TODOS LOS SANTOS
Porque creo que esa marcha de los ciento cuarenta y cuatro mil (Apocalipsis 7) no es una marcha de individualidades, hoy, al felicitaros, quiero hacerlo con este poema en el que entiendo que ese caminar hacia la santidad pasa por la comuni贸n y la fidelidad al otro, a los otros.
ÂĄQuĂŠ bueno sentir la sombra de un amigo que alivia tu calor!
¡Qué bueno notar los brazos de un amigo rodeando tus hombros! ¡Qué bueno saber que esa sombra te acoge, que esos brazos te animan!!
ÂĄQuĂŠ bueno es encontrar, rompiendo oscuridades, los ojos de un amigo que te inundan de
¡Qué gozo da sentir los pasos de un amigo que quedo, sí, muy quedos, caminan con los tuyos y en el verde alfombrado son caricias al viento!
Y si, pisando, crujen, por nuestros pies holladas, las hojas que cayeron por viento o por oto帽o, hagamos del sonido mel贸dica esperanza que de las ramas cuelguen.
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¡Qué bueno es senti que en la tierra fundimos raíces que nos unen y al cielo nos levant
¡Qué bueno, sí, que lindo es sentirte, mi amigo, es tenerte, mi amigo, es saberte, mi amigo, y, juntos, compartir la luz del infinito filtrada entre los árboles
y ser‌ agua donde se refleja tu rostro y tus ansias, tus sueùos, tus ojos, y el grito de justicia que los montes
¡Qué bueno que tú, amigo, seas árbol que te mires en el espejo claro de la luna indiscreta plateando tus hojas de eternidad azul!
Llamados a ser santos porque Dios es santo
d a d i Felic es
Un abrazo
JosĂŠ
1 noviembr e
TODOS LOS SANTOS