PAPÁ, QUIERO APRENDER A MANEJAR!!
Finalmente llegó ese momento temido en que su hijo adolescente quiere comenzar a conducir, y para los padres llegó el dilema sobre la conveniencia de permitírselo o no. Sabemos que dejarlos aprender a manejar es importante, es otra etapa más en el camino para que se conviertan en adultos, y para ellos es emocionante. Los adolescentes deben ser plenamente conscientes de la responsabilidad de adquieren al ponerse delante del volante, no solo con ellos mismos, sino con sus pasajeros y con las demás personas que transitan por la vía. Deben tener cierto grado de madurez que les impida hacer tonterías al volante y los padres tienen la obligación con su hijo, sus amigos y la humanidad en general, de no soltarle el carro a un muchacho que se comporta como un niño. (Esta observación vale también para las mujeres, no es una cuestión de sexo). Como es un paso que en algún momento hay que dar, resulta fundamental poner algunas reglas que le permitan al joven cierta libertad pero que también les den a los padres un poco de seguridad, poner unos límites para evitar en lo posible que sufran un accidente. - Haga prácticas supervisadas: Las escuelas de conducción juegan un papel fundamental, no solo a la hora de que un profesional le enseñe las técnicas y la teoría básica, sino también porque son un requisito para obtener el pase. Sin embargo los padres pueden apoyar a sus hijos en este proceso formativo, ayudarles a que adquieran seguridad y confianza al volante preparando una serie de prácticas en diversas condiciones, como manejar con lluvia, en la noche o por una vía no pavimentada, de manera que vayan superando retos. - No mezclar alcohol y volante: Esta es una de las reglas básicas a la hora de permitir que su hijo adolescente comience a conducir. Desde el comienzo debe tener muy claro que es una mezcla peligrosa además de ilegal, intente que le queden muy claras las consecuencias del manejo bajo los efectos del alcohol. Hágale prometer que si bebe lo va a llamar para que usted lo recoja, o que va a dejar el carro y coger un taxi, o a llamar a un conductor elegido (y asegúrele que esto no tendrá consecuencias como castigos o regaños). También déjele muy claro que si incumple esta norma, aunque no sufra un accidente o le pongan una multa, usted le va a quitar el acceso al vehículo por un tiempo determinado y no haga concesiones en este punto. - De ejemplo. Cuando un joven aprende a conducir se fija mucho en lo que hacen los demás en la vía, así que ustedes deberán predicar con el ejemplo y respetar las medidas de seguridad al manejar y evitar cometer infracciones de tránsito. - Celular y volante, tampoco. Esto es como el caso del alcohol, en Internet hay montones de videos o de noticias del estilo “su última foto de Facebook antes de perder la vida al volante” o “murió por ir chateando con el celular” y cosas por el estilo. Recuérdele que cualquier pequeña distracción a la hora de manejar puede ser fatal. - Determine un plazo para que lleve a sus amigos. Los adolescentes van más seguros cuando van solos o con la familia en el carro, especialmente si los acompaña un conductor experimentado que les pueda ir señalando fallos y ayudándolos a desarrollar buenos hábitos de manejo. En este caso los amigos pueden representar una gran distracción, así que no debe permitirle llevar pasajeros hasta que tenga bastante destreza al volante, no solo por su seguridad sino por la de ellos.
Estas son por lo menos las bases para que los padres les autoricen a sus hijos a ponerse delante de un volante, a partir de ellas pueden ser tan laxos o tan estrictos como lo consideren necesario, teniendo siempre presente que un carro es una mรกquina potente y que un conductor novato es mรกs propenso a sufrir un accidente.