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EDITORIAL: EMPEZAR A MIRAR EL VASO MEDIO LLENO
Finalmente se completó la primera mitad del año, que pareciera estar ya condenado a un año perdido, desde cierto punto de vista. Si en el 2019 ya se venía con algunos apremios por la tendencia de precios, la coyuntura ganadera, a lo que se sumó el clima, lo de la pandemia en el semestre uno fue la cereza de una torta de la que nadie quiere probar pero que necesariamente tuvieron que tragar.
Se sabe que al fi nal del año los números macros, de esos que tanto algunos se vanaglorian a la hora de emitir informes, pero que es indolente para responder a las necesidades al bolsillo del común, tendrán un resultado adverso. Una economía global a la baja y, en muchos casos, como el local, con mayor deuda. La gente sigue mascullando por detrás del barbijo su indignación sobre la falta de respuestas claras.
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Pero, cuál hubiera sido el escenario de no haber adoptado ciertas prácticas. Es algo que difícilmente se pueda saber. Por lo tanto, terminado este primer acto del año, es necesario que se entienda que muchas cosas cambiaron. Que se está ante una nueva normalidad, una vida post-covid y, es ahí en donde una vez más la actitud determinará si se avanza o se estanca. Terminarán algunas etapas, pero se abrirán otras oportunidades.
Es hora, si es que no se hizo o se viene haciendo, de enfocar recursos y acciones hacia la salida. Hacia una respuesta proactiva. Si el escenario está mal, difícilmente se podrá salir con una actitud de destinar preocupaciones o energías a hechos sin trascendencia o que no conduzcan hacia el buen puerto. Es difícil, ciertamente, pero el vaso, si antes estaba medio vacío, puede empezar a verse medio lleno.
Difi cilmente se logre una rápida recuperación. El crecimiento negativo del país se tendrá al fi nal del año, pero dependerá de las acciones, de las actitudes y de la conciencia que los efectos, si bien opuestos a lo positivo, presenten un desempeño fi nal al menos en un escenario no tan malo. Es de esperar que así como cada año se renuevan las esperanzas del productor antes de la siembra, se vea un panorama más claro, más prometedor.