde este análisis se asume que:
En el mercado existe competencia perfecta, es decir, todos los demandantes tienen
la misma información, la misma cantidad y calidad de recursos, la misma capacidad de influir en los precios, etc. Por tanto el resultado (la demanda y la oferta agregadas) no es más que la suma de todos los comportamientos racionales individuales. Se trata de un sistema movido por la mano invisible de las leyes del mercado donde el estado es un ente inexistente (AGEM, 2009).
Las unidades económicas básicas mencionadas, empresas y familias, son
homogéneas en su racionalidad y armónicas a su interior, es decir: las decisiones que se toman buscan la maximización del bienestar de todas las personas que se ubican al interior de ellas. En el caso de las empresas se buscará la maximización de beneficios y la minimización de costos. En el caso de las familias se asume que pretenderán maximizar el bienestar del conjunto mediante decisiones que se refieren principalmente a la distribución del trabajo entre quienes deberán dedicarse a actividades que generan ingresos (fuera del hogar) y quienes deberán dedicarse a actividades que no generan ingresos en el mercado (dentro del hogar). De esta manera las familias aseguran la maximización del ingreso que les permitirá posteriormente a las familias adquirir en el mercado los bienes y servicios que desean (AGEM, 2009). Sin embargo en este esquema falta una parte, fundamental para que el sistema económico
funcione, y es todo el ámbito de reproducción social. El esquema real es así:
Carrasco, C. 2011
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Para la economía convencional, sólo el espacio mercantil es tenido en cuenta, invisibilizándose el espacio de reproducción social o d desarrollo humano, así como el entorno ambiental (la naturaleza) aunque sean imprescindibles para la vida. Si incluimos el enfoque de género a este marco de análisis, sin cuestionarlo, tal y como hace la economía de género (Pérez Orozco, 2006), no se superaría las tres grandes limitaciones o sesgos presentes en el discurso convencional según la economía feminista (AGEM, 2009):
Sólo considera los bienes y servicios que “pasan por el mercado”. Continuaríamos considerando sólo como económico lo monetarizable y lo productivo (Agenjo y Santillán, 2012; Pérez Orozco, 2006), es decir: el trabajo doméstico y de cuidados sólo estaría considerado en la medida que pudiera ser intercambiado en el mercado a cambio de un precio, que es lo que ocurre con el empleo en el hogar.
No considera las relaciones de poder que existen al interior de las unidades económicas ni dentro de la familia ni en las empresas, no hay desigualdades ni discriminación de género, ni de clase social, ni raciales, ni por estatus migratorio, etc.
No considera la dimensión ética de los resultados de los procesos económicos, a pesar de que muchas veces están determinados por relaciones de dominación y de subordinación.
Desde esta lógica el empleo en el hogar está mal pagado por las leyes de la oferta y la demanda, en palabras de una de las personas entrevistadas “Un liberal te diría que si es lo que paga el mercado es lo que vale, no. Pues si realmente estuviéramos escasos de mano de obra probablemente estaría en alza el precio del trabajo”. En el mismo sentido, otra de las personas entrevistadas decía que el empleo del hogar es un trabajo poco cualificado y remunerado, ya que la oferta es mayor que la demanda, por lo que no había interés por parte de la población española en trabajar en el sector. Dentro de esta lógica el Estado no tiene ningún papel ni influencia en el funcionamiento del mercado, sin embargo una de las personas entrevistadas recordaba que durante la
década de los noventa y hasta el 2004, desde el estado se promovieron políticas migratorias basadas en la irregularidad “... o sea, que entren, que entren, que entren y luego ya regularizamos y damos papeles, nada más, y no aseguramos que tienen un trabajo, que hayan sido contratados legalmente”. De esta forma se obtenía, según sus propias palabras, un “ejército de reserva”10 en determinados sectores de actividad, concretamente la agricultura, la construcción y el empleo en el hogar. A pesar de los esfuerzos de la economía convencional por separar la intervención estatal del funcionamiento del mercado, lo cierto es que este opera dentro de las reglas marcadas desde el estado11. De esta regulación dependerán los diferentes tipos de mercado, así como que el mercado esté al servicio de la sociedad o, por el contrario, la sociedad al servicio del mercado (Aguilera, 2002: 9) El caso es que el abaratamiento del empleo del hogar, gracias al exceso de oferta (“ejército de reserva”), favoreció que “Una mujer trabajando fuera ganaba más que lo que significaba pagar trabajadora en casa”, tal y como salió en otra entrevista. Esto posibilitó la entrada masiva de mujeres al mercado laboral, sin necesidad de cambiar esta visión de lo económico, independientemente de las consecuencias que tuviera para el bienestar del conjunto de la sociedad, en general, y para las mujeres - incluyendo las mujeres migrantesen particular. Como dice otra de las personas entrevistadas al hablar del partido en el gobierno “…en el 10 Se trata de un concepto acuñado por Karl Marx y que hace referencia a la tendencia del capitalismo a generar una población obrera relativamente sobrante, que quedaría desempleada o semidesempleada. Este sobrepoblación ejerce presión sobre la población ocupada que de esta manera limita sus exigencias, además de servir para regular los salarios a la baja en favor del sector empresarial (González Chávez,2004)
11 “...la mano invisible de Adam Smith no es un deus ex machina con precedencia sobre las instituciones políticas; al contrario, funciona –para bien o para mal- sólo gracias a que esas instituciones han sido creadas –quizá para defender los intereses de una clase o grupo dominante, quizá para el bien generalcon objeto de controlar y dirigir sus movimientos” (Pigou, 1974, 168-169; cit. en Aguilera, 2002: 9)
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fondo tienen una concepción de la mujer que ha de hacer ciertas cosas y la que no tiene para que le hagan las tareas, pues que se quede en casa. Tiene concepción de arreglo colectivo nula. El neoliberalismo: el que llega bien y el que no por algo será.”
4.2.2. La Economía Feminista: poner en el centro la satisfacción de las necesidades humanas. Frente a esto, la Economía Feminista entiende que "Economía es generar recursos para satisfacer necesidades y crear condiciones para una vida digna de ser vivida" (Pérez Orozco, 2010a: 133) Al preguntarnos cuáles son nuestras necesidades como seres humanos y desde dónde y cómo se satisfacen, descubrimos que tenemos muchas más necesidades que las que se cubren desde el mercado y que se satisfacen de otras formas más allá del intercambio de dinero. Por lo tanto, podemos decir que hay más esferas económicas que la mercantil o productiva (Pérez Orozco, 2006: 234) Sin embargo, no todas están igual consideradas en el sistema económico, de hecho podemos utilizar como metáfora un iceberg para describir como se estructura la economía actualmente, un iceberg que como tal está escindido en dos partes (Ibíd, 2006: 238):
Una visible que integra la economía monetizada, situada en el ámbito de lo público y que está conformada por el sector público estatal y el privado mercantil.
Otra invisible integrada por toda aquella dimensión no monetizada, asociada al ámbito de lo privado y en la que se localiza lo que durante largo tiempo se ha denominado trabajo doméstico, junto otro tipo de trabajos no remunerados (trabajo voluntario, de participación ciudadana, el trabajo en redes sociales, trabajo de subsistencia etc.)
En la práctica esta forma de ver la economía está más presente de lo que creemos. Las entrevistas realizadas en la investigación se iniciaban con las siguientes preguntas:
¿Qué valor crees que se le da en la sociedad española al trabajo doméstico no
remunerado?
¿Y al remunerado? ¿Crees que hay relación entre el valor que se le da a uno y a otro?
A parte de ver si se consideraba que había relación entre la valorización de uno y otro, se buscaba constatar donde se ponía el acento para la desvalorización (o valorización) de cada uno. La mayoría de respuestas afirman que son trabajos imprescindibles y necesarios. Sin embargo reconocen que son trabajos desvalorizados y que hay una relación entre la desvalorización del trabajo doméstico y la del empleo en el hogar. Concretamente como razones para desvalorización del trabajo doméstico no remunerado estaban el que hubiera sido asumido históricamente por mujeres y que se hubiera hecho de forma gratuita. Esto hacía que cuando se contrataba en el mercado fuera considerado “una ayudita” y no un trabajo como otro cualquiera, ya que continuaba siendo contratado por las mujeres, las mismas que harían el trabajo de no contratarla; así como un trabajo “barato” que no requiere cualificación, ya que cualquier mujer lo hace en su propio hogar. Pero además estaba el hecho de que siempre era un trabajo asumido por alguien con menor poder adquisitivo y/o estatus social y normalmente de fuera, antes del campo a la ciudad y ahora de países empobrecidos a países enriquecidos. También ha sido común las respuestas que destacaban que la importancia del empleo en el hogar residía precisamente en la necesidad surgida con la incorporación masiva de mujeres al mercado laboral y había quienes destacaban la falta de asunción por parte del estado, mediante servicios públicos, y de corresponsabilidad por parte de los hombres. Además se convertía en un trabajo necesario especialmente para el cuidado de personas consideradas dependientes (niños, niñas, personas mayores con diversidad funcional, o con alguna enfermedad). En este sentido, el hecho de que el estado provea menos servicios públicos hará que sea cada vez más necesario y que, sin embargo, no pueda ser pagado por gran parte de esa población que lo necesite. Por tanto hay un reconocimiento de varias realidades desveladas por la economía feminista: 35
A.- Visibilizando lo invisible. En la parte invisible del iceberg se desarrolla gran parte de la actividad económica siendo el agente económico protagonista los hogares. Concretamente en este espacio se produce un triple proceso económico (Pérez Orozco, 2010a: 134):
Extensión del bienestar mediante la generación de recursos adicionales a aquellos provenientes del mercado (por ejemplo el cultivo de alimentos, coser ropa, etc) y de transformación de los recursos provenientes del mercado (cocinar, limpiar la casa, lavar la ropa, etc).
Expansión del bienestar, garantizando que los recursos extendidos y/o transformados responden a las necesidades concretas de cada persona, generando bienestar individual, así como la generación de una inmensa cantidad de servicios personales precisados por cada quien cubren la faceta afectiva y relacional de las necesidades de las personas.
Reducción o selección de los miembros del hogar que acudirán al mercado laboral y la preparación para que cada día puedan hacerlo.
Si convirtiéramos este trabajo no remunerado en empleos de jornada completa sería necesario crear un mínimo de 26,4 millones de empleo, cuando según la EPA IV trim. 2009 había 18,6 millones de personas ocupadas en el mercado laboral. De este trabajo gratuito un 83% es realizado por mujeres (Durán, 2009; cit. en Pérez Orozco, 2010a: 134) Pero el papel clave de este ámbito económico no sólo está relacionado con la cantidad de actividad económica que en él se produce, sino también porque es aquí donde se asume la responsabilidad de que el conjunto encaje (Ibíd: 134). B.- El trabajo doméstico es un asunto de mujeres. Por tanto la unidad analítica básica para la economía deberían ser los hogares ya que es en ellos donde se toman las decisiones económicas primarias y en última instancia se ajustan todos los procesos de forma que adquieren sentido económico, es decir, generan bienestar (Pérez Orozco, 2010: 134). Pero los hogares están marcados por relaciones desiguales, de
entrada entre hombres y mujeres; por tanto, la unidad analítica básica para la economía son los hogares atravesados por relaciones de poder (Ibíd: 134). Así que además de evidenciar la importancia de las actividades económicas realizadas en el ámbito doméstico, hay que visibilizar las razones por las que han estado infravaloradas, lo que nos lleva a considerar las connotaciones de género asociadas al trabajo doméstico (Agenjo y Santillán, 2012). Existe una división sexual del trabajo, que nos muestra que hay una distribución estructural del trabajo en función del sexo y que en ella, las mujeres están adscritas a las tareas menos valoradas. Esto se concreta en la familia nuclear tradicional en la división de roles entre hombre ganador de ingresos y mujer ama de casa. Esta organización social conlleva la invisibilización de lo doméstico y la visión de la mujer como dependiente de los ingresos del hombre, por tanto no requiere acceder a más ingresos. Además la familia nuclear es fundamental para garantizar la reproducción social sin que los hombres vean alterada su disponibilidad para el mercado laboral. (Agenjo y Santillán, 2012). Finalmente la familia nuclear tradicional actúa como “norma”, siendo fomentada y estando penalizada las desviaciones de ella (Ibíd, 2012) Así, tal y como se refleja en algunas entrevistas, el empleo en el hogar ha sido una manera de garantizar que las mujeres entraran al mercado laboral sin necesidad de que hubiera un enfrentamiento con los hombres, ya que esta estructura de la familia nuclear continuaba intocable. De hecho aunque las mujeres trabajen también remuneradamente, son ellas también las responsable de cubrir el trabajo de cuidados que no puedan realizar (Pérez Orozco, 2010a). Por tanto, lo que queda claro es que el trabajo doméstico es responsabilidad de las mujeres, siendo un trabajo obligatorio que es también desinteresado, por lo que tiene una dimensión moral (abnegación, deber, etc.) y emocional (amor, compasión, gratitud, etc.). Esto hace que pueda vivirse como una experiencia muy satisfactoria cruzada con sacrificio y culpabilidad del incumplimiento de expectativas. Cuando además se trata de mujeres que trabajan dentro y fuera del hogar, este sentimiento de culpa termina abarcando 37
ambos espacios, el profesional y el personal (Legarreta, 2008: 63), tal y como señalan algunos de los actores entrevistados que le ocurre a las mujeres que contratan empleo en el hogar. Pero este sentimiento de culpa también está presente en las Empleadas de Hogar Migrantes, tanto por verse obligadas a cuidar en la distancia al haber dejado a sus familias en sus países de origen como por no tener tiempo para cuidarlas cuando han logrado la reagrupación. Como decía una entrevistada, empleada de hogar migrante, las condiciones en que se ejerce el empleo del hogar te dificulta el poder conciliar vida laboral y personal. Esto nos lleva a reconocer que en el ámbito doméstico hay unos elementos distintivos de carácter emocional en torno a los afectos, la norma social, la frustración, etc. que no puede encontrar sustituto en el mercado (Agenjo y Santillán, 2012). Sin embargo en el empleo en el hogar, al desarrollarse en el ámbito doméstico, se dan muchos de estos elementos contribuyendo a que ocurra una de las más reiteradas denuncias de las empleadas de hogar: la asunción de más tareas de las estipuladas en el contrato. Por un lado cuando se contrata empleo en el hogar a menudo se considera que la empleada debe asumir todo aquello que habitualmente asumiría un ama de casa de forma gratuita. Así no importa si se trata de tareas donde se requieren conocimientos más especializados, ya que como indicaba uno de los actores entrevistados “Entonces la situación de la unidad vivencial y a veces sobrevenida de que algún miembro se pone enfermo de la unidad familiar y uno la ayuda y cuando está otro la ayuda” también. Pero no sólo en el caso de que alguien se ponga enfermo, sino que según las empleadas de hogar entrevistadas también puede ser que tengan que reparar electrodomésticos, hacer la pedicura o teñir el pelo. También asumen aquellas tareas resultado de cambios en la cotidianidad de sus empleadoras o empleadores: quedarse más tiempo porque es la fiesta de fin de curso de los niños o las niñas, o simplemente porque lleguen más tarde a casa del trabajo, o ir a buscar a los hijos o las hijas a la escuela porque no puede el o la responsable de la familia, etc. En estos casos para las empleadas de hogar funciona también el sentimiento de culpa, haciéndolas susceptibles incluso a chantajes personales “Porque su situación es muy difícil, porque ella, la jefa, no tiene acá a nadie, su familia está en Madrid y eso me llega al corazón y me da una cierta cosa y entonces cedo, además como no hay trabajo entonces
hay que aceptar esas cosas así”, por tanto un sentimiento de culpa donde conviven las relaciones de poder. Por otro lado, para las empleadas de hogar entrevistadas la única diferencia entre el trabajo doméstico que hacen en sus casas y el que hacen remuneradamente, es la remuneración y que en sus casas lo hacen por amor. Sin embargo también conviven con los afectos en su trabajo “El lazo de afecto que existe con la persona que cuidas, es alucinante dicen que no debe ser, que no es profesional pero es algo que tú no puedes evitar, son 24 horas que compartes con ellas o ellos”. Son varias las empleadas entrevistadas que afirman que sus empleadores/as les dicen que son parte de la familia y que sin embargo, en la práctica, los tratos son diferenciados y así no pueden sentarse en la misma mesa a comer o tienen permiso para hablar cuando quieran. En definitiva es difícil separar esos elementos emocionales presentes en el ámbito doméstico y que, sin embargo, no son propios cuando se da un trabajo asalariado. Ahora bien es necesario romper con la idea idílica de lo que significa la familia ya que, como decíamos antes, los hogares están atravesados por relaciones de poder. De hecho se puede decir que los hogares se configuran como agrupaciones humanas donde convive la cooperación y el conflicto (Ben, 2000; Benería, 2008). En ellos se dan se dan sentimientos de afectos y compromisos, como corresponde a la idea creada en torno a los vínculos de parentesco que se esperan dentro del modelo arquetípico de familia nuclear. Pero también hay sentimientos de disputa, poder y control, en base al género pero también a otros factores (edad, poder económico de sus miembros, etc.). En el empleo del hogar conviven también estos factores. C.- La crisis de los cuidados y las cadenas globales de cuidado. La lógica subyacente al funcionamiento de los mercados capitalistas es la acumulación de capital, es decir, la obtención de beneficios. Por tanto sólo van a satisfacer las necesidades que se expresen mediante una demanda que al cubrirse conlleve rentabilidad monetaria (Pérez Orozco, 2006: 246). Esta lógica del beneficio está en contraposición con la lógica de cuidados necesaria para la sostenibilidad de la vida. Se tiende a decir que los mercados 39
tienen una lógica rígida pero es que la vida también tiene sus propios ritmos y requerimientos (Pérez Orozco, 2006: 247). Se entiende por sostenibilidad de la vida el “… proceso que requiere recursos materiales pero también contextos y relaciones de cuidado y afecto. Proceso que permite dar cuenta de la profunda relación entre lo económico y lo social, y sitúa a la economía en una perspectiva diferente, cuya prioridad son las condiciones de vida de las personas, mujeres y hombres. Así, el concepto de sostenibilidad exige no sólo que la vida continúe – en términos humanos, sociales y ecológicos –, sino también desarrollar condiciones de vida aceptables para toda la población” (Carrasco, 2009: 169) Las contradicciones entre el objetivo de satisfacer las necesidades de las personas y el de acumular capital provoca tensiones cuando ambas lógicas comparten un mismo espacio y no hay un colectivo social que absorba el conflicto y la tensión (Pérez Orozco, 2006: 247248). Históricamente “... la “resolución” del conflicto implica la concesión de prioridad social a la lógica de acumulación y, consecuentemente – para que esto sea posible y, aún con todo, la vida continúe –, la imposición de la responsabilidad sobre la sostenibilidad de la vida a las esferas invisibilizadas de la economía de las que venimos hablando: las nomonetizadas, las de lo doméstico, las feminizadas" (Ibíd: 248) Por tanto el colectivo que históricamente ha asumido dicha tensión han sido las mujeres. Estamos ante la tensión central que está en la base de la injusticia que transversalmente atraviesa los regímenes de cuidados en contextos de capitalismo heteropatriarcal (Pérez Orozco y López Gil, 2011: 24). En el estado español hemos vivido cambios en las identidades femeninas que han conllevado la incorporación masiva de las mujeres al mercado laboral. A medida que las mujeres se han incorporado al mercado laboral se ha dado un quiebre de la división sexual del trabajo clásica y esto, unido a la no asunción de responsabilidades por parte del estado, las empresas y los hombres, dio lugar a la conocida como crisis de cuidados12. 12
Frente a esto hubo una demanda de contratar empleadas domésticas, es decir, a otras mujeres, que fue principalmente cubierta por mujeres migrantes, una mano de obra más barata. Como veíamos en varías entrevistas sale como este es un factor fundamental para que fuera posible que las mujeres autóctonas salieran al mercado laboral. Las mujeres migrantes, a su vez, vienen de países donde la asunción por parte del estado de los cuidados, en forma de servicios públicos y gratuitos, es aún menor por lo que requieren de más ingresos para cubrir los básicos, siendo contextos donde escasean las oportunidades de empleo en condiciones de mínima estabilidad. Se da una crisis de reproducción social. Ante esto, la migración supone una alternativa para salir adelante, ellas y sus familias. Es la conjunción de ambas crisis de las que surgen las cadenas globales de cuidado (Pérez Orozco, 2009). Cuando las mujeres marchan de sus países de origen normalmente otras mujeres asumen sus tareas de trabajo doméstico, aunque también ellas cuidan en la distancia. Por tanto las cadenas globales de cuidado implican entrelazar hogares que buscan garantizar sus necesidades básicas transfiriéndose cuidados de un lugar a otro (Ibíd) en la práctica, de una mujer a otra. Esto da lugar a paradojas como la que decía una de las empleadas de hogar, que cuidaba aquí a personas mayores sin poder cuidar a su madre, ya mayor, que estaba en su país de origen. Tanto la crisis de los cuidados como las cadenas globales de cuidados se ven como cuestiones que competen tan sólo a mujeres y así es, porque lo que muestran es una recomposición de la división sexual del trabajo (Ibíd), en la que la idea de la familia nuclear como “norma”, es decir, como referente aunque no se cumpla, queda intocable. El riesgo aquí es terminar viendo el problema como un enfrentamiento de mujeres contra mujeres, concretamente de mujeres autóctonas contra migrantes. Sin embargo con ellos estamos obviando que las cadenas se construyen sobre varías “ausencias” (Ibíd):
Veáse Pérez Orozco 2009 entre otras.
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La insuficiencia de los servicios públicos prestados por el estado.
La de las empresas que exigen trabajadores y trabajadoras que estén totalmente disponibles, sin necesidades propias de cuidado ni responsabilidades de cuidado sobre el resto. Pero además que imponen sus exigencias de maximización del bienestar a costa de favorecer crisis de reproducción social.
La de los hombres que, aún con algunos cambios, siguen si asumir la responsabilidad que les corresponde.
Frente al enfrentamiento entre mujeres hay posibilidades de alianzas. De hecho, entre las Empleadas de Hogar Migrantes entrevistadas existe esa conciencia de que en la situación actual en el estado español, siguen siendo necesarias y, sin embargo, muchas familias no pueden cubrir su servicio. En este sentido distinguen entre aquellas familias que contratan empleo doméstico como un lujo y las que contratan por necesidad. Algunas llegan incluso a plantearse la necesidad de que haya familias que reciban ayudas estatales para poder pagar este trabajo. D.- Frente a un régimen de cuidados injusto, el derecho al cuidado. Pero ¿qué son los cuidados? Podemos decir que cuidar es gestionar y mantener cotidianamente la vida y la salud, es decir, hacerse cargo del bienestar físico y emocional de los cuerpo, del propio y de los otros (Pérez Orozco y López Gil, 2011: 20). Incluye alimentarnos y vestirnos, protegernos del entorno y de las enfermedades, estudiar y educarnos, pero también contiene elementos emocionales y relacionales: requerimos cariño, aprender a vivir en comunidad, a relacionarnos con otros y con otras, etc. (Carrasco, 2009: 177). Desde esta concepción la necesidad de cuidados se convierte en algo común a todas las personas en todos los momentos del ciclo vital, aunque esa necesidad tenga peculiaridades e intensidades distintas en función de la persona (Pérez Orozco y López Gil, 2011: 21), ya sea por edad, enfermedad crónica, etc. Incluso en aquellos momentos en que no requiramos cuidados físicos o económicos, siempre necesitaremos atención emocional (Carrasco, 2009: 178). Y es que todas las personas somos vulnerables y dependientes,
siendo este un elemento distintivo de la existencia, frente a la idea de que somos entes aislados, autónomos e independientes corporal y subjetivamente (Pérez Orozco y López Gil, 2011: 21). Así “La dependencia no es una situación excepcional causada por razones de edad o enfermedad, ni un resultado de decisiones o actuaciones individuales. Todos y todas somos interdependientes. Sin embargo, curiosamente, hemos construido un mito sobre la venerada y deseada independencia individual, reconociéndola como un valor social que es preciso conseguir” (Carrasco, 2009: 179). Se tiende a considerar el cuidado como una excepción, en vez de como una parte esencial de la vida humana (Pérez Orozco y López Gil, 2011: 21). Partiendo de esta concepción de la dependencia y la necesidad de cuidados como comunes a todas las personas se puede argumentar que es la sociedad en su conjunto la que debe dar respuesta a la necesidad de dependencia de la población, aceptando que el cuidado es un asunto social y político y no un asunto privado (Carrasco, 2009: 182). Cuándo en las entrevistas incluíamos la pregunta ¿Qué son para ti los cuidados? era precisamente para ver las diferentes posturas que existían sobre ellos, en función de esta reflexión. Se destaca que esta concepción amplia de los cuidados era común entre las empleadas de hogar; o por aquellas mujeres entrevistadas que se definían como feministas. La mayoría de las personas entrevistadas
asociaban los cuidados a los
realizados hacía personas con dependencia, es decir, que requieren cuidados especializados por problemas concretos para desarrollarse con autonomía en su cotidianidad: personas discapacitadas y/o niños/as. De esta forma se acentúa ese mito de la independencia individual como referente, en consonancia con ese trabajador o trabajadora que requiere la empresa privada, sin necesidades ni responsabilidad de cuidados. Estamos ante la imposición del hombre económico como referente, objeto de estudio y centro de la economía convencional, que se caracteriza por ser un sujeto independiente, sin necesidades del cuerpo, ni biológicas ni afectivas, que sólo mantiene relaciones entre sí a través del mercado, donde maximiza su satisfacción, que no sus necesidades, mediante la adquisición de bienes y servicios, en función de su renta (Pindyck 43
y Rubinfeld: 64; cit. en Carrasco, 2009: 182). Desde este mito se justifica que los cuidados en general no sean considerados una responsabilidad colectiva, quedando la responsabilidad en los hogares. En ellos se organizan para garantizar las necesidades de cuidado de la familia, conjugando trabajo de cuidados no remunerado con recursos de fuera del hogar, ya sean prestaciones públicas, recurso a la familia extensa, servicios comprados en el mercado, etc. y la contratación de empleo de hogar (López Gil, 2010: 14) Como es un trabajo desvalorizado se encargan de ellos quienes tienen menos capacidad de elección, ya sean las mujeres de la familia, o si se contrata empleo doméstico, es un sector que sufre penalización salarial y peores condiciones laborales, siendo trabajos asumidos por mujeres migrantes (Pérez Orozco y López Gil, 2011) o mujeres autóctonas con menor poder adquisitivo. En definitiva estamos ante un régimen de cuidados injustos, caracterizado por la existencia de un nexo entre desigualdad-cuidados-precariedad, es decir, los cuidados que se dan y se reciben se distribuyen de manera muy desigual dependiendo del sexo, la clase social, la etnia, el estatus migratorio, la edad y la discapacidad (López Gil, 2010: 14). Así podemos verlo cuando desde el estado se habla de cuidados específicos a personas “dependientes”. En este caso se hace considerándolo como un problema social sólo relevante en términos económicos en cuanto tiene un coste presupuestario; así al menos lo refleja la ley de dependencia (Pérez Orozco, 2006: 245). En esta ley, la familia continúa intocable como el lugar fundamental para que recaigan las responsabilidades de cuidado, sin que se tenga en cuenta las relaciones de poder que se dan en ellas (Ibíd). Así, en el desarrollo de la ley, se ha primado las soluciones privadas a los problemas de cuidado, frente las colectivas, es decir, la concesión de prestaciones a las personas dependientes en vez de la generación de un sistema público de asistencia. Además se ha tratado de prestaciones con cuantías insuficientes para poder cubrir al completo y de forma especializada esas tareas de cuidado (López Gil, 2010: 29). En definitiva las familias han resuelto y en muchos casos esto ha conllevado que se contratara a empleadas de hogar, al coste de tales, cuando en realidad estas empleadas estaban haciendo trabajos especializados. Esta situación que ya se da, se agrava con la crisis y la consiguiente
reducción de las ayudas públicas. En los periodos de crisis económica en los que se aplican políticas de ajuste que disminuyen el sector público, se asume que existe un colchón de trabajo familiar para asumir lo que antes era responsabilidad pública (Pérez Orozco, 2011: 2) Por lo tanto ese nexo de desigualdad-cuidados-precariedad se acentuara, para todos los eslabones de la cadena: las familias y dentro de ellas las mujeres, que se verán obligadas a asumir lo que el estado no asuma; las personas dependientes, cuyos cuidados en cuanto a especialización y tiempo requerido no dependerá de su grado de dependencia, sino de su poder adquisitivo; y las empleadas de hogar y el personal especializado en dependencia, que verán reducirse sus condiciones laborales. Al final se verá mermado lo que podemos llamar el derecho al cuidado, que contempla tres dimensiones (López Gil, 2010: 14):
El derecho a recibir los cuidados que necesitamos en distintas circunstancias y momentos de nuestro ciclo vital.
El derecho a elegir si se desea o no cuidar.
El derecho a condiciones laborales dignas en el sector de cuidados.
El derecho al cuidado como marco de análisis y horizonte reivindicativo nos permite abarcar la complejidad del sector y, en el caso de las empleadas domésticas, poder lograr lo que planteaba una de las empleadas de hogar entrevistada: “… queremos que esto sea considerado un trabajo, para que nosotras no tengamos que seguir cuidando en todos los sitios dónde vamos, que se nos permita, que cuidemos porque queramos, no porque nos lo exijan”
5. CÓMO SE HACE LA INVESTIGACIÓN 5.1.- Desarrollo de la investigación: El Diagnóstico participativo Embarcarse en una IAP-F con una previsión de 8 meses de vida útil ha sido un proyecto muy ambicioso y arriesgado. Sin embargo se implementó, aún sabiendo las dificultades 45
que conllevaba y desde la asunción intuitiva de los riesgos. Partíamos, además, de que ACSUR-Las Segovias, organización promotora, consideraba que este tipo de investigación era la más adecuada para dar continuidad al proyecto del que venían “Empleadas de hogar, ciudadanas migrantes, trabajadoras con derechos: Fortalecimiento organizativo de mujeres migrantes para la defensa de sus derechos laborales. Convenio 189 OIT” (2012). Eso sí: a pesar de que se trató de incluir, reducidamente, las tres etapas principales de la metodología IAP finalmente nos quedamos en la primera etapa, el Diagnóstico Participativo (DP). Dentro de la comunidad científica y académica, la IAP se ha convertido en un viejo lugar común, del que hemos ido tomando algunos aspectos para construir conocimiento colectivo orientado a investigar la acción política para el cambio social. Uno de los principales elementos metodológicos que hemos tomado de la IAP ha sido ir aplicando al proceso de investigación la espiral de reflexión-acción-reflexión entre el equipo de investigación y los grupos motores, conformados por empleadas de hogar migrantes asociadas y no asociadas- organizaciones sociales y personas provenientes del ámbito académico. De esta manera hemos creado una secuencia de trabajo que ha marcado el ritmo del proceso, permitiéndonos profundizar en los contenidos y pensarnos a nosotras mismas desde un conocimiento situado:
Cuadro 1
En la primera etapa de la IAP, en la que se delimita la demanda con la colectividad implicada, en este caso las empleadas de hogar. Cabe destacar el encuentro en el que participó ACSUR en Turín en febrero 2013 y la idea que surgió entre todas las participantes del Estado español, incluidas las propias empleadas de hogar, de coordinar acciones colectivas entre organizaciones para exigir la Ratificación del Convenio. Desde esta idea de acciones colectivas, y pensando estructurarlas en estrategias políticas, se elaboraron los objetivos desde el equipo de investigación y un segundo filtro fueron los grupos motores conformados por organizaciones sociales, sindicales, académicas y las propias empleadas de hogar(ver cuadro 1) y cabe recordar que formaban parte del proceso descrito en el apartado 2. En este primer paso la coordinación planteó como objetivo general la construcción de estrategias políticas para fortalecer la lucha de las empleadas de hogar (EEHH) considerándolas el principal sujeto de la investigación al ser las afectadas directas por la situación -las condiciones en las que se ejerce el empleo en el hogar- y, por tanto, las protagonistas del cambio. Sin embargo el equipo de investigación (EI) detectó la necesidad de articular alianzas entre empleadas de hogar y agentes implicados en el sector del EH. El sujeto13 pasó a ser el propio sector, aunque situando a las EEHH en el centro del análisis, de la reflexión y de la acción para construir durante el proceso una participación con y no una participación de. Con ello se pretendió, por un lado, evitar que su protagonismo se difuminara y, por otro, contribuir a fortalecer la relación de interdependencia entre las EEHH y los actores sociales que conforman el sector. De esta manera, el objetivo general pasó a ser la construcción colectiva de estrategias políticas para el fortalecimiento del sector del empleo del hogar y los objetivos específicos fueron 1) identificar mecanismos 13 El sujeto en la IAP es un “sujeto en proceso” como sostiene el Colectivo Ioé: “aunque el sujeto y el objetode un proceso de IAP se constituyen principalmente en las primeras etapas, se mantienen después en continua evolución”. La dificultad en esta IAP-F ha sido la de crear un sujeto en proceso que sea lo más representativo posible y dónde el protagonismo de las empleadas de hogar no se disipe, ya que son una de las principales afectadas por la problemática a investigar.
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necesarios para fortalecer los espacios de coordinación de cara a: 2) identificar elementos para incidir en el avance de la legislación actual y 3) coordinar acciones para la ratificación del CV 189 de la O.I.T.
Cuadro 2 Teniendo como sujeto político - y por tanto como sujeto de la investigación - al sector nos preguntamos cómo es y cómo está, sabiendo que no existe como se entiende habitualmente sector laboral, es decir, como patronal y sindicatos. Para ello era necesario hacer una radiografía del mismo con los grupos motores y las empleadas de hogar como parte del Diagnóstico Participativo de la IAP-F. Iniciada la puesta en marcha de la IAP-F con la creación de los grupos motores en Madrid y en Murcia se realizó, en un primer encuentro (de un total de cuatro sesiones), la radiografía con la técnica DAFO- Debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades- y el mapa de relaciones entre administraciones públicas, organizaciones sociales y población no organizada. Dichas técnicas se complementaban la una a la otra y acompañaron todo el proceso a modo de técnicas-frontal para dar luz y técnicas-submarino para la inmersión y
profundización. Funcionaron, además, como matriz de pensamiento que permitió ir tamizando aspectos claves en los discursos y estrategias: quién y porqué dice qué. De esta forma pudimos comprender, desde la amplitud de discursos de las personas implicadas en el sector, porqué el empleo del hogar está cómo está captando así las diferentes interrelaciones y campos de fuerza que operan en el mismo. El trabajo de campo referido a la realización de las entrevistas en profundidad tuvo una duración de seis meses, desde mayo a noviembre (sin contabilizar agosto). Se llevaron a cabo un total de 16 entrevistas a agentes sociales: organizaciones EH (3), sindicatos (4), profesionales del ámbito universitario (2), agencias de mediación sin ánimo de lucro (2), agencia de colocación sin ánimo de lucro (1) y a agentes institucionales (4) (ANEXO 3) siendo algunas de las personas entrevistas componentes de los GM. El diseño del contenido de las entrevistas se hizo en base a los objetivos específicos y se fueron reorientando según avanzaba la investigación.
Bloque I “Cómo entiendes el empleo doméstico” para contextualizar el tema en un nivel de análisis macro. Bloque II “Legislación nacional”, se correspondía al Objetivo Específico 2 de la investigación. Bloque III “Ratificación del Convenio 189 OIT”. Se corresponde al Objetivo Específico 3 de la investigación. Bloque IV “Coordinación para lograr los avances”. Se corresponde al Objetivo Específico 1 de la investigación.
Las primeras entrevistas que se hicieron fueron a EEHH para partir de sus propios discursos y percepciones, así como los dos únicos grupos de discusión (GD), en ellos se pretendían: Reflexionar sobre su participación en la construcción de estrategias políticas que fortalezcan el sector del empleo del hogar. El diagnóstico partiría de:
Cuáles son las injusticias que identifican con más fuerza en el disfrute y respeto de sus derechos, como empleadas del hogar y como mujeres inmigrantes. Qué actores conforman dicho sector analizando cuál es el papel de cada uno, las diferentes interrelaciones, las alianzas, las dificultades y potencialidades. Habiendo plasmado “los qués” y “los quién”, qué estrategias políticas implementar para el fortalecimiento del sector. 49
Por tanto, fue por un lado un ejercicio de autoreflexión, para conocer las percepciones de las EEHH sobre el tema y por otro lado, un espacio para el reconocimiento y cohesión entre ellas. Esto último era fundamental ya que, siguiendo los principios éticosmetodológicos que han guiado la IAP-F, ellas son agentes de conocimiento con agencia propia. Cabe decir que un punto fuerte y complementario de la IAP-F ha sido la integración durante el desarrollo del mismo de talleres de formación dirigidos a empleadas de hogar, tanto de la asociación de Murcia como de un grupo de empleadas de hogar en Madrid. Estos talleres (ANEXO 4), exceptuando el de economía feminista, fueron solicitados por las EEHH, partiendo de necesidades sentidas por las mismas, y han sido un espacio de formación y encuentro entre ellas. En los talleres han ido entrando y saliendo EEHH que no estaban vinculadas con anterioridad a este proyecto; además se ha fortalecido su proceso de empoderamiento y ha contribuido a que valoricen su profesión. Además han aportado debates y análisis de realidades que han enriquecido la investigación.
5.2.- La espiral de- reflexión- acción-reflexión en la evolución de los objetivos. A mediados de septiembre la información extraída de las entrevistas y grupos de discusión fue sistematizada y analizada. Este documento se denominó “Sistematización I. Construir colectivamente estrategias para fortalecer el sector del empleo del hogar” y se presentó al equipo de investigación para debatirlo y trabajarlo14. Por motivos metodológicos para hacer esta sistematización y análisis se hizo una doble separación de discursos por actores y por temas. Por actores se consideraron: 14 Respecto a los grupos motores se hizo una devolución de esta sistematización de forma esquemática y destacando los principales elementos y unidades de análisis, es decir, la organización de la información en: y diferencias y encuentros en los discursos y en las estrategias.
a) Actores sociales: Empleadas de Hogar, Sindicatos, Organizaciones de intermediación laboral, Agencia de colocación sin ánimo de lucro y personas vinculadas a Universidades. b) Actores institucionales: aquellos que están o han estado vinculados al estado (secretaria de estado, comisión parlamentaria e inspección de trabajo) o a instituciones gubernamentales (OIT). En cuanto a los temas se organizaron en cuatro bloques: el primero los temas considerados transversales -cuidados, trabajo doméstico, empleo en el hogar, inmigración y crisis- y luego tres bloques que se correspondían con cada uno de los objetivos específicos. Del análisis de dicho documento y de la evaluación procesual de la IAP-F con el equipo de investigación, se sacaron las principales ideas fuerza, destacándose aquí algunas de ellas:
Hay
distancia
–diferencias
y/o
desencuentros-
entre
agentes
sociales,
concretamente entre las Empleadas de Hogar y el resto de actores.
Constatamos que de fondo no hay voluntad política de que cambie la situación del empleo en el hogar y que, por parte de la sociedad, en general, no se considera un trabajo con los mismos derechos que otros trabajos.
En términos de búsqueda de alianzas, se considera que además de los actores aquí considerados, habría que plantearse otros (empleadas de hogar no asociadas, migrantes y no migrantes; amas de casa; cuidadoras de dependencia remuneradas o no; movimiento feminista, etc.) además de, y por supuesto, los y las empleadoras. Se ha visto que el empleo en el hogar es una necesidad que une a toda la sociedad (o a gran parte) y para ello se hace necesario saber cuáles son los discursos de los diferentes agentes para comprender cómo está y porqué está cómo está.
Llegadas a este punto y viendo la complejidad de la realidad del sector del empleo del hogar desde las diferentes ópticas de los actores sociales e institucionales entrevistados y de las propias empleadas de hogar, nos dimos cuenta que debíamos redefinir los objetivos, 51
para poder recoger toda la riqueza encontrada. Esta redefinición también implicaba simplificarlos, ya que los inicialmente planteados habían sido muy ambiciosos. Esto, además, constituía la mejor manera para poder continuar abriendo camino con los recursos materiales, humanos y el tiempo que teníamos. De manera que durante todo el proceso de reflexión-acción-reflexión el repensar los objetivos generó una tensión dialéctica entre la elección del sujeto político de la investigación y la finalidad de la misma, es decir a dónde queremos llegar con esta IAP-F y con quién.
Cuadro 3 En base a toda la información analizada se propusieron dos nuevos objetivos específicos, más ajustados con lo recabado hasta el momento y que orientarían el análisis del DP:
Evidenciar los discursos de los diferentes actores involucrados en el sector para entender porque el Empleo en el Hogar está en la situación que está. Identificar posibles estrategias para la dignificación del sector.
Partiendo de estos dos objetivos se diseñó un guión para la elaboración del Diagnóstico Participativo, el cual se dividió en analizar las diferencias y encuentros en las estrategias y en los discursos en los temas principales. Una vez elaborado el DP se presentó a los GM a finales de octubre en forma de guión de preguntas (ANEXO 5) para debatirlo y continuar con la espiral de reflexión-acción-reflexión, y nutrir las conclusiones finales. Además desde ACSUR-Las Segovias se valoró que la investigación tenía en sí misma elementos suficientes para organizar una jornada estatal entre actores sociales e institucionales donde presentar los resultados, tanto a las personas que participaron en la misma como a otros agentes sociales implicados/as. Los objetivos de este encuentro fueron:
Presentar y debatir las conclusiones de la investigación
Fortalecimiento del sujeto político. Identificar nudos y alianzas entre actores
Propuestas/Líneas de trabajo para la continuidad
Y seguir, nuevamente, haciendo girar la espiral de reflexión-acción-reflexión.
5.3.- Potencialidades y límites de la IAP-F Una de las principales cuestiones que han marcado el desarrollo de la investigación ha sido cómo ha evolucionado la concepción del sujeto político en la IAP-F, ya que éste ha estado vinculado a los cambios y a la fusión de los objetivos. En primer lugar, el haber querido abarcar al sector del empleo del hogar como sujeto político ha resultado ser una tarea compleja, a la vez que enriquecedora, donde hemos iniciado una aproximación a fotografiarlo para repensarlo en torno a preguntas tales como: quiénes lo conforman, cuál es la situación en la que está después de los cambios legislativos a partir del Real Decreto-Ley 29/2012 y cómo está influyendo la crisis. A partir de este marco, había que definir qué estrategias eran las más adecuadas llevar a cabo para la mejora del empleo del hogar. 53
Comenzamos haciendo un análisis con los GM sobre cuáles son las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades (DAFO) del sector así como una mapa de relaciones15. Esto permitió conocer quienes consideraban que forman parte del mismo y qué tipo de relaciones había entre ellos. A su vez esto serviría para identificar con quién establecer posibles alianzas para llevar a cabo acciones de avance en la legislación nacional y la ratificación del Convenio 189 de la OIT. En el mapa de relaciones realizado por el GM tanto en Madrid como en Murcia, en la primera fase del diagnóstico, se observa la variedad de agentes implicados en la mejora del sector y con quiénes habría que establecer estrategias de coordinación para mejorar la situación del empleo del hogar y de las empleadas.
15 Según Alberich, T. (2007:2) “La IAP es una metodología porque ordena/organiza un conjunto de técnicas y las orienta en un sentido democratizador” tiene una perspectiva dialéctica –propositiva y transformadora- donde el objeto de estudio es el sujeto de la investigación y el protagonista del cambio (en esta IAP-F el sector del empleo del hogar). El mapa de relaciones y el DAFO forman parte de ese conjunto de técnicas con sentido democratizador del conocimiento y que sirven para reflexionar colectivamente la realidad a cambiar.
Cuadro 4 Este mapa es el que se realizó el 17/06/2013 con el GM de Madrid se han suprimido las flechas para simplificar la lectura del mismo.
Sin embargo, por cuestiones de tiempo y recursos no se le pudo sacar todo el potencial y la utilidad que abrían el mapa de relaciones y el DAFO. Se trata de herramientas que permiten detectar las fracturas entre discursos y prácticas, ver dónde están las fallas en las interrelaciones, qué hace cada uno, etc. Si tomamos elementos que salieron en el DAFO, por ejemplo, se valoró como debilidad que los conocimientos que se generaban desde el ámbito académico -universitario- sobre el empleo del hogar, no llegara a las EEHH ni a las asociaciones. Sin embargo, a su vez también se consideraba una oportunidad este interés de la academia, porque permitía que se hablara sobre el tema en foros con los que las asociaciones no tienen contacto. También éstas técnicas son útiles para detectar las potencialidades y, por tanto, priorizar y 55
catalizar los cambios necesarios. Por ejemplo, si una de las amenazas detectadas en el DAFO es que con la crisis se está justificando y “rebajando” las condiciones laborales se trataría de ver quién favorece este tipo de injusticia, cómo lo están enfrentando las empleadas de hogar en su día a día, qué estrategias individuales y colectivas se pueden llevar a cabo para enfrentarlo y cómo compartirlas con otras EEHH y asociaciones para que se haga extensible. En ese sentido es importante tener en cuenta que es en los debates donde surgen las diferencias entre qué hacer y cómo se adaptan las estrategias a cada persona y/o contexto local. De modo que haber profundizado en estos dos instrumentos, cuya principal función estaba enfocada a diagnosticar, hubieran sido muy útiles para detectar necesidades y pensar acciones colectivamente. No obstante han quedado como documento interno de trabajo de los GM y ha servido para poner en común, de manera colectiva, la información que tiene cada persona y/o organización, contribuyendo a alimentar el proceso de investigación pero también dotando a los participantes de información de las diversas partes. Otra de las consecuencias de que el sujeto político haya sido el sector del EH, ha sido que no se ha podido incluir en las entrevistas en profundidad todos los discursos de la comunidad involucrada en la mejora del mismo. Como pudimos ver en el mapa de relaciones y en el DAFO los actores que eran tenidos en cuenta como parte del sector eran muchos, y los límites de tiempos y recursos obligaba a limitar las entrevistas y grupos de discusión. Cuando se seleccionó a los actores sociales e institucionales se fueron priorizando por protagonismo e información clave: en primer lugar a las EEHH, después a las organizaciones sociales, los actores institucionales etc. Por cuestiones de tiempo no se hicieron ni a las agencias de colocación con ánimo de lucro, ni a los/as asesores/as laborales a pesar de que juegan un papel fundamental y clave, tanto en la mejora como en la precarización del sector del empleo del hogar. En el caso de los empleadores contactamos con la única organización que conocemos que existe pero no recibimos respuesta. Pensamos en la posibilidad de entrevistar a empleadores/as particulares pero finalmente desistimos pues no sería representativo. En lo que respecta a los asesores
laborales, la idea de entrevistarlos surgió de las EEHH de la asociación de Murcia en septiembre y ya para esa fecha se estaba sistematizando la información de las entrevista; ampliar más el período de entrevistas retrasaba el cierre del DP. Sin embargo, el haber partido del nivel de reflexión y crítica del sector del EH ha servido a lo interno del equipo de investigación para repensarlo y para que nos interpele desde nuestra posición situada. Así nos preguntábamos dónde nos ubicamos cada una de nostras, desde nuestro doble papel, como activistas y como profesionales, en ese mapa de relaciones. Dada la actual aceleración de la precarización de los trabajos vinculados a la intervención social (relacionada con la disminución de las subvenciones entre otros factores) el ser parte nos llevaba a contradicciones: ¿Se puede ser feminista y tener empleada de hogar?; ¿Se puede ser feminista e incoherente con principios feministas?; ¿Dónde está el feminismo en la investigación?; etc. Pero además estaban las preguntas derivadas de los objetivos marcados desde la investigación: ¿cómo entrecruzar y conducir a nivel metodológico qué piensa cada quién de cuáles son los avances legislativos?; ¿qué hacer para ratificar el convenio 189 de la O.I.T?; ¿cómo conviven los tiempos de las EEHH y de los y las profesionales/activistas implicados en el sector?; ¿es posible hablar de coordinación entre actores sociales si se organizan jornadas sobre EH entre semana sin tener en cuenta los horarios y la disponibilidad de las EEHH?; ¿cómo hacer para visibilizar todas las buenas prácticas de las organizaciones sociales que se están llevando a cabo ya?; ¿es esto más útil y prioritario que generar nuevo conocimiento por medio de entrevistas y grupos de discusión?; ¿de verdad estamos generando nuevo conocimiento?; etc. En definitiva, por un lado se ha fomentado la toma de conciencia y el desarrollo del pensamiento crítico sobre el tema a investigar y por otro lado se han ido dando pasos desde una supuesta neutralidad al reconocimiento de nuestra posición situada. Esto ha permitido ir generando conocimientos y saberes nuevos, estando en contacto con nuestras contradicciones y constantemente abiertas a la posibilidad de que se dieran modificaciones en el proceso. Este ejercicio continuado de analizar, interrelacionar y 57
repensar la praxis desde nosotras mismas ha dotado de coherencia y cohesión interna al proceso de reflexión y análisis a la vez que hemos ido rompiéndonos nuestras costuras para mover posturas propias. Aunque también hubo momentos donde las cosas no parecían tan fáciles. Cuando se tuvo el DP en septiembre una sensación de frustración invadió al equipo de investigación. Toda la complejidad del EH -como tema de investigación- y el sector involucrado o relacionado con su mejora -como sujeto de investigación- se evidenciaron, así como lo ambicioso de los objetivos propuestos para el tiempo que teníamos. Como consecuencia sentimos que no era posible concretar estrategias que sirvieran de manera práctica y real para generar cambios, y esta sensación fácilmente puede paralizar la propia ilusión de luchar por esos cambios. El redefinir los objetivos sirvió para reequilibrar la ilusión y romper con la frustración. Lo que se hizo fue ajustarlos a partir de lo “realmente” encontrado en la investigación. Además el encuentro estatal para idear estrategias colectivas de fortalecimiento del sector del empleo del hogar ya estaba programado, al ser algo previsto dentro del proyecto más amplio de ACSUR-Las Segovias en el que se enmarcaba la IAP-F, y estaba permitía vislumbrar que la espiral de acción-reflexión-acción iba a continuar abierta. De modo que el proceso, debido a la falta de fuentes de financiación que permitieran su continuidad, no pudo crecer y proyectarse en todo su potencial y fuerza. Hubo que cerrar un proceso donde se crearon condiciones para catalizar los límites y las potencialidades encontradas. Pero para llevar a cabo un proceso de esta índole son necesarios, al menos, dos años, ya que la IAP tiene como finalidad la movilización y emancipación de los colectivos sociales protagonistas de la misma, lo cual es un proceso lento y más tratándose de EH. Igualmente, el hecho de que no haya un proyecto con financiación que le de continuidad también es una oportunidad para que el ritmo de los procesos colectivos potenciados sea el propio, y no esté determinado por los plazos para el seguimiento de las agencias de financiación. Sin embargo, por rigor metodológico y compromiso ético se buscó que fuera un proceso
participativo. Aunque en relación a la participación de los grupos motores, desde los principios metodológicos de la IAP, basándonos en la tabla de Balcázar (2003), el grado de control en los procesos de toma de decisiones de la investigación en lo que se refiere a los objetivos de la misma ha sido limitado por diversos motivos como problemas de tiempo o de la propia posibilidad de reunir a todas las personas que formaban parte de los GM. Siendo por tanto su principal función consultiva y la de retroalimentar el proceso a partir de las sistematizaciones realizadas por el equipo de investigación. Nivel de IAP
No IAP
Grado de
Grado de
colaboración
compromiso
Mínimo
Ninguno
Capacidad de dar
Comité de
Mínimo
retroalimentación
consejeros
Responsabilidad por
Consejeros,
Varios compromisos
supervisión y asistencia
consultores
y sentidos de
Grado de control
Sujetos de investigación sin control.
Bajo
Medio
pertenencia del
a reuniones del equipo.
proceso. Alto
Socios igualitarios o
Investigadores
Compromiso total y
líderes con capacidad
activos o líderes de
sentido de
de contratar a los
la investigación.
propiedad del
investigadores.
proceso de investigación.
Tabla: Nivel de IAP como función del papel de los participantes. Balcázar.
Desde la óptica de la IAF el propio proceso de auto-reflexión de un colectivo es ya un valor en sí mismo. Los GM han sido grupos de trabajo, de debate y de formación política. De esta manera se han generado en los y las participantes capacidades para aprender a 59
aprender y esos aprendizajes formarían parte de lo que sería un proceso de cambio social, tal y como pretende la IAP. Además se han tratado de procesos de reflexión y aprendizaje colectivos entre agentes que habitualmente no se sientan juntos, como EEHH y sindicatos. Por tanto, la complementación de ambas metodologías de investigación, IAP e IAF, ha permitido flexibilizar el uso y las posibilidades de los GM favoreciendo sus potencialidades a pesar de los límites con los que se ha realizado la presente IAP-F. En la evaluación final del equipo motor de Murcia destacaban de su participación en la investigación que: “Participar en el grupo motor te obliga a pensar y resituarte, tienes que hacer el ejercicio de adónde voy y ver cómo responder a la problemática que te trasladan. No puedes llegar en vacío”. “La manera de realizar la investigación da riqueza a quienes formamos parte de ella” “La visibilidad que se produce al salir del hogar y compartir con otras personas, que se dedican a otras cosas, y trasladar las inquietudes. Es lo relevante de procesos de participación con distintos actores”. En este sentido, en Murcia el espacio creado ha servido para acercar a las empleadas de hogar y a los agentes sociales convirtiéndose en un espacio de empoderamiento donde ellas han ido construyendo su propio discurso en un clima de confianza y afianzando su propia voz. “Me ha servido para valorar yo misma que el trabajo que estoy haciendo vale mucho”. “Me genera alegría y confianza porque ahora sé lo que vale mi trabajo”. Dada la corta duración de la investigación y la condensación del trabajo que ha supuesto, los grupos motores han colaborado y se han implicado en el proceso en la medida de lo posible y valoran su participación en el proceso de manera positiva. “Este proceso te enriquece, hago muchas cosas por curiosidad, y en este caso he ido
viendo visiones que no tienes, ni sabías que existían. Vas viendo, escuchando, entendiendo por qué una cosa y no la otra”. Para el caso concreto de Murcia, se han fortalecido lazos y se han incorporado personas nuevas al proceso. En ese sentido, cabe mencionar que la IAP está orientada a la participación para generar organización local en un contexto concreto. Ahora el reto es que ésta permanezca en el tiempo para transformar la situación que se desea cambiar. Y de la evaluación final del grupo motor en Madrid destacamos algunos de los comentarios compartidos: “Y personalmente creo que de aquí en adelante, tomaré este asunto con más responsabilidad ahí donde me toque, en el ámbito privado o público. Este mayor conocimiento y mayor comprensión, pues individualmente como persona creo que me implica... me emerge la necesidad de una mayor responsabilidad, ahí donde este tema se trate.”
“Me ha supuesto escuchar y conocer la trayectoria y experiencia de muchas mujeres que desde diferentes ámbitos defendemos y luchamos para su legalización”.
“Pues aprender, aprender y salir un poco de la concepción que tenemos las organizaciones sindicales... verlo de otra manera”.
“Muy enriquecedora, profundamente enriquecedora, porque es reconocernos a todas, no solamente desde lo que hacemos, sino desde nuestros propios contenidos y desde el intercambio de lo que es cada una, no solamente desde el tecnicismo sino de ser mujer, profesional, de compromiso social”.
“Como compromiso personal mi compromiso de implicarme directamente en esta lucha que es de muchas mujeres tanto migrantes como autóctonas”. 61
“Y hoy con la conclusión que me voy es que tenemos que orientar todo para hablar de los cuidados de la vida y esto del empleo de hogar integrado en estos cuidados y que este trabajo tiene tal importancia que ... Las cadenas globales de cuidados”.
“Descubrir la capacidad que hemos tenido como grupo y cada una de nosotras de reconocernos como interlocutoras iguales en los debates y reflexiones ... si esto lo estamos haciendo en un grupo así ¿porque no se puede extrapolar
a una
dimensión más amplia?...”. La coordinación, cómo ojo externo, y el equipo de investigación han tenido por tanto más peso y protagonismo en la apropiación del proceso de lo que corresponde a la metodología. Esto es lógico teniendo en cuenta que su dedicación al mismo era remunerada y existía la presión de cumplir unos plazos determinados por lo estipulado en el proyecto. Esto ha supuesto evidenciar como los ritmos de trabajo impuestos por las agencias de financiación, a menudo se enfrentan con las lógicas de procesos de cambios sociales reales. En la práctica esto se ha plasmado en tensiones donde surgen preguntas de nuevo no resueltas, a pesar de ser comunes en procesos de intervención social. Algunas de estas preguntas serían:
¿Dónde ubicar el límite en tiempo y dedicación al trabajo activista no remunerado y al trabajo remunerado?
¿Cómo producir conocimiento útil para la comunidad con la comunidad reconociendo las relaciones de desigualdad? Desigualdad por ejemplo entre recibir remuneración por hacer un trabajo, como recibía el equipo investigador, y no recibirla como el caso del grupo motor.
¿Cómo idear estrategias que hagan viables los cambios en lo micro y en lo macro a la vez? Somos conscientes de las relaciones de poder que conllevan que un colectivo determinado este en situación de desventaja, pero ¿somos conscientes de las relaciones de poder dentro del colectivo que lucha contra esas desventajas?
¿Cómo romper con viejas estructuras para nuevos cambios?, sobre todo siendo conscientes de que esas viejas estructuras las tenemos interiorizadas.
¿Se puede a través de una IAP-F crear un método científico para el cambio social?
6.- DIAGNÓSTICO EXTRAÍDO DE LA IAP-F En función de la reformulación de los objetivos, presentamos algunas de las conclusiones del diagnóstico realizado, divididas en cuáles son las condiciones en las que se realiza el Empleo en el Hogar y otra que pretende mostrar elementos para la construcción de estrategias de mejora del sector. Sin embargo, para construir estrategias hay que ver en torno a qué, por eso añadimos un tercer epígrafe, ubicado entre los dos anteriores, sobre metas legislativas perseguidas por el sector y los elementos a tener en cuenta en la consecución de las mismas. Hay que señalar que en la investigación nos hemos centrado en las empleadas de hogar migrantes, por ser mayoritarias en el sector. Esto implica que debería haber un cruce entre la regulación del empleo del hogar y la política migratoria del estado español. De hecho en las entrevistas se destaca que cuando la empleada de hogar no tiene regularizada su ciudadanía aceptan peores condiciones, ahora bien: se opina que una vez que acceden a la misma, las condiciones en las que realizan el trabajo es similar a las de las empleadas de hogar autóctonas. Para las empleadas de hogar sí existe una diferencia en el trato por ser migrantes (hablan de discriminación) así como a la hora de denunciar violaciones a sus derechos, ya que suelen aceptar peores condiciones por la necesidad de enviar “remesas” a sus familias. En este sentido una de las empleadas de hogar participante en la investigación habla de que los gobiernos de sus países de origen subsisten, en gran parte, por las remesas enviadas por la población migrada, por lo que deberían incidir más ante el estado español para que se respeten los derechos en aquellos sectores profesionales donde se concentra la mayoría de la población migrante. 63
Sin embargo a la hora de hablar de propuestas para la mejora de las condiciones laborales en las que se ejerce el empleo del hogar han sido minoritarias las referencias a las leyes y políticas relacionadas con las migraciones, por lo tanto, tampoco se han hecho menciones específicas en el diagnóstico que les presentamos a continuación.
6.1. Condiciones laborales del empleo en el hogar 6.1.1. Los logros en términos legislativos. En las entrevistas y grupos de discusión realizadas para la presente investigación, hay un reconocimiento de las mejoras fruto de la aprobación del RD 1620/2011de 14 de noviembre, por el que se regula la relación laboral de carácter especial del servicio del hogar familiar y la Ley 27/2011, de 1 de agosto, sobreactualización, adecuación y modernización del sistema de Seguridad Social, que permitió que el Régimen Especial de la Seguridad Social de los y las Empleadas de Hogar se integrara en el Régimen General, aunque como un Sistema Especial. Concretamente se destacan las siguientes mejoras:
Supone que un mayor número de trabajadoras quedan bajo la protección del sistema de la Seguridad Social, ampliándose sus derechos y equiparándose sus obligaciones con el resto de trabajadores/as.
La baja por enfermedad, que es retribuida a partir del día 9, frente a la anterior situación en que era a partir el día 29. Con todo sigue sin ser igual a la establecida en Régimen General de la Seguridad Social, donde la baja es retribuida desde el día 4.
La equiparación en la afiliación a la seguridad social, mediante la Ley 27/2011. Se dio entonces un aumento de la afiliación y, con ello, una disminución de la economía sumergida, aunque no un incremento de la recaudación. Esto motiva un enfrentamiento entre los sindicatos mayoritarios y el gobierno, tal y como veremos.
Sacar los “cuidados” del resto de tareas domésticas, entendiendo cuidados como atención a personas consideradas “dependientes”. Así en la el RD 1620/2011 se excluyó las relaciones laborales de personas cuidadoras profesionales contratadas por
instituciones públicas o por entidades privadas y las de personas cuidadoras no profesionales en atención a personas en situación de dependencia en su domicilio. Sin embargo no todo el mundo está de acuerdo con que esto sea una mejora, tal y como veremos posteriormente.
Los tiempos de descanso entre jornadas aumentaron tanto para las externas, de 10 a 12 horas entre jornadas, como para las internas, que pasó de 8 a 10 horas mínimas, aunque compensándose las 2 restantes como descanso, hasta las 12, en las cuatro semanas siguientes.
La reducción del salario en especie, hasta la equiparación con el máximo del 30% estipulado en el Estatuto de trabajadores, teniendo que ser convenido su pago entre las dos partes y manteniéndose el pago en metálico al menos en el salario mínimo interprofesional en su cuantía mensual. Sin embargo también se menciona en las entrevistas como algo a revisar, especialmente en el caso de las empleadas de hogar internas ya que “Si mi trabajo es cuidar a una persona durante la noche, ¿cómo puede ser que la prestación en especie sea la cama?”
Se aumenta la indemnización por causa de despido, concretamente cuando es justificado pasa de 7 a 12 días por año de servicio, con un límite de seis mensualidades. En el caso de que se declare improcedente el despido se mantiene en 20 días, por año de servicio, con un límite de 12 mensualidades. Sin embargo sigue sin equiparse al Régimen General16.
La obligación del empleador de dar de alta, que antes era opcional. Aunque desde el 1
16 Aún cuando ha habido una reducción en el régimen general para los despidos improcedentes (RD Ley 3/2012, a aplicar a los contratos suscritos a partir de febrero del 2012) sigue siendo superior a la indemnización para las empleadas domésticas, ya que es de 33 días de salario por año, hasta un máximo de 24 mensualidades. Para el despido procedente sigue siendo 20 días por año, hasta un máximo de 12 mensualidades.
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de abril del 2013, con la aprobación del Real Decreto-Ley 29/2012, los y las trabajadoras que presten servicios durante menos de 60 horas por empleador o empleadora, serán responsables de formular directamente su afiliación, altas, bajas y variaciones de datos, si así lo acuerdan con quien les emplea. Así mismo serán los y las responsables de la cotización y recaudación.
6.1.2. Los retrocesos legislativos. El problema es que son avances que siempre conllevan riesgo de retroceso ya que, como algunos de los actores entrevistados afirman, se trata de un sector que se regula en función de las necesidades de los empleadores y las empleadoras, no de las garantías laborales de las empleadas. Concretamente algunos actores entrevistados reconocen como un retroceso la aprobación del Real Decreto-Ley 29/2012, de 28 de diciembre, de mejora de gestión y protección social en el Sistema Especial para Empleados de Hogar y otras medidas de carácter económico y social pues las modificaciones introducidas afectan tanto a las bases de cotización como a la posibilidad de que las trabajadoras asuman la obligación de cotizar al sistema cuando presten sus servicios durante menos de 60 horas mensuales, como hemos comentado. Así mismo se destaca que los cambios que impone este nuevo RD implica que las empleadas de hogar soportarán una mayor cotización que el resto de trabajadores del Régimen General al reducirse el número de tramos para calcular la base de cotización, lo que provoca una gran divergencia entre salarios y cotizaciones. Por un lado con el Real Decreto-Ley es obligación de las empleadas de hogar que presten servicios durante menos de 60 horas por empleador o empleadora los trámites ante la Seguridad Social, así como la cotización y la recaudación, tal como veíamos anteriormente. La justificaciónpara este cambio ha sido que en la anterior ley el procedimiento para que los empleadores dieran de alta era muy complicado por eso era mejor dejarlo en mano de las empleadas. En palabras de un inspector de trabajo, “… en el hogar familiar hay gente muy mayor y a veces gente con poca capacidad intelectual o física que tiene dificultad en
la movilidad y en estos supuestos hace que la gestión sea más cómoda.” Sin embargo la reforma también tiene consecuencias negativas para la parte empleadora, como recordaba una de las entrevistadas, concretamente cuando la responsabilidad de dar de alta y pago de cotización recae en la empleada, la parte empleadora no puede disfrutar de las reducciones en la cuota de cotización, del 20% en general y del 45% en caso de familia numerosa17. También se dice que para las empleadas el cambio podría resultarles positivo porque con él les resulta más fácil que alguien les quiera dar de alta y así puedan regularizar su ciudadanía, cuando este sea el caso. Pero esto ha sido algo que ninguna de las empleadas de hogar entrevistada ha destacado, y del resto de actores sólo ha salido en una ocasión. Por otro lado, con el Real Decreto-Ley 29/2012 desaparecen los tramos iniciales para establecer las cantidades de cotización. Concretamente los tramos empiezan en 172,05 euros/mes de retribución, cantidad hasta la cual la base de cotización por la que se calculan los pagos a cotizar (tanto del empleador/a como de la empleada) es de 147,86 euros/mes. En la Ley 27/2011 por debajo de esa cantidad había tres tramos (empezando en 74,83 euros/mes) a cada una de las cuales le correspondía una base de cotización, todas inferiores a 147,86 euros/mes.. Esto está relacionado con el otro motivo esgrimido para el cambio de la ley: aumentar lo recaudado en la cotización. Según uno de los actores entrevistados: “... en épocas de crisis donde las arcas del estado español tienen que recaudar han intentado que se recaude más, que esa recaudación de cuotas a la seguridad social estuviera más controlada, para ampliar la recaudación económica. Como 17 La reducción del 20% sólo estará vigente hasta diciembre del 2014. En el caso de ser familia numerosa, esto será así siempre que las persona o la persona que ejerza como ascendiente ejerza su actividad fuera del hogar o esté incapacitada para trabajar. Si se trata de familia numerosa de categoría especial no se exigirá tal condición.
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supuestamente esto no ha sucedido, por eso ha habido modificaciones y van a seguir habiendo modificaciones, pero no va a tener nada que ver con los derechos de los trabajadores, con los derechos de los empleadores… va a tener que ver con la cantidad que se recaude cada año en las arcas sobre las contrataciones en el régimen de hogar.” De hecho en una entrevista se afirma sobre el RD-Ley 29/2012: “Creemos que con esas medidas, se ha buscado que el número de trabajadores protegidos por el régimen General de Seguridad Social retomen cifras más altas que las que estaban. Inicialmente el sistema especial más que generar nuevas altas lo que produjo fue bajas. Parece que se esta recuperando de esta manera y este es el medio que sigue el Ministerio para recuperar los datos.” Pero con el RD 1620/2011 y la Ley 27/2011 si hubo un aumento importante de las afiliaciones, aunque inicialmente lo que hubo fue una recaudación menor por los incentivos ofrecidos a los/as empleadores/as para pasar al nuevo. Esta doble lectura ha trasladado diferentes interpretaciones entre sindicatos y gobierno. Observando la evolución de la afiliación en el Sistema de la Seguridad Social ha pasado de registrar 294.916 trabajadores/as afiliados/as al Régimen Especial de Empleadas de Hogar a 31 diciembre de 2011, a tener 416.124 a 31 diciembre 2012 con la aplicación del nuevo sistema. Es decir en un solo año la afiliación creció en un 41,1% y ello en un contexto en el que la afiliación total del sistema de Seguridad Social tuvo una caída del 4,6%. 18 Esta doble lectura plantea distancia entre sindicatos y gobierno, como se narra en una entrevista: “Teníamos un balance que hacia el gobierno y los sindicatos que a mi juicio los dos tenían razón. El gobierno decía, tengo más afiliados e ingreso menos dinero: tiene 18 altas
en
Información extraída de: "La afiliación de las asistentas se frena en 2013 tras 120.000 nuevas 2012" publicado en el periódico El País el 07/01/2014. http://t.co/vonZIycK9i
derecho a decir no estoy contento aquí no funciona algo. Su obligación es recaudar más, para mantener el sistema es su obligación. Los sindicatos decían: hay muchas más personas afiliadas ha emergido más trabajo; tenían razón. Los dos hacían valoraciones contrarias y tenían razón. Las cosas se tienen que ver de una manera más desprejuiciada y mirar a la resolución de las cosas.” Para los sindicatos mayoritarios si los trámites para dar de alta y el pago de la cotización fueran realmente tan complicados para los y las empleadoras no hubiera habido el aumento que hubo en afiliaciones. También consideran una excusa el tema de la recaudación. Creen que en realidad el problema es puramente ideológico. “Estos dos cambios legislativos, la ley 27/2011 y el RD 1620/2011, es una decisión también política e ideológica: o cambias el Derecho para adaptarlo a la realidad o cambias la realidad para adaptarla al Derecho. En el caso del empleo doméstico yo creo que hay que cambiar la realidad para que se adapte al Derecho ... la otra vía, que muchas veces en realidad solamente es una excusa para perpetuar [una situación] es “no, no, es que tenemos que adaptar el Derecho a la realidad”, en este caso el aumento de la recaudación.” 6.1.3. La realidad de las empleadas de hogar Las EEHH describen constantes abusos en el ejercicio de su trabajo, así:
No se trabaja por un trabajo específico, ni en cantidad ni en especialización.
Se aumenta y se aumenta trabajo por el mismo salario y las mismas condiciones con las que te contrataron.
Se trabaja más horas de las que se cotiza.
No se valora, “... ni cuando estás educando a su hijo... “
No hay incentivos, ni económicos ni de ningún tipo, pero si penalizaciones.
No pagan horas extras.
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En el caso de las internas, no dejarte salir en la hora de descanso y que
finalmente sean horas en las que si te requieren para trabajar. Esto también ocurre con las vacaciones: van con la familia de vacaciones y trabajan más. Estos abusos se pueden reunir en tres: la sobrefuncionalidad, el incumplimiento de lo estipulado por ley y la falta de valoración del empleo en el hogar. 1.- La sobrefuncionalidad en el Empleo en el Hogar. Una queja reiterada, tanto por las empleadas de hogar como por parte del resto de actores entrevistados, es la asunción de más tareas por parte de las empleadas de las estipuladas en su contrato. Como vimos anteriormente se trata de algo habitual, relacionado con el hecho de que es una actividad que se realiza en los hogares, que complementa o sustituye el trabajo doméstico y de cuidados que tradicionalmente han realizado las mujeres de la familia de forma gratuita. En términos legislativos, el RD 1620/2011 tampoco es muy especifico sobre cuáles son las tareas que corresponden al empleo en el hogar. En su artículo 1, considera como relación laboral especial del servicio del hogar familiar la que conciertan la persona titular del mismo, como parte empleadora, y la empleada que presta servicios retribuidos en el ámbito del hogar familiar por cuenta y dependientemente del empleador o empleadora. Las actividades incluidas son: tareas domésticas, cuidado o atención de los miembros de la familia y otros trabajos como guardería, jardinería, conducción de vehículos, cuando formen parte del conjunto de tareas domésticas. El tema se complica aún más cuando hablamos de las tareas de “cuidados” y personas “dependientes”. En el artículo 2 del RD 1620/2011 se excluye de forma específica las relaciones de cuidadores profesionales contratados por instituciones públicas o por entidades privadas y las relaciones de cuidadores no profesionales en atención a personas en situación de dependencia en su domicilio. En ambos casos la relación laboral estará sujeta a la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia, conocida como Ley de Dependencia.
Sin embargo, en la práctica hay dificultades para delimitar las tareas, como decía uno de los actores entrevistados: “¿Por qué crees que se está dando en el empleo del hogar, ya hablando como empleo, las tareas de cuidados a personas dependientes? ¿Por qué crees que en el mismo saco se mete todo eso? Pues hija mía, porque en el hogar viven personas dependientes y no dependientes. La necesidad de mi caso concreto, mi padre, no es totalmente dependiente pero sí es dependiente, y necesito una persona que cuide en las necesidades que tiene de movilidad, de comida, de médicos, de… mi padre vive en el entorno de un hogar, no vive en una residencia. Necesita una persona que salga al paso de las necesidades, que las cubra en la medida en que ella pueda. Claro, ahora me dirás, pero tú necesitarías una enfermera. Pero mi padre no necesita una enfermera, necesita una persona que le haga la comida y le tenga la casa arreglada como yo se lo hacía hasta hace nada. Y que le ayude al aseo. Pero claro si mi padre tuviera una pierna con una herida, como sigue estando en su entorno de su casa, necesitaría una persona que a lo mejor le pudiera curar esa herida. Entonces tenemos la misma chica que la hemos contratado, ¿a eso queremos llegar?, a la misma chica que la contratamos para limpiar un armario, que tenga conocimientos de atender a un enfermo.” Pero además está el hecho de que las condiciones laborales del servicio del hogar familiar sigan sin estar equiparadas al régimen general, como si lo está el que engloba a los y las “cuidadores/as”, lo que hace que sea más asequible contratar a una empleada de hogar. Si esto lo cruzamos con el nivel de renta y los recortes en las prestaciones sociales, se aumentan las posibilidades de que finalmente se contrate por el régimen especial de servicio doméstico a personas que en realidad van a realizar tareas como “cuidadoras”. El caso, como se destaca en una entrevista, es que el empleo del hogar “… cada vez es más necesario porque cada vez somos más viejos todos con lo cual la necesidad es creciente, es creciente y además la financiación de la dependencia va ser difícil, los recursos son escasos y la posibilidad además de que eso absorba… pues entonces eso... yo no hablo de la gente 71
que ha perdido la autonomía pero hay muchos grados en el medio, no?” En la Ley de dependencia se considera como Grado I o Dependencia moderada “cuando la persona necesita ayuda para realizar varias actividades básicas de la vida diaria, al menos una vez al día o tiene necesidades de apoyo intermitente o limitado para su autonomía personal” (art. 26). 2.- Falta de garantías para el cumplimiento de lo estipulado legalmente El RD 1620/2011 es claro respecto a las horas de descanso y las vacaciones de las empleadas del hogar, acercándolas a lo reconocido en el régimen general (art. 9, punto 7). Del mismo modo lo es respecto a las horas extraordinarias, equiparando el régimen de horas extraordinarias a lo contemplado en el Estatuto de los Trabajadores (art. 35) 19. Sin embargo no se cumple lo estipulado en la ley. Por un lado se admite que en el no cumplimiento de la ley hay una parte que tiene que ver con que las Empleadas de Hogar no reivindican. En esto hay varios factores destacando la necesidad del empleo, por razones económicas pero a veces también por la necesidad de regularizar su ciudadanía. En este sentido algunos actores entrevistados afirman que una vez tienen regularizada las ciudadanía las empleadas de hogar migrantes se comportan como las empleadas de hogar autóctonas, quienes dicen que no tienden a exigir el cumplimiento de lo estipulado legalmente. Incluso hay quien afirma que ha sido la necesidad de las empleadas de hogar migrantes por obtener la ciudadanía lo que ha motivado que las condiciones laborales del empleo del hogar vuelvan a ser reivindicadas. Pero además hay otros motivos para que no se exija lo estipulado, los cuales han sido nombrados anteriormente, y que tienen que ver con las características específicas del
19 En el art. 9 punto 3 del RD 1620/2011 se afirma que respecto a las horas extraordinarias servirá lo estipulado en el art. 35 del Estatuto de Trabajadores, con la salvedad en lo que respecta al punto 5 del mismo donde se dice “A efectos del cómputo de horas extraordinarias, la jornada de cada trabajador se registrará día a día y se totalizará en el período fijado para el abono de las retribuciones, entregando copia del resumen al trabajador en el recibo correspondiente”.
trabajo, así contaba una empleada de hogar: “Injusticia es que al año deba quedarme hasta que la jefa venga de la fiesta de fin de curso de la niña, también el día de la cena de navidad, y no me pagan esas horas extras, y me hace chantaje emocional, quédate que yo te trato bien, se queja de ser madre separada y que no tiene con qué pagarle esas horas extras, y dice que me compensara dándome permiso para salir más temprano y eso no se cumple nunca. La otra injusticia es que no tengo horario fijo de salida, cuando ella quiere que yo me vaya me dice –vete, vete, vete- y porque no hiciste tal cosa, y otras me reclama porque me voy antes de las 8 de la noche y me reclama diciéndome que ella me contrato hasta las 8, y eso me agobia, me angustia.” Por otro lado, las empleadas de hogar tampoco sienten confianza para denunciar las situaciones de injusticia. Hablando de las inspecciones de trabajo una empleada de hogar decía: “... una va a colocar una queja y ellos le exigen pruebas, no creen en la palabra de una, partiendo de ahí, esa es la injusticia, uno tiene que demostrar todo lo que está diciendo y a veces la prueba es muy difícil, ni que uno llevara una cámara encima, y tampoco sería porque luego no sirve eso como prueba.” En el tema de las inspecciones de trabajo el problema tiene que ver con que la actividad se desarrolla en un espacio privado, por tanto prevalece el derecho a la inviolavilidad del domicilio, en palabras del inspector de trabajo entrevistado: “... chocan contra un factor fundamental, que es el domicilio y su inviolabilidad que fija la constitución española. La mezcla de dos derechos, el del trabajador y el derecho del titular del hogar a mantener su inviolabilidad, prima el titular del hogar porque es un derecho fundamental. Y eso dificulta mucho nuestra actuación, que si no hay voluntad por parte del titular a salvo de que en casos muy excepcionales, se consiga la autorización por parte de un Juez para entrar en un domicilio”. Al parecer romper esta primacía de la inviolabilidad del domicilio es muy difícil. Aunque, como Octavio Granados afirma que se hizo cuando era Secretario de Estado 73
“... dimos instrucciones a la inspección de trabajo en su momento, para que en todos y cada uno de los supuestos hicieran la interpretación de la normativa más favorable a los derechos del trabajador, por ejemplo si una mujer empleada de hogar, se caía de una ventana como pasó en Baracaldo, de todas las posibles interpretaciones que había que tal... la interpretación que dio la Inspección de Trabajo fue: Esto es un accidente de trabajo...”. Con todo, la única forma de garantizar el control es la denuncia “Pues la única forma de controlarlo es con denuncias, con denuncias no a la inspección de trabajo sino a, a.... [silencio largo] en el caso por ejemplo, hay jueces que ya han asumido el que en determinados supuestos se puedan hacer peritajes sobre la situación de las condiciones de salud y las condiciones de vida,...” Pero en definitiva “...como toda norma que si no hay forma de garantizarla con mecanismos de protección, pues es letra muerta. Entonces, yo creo que es un sector que se va auto regulando en función de las necesidades de los empleadores…. Que hay empleadores que son concienciados… sí, seguro, que hay empleadores que se han vuelto mucho más sangrantes, sí, también ¿no?, este… entonces ¿la Norma?, en principio esta bien, ¿no? pero ¿Quién la controla?”. 3.- Valoración del empleo del hogar Como decíamos antes el trabajo doméstico no se valora precisamente porque, como decía uno de los actores entrevistados, “Los cuidados no se valoran, se dan por hecho. No se incluyen todavía en los discursos sociales, políticos, cuando se habla de la crisis de mejorar la sociedad,...”. Esto se plasma, como hemos visto, en el empleo en el hogar y así “no se considera actividad laboral, no están bien pagadas y se les dan a un determinado tipo de gente, antes la que venía del campo a la gente de fuera, siempre los bajos a nivel social. Ahora toca el inmigrante, el étnicamente diferente, los extranjeros…” La desvalorización del empleo del hogar es común a toda la sociedad y en este sentido una de las personas entrevistadas afirmaba que: “somos una sociedad bastante cínica porque tenemos teóricamente puesto en un
pedestal como gran necesidad la atención a nuestros hijos, a nuestro padres, a nuestros familiares… como una labor importantísima, como lo que más nos dignifica como seres humanos como tal, y luego resulta que es la labor que tenemos peor retribuida, peor formada, peor organizada y peor considerada… no guarda ninguna relación el énfasis que ponemos en decir el amor a nuestro padres y nuestros hijos y lo que luego hacemos para cuidarlos…” La importancia de la valoración del empleo en el hogar es tal que el factor más destacado por las Empleadas de Hogar entrevistadas, respecto a las mejoras fruto de la equiparación al régimen general era el “... considerar al servicio doméstico como empleo de hogar, como trabajo de hogar, como un trabajo”. Pero en general a menudo en las entrevistas ha salido que el que sea un trabajo que se desarrolla en un ámbito privado, dentro de una familia, y que tradicionalmente había sido hecho gratuitamente por las mujeres por el simple hecho de serlo, sin necesidad de profesionalización, hace que no esté claro el papel de empleadora/patrona y empleada. Así hay quienes afirman que, por un lado, la empleada sólo cuenta con la valoración de su empleadora para sentirse reconocida, al carecer de una legislación, un convenio y un sector que estipule claramente en qué consiste su trabajo. Por otro lado las empleadoras no se identifican como tales, ni ven el empleo en el hogar como un trabajo similar al que ellas realizan en el mercado laboral, por lo que no garantizan en las empleadas de hogar las condiciones que ellas mismas consideran que les deben cumplir en sus empleos. A esto hay quien añade que al haber sido siempre un trabajo realizado por alguien de un estrato social inferior -en la actualidad mujeres inmigrantes- la posible identificación disminuye.
6.2. - Las metas y elementos a tener en cuenta para lograrlas. Indudablemente lo que se persigue es la mejora de las condiciones en las que se realiza el trabajo doméstico ahora ¿qué es lo que hay que hacer para lograrlo? Una de la respuesta más completa hablaba de que era necesario trabajar en tres niveles: cambios en el sistema 75
de producción-reproducción; en el valor que socialmente se da al empleo del hogar; y cumplimiento de la actual legislación. Respecto a los cambios en el sistema de producción-reproducción, se refería a los cambios en lo que se entiende por actividad productiva y actividad reproductiva. Para ello nombra el tema de los tiempos. Esto entronca20 con la necesidad de revisar el régimen de cuidados, actualmente injusto, algo imprescindible ya que “... sino haremos parches no cambios reales”21. Los otros dos niveles se corresponden con las denuncias que hemos visto como comunes en el empleo del hogar. En cuanto al concienciar a la sociedad del valor del empleo del hogar, se trata de una necesidad compartida por otros actores entrevistados, entre ellos las empleadas de hogar. En cuanto a lograr que se cumpla la legislación actual22, como hemos visto, se requiere 20 Al medir el valor del trabajo en tiempo -en vez de en su retribución monetaria- mediante las encuestas del uso del tiempose logra ver el volumen del trabajo reproductivo y de cuidados realizado en el ámbito doméstico, comprobándose cual es su peso relativo con respecto al resto de actividades, especialmente con respecto al trabajo remunerado. Además, a través del concepto de carga global, se comprueba cual es el total de trabajo realizado por persona y en la sociedad, comprobándose que las mujeres realizan de forma general más trabajo que los hombres (Pérez, 2010)
21 En términos de políticas públicas y legislación, buscar cambios en el sistema de producciónreproducción implicaría revisar iniciativas novedosas a nivel internacional como el reconocimiento en la X Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe -el Consenso de Quito (2007)- del cuidado como un asunto público (24 gobiernos de la región se comprometieron a fomentar que los Estados asumieran la reproducción social, el cuidado y el bienestar de la población como objetivo económico y responsabilidad pública indelegable) y en concreto el caso de Ecuador, donde la propia Constitución de la República, del 2008, reconoce la economía de cuidados como uno de los fundamentos del Estado. Además está todo el desarrollo teórico en América Latina y el Caribe en torno al “Buen Vivir”. Pero también hay iniciativas más cercanas, como el II Plan Foral para la Igualdad de Mujeres y Hombres (2012-2020) de Guipuzcua, donde la sostenibilidad de la vida aparece como eje central y los cuidados dignos y universales incluyendo el derecho al cuidado- está dentro de las líneas para la transformación.
22 También se nombra en las entrevistas, aunque sólo en un par de ocasiones, la necesidad de derogar el Real Decreto-Ley 29/2012
buscar garantías para que sea posible. Por tanto volveríamos hablar de inspecciones de trabajo y ya hemos visto las dificultades para que esto ocurra. Sin embargo, si bien el empleo del hogar sólo se considera dentro del régimen especial cuando se establece de forma individual entre la parte empleadora y la empleada, si se consideran determinados instrumentos de intermediación laboral. El control de estos instrumentos puede ser una manera de garantizar el cumplimiento de la legislación, además de ser algo necesario ya que, como veremos, dependiendo cuales son también una fuente de precarización del sector. Ahora bien, a parte de ver las metas dentro de como está el empleo de hogar en la actualidad, a la hora de establecer cuales son los horizontes hacía los que avanzar en la mejora del sector, las Empleadas de Hogar entrevistadas se centraban en que fuera reconocido como un trabajo cualquiera, con todos sus derechos. Por un lado esto implicaría que se diera la equiparación real al régimen general postura compartida por algunas de las personas. Incluso hay quienes consideran que este es el gran aporte del Convenio 189 a la mejora del sector. Pero por otro lado, el reconocimiento del empleo de hogar como cualquier otro trabajo implica una profesionalización del mismo, por tanto que requiere una determinada cualificación para el desarrollo de una serie de tareas, que deberían estar estipuladas en categorías profesionales con una remuneración específica cada una. Esto es algo que podría hacerse mediante convenios colectivos, sin embargo el hecho de que los hogares no sean considerados “empresas” y las familias “patronal” dificulta esa posibilidad. Esto nos lleva a la posibilidad de plantear otros mecanismos de contratación que pudieran contribuir a la regularización del empleo del hogar como cualquier otro sector laboral. Finalmente la ratificación por parte del gobierno del estado español del Convenio 189 de la OIT, sobre los trabajadores y las trabajadoras domésticos, indudablemente facilitaría todo lo anteriormente mencionado, por ello es una meta presente en los actores entrevistados comprometidos en las mejoras de las condiciones laborales del sector. Teniendo en cuenta los objetivos primeros de la investigación, nos centraremos en 77
aquellas metas relacionadas con cambios legislativos.
6.2.1. Cumplimiento de la legislación actual: la intermediación laboral. El RD 1620/2011 excluye las relaciones laborales de empleo de hogar cuando están concertadas por empresas de trabajo temporal y/o personas jurídicas, sean civiles o mercantiles (art. 2), por lo tanto las empleadas contratadas por empresas para realizar ese servicio en hogares estarían cubiertas por el régimen general y no por el régimen especial de servicio de empleo de hogar. Si se contempla que los empleadores y las empleadoras puedan contratar por intermediación de los servicios públicos de empleo o las agencias de colocación (art. 4). En cuanto a las agencias de colocación, la legislación exige que tengan que estar dadas de alta como tales y cumplir con los requisitos que pide la ley para ello (Real Decreto 1796/2010, de 30 de diciembre, por el que se regulan las agencias de colocación), distinguiendo entre aquellas con ánimo de lucro y las que no tienen ánimo de lucro. En ambos casos debe haber colaboración y/o coordinación con los servicios públicos de empleo (art. 2 RD 1796/2010). Pero además existen organizaciones sociales sin ánimo de lucro que trabajan para la inserción laboral de personas en situación de exclusión, por ejemplo personas migrantes. Estas organizaciones llevan años trabajando en la intermediación laboral en el empleo de hogar, mediante bolsas de empleo y planes de formación e inserción laboral. Por tanto, en la actualidad, en la contratación de empleo en el hogar conviven: Con ánimo de lucro: Agencias de colocación23 Sin ánimo de lucro: Agencias de colocación y Organizaciones sociales y religiosas Entre las diferencias que existen entre estas organizaciones, está la metodología y principios éticos con los que cada una trabaja, independientemente de si buscan o no el
23 Conviven agencias de colocación regladas y no regladas, es decir, legales y no legales. Sin embargo durante la investigación al hablar de las mismas no se distinguía si eran legales o no.
lucro. Con ánimo de lucro: Agencias de colocación Las empleadas de hogar al retratar las experiencias con las agencias de colocación con ánimo de lucro afirman que contribuyen a precarizar y a dañar al sector con sus prácticas en la empleabilidad:
Las ponen en contacto con empleadores/as que no cumplen las condiciones mínimas establecidas por la legislación y que además se prestan a abusos como por ejemplo pagar menos de lo acordado.
Asesoran “poniéndose del lado del/a empleador/a” y adaptándose a las condiciones económicas y laborales que el/la empleador/a quiere ofrecer. De manera que, el punto de partida que marca la contratación es ver cuánto quieren pagar, cómo adaptar el contrato laboral a eso y cómo hacerlo “legalmente”.
No hacen un seguimiento de la relación laboral. En el caso de que una empleada de hogar dé queja de un trabajo porque esté vulnerando sus derechos, las agencias vuelven a colocar a otra persona en el puesto con las mismas condiciones de vulneración.
No se cuestionan si es justo o no que la ley establezca un único precio hora, en un sector con tanta variedad de tareas y condiciones laborales.
Las agencias de colocación con ánimo de lucro cobran a la parte empleadora por hacerle la selección y facilitarle la contratación, por tanto es normal que se preocupen porque sus clientes estén bien y no tanto por las condiciones laborales de las empleadas de hogar. Sin ánimo de lucro: Agencias de colocación y organizaciones de intermediación laboral En la investigación se ha entrevistado a organizaciones de intermediación laboral y a agencias de colocación sin ánimo de lucro. En todos los casos coinciden en las características con las que hacen sus respectivos trabajos:
Mediar entre empleadores/as y trabajadoras domésticas e informar a ambas partes de 79
sus obligaciones y derechos para que se realicen las contrataciones con toda la información necesaria y evitar así fracasos en el proceso de contratación. En el caso de las organizaciones de intermediación, su labor se limita a informar a las partes; en el caso de las agencias de colocación negocian los términos de la contratación.
Sensibilizar a los/as empleadores/as a través del boca a boca para ir asegurando que la información vaya circulando de manera correcta y evitar la desinformación. Esta sensibilización llega en ocasiones a los asesores legales de esos mismos empleadores/as que tienden a buscar las maneras para que legalmente puede hacerse el contrato con menor coste, en detrimento de las empleadas como ellas mismas comentan.
Se hace seguimiento para que en los contratos se cumplan las condiciones acordadas en la mediación, si bien a veces es difícil saber si la empleada no quiere hablar por miedo.
A veces si se sensibiliza de que el precio/hora por ley no se puede aplicar en todos los casos pues las características del sector son muy variadas: trabajar días o noches, casas grandes o pequeñas, cuidado de uno o más niños, etc.
A estas hay que añadir los trabajos de formación y desarrollo de habilidades para el empleo en el caso de las organizaciones de intermediación. Evidentemente esto es como las personas entrevistadas de este tipo de entidades reflejan el trabajo específico que hacen las mismas. No todas las organizaciones de intermediación y agencias de colocación sin ánimo de lucro trabajan de la misma manera. La agencias de colocación sin ánimo de lucro frente a las agencias de colocación con ánimo de lucro. De las organizaciones sociales que han trabajado la intermediación laboral sólo las más grandes, con mayor base asociativa, de cobertura estatal, que disponen de las instalaciones y recursos humanos que exige la ley, han podido acreditarse como agencias de colocación. Para muchas cumplir los requisitos es complicado.
Hay que tener en cuenta que las agencias de colocación con ánimo de lucro no estaban permitidas, hasta el Real Decreto 1796/2010, de 30 de diciembre, por el que se regulan las agencias de colocación. Pero es que además, desde la reforma laboral del 2012 (Real Decreto-ley 3/2012, de 10 de febrero, de medidas urgentes para la reforma del mercado laboral) incluso las Empresas de Trabajo Temporal (ETTS) puedan convertirse en agencias de colocación con un mero trámite (art. 1). Esto se enmarca en una tendencia a sustituir o complementar el sistema público de empleo con las agencias de colocación, siguiendo el modelo europeo según una persona entrevistada 24. Pero hay un riesgo que hace que las sin ánimo de lucro no pueda competir con la que si lo tienen: Poner una cantidad mínima de inserciones anuales a las que llegar para recibir ayuda del estado supone primar cantidad de contrataciones y no la calidad de las mismas, teniendo en cuenta que además las agencias sin ánimo de lucro trabajan con colectivos en riesgo de exclusión y de difícil empleabilidad.
Necesidad de control Lo que está claro, y así lo destacan varias de las entrevistadas, es que es necesario darle control y seguimiento al funcionamiento de las agencias de colocación para hacer respetar los derechos de las empleadas de hogar. El Real Decreto-Ley 1796/2010 contempla explícitamente esta necesidad de control, en su art. 5, obligaciones de las agencias de
24 “En este contexto la citada Ley modifica la Ley 56/2003, de 16 de diciembre, de Empleo, procediendo a regular las agencias privadas de colocación, incluyendo las que tienen ánimo de lucro, cuya actividad no permitía la normativa anterior, lo que supone complementar la actividad que ya desarrollan los servicios públicos de empleo, con el fin de mejorar el funcionamiento del mercado de trabajo, dotando para ello a los agentes que intervienen en los procesos de intermediación y de colocación de más y mejores medios. Como fruto de esta mayor intervención y mejor colaboración entre agentes públicos y privados se conseguirá lograr una más eficaz intermediación, proporcionando a las personas trabajadoras un empleo adecuado a sus características y facilitando a los empleadores las personas trabajadoras más apropiadas a sus requerimientos y necesidades.” Preámbulo del Real Decreto-ley 1796/2010.
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colocación, literal K) “Estar sujeta a las actuaciones del control e inspección que lleven a cabo los servicios públicos de empleo de acuerdo con la normativa de referencia, así como a la actuación de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social y otros órganos de control”. Sin embargo una de las campañas de denuncia de la Asociación de Trabajadoras del Hogar de Bizcaia (ATH) es precisamente sobre agencias de colocación (ver http://www.athele.com/) donde se pueden ver denuncias a empresas que no están acreditadas como agencias de colocación, que han cobrado el servicio a las empleadas de hogar o han facilitado contrataciones por condiciones laborales inferiores a las establecidas en la legislación. Esta necesidad de control y seguimiento no es sólo a las agencias de colocación: por parte de las empleadas de hogar contactadas para esta investigación son constantes las denuncias a determinadas organizaciones de intermediación. En estas denuncias relatan situaciones de humillación en los procesos de selección: “Es humillante, solo falto colocarnos una alfombra y desfilar, para que los empleadores nos conociera”. “Venían señoras de gran posición económica y nos señalan como ganado, nos elegían por el vestuario que llevábamos. Dos señoras me dijeron a la cara que si yo ejercía y yo les decía no, señora, yo vengo aquí a buscar trabajo.” A las denuncias respecto al trato hay que añadir (o estando relacionadas) denuncias de discriminación por nacionalidad edad, etnia, aspecto físico, etc. a pesar de que tanto en el caso de las agencias de colocación como en las de intermediación se debe garantizar el principio de igualdad de oportunidades y no discriminación (art. 22 bis, Ley 56/2003).
6.2.2. Equiparación al régimen general. El servicio del Empleo en el Hogar sigue siendo una relación laboral de carácter especial, lo que en la práctica se concreta, entre otras cosas, en la figura del desistimiento y el que no tenga derecho al desempleo.
Según algunas de las personas entrevistadas e implicadas en la reforma que supuso elRD 1620/2011 y la Ley 27/2011, estos fueron los temas más difíciles en la negociación con el gobierno y el parlamento. Hay para quienes son temas relevantes para que actualmente no se ratifique el Convenio 189 de la OIT. De hecho ante la pregunta “¿Qué mejoras introduce el Convenio 189 OIT?” en una entrevista se decía “Probablemente el punto mas importante deriva del artículo 14 del Convenio que habla del aspecto de la Seguridad Social, que señala que todos los trabajadores del servicio domestico tiene que estar en igualdad de condiciones que el resto de trabajadores. Nos encontramos el cambio más significativo en el tema del desempleo, es una de las cuestiones que no quedo resuelta en las anteriores leyes de 2011 y posteriormente reformas 2012”. El RD 1620/2011 si contempla la revisión de ambos puntos en su Disposición adicional segunda Evaluación de impacto, régimen de extinción del contrato y protección por desempleo. En el punto 2 de esta disposición hay un compromiso de que el Ministerio de Trabajo e Inmigración constituya un grupo de expertos (donde haya personas del ministerio y otras propuestas por las organizaciones empresariales y sindicales más representativas) para que con anterioridad al 31 de diciembre del 2012 realice un informe sobre ambos temas evaluando:
En cuanto al desistimiento la posibilidad de incluirlo en algunas de las causas comunes de extinción del contrato de trabajo contempladas en el art. 49 del Estatuto de los Trabajadores, es decir, las comunes a cualquier empleo.
Respecto al desempleo, la viabilidad de establecer un sistema de protección por desempleo adaptado a las peculiaridades de la actividad del servicio del hogar familiar.
Pero en la realidad, no se ha constituido el grupo de expertos y, por lo tanto, no se ha contemplado ninguna de estos dos avances. La justificación de que el Servicio del Empleo del Hogar este en un régimen especial se da 83
en el propio preámbulo del RD 1620/2011, así: “Las condiciones particulares en que se realiza la actividad de las personas que trabajan en el servicio doméstico, que justifican una regulación específica y diferenciada son bien conocidas. De modo principal, el ámbito donde se presta la actividad, el hogar familiar, tan vinculado a la intimidad personal y familiar y por completo ajeno y extraño al común denominador de las relaciones laborales, que se desenvuelven en entornos de actividad productiva presididos por los principios de la economía de mercado; y, en segundo lugar y corolario de lo anterior, el vínculo personal basado en una especial relación de confianza que preside, desde su nacimiento, la relación laboral entre el titular del hogar familiar y los trabajadores del hogar, que no tiene que estar forzosamente presente en los restantes tipos de relaciones de trabajo.” La gran contradicción aquí reside en que siendo el mismo trabajo, si es contratado a través de una tercera persona o empresa, está sujeto al régimen general (art. 2, RD 1620/2011). Parece entonces ese “vínculo personal” tiene más peso que el hecho de que se preste en un “hogar familiar”. En el RD 1620/2011 se entiende la figura del desistimiento de la persona empleadora cómo la pérdida de confianza en el empleado o la empleada (Disposición adicional segunda del RD1620/2012) y se incluye como una de las causas comunes de extinción del contrato de trabajo, añadiéndose a las contempladas en el Estatuto de Trabajadores (art. 49) 25. Por tanto se trata de una figura sólo presente en el régimen del servicio del Empleo del Hogar, sustentada en esa idea de vínculo personal. De hecho, como decía una entrevistada, a la hora de contratar “No hay estipulación de habilidades, se presupone, a qué con la honestidad ya está. Pese a la legislación que intenta quizá darle cierto valor no se si lo ha conseguido. Con que seas buena persona, no robes… ya vale para este trabajo” 25 Por su parte el Estatuto de Trabajadores sólo considera el ejercicio de esta figura por parte del empleador o la empleadora en el periodo de prueba de la relación laboral (art. 14 punto 3).
En cuanto al tema del desempleo en el momento de la negociación del RD 1620/2011 el temor estaba relacionado con la posibilidad de fraude por las contrataciones entre familiares. Aunque como decía una de las personas entrevistadas: “Una de las más importantes misiones que tienen los inspectores es el control de la economía sumergida, que también comprende a personas que están cobrando el subsidio por desempleo y están trabajando. Se están concentrando en esto. Se anuncia en el Ministerio de Trabajo convenios con Comunidades Autónomas para luchar contra la economía sumergida, pero se refieren siempre a lo mismo: defraudadores que nunca son los empresarios, sino los trabajadores. Esto es lo que ellos entienden por control de la economía sumergida, nunca dan el paso a centrarse en casos más graves de economía sumergida y la más lesiva para los derechos, de explotación laboral, de trata de seres humanos.” 26 Otro tema no incluido por tratarse de una relación laboral de carácter especial es lo relativo a prevención de riesgos laborales. La Ley de la ley 31/1995, de 8 de noviembre, de prevención de riesgos laborales no es de aplicación para la relación laboral de carácter especial del servicio del hogar familiar (art. 3, punto 4). El asunto es que aplicar esta ley sería difícil porque implica entrar en el hogar, que es un espacio privado en el que “sin 26 La trata de seres humanos con fines de explotación laboral sólo fue nombrada por una entrevistada, sindicalista, sin embargo merece la pena añadir el conjunto de su respuesta sobre el tema: “Con la Confederación Sindical Internacional estamos en un proyecto con Rumania, Alemania, Finlandia sobre trata de seres humanos con fines de explotación laboral, te vienen de otros países y te dicen lo que allí se hace y aquí el plan está guardado en un cajón desde hace dos años, lo único que se visibiliza es la trata con fines de explotación sexual. En ningún documento del Gobierno aparece la explotación laboral como economía sumergida. En la ONU, si buscas en la base de datos sobre trata de seres humanos y buscas por casos de explotación laboral y te encuentras que muchos países de la UE, Francia, en Alemania hay casos documentados en esta base sobre explotación laboral en servicio del hogar familiar. En la Fiscalía Especializada en temas de Extranjería, que es la que lleva los casos de la trata de personas, el año pasado no sé cuántas diligencias se abrieron de trata con fines de explotación laboral, pero poquísimas en comparación con la trata con fines de explotación sexual. Si ya la trata es invisible y la víctima es una trabajadora del hogar familiar...”
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orden judicial no puedes entrar”. Pero además ¿se puede presionar hasta que punto a una familia para que cumpla con los requisitos de prevención igual que una empresa? El asunto es que ante esa dificultad la solución que se ha adoptado en las de cargar la responsabilidad en la empleada. “Yo me pongo como empleadora y digo; “de qué van a venir esos a mi casa?” pero que yo tengo que poner, donde, la señalización de escaleras? Que si las escaleras tienen que tener una línea de no resbaladiza? Pero que estamos hablando de mi casa, por qué tengo que cumplir las normas de riesgos laborales que tienen las empresas? Entonces ahí hay un conflicto y ese conflicto va a existir siempre. Entonces esa prevención de riesgos laborales qué han hecho, pues volcárselo todo a la empleada. Como no podemos controlar la casa tú si quieres te proteges y te proteges como quieras… Si yo le digo a la mujer que tiene que cortar carne, ¿qué tengo que ponerle un guante de acero para que corte la carne? ¿Un guante protector?” Otra cosa son trabajos que implican más riesgo (limpieza de ventanas, etc.) para los que alguna de las personas entrevistadas sugerían la contratación de empresas especializadas. Pero si hay que destacar que para los sindicatos la inclusión de la prevención de riesgos laborales es una de las demandas importantes.
6.2.3. Profesionalizar al sector: formación y establecimiento de categorías profesionales. Al hablar de la profesionalización del sector se considera necesario una distribución en categorías profesionales en función de las tareas que se desarrollen; en palabras de una entrevistada “No es lo mismo cuidar a una persona toda la noche que entrar 3 horas a planchar”. Esta distribución en categorías profesionales sería posible con la estipulación de un convenio colectivo para el sector, algo complicado como veremos. Pero además, relacionado con las categorías profesionales está la estipulación de diferentes retribuciones por tarea. Finalmente en la profesionalización también entra la necesidad de formación.
Vamos a empezar precisamente con este último tema, el de la formación, donde se incluyen varios elementos. Por un lado está la necesidad o no de especialización para la realización de las tareas domésticas, esas que tradicionalmente se han hecho de forma gratuita, y que se supone que las mujeres saben hacer por el simple hecho de ser mujeres. Sin embargo, una entrevistada de una organización de intermediación laboral decía: “... su trabajo como empleada de hogar, debería ser tan profesional, deberían de prepararse y saber hacer… saber planchar una camisa tan perfectamente como si yo las contrato de secretaria para que me archiven mis fichas de la A a la Z perfectamente. Tienen que tener una serie de habilidades que ellas no valoran, porque a ver como yo soy ama de casa y tú también, creemos que este trabajo lo sabemos hacer cualquiera y no es así.” Este reconocimiento a la necesidad de formación para hacer las tareas domésticas, rompiendo con la idea preconcebida de que todas saben hacerlo por ser mujeres, cobra un matiz diferente cuando se trata de empleadas de hogar migrantes. Aquí entra el idioma, las diferentes formas de cocinar, la forma de entender el trabajo doméstico en general, etc. Sin embargo es un terreno resbaladizo donde fácilmente se puede cruzar la línea entre formación y especialización para el trabajo -que actualmente tampoco se paga si se tieney la discriminación. Una representante de una organización de intermediación laboral afirmaba que la mayoría de los y las empleadoras prefieren contratar a “españolas” para realizar el trabajo; que hay problemas para que mujeres de nacionalidad marroquí puedan encontrar empleo; que para cuidar a los niños y las niñas se busca a mujeres que hablen castellano sin un acento fuerte para que los niños y las niñas no lo adquieran; etc. También ocurre que se solicita a empleadas que sepan inglés para que puedan enseñar a los niños y las niñas, sin intención de pagarles más. Por otro lado en el régimen especial de empleadas de hogar no se pagan contingencias para formación, es decir, el estado no recauda fondos específicos para la formación de este sector, por tanto no se contempla planes o cursos de especialización. Aunque si existe la cotización general para formación, que podría dedicarse a ello, lo cual podría entenderse 87
dado la importancia del mismo actualmente pero también en un futuro. Así en una entrevista se afirmaba: “Esto hay que pensarlo porque hay fondos dedicados a la formación y deben ser dedicados teniendo en cuenta los cambios que se están dando en la sociedad, no se trata solo hacer formación en lo que ya está estructurado. Lo interesante es hacer formación acoplando a los cambios que se están dando. Claro puede tener sus dificultades, porque estás dando formación a personas que no está cotizando en ese sistema de formación pero tienes que dar formación porque es el trabajo del mañana y en su día quien sabe si estas personas que pueden cotizar en un futuro.” Lo que está claro es que formación y profesionalización parecen ir unidas, así en otra entrevista se decía: “Es una profesión por su puesto, yo eso no lo dudo donde una persona que presta una actividad económica y bien definida y bien establecida. Como digo hoy en día, ya hace 20 años [...]propuse que personas que se dedicaban al servicio del hogar o al servicio doméstico; como lo queramos llamar; pudieran hacer cursos de formación pues para lo que hablábamos antes, personas que puedan tener alguna patología o tal o gente.. Yo que se… la señora de la casa a la que hay que ayudar a mover al marido… buscándole dar valor añadido a la actividad. Y también que hubiera una preparación un poquito... no una super preparación pero si en fin… hay nociones fundamentales que a veces se desconocen y pueden ser de interés práctico.” Pero de nuevo se vuelven a confundir los límites entre las tareas específicas que pueden estipularse como empleo de hogar y las de “cuidados” a personas dependientes. Esto también tiene que ver con cómo se ha aplicado la ley de dependencia (Ley 39/2006) y que se introdujo en el apartado 4. En ella se omite el empleo de hogar, no incluyéndolo ni entre los cuidados profesionales ni entre los no profesionales, sin embargo en la práctica fomenta la contratación irregular de empleo de hogar (López Gil, 2010). En concreto el artículo 18 de esta ley contempla como excepcional el cobro de una prestación económica
por parte de la persona “dependiente” para ser atendido por cuidadores y cuidadoras en su hogar, siempre que se den condiciones que así lo permitan. Sin embargo el 51,2% de las prestaciones concebidas a 1 de diciembre del 2009 eran de este tipo: de hecho el 57,5% de las personas beneficiarias recibían esta prestación y de ellas, muy pocas, recibían cualquier otra complementaria (Ibíd). Esta prestación no garantiza ingresos suficientes para vivir, situándose por debajo del umbral de la pobreza, y no se ha complementado con mecanismos de apoyo (centro de día, ayuda a domicilio, residencias temporales,…) que permitieran que no se convirtiera en la forma de cubrir los cuidados de forma continuada27. Nos remitimos al 2009 por ser cuando la ley y las políticas a ellas asociadas se estaban aún desarrollando. En la actualidad el gobierno ha reducido las prestaciones y servicios asociados a la “ley de dependencia”, por lo tanto la situación se ha agravado. En la actual situación de recortes en las prestaciones sociales, esta situación se agravara. Ante la reducción y desaparición de las ayudas a la dependencia el nexo entre desigualdadcuidados-precariedad se acentúa ya que: “Al principio las trabajadoras de hogar iban a casas de familias con mucho dinero, después iban a casas de trabajadoras normales y corrientes, como vosotras como yo, que por necesidades que ya hemos dicho antes, que necesitaban cubrir ese espacio que nosotras no podíamos cubrir, porque el otro componente de la familia no lo hacía, o, porque también hay otra variante, familias monoparentales, que ahora ha cambiado socialmente el tema, que ahora no hablamos de familias tradicionales de papa, mama, hijos, abuelos y esas cosas. Entonces pues a ver desde ahí a la evolución que sigue existiendo pues hay menos gente joven y más gente mayor que necesita más cuidados.”
27 En el documento Un lugar justo para el empleo de hogar y sus trabajadoras. Pliego de propuestas coordinado por UN-INSTRAW (López, 2010) se pide la derogación del art. 18 de la Ley 39/2006 por todo lo expuesto, exigiéndose la garantía de excepcionalidad mientras que ello ocurriera.
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Por tanto podemos presuponer que en vez de cada vez más empleadas de hogar sean reconocidas como cuidadoras -profesionales o no profesionales- y pasen al régimen general, pasará lo contrario y más cuidadoras serán contratadas como empleadas de hogar en el régimen especial, con menos derechos, incluyendo menor salario. De esta manera, la conquista que especialmente para los sindicatos supuso sacar los cuidados del régimen especial de empleo de hogar es, por lo tanto, cuestionable, ya que no afecta a que cambie esta situación. Según una de las personas entrevistadas, es la tradición legislativa de la que viene la regulación del empleo del hogar, iniciada en el concepto de la servidumbre y no relacionada con los cuidados, lo que conlleva que a la hora de hablar de trabajos más profesionalizados relacionados precisamente con los cuidados, se acaben sacando de lo que se entiende por empleo del hogar. Con todo el establecimiento de categorías profesionales en el empleo en el hogar y la estipulación de retribuciones acordes a las mismas, podría lograr que al menos se visualizara y valorara el empleo en el hogar en todas sus dimensiones. Esto podría hacerse mediante el establecimiento de un convenio colectivo, el problema es cómo negociar un convenio sin un grupo empresarial que represente a los y las empleadores/as, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y la Confederación Española de Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME) tienen representatividad legitimada para negociar temas generales, dentro del Diálogo Social, sin embargo cuando se trata de convenios sectoriales suelen negociar las empresas u organizaciones empresariales del sector. El asunto es que cuando hablamos de empleo de hogar la relación es individual, entre la parte empleadora y empleada, y la parte empleadora no es considerada una empresa. Esta relación laboral individualizada también se justifica desde la realidad de las empleadas de hogar: “Hoy por hoy no da la sensación o por lo menos a mi no me da la sensación, de que se aun grupo compacto homogéneo, representado por sindicatos que actuando de una forma unida... a mí me da la impresión; de que aquí cada persona tiene una actividad autónoma y ajena, salvo las que están trabajando por cuenta ajena en una
empresa que las ubica, eso son otras... 6.2.4. El establecimiento de otros tipos contratación. Contando el proceso de negociación del RD 1620/2011 y la Ley 27/2011, en diversas entrevistas con personas implicadas de una u otra manera en el debate y proceso del cambio legislativo, se menciona que se plantearon dos formas para regular la relación laboral en el empleo en el hogar: una por medio de la contratación a través de un tercero, poniéndose el ejemplo de la Fundació Domicilía en Cataluña, y otra con fórmulas cercanas al trabajo autónomo. La Fundación Domicilia es una entidad sin ánimo de lucro constituida en el 2000 en la comarca del Baix Llobregat. Su objetivo es desarrollar acciones para promocionar y potenciar los servicios de atención domiciliaria. Está constituida por un patronato compuesto por entidades públicas - Concejo Comarcal del Baix Llobregat, Diputación de Barcelona y once ayuntamientos de la comarca- y agentes sociales y económicos, concretamente los sindicatos mayoritarios -CCOO y UGT- y las organizaciones empresariales de la zona - la fundación Micro, petita y mitjana empresa de Catalunya (PIMEC) y la Confederación de Empresarios del Baix Llobregat28-. Uno de los programas novedosos de esta fundación es el Circuito del Cheque Domiciliar, un elemento de bonificación o descuento en la contratación de servicios de atención a domicilio por parte de familias en empresas que forman parte de la bolsa de empresas habilitadas por la propia fundación29.
28 Para ver más de la fundació domicilía ver fdomicilia.wordpress.com
29 Esta idea del cheque servicio está muy presente entre los y las actoras del sector del empleo en el hogar, teniendo a Francia como referente, sin embargo no ha salido en las entrevistas de esta investigación.
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En cuanto a las fórmulas cercanas al trabajo autónomo, una persona entrevistada también hace una propuesta en relación al tema de desempleo: “El tema del desempleo en todo caso habría que ir a una formula parecida al cese de actividad de los autónomos, prestación por cese de actividad. Es una formula compleja y complicada en su aplicación y que está empezando a plantear resquemores… En este caso “Cuál es el requisito aquí, un requisito conceptual de la ley es que usted tenga más del 75% de los ingresos de un solo cliente. Se llama trabajador autónomo económicamente dependiente. ¿Podría haber una trabajadora de servicio del hogar autónoma económicamente dependiente? Si. Ahora la que va por horas ya es otra cuestión. Porque no llegaría a reunir ese requisito. ¿Qué eso se podría pulir? Pues también” En definitiva, como nos comentaban en otra entrevista “... lo razonable sería pues que esas personas estén normalizadas a través de redes colectivas, a través de organizaciones, a través de empresas y... y tengan empleadores que no sean donde ellos trabajan, como pasa con los demás trabajadores...”. En el caso del trabajo autónomo se considera como trabajador o trabajadora autónoma “... a las personas físicas que realicen de forma habitual, personal, directa, por cuenta propia y fuera del ámbito de dirección y organización de otra persona, una actividad económica o profesional a título lucrativo...” (art. 1, Ley 20/2007). Esto se correspondería con lo que decía una empleada de hogar en uno de los grupos de discusión de la investigación “Yo quiero que las empleadas domésticas digan que son empresarias, porque nuestro cuerpo es una empresa. Si una empleada doméstica no tiene las dos manos, las dos piernas, los ojos y la cabeza para organizarse (sí, tengo que cocinar, a ver qué tengo que hacer, ay que tengo que ir a por los chicos)...” Por tanto las dificultades esgrimidas para que el empleo en el hogar no sea regularizado como cualquier otro sector se agota, teniendo en cuenta además las características del mercado laboral del estado español. Ante la pregunta: “¿Tú ves viable que el Empleo de
Hogar se regularice como cualquier otro sector? ¿Es posible esta reivindicación?” una persona nos comentaba: Como cualquier otro sector en la medida de un mercado de trabajo cada vez más complejo, seguro, o sea, estamos hablando del teletrabajo!!!, o sea es que no lo entiendo, podemos permitir que alguien haga un proyecto de una central nuclear desde su casa pero no podemos permitir que se regularice el trabajo de cuidado a una persona... hombre!, por dios!!! ¿Por qué no? si tuviéramos un mercado de trabajo compacto, homogéneo, basado en instituciones muy específicas.... pero si lo que tenemos es un mercado de trabajo que se nos deshilacha, con cada vez más flecos, por qué no podemos regularizar el empleo del hogar.”
6.2.5. Ratificación del Convenio 189 de la OIT: Trabajo decente para las trabajadoras y los trabajadores domésticos. El Convenio 189 fue aprobado en el seno de la OIT en junio del 2011. Desde esa fecha los gobiernos tenían 18 meses para ratificarlo, lo que suponía que en la práctica el compromiso formal a cumplir con todas las obligaciones que en él se estipulan y a informar a la OIT de las medidas adoptadas para hacerlo. Hasta este momento el gobierno del estado español no lo ha ratificado. La ratificación de este convenio supondría la obligación de garantizar30: Protección efectiva frente a toda forma de acoso, abuso y violencia en el trabajo. Medidas concretas para asegurar que las trabajadoras reciben por escrito explicación detallada sobre sus condiciones de trabajo, tales como: horarios,
30 Comunicado para exigir la ratificación del convenio 189 OIT sobre trabajo decente en el empleo de hogar. Ver en https://www.facebook.com/notes/por-la-ratificacion-convenio-189-oit/comunicado-por-laratificaci%C3%B3n/449853571760109 ó http://www.acsur.org/Comunicado-para-exigir-la
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descansos, las tareas contratadas, el salario y su forma de cálculo según el trabajo a realizar. Control de todas las horas de presencia. Fin de los descuentos abusivos en el salario por la manutención y el alojamiento. Descuentos proporcionales a los verdaderos consumos que se realizan en la casa. Garantía de condiciones de seguridad y salud en el trabajo, incluyendo respeto a la privacidad de quienes pernoctan en el domicilio. Determinar y prevenir los riesgos laborales. En definitiva, inclusión en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Protección real frente a los abusos de las agencia de colocación: prohibición de actuar sin licencia, inspección de su funcionamiento. Igualdad de derechos en la Seguridad Social con el resto de personas trabajadoras. Preguntando directamente a la oficina de la OIT por qué pensaban que el gobierno del estado español no había ratificado, la respuesta era: “Nosotros no opinamos sobre suposiciones, constatamos que el gobierno mandó la comunicación que tenía que enviar al Congreso de los diputados informando que la OIT había adoptado este convenio y que su intención era no ratificar [...] Hemos preguntado al gobierno sobre por qué su intención era no ratificar y su respuesta ha sido que consideran que la legislación española tal como está, no está tan alineada al convenio como para hacer fácil la ratificación.” Entre las iniciativas llevadas a cabo para lograr la ratificación afirman: “Nos parece positiva la Proposición No de Ley aprobada por unanimidad en la Comisión de Empleo del Congreso de los Diputados, como resultado de una enmienda transacional tras el debate de la iniciativa de PNL presentada por el diputado Joan Coscubiela de Izquierda Plural, iniciativa que agradecemos” El texto de la PNL aprobada por unanimidad con el apoyo de todos los grupos parlamentarios dice: "El Congreso de los Diputados insta al Gobierno a: uno, que en un plazo razonable evalúe la posibilidad de someter a ratificación el Convenio número 189 y la
Recomendación número 201 de la OIT, y dos, que en consecuencia adapte la legislación española en el sentido que regulan los citados textos. " Por tanto el compromiso actual es ir adaptando la legislación nacional al Convenio 189. Como veíamos anteriormente esto implica que la legislación avance hacía la equiparación real del régimen del servicio en el hogar familiar. La OIT es la única agencia de las Naciones Unidas compuesta no sólo por Gobiernos sino también por la sociedad civil, más concretamente los mandantes de la OIT son, además de los representantes de los gobiernos, los representantes de los empleadores/as, es decir las asociaciones empresariales, y los de los trabajadores/as, es decir las organizaciones sindicales. Se trata de una estructura tripartita que permite que la OIT sea un foro donde gobiernos e interlocutores sociales pueden libre y abiertamente dialogar y adoptar por acuerdo normas internacionales del trabajo. En el caso del empleo doméstico en la negociación del convenio hubo una presencia activa de las organizaciones de empleadas de hogar que participaron como parte de la delegación sindical: “... se entendió que hay colectivos específicos que tiene relaciones laborales especificas, en este caso más individualizadas, desperdigadas y aisladas que las del resto de trabajadores, en las que el sistema de agrupación y afiliación es más complejo y por ello en esos casos se favorece que el conjunto de la sociedad civil tenga un cauce de participación. Este diálogo se hace sin menoscabar la legitimidad de la representatividad del conjunto de los trabajadores que es ejercida por los sindicatos más representativos. El propio Convenio 189 así como la Recomendación 201 mencionan siempre a 'las organizaciones más representativas de los trabajadores' y a 'las organizaciones representativas de los trabajadores domésticos cuando tales organizaciones existan' cuando se refieren a las consultas y demás cauces de participación establecidos por el Convenio".
En definitiva el convenio fue elaborado con la representación del gobierno del estado español, los sindicatos mayoritarios y de la patronal. Entonces, ¿por qué cuesta la 95
ratificación? Uno de los actores entrevistados afirmaba sobre esto: “... en los últimos años la representación patronal y muchos gobiernos conservadores de la OIT se han apuntado a una estrategia frente a la cual yo creo que los sindicatos están algo inhábiles y las organizaciones de los trabajadores... y es que votan los textos sin ningún problema y sin ningún cortapisas, y votan textos idílicos, sin discusión que luego no son ratificados, porque la OIT se está convirtiendo en los programas electorales de un partido político... lo pones todo, luego no cumples nada” En la actualidad sólo diez países lo han ratificado y dentro de la Unión Europea sólo Italia y Alemania. Frente al argumento del gobierno de que la no ratificación es por la distancia que media entre la legislación nacional y el convenio, tampoco hay consenso, así una de las sindicalistas entrevistadas afirmaba: “...nuestra legislación está digamos por encima, cubre con total amplitud las exigencias del Convenio OIT pero sin embargo el Gobierno dice que no [...] Ellos dicen que si contrataciones, que si temas laborales. Sabéis que la OIT, si leéis el Convenio hay muchas cosas que marca, según la legislación del país, con lo cual te lo deja bien abierto. Regula materias muy, muy básicas, que viene muy bien para quien no tiene absolutamente nada pero quienes ya, como en este país, tenemos ya una base, pues eso se queda muy holgado, no nos constriñe a nada. Para mi es una excusa más de no querer regular este sector como se merece. Es un sector de trabajo señores, se pongan ustedes como se pongan”. Como hemos visto anteriormente la ratificación del convenio supondría la equiparación, lo que implicaría hablar de temas como el derecho a la prestación pordesempleo que es uno de los escollos para que se den avances legales en el sector.
6.3. Estrategias políticas. La finalidad de cualquier estrategia política que pretenda cambios legislativos pasa por lograr que las propuestas entren en la agenda institucional o política, es decir, aquella de interés prioritario de las y los actores estatales con poder de decisión (García Prince, 2008: 21). Hay tres fuentes principales desde las cuales los temas entran en la agenda política: las demandas externas de las y los actores no gubernamentales; el conocimiento acumulado sobre determinado hechos o fenómenos; y la razón de Estado, que corresponde al juicio y decisión unilateral de las altas instancias del estado (Ibíd). En este caso estamos ante la demanda externa de actores no gubernamentales, pero además contamos con un amplio bagaje de conocimientos acumulados, de los cuales forma parte esta investigación31. Ahora faltaría establecer las estrategias que permitan la incidencia política. Para ello, entre otros factores, son necesarios (Ibíd: 22):
habilidades y recursos técnicos y materiales para la incidencia
tener en cuenta las características del sistema político en términos de espacio, mecanismos y oportunidades de interlocución y participación
el liderazgo de quienes presentan las propuestas
la capacidad de proyectarse a la opinión pública.
En la presente investigación hay una serie de demandas -las metas mencionadas anteriormente- emitidas por lo que hemos considerado el sector implicado en la mejora del empleo del hogar -actores no gubernamentales- que cuentan con una serie de 31 Además durante el desarrollo de la misma han aparecido otras investigaciones: Desde la representación de la OIT en el estado español se habló de dos: un estudio europeo (Francia, Italia, Bélgica y España) sobre migración y empleo en el hogar; y en el caso estatal, un estudio sobre el estado de la cuestión: cómo es el sector, cómo está, cambios que está habiendo y un trabajo cualitativo de consulta con grupos o personas trabajadoras domesticas migrantes. Una de las personas entrevistadas estaba haciendo su doctorado en un análisis comparativo del empleo del hogar entre la Región de Murcia y Finlandia.
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habilidades y recursos técnicos y materiales. En este apartado, dado la información que ha salido, vamos a centrarnos en la capacidad de liderazgo y en los mecanismos y oportunidades de interlocución y participación. Concretamente hablaremos de fortalecimiento de las organizaciones de empleadas de hogar; las posibilidades de coordinación entre las diferentes organizaciones que hemos definido como parte del sector; y los mecanismos de interlocución y participación directa. Sin embargo, se trata de meras pinceladas. El establecimiento de las estrategias en mayor detalle hubiera correspondido a las siguientes fases de la IAP-F a las que no se ha podido llegar32.
6.3.1. Fortalecimiento de las organizaciones de Empleadas de Hogar. Según la gran mayoría de las personas entrevistadas, un elemento fundamental para lograr mejoras en el EH es el fortalecimiento de la organización de las propias EEHH. En el trabajo de campo realizado, se han ido identificando dificultades para lograr ese fortalecimiento. Dentro del GD las EEHH reconocían como una de las principales dificultades para organizarse el miedo de las EEHH: “En parte hay mucho miedo de hablar. Ellos prefieren malo conocido que bueno por conocer. Nosotras prácticamente dejamos que abusen de nosotras. A mí compañeras me dicen que les da miedo ir a la reunión”. Esto unido a las limitaciones de tiempo que tienen debido a sus horarios y condiciones de trabajo dificulta la participación de las mismas en procesos de movilización social: “(…) la libertad de movimiento que puede tener una interna es de un día y medio… eso, eso ¡es terrible! (…), son múltiples fuerzas que se neutralizan y hacen que se paralicen su actitud, su actividad (…) yo creo que también hay un factor que es el 32 Dichas cuestiones y planteamientos nacieron a partir del trabajo de campo realizado durante la IAP-F: las entrevistas, los grupos de discusión y las sesiones de debate con los grupos motores y utilizándose como documento base para la elaboración de este punto el Diagnostico Participativo.
factor tiempo, que el tiempo, en alguna parte lo he escuchado, que es que viven tan machacadas que cuando tienen un momento libre lo que quieren es olvidarse, no pensar… (…) también viene porque hay mucha mucha soledad.” Estas cuestiones33 obstaculizan el poder de aumentar la base asociativa de las EEHH, lo cual es requerimiento indispensable para mejorar la organización y la movilización social. A su vez, un elemento favorable y una fortaleza de las asociaciones de EEHH, es que son un espacio para ellas de encuentro, aprendizaje, toma de conciencia, empoderamiento y fortalecimiento. Entre las formas de fortalecerlas organizativamente estaría poder dotarlas de recursos que les permitiera tener una coordinadora así como con una organización mínima que les permitiera continuidad.
6.3.2. La coordinación entre diferentes actores. ¿Qué actores sociales conforman el sector?34 ¿Cómo se perciben y reconocen los unos a los otros a lo interno? Consideramos que el visualizar, reconstruir y actualizar esta imagen es fundamental para analizar la realidad del sector, mapear los actores con posibilidad de aliarse, definir objetivos y construir las alianzas en función de los objetivos y las demandas. En relación a estas cuestiones, en el GM35 de Madrid, una de las ideas a las que llegaron
33 En ese sentido en las entrevistas y grupos de discusión mantenidas con las EEHH, destacaban por un lado la indiferencia de las propias trabajadoras del hogar respecto a buscar la dignificación del EH y por otro, la dificultad que tienen las asociaciones de EEHH de acceder a subvenciones para realizar proyectos encaminados a trabajar todas estas necesidades.
34 Por sector del empleo del hogar entendemos al conjunto de actores sociales implicados en la mejora del mismo.
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fue que “hay coordinación o necesidad de ésta cuando se comparten objetivos y formas de trabajo comunes”. En el grupo motor de Murcia se afirmaba que para que sea posible la coordinación “es fundamental el diálogo y una comunicación fluida libre de prejuicios o estereotipos, un conocimiento previo de cada cual, ser capaz de ceder, estar abierta a lo que te vas encontrando y crear espacios de encuentro”. Para lograrlo es necesario: “compromiso y esfuerzo, construir sinergias para llegar a aquellos aspectos que son esenciales y que la unión en el objetivo común no pierda fuerza”. En definitiva: “Coordinar es tejer redes de complicidad y respeto, tu poder y el mío se unen, nos respetamos, nos complementamos, confiamos y sabemos que defendemos un fin”. Pero ¿cuáles son los puntos comunes y las diferencias para la coordinación entre los actores sociales y políticos que forman parte del sector del empleo del hogar?.En relación a los puntos comunes en el GM de Murcia destacaron que el trabajo doméstico no remunerado, el empleo del hogar y los cuidados afectan al conjunto de la sociedad, incluyendo a todos los actores sociales que participan en la mejora del sector 36. Respecto a las diferencias para la coordinación se destacó que “la visión del sector es desde ángulos muy alejados habiendo problemas relacionados con: la cesión de poder y la búsqueda de equilibrios entre grupos; uso de códigos diferentes; queda difuso el compromiso por sacar 35 El espacio de debate llevado a cabo en los grupos motores (conformados por EEHH asociadas y no asociadas, sindicalistas, profesionales del ámbito universitario y organizaciones sociales) se pueden considerar como una pequeña muestra representativa del sector. No obstante, teniendo en cuenta que cada lugar y/o grupo (formado por una muestra representativa de agentes) que debatiera entorno a estas cuestiones presentarían en cada caso una variedad de opiniones diferentes respecto al tema.
36 En términos de sensibilización social este aspecto, “los cuidados nos afectan a todos/as” sería un enfoque para una campaña de sensibilización dirigida a la población en general. En este sentido, comentar que la importancia de este tema surgió tanto en el inicio de la IAP- F como durante el desarrollo de la misma por parte de las propias EEHH y de ACSUR. Por cuestiones de priorización de objetivos en base al tiempo para la implementación de la misma éste tema se dejó a un lado junto con el objetivo de hacer difusión mediante Planes de Comunicación que incluyeran campañas de sensibilización y una estrategia de medios.
adelante agendas comunes; dificultad en los tiempos para encontrarnos”. Los puntos comunes, las diferencias y las visiones alejadas se materializan en la arena política37 del sector del EH en forma de puntos de tensión y también en puntos de encuentros en cómo orientar y compatibilizar las estrategias para el fortalecimiento del sector del EH y la mejora en las que se desarrolla el EH. Un elemento a tener en cuenta en este sentido es el papel de las luchas protagónicas entre los diferentes colectivos e instituciones. Esto obstaculiza el diálogo para la construcción de alianzas y el llegar a un acuerdo de mínimos entre los agentes implicados en la mejora del sector. Cuando en las entrevistas se les preguntaba a los actores sociales quienes consideran las protagonistas de la lucha y del cambio, todos los actores sociales entrevistados coincidían en señalar a las EEHH y ellas a sí mismas: “La clave es ser tú la protagonista. No quiero que nadie hable por mí. Yo quiero hablar como trabajadora de hogar, mujer, como migrante…”. Sin embargo, como veremos, los mecanismos de interlocución y participación del sistema político limitan esta posibilidad de protagonismo cuando hablamos de incidencia. Un último elemento a considerar en la construcción de alianzas y la coordinación sería el fortalecer las relaciones con las asociaciones de inmigrantes, lo cual además repercute el en fortalecimiento de la organización de las EEHH. Además está la posibilidad de acercarse al movimiento feminista. A éste último, las EEHH entrevistadas lo perciben como “un movimiento de apoyo, que da fuerzas anima, motiva transmite confianza y ven la importancia de la integralidad de las luchas.” Coordinarse con organizaciones feministas puede favorecer otras formas de aliarse basadas en la complicidad entre mujeres, la confianza, la cercanía, la empatía para adaptarse a los horarios, etc. No obstante una 37 Según la definición de Arnoletto, E. “Glosario de conceptos políticos usuales” la arena política es el ámbito donde las distintas políticas-programas de acción, las organizaciones políticas que las sustentan y los hombres políticos que las animan entran en contacto, luchan por el predominio y también llegan a distintas formas de compatibilización y entendimiento.
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empleada de hogar entrevistada comentaba que el feminismo sigue “vetado” en los talleres con empleadas de hogar porque se tienen prejuicios sobre el mismo.
6.3.3. La interlocución y participación con el Estado. Llegadas a este punto, elaboramos preguntas para continuar pensando el contexto de dicha arena política: ¿Quiénes se sienten legítimad@s y legítim@s para representar a las EH? ¿Los sindicatos? ¿Las propias asociaciones de empleadas de hogar? Y relacionado con ello está la cuestión de quien está legitimado por parte del estado para representar a los y las trabajadoras en las negociaciones políticas. Esto nos remite a los limites impuestos por el Estatuto de Trabajadores y la Ley Orgánica 11/1985, del 2 de agosto, de Libertad Sindical en cuanto a la representatividad de los y las trabajadoras y la representatividad sindical respectivamente. Pero también a que son los sindicatos los únicos interlocutores legitimados, como representación de los y las trabajadoras, dentro del diálogo social, basado en un modelo tripartito donde los actores son el estado, los sindicatos considerados mayoritarios y las organizaciones representativas de la patronal. Este modelo está vigente a nivel estatal pero también dentro de la OIT. En este sentido, hay una limitación dentro del propio sistema político para la participación y la interlocución de las empleadas de hogar con el estado. Esto nos lleva a explorar varías posibilidades, concretamente:
La creación de un sindicato propio de EEHH, como Sindihogar38.
Buscar otros sistemas de negociación colectiva dónde las asociaciones de empleadas de hogar tengan más eco, presencia y representatividad.
38 Sindihogar tiene como único ámbito de funcionamiento Cataluña, estando integrado por personas que trabajan en el ámbito del trabajo doméstico, pero también de los cuidados. Durante la investigación se trató de localizar a una informante clave para entrevistar pero no se consiguió localizar. La referencia web http://sindihogarsindillar22.blogspot.com.es/. 6/12/13
“Sabemos que los agentes que hay de lucha son siempre estado, sindicatos y patronal. Sabemos que se lucha ahí, pero es que nosotras creemos que las asociaciones/aportaciones como las nuestras deberían tener una fuerza y una forma de entrar al diálogo. ¿Por qué no estamos en las mesas de diálogo sin tener que pasar por los sindicatos?” En este sentido destaca la experiencia de la OIT para la elaboración del Convenio 189, ya que paralelamente a la negociación dentro del tripartito hubo consultas a asociaciones de EEHH y migrantes.
Fortalecer la afiliación de EEHH a los sindicatos.
Si bien esta última opción sería la forma en la que más directamente hubiera una interlocución de las EEHH y el estado, parece difícil a priori. Una empleada de hogar lo definía así: “La forma de nosotras organizarnos ahora mismo, no cabe en estos espacios. Los espacios en los que nosotras estamos con las trabajadoras de hogar, yo voy porque yo quiero estar ahí, porque me siento cómoda, porque lucho por mis derechos, la lucha que yo hago la hago de la forma que yo quiero y que mis compañeras hemos dicho. Todas decidimos, todas analizamos, todas hablamos y todas luego decidimos salir a la calle con el empoderamiento de haber decidido entre todas lo que vamos a hacer.” Sin embargo un ejemplo de buenas prácticas es el caso del proceso de sindicación y lucha de las EEHH en CC.OO de Valencia donde hay un alto número de afiliadas en comparación con el resto del estado español. En la entrevista mantenida con una de las sindicalistas compartió una serie de estrategias gracias a las cuales fue posible ese aumento de afiliadas:
Partir de mujeres empleadas de hogar que habían estado organizadas hace 30 años.
Crear dinámicas de asociación de empleadas de hogar dentro del sindicato (tener 103
en cuenta los horarios, etc.)
Colaboración de personas que trabaja inmigración.
Mantener la apertura de saber que somos muy diversas y que el sector en sí mismo es diverso (las que están de paso, las fijas discontinuas, diferencias de edad). El sector de por sí es complejo y requiere de personas y grupos muy formados en “los derechos que hay que conseguir” y hacer respetar lo que ya se tiene sabiendo que hay gran diversidad a lo interno.
Fomentar la participación en talleres y charlas, tanto para su formación como para el conocimiento de sus derechos y obligaciones.
Parece que hay dos puntos fundamentales para el éxito: el trabajo conjunto con los espacios responsables de migraciones dentro del sindicato y el partir de empleadas de hogar que ya estaban afiliadas: “Pues mira, creo que ha sido en conjunto del trabajo entre la Federación con la Confederación del País Valenciano, con una implicación muy, muy, muy ….eh, muy fuerte, de las Secretaría de migraciones y del CIDMI. Además de una herramienta que tenemos de trabajo que son los CITES-centros de atención de trabajadores inmigrantes en los que bueno pues, allí tienen no sé si son dos veces en semana reuniones con trabajadores inmigrantes de todos los sectores y de todos los orígenes, entonces ahí va, cualquier sector ente ellos Trabajo de Hogar. Entonces esa coordinación ha permitido que esa red fuera creciendo, al margen de que allí hay trabajadoras autóctonas, que están a punto de jubilarse pero siguen activas en el sindicato y siguen trabajando en ello”. Finalmente la otra parte del diálogo social, a parte del estado, es la patronal. En el caso del estado español, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) es quien representa a los intereses de los/as empleadores/as siendo por tanto la que se sienta en el tripartito también cuando se habla de EH. Pero en la CEOE no están representada la parte empleadora del EH. Recordemos que no se reconoce a los hogares como empresas, ni social ni jurídicamente, por tanto no existe patronal de EH.
Una de las vías a explorar sería ver cómo lograr la organización de empleadores y empleadoras conscientes. Una idea concreta que sugirió un representante institucional fue la siguiente: “Si hacéis un trabajo establecierais un objetivo, un objetivo en positivo, no solamente de decir esto es una ruina y tal sino desde la postura de qué tenemos que hacer, tenemos que trabajar desde muchas direcciones. A mi me parece por ejemplo imprescindible trabajar con las familias, en el sentido de que sean conscientes de que asumen una función de empleadores (...). Si las familias como empleadores y los empleados se pusieran a ese nivel entonces se generaría, o por lo menos si hubiera un 20 o un 25% de familias, que yo creo que las hay... que pusieran en común sus experiencias, oye vamos a realizar una carta de derechos, que nosotros nos comprometemos… Además una iniciativa que
además no puede ser de la
administración porque todo el mundo cuando la administración dice esto piensa que es un contrato al final te obligará a pagar más, pero si estableces una carta de derechos desde, por ejemplo organizaciones de la iglesia, organizaciones laicas y organizaciones tal... y dice, oiga, oye yo me comprometo a que yo voy hacer esto y de la misma forma que yo pido permiso en mi trabajo para llevar a mi hijo al médico cuando mi hijo se pone enfermo, se lo voy a dar a usted, es que, es que.... hay que verbalizar lo obvio ¿no?, y lo obvio es que esta persona es trabajadora y tiene los mismos derechos que tú, que también tiene derecho a ponerse enfermo, digo yo....” Esto nos lleva de nuevo a que, al fin y al cabo, estamos hablando de cuidados y eso es algo que nos afecta a todos y todas.
105
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8.- ANEXOS ANEXO 1:¿Quiénes hemos formado parte de esta investigación? Equipo de investigación compuesto por 3 subgrupos:
-
-
-
-
-
-
Equipo Madrid Eva Ortuñez y Esperanza Camarasa de la Soc. Coop. Madrileña “Abierto hasta el amanecer” Mayte Agredano, Técnica de proyectos de ACSUR Las Segovias Madrid
Equipo Murcia Ana María Vivancos, consultora independiente
Belén Valera, Técnica de proyectos en ACSUR Las Segovias Murcia
Coordinación Mercedes Figueroa y Yolanda Caballero de la asociación Nautas-género e intervención social
Grupos Motores:
MADRID Carolina Elías, empleada de hogar de la Asociación Servicio Doméstico Activo (SEDOAC) Amalia Caballero, empleada de hogar perteneciente a la asociación Territorio Doméstico. Marta Lucía Arboleda, empleada de hogar participante en el Centro de Mujeres Latinoamericanas “PACHAMAMA” María Caizapanta, Cooperativa de trabajadoras de hogar Victorias. Belén Navarro, Secretaria de Igualdad de Unión Sindical Obrera (USO) Ana María Corral, Responsable del Departamento Confederal de Migraciones de UGT. Palmira Maya Domingo, Secretaria de Internacional, Política Social e Igualdad de la Federación estatal de actividades diversas de CC.OO. María Alexandra Vásquez Ruíz, abogada del área jurídica de Pueblos Unidos.
-
-
-
-
MURCIA Benedicta Urganibia, Carmen Galdón y Mary E. Terán, empleadas de hogar de la Asociación de Murcia Charo González, Secretaria de política social, mujer y migraciones CCOO Región de Murcia Encarnita Ruiz Casanova, Investigadora grupo Economía Social y del Territorio y docente universitaria Universidad de Murcia. Juan Guirado, Presidente de ACSUR Murcia Emilia Rojo de CEPAIM Ana Vivancos y Belén Valera del equipo de Investigación en Murcia
111
-
Eva Ortuñez, Esperanza Camarassa, Mayte Agredano del equipo de Investigación en Madrid
-
Grupos de discusión-GD con empleadas de hogar: MADRID
-
-
MURCIA
Margarita Martínez Meza, de la Asociación de empleadas de hogar Murcia: asociación Territorio Doméstico. - Benedicta Urganibia - Reina Ticona Olivera Marta Lucía Arboleda Montealegre, - Mary E. Terán participante en el Centro de Mujeres - Martha Elena Villa Latinoamericanas “PACHAMAMA” - Yvette Brou - Laetitia Kakou Marlene Pérez Lozano, de la asociación SEDOAC- Servicio Doméstico Activo
-
Jaqueline Mosquera González empleada de hogar no asociada
-
Teresita Garzón Giraldo, empleada de hogar no asociada
-
Mirtha Concepción López y Verónica Vargas Suárez, del Grupo de Mujeres de Pueblos Unidos
,
ANEXO 2: IAP/IAF: Cuadro comparativo de complementariedad entre IAP e IAF. Yolanda Caballero (2013). Elaboración propia a partir de Bligia, 2007 y Monreal y del Valle, 2009.
IAP
IAF
Aporte de la IAF a la IAP
1ª) Pasar de la relación sujeto/objeto (gestores/clientes) a la relación sujeto- sujeto.
Reconocimientode la perspectiva situada Asunciónderesponsabilidades. “La valoracióny el respeto de la agencia de todas las subjetividades que están implicadas, explícitamente o implícitamente, en el proceso de
Reconocimiento de la potencia de acción de todo sujeto social, facilitando el proceso de coinvestigación desde principios éticos. Estos principios éticos implican: *
la asunción de la
investigación” (Bligia, 2007: 417) Redefinición de los procesos de validación del conocimiento
responsabilidad (¿para qué puede servir esta investigación?) *
La transparencia que conlleva partir del reconocimiento de que se mira desde una perspectiva situada.
*
2ª) Parte de las Considerar las dinámicas de poder demandas o necesidades que intervienen en el proceso de la sentidas por los/as investigación. afectados/as, como condición necesaria para que sean ellos los principales protagonistas del proceso.
3ª) Une reflexión y Relaciónde interdependenciaentre acción, teoría y la praxis teoría y práctica. Estar constantemente abiertas a la posibilidad de que se den modificaciones en el proceso. Reflexividad/Autocrítica. Saberes colectivos/lógicas propietarias.
no
Romper con el concepto de objetividad como validación del conocimiento, para entrar en un proceso de validación conjunto con el propio colectivo. “La importancia del trabajo feminista se encuentra en desplazarse desde una óptica en la que se da voz a las víctimas hacia una escucha de sujetos que reivindican activamente y no buscan pasivamente que otros le ofrezcan oportunidad de cambio” (Burman, 1998: 14; cit. en Bligia, 2007: 419). Este proceso conlleva un nuevo desplazamiento en como se entienden las posibilidades/poderes dentro de la investigación: “Si la investigación clásica veía el poder claramente situado en el lugar de la investigadora -o como mucho de la comunidad científica-, la IA lo sitúa en la comunidad dando a la investigadora el papel de facilitadora (con el riesgo de negar el poder que dentro del proceso investigativo se esta asumiendo), la IACF parte de la idea de que el poder deba siempre ser problematizado, nunca negado y pueda ser asumido por todas las actrices en juego.” (Bligia, 2007: 419) El feminismo rompe con la dicotomía entre teoría y práctica, desde la idea de que la teoría o el discurso también es acción o práctica y la acción o práctica es teoría o discurso. Esto además desde la idea de que la transformación no es el horizonte, sino que hay que tenerla en cuenta el microcontexto donde se van dando las transformaciones, desde la idea de que,
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4ª) Comprende la realidad social como una totalidad, concreta y compleja a la vez.
5ª) Plantea el proceso como una vía de movilización y emancipación de los colectivos sociales
como se plantean en las diferencias entre IA e IAF, la propia generación de procesos auto-reflexivos de un colectivo social es ya de por sí un proceso de cambio, por lo tanto, debe ser controlado por el propio colectivo al que las investigadoras deben adecuarse. Por tanto la espiral de acción-reflexiónacción de la IAP es en si mismo un proceso de cambio social, que además sirve de autocrítica y autoevaluación. Una manera más de romper la relación sujeto-objeto hacía la de sujeto-sujeto, permitiendo tener en cuenta las relaciones de poder e ir desconstruyéndolas. Por último, al tratarse de conocimientos libres y de disposición pública y gratuita, se favorece que otros y otras puedan utilizarlo en nuevos procesos políticos, dejando abierto el proceso de acciónreflexión-acción. Rupturadela dicotomía público- Uno de los grandes aportes del privado. feminismo ha sido precisamente el que lo privado se haya politizado, viéndose el continuum existente entre ambos espacios. Otra ruptura entre los ámbitos público y privado, es el reconocimiento de como el ámbito privado de las investigadoras influye en su papel dentro de la investigación. Compromisopara el cambio social. En ambos casos hay un compromiso para el cambio, sin embargo la IAF reivindica que “... las investigadoras, en cuanto miembros de esta sociedad, tienen derecho a realizar investigaciones para el cambio social, aún sobre aquellas temáticas respecto a las cuales las subjetividades más afectadas no crean en la necesidad de un cambio, ya que las investigadoras son parte integrante del sistema y pueden asumir la decisión política de hacer una investigación. Obviamente, nunca hay que hablar en nombre de otras sino partiendo de un trabajo autoreflexivo y de autocrítica, de
una situación cuyo silencio contribuiría a mantener.” (Bligia, 2007: 419). Es decir: el compromiso no viene sólo por la participación de los colectivos investigados, sino de las propias intenciones de la investigación.
ANEXO 3: Las entrevistas en profundidad.
Criterios para la elección de personas informantes claves: - Conocimiento y sensibilidad sobre la temática a investigar - Participación activa en organizaciones en defensa de los derechos de las EE.HH - Vinculación profesional al sector Se realizaron un total de 16 entrevistas en profundidad a: MADRID
MURCIA
Agentes Sociales -
-
-
-
Ana María Corral, Responsable del Departamento Confederal de Migraciones de UGT. Graciela Gallego, Empleada de Hogar y miembro de SEDOAC. Magdalena Díaz Gorfinkel, Investigadora y Docente de la Universidad Carlos III de Madrid. María Alexandra Vásquez Ruíz, abogada del área jurídica de Pueblos Unidos. Palmira Maya Domingo, Secretaria de Internacional, Política Social e Igualdad de la Federación estatal de actividades diversas de CC.OO. Rafaela Pimentel, Empleada de Hogar y miembro de Territorio Doméstico. Agentes Institucionales
-
Agentes Sociales -
-
-
-
-
Charo González, Secretaria de política social, mujer y migraciones CCOO Región de Murcia Encarnación Marín, Departamento de empleo y formación de Cruz Roja Murcia Encarnita Ruiz Casanova, Investigadora grupo Economía Social y del Territorio y docente universitaria Universidad de Murcia. Hermana Mª José García, Trabajadora Social- Religiosas de María Inmaculada Reina Ticona Olivera , Empleada de Hogar asociada Amparo Yaosca Madrigal, Del Grupo de Trabajadoras del Hogar afiliadas a CCOO País Valenciá
Joaquín Nieto, Director oficina OIT en 115
-
-
España José Eugenio Azpiroz Villar, Presidente Comisión de Empleo y Seguridad Social Octavio Granados, Secretario de Estado de la Seguridad Social entre abril 2004 y diciembre 2011 Mario Gil Villanueva, Inspector de trabajo en Madrid.
ANEXO 4: Talleres de formación dirigidos a empleadas de hogar asociadas y no asociadas.
-
“Empleo del hogar y Auto cuidado: Nuestros cuerpos, nuestras vidas”. “Empleo del hogar y Asociacionismo: Importancia de estar asociadas”. “Economía feminista para visibilizar el empleo del hogar y los cuidados”. “Cooperativas de trabajo asociado “¿Una alternativa para dignificar el empleo del hogar? - “Colectivos de empleadas de hogar y TICS: Nuevas Tecnologías de la información y comunicación”. - “Mediación y negociación en el empleo del hogar”. ANEXO 5: Guion de preguntas para debatir el Diagnóstico Participativo con los GM
1. ¿Cuál es, para cada quién, el concepto de mejora del sector? ¿Y el de coordinación? 2. ¿Cuáles son los puntos comunes y las diferencias para la coordinación entre los actores sociales y políticos que forman parte del sector del empleo del hogar? 3. ¿Quiénes se sienten legítimad@s y legítim@s para representar a las EH? ¿Los sindicatos? ¿Las propias asociaciones de empleadas de hogar? ¿Cómo son estas asociaciones? 4. ¿Cómo hacer para fortalecer al movimiento asociativo de empleadas de hogar y que sea representativo? ¿Cómo fortalecer los liderazgos de las mujeres inmigrantes EH? Faltan mujeres asociadas, ¿cómo hacer para que se sumen más? 5. ¿Qué mecanismos habría para ello? ¿Cómo hacerlo desde lo común? ¿Qué es lo común? 6. Que este sector, y que esta situación siga así ¿a quién le interesa?
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