La interseccionalidad de las violencias Por: Pilar Salazar La interseccionalidad es una herramienta teórica, conceptual y política, concepto creado por Kimberlé Williams Crenshaw en 1995 para profundizar en el estudio de estructuras de opresión múltiples. En este boletín pretendo abordar las violencias y sus opresiones desde este enfoque. Diferencia entre a agresividad y violencia: Antes de escribir sobre violencias siento importante aclarar estas diferencias. La agresividad es un estado instintivo del ser humano innata y connatural que forma parte del instinto de supervivencia, a diferencia de la violencia y el maltrato que son comportamientos aprendidos y antinaturales. En esta misma línea cabe entender que la violencia se da desde diferentes contextos vinculados con opresiones como: sexo, género, clase social, orientación sexual e identidad de género, entre otras. Trataré en este boletín de abordar las violencias: la estructural, la cultural y la sexual las cuales muchas veces son difíciles de visibilizar por el hecho de estar normalizadas. ¿Qué relación hay entre la violencia estructural y las opresiones? La violencia estructural trabaja desde la misma estructura socio-políticaeconómica y desde tejidos emocionales-culturales enraizados en los imaginarios que validan cada una de las opresiones y las desigualdades, como si fueran naturales. La violencia estructural, daña especialmente a los grupos que no se adhieren al sistema, a la normativa moral, estética, etárea, racial, de généro, de estratificación y clase social que impone el Estado. Por lo regular un Estado que requiere la violencia estructural para controlar a una sociedad, es un Estado fallido, porque no logra cumplir las funciones básicas que garanticen bienestar a los grupos que habitan su territorio.
La violencia cultural da legitimidad a las opresiones que ya se han mencionado. Por tal razón la violencia cultural es al mismo tiempo estructural y se expresa en prejuicios y estereotipos que permeados de valores morales, se basan en dogmas o creencias religiosas, que en lugar de enseñar respeto y amor, incitan al odio. Prueba de ello, la misoginia, la homofobia, el racismo, la transfobia, el adultismo, etc. Todo “deber ser” social o cultural, tanto en lo individual como en lo colectivo, se basa en el miedo, lo que limita o impide que las personas puedan ser o vivir libremente. La violencia sexual, es una síntesis perfecta de estos tipos de violencia. Por un lado se ensaña en contra de todo cuerpo “feminizado”, “minorizado”, “invalidado” por sus características, y por otro, no se trata de placer sino del ejercicio del poder. No hay violencia más estructurada en el imaginario colectivo que la violencia sexual contra las mujeres, las niñas, los cuerpos que no merecen ser respetados por existir al margen de la sociedad normativa. La violencia sexual como arma de guerra contra las mujeres mayas durante el conflicto armado interno, fue una prueba contundente de ello. En la actualidad, Guatemala registra hasta 21 casos de violación sexual al día, según la Oficina del Procurador de Derechos Humanos. Así es como la violencia sexual relaciona a los cuerpos femeninos y a los territorios como lugares de dominio y conquista, en todo tiempo y lugar.
. Así, las múltiples opresiones intersectan a las violencias que atraviesan las personas en todas las formas en que viven su cotidianeidad y al mismo tiempo tales formas de violencia son resultado concreto de las maneras en que las opresiones se intersectan entre sí. El asunto es por dónde empezar a deconstruirlas. Para empezar es necesario decir que si las opresiones y las violencias están entrelazadas y forman un todo: el sistema patriarcal con sus instituciones y sus imaginarios. No es posible seguirlos abordando como si se mantuvieran fragmentados y no tuvieran nada que ver. No es posible reconocer solo las violencias contra las mujeres, las niñas, las lesbianas o las personas gay, como si no tuvieran nada que ver con la homofobia, la misoginia, el racismo y la moral judeo cristiana. Si las problemáticas sociales son complejas porque se entretejen entre sí, las alternativas que busquemos deben ser también entretejidas. Por ejemplo, si ante las identidades que nos han sido asignadas y que vivimos como opresión, buscamos reencontrarnos con otras formas de ser y estar en identidades políticamente construidas. Esas maneras de posicionarnos deben ser lo más integrales posibles. En una entrevista que realicé a mi querido compañere y amigue de lucha Fernando Us abordamos el tema de la interseccionalidad en el contexto guatemalteco y me decía que la desigualdad y discriminación que le tocó vivir en el desarraigo y ante el hecho que la diferencia es tomada como excusa para justificar la opresión, el decidió asumirse maya, como una identidad políticamente
construida. Es decir frente al racismo, él se resignifica. Otras nos nombramos feministas, pero desde donde nos resignifiquemos, postulamos la interseccionalidad de nuestras luchas emancipatorias, no solo de las violencias y las opresiones.
Fuentes:
Imagen: https://revistas.ucm.es/index.php/INFE/article/viewFile/41146/39358 Imágenes: http://www.gamba.cl/2015/05/la-violencia-estructural-del-sistema-es-masviolenta-que-cualquier-protesta674426/ http://langresta.blogspot.com/2012/02/hipo-tesis-sobre-el-patriarcado-el.html Bibliografía: Tipos de violencia http://rincondelbibliotecario.blogspot.com/2009/07/tipos-de-violencia.html violencia estructural http://www.ugr.es/~fentrena/Violen.pdf violencia sexual http://unamg.org/sites/default/files/Violacion_sexual-feminicidioconflicto_armado_Luz_Mendez.pdf ¿Qué es eso de la interseccionalidad? https://revistas.ucm.es/index.php/INFE/article/viewFile/41146/39358