Los juegos y deportes tradicionales: nuestra riqueza común
Profesor Dr. Juan-Carlos Luis-Pascual Ciencias de la Actividad Física y del Deporte Universidad de Alcalá
Resumen
El mantenimiento del deporte tradicional como cultura inmaterial de los pueblos, se plantea como una paradoja, en un mundo global e interactivo por la dificultad que conlleva el mantenimiento de las reglas contextualizadas del juego tradicional, que surgen en las pequeñas comunidades, frente a los reglamentos, rígidos y estereotipados de los deportes estandarizados y universales.
Surgen diferentes propuestas, una de ellas supone la asociación de estas pequeñas agrupaciones de practicantes para facilitar la supervivencia del juego y su recuperación pero especialmente importante, el reconocimiento a su labor de desarrollo y de activación. Además es necesario considerar el peso que tienen los valores sociales en estas prácticas, donde lo más importante no es la ganar la competición, es el mantenimiento de los usos y costumbres de los pueblos, donde la multiplicación de las relaciones intergeneracionales entre familias no suele ser excepcional. Todo ello supone la utilización de este deporte tradicional como un potente instrumento para el mantenimiento de las prácticas activas colectivas saludables sin que ello conlleve una pérdida de su idiosincrasia.
Otra de las posibilidades para facilitar su potenciación es la participación en festivales anuales del juego. Un conglomerado de juegos diversos y diferentes, donde los propios jugadores aportan, enseñan y aprenden sus formas de hacer, de actuar y de entender la vida a través de dichos juegos deportivos. Ello requiere del reconocimiento y apoyo institucional donde la representación nacional se pierde dentro de la representación local por un lado y de la representación continental por el otro.
Palabras clave: Juego – Deporte – Tradición – Cultura inmaterial
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Abstract
The maintenance of traditional sport as, non material culture, of the people, is presented as a paradox, in a global and interactive world, the difficulty involved in maintaining in contexted rules of the traditional game, which arise in small communities, against
rigid and stereotyped regulations of
standardized and universal sports.
Different proposals arise, one of which is the association of these small groups of players to facilitate the survival and recovery of the game but especially important, recognition for its work in development and activation. It is also necessary to consider the weight that social values in these practices, where the most important thing is not winning the competition, is the maintenance of the uses and customs of the peoples, where the multiplication of intergenerational relationships between families is not usually exceptional. This requires the use of this traditional sport as a powerful tool for maintaining healthy practices collective active without entailing a loss of idiosyncrasy.
Another possibility to facilitate their empowerment is participation in annual festivals of the game. A conglomerate of diverse and different games where the players themselves provide, teach and learn their ways of doing, of acting and understanding life through these sportive games. This requires recognition and institutional support where national representation is lost within the local representation, on the one hand, and continental representation on the other.
Key-words: Game – Sport – Tradition – Non material Culture
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Introducción
Entre las diferentes manifestaciones del deporte, el tradicional es una de la expresiones que menos apoyo tiene dada la gran variedad y dispersión de dichos juegos, que provoca que no sea fácil una intervención adecuada que pueda abordarlos de forma conjunta.
A nivel institucional hay una protección mayor para el patrimonio tangible que para el patrimonio intangible, más difícil de manejar. Según la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial (2003, p. 2) de la UNESCO, el patrimonio cultural inmaterial se refiere a “los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas –junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes- que las comunidades, los grupos y algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural”. Así tenemos que los juegos y deportes tradicionales pueden incluirse dentro del patrimonio cultural inmaterial dado que es un patrimonio vivo, dinámico y que puede evolucionar, aunque generalmente lo tradicional se asocia a lo viejo, a lo pasado de moda o a lo desfasado.
Los deportes tradicionales comparten el mismo potencial para poder desarrollar los valores que cualquier otro deporte, e incluso más, dado que el abanico de edad de los participantes suele ser más amplio. La práctica de los juegos tradicionales, tanto a nivel escolar como extraescolar es posible y no es tan exigente como el deporte moderno, aún así, el deporte sigue siendo un privilegio (Luis-Pascual y Manley, 2010) más que un derecho ciudadano consolidado.
Los juegos tradicionales todavía tienen una oportunidad en este mundo uniforme y global, porque esta interconexión mundial va asociada al reconocimiento de la interculturalidad (Ranzolín Navas, 2008) como algo necesario. En esta misma línea para Lavega Burgués y Lee (2010) el renacimiento de los juegos y deportes tradicionales va en paralelo a la pérdida de algunos juegos de calle y de su presencia en el espacio público.
La realidad de los juegos tradicionales
La búsqueda de la perfección en el modo de vida actual puede poner en peligro el patrimonio y la cultura inmaterial. Un excesivo rigor por tener una gran eficacia en todas nuestras acciones, como por ejemplo evitar las pérdidas de tiempo, puede llegar a provocar una concepción distorsionada de los valores que buscamos en ella. Aislamiento
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El número de miembros y las relaciones familiares se hacen menores y hay menos oportunidades de interactuar con nuestros mayores. El aislamiento de los sujetos y de los grupos en esta sociedad ha provocado de alguna manera el surgir de los juegos tradicionales (Navarro Adelantado, 2002). Las actividades que compartimos son inexistentes o son escasas. En general la sociedad no facilita el trabajo en grupo, parece que los intereses se individualizan y se reconocen de una manera cada vez más personal. No se busca el apoyo o el asesoramiento de los mayores en las actividades cotidianas que se llevan a cabo.
Pérdida progresiva de participantes
Los intereses de los jóvenes se han multiplicado, diversificándose y reduciendo las posibilidades de su implicación espontánea en los juegos y deportes tradicionales. La cultura audiovisual y los videojuegos se imponen a otras posibilidades más dinámicas de interacción con el medio. Y entre éstas últimas los deportes más difundidos y promocionados por los medios de comunicación son los deportes modernos más universales.
Desprestigio
Los deportes más valorados son los más extendidos a nivel global. Cuanto más divulgación mediática más valor de mercado y mayor interés económico conllevan dichos deportes. De cara a los jóvenes los juegos y deportes tradicionales no tienen ningún interés (ni intrínseco ni extrínseco) y la población participa poco en el reconocimiento de sus propias costumbres, tradiciones y juegos. Da la sensación de que los juegos y deportes tradicionales son unos juegos prohibidos, no sólo porque no estén de moda, sino porque son los que practican los “viejos” y los niños. Las federaciones no están interesadas en su difusión, sólo aparecen algunas federaciones regionales (Luis-Pascual, 2010).
Infantilización
Aunque el juego es una cosa muy seria para la sociedad, es muy importante que estos niños lo practiquen en la escuela porque es el lugar, por excelencia, trasmisor de los valores y de la cultura, según Sarlé (2008, p. 50) “los juegos tradicionales que son enseñados en el contexto del patio con el claro objetivo de brindar a los niños la posibilidad de apropiarse de diferentes aspectos de la propia cultura”. Pero los juegos y deportes tradicionales no sólo son juegos de niños. Esta es una manera de desprestigiarlo, es decir, se relacionan los juegos tradicionales como actividades infantiles y por tanto no importantes, para Jaouen (2009, p. 17) “uno de los procedimientos utilizados para reducir el impacto social de los juegos y deportes tradicionales es su infantilización”. Y probablemente los adultos no practicantes, recuerdan estos juegos, exclusivamente de cuando jugaban en su niñez.
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La búsqueda de la utopía en la práctica del juego tradicional
Interconexión
Una de las mayores potencialidades que tienen los juegos tradicionales es su capacidad para unir a tres generaciones de una misma familia en su práctica. Nuestros mayores (y sus experiencias jugadas) deben ser reconocidos como verdaderos patrimonios vivientes. Actividades donde cuentan dichas vivencias prácticas, sus memorias y su vida en relación al juego, que son propuestas que acercan a sus raíces e identidad. Siempre desde su punto de vista, desde sus intereses y deseos, desde su interpretación de la realidad. Contar con dichas experiencias democratiza, enriquece y complementa nuestro programa de práctica jugada. La participación ciudadana implica al grupo y le hace consciente de los procesos históricos, facilitando cambios en la forma de relacionarse, en los vínculos creados y en los futuros proyectos de desarrollo comunes.
Aumento del número de participantes
Es importante conseguir la participación comunitaria en el día a día de la práctica y del desarrollo de los juegos y actividades deportivas tradicionales. Para ello son muy importantes las relaciones familiares y de amistad integrando los juegos en toda una serie de actividades complementarias como son: las comidas, el folclore, la artesanía, los trajes o las exposiciones.
Prestigio
La valoración de la tradición cultural inmaterial en general y de los juegos tradicionales en particular supone un gran reto para los amantes de los deportes tradicionales. La conciencia y valoración de la práctica de estas actividades supone un reconocimiento explícito a una forma de entender la vida a cámara lenta. Es un propuesta mágica que te retrotrae a los planteamientos de otros tiempos, donde de la manera y el proceso del juego es tan importante (o más) que el resultado, donde la negociación de las reglas con los oponentes es una parte intrínseca de la competición deportiva.
Popularidad
La práctica deportiva es un derecho que debe estar al alcance de todos. Los juegos y deportes tradicionales es una parte importante del deporte para todos, no sólo por la facilidad de acceso, ni por el bajo coste de sus materiales e instalaciones sino también por la facilidad de integrar participantes de cualquier edad, género y competencia.
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Conclusiones y propuestas de intervención
Fases de la intervención
Primera fase: Registro participativo del patrimonio cultural inmaterial. Incluir en la elaboración de atlas o mapas del patrimonio cultural inmaterial a los juegos tradicionales es un primer paso. La confección de inventarios pueden evitar la pérdida, distorsión y sustitución por otros deportes más modernos y estandarizados. Realmente la documentación de todo lo que hay en una determinada zona, país o continente es previo a la priorización. Alguno de los criterios que podemos utilizar para comenzar esta catalogación es que cuente con una cierta tradición histórica y con unas señas de identidad propias. Para identificar dichos juegos y registrarlos hay que contar con la implicación de toda la comunidad.
En este primer momento hay que procurar no hacer diferencias, porque las manifestaciones diferentes se convierten en lo valioso, en lo que hay que proteger y salvaguardar, porque lo que es igual a la muestra, no nos aporta nada nuevo.
Segunda fase: Apropiación social del patrimonio. Los grupos de hombres y mujeres que juegan son los primeros en concienciarse de la importancia de la práctica de los deportes tradicionales en el tiempo. Pero no es una obligación particular de ellos, todos podemos colaborar en dicho rescate de muchas maneras: practicando, difundiéndolo, patrocinándolo, participando en los eventos, enseñando o como meros espectadores.
Tercera fase: Los talleres de capacitación sobre el patrimonio cultural inmaterial. La formación en cascada, donde los jugadores se convierten en enseñantes, difundiendo la información directamente y por diferentes medios. Facilitando el acceso desde cualquier parte del mundo y enriqueciendose mutuamente el colectivo.
Posibilidades de difusión
La notificación de su existencia es un pilar básico para la defensa de los juegos y deportes tradicionales y para ellos se deben incorporar personas, grupos, entidades que persigan, expresamente, la promoción del patrimonio cultural lúdico originario.
Los eventos periódicos es algo necesario pero no suficiente para el grupo de jugadores. Hay que tratar de crear toda una estructura organizativa alrededor de dichos encuentros, festivales, jornadas, ferias, verbenas, días del juego, noches en blanco o congresos que se nutran de ellos y que permitan implicar a muchas familias. En estos acontecimientos tiene que darse obligatoriamente ferias del
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juego, exhibiciones de los diferentes juegos allí representados, que permitan el disfrute y la vivencia de todos los participantes visitantes.
La colaboración de todo el grupo es importante, la idea de que los materiales se muevan de una mano a otra, como Maletas viajeras, donde a modo de mochila con los materiales y juegos básicos se consiga un bautizo que se puede quedar ahí o ser la introducción a la gran familia de los juegos tradicionales. Esta mochila de juegos contendrá 10 o 12 juegos sencillos para poder realizar al aire libre, juegos que se pueden contextualizar a los diferentes ámbitos de intervención. Además podrían incorporarse material audiovisual ejemplificando varias posibilidades de práctica y un cuaderno de campo donde incorporar nuevos juegos.
Para esta organización debe haber un soporte mínimo que aúne las diferentes actividades que se están realizando por parte de las entidades, agrupaciones, asociaciones o federaciones participantes. Dicha estructura debe contar al menos con un canal de difusión, tanto si se denomina Youtube, página web, blog, revista o publicación que sirva de nexo y de punto de encuentro para todos. Ello permitirá el crecimiento y desarrollo cultural personal de todo el grupo que podrá aportar sus propias experiencias y observar las propuestas de los demás. Además acercará los juegos a todo el mundo. Los museos del juego tradicional y del juguete antiguo, con sus exposiciones fijas o itinerantes es otro de los grandes complementos con la que debe contar la comunidad del juego tradicional. Se puede completar esta oferta con: paneles informativos con fotografías, soportes audiovisuales, materiales originarios, pequeños talleres de indagación y descubrimiento de los juegos, talleres de construcción de materiales y juguetes, ludotecas culturales inmateriales, cuentacuentos, visitas guiadas, adivinanzas, puntos de lectura y pequeñas representaciones.
Participación conjunta integrada
La práctica de los juegos y deportes tradicionales deben incorporarse dentro de los diferentes eventos en un bloque que represente dicho Patrimonio cultural vivo e inmaterial de la humanidad. Esas manifestaciones culturales serían: los oficios, saberes y artesanía de la humanidad, la medicina tradicional, las celebraciones folclóricas con sus indumentarias, cantes, bailes y danzas, la actividad culinaria y gastronomía típica, la música y sus instrumentos, los juegos y deportes, el modo de expresión, la lengua y la tradición oral característica, además del conocimiento del patrimonio material cultural y natural de la zona. Es importante que se sumen los distintos ámbitos que comprende, ello puede potenciar el conjunto (por aquello de que el todo es mucho más que la suma de las partes). Forma de vida
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El estilo de vida tradicional puede ser una opción de conseguir un desarrollo sostenible. Hay que elaborar estrategias que permitan una mayor vinculación comunitaria y donde la implicación de la población sea un hecho, con la pretensión de conocer, concienciarse, valorar, defender y promocionar su patrimonio cultural (y sus propias señas de identidad). La práctica de deportes tradicionales debe ser un atractivo más que se oferte dentro de una propuesta turística de la zona como un punto de interés, para poder compatibilizarlo con el desarrollo sostenible, una especie de turismo rural y tradicional pretendiendo su permanencia en el tiempo. Es decir la utilización de la diversidad cultural del patrimonio inmaterial como oferta y promoción turística nacional e internacional que permita alcanzar dicho desarrollo sostenible.
Hay que formar y capacitar en la gestión del patrimonio inmaterial a los grupos sociales para que puedan tener acceso a las diferentes propuestas para su propio progreso cultural en todas y cada una de sus expresiones. Apoyo institucional
Todas las propuestas comentadas anteriormente necesitan de una cobertura legal, que incorpore los juegos y deportes tradicionales como bienes culturales, incorporando normas y leyes para un uso y conservación adecuados. Estableciendo de una manera clara a conservar y difundir su identidad, sus señas de identidad y su cultura. Las recomendaciones y buenas prácticas que se pueden aportar pasan por la apropiación, por parte de la sociedad, de los espacios culturales y de las manifestaciones que se consideren patrimonio cultural, con participación y responsabilidad compartida entre lo institucional y lo privado.
Introducción en la escuela
Toda sociedad moderna necesita de una continuidad de sus valores culturales, precisamente porque tiende a difuminar y solapar en lo vertiginoso de su ritmo de vida. Unos valores que puedan adaptarse a múltiples situaciones y que permitan, incluso, anticipar futuros cambios. Valores que deben ahondar en la memoria social del grupo y en el sentido de pertenencia a unas determinadas costumbres. Es la escuela la que tiene el rol de capacitar para asimilar en las mejores condiciones posible, dichos cambios. Y es la escuela en donde hay que intervenir para llegar a toda la población.
Una de las primeras propuestas es desarrollar un niño curioso e investigador de su cultura tradicional inmaterial y de los juegos que se hacían en su ámbito geográfico por sus padres y abuelos. La creación y el registro de una ludoteca inmaterial escolar es una de la primeras actividades que van lograr un primer acercamiento a esa búsqueda.
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El montaje y distribución de, al menos, un par de mochilas de campaña (maleta viajera, baúl) de juegos tradicionales por centro, donde las familias puedan practicar e ir sumando nuevos juegos que no estén recogidos en ellas, registrando las historias de vida de sus mayores.
Referencias
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Percepción de la influencia de los padres en deportistas EN LA ETAPA de tecnificación: Utilización de metodología mixta cualitativa-cuantitativa para la identificación de las variables relevantes
Celia Marcén Muñío (Licenciada en Ciencias Políticas y Sociología)
Fernando Gimeno Marco (Doctor en Psicología)
Carlos Gómez Bahillo (Doctor en Sociología)
Departamento de Psicología y Sociología de la Universidad de Zaragoza.
Resumen
Este estudio se realizó con 39 entrenadores y 345 deportistas pertenecientes a 18 deportes, del CNAR (Centro Nacional de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento) de México.
El objetivo de la investigación consistió en identificar las variables implicadas en la percepción de influencia de los padres de deportistas en etapa de tecnificación utilizando una metodología mixta cualitativa-cuantitativa desarrollada en dos fases.
En la primera fase se elaboró una encuesta de carácter abierto que interrogaba acerca de cuestiones relacionadas con la práctica de su deporte, siendo relevantes para este estudio estas tres preguntas:
- ¿Qué hacen tus padres para que puedas rendir en tu deporte? - ¿Crees que tus padres quieren que disfrutes de tu deporte? - ¿Te apoyan tus padres en tu deporte?
En cada uno de los casos se solicitaba al deportista que explicara de la forma más clara y concreta posible su respuesta. En la Fase 2 se elaboró una encuesta de carácter cerrado mediante el análisis de contenido por consenso interjueces de las respuestas obtenidas en la primera fase. Los resultados muestran que los deportistas se sienten apoyados económica y emocionalmente por sus padres/madres y que éstos desean que disfruten en su deporte, Además, seis ítems o unidades de contenido identificados en la 2ª fase del estudio presentan una alta capacidad discriminativa, de
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