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Santander, Hábitat Futuro
“Recuerda siempre que todo lo que sabes, y todo lo que todo el mundo sabe, es s olo un modelo. Expón tu modelo donde pueda ser visto. E invita a otras persona a cuestionar tus suposiciones y a añadir las suyas” . donella meadows
El futuro es una posibilidad que se funda desde el presente. El futuro es una incógnita, pero también son los puntos suspensivos de una historia que quiere continuar, un relato que se construye tanto desde el imaginario colectivo como, sobre todo, a partir de los modelos económicos, sociales y ecológicos en los que se desenvuelve la vida. Hasta ahora, ese relato se ha construido ajeno a los límites ambientales y de recursos y sujeto a la promesa de un crecimiento de consumo —de materias primas, de suelo, de rentabilidad— que ya sabemos que es imposible. Es momento de plantearse el presente de otra manera para escribir un futuro basado en el pragmatismo utópico; un futuro viable a partir de otras formas de relación entre humanos y de nosotros con el entorno.
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Escribe Emanuele Coccia en su libro Metamorfosis. La fascinante continuidad de la vida (Siruela, 2021): “El porvenir es una enfermedad que obliga a los individuos y a las poblaciones a transformarse”. La cita sirve para explicar la posibilidad de adaptación a las necesidades y límites con los que convivimos y, también, ayuda a entender cómo han evolucionado las urbes desde las primeras poblaciones del Neolítico hasta nuestros días. Estos sistemas socioecológicos dinámicos y complejos que llamamos ciudades no son otra cosa que espacios, hábitats, de relación y encuentro; comunidades en las que el desarrollo que se persigue no debería estar tanto relacionado con la rentabilidad económica como con el bienestar y la salud del propio colectivo. Desde que confundimos el término desarrollo con el crecimiento, las ciudades y las sociedades que las poblamos hemos tomado el camino de un futuro imposible. Una v ía que parte de nuestra visión antropocéntrica —narcisista— del planeta como una cantera en la que explotar recursos.
Aunque el urbanismo tiene que ver con el espacio construido, el término hábitat, en su raíz latina y en su significado en ecología, habla del lugar con las condiciones necesarias para que se desarrolle la vida de un organismo, especie y/o comunidad. Al elegir la palabra hábitat estamos optando por ampliar la mirada antropocéntrica sobre la ciudad y el territorio y asumir que la comunidad es un todo del que nosotros formamos parte. Como dice Bruno Latour en ¿Dónde estoy? Una guía para habitar el planeta (Taurus, 2021): “Esta idea del entorno carece de sentido, porque nunca podremos trazar el límite que distinga a un organismo de lo que le rodea. En realidad, no nos rodea nada, todo contribuye a nuestra respiración”.
Sirvan estos párrafos como punto de partida para entender el planteamiento del Modelo de Ciudad Santander, Hábitat Futuro basado en el urbanismo regenerativo, que explicamos en este libro.
A continuación, y como parte de este capítulo introductorio, ofrecemos un resumen del modelo, sus ideas de partida y su desarrollo, para luego profundizar sobre el contexto urbanístico, ambiental, económico y social al que se da respuesta en l os siguientes apartados del libro.
Sa ntander, Hábitat Futuro es un modelo que parte de un profundo análisis de las condiciones del territorio, de sus necesidades y oportunidades y del proceso de escucha y participación ciudadana iniciado en 2020 a través de #ParticipaPGS.
Co n Hábitat Futuro promovemos la transformación de la ciudad a través del urbanismo regenerativo. Se trata de un modelo abierto en el que, a partir de la innovación y la participación ciudadana, se prepara la adaptación del territorio y sus condiciones ecológicas, económicas y sociales para los distintos escenarios por llegar. Con H ábitat Futuro queremos que Santander sea en 2055 una ciudad circular, resiliente, vertebrada, próspera, vital e inclusiva.
Santander, Hábitat Futuro
Seis proyectos para iniciar la regeneración
Un espacio rural resiliente, productivo y diverso Un mosaico de sistemas
Ante la evidencia de que la alimentación es uno de los retos del futuro hoy en día, todavía las ciudades son unos decorados perfectos para que vivamos en la ficción de no tener que preocuparnos por saber cómo se producen ni cómo llegan hasta nosotros las toneladas de alimentos que comemos cada día. En este contexto, la ciudad de Santander, a p esar de sus excepcionales condiciones biogeofísicas, no es diferente. Sin e mbargo, en el año 2055, la Campiña del litoral jugará un papel clave en el equilibrio entre el crecimiento y el entorno agrícola que satisfará la demanda de alimentos. La campiña se visualiza como un espacio rural resiliente, productivo y diverso, un mosaico de sistemas que se entremezclan dejando espacio a lo natural y que invita a lo urbano a adentrarse y perderse por sus caminos. Los m odelos de producción que se plantean para la campiña pretenden integrar, en la medida de lo posible, árboles, cultivos y animales, dando como resultado un paisaje muy diverso y con una gran riqueza ecológica. No e s difícil imaginar una dehesa del norte, con manzanos y perales sobre los suelos calizos y tierras de cultivos agrícolas. Una mezcla equilibrada de bosque, agricultura y animales, integrada en una secuencia de paisajes que articulan los núcleos rurales desde la ciudad hasta el mar. La urbanista Carolyn Steel suele afirmar que, al igual que las personas, las ciudades son lo que comen. De esta forma, transformando la morfología de la ciudad, es posible introducir cambios en la manera en la que nos alimentamos e incluso nuestra forma de habitar.
Estrategias y proyectos transversales
Proyectos del Modelo de Ciudad asociados al proyecto transversal
Red de proximidad
Ejes cívicos: calle
San Pedro del Mar, calle el Somo, calle
Somonte, calle
Aviche, calle Clara
Campoamor, calle
Camus, calle Ricardo Lorenzo
Equipamientos del futuro: junto al CEIP
Manuel Cacicedo, junto al centro cívico
Mercedes Cacicedo, junto a la parroquia de Monte San Pedro, junto a Bolera
Municipal Marcelino
Ortiz Tercilla
753 ha totales
724 ha permeables actuales
711 ha de espacio natural/agrícola
41 ha de zona verde formal
28,1 km de itinerarios
Zona de restricción vehicular, nueva jerarquía viaria, nodos e intercambio modal Áreas regenerativas
AC1, 2 y 3: La Torre, Monte, La Albericia, Foramontanos y San Román
Castilla-Hermida y el Barrio Pesquero
Barrios completos, barrios diversos
Comunidades energéticas
Espacio público naturalizado
Huertos domésticos de proximidad
Refugios climáticos
Custodia ciudadana del verde urbano
Comunidades de compostaje
Red de mercados de proximidad asociados a los núcleos productivos
Facilitar diferentes tipologías de espacios de trabajo vinculadas a la vivienda en los núcleos rurales y barrios periurbanos y espacios de trabajo compartido en el casco
Ciencia ciudadana aplicada al cambio climático
Red de movilidad sostenible, transporte público, red peatonal y ciclista
Intercambiador intermodal de Corbán Nuevas líneas de conexión de barrios exteriores a los intercambiadores: desde Cueto y San Román cada 10’ Línea de Monte: conexión de Monte y nodos de la S-20 con el centro y las estaciones, cada 15’ desde Monte, con una variante cada 15’ desde el hub, ofreciendo 7’ de intervalo combinado
Red de movilidad de proximidad en los barrios
Estaciones de carga eléctrica para todo tipo de vehículos Red de movilidad ciclista. Sistema de alquiler de bici eléctrica pública
Redes @ de innovación, conocimiento, transición energética
UniCAN Nuevos sectores formativos en economía verde
Redes @ de servicios ecosistémicos e industrias creativas
Núcleos rurales productivos: Cueto, Corbanera, Aviche, Monte San Pedro, Monte San Miguel, Foramontanos, San Román La Canal, La Llanilla, Candia, Rucandial
Estrategia 1 Vital e inclusiva Estrategia 2 Vertebrada y conectada Estrategia 3 y próspera
Redes @ de cultura distribuida y diversa
Nuevos equipamientos vinculados al litoral y nuevos equipamientos de núcleos rurales
Redes @ de espacios saludables, turismo sostenible y deporte
Itinerarios biorregionales y rurales
Facilitar diferentes tipologías de espacios de trabajo vinculadas a la vivienda en los núcleos rurales y barrios periurbanos
Red de mercados de proximidad asociados a los núcleos productivos
Caminos limitados por muretes de piedra seca a lo largo de la campiña
Servicios ecosistémicos
Actividad de proximidad en los barrios Nuevos ecosistemas Soporte Regulación
Equipamientos formativos complementarios en barrios con mayor desigualdad formativa, líneas formativas emergentes vinculadas a la transición energética
Revalorización del patrimonio inactivo, como el castillo de Corbanera
Cañada rururbana
Puertas a la campiña
Sistema adehesado de producción de sidra
Muros de piedra seca
Bosque clímax del norte
Huertos
Granjas de algas para produccion de biogás
Formación y fertilización de suelo y ciclo de nutrientes
Hábitat para anfibios y pequeños mamíferos
Formación y fertilización de suelo y ciclo de nutrientes
Ciclo de nutrientes, formación del suelo
El ciclo de nutrientes y el del agua
Mantenimiento de la fertilidad del suelo, control de la erosión
Control de la erosión, polinización, etc.
Control de la erosión, mejoras en la calidad del aire
Mantenimiento de la fertilidad del suelo
Culturales Provisión
Recorrido panorámico más alto de la Campiña Espacio de encuentro, acceso e interpretación de la Campiña
Servicios recreativos, educativos y de identidad rural
Muros identitarios que acompañan a los caminos de la Campiña
Bosquetes de llegada a los equipamientos de la Campiña
Servicios recreativos, educativos y de identidad rural
Recursos de investigación y adaptación al cambio climático
Sidra, leche, carne, huevos, materiales para tejidos, etc. Polinización, aromáticas, recursos ornamentales y de jardinería
Combustibles renovables: Madera, cáscaras y huesos de fruto Frutas y hortaliza
Combustibles renovables para generar energía
Santander, una península de lomas y vaguadas paralelas
Entender la geología de esta zona de la ciudad es vital para leer el territorio y proponer usos futuros. La franja litoral se representa por planicies suavemente inclinadas hacia el mar, escalonadas a diferentes alturas y anchos irregulares denominadas rasas, que generalmente culminan en acantilados abruptos. Los depósitos que recubren estas rasas son siempre muy escasos, más aún los de origen continental; son terrenos que necesitan ser gestionados para ser ricos en materia orgánica y no erosionarse. En la misma zona, también de origen kárstico, se pueden observar dolinas, depresiones formadas por disolución y colapso, testigos superficiales de una intensa red de conductos kársticos que se desarrollan en profundidad. Otro rasgo importante de su geología es la secuencia de franjas de depósito coluvial intercaladas entre formaciones calcáreas paralelas, que le confiere la particular configuración de lomas y vaguadas hasta el mar. Vaguadas más fértiles y ricas y lomas donde se localizan pequeños núcleos residenciales.
Todo este espacio se inserta en el relieve geológico de la costa de Cantabria, en el espacio del Parque Geológico de Costa Quebrada, un t ramo de litoral situado entre el estuario del río Pas y la ciudad de Santander. Se trata de un espacio del litoral cántabro catalogado en el inventario de Interés Geológico y paisajístico del Instituto Geológico y Minero de E s paña, de una excepcional belleza e interés. Estos 9 kilómetros forman parte de un itinerario de alrededor de 20 kilómetros con acantilados y extractos rocosos de gran interés p a ra los geólogos, los amantes de la fotografía, el senderismo, los baños y los paseos. Sobre estos acantilados el mar y su fuerza han dejado una huella única en las rocas, las dunas móviles y los arenales que se adentran en tierra firme. Santander cuenta desde 2020 con un a ruta geológica que comienza en el entorno de la Península de La Magdalena, un itinerario interpretativo que permitirá conocer los va lores naturales y culturales del territorio del Parque Geológico de Costa Quebrada.
Pasar de una estructura y trazado de crecimiento urbano previsto a una consolidación de los núcleos rurales en loma y suelos fértiles en vaguada para mantener la secuencia de horizontes paralelos hasta el mar.
Geología de lomas y vaguadas hasta el mar. Secuencia de franjas de depósito coluvial intercaladas entre formaciones calcáreas paralelas. Mapa geológico de la Campiña del litoral.
Calles altas sobre cornisas calcáreas: núcleos rurales
La
lógica
Agrol Gica Y La De Asentarse En Las Lomas
Esta zona de la ciudad ha sufrido el desarrollo urbano bajo una lógica de crecimiento de ensanche, con trazados de calles en retícula que borran las huellas del modelo tradicional de ocupación del territorio. Los núcleos rurales se ubicaban en las calles altas sobre las cornisas calc á r eas, mientras que las vaguadas, de suelos más fértiles, se dedicaban a fines agrarios. Este modelo reforzaba aún más una secuencia de h orizontes al mar que todavía hoy pervive en algunas zonas.
Por todo ello, se propone abandonar la lógica del crecimiento infértil a modo de ensanche y recuperar los modelos de organización del territorio que sustentaban la base pr o ductiva de estos núcleos rurales, cuestión que será de creciente importancia para el futuro de la ciudad. De este modo, se c onsigue, además, clarificar la estructura de los núcleos rurales dotándolos de identidad y articular su límite con la trama urbana de la ciudad.
En este paisaje tendrán más protagonismo los árboles, gracias a los caminos a r bolados y los setos vivos, separando las distintas parcelas y la producción frutícola adehesada, que supondrá el sistema principal. Los animales de pastoreo también cobrarán una importancia vital en el manejo de esta nueva campiña, siendo una pieza clave en el sistema adehesado. Además, la producción hortícola ecológica tendrá más presencia que en la actualidad. Por otro lado, se deja espacio a la naturaleza, creando manchas forestales de bosque autóctono que actuarán como reguladores de clima y como catalizadores de biodiversidad.
Agroparque litoral
En el 2055 no es difícil imaginar un nodo agroalimentario sostenible y circular que revaloriza el paisaje y el patrimonio de la Campiña del litoral. Se trata de un ámbito de un total 752,68 hectáreas, donde la sostenibilidad, la circularidad y la tecnología serán l o s tres ejes vertebradores. Un espacio que integra agricultura, ganadería, agroindustria y generación de energía renovable. Un territorio con sistemas agroforestales adehesados co m binados con bosques comestibles y sistemas silvopastorales naturales. Un territorio de energía positiva y CO2 negativo que minimice la huella hídrica.
Este será un territorio circular, donde el uso de los recursos de energía, agua y suelo se cerrará a través de ciclos de autogestión utilizando preferiblemente medidas basadas en la naturaleza.
largo de esas parcelas, para el mantenimiento y la mejora de los pastos.
En definitiva, un territorio rico de convivencia de sistemas agroforestales: Sistema ad ehesado de producción de sidra (con un dosel arbóreo de Malus sp. y Pyrus sp. , y un dosel arbustivo que sirva de hábitat para ovejas, pollos y pavos); Bosque comestible (con un dosel arbóreo de Malus sp. , Pyrus sp. , Prunus domestica , Ficus carica , Morus , Corylus avellano, Castanea sativa y Arbutus unedo, y un dosel arbustivo de arándanos, Cistus salvifolius , Lavandula stoechas), y un Sistema silvopastoral natural (con un dosel arbóreo de Quercus ilex y Laurus nobilis y sin dosel arbustivos por paso de animales).
El respeto de los valores naturales y culturales, el desarrollo de la actividad productiva y su carácter de circularidad entre los entornos urbanos y agrícolas requieren de un tratamiento urbanístico singular. Deberá desarrollarse un Plan Especial que ordene los terrenos en armonía con las actividades que se quieran implantar, trabajado con una correcta integración paisajística, a través de las visuales desde
La geografía de lomas y vaguadas que desembocan en la rasa litoral es la base de un diverso y rico mosaico agroforestal de alto valor ecológico y paisajístico. El Agroparque quiere apoyarse en la geografía primigenia, reconocerla y ponerla en valor para dar r e spuesta a un entorno natural complejo, manteniendo los núcleos rurales y sus campos de influencia como unidad de paisaje. El s istema productivo principal podría ser un sistema adehesado de manzanos y perales para producción de sidra, que se plantarán con una densidad más baja de lo habitual para poder permitir el crecimiento del pasto y su aprovechamiento por distintos animales de pastoreo. El mosaico de usos agrosilvopastoriles se irá adaptando a las singularidades del á r ea rural, reconociendo el paisaje de la campiña y respetándolo en aquellas zonas de alto va lor, como es el caso de las cercas amuradas o morios en el norte (muros de piedra seca). Para esta área se propone la plantación de aromáticas pegadas a los muretes para producción de aceites esenciales y aguas florales, y un a planificación de pastoreo rotacional a lo el territorio, y también desde los caminos que recorren el Agroparque.
Secuencia de horizontes rurales emergentes hasta el mar. Secuencia de franjas de deposito coluvial intercaladas entre formaciones calcáreas paralelas.
Los núcleos rurales se ubicaban en las calles altas sobre cornisas calcáreas, mientras que las vaguadas, de suelos más fértiles, se dedicaban a fines agrarios.
Estos caminos son especialmente delicados en la zona de las cumbreras, donde las unidades agrícolas de alrededor caen con la topografía. Las placas fotovoltaicas se situarán siempre en los puntos bajos, siendo completamente invisibles desde los caminos y conservando el paisaje agrícola. Los invernaderos también se situarán en puntos ciegos d e l territorio por su condición de puntos hundidos topográficamente.
Bosques y muros productivos y re creativos
En el ámbito de la rasa litoral más próximo al mar, donde apenas hoy es posible encontrar importantes masas forestales y donde el suelo presenta un alto grado de erosión y abandono, es necesario la reforestación inicial con especies pioneras y matorrales que empiecen cubriendo la zona y aportando materia orgánica al suelo. Cuando estas especies estén establecidas, se podrán introducir las especies climácicas. Esta gestión será posible
No es difícil imaginar una dehesa del norte, con manzanos y pe rales sobre los suelos calizos y tierras de cultivos agrícolas. Una mezcla equilibrada de bosque, agricultura y animales, integrada en una secuencia de paisajes que articulan los núcleos rurales desde la ciudad hasta el mar.
Análisis integrado de la ciudad de proximidad desde sus barrios
La ciudad de proximidad debe diseñarse desde propuestas y programas adaptables a la diversidad de tejidos y de la población que habita la ciudad, atender a todas las escalas desde una visión integral y transversal y asegurar la participación en cada uno de los barrios.
Por ello, como primer paso, resulta indispensable reconocer la realidad de cada uno de los barrios a través de todas las dimensiones que condicionan la calidad de vida de un tejido urbano. Aspectos esenciales como la habitabilidad y el acceso a la vivienda, la conectividad y calidad del espacio público, los derechos sociales y el acceso a los servicios, la promoción de oportunidades desde la actividad productiva y formativa, la dinamización de la cultura y la participación, así como la ecología, la adaptación al cambio climático y la gestión circular de los recursos.
Se analizan pormenorizadamente las cuatro estrategias del modelo, aplicadas sobre estas seis dimensiones fundamentales de la ciudad de proximidad, que se despliegan tal y como puede verse en el diagrama inferior.
La seis dimensiones no solo nos permiten sistematizar el análisis pormenorizado de barrios y desarrollar las propuestas para una ciudad vital e inclusiva, sino que además estructuran el Plan de Barrios y facilitan su función como herramienta de gobernanza.
Metodología del estudio comparativo entre barri os
El estudio de las seis dimensiones temáticas que configuran la ciudad vital e inclusiva se lleva a cabo a través de un sistema de indicadores, que se aplica a todos los barrios delimitados. Este análisis se realiza a partir de datos obtenidos en fuentes públicas y de trabajo de campo, y se complementa con información descriptiva y cualitativa.
La metodología propone, para facilitar la implementación del modelo, una herramienta, una estrella de seis puntas con indicadores globales para cada barrio, que permite visibilizar sintéticamente el estado actual de cada uno en comparación con el resto. Los indicadores globales son índices comparativos para cada una de las seis dimensiones que se calculan a partir de la categorización por cuartiles de los resultados que arrojan los indicadores de mayor relevancia en cada temática.
El objetivo de la herramienta pasa tanto por servir para la toma de decisiones y la dinamización de la participación como para facilitar la evaluación de la evolución y progresión de los barrios a lo largo de la implementación del modelo.
Diagrama de relación entre Estrategias y Temáticas Estrategias del modelo de ciudad desplegadas en las seis dimensiones de análisis para los barrios.
La herramientas de análisis sobre las seis temáticas apoya la toma de decisiones, estructura la participación y facilita la evaluación de la progresión de los barrios a lo lar go de la implementación del modelo.
Diagrama de indicadores globales por temáticas
Obtenemos para cada barrio una estrella de seis puntas que indica la evaluación global en relación a cada temática, de forma comparativa a los valores del conjunto de la ciudad, de los barrios del casco urbano y de los barrios periurbanos. De e sta manera, podemos saber sobre qué aspectos se debe incidir y dónde dirigir las propuestas. Los números del 1 al 4 determinan en qué nivel del cuartil se encuentra el barrio, siendo 1 peor y 4 mejor.*
* Debe tenerse en cuenta que para algunos de los indicadores no siempre se dispone de datos actualizados o información. En todo caso, el sistema propuesto está sujeto a recálculo y actualizaciones futuras en función de la información disponible.
$Estrategias 1 y 4 – Vivienda
Acceso a la vivienda
La adecuación del parque residencial permite identificar desigualdades entre barrios, así como adelantar potenciales problemas derivados de transformaciones sociales para las que el parque no está preparado. El diagnóstico reconoce como problemáticas el aumento de la vivienda vacía, la escasa adaptación tipológica a la creciente diversidad de hogares, la potencial relación entre el aumento del precio de la vivienda y el alquiler turístico o la escasa conservación y accesibilidad del parque edificado. El indicador global nos muestra cómo los barrios de ensanche y periurbanos, S-20 La Torre y Valdenoja gozan de los mejores valores relativos de vivienda, con una edificación poco envejecida, una alta ocupación y una ajustada relación entre habitantes y superficie de vivienda. Mientras tanto, en el casco urbano se acumulan las diferentes problemáticas estudiadas. El barrio Los Ríos es un ejemplo en el que se aprecia un elevado contraste entre la obsolescencia del tejido residencial frente al precio medio de venta de la vivienda, muy por encima de la media municipal y la estatal.
o Estrategias 1 , 2 y 4 – Espacio público
Espacio público accesible, seguro, naturalizado y equipado
Indicador global por barrio
El espacio público de proximidad se reconoce como el principal articulador de la vida pública, por lo que su óptima dotación y diseño son insoslayables. Santander cuenta con una amplia variedad de tejidos urbanos, desde lo más densos como San Fernando hasta los más dispersos como San Román de La Llanilla, que condiciona la dotación de espacios libres por habitante, generando una desigualdad de partida. Sin embargo, existen problemáticas comunes que se dan en mayor o menor medida en cada uno, relativas a la accesibilidad, la seguridad y el nivel de naturalización de calles, parques y plazas. El indicador global muestra cómo los barrios con peores condiciones son los ubicados en el casco urbano, no solo por disponer de una dotación menor de espacio libre por habitante, sino, y principalmente, por la escasa accesibilidad, el elevado número de puntos inseguros y la baja naturalización viaria. En este sentido, los barrios con mejores condiciones son El Alisal, Cazoña, El Sardinero y Nueva Montaña, barrios más accesibles y arbolados en los que se detectan menos espacios inseguros.