Leopoldo Jiménez Nouel - Mi Hermano
no y de Liber Herma mano Mi Her ma noMiy Her Sus ma Sueños tad Herma mano Libertad Sus Sueños de Liber tad Libertad LeopMi hermano y susoldo Leopoldo Nouel JiménezJiménez Novel Héroe de la Historia Dominicana Morella Jiménez Nouel
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Leopoldo Jiménez Nouel - Mi Hermano
Morella Jiménez Nouel
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Mi hermano y sus sueños de libertad
Mi Hermano y Sus Sueños de Libertad
Morella Jiménez Nouel
E-mail: morellajimenezn@gmail.com www.morellajimenez.com.do ISBN: 980-325-311-5 Depósito Legal: lf58120068002542 Producción Gráfica: Morella Jiménez Nouel Margarita Jiménez Nouel Colaboración Especial: Luís José Prieto Nouel Raquel Villalobos Beroes Víctor José Arthur Nouel Impresión: Editora Corripio, C. por A. Primera Edición: 300 ejemplares, Caracas, Venezuela. Segunda Edición: 500 ejemplares, Santo Domingo, Repú blica Dominicana. Fotografías de los expedicionarios en Cuba fueron suministradas en 1959 - 1962 por: Francisco Castellanos - Francisco Canto - Ubi Rivas
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INDICE Página Dedicatoria ........................................................................7 Presentación .....................................................................9 El Sueño de Mi Hermano .............................................. 1 1 Lo Que Sé, Lo Que Recuerdo ...................................... 1 3
PRIMER A P ARTE PA
I .- Un Niño Como Cualquier Otro ................................. 1 6 II .- El Joven Leopoldo..................................................... 2 7 III .- Adiós Santo Domingo, Hola Venezuela .................... 2 9 IV .- Se Concreta Un Sueño ............................................. 3 6 V .- Entrenamiento en «Mil Cumbres». ............................. 3 8 VI .- El Desembarco .......................................................... 4 6 VII .- A Causa del Hambre y el Cansancio ......................... 4 9 VIII.- Integrantes de la Expedición ..................................... 5 2 IX .- Honor y Dolor ........................................................... 5 9 X .- Un Hospital y una Calle en su Honor ....................... 6 1 XI .- Inhumación ............................................................... 6 4 XII.- Jarabacoa le Rinde Homenaje .................................. 7 3
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SEGUNDA P ARTE PARTE Página El Retrato de Un Héroe ................................................... 7 7 Testimonios que Reflejan una Actitud Mental ................. 8 1 Movimiento 14 de Junio .................................................. 8 5 Presencia de un Patriota .................................................. 8 6 En Los Versos de Augusto Abreu .................................... 8 7 25 DE J UNIO ...................................... 8 8 Paradigma ....................................... 8 9 Necrología ....................................... 9 0 Libertador ....................................... 9 1 Memorandum .................................. 9 2 Adiós . .............................................. 9 5 Un Regalo de vida ............................................................ 9 6
Epílogo 47 Años Después ........................................................... 9 9
Anexos N° 1.- Llegada del Bebé ................................................ 103 N° 2.- Tarjeta de su Primera Comunión ........................ 105 N° 3.- Identificación del Liceo Andrés Bello................. 106 N° 4.- Pasaporte Dominicano ....................................... 107 N° 5.- Cartas escritas desde Mil Cumbres (Cuba) ......... 108 N° 6.- Párrafos de una Carta de Tío Luís Prieto .......... 111 N° 7.- Origen de Leopoldo ........................................... 113 6
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A mamá, por haber acunado en su vientre los cimientos para la liberación de un pueblo.
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Pr Pree sentación Hermano, Me preguntas, cuándo alcanza la perfección el hombre. Te respondo: Cuando el hombre logra comprender que puede ser una montaña altiva o un valle profundo… un viento calmo o una tempestad rabiosa… un breve fuego o una luz inextinguible… riachuelo cantarín o río gimiente… Puede entonces alcanzar la perfección y llegar a ser una sombra de la sombra de Dios… Khalil Gibran
Uno de los propósitos de la autora, al producir la presente publicación, es dar a conocer la historia de un joven excepcionalmente cándido, pero extraordinariamente determinado, cuyo sensible espíritu le infundió de un valor tan audaz como su persistente voluntad de alcanzar un sueño. Las siguientes páginas nos brindan una ilustración cronológica de la vida y aportes de Leopoldo quien, a pesar de sus pocos años, supo reconocer las severas carencias de su entorno y contribuir a producir los cambios que permitieran a muchos profesar el derecho a una vida digna. Leopoldo logró sellar el corazón de los suyos con una marca casi infantil pero indeleble, de su esencia y su afecto a la vez que supo, cual apasionado maestro del pincel, plasmar con trazos de patriotismo el concepto de Libertad en la agraviada consciencia de un pueblo oprimido. Personificó el candor y el optimismo característico de la juventud, sin que ello mermara su capacidad de asumir ideales y compromisos propios de un carácter adulto y madurez probada. Reflexionando sobre las palabras de Gibran me atrevería a asegurar, sin temor a equivocarme, que Leopoldo alcanza a ser sombra de la sombra de Dios….
Blanca Jiménez de Arthur Mayo 2006
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El Sueño de mi Hermano... Los sueños más hermosos son los que más nos cuestan y el tuyo, hermano, te costó la vida. La libertad se mantiene, se conserva, se protege, si se pierde, es difícil su regreso. Para quien la desvanece, el grito de un pueblo se hace silente, el verso del poeta carece de expresión y el canto no tiene fundamento. Creíste que con dos balas y un fusil podrías recuperar la libertad que una vez secuestraron a la vuelta del camino. Querías sentir la satisfacción de rescatarla y la alegría de izarla junto a tu bandera. No debemos dejar de soñar, pues los sueños nos permiten seguir viviendo. Soñando somos realmente libres y ahora, hermano, también tu lo eres. Dejaste tu vida en la sierra por un sueño, y ese sueño te inmortalizó en el corazón de un pueblo.
Morella
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Lo Que Sé, Lo Que Recuerdo Que vagos resultan los recuerdos de aquellos días cuando tan solo somos niños de pantalones cortos o colitas en el pelo. Cuanto desearía tener en mi memoria una imagen a gran resolución que me permitiera recordar a mi hermano con mayor nitidez y precisión. Llegué al mundo nueve años después que naciera mi hermana Margarita y mi hermano Leopoldo, era un par de años mayor que ella. Es triste, pero la verdad es que son muy pocas la imágenes que, en mi registro de memoria, conservo de él. Pero hay una que recuerdo con cierta claridad y es la de aquel día cuando recién salía yo de darme un baño. Me cubría con la toalla mientras llegaba a mi cuarto. En el trayecto me encontré a Leopoldo quien me cargó para colmarme de besos. No se si él fumaba a escondidas pero lo cierto es que cubrió mi pequeño cuerpo húmedo aún, con una bocanada del humo de su cigarrillo. Molesta me bajé de sus brazos y corrí nuevamente a bañarme. Hoy sin embargo, hubiese sido maravilloso haber podido compartir con él un cigarrito, un café, una vida… Tenía tan solo siete años y no tenía conciencia de todo lo que acontecía en casa para aquellos días. Recuerdo a mamá con los ojos enrojecidos por un llanto continuo pero no podía entender las razones de sus persistentes lágrimas. Una vez me dijeron que estaba triste porque Leopoldo se iría de viaje. No poseía un correcto uso de la razón pero entendía que todos los que viajaban regresaban en corto tiempo. Cómo podía imaginar que su viaje sería sin retorno? Los años han pasado y a través de todo este tiempo he podido comprender las razone s que motivaron a mi hermano a abordar embarcaciones de sueños y esperanzas. Siempre digo que para vivir necesitamos de los sueños pues son ellos justamente los que nos mantienen vivos. Pero cuanto no daría por tenerlo ahora si sus sueños no le hubiesen costado la vida. 13
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Sé de Leopoldo por lo que me cuenta mamá o a través de las anécdotas de Margarita. Sé de su paciencia cuando mi hermana se empeñaba en participar en sus juegos, más aún, cuando muchos de ellos estaban concebidos particularmente para varones. Era preferible dejar que ella, mi hermana, jugara con él antes de soportar sus berrinches. Sé de su habilidad para conseguir algún dinerito para sus gastos vendiendo juguetes y pinos en diciembre. Sé de su responsabilidad en sus estudios que, en yunta con su candidez, pensaba continuar con ellos a su regreso. De su nobleza me hablan hoy sus dos grandes amigos. Los únicos, que a pesar de las circunstancias y el tiempo, se han mantenido cerca de nosotros brindándonos todo el cariño y el apoyo que él no pudo darnos: Telésforo Granados y Andrés Zambrano. A ellos mi más profundo agradecimiento por acompañar a los míos en momentos tan difíciles. En ellos, mamá y papá han podido encontrar un poco de Leopoldo en cada abrazo, en cada gesto, en cada bendición.
Andrés Zambrano
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Telésforo Granados
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También supe un día que se convirtió en héroe. Fue entonces cuando me interesé en indagar un poco en esos sueños que albergó y decidió hacerlos realidad enfrentando, con valentía y honor, su destino. Comencé a recopilar toda la información que podía y que a mis manos llegaba: fotografías, artículos y recortes de prensa, cartas, manuscritos y algunos libros. De ese esfuerzo logré hacer un álbum que hoy guarda mamá como un tesoro. Hace poco más de un año hice realidad el deseo de tener mi propio sitio en la Web y con orgullo le dediqué un espacio a mi hermano “El Héroe”, como un pequeño homenaje a lo que fue su sueño de juventud. Luego empecé a concebir la idea de llevar en físico aquel humilde documento publicado en mi página y hoy tengo la dicha de poder presentarles a todos a Leopoldo Jiménez Nouel, Mi Hermano, Héroe de la Historia Dominicana y sus Sueños de Libertad.
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PRIMER A P ARTE PARTE
I.- Un Niño Como Cualquier Otro Leopoldo nace el 31 de marzo de 1941, en Santo Domingo, República Dominicana. Hijo de Juan Jiménez de la Rosa y Luz Hortensia Nouel Romero de Jiménez. Papá y mamá se casaron el 28 de octubre de 1939. Ambos oriundos de la República Dominicana. Papá nació en Jarabacoa y mamá en Puerto Plata. El vivía y trabajaba en Santo Domingo (Ciudad Trujillo, para aquella época). Ella seguía en su pueblo natal. Más de doscientos kilómetros los separaban. Mamá recibía una carta de manera interdiaria las cuales llegaban debidamente enumeradas. Cuando por alguna razón, él no podía escribirle, le enviaba un telegrama numerado sustituyendo así, la carta faltante. Papá viajaba en moto desde la capital, en el sur de la isla, hasta Puerto Plata en la costa norte para visitar a mamá. Un día, él la llamó por teléfono y le dijo “..si quieres casarte vestida de novia, que te hagan un traje rápido, que mañana nos casamos…...” Y así fue. En sus retratos de boda mamá parecía una quinceañera a pesar de sus 22 años.
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Leopoldo fue el primer vástago del matrimonio. El único varón, hecho que se convierte siempre en el orgullo de todos los padres cuando inician una familia.
Leopoldo en la cuna que papá le hizo al igual que la sillita donde comía.
Leopoldo adoraba montarse en la moto de papá.
Era glotón, inquieto y travieso. Se reía con mucha gracia pero, según cuenta mamá, lloraba mucho cuando bebé, limitando sus otras actividades domésticas.
El llanto continuo de mi hermano le impedía conciliar un sueño profundo y tranquilo y cuando por fin lo lograba no pasaba más de una hora sin despertar para continuar con su lloriqueo. 17
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Frente a frente con el amor de mamĂĄ.
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Hombro a hombro con papá, Leopoldo percibe el apoyo que recibirá de él en sus próximos años.
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En esos minutos de paz, mamá se apresuraba para tomar una ducha, actividad que nunca podía culminar con rotundo éxito ya que los gritos del bebé la sacaban pre surosa del baño. Los vecinos y amigos comentaban que con toda seguridad el niño se convertiría en tenor e interpretaría con maestría las más reconocidas óperas. Ninguno de ellos imaginó que su misión en la vida sería otra, aunque su destino fue para mí como un canto por la libertad. Sin embargo a juzgar por las fotografías (generalmente tomadas, reveladas y copiadas por papá) pienso que Leopoldo pudo haber sido un buen percusionista, pelotero, buen profesional del ramo del calzado o quizás un excelente carpintero.
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A tempra na edad Leopoldo e s bautizado. Su madrina fue Negrín González y con orgullo puedo decir que nue stro tío abuelo, Américo Lugo, fue su padrino. Mi hermano no podía imaginarse las verdaderas razones de su existencia. ¿Que lo motivaría a enrumbar su vida por senderos tan escabrosos y difíci le s? No tengo la re spue sta exacta, pero quizás el conocer la situación real que confrontaba su país lo alentó a incursionar en mundos de sueños libertarios. Mi hermano era tan especial que hasta las mascotas soportaban con paciencia sus ingenuas travesuras aceptando, de buen agrado, todas sus graciosas ocurrencias.
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Siguió mi hermano creciendo con el tiempo y le llegó el momento de ingresar a la escuela. A los cuatro o cinco años lo inscriben en el colegio de las Amiama donde recibe sus primeras orientaciones escolares. Margarita asistía también al mismo centro educat ivo y recuerda con añoranza los “pilones” (caramelos) que, de manera artesanal, hacían en esa escuela. Posteriormente ingresa al Instituto Escuela para continuar estudios primarios bajo la dirección de Don Babá Henríquez. 22
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Leopoldo con ingenuidad se cuadraba ante el lente de la cámara de papá sin imaginar siquiera que, unos años más tarde, se cuadraría ante los dirigentes de un ejército de liberación.
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Hace su primera comunión en compañía de mi hermana el 8 de diciembre de 1950 (día de la Inmaculada Concepción) en la Iglesia de Nuestra Señora de las Mercedes. Luego de tan inolvidable momento, desayunaron en casa en compañía de sus primos y más cercanos amigos.
A los 12 años recibe de manos de la Srta. Nivar, Sub Directora del Instituto Escuela, medalla de reconocimiento por su aplicación en los estudios de séptimo grado y con orgullo a los 13 años, entrega a mamá su diploma de octavo grado culminando así, sus estudios primarios.
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Leopoldo, como cualquier otro niño deseaba con ansiedad la llegada de las temporadas vacacionales. En ese tiempo acostumbraba pasar e sos días de asueto escolar en Jarabacoa, pintore sco pueblo de montaña que vio nacer a papá y lugar donde vivían los abuelos, tíos y primos paternos. Eran muchas las actividades que allí podía realizar. Para él no había nada mejor que pescar a la orilla del río aunque pasara el día sin atrapar pez alguno.
Si no lograba pescar intentaba ordeñar las vacas con el propósito de tomar un poco de leche fresca. En ocasiones tampoco lograba su cometido, pero esto no era problema, siempre tendría la opción de montar a caballo y pasear por los hermosos senderos rodeados de pinos en los parajes de La Estancita.
Leopoldo y Margarita.
Leopoldo, Margarita y Mamá junto a Mamavita, Tío Mon y Abraham.
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En otras oportunidades pasaba sus vacaciones en Puerto Plata. Allí vivían los abuelos maternos y la gemela de mamá. Aquí sus diversiones se centraban en los refrescantes y divertidos baños en la playa.
Leopoldo con abuelo Nené y abuelita María.
Otra temporada que mi hermano disfrutaba eran los carnavales. Cada año lucía un disfraz diferente y participaba, junto a la familia, en los desfiles de carrozas que se realizaban en el malecón. El carro del tío Luís Prieto, único carro en la familia descapotable, era decorado con motivos diferentes cada vez. En una oportunidad fue convertido en pez. En otra, con la genial idea de tapizarlo con las páginas de tiras cómicas del diario El Caribe, fueron motivo de noticia al ser publicada su fotografía en dicho diario.
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II.– El Joven Leopoldo Para sus estudios de bachillerato, Leopoldo ingresa en el Colegio De La Salle. En esta institución cursa el primero y segundo año de bachillerato. Además de sus actividades educativas realiza retiros espirituales en la Obra Manresa de los Padres Jesuitas.
Su carácter jovial y afectuoso le permiten hacer grandes amistades, entre ellas están Roberto Ravelo y Jacinto Mañón. Este trío de amigos disfrutaba en muchas ocasiones de días de playa, sol y diversión.
Con Jacinto Mañón y Roberto Ravelo.
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Ya no era Leopoldo aquel niño que creció como cualquier otro. Se había convertido en un apuesto joven y con sus años mozos le llegó, como a todo adolescente, su gusto y admiración por la belleza femenina. Para aquel entonces Susana Duijn, Mis Venezuela electa Mis Mundo visitó a la República Dominicana. La relación de amistad entre papá y re p re s e n t a n te s d e l a E m b a j a d a y C o n s u l a d o ve n e z o l a n o f u e aprovechada por Leopoldo para conocer personalmente a la reina de belleza.
Leopoldo gozaba de su preciosa juventud. Contaba con la estabilidad, amor y apoyo de su familia. Tenía lazos muy afectuosos con su grupo de compañeros y amigos, sin embargo estaba próximo a enfrentar grandes cambios que afectarían su vida en futuros no muy lejanos. 28
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III.- Adiós Sa nt o Domi ng o, Hola V enezuela Sant nto Doming ngo, Venezuela
En 1930 Rafael Leonidas Trujillo Molina, tras un golpe de estado contra el Presidente Horacio Vásquez, se autoproclama presidente de la República Dominicana. Durante 31 años gobernó con despotismo, militarismo y autocracia. Se siente tan dueño del país que en 1935 cambia el nombre a la capital «Santo Domingo» y la hace llamar “Ciudad Trujillo” y él mismo, se hace llamar «El Jefe» y «Padre de la Patria Nueva». Varios movimientos clandestinos realizados con el fin de derrocar su dictadura fueron infructuosos. El fracaso de las expediciones de Cayo Confite y Luperón, a finales de la década de los 40, incrementaron la represión del sistema y paralizaron, hasta 1959, todo intento de invasión antitrujillista desde el exterior. En 1955 el dictador celebra la “Feria de la Paz y Confraternidad del Mundo Libre”. El Embajador venezolano era amigo de papá y le pidió su colaboración en la construcción del Pabellón de Venezuela donde conoce a personas que lo invitan a salir del país y le ofrecen trabajo en Caracas. 29
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Foto correspondiente a la sesión de fotografías que se tomó Leopoldo para el pasaporte.
Todo padre hace los mayores sacrificios con tal de defender a sus hijos. Ese instinto de protección hace que nuestra familia abandone la isla con destino a Venezuela y de esa manera evitar que Leopoldo, mi hermano, cayera en las diabólicas redes de destrucción y masacre del Tirano. 30
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Fotografía tomada antes de partir a Venezuela para dejarla como recuerdo a toda la familia.
En 1956 con un par de bolsos y tres niños de la mano, llegan papá y mamá a este país donde creyeron que Leopoldo estaría definitivamente a salvo. Al llegar a Caracas la familia Nouel Alonso nos da su acogida durante los primeros meses. En ese tiempo recibimos de la tía y primos el cariño que tanto necesitábamos para mitigar la ausencia del resto de la familia que habíamos dejado en otras fronteras. 31
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Luego tuvimos la oportunidad de mudarnos a un apartamento en la Urbanización Santa Mónica.
Vista de la Av. Teresa de la Parra. Fotos tomadas en el balcón del apartamento.
Tre s años transcurrieron con aparente calma. Papá y mamá se adaptaban a su nueva vida pero con la gran responsabilidad de labrar un nuevo futuro para nosotros lejos del terruño. 32
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Leopoldo, Margarita y yo asistíamos a clases regularmente. Yo contaba apenas con cinco años cuando llegamos a Caracas y para mi fue casi imperceptible el proceso del traslado. Para Margarita y mi hermano las cosas no fueron tan fáciles. Ellos tuvieron que afrontar un duro cambio y hoy puedo asegurar que lo asumieron con mayor madurez de la que podría esperarse de dos adolescentes. Cuando dijeron «Adiós Sa nto Domingo», se de spidieron de familiares, amigos, escuelas, calles y parques. Con un «Hola Venezuela» se enfrentaban a una vida que tendrían que reconstruir con nuevos amigos, nuevas escuelas, nuevas calles y parques.
Margarita en el Liceo Andrés Bello en compañía de Víctor Zambrano y Germaine Lárez. Aquí está quien les narra esta historia mientras leía un cuento en el balcón de nuestro apartamento.
Margarita, Leopoldo, Mamá y yo junto a Niah y Centenario Silva.
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Leopoldo y mi hermana, ingresan al Liceo Andrés Bello. Ellos tuvieron que pasar un fuerte proceso de reválidas pero lograron con éxito, incorporarse a sus niveles correspondientes. En este tiempo Leopoldo hace muy buenos amigos. Conoce a muchos de ellos en el Liceo y otros en la misma zona donde vivíamos.
Leopoldo en compañía de Andrés Zambrano.
Telésforo Granados y Andrés Zambrano amigos entrañable de Leopoldo y aún hoy, nuestras más sinceras y queridas amistades.
La situación en la isla era cada vez peor. El pueblo sobrevivía bajo un manto de tiranía pero surge una pequeña esperanza de libertad en la conciencia de un grupo de patriotas. Ellos, bajo la coordinación de Enrique Jimenes Moya, planean un movimiento con miras a derrocar la dictadura trujillista. 34
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Mi hermano se entera de los planes y no duda en integrarse a las filas del Ejército de Liberación. El también debía luchar por la libertad perdida de aquel pueblo, su pueblo, que había extraviado en algún lugar del camino las raíces de la democracia. El, junto con todos aquellos valientes jóvenes, le devolverían a la República Dominicana la alegría de vivir en paz y en libertad. Leopoldo había cumplido los 17 años y cursaba, para esos momentos, 4º°año de educación media y a pesar de su madurez aún conservaba rasgos de inocencia dentro de su corazón. Solicitó permiso a uno de sus profesores para presentar posteriormente un examen previsto para sus días de ausencia. Cuando mamá se entera de su decisión cae en una profunda y delicada crisis. Mi hermano, preocupado, le promete no irse aún pero le pide de corazón su bendición pues ya la decisión estaba tomada y de igual manera partiría con otro grupo.
Como un recuerdo para mamá Leopoldo se hizo tomar esta fotografía que él nunca vio. El fotógrafo fue quien la llevó a la casa como una sorpresa para ella.
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IV .– S eta U n Sueño IV.– See Concr Concreta Un La caída de los dictadores Marcos Pérez Jiménez en enero de 1958, en Venezuela y de Fulgencio Batista en Cuba en enero de 1959, incrementaron la desaprobación contra el régimen dictatorial de Trujillo imperante en la República Dominicana. Tanto dentro como fuera del país aumentaron las opiniones en contra del gobierno dictatorial clasificándolo como el más despótico de todos los tiempos en América Latina. Rómulo Betancourt, para la época presidente de Venezuela, se convirtió en uno de los más fuertes adversarios de Trujillo. El dictador ordenó sin éxito, el asesinato de Betancourt, incidente que incrementó la crítica internacional contra el tirano y produjo, como consecuencia, fuertes sanciones a su gobierno de parte de la Organización de Estados Americanos. Mientras, la juventud dominicana en el exilio, clamaba por la libertad en su país. En Caracas, el partido “Unión Patriótica Dominicana”, comenzó a realizar reuniones con el fin de reclutar jóvenes deseosos de dar la libertad a su país. Su presidente, el Dr. Francisco Castellanos (Pancho) y su familia, eran grandes amigos nuestros. Inclusive, siendo un eminente pediatra se convirtió en nuestro médico de cabecera. Cuando las cosas requerían de especialistas, era Pancho quien indicaba el médico a visitar. Entre los coordinadores de estas reuniones se encontraba otro médico, el Dr. Francisco Canto (Paco), también muy amigo de la casa. Papá y Leopoldo asistían a esas reuniones junto con otros jóvenes dominicanos y varios venezolanos que querían par t icipar en el derrocamiento de la dictadura.
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Todo parecía fácil, se entrenaban en Cuba, derrocaban a Trujillo y retomaban el curso de sus vidas. Las madres tienen un sexto sentido. Mamá temía el momento en que mi hermano dejara la casa para la reunión final previa a la partida. Sabía que luego de esa reunión saldría directamente para Cuba.
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V.– Entrenamiento en “Mil Cumbres”
Enrique Jimenes Moya
El Comandante en Jefe Enrique Jimenes Moya luchó junto a Fidel Castro contra del régimen de Fulgencio Batista en Cuba, donde fue herido en combate. Con el éxito de la revolución cubana, Jimenes Moya cuenta con el apoyo de Castro, lo cual le permitió comenzar con los preparativos estratégicos de la expedición contra Trujillo. El Ejército de Liberación Dominicana, bajo el Comando de Jimenes Moya, estuvo conformado en su gran mayoría por dominicanos en el exilio. Sin embargo participaron también jóvenes venezolanos, cubanos, puertoriqueños, norteamericanos y un español. Para el 1 ° de marzo de 1959 llega a Cuba, para su entrenamiento, un grupo de 46 expedicionarios entre los cuales se encontraba Leopoldo. 38
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El Campamento “Mil Cumbres” en Cuba, ubicado en la provincia de Pinar del Río, ya estaba instalado para recibir a los jóvenes que allí se entrenarían. Las actividades del campamento estuvieron al frente de José Horacio Rodríguez.
Mi hermano junto a compañeros de lucha.
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...diariamente nos sometían a largas caminatas de hasta 60 kilómetros llevando encima todo el equipo de un soldado, desde el rifle hasta la mochila cargada de material y municiones; salíamos a las 6 de la mañana del campamento y regresábamos al atardecer molidos; a veces durábamos hasta dos días amaneciendo en el monte. Aunque cansados al principio todos cumplíamos nuestros deberes con altivez. Después de un par de semanas de ejercicio, los muchachos en el tiro al blanco le daban con sus fusiles en el mismo centro a un plato colocado a 60 yardas de distancia..» Relato de Rafael Santos Martínez, en el libro «Invasión» de J. Armando Lora
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A propósito de tan duro entrenamiento, escribe Leopoldo:
«...me encuentro perfectamente bien y he rebajado unas libras debido al ejercicio diariamente, si supieran como me he acostumbrado a levantarme temprano...» En otra misiva escribe:
”...mi salud, gracias a Dios sigue perfectamente y aprovecho al máximo mi estadía en ésta y creo que los resultados serán magníficos..»
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Alegre y rebosante de inocencia le escribe, desde el campamento Mil Cumbres, una carta a mamá al cumplir sus 18 años donde le dice: «... Celebré mi cumpleaños con jugo de naranja agria, una guitarra y mis compañeros...» 42
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Mayobanex Vargas, uno de los sobrevivientes de la expedición, en su libro “Testimonio Histórico” afirma que las prácticas para este tipo de entrenamiento eran duras y largas, razón por la cual todos debían ser jóvenes y muy fuertes a fin de estar en condiciones óptimas para una guerra de guerrillas. Vargas, relata: “Las continuas caminatas nos daban la oportunidad de ponernos listos físicamente. La práctica de tiro es la que prepara a uno para ser un buen tirador, un guerrillero no puede darse el lujo de botar tiros ya que en la montaña los tiros no son fáciles de conseguir.” El tiempo transcurría y los expedicionarios continuaban con el arduo entrenamiento militar. Estaban deseosos de llegar a tierras dominicanas, sin embargo, el Comandante de la Sierra Maestra, Ernesto Che Guevara, consideraba que el grupo aún no estaba preparado para enfrentarse, exitosamente, a los ejércitos trujillistas. Esta opinión causó gran desaliento y bajó considerablemente la moral del grupo. A fin de animarlos se les decía que en cualquier oportunidad Fidel Castro visitaría el campamento. Visita de la que no tengo certeza que se haya realizado. El 5 de Junio de 1959 se desmonta el campamento y en la madrugada del día 6 los expedicionarios inician un largo recorrido en autobús hasta Oriente, con la instrucción de que debían hacerse pasar como miembros del ejército revolucionario cubano. Al llegar a Oriente fueron a un lugar llamado El Aguacate donde estaban los FAL y Garand. Cada uno escogió su arma y continuaron el viaje hasta el lugar donde se encontraba el avión en el que volarían hasta Constanza. Había llegado el momento de partir en busca del único objetivo en los corazones de los expedicionarios. Un grupo saldría vía aérea rumbo a las montañas de Constanza. Otros dos grupos partirían vía marítima hasta las costas de Maimón y Estero Hondo. 43
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El grupo de expedicionarios que partiría en lanchas se despidió cantando el tango “Adiós Muchachos”. Los que saldrían por avión, al ver partir a sus compañeros, evocaron con tristeza los momentos que habían vivido en Mil Cumbres.
Camilo Cienfuegos en la Bahía de Nipes despide a los expedicionarios que partirían en lancha hasta Maimón y Estero Hondo.
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Expedicionarios antes de embarcarse en las naves Carmen Elsa y TĂnima.
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VI.– El De sembar co sembarco Debo aclarar que una vez que los expedicionarios salen de Cuba, la familia pierde todo tipo de contacto. Las cartas, fotografías u otro tipo de mensajes cesaron. Los relatos sobre el desembarco los he tomado de las narraciones de Mayobanex Vargas (sobreviviente) y algunos artículos de prensa y de la Web. El Ejercito de Liberación Dominicana, comandado por Enrique Jimenes Moya, arribó a la República Dominicana el 14 de junio de 1959 en horas de la tarde, en un avión camuflajeado con las siglas de la fuerza aérea de Trujillo. El Avión aterrizó en el aeropuerto militar de Constanza, pueblo de montaña cercano a Jarabacoa. Desde que el avión tocó tierra hubo serias complicaciones. Las cosas no sucedieron según lo programado.
Avión que abordaron los expedicionarios hacia Constanza.
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Luego de bajar los combatientes que deberían resguardar el descenso de los demás, se acercó un jeep para recibirlos ya que creyeron que eran de la Aviación Militar Dominicana. Cuando se aproximaron se iniciaron los disparos por parte del grupo de vanguardia. Se produjo una gran confusión. Según el artículo “La Victoria de los Caídos” del Diario Claridad de Puerto Rico, «el piloto venezolano, muy nervioso, apresura a los guerreros para que bajen de la nave. Gira el avión sobre sí mismo y enfila por donde había aterrizado, mientras le disparan a la nave con armas de pequeño calibre que le hacen 11 perforaciones, particularmente en las alas. Así, la nave C-46 regresa a su punto de partida a eso de las 8:45 de la noche.» Indica este artículo que el piloto al girar el avión causa la caída del tablón por donde se produciría el descenso del grupo. Debido a ésto, los últimos combatientes, debieron lanzarse de una altura considerable causando en ellos algunas le sione s. Sin embargo, según nar ra Mayobanex Vargas, todos desembarcaron sin problemas. “fue un desembarco perfecto. Dudo que nadie lo pudiera haber hecho mejor que nosotros ya que nadie recibió ni un arañazo”. La previa planificación que se tenía se vio afectada por una serie de factores que ocurrieron evitando así el éxito de la expedición. El exceso de peso trajo como consecuencia que el despegue del avión en Cuba presentara algunas dificultades. A p e s a r d e e st a r p l a n i f i c a d a l a l l e g a d a s i m u l t a n e a d e l o s expedicionarios por aire y mar, debido a situaciones no previstas, la llegada de las embarcaciones a Maimón y Estero Hondo se produjo seis días después. Los equipos de transmisión para la instalación de una emisora clandestina se quedaron en el avión, al igual que las minas antitanques que volarían los puentes. 47
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Por otra parte, el ayudante de Jimenes Moya, José Antonio Spignolio, perdió su mochila. En ella estaban los mapas que señalaban, entre otros datos, los puntos por donde desembarcarían los combatientes que llegarían por Maimón y Estero Hondo. Pasado el tiroteo varios de los combatientes, entre los cuales con seguridad se encontraba Leopoldo, lograron internarse en las montañas. Se habían conformado dos grupos; uno estaría comandado por Delio Gómez Ochoa y el otro continuaría bajo el comando de Jimenes Moya. En las montañas de Constanza, los expedicionarios se enfrentaron con las tropas del gobierno. Muchos cayeron en combate, otros, denunciados por campesinos o, bajo las inclemencias del hambre y el cansancio, fueron apresados y luego trasladados a las instalaciones militares de San Isidro donde fueron torturados, fusilados y enterrados en fosas comunes. De esta gesta sólo sobrevivieron seis expedicionarios, Poncio Pou Saleta, Mayobanex Vargas, Francisco Medardo Germán, Alfredo Almonte Pacheco (quien es asesinado poco después de haber sido puesto en libertad) y los cubanos Delio Gómez Ochoa y Pablito Mirabal.
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VII.- A Causa del Hambre y el Cansancio Más de diez días pasaron desde el desembarco. Habían logrado internarse en las montañas y a pesar de las condiciones extremas intentaban conservar en alto su moral y sus sueños de libertad. La inclemencia del hambre y el cansancio agotaron sus fuerzas. Quizás pensó Leopoldo en refugiarse donde el abuelo. Allí encontraría comida, descanso y protección. El 25 de junio de 1959 Leopoldo es detenido y llevado a la sede del partido dominicano, en Jarabacoa. Cuanta sorpresa causó la noticia!!. Poco a poco se concentró el pueblo en los al rededores de la casa del partido. Todos querían ver a Leopoldo. Dicen que el abuelo también se acercó pero como saber que esto fue cierto? J. R. Hernández en su artículo publicado el 12 de septiembre de 1962 describe, mejor de lo que podría yo hacerlo, estos momentos en que mi hermano y sus sueños de libertad se inmortalizan.
“En ese junio esplendoroso, haciendo diana en las huestes trujillistas que le hostigan, Leopoldo y sus compañeros recibieron el saludo amoroso de los pinos, pero éstos no le ofrecían ni agua, ni comida. Fatigado y hambriento, Leopoldo, un cubano y un zapatero vegano, buscaban afanosamente orientarse entre las sierras para llegar a Jarabacoa a donde sus abuelos. Allí tendrían comida y amigos. La fatiga les venció. El sueño y el hambre los durmieron. Y esos titanes, que habían mantenido en jaque a tantos guardias trujillistas cayeron prisioneros. Los trajeron a Jarabacoa. Los llevaron a la casa del partido (que pronto sería el hospital) a interrogarlos y fotografiarlos. 49
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El cubano le pidió a un guardia un cigarrillo y éste se lo negó amenazándole que le iba a dar un balazo para que fumara. El prisionero que era tan niño como Leopoldo, se sonrió suavemente y le dijo: “Ahora sí, pero en las lomas, ni siquiera me rozaste”. El General Juan Tomás Díaz, que vio los groseros ademanes del guardia, se acercó y luego de fulminarlo con la mirada le brindó cigarrillos a esos valientes. El mismo se los encendió y luego ordenó que les dieran de comer. Mientras tanto, con temor y curiosidad, el pueblo de Jarabacoa se iba acercando al partido a ver a los cautivos. Leopoldo conoció a muchos pero a nadie le habló para no perjudicarlo. Sólo los miraba con sus ojos de niño grande. Apenas tenía 18 años. Pero no se pudo contener cuando vio a una niña, pálida y trémula y sonriendo, tristemente le dijo desde lejos: “Tu eres Marcia, verdad?” La niña con voz apagada contestó, “No, yo soy Rosario”. Quizás tu nombre Rosario lo hizo pensar en la Virgen a la hora de su horrenda muerte. De Jarabacoa a Constanza y de allí en avión a San Isidro. Ellos y todo el mundo sabían que se acercaban a la muerte y a su gloria eterna. Rosario, tu dulce nombre y tu carita de virgen. Estoy seguro lo hizo pensar en Dios y en María. En ese calvario de San Isidro, el eco de tus palabras le dio paz y consuelo.” Tres años habían pasado desde aquel día en que Leopoldo salió por última vez de casa. Mis padres no tenían información concreta sobre la situación real de Leopoldo. Muchas cosas se decían y otras se ocultaban pero fue Augusto Abreu quien el 24 de enero de 1962, le escribe a papá una carta donde textualmente le dice:
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“Se que deseas cualquier versión verídica de tu hijo…..Leopoldo llegó a Constanza y estuvieron por Pinar Quemado de donde tuvieron que cruzar a los Corozos. De ahí subieron a Corozito donde permanecieron unos tres días, donde se vieron obligados a entregarse a la guardia del tirano, los trajeron a Jarabocoa donde todos lo vimos, mi esposa les llevó comida para todos, la que comieron con hambre. Allí se aglomeró el pueblo. Yo no me acerqué pues no quise ser de los que echaran aplausos al tirano en presencia de esos héroes. Don Toño y yo permanecimos en la calzada del Hotel Nacional sin acercarnos, allí podíamos hablar y desahogar la rabia que nos embargaba. Esto se efectuó en el local del difunto Partido Dominicano. Desde allí lo subieron en camión y salieron por el camino del Constanza pero lo llevaron a San Isidro por la carretera de Cazabito. Después supimos que los habían liquidado a todos por orden de Ramfis” No puedo ni deseo imaginar el rostro de papá al leer aquella carta. Luchamos siempre por llegar a la verdad, pero Dios! Cuanto duele, a veces, encontrarla…. Elvira García, nuestra Bibi, como le decíamos cariñosamente, me vió nacer. Desde entonces estuvo con nosotros. Cuando ella me cargaba ni mamá podía separarme de sus brazos. Siempre encubría mis travesuras y con el tiempo se convirtió en mi mejor amiga y confidente. Cuando algún problema tenía nadie mejor que ella para darme los mejores consejos. Mamá, en aquellos momentos de tanto dolor y tristezas, encontraba en Bibi consuelo y fortaleza. Ella la colmaba de cariño y le daba todo el apoyo, que a su manera, podía brindarle. Elvira fue para mamá su mayor bastón y lo siguió siendo hasta el día que murió hacen ya 19 años, dejando en todos un vacío infinito. Nota del autor: Ramfis, hijo mayor del dictador Trujillo
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nt edición VIII.– Int egra Integra egrant ntee s de la Exp Expedición Constanza Gr upo Jimene s Mo ya Moya
Jimenes Moya, Enrique (Comandante de la Expedición) Alfonseca, Alberto J. (Beto) (cubano) Alfonseca Espaillat, Augusto Juan (Purro) Aliés Messón, Miguel Almonte F., José Vicente Batista Cernuda, José Antonio (Chefito) Betancourt Carril, Enrique (cubano) Cabral Manzano, Carlos Luís Cabrera Liz, Juan Francisco (Quico) Cárdenas Soto, Juan (venezolano) De los Santos Peralta, Félix (Esperanza) Domenech Russo, Alejandro César Ermini, Edwin (venezolano) González, Antonio Luís (venezolano) Guzmán Abréu, Leandro Efraín Henríquez Rodríguez, Rafael (Chapú) Hungría Fermín, José Antonio (Tony y Tonty) Jiménez Nouel, Leopoldo López López, Ramón (Nené) (cubano) Mainardi Méndez, Víctor Eligio (cubano) Mateo Calcagno, Héctor Vinicio (Mateíto) Molina González, José Isaac (venezolano) Montesinos, Max (cubano) Patiño Martínez, José Arismendi (Chepito) Perelló Díaz, Rafael Tomás Pichardo Díaz, Federico Augusto Reyes Medina, Oscar (Cohetico) (cubano) Rodríguez, Rafael A. (Tony) Spignolio Mena, José Antonio (Cuco) 52
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Taváres Pepín, Alcibíades Antonio (Pijín) Torres, Alejandro Fidel (Langué) Vega Acosta, Oscar Luís (venezolano) Ventura Simó, Juan de Diós Wh ite, Charles (Charlie) (norteamericano) Grupo Gómez Ochoa
Gómez Ochoa, José Delio (cubano) (sobreviviente) Achécar Kalaf, Antonio Javier (Tonino) Almánzar Díaz, Juan Antonio Almonte Pacheco, Antonio Gonzalo (sobreviviente) Callejas, José Luís (cubano) Chervony, David (puertorriqueño) Feliú Arzeno, Miguel Angel (Miguelucho) Fernández Báez, Pedro Pablo Germán Santos, Francisco Medardo (sobreviviente) López Rodríguez, Frank Eberto (cubano) Mella, Rafael Augusto Mirabal Guerra, Pablito (cubano) (sobreviviente) Moore Garrido, Rafael (Fellín) Pou Saleta, Poncio (sobreviviente) Puigsubirá Miniño, Juan Enrique (Johnny) Rodríguez Bou, Gaspar Antonio (Napy y Tony) Rojas Pérez, Cosme Augusto (Rojitas) Ruíz, Ramón (puertorriqueño) Sintjago Pou, Rinaldo Vargas y Vargas, Mayobanex (Nené) (sobreviviente)
Maimón Rodríguez Vázquez, José Horacio Agosto Concepción, Moisés Rubén (puertorriqueño) Almonte Fernández, Silvio Rafael 53
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Maimón (Lancha Carmen Elsa) Alvarez Martínez, Franciso (El Relámpago) (español) Alvarez Fadul, Miguel Amarante Sevillano, Miguel Jacobo Arrechedera Rodríguez, Rafael (venezolano) Asencio Valverde, Ramón José Sebastián Avila Pilier, Diego Báez y Báez, Alejandro Belliard Sosa, Enrique Bencosme García, Toribio Bergés, José Fabio (Grillito) Bevins, Larry (Beebe) (norteamericano) Bonilla Aybar, Pedro Julián Cabrera Martínez, Domingo Camacho, Julio (venezolano) Capellán Cabrera, Juan Castillo Cruz, Julio César Cestero Martínez, Fernando (Chichí) Cordero Michel, José Ramón Enrique De Castro Sánchez, Ramón Anibal Del Castillo Díaz, Jesús Bienvenido Delgado López, Manuel (Chiquitín) Del Giudice Herrera, Héctor Emilio Del Orbe, Manuel José Dohse Jorge, Augusto Eufemio (Buby) Domínguez López, Silvio Augusto Ducoudray Mansfield, Guillermo Eustaquio (Pachucho) Duran García, Julio Raúl Fernández-Mármol Pérez, Gabriel Emilio (Pipí) Figueroa Reyes, Juan Domingo Fuertes Duarte, Bienvenido Herminio García Bencosme, Ercilio (Cilo) Genao Espaillat, José Freddy 54
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Guerra Aponte, Freddy Godoy, Fernando González Castellano, Luís (El Indio) (cubano) Grullón González, Eugenio Antonio Grullón Martínez, Francisco José (Frank) Hernández, Generoso (venezolano) Hernández González, Nelson Andrés (venezolano) Ildefonso Cordero, Sergio Manuel (Caporí) Larancuent Rijo, César Federico Lora Martínez, José Caonabo Martínez Hernández, Conrado (Hernández de Padua, Conrado) Martínez Saviñón, Eduardo Salvador (Paleco) Mateo Adames, Juan José Medina Rosales, Luís Alfonso (venezolano) Mendoza, Danilo Antonio (Sandino) Messón Acosta, José Mota Ricard, Antonio (Tony) Mosén Padilla Hernández, Guillermo Patiño Martinez, Gustavo Adolfo (Niñí) Paulino Estrella, Ramón (Fefo) Peña González, José Manuel Ramón (Cuco) Pérez Rodríguez, Andrés Emilio Pichardo Caminada, Roberto P. (cubano) Pichardo Saldaña, Lucas J. Puello, José Antonio Quezada, Luís Rafael (Lulú) Ramírez Domínguez, Rafael Ramírez Guzmán, Ramón Aquiles (Quilito) Ramos Reyes, Luís O. (puertorriqueño) Ravelo Ramírez, Sócrates Rey Vásquez, Rubén Ripoll, Herminio (Mincho y Millo) Rizek Bergés, Saturnino (Nino) 55
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Rivera, Víctor Rodríguez Pérez, Aldo (cubano) Rodríguez Santos, William Roland Pérez, José Andrés Sánchez Pérez, José Antonio (cubano) Santana Read, Andrés (Tontón) Suárez Suárez, Ramón Alfonso Tavárez García, José Urtarte Schaffers, Juan Emiliano Valdez Borges, Danilo Vasallo Alfonso, Ricardo (cubano)
Estero Hondo (Lancha Tínima) Campos Navarro, José Antonio Almonte, Antonio Bienvenido Almonte Fernández, Juan Bautista Alvarez, Luís (puertorriqueño) Aponte Willard, Carlos Arias Quintero, José Altagracia (venezolano) Belford Santos, Simplicio Bueno Almanguer, Ermes (Papi) (cubano) Carrasco Aguasvivas, Miguel Angel Casado Jiménez, Pedro Antonio (Pipilo) Cordero García, Rubén D’Oleo Gimbernard, Máximo Emilio Ferndández Moreau, Rafael Fernando Flores, Froilán (cubano) Gómez Montán, Vicente Mario (Altamira) Grullón Castro, Persio Oscar Hermón Machuca, Francisco Napoleón (Papito) Herrera Moreno, Alberto (Bertico) Jordán Soto, Cristian Roberto (Guatemala) (guatemalteco) 56
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Linares Badillo, Pedro José (venezolano) Lorenzo Carrasco, Manuel (Manolo) Maduro Sanabia, Felipe Mainardi Reyna, Víctor Manuel (Silín) Martín Fernández, Francisco (español) Martínez Rodríguez, Jaime Manuel Mejía-Ricart Guzmán, Ocatvio Augusto Minaya Fernández, Antonio de Jesús (Toñito) Oliver Romero, Héctor Bienvenido (Angelito) Ogando (no se conoce su nombre) Ozuna, Luís Fernando Peguero Reyes, Arcadio Ramón Perdomo Ramírez, Alberto Perozo Chicón, Manuel de Jesús (Masú) Ramírez Castillo, Héctor Enrique (Henry) Ross Thomén, Rafael Osvaldo Ruiz, Luís Conrado (Peligro) Sanabia Minaya, Elpidio (Pillo) Sánchez Sanlley, Guillermo Augusto Saviñón Guerrero, Miguel Olivo (Miguelín) Segura (no se conoce su nombre) Senior Paz, Martín Sintjago Flores, Alfonso José (venezolano) Toribio Rodríguez, José Antonio (Chepito) Ubiera, Francisco A. Valera, Rafael Valverde Cruz, José Rafael Federico (Fello) Si n Inf or mación sobr upo al cual eesstaba n iincor ncor porados Sin Infor ormación sobree el gr grupo taban ncorporados Báez Jiménez, Nicolás Virgilio Cabral Brito, Héctor J. Jiménez Cabrera, Antonio
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Lozano Guzmán, Andrés Lugo, Luís Menéndez Vallejo, Miguel Angel Parache Hernández, Manuel Reyes Reyes, Juan (puertorriqueño) Rodríguez, Alberto (cubano) Rodríguez, José Luís (venezolano) Rodríguez, Tomás (cubano) Rodríguez Gómez, José Antonio Sánchez, Francisco Soriano Francisco, Angel Nicolás Taveras Cabrera, José Grupo del yate Carmen Elsa que tuvo que regresar de alta mar Aponte Willard, Francisco José; Avila, Jesús; Bartolo; Delgadito; Estrada Aybar, Danilo Antonio; Fernández Martinez, Rafaelito; Figueroa, Félix Sérvio; Gómez, Freddy; Leal, Guillermo; López Olmo, Fernando; Mainardi Reyna, Virgilio; Martínez, Juan Ruperto; Méjico; Mulet Hernández, Etienne; Reyes Martinez, Francisco Abigail; Ricardo, Adriano; Rodríguez Santos, Amín; Román, Eugenio; Roques Martínez, Rolando Alberto; Santos Martínez, Rafael; Soto Molina, Antonio. Además: El primer capitán del Carmen Elsa saboteador de la expedición, Stellio Bellelis (El Griego); Domínguez (El Gallego) (español), y otro más, cubano, ambos guardaespaldas del traidor.
Fuente de la lista de expedicionarios: Constanza, Maimón y Estero Hondo de Anselmo Brache
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IX.– Honor y Dolor En 1960, las cárceles de la República Dominicana repletas de disidentes de la dictadura y los asesinatos políticos, en especial el de las hermanas Patria, Minerva y Maria Teresa Mirabal, provocó repudio al régimen represivo de la dictadura trujillista. El 30 de mayo de 1961 Trujillo es asesinado, pero es sólo en 1962 con la salida del país de sus familiares y principales colaboradores, que el pueblo dominicano siente la llegada de la libertad. Fue en ese entonces cuando un grupo de familiares, conformado por madres, padres, esposas, hijos y hermanos de los expedicionarios del 14 de junio de 1959, crean, el 10 de enero de 1962, la Fundación Héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo cuyo objetivo principal fue la localización de los restos de los expedicionarios. En 1962 se localizan los primeros restos correspondientes a unos 30 expedicionarios en las montañas de Constanza y son llevados a la Catedral de Santo Domingo. En ese mismo año los dirigentes de la Fundación organizan el traslado de estos restos al Panteón Nacional.
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El pueblo se hizo presente y en una larga caminata acompañaron los restos de aquellos héroes quienes habían sembrado en las montañas, junto a los verdes pinos, sus sueños de libertad. Mamá y la mayoría de las madres, con doloroso llanto, colocaron coronas de flores para simbolizar los restos de los combatientes que para esos momentos no habían sido encontrados.
Mamá camina llorosa hasta el Panteón en compañía de varios primos y junto al pueblo dominicano.
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X.– U n Hospital y U na Cal le en su Honor Un Una Calle
Jarabacoa, enclavado en las montañas y con el fresco olor de los pinares que lo rodean es el pueblito que vio nacer a papá. Era allí donde Leopoldo pasaba la mayoría de sus vacaciones cuando era niño. Jarabacoa lo albergaba con cariño mientras por sus calles alegre e inocente jugaba. « La última vez que Leopoldo estuvo en Jarabacoa, en 1956, tenía quince años. Ya hecho un hombre, alto y fuerte, a esas montañas queridas, en aquel glorioso 14 de junio de 1959, aterrizaron en Constanza, esos héroes, esos titanes, altivos y sereno como los pinos....
Leopoldo había dejado el calor de su hogar y las lágrimas de su madre tras el más alto y noble ideal de hombre: la libertad de su patria. Por ella aprendió a combatir como un león; a la sombra del más hermoso movimiento democrático de América. 61
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Leopoldo Jiménez Nouel, murió por la patria, como mueren los hombres! El pueblo de Jarabacoa te recordará siempre porque allí viviste los años más felices de tu vida, la niñez y porque allí, en ese mismo hospital todos te vieron tranquilo y sereno por última vez. Descansa en Paz, Leopoldo, tu nombre brilla en el cielo de los héroes de Quisqueya y por el esfuerzo de un pueblo agradecido desde ese edificio, será consuelo para el enfermo y esperanza de salvación.» (*)
Mamá, con dolor en el alma y orgullo en el corazón preside la colocación de la tarja que por mucho tiempo identificó al Hospital de Jarabacoa.
(*) Artículo «Hospital Leopoldo Jiménez Nouel por J.R. Hernández publicado el 12 de septiembre de 1962 en prensa dominicana
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También una calle de aquel pequeño pueblo, custodiado por los pinos, lleva su nombre. Sin embargo, hoy se ha ido olvidando poco a poco la lucha de estos hombres. Es posible que muchos jóvenes de hoy no tengan real conocimiento de lo que fue tan gloriosa gesta .
Placa que identifica la calle Leopoldo Jiménez. Foto tomada en 1987.
El tiempo se lleva los recuerdos como se llevó el nombre de mi hermano de ese hospital para lucir los apellidos de otra persona. La placa que identifica la calle con su nombre quizás aún esté allí, prendida de algún poste, ilegible y carcomida por el tiempo recibiendo tan solo la caricia del fresco aire de los pinos. El verdadero recuerdo quedará pincelado en los sensibles corazones de los padres, y hermanos de aquellos jóvenes que una vez tuvieron la osadía de concebir sueños de libertad. 63
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XI.– Inhumación A partir de 1962 tenacidad y fervor fueron puestos de manifiesto, por parte de la Fundación Héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo, en la consecución de los de spojos mor tale s de los expedicionarios. Tras largos recorridos entre montañas, acudiendo a aquellos lugares donde se presumía habían caído y sido enterrados, fueron rescatados restos de varios expedicionarios. Con esfuerzo, la Fundación logró la construcción de un monumento especial para albergarlos. Así, para 1987 ya se encontraban en el monumento 52 restos.
Continuando con su lucha, esta Fundación logró que el Gobierno de la República Dominicana autorizara en 1987, la realización de excavaciones en la Base Aérea de San Isidro, lugar al cual habían sido llevado los cadáveres de los expedicionarios caídos en batalla. Allí también fueron trasladados vivos algunos de los que fueron apresados, entre ellos Leopoldo. Luego fueron fusilados y sus restos enterrados en fosas comunes en las inmediaciones de la base aérea. 64
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El 15 de abril de 1987, bajo la coordinación del General Antonio Imbert Barrera, Secretario de las Fuerzas Armadas, se dio inicio a las excavaciones en el Patio Batalla de las Carreras de la Base Aérea de San Isidro. Durante los dos meses que duró este proceso, fueron rescatados 67 cadáveres. Jaime Paulino, fiel estudioso y gran luchador por el rescate de lo que significó la gloriosa Gesta de Constanza, Maimón y Estero Hondo, me comenta que tuvo la oportunidad de estar en el momento en que se entregan las cinco fosas excavadas en San Isidro a los miembros de la Fundación. Expresa Paulino su asombro al observar restos de los expedicionarios que aún conservaban ropa interior y medias. Otros tenían cinturones rodeando sus cuellos y cuerpos cubiertos por alambres de púas lo que demuestra las crueles torturas a que fueron sometidos. Los restos desenterrados fueron estudiados por el antropólogo del Museo del Hombre Dominicano Lic. Fernando Luna Calderón y su asistente Glenis Tavárez. Luego de un arduo trabajo, se logró la identificación de unos 30 expedicionarios. El análisis evidenció que muchos expedicionarios habían muerto a causa de la penetración de muchas balas, otros a palos, ahorcados, asfixiados y torturados... Los restos de Leopoldo no pudieron ser identificados entre de las 67 osamentas rescatadas.
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Luego del trabajo realizado por los antropólogos, los restos de los 67 expedicionarios fueron colocados en pequeñas urnas y cubiertos con la bandera nacional.
Momento en que el Lic. Luna Calderón antropólogo del Museo del Hombre Dominicano, hace entrega a los representantes de la Fundación Héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo de los restos mortales rescatados.
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Al momento de la entrega de los restos a los representantes de la Fundación Héroe s de Consta nza, Maimón y Estero Hondo, el Licenciado Luna indicó: «Nos sentimos profundamente conmovidos por este drama de esta juventud, que puede calificarse como la más pura de esta generación. Nos sentimos profundamente satisfechos de haber podido cumplir con esta ardua labor y haber luchado titánicamente para llegar hasta el final. El trabajo ha sido duro pero cada una de las leyendas, cada una de las palabras de las madres, de las viudas, era una especie de acicate para continuar adelante. Tuvimos que vencer muchos obstáculos para poder completar nuestra labor que termina el día de hoy. Queremos parafrasear la frase del patricio Ramón Matías Mella, queremos decirles que hemos cumplido con un deber y que la patria nada tiene que agradecernos. Solamente esperamos que la juventud y que a este pueblo no le toque vivir un drama como este....»
Lic. Fernando Luna Calderón
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Al recibir los restos por parte del Antropólogo Doña Guillermina Puigsubirá, madre de Juan Enrique Puigsubirá, expresó: «Hoy es un día de grandes emociones, de lágrimas, pero de satisfacción, porque rescatamos los restos de estos muchachos. Hemos estado 28 años peregrinando, escalando montañas, vadeando ríos, para conseguir sus restos. .... Cada osamenta que aparecía creía cada una que era el suyo, no teníamos desesperación por encontrarlos porque decíamos, donde está uno están todos los nuestros, porque cayeron juntos por el mismo ideal...»
Por su parte , Doña Corina Maynardi Reyna de Cuello, hermana de Víctor Manuel Maynardi Reyna (Sillín) y tía de Víctor Eligio Maynardi Méndez (hijo de Sillín) puntalizó: «.... La inhumación de estos restos, pertenecientes a héroes de la patria, es un momento privilegiado para orar por todos ellos y rendirles homenaje de reconocimiento por el coraje de inmolar sus vidas, para que hoy podamos disfrutar de Libertad..... Se ha luchado mucho en su consecución, pero los intereses políticos siempre, siempre estaban por encima de ese interés patriótico, del rescate de esa página tan gloriosa e ignominiosa a la vez para el gobierno de turno que fue la tiranía de Trujillo.... Pasan los años y al fin se logró el desenterramiento de los cadáveres ...... de los sagrados despojos del holocausto más sangriento vivido por la historia de la República Dominicana en su lucha por la libertad... finalmente, podemos decirle a la patria: Madre Patria, ahí están tus hijos...» 68
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Los 67 restos fueron trasladados en ambulancias y vehículos de familiares a la Iglesia de Nuestra Señora de la Paz.
En Capilla Ardiente fueron colocados los restos de los combatientes, custodiados por sus familiares, integrantes de la Fundación Héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo, y miembros del Coro de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
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Juan Jiménez de la Rosa, mi padre y padre de Leopoldo Jiménez Nouel, hace guardia imaginando que una de esas urnas descansan los restos mi hermano.
Los sobrevivientes también custodiaron los restos de quienes fueron sus compañeros en la Gesta del 14 de junio de 1959.
Francisco Medardo Germán
Mayobanex Vargas
Poncio Pou Saleta
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Monseñor Nicolás de Jesús López Rodríguez ofició la Santa Misa.
El tenor Rafael Sánchez Cestero entonó un himno dedicado a los Héroes.
Momentos de la bendición de las osamentas con agua bendita.
El Coro de la Universidad Autónoma de Santo Domingo interpretó cantos litúrgicos.
Traslado de los restos hasta el Monumento de los Héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo.
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El Trompetista Miguelo Peña interpretó el Toque de Silencio mientras los restos eran colocados en su última morada.
En la placa superior derecha está grabado el nombre de Leopoldo Jiménez Nouel.
Las imágenes y documentación sobre la exhumación e inhumación corresponden al programa televisivo presentado el 6 de diciembre de 1987 por Freddy Beras Goico quien aportó su valiosa colaboración para la promoción y divulgación de estos actos. También se incorporan imágenes del video realizado por mi hermana Margarita Jiménez Nouel quien, junto a mis padres, asistió a esta ceremonia. 72
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XII.– Jarabacoa le Rinde Homenaje El 25 de septiembre de 1994, con motivo de la celebración del 136 aniversario de la fundación de Jarabacoa, el Ayuntamiento Municipal tuvo a bien realizar un homenaje a Leopoldo. Se dio inicio al acto frente al Hospital que una vez llevó su nombre, allí, los repre sentante s del Ayuntamiento, expre saron frase s de reconocimiento a la misión cumplida por mi hermano en pro de la libertad del pueblo dominicano y en la cual ofrendó su vida. También Augusto Abreu tomó la palabra para elogiar con sentimiento profundo tan loable acción. La tarja que identifica que en ese local Jarabacoa vio por última vez a su hijo Leopoldo Jiménez, fue nuevamente colocada, esta vez a la entrada del Hospital. Luego, en la sede del Ayuntamiento entre otros actos, el Ing. Ramón Ureña Torres, Síndico Municipal, hizo entrega a mamá de un Diploma de Reconocimiento. En su discuros de orden expresó emotivas palabras sobre la gesta libertadora haciendo mención a la valerosa participación de Leopoldo.
Entrada a Jarabacoa.
Calle Leopoldo Jiménez.
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Palabras de Augusto Abreu. Ing. Ramón Ureña Torres Sindico Municipal de Jarabacoa. Momento en el cual papá, mamá y representantes del Ayuntamiento develan la tarja.
En este lugar vio Jarabacoa por última vez a su hijo Leopoldo Jiménez Nouel Héroe de la Gesta de Constanza, Maimón y Estero Hondo.
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Papá, mamá, representantes del Ayuntamiento y yo, frente a la tarja.
En la sede del Ayuntamiento, la Banda Municipal interpreta el Himno Nacional para dar inicio al acto en conmemoración del 136 Aniversario de la Fundación de Jarabacoa.
Palabras del Ing. Ramón Ureña Torres Síndico Municipal de Jarabacoa.
Palabras del representante de las Fuerzas Armadas.
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Público asistente a los actos del 136 Aniversario de la Fundación de Jarabacoa.
El Ing. Ramón Ureña Torres Sindico Municipal de Jarabacoa entrega a mamá un Certificado de Reconocimiento Póstumo a Leopoldo.
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SEGUNDA P ARTE PARTE El Retrato de Un Héroe Por Richard Herrera - 1962
Cuando la República toda se estremecía de emoción ante la hazaña de tres puñados de valientes que con ejemplar desprecio de sus vidas herían de muerte, en Constanza, Maimón y Estero Hondo al tirano que felizmente cayera ajusticiado el 30 de mayo de 1961, el 25 de junio de 1959 fueron llevados prisioneros al entonces Palacio del mal recordado Partido Dominicano en Jarabacoa, 5 de los legendarios invasores que 11 días antes habían llegado a Constanza destruyendo, en gesta inmortal el mito de la invulnerabilidad del poderío totalitario del déspota. El pueblo los vio entrar esposados de dos en dos con sus rostros de Apóstoles de la Libertad, conscientes de que iban al martirio, pero convencidos de que esa era la única forma de redimir al pueblo, a su pueblo, de las garras de la bestia. Detrás, el quinto de los nobles guerrilleros, era LEOPOLDO. Caminando, alto, fuerte, erguido y ágil en la punta de los pies, con el mismo ritmo atlético que lo habían visto en Jarabacoa en 1956 año en que se fue a Caracas con sus padres; ahora, con su barba, su uniforme de guerrillero empolvado, sus manos esposadas y el cansancio a sus espaldas, lucía alegre, seguro de que sus labores estaban concluidas y que sus semillas regadas con sangre y sudor en las lomas de Constanza, en la Cordillera Central, ahora Cordillera de la Libertad prendería maravillosamente en multitud de jóvenes honestos e inspirados como él, lo que significaría, como significó realmente, el desplome de la sangrienta y proterva tiranía.
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LEOPOLDO JIMENÉZ NOUEL nació en SANTO DOMINGO el 31 de marzo de 1941, es decir, cumplió sus 18 años en el Campamento «Mil Cumbres», en Cuba, donde se entrenaron los héroes y mártires de la triple invasión libertadora. Hijo de Juan Jiménez de la Rosa, nacido en Jarabacoa, y de Doña Luz Nouel de Jiménez, miembro de una virtuosa y apreciada familia puertoplateña. Probablemente DON AMÉRICO LUGO, el día que bautizó a Leopoldo, no pensó que en esa criatura se iba más tarde a proyectar toda la inquietud de un héroe auténtico. Don Américo no pensó jamás que su ahijado sería un miembro de la RAZA INMORTAL. El 21 de septiembre de 1956, cuando llegó a Caracas, no contaba 16 años de edad; había cursado sus estudios de primera enseñanza en el Instituto Escuela y los primeros años de bachillerato en el Colegio De La Salle en Santo Domingo y a su salida de Caracas para el campamento el 1°de marzo de 1959 cursaba estudios en el Liceo Andrés Bello a la par que desplegaba un sin número de actividades. De espíritu inquieto, nunca se conformó con llevar vida monótona y rutinaria del estudiante común; siempre andaba a la carrera porque tenía varios compromisos por cumplir, sociales, comerciales y políticos, como presintiendo quizás que su vida iba a ser corta y tuviera que ganar tiempo. En la Unión Patriótica Dominicana, organización gestora del Movimiento de Liberación Dominicana, fue uno de los principales coordinadores de la sección Unión Patriótica Juvenil. Desde que se inició el reclutamiento lo vimos siempre acompañado de un grupo de jóvenes dominicanos y venezolanos, entusiastas y apresurados que, como él, habíanse propuesto, cual David modernos multiplicados, a derribar al gigante del Goliat sanguinario del Caribe. Como notaba a su madre preocupada le prometió no irse al campamento sin su consentimiento y, frente a los preparativos de partida del primer grupo, no quiso ser de los últimos, y se enfrentó al dolor inefable de Doña Luz con estas palabras: - »Mamá, quiero que admitas que me vaya, no quiero irme escondido, quiero irme con tu bendición». 78
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En un viaje que hiciera más tarde a Caracas el Comandante ENRIQUE JIMENES MOYA, le comunicó por teléfono a la madre de Leopoldo que estaba satisfecho con su hijo y que contara con que en la invasión permanecería siempre a su lado. En efecto, después de la llegada exitosa a Constanza, el magnífico ejército revolucionario se dividió en dos grupos y Leopoldo se adentró en la cordillera de la libertad con los valientes del mando de Jimenes Moya cumpliendo el insurgente la palabra dada a la madre del héroe. Cuando Leopoldo fue hecho prisionero con cuatro compañeros en los alrededores de Jarabacoa, ya le habían asestado al trujillato el golpe de muerte en Constanza, Maimón y Estero Hondo puesto que la d i c t a d u r a n o s e re p u s o j a m á s d e e s t e c e r t e r o g o l p e , q u e indiscutiblemente fue la explosión que encendió la rebeldía en todo el país, asentó las bases para el descrédito internacional y culminó con la balacera salvadora del 30 de mayo y la fuga de su familia despreciable y los principales adláteres del dictador. Allí, en el entonces palacio del partido trujillista, en Jarabacoa, vieron sus amigos por última vez a Leopoldo. Allí se dice, que respondió valientemente en nombre del grupo y en el suyo propio los interrogatorios que le hicieron y cuentan que el entonces general Juan Tomás Díaz y Jefe de Operaciones destacado en Jarabacoa a la sazón confesó a alguien más tarde en Constanza, que la valentía de esos muchachos lo habían conmovido, asegurándose que su traslado se debió al buen trato que dispensó a los invasores capturados que sólo pasaron unas dos horas en su poder, teniendo que ser enviados luego a Mélido Marte, en Constanza, donde se les esperaba para trasladarlos en avión para San Isidro, al infierno de San Isidro donde fueron fusilados sin piedad. Los cadávere s de estos cinco márt ire s ni de ningún otro de los muchachos prisioneros que llevaron a San Isidro de la triple invasión libertadora han podido ser recuperado por sus familiares, no obstante 79
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los esfuerzos que éstos han realizado para obtenerlos, presumiblemente por negligencia inexplicable de las actuales esferas gubernamentales… La historia fijará detalles del martirio de la liberación de los titanes de la revolución dominicana. Aún existen aspectos que permanecen dominados por el imperio del misterio. Algo está claro: y es que el pueblo reconoce sus verdaderos Libertadores y calibrando el coraje de sus hazañas y el desprendimiento colectivo de que hicieron ostentación y ejemplo, le tributa un homenaje póstumo: en Jarabacoa una calle lleva el nombre de LEOPOLDO JIMÉNEZ NOUEL, y ciudadanos de ese poblado tienen lista una tarja para colocarla hoy 14 de junio de 1962 a la entrada del edificio donde lo llevaron como prisionero que ahora se usará para hospital. En esta tarja, confeccionada en la marmolería nacional se recuerda al héroe y se perpetúa su memoria en una oración que reza así: «EN ESTE LOCAL VIO JARABACOA POR ÚLTIMA VEZ A SU HIJO LEOPOLDO JIMÉNEZ NOUEL, MÁRTIR DE LA GLORIOSA GESTA DE CONSTANZA, ESTERO HONDO Y MAIMÓN»
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Te s t imonios que R ef leja n una A ct itud Mental Ref efleja lejan Act Por Tomás Báez
En una entrevista que el periodista Raúl Pérez Peña le hiciera a Delio Gómez Ochoa, publicada en el Listín Diario, el Comandante de uno de los grupos de la heroica Expedición de Constanza, afirma que al ser sorprendidos durmiendo a la orilla de un arroyo, fueron llevados a la presencia del General Juan Tomás Díaz, quien «habló con nosotros de una manera bastante afable», manifestándole: «usted no tenga temor ninguno. Yo los voy a presentar». Nos llevó a Constanza. Allí estaba la gente de la Legión Extranjera. Entre ella, unos cubanos. Vimos a José María Salas Cañizales, al Coronel Chez «El Ungaro», Miguelito «El Niño». Un cubano que era unos de los asesinos más connotados de Cuba. Luego llegamos al Cuartel de Constanza. Allí Juan Tomás cambió de vehículo y nos llevó en un Mercedes hasta cerca de la pista de aterrizaje donde nos recogería un avión. Hasta allí habíamos estado con las manos sueltas sin atar. Entonces se nos acercaron gente de la Legión en una actitud peligrosa con los fusiles palanqueados». «Juan Tomás tuvo unas palabras fuertes con ellos: ustedes son una pila de pendejos, los quieren matar aquí mansitos y no se atrevieron ir a buscarlos a la montaña». El episodio narrado por Gómez Ochoa trajo a mi memoria un hecho que me impresionó profundamente: Discurría el mes de junio del año 1959 y una tarde llegué a la casa de Juan Tomás que en aquella época comandaba la Brigada del Ejército Nacional en la ciudad de La Vega. Al preguntarle a su esposa Chana, dónde él se encontraba, me dijo que en su aposento, física y mentalmente destruido y cuando lo vi, evidentemente deprimido, traté de saber lo que le sucedía. Me dijo que estaba avergonzado de lo que pasaba en todo el país, asqueado de los crímenes y de la sangre que se estaba derramando a costa de la juventud dominicana. 81
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Dijo esto con tal expresión, que denotaba las huellas de algún suceso que lo hubiera impresionado mucho y al tratar de saber la razón de su actitud, me informó que en la mañana de ese día había sido llamado desde Jarabacoa donde fueron conducidos tres jóvenes expedicionarios capturados en sus inmediaciones y vivamente emocionado, me dijo que se trataba de jóvenes valerosos, altos, fuertes, simpáticos y que ordenó le quitaran las amarras, le buscaran comida y cigarrillos, pero que le ordenaron enviarlos a Constanza, donde están siendo sometidos a tor turas y que luego lo fusilan. Cuando le pregunté sus nombres, el primero que mencionó fue el de Leopoldo Jiménez Nouel y al yo reaccionar con asombro y preguntar: Leopoldo? Me dijo: tú lo conoces? Si, si, le contesté, es sobrino de mi cuñado Germán Brugal, amigo de mi hijo Franklin. Su madre es Luz Nouel y su padre Juan Jiménez Rosa. Ese triste día hablé extensamente con Juan Tomás, le pregunté si él ya contaba con suficientes recursos militares para iniciar una acción destinada a la liberación de la tiranía. Me contestó que solamente contaba con una brigada y media y en tales condiciones, y que con ese apoyo, una acción significaría un suicidio. Ya en el año 1958, lo hemos afirmado antes, se habían hecho contactos para la organización de una conjura y quien escribe llevó al Doctor Homero Hernández Almánzar a la finca de mi primo Modesto Díaz en Villa Mella, para entrevistarse con él y con Juan Tomás y luego en compañía del Doctor Hernández Almánzar, visitó al Licenciado Don Rafael Augusto Sánchez. Después del episodio que me narrara Juan Tomás, debido al estado físico de los expedicionarios, su captura era más frecuente y la gente comentaba muy reservadamente lo que sucedía y asombrada hablaba de los inenarrables sufrimientos a que eran sometidos los héroes. Por esa razón con la necesaria precaución, informé a la familia de Leopoldo y todos deploramos su crítica situación. 82
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Recientemente ha sido publicado el intere sante libro t itulado CONSTANZA, MAMÓN Y ESTERO HONDO(*), y su autor el Ingeniero Anselmo Brache Batista, al narrar el final del grupo Jiménez Moya, afirma que «otros cuatro expedicionarios, disgregados en las proximidades de Jarabacoa, entre La Cabirma y el Corocito, pasaba la carretera de Manabao, con intenciones de seguir a Santiago para reunirse con los otros del desembarco marítimo, llegan hambrientos y exhaustos». Afirma el autor, que el primero en entregarse fue Juan Cárdenas (venezolano), joven de fuerte contextura,» quien informó la disposición de los otros de hacerlo, también. Eran Leopoldo Jiménez Nouel, Alcibíades Tavárez, con un balazo en un glúteo desde Constanza, y Víctor Maynardi Méndez (jovencito cubano)”. Al rededor de la 10 a.m. fueron llevados todos amarrados al local del «Partido Dominicano»... La Señora Lucila Rodríguez de Concepción, abriéndose paso entre las personas que se habían aglomerado allí, llevó sopa para todos. A duras penas consiguió pasársela y esto fue por la humana intervención del General Juan Tomás Díaz, quien a su vez amonestó a un Oficial que propinó una pezcosada a uno de ellos… También le ofrecieron cigarrillos». El autor del libro Brache Batista -agrega- que «la población y las Autoridades se comportaron con dignidad. Al momento de llevarse a los expedicionarios, el pueblo pudo apreciarlos: Estaban con la ropa desgarrada, las botas rotas, los pies hinchados, los ojos hundidos, las manos y el cuerpo con cortaduras, barba de varios días, pelo desaliñado y emocionalmente afectados por el hambre y la situación sicológica... en resumen parecían Cristos. Una actitud similar a ésta la asumió el Genera Díaz cuando Mayobanex Vargas, uno de los pocos sobrevivientes se entregó, hecho que coincidió con la llegada del general Díaz al sitio donde se encontraba el héroe. (*) Fue publicado en 1985 83
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En el libro CONSTANZA, MAIMÓN y ESTERO HONDO se narra que «ordenó a Mayobanex acercarse para hablarle. Vargas sintió temor, luego sorpresa, porque el General lo invitó a sentarse sólo con él debajo de un árbol y preguntó por el estado de salud de sus compañeros de guerrilla. La entrevista terminó cuando le dijo: Ya ustedes están listos. A los que vinieron en barco los liquidaron. Al igual que al grupo de Jiménez Moya. En el momento en que decía la suerte de los compañeros de expedición (Mayobanex) tuvo la impresión de que el General Díaz se iba poniendo triste”. Es necesario exponer que Leopoldo Jiménez Nouel no era nativo de Jarabacoa, como erradamente se ha afirmado. Este joven estudiante, con apenas 18 años de edad, no quiso oír los consejos de sus padres y un día, acompañado de otros quijotes de los ideales patrios, intentando contribuir a la redención de su pueblo esclavizado, voló de Venezuela a Cuba para reunirse a los hombres que desde el exilio, mantuvieron muy en alto la bandera de la libertad, con el calor y el entusiasmo de sus puros sentimientos cívicos. El joven Jiménez Nouel fue el único varón del ejemplar hogar de Juan Jiménez Rosa y Luz Nouel de Jiménez y su inmolación, como la de aquella pléyade de jóvenes que vinieron a ofrendar sus vidas para liberar a la patria, no dejó huellas, desapareció en aquella vorágine de odios, de torturas y de crímenes. Sus familiares no han tenido ni el consuelo de poder derramar lágrimas sobre su tumba se desconoce el destino de sus ilustres despojos. Hemos ofrecido estos datos, para poner de relieve, que diversos te stimonios, consignados en libros sobre los hechos históricos de Constanza, Maimón y Estero Hondo así como el Movimiento del 14 de Junio reflejan la actitud del Gral. Díaz durante un largo período, puesta de manifiesto en la conjura que culminó con la portentosa gesta del 30 de Mayo. 84
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Movimiento 14 de Junio
El 14 de junio de 1959 llegó a la isla mi hermano con sus sueños de libertad, el mismo sueño de todos aquellos jóvenes expedicionarios. Quizás no los vieron realizados en ese momento, pero donde quiera que todos ellos estén, sabrán que fue su gloriosa valentía lo que permitió que otros jóvenes opositores se organizaran. Surge entonces una agrupación bajo el nombre de “14 de junio” (“1J4”) en homenaje a quienes participaron en la expedición de 1959 Este movimiento, integrado por jóvenes intelectuales, llevaba también por bandera el mismo sueño de libertad que había originado aquella gloriosa gesta. Dentro de este nuevo grupo se destaca la valiente participación de las hermanas Mirabal: Minerva, Maria Teresa y Patria conocidas como Las Mariposas. Ellas fueron asesinadas al igual que otros tantos opositores al descubrirse en 1960, la conspiración contra el tirano. Este hecho incrementó el fuerte rechazo que ya empezaba a crecer. Fue entonces cuando se unieron a la conspiración los colaboradores más cercanos y antiguos amigos del dictador. El 30 de mayo de 1961, muere el tirano asesinado.
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Pr atr iota Pree sencia de un P Patr atriota Jessica Arthur Jiménez 12 de agosto del 2005
“ El verdadero héroe no es quien salta los muros, sino quien los derriba ”. Hace días que tengo esta frase en mi cabeza, y la verdad es que esas palabras tienen mucho sentido en mi vida y en la vida de todos nosotros los dominicanos. El pensar que todos podemos llegar a ser aquella persona que luche por cambiar la calidad de vida de los demás, me da la fe y la esperanza de creer que nuestro país tiene un gran futuro con nosotros los jóvenes. Leopoldo Jiménez, es testimonio de cómo los jóvenes pueden trazar diferencias en la vida de un país. La presencia de este héroe, en nuestras vidas, nos da la fuerza para superar las adversidades que ahora se nos presentan y nos da la valentía para conseguir nuestros sueños. El hoy nos llama a cada momento para hacer una diferencia por el mañana, no podemos dejar pasar ese clamor, debemos seguir el ejemplo de nuestros patriotas y seguir buscando siempre la manera de derribar el muro. Nota: Este bello pensamiento conforma la primera página del tabloide que Jessica diseñó para nosotros como un Regalo de Vida. Ver anexo
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En Los V er sos de A ugus eu Ver ersos Augus ugustto Abr Abreu
Augusto Abreu, nació en de Jarabacoa, pueblo de montaña donde nació mi padre y lugar donde fue llevado preso Leopoldo antes de su traslado a San Isidro. Allí, en la sede del Partido Dominicano, Augusto Abreu vio a Leopoldo y al reconocerlo, su corazón se desgarró. Como no podía gritar su furia a los mil vientos, se encerró, tomo lápiz y papel y en la escritura de estos versos dejó expresar su inconformidad con la tiranía. Sólo, luego de la caída de la dictadura, pudo escribir a mis padres y enviarle estos versos, con esta dedicatoria:
«Mi noble aporte para cantarle al gran valiente, al gran patriota. Con este humilde culto quiero rezarle, por nuestras libertades; por su sacrificio!!!» Rafael Augusto Abreu R. Jarabacoa 30 06 59
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25 de Junio Augusto Abreu
Llegó el ocaso tibio y silencioso de aquel día que titila perennemente el que va prendido en pueblo eternamente con broche simbó1ico y glorioso. Ya, con cuatro de tus compañeros, llevando sobre sus hombros erguidos el peso nefando cual quejido de un presentimiento urañero. Más, sin embargo en otros instantes, sonreíste, a tus amigos y a tu pueblo, con tu corazón en duro duelo reíste como reías antes. Sabías, que ibas al martirio más duro, y a tu pueblo demostraste con valentía que tu vida con despego la ofrecías por ver en ella la Libertad, en un cercano futuro. A Leopoldo Quien siempre fue libre.
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Paradigma A sabiendas, de tu muerte, ¡Oh valiente! Sabiendo también que fructificarás tu vida que diste por la libertad, y a la muerte te acercas sereno y valiente. Orto-Rey eres, del día que amanece de esta patria que permaneció a obscura cubierta por e1 cielo de negrura, y con tu recuerdo y tu sacrificio resplandece.
A Leopoldo Quien siempre fue libre.
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Necrología Oh! Leopoldo eres grande e inmortal por tu inconstante inquietud reivindicadora tu naciste con la luz de la libertad con acento heroico y sin par. Tu vida en plena juventud gallarda dulce y cariñosa se aleja estampando de verdades una prosa cumpliendo su misión con exactitud. Leal amigo tierno compañero, quien podrá nunca olvidarte pues tuviste muy pronto que marcharte de la vida en los años primeros. Una corola varonil cubrió tu vida nacida en el escalafón de los inmortales y como el manso correr de nebulosas espaciales fue tu vida, en la constelación dominicana, la preferida. Con pasos ágiles, fuertes y decidido penetraste en aquel templo palacial, allí, hablaste con acento singular relatando la historia que olvidar, no he podido. Pero... ¡Oh que dolor! tu suerte es dura pues esposado te veo amigo mío, rodeado de la muerte que es segura ya caíste, en las manos de los impíos. A Leopoldo Quien siempre fue libre 90
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Liber tador Tu fuiste un águila, volando por lo cierto, para mirar que nuestro incierto fue un poema no más… Ahora, y muerto, ya sabrás………. Simplemente, Te queremos, en agonía, y en alegría. Que andamos contigo en nuestra mente siendo como tu fuiste eternamente has de vivir en nuestras almas todavía. Caíste con limpieza de conciencia, y no fue en vano, por no apoyar la forma del tirano, que nunca la quisiste. Caíste allí, sí, allí en Constanza y fue toda tu esperanza hacer de tus entrañas nuestro pueblo. No fuiste servil, y tu alegría sirvió para acallar nuestra agonía al sentirnos libres con tu duelo. A Leopoldo Quien siempre fue libre 91
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Memorandum Patria de frutos tan nobles, que borda con ellos amores; como bordan los pinos y los robles, las montañas, con sus verdores. Leopoldo, tú fuiste fruto de ese árbol, que te vio crecer bajo su follaje, tú creciste con su miel y su sabor; tú dialogaste con Jarabacoa, en tierno lenguaje. De tierra lejana llegaste un día, ¡A luchar, por tu Quisqueya amada a morir por tu patria idolatrada! con el alma llena de alegría. Tu vida sin importarte nada la ofrendaste con despego y osadía luchando con arrojo y valentía; por ver libre tu patria mancillada. Joven valiente y osado, desafiando el hambre y el frío, calmando su sed en cualquier río, durmiendo en bosque desolado. Hallándose del mundo alejado teniendo por techo al cielo; del olvido cubierto por un velo, con penas, triste y cansado.
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Por Constanza, Leopoldo apareciste, como aparece el sol en las mañanas abriendo de tu corazón las ventanas y tu alma a la patria ofreciste. Tu juventud cual botón al florecer gallarda, patriótica y decidida; cuando en ti comenzó a reír la vida como ríe el sol cuando empieza amanecer. Eres tú retoño venerado inmortal por tu hazaña vehemente, te eternizarás en tu patria por valiente, por tu patriotismo inigualado. Ya te vas; Leopoldo amigo mío, con un adiós que conmueve el alma; Con un -Adiós mi Jarabacoa- llena de calma en un atardecer, triste, luctuoso y sombrío. Y besando una medalla, la que te ofrendó tu madre un día glorioso; te alejas pensativo y pesaroso de tu Jarabacoa, ¡Besando tu medalla! Harás para ti esta patria quisqueyana, un baluarte donde sólo reines tú, proyectando hacia él la luz con los rayos del sol de sus entrañas. Tus huesos inmortales y sacrosantos que hoy emigran ¿no se donde? Los que merecen como Duarte, estar en el Conde, cubierto de gloria, por un manto. 93
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¡Oh! Leopoldo, compañero amigo mío, tu alma de patriota hoy reposa en el corazón de Quisqueya que es fosa para los que mueren como tú, !amigo mío! A Leopoldo Quien siempre fue libre
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Adiós
Tu juventud bañada de nobleza, supo conquistar el aprecio y la simpatía tu alma radiante de alegría. pregonaba inmutable su grandeza. Férreo puente de nuestras libertades en héroe inmortal te convertiste bien tu alma a la patria ofreciste y fue ella como sol de claridades. Ya, ya reposa y un santuario, de albura para ti ha erigido, esta patria que ha querido hacer de tu recuerdo un relicario. A Leopoldo Quien siempre fue libre
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Un Regalo de Vida Nuestra verdadera riqueza no se mide por la cantidad de monedas que poseemos sino por las condiciones que perfilan nuestro desarrollo humano. Entre otras, la bondad, honestidad, amistad, y perseverancia son algunas de nuestras mayores riquezas. Los valores que hemos acumulado en nuestras vidas, son los verdaderos tesoros. “En la medida en que el niño pueda verse como un ser lleno de valores, crecerá seguro y fortalecerá las posibilidades de ser un adulto feliz”. (*) Jessica Arthur Jiménez es una jovencita extraordinaria cuyos valores han germinado y se han fortalecido gracias a las orientaciones que con tanta paciencia y amor pero con la dosis exacta de rectitud y carácter, han sabido fomentar en ella sus padres. Víctor José Arthur Nouel y Blanca Flor Jiménez, han logrado hacer del corazón de Jessica un lugar donde crece la bondad, la amistad, la honestidad y la perseverancia. Bien podría Jessica utilizar su tiempo libre en actividades muy propias y comunes de cualquier adolescente, sin embargo hace cosas que van más allá de simples trivialidades que nada de valor nos dejan. Hechos históricos no es lo que suele llamarse un divertido pasatiempo para una jovencita que aún no cumple sus 18 años. Por eso, he notado con asombro el interés que Jessica ha manifestado por la vida de mi hermano. Ella deseaba hacernos un obsequio que a su vez fuera un tributo para ese primo que la ha llenado de tanto orgullo. Es entonces, en agosto de 2005, cuando concibe la idea de diseñar un tabloide para Leopoldo; regalo que nos ha enternecido y nos ha llenado el alma de agradecimiento y admiración hacia ella. (*) Convenio del Buen Trato de la Fundación Restrepo Barco
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Para la realización del tabloide Jessica contó con la invalorable colaboración de sus amigos que se desempeñaron como columnistas en este bello proyecto. A ellos retribuyo mi agradecimiento transcribiendo textualmente sus reseñas en este particular tabloide.
“Hoy más que nunca me doy cuenta de que tan orgullosa me siento por mi país: República Dominicana. Y ahora entiendo de dónde sale tal sentimiento, sale de jóvenes como Leopoldo Jiménez Nouel, quienes con su lucha han demostrado que el poder está dentro del mismo pueblo. Si tan sólo pudiéramos tomarlo como un ejemplo a seguir, aseguro que la Patria estaría más fuerte de lo que ahora es” Amelia Rizek; 16 años “Es increíble como los sueños si se pueden volver realidad. Y como nosotros los dominicanos y dominicanas somos parte importante de esa realidad. Realidad que soñaban nuestros héroes hace unos cuantos años. Debemos estar muy agradecidos por su trabajo y dedicación en formar el lugar libre en el que hoy vivimos. Leopoldo, muchas gracias donde estés” Daniel Medrano; 17 años “Mi sueño es ser abogado y llevar la justicia siempre por delante, cultivando en cada momento, la sinceridad y el respeto a todos los demás. Veo como otros lo hicieron y me da el valor para seguir con mis metas y defender la obra y el legado de estos héroes. Ellos , junto a Leopoldo han hecho posible en primer lugar que yo pueda vivir en un ambiente democrático y en segundo lugar sembrarnos el clamor de justicia en todas las generaciones dominicanas.” o; 17 años Nor ma n Her r er ero;
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También considero opor tuno hacer refe rencia a la list a d e agradecimientos que Jessica incorpora en su tabloide: El Ciudadano Libre El Estudiante Promisorio La Mujer Autosuficiente El Industrial Solidario El Político Comprometido El Campesino Partícipe El Maestro Fecundo El Culto Excarcelado He querido hacer mención especial a este tabloide porque ha sido una de las más emotivas ofrendas que le hayan profesado a mi hermano. Gracias Jessica por este precioso Regalo de Vida.
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Epílogo 47 Años De spués Después Un día voló mi hermano para alcanzar su sueño. Mamá y papá vivieron momentos de angustias e incertidumbre. Las cartas y fotografías que se recibían de Leopoldo desde el campamento en Cuba, fortalecían su fe haciendo renacer sus esperanzas. La suave brisa de los pinares de Jarabacoa, con tristeza, hicieron llegar al pueblo el rumor de que Leopoldo estaba en las sierras. La noticia conmovió a los moradores. ¡Sabían quien era Leopoldo! ¿Cómo podría olvidar el río al niño que en sus aguas tantas veces se bañó? ¿Cómo olvidar los senderos al niño que, en lomos de un caballo por ellos cabalgó? Quizás también a lo lejos alguna vaca bramó. No era fácil tener noticias. Había que esperar. Y esperó mamá mucho tiempo llorando su desconsuelo, ahogando cada noche su llanto entre sábanas y almohadas porque papá sufría si la veía llorar. El lo hacía también pero en silencio derramando hacia dentro cada una de sus lágrimas. Cayó la dictadura, la puertas de las cárceles se abrieron y con ellas las esperanzas de mamá de que Leopoldo llegara a casa de donde una vez partió. Con cada timbre de la puerta o del teléfono brincaba mamá de alegría al pensar que al abrir, pudiera ver a Leopoldo o escuchar su voz al contestar la llamada. ¡Cuanta desilusión! Nunca vio a Leopoldo al abrir la puerta, nunca escuchó su voz al responder el teléfono. 47 años han pasado y aquellos momentos de desesperación tallaron marcas indelebles en el corazón de mamá.
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Papá murió hace ocho años y se llevó con él, el sabor de su llanto interno. Sólo una vez divisé un par de traviesas lágrimas en sus mejillas que posiblemente, por el cansancio de los años, dejó escapar. Fue aquella tarde cuando sus manos develaron la tarja frente al hospital de Jarabacoa que una vez llevó por nombre el de mi hermano. Mamá, gracias al Señor, está con nosotras. Su profunda pena todavía la acompaña y a veces drena su pesar en angustiosas crisis a causa del intenso dolor que aún se talla en su corazón.
Mamá, Margarita y yo 47 años después. 100
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ANEXOS
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1.- Llegada del Bebé
Fecha de Nacimiento: 31 de marzo de 1941 Hospital Internacional 6:30 pm Madre: Luz Nouel Padre: Juan Jiménez Docto:r R.R. Cohen
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Pr imer os V isita nt Primer imeros Visita isitant ntee s Elías Achecar, Américo Lugo, (su padrino) Lolita Romero, Mercedes Echenique, Delma Mateo, Nieves Rodríguez, Abuelita María, Tía Edelmirita, Tía Cachita Negrín González (su madrina). Y otros más.
Un rizo de su cabello.
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2.- T arjeta de Su Pr imera Comunión Tarjeta Primera
Recuerdo de nuestra Primera Comunión Leopoldo Y Margarita Jiménez Nouel Iglesia N. S. de las Mercedes Ciudad Trujillo R.D. 8 de Diciembre de 1950 105
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3.- Ident ificación del Liceo Andrés B el lo Identificación Bel ello
Carnet del Liceo.
Carnet de la Biblioteca. 106
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4.- P asapor t e Domi nica no Pasapor Dominica nicano
Visa de TranseĂşnte por 6 meses 17 de sep. de 1956.
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5.- Car tas eescr scr itas de sde «Mi scritas desde «Mill Cumbr Cumbree s» en Cuba
Queridos todos: Recibí la carta de mamá fechada el 11 de mayo, la sorpresa fue grande pues tenía unos días que no recibía cartas. Hoy vino Pancho por aquí y estuvimos hablando mucho de uds. Me dice que mamá llora mucho y eso no me gusta y me preocupa. Viejecita a usted misma le pido que me ayude y de la mejor manera, es manteniendo su salud en perfecto estado. No quiero saber que has vuelto a llorar. Tu bien sabes que nunca me gustó verte llorar, además no hay motivos pues todo va a salir bien y pronto estaremos juntos de nuevo, si Dios quiere y la Virgen lo permite. Mis compañeros agradecen tus comuniones al igual que yo pero te piden no te esfuerces mucho porque no quieren que te vayas a enfermar. A papi que estoy contentísimo con el negocio de... 108
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los cochinos y espero en Dios para que marche adelante. A mis hermanitas que las quiero mucho y que me escriban que hace mucho que no lo hacen. De igual manera al par de hermanos flojos Andrés y Telésforo que escriban o renuncio de nuestra hermandad. Besos y abrazos a Bibi, Glencys y flia. A Jesús, el carnicero a Alberto y los muchachos Recuerdos Leopoldo
Querido Papi: Quiero escribirte estas líneas aparte a ti solito, para que veas que tu hijo sabe lo grande y bueno que has sido tu como padre, compañero y hombre conmigo. Espero que tu mismo puedas escribirme dando los pormenores de tus negocios, esto formula una gran preocupación para mi, pero quiero que lo que me digas sea la realidad, pue s desde aquí pudiera ayudar en algo. Besos y abrazos Leo 109
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Car ta con Mot iv o de sus 18 aĂąos Carta Motiv ivo
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6.– Pár raf os de una Car ta de Tío Luís Pr iet o Párraf rafos Priet ieto
Santo Domingo 7 de Febrero de 1962 Mis Queridos Todos: El sólo acontecimiento de volver a llamar por su verdadero y auténtico nombre a la capital de nuestra maltratada pequeña gran Nación es motivo más que suficiente para vivirles agradecidos de todo corazón a aquellos que como ustedes han contribuido con la más preciosa riqueza con que Dios nos premia. Nuestro destino, el de nuestros hijos, así como el de toda la humanidad, nos lleva siempre al mismo sitio del cual no podemos evadirnos….felices aquellos que al cumplir su destino dejan tras de sí la estela que sólo dejan los héroes; aquellos que no tuvieron miedo!!!. Es posible que este razonamiento mío no sea de por sí suficiente para llevar todo el consuelo que ustedes necesitan pero debe serviles de gran consuelo el saber que el reconocimiento del pueblo dominicano hacia tantos valientes está por sobre todas las cosas! Nadie está exento de golpes de esta naturaleza….…...También Humberto e Hilda… 111
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....a ellos (*) les agradecemos que nunca dejaron de visitarnos, ni aĂşn en aquellos momentos en que mantener las relaciones de amistad casi era un delito. A todos deseamos verles esperamos que uds. han de arreglar sus asuntos bien y que como de costumbre juntos compartamos nuestras venturas y desventuras, alegrĂas y tristezas... (*)Nota del autor: Humberto e Hilda FernĂĄndez
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7.- Or igen de L eo poldo Origen Leo eopoldo
Elaborado por mi primo: Víctor José Arthur Nouel.
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e EeEste Libro se terminó de imprimir en los talleres de Editora Corripio, C. por A. Santo Domingo, República Dominicana en agosto del 2006
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