El movimiento Slow basado en el libro “El elogio de la lentitud” de Carl Honoré
Este movimiento nació en Europa central hace pocos años y cada vez cuenta con más apoyo e integrantes en todo el mundo La Sociedad por la Desaceleración del Tiempo, que encabeza el Movimiento Slow, realiza todos los meses de octubre una Conferencia Anual en la ciudad turística de Wagrain (Austria), en la que se fomenta el ir más despacio cuando tiene sentido hacerlo. Promueven que cada ser vivo, proceso o acontecimiento tiene su propio tiempo (su “tempo giusto”). Estos des-aceleradores del tiempo ponen trampas en los centros de las ciudades a las personas que caminan 50 metros en menos de 37” , la sorprenden y les piden que les expliquen su apuro… La mayoría de ellos ni siquiera piensa en los motivos que la hacen ir más rápido. El “castigo” es recorrer los mismos 50 metros tirando de una tortuga, esto en general los relaja y les va gustando la idea de ir más despacio...
La comida El apresuramiento en la mesa es mundial y comenzó a producirse en la revolución industrial, pero nunca tuvo tanto auge como actualmente. Muchas veces comemos solos frente al ordenador o el televisor, leyendo, tecleando... trabajando… y si es en familia, en muchas casas el integrante principal es la televisión, a la que todos prestan atención, miran, escuchan… sin hacerlo entre sí.
La aceleración comienza desde la granja ya que se utilizan pesticidas, fertilizantes químicos, hormonas del crecimiento, modificación genética, todo para reducir el costo y hacer que el ganado o la cosecha crezcan mucho más rápido en lugar de darle el tiempo natural que necesitan. Muchas personas son consumidoras de la comida rápida, no solo en la calle, sino también en casa haciendo un pedido o preparando comidas pre-cocinadas.
Pero existe un movimiento dentro del Movimiento Slow que se propone persuadir esta rapidez en el campo, la cocina y la mesa, llamado Slow Food y que defiende todo lo contrario: productos frescos y locales, recetas de la abuela, cena compartida en familia y amigos sin televisor… es decir que promueve el placer. Este movimiento nació en Bra, que es un pueblo de la ciudad de Turín (Italia), tiene como símbolo el caracol y publica una revista trimestral en 5 idiomas y guías de alimentos y vinos artesanales. Todos podemos beneficiarnos si aplicamos la lentitud a nuestros hábitos alimentarios, saboreando los alimentos y prestando atención a lo que hacemos...como lo hacemos...
Las ciudades En 1999, Bra y otros tres pueblos italianos firmaron una petición para convertirse en refugios de la gran velocidad del mundo actual. Promueven el placer antes que el beneficio, las personas antes que la oficina central, la lentitud antes que la velocidad. El movimiento se llama Slow Cities y actualmente hay cada vez más pueblos adheridos en Europa. Tiene como objetivos: reducir el ruido y el tráfico, aumentar las zonas verdes, apoyar a quien vende productos artesanales. Lo principal es relajarse, reflexionar, no estar pendiente del tiempo, reducir el estrés y cuidar el medio ambiente.
El cuerpo y la mente
La mente suele saltar de un pensamiento a otro y está siempre activa. Sin embargo, el cerebro rendirá mucho más si puede desacelerar. Esto mejora la salud, hay calma interior y más concentración para pensar de un modo más creativo. Esta forma de pensamiento no actúa bajo presión, sino que aparece cuando hay tiempo y las ideas se desarrollan a su ritmo. Hay investigaciones que dicen que el ser humano piensa más creativamente cuando está sereno, libre de estrés, apuro y presión del tiempo. En lugar de decir “No te quedes ahí, haz algo”, deberíamos decir “No hagas nada, siéntate ahí”.
Respecto a la actividad física, hoy parece que la única forma de mejorar el físico es exponer el corazón al máximo. Sin embargo los científicos estudiaron que ejercitarse con más lentitud puede tener mejor resultado, por ejemplo caminar ligero quema más grasa que llevar el corazón a sus máximas pulsaciones. Caminar lentamente hace que nos relajemos y disfrutemos el alrededor a la vez que establecemos relaciones.
El trabajo El trabajo consume muchas horas de nuestra vida, sin embargo el resto de las cosas que son mucho más importantes en realidad como la familia, los amigos o los paseos están regidos por su horario. Muchas personas trabajan mucho más de lo que quisieran. En Japón se realizó un estudio que indicó que las personas que trabajan 70 horas semanales tienen el doble de riesgo de sufrir un ataque cardíaco que los que trabajan 40 y el riesgo se triplica en caso que una persona duerma menos de 5 horas al menos dos veces a la semana. Sabemos que somos menos productivos si estamos cansados, estresados, insatisfechos, enfermos. El trabajo es necesario, puede ser un desafío y dignifica… pero que sea lo más importante y ocupe la mayor parte de nuestra vida es una locura. El tiempo que resta para disfrutar de las cosas sencillas diarias y sin apuro es escaso. El Movimiento Slow propone trabajar menos, defendiendo el hecho de que las personas que pueden manejar sus horarios están más relajadas, son más creativas y productivas.
El Ocio Los trabajos manuales como la jardinería, el tejido, el dibujo , la decoración ,la cocina son la expresión del Movimiento Slow. Sin embargo, la mayoría de la gente enciende el televisor o se conecta al ordenador en su tiempo libre y así llena su espacio de ocio.
De este modo, las cosas que llenan de sentido y hacen la vida placentera como cocinar, hacer ejercicio, escuchar música, leer, charlar, escucharse, mirarse, tocarse, amarse o compartir tiempo cuentan menos ... Desafiar a la aceleración con lectura, meditación, jardinería, pintura, gastronomía, paseos, charlas, contacto físico y emocional ... es importante y cada uno elegirá el que le dé más placer y espacio para el disfrute ...empezando desde pequeños...
La música tranquila brinda ese espacio para relajarse y disfrutar. Hay un grupo creciente de músicos que considera que la música clásica se toca demasiado rápido. Pertenecen al Movimiento Tempo Giusto, cuya misión es intentar que las obras toquen más lentamente. En la iglesia San Buchardi de un pueblo alemán se lleva a cabo un concierto escrito por John Cage en 1992 que comenzó a tocarse en 2001 y finalizará en 2640. El título de este concierto es “As Slow As Possible” y durará 639 años. El órgano que emite las notas tiene unas pesas adheridas al teclado para mantenerlas mucho después que el organista las haya tocado, entonces el sonido reverbera en la iglesia por meses hasta que el próximo organista toca la siguiente nota musical. La motivación es desafiar a la velocidad del mundo actual con algo placentero y muy duradero.
CONCLUSIONES Estamos llegando hasta la extenuación con consecuencias físicas, mentales y de relación. Muchas veces no disfrutamos de las cosas del momento porque estamos atendiendo a la siguiente… no nos damos tiempo. La velocidad, el exceso de ocupaciones y la obsesión por ahorrar tiempo son constantes, pero el Movimiento Slow está en expansión y persuade esta tendencia. En lugar de hacerlo todo más rápido, la gente descubre que brindar lentitud a su vida hace que la comida, las relaciones, el trabajo, el aprendizaje, el ocio, sean mejores y más placenteros.
El secreto está en el equilibrio: hacer todo a una velocidad adecuada en lugar de hacerlo todo más y más rápido.
Desafiar a la aceleración con lectura, meditación, jardinería, pintura, paseos, charlas... es importante y cada uno elegirá el que le dé más placer y espacio para el disfrute. Estar al día en todo tipo de avances tecnológicos es necesario pero no incompatible con conservar elementos y herramientas más simples y tradicionales. Un ejemplo clarísimo es esa especie de peligrosa fascinación que ejerce el teléfono móvil hasta el punto de que en muchas personas parece ser una parte más del cuerpo... En este mundo que nos lleva a la velocidad por ambición o temor a quedarnos atrás, a la tortuga y al caracol le quedan por delante una larga tarea de persuasión.
Primeros pasos...
El Movimiento Slow otorga placer, promueve la salud, las relaciones familiares, de amistad y las relaciones laborales. Cada uno puede llegar a la lentitud en su vida poco a poco, sin llenarse de actividades por ejemplo, sabiendo que hay muchas cosas que pueden ser postergadas. Los pequeños actos harán que nos sintamos bien y así los aumentaremos en nuestra vida cotidiana .Así se irá creando la saludable, sostenible y placentera slow actitud...