Programa Comunidad Autónoma de Puerto Rico

Puerto Rico / España / Unión Europea

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Alternativa Real de Estatus para Puerto Rico en el Siglo XXI

Recuperar la Provincia Autónoma de Puerto Rico perdida en 1898

Adelante Reunificacionistas de Puerto Rico y España

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PROPÓSITO

Con el propósito de ofrecerle a los puertorriqueños la opción de alcanzar desarrollo, prosperidad, bienestar y plena calidad de vida en y desde Puerto Rico, y conservando netamente la puertorriqueñidad, Adelante Reunificacionistas propone reintegrar nuevamente a Puerto Rico con España, como la 18va Comunidad Autónoma Española.

POR UNA PATRIA GRANDE, FUERTE Y LIBRE: PUERTO RICO Y ESPAÑA REUNIFICADOS.

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La reunificación con España no es ni será una relación o condición colonial. Es una relación política y social entre iguales, y en total igualdad de condiciones.

Al momento de la invasión de 1898, la Provincia de Puerto Rico tenía en las Cortes Generales de España a tres-(3) senadores y dieciséis-(16) diputados en el Congreso que representaban a los puertorriqueños y como ciudadanos españoles participaban en la administración y gobernanza de toda España.

Sin embargo, aquel siglo XIX ya no existe, dejó de ser. Por lo tanto hay que ver la Reunificación de Puerto Rico con España según las realidades del siglo XXI y de manera prospectiva. Es decir, como lo que es, una opción de futuro. Bajo esta alternativa Puerto Rico volvería a ser una provincia española, como una vez lo fue, y con plena representación dentro del Gobierno español. Volvería a ser una Comunidad Autónoma con plenos, amplios y constitucionalmente establecidos poderes y prerrogativas de autogobierno. Una situación muy distante a la indignante condición colonial actual.

La Resiliente e Inquebrantable Hispanidad de los Puertorriqueños

Crisol de Razas, que España desarrolló en Borinquen.

Resulta que el puertorriqueño es el expreso resultado de España en Puerto Rico, que el puertorriqueño es una de las tantas nacionalidades históricas de las Españas; que los puertorriqueños somos una misma cultura nacional y un mismo idioma por más de cinco siglos, que somos una nacionalidad que España desarrollo en Borinquén. Por lo que ser puertorriqueño en nada es ajeno, contrario ni diferente a ser español. Que la idiosincrasia histórica, cultural y lingüística del puertorriqueño estaría defendida y promovida al mismo nivel que en el resto de España. De la misma manera que sucede con los aragoneses, canarios, gallegos, vascos, andaluces y demás nacionalidades españolas con las que los puertorriqueños nuevamente compartiremos la misma patria española. Que de hecho, ser español complementa cabalmente el ser puertorriqueño.

Cämara de Diputados en Madrid, Diputados de Puerto Rico 1809-1898

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Las Cortes Generales en Madrid, son el Parlamento de España. Este cuerpo legislativo bicameral representa al pueblo español. Las Cortes Generales están constituidas por el Senado y el Congreso de los Diputados. Como representantes de la soberanía nacional tienen facultades legislativas, aprueban presupuestos, controlan la acción del Gobierno y cumplen otras funciones especificadas en la Constitución.

Es la unión de naciones en bloques y alianzas la nueva norma mundial en la que casi todas las naciones del mundo se están organizando.

EL RECLAMO

El reclamo de Puerto Rico para reintegrarse nuevamente con la que siempre ha sido su madre patria, España, se hace reconociendo que Puerto Rico es territorio soberano de España invadido y usurpado durante la invasión de 1898. El reclamo para devolver a Puerto Rico como una de las comunidades autónomas de España, se fundamenta en varios principios de incuestionable legitimidad.

Bandera Reunificacionista de Puerto Rico

Emulando a la Bandera Provincial de 1837

Legítimamente Puerto Rico es territorio soberano español, invadido por EEUU en el 1898.

Primero, este reclamo se desprende de la historia y ese profundo acervo cultural netamente hispano que siempre ha tenido y mantenido Puerto Rico y su gente. La hispanidad de Puerto Rico nace formalmente para el 1508 y por cuatros siglos Puerto Rico vivió, creció, sufrió y existió como parte de las Españas. Durante esos siglos los boricuas eran españoles, como aún lo son. El puertorriqueño siempre fue un leal súbdito, nacional y ciudadano de la nación española, y una misma cultura. Puerto Rico ostentó representación en las Cortes Generales como las demás provincias españolas. Para el 1897, Puerto Rico se convirtió en la primera autonomía de España, disfrutaba de un gobierno autonómico, propio y democráticamente electo. Se comerciaba internacionalmente con moneda propia, poseía personalidad diplomática y comercial propia con otras naciones soberanas. Privilegios y beneficios que se perdieron luego de la invasión de 1898.

«La Autonomía en Puerto Rico, últimamente concedida por el Gobierno español de S. M., ha sido proclamada y ha de ser un éxito. El pueblo de Puerto Rico es un pueblo leal y pacífico, y todos parecen contentos con la autonomía concedida por la madre patria.» Cónsul General de EEUU, Philip C. Hanna, Washington Daily Post, abril, 1898.

Tercero, el argumento para el justo reclamo de reintegración de Puerto Rico con España radica en la ilegalidad de la transferencia de soberanía efectuada mediante el Tratado de París. Un tratado el cual España se vio obligada a firmar en desiguales negociaciones. Sometida a coerción y al chantaje, España se vió obligada a abandonar a su suerte a las provincias de Puerto Rico, Cuba y Filipinas. Según el propio estatuto autonómico que España otorgó a Puerto Rico, la autonomía solo podía ser modificada mediante petición del entonces Parlamento Insular. Un cuerpo democráticamente electo que estaba debidamente establecido antes de comenzar la Guerra de 1898. Un verdadero pacto bilateral el cual tenía que ser honrado por ambas partes. Sin embargo, nunca hubo petición alguna para alterar aquel estatuto autonómico. Lo que convierte la transferencia de la soberanía de Puerto Rico de aquel tratado en uno ultra vires o más allá de la autoridad conferida por ley. Por esta razón, el Gobierno español, aún hoy tiene una obligación jurídica y moral de reconocer a Puerto Rico como parte de España con derecho a un gobierno autonómico y a los puertorriqueños como sus ciudadanos y nacionales. Igualmente, le corresponde a los Estados Unidos la obligación de comenzar la descolonización de Puerto Rico y devolverle los poderes y privilegios que una vez ostentó la isla.