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SALUD VISUAL
LA IMPORTANCIA DE PREVENIR Y TRATAR LA CARIES INFANTIL
Estamos en fechas en las que comemos más dulces de lo habitual, especialmente los más pequeños. Por eso es fundamental enseñarles unos buenos hábitos de higiene dental y acudir al dentista en el caso de que las caries aparezcan.
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Según el Consejo General de Dentistas y la Fundación Dental Española, siete millones de niños sufren caries. Y al menos, entre un 80 y 90% de ellos no ha recibido tratamiento.
La caries se inicia por la desmineralización del esmalte. Cuando las bacterias de la boca fermentan los carbohidratos de la dieta, estas bacterias y el ácido que producen destruyen progresivamente la estructura del diente. No es un problema menor que desaparece con la caída de la pieza dental, sino que pueden ser el origen de una infección que afecte a los dientes definitivos, los cuales son imprescindibles para la masticación y deglución de los alimentos o para la correcta pronunciación.
Al igual que sucede en la edad adulta, la prevención es el mejor tratamiento. Las revisiones odontológicas se deben realizar a partir del primer año de vida, y la alimentación y el cepillado dental juegan un papel fundamental. Hay que seguir una dieta equilibrada, rica en frutas, pescados y verduras; y limitar el consumo de azúcares y grasas. Además, es muy importante mantener una correcta higiene dental adaptada a cada etapa de crecimiento de los más pequeños.
• Hasta la erupción del primer diente, limpiar las encías del bebé con una gasa humedecida en agua.
CONSEJOS PARA UNA CORRECTA HIGIENE DENTAL INFANTIL:
• Con los primeros dientes hay que empezar a utilizar un cepillo pediátrico y dentífrico fluorado, pero sin utilizar una cantidad superior al tamaño de un grano de arroz.
• Con 1 año ya se puede acudir a la primera revisión con el especialista para que programe las sucesivas visitas.
• A los 3 años se deben establecer dos cepillados diarios como mínimo (mañana y noche) con una cantidad de dentífrico del tamaño de un guisante. Es importante que los padres ayuden y enseñen como debe ser el cepillado.
• Entre los 4 y los 6 años es conveniente dejar que el niño se limpie los dientes solo, pero bajo la supervisión de un adulto para que le corrija y le muestre cómo debe hacerlo.