4 RAZONES POR LAS QUE LOS AMORTIGUADORES EN BOGOTÁ SE DAÑAN CON MÁS FRECUENCIA
La suspensión es uno de los elementos que más sufren en nuestras vías, los amortiguadores en Bogotá seguramente se deben cambiar con mayor frecuencia que en otras ciudades por la cantidad de huecos y pavimento en mal estado por toda la capital. Los automóviles están diseñados y fabricados para movilizarse principalmente por caminos en buen estado, aunque muchos son capaces de resistir pavimento en peores condiciones y unos pocos están pensados para ser usados en condiciones extremas. Vea también 6 razones para hacer un cambio de amortiguadores. Es inevitable que los amortiguadores en Bogotá sufran un desgaste mayor en poco tiempo, pues se encargan de evitar la transmisión de vibraciones al absorber la energía cinética del movimiento y la que se genera por los golpes. Las condiciones que dañan más frecuentemente los amortiguadores en Bogotá son: - Policías acostados y resonadores. Nuestra ciudad cada vez tiene más policías acostados y resonadores, los encontramos antes de una zona escolar o en las calles y esquinas donde es necesario reducir la velocidad; cuando conducimos de manera agresiva y los pasamos demasiado rápido, estaremos reduciendo la vida de los amortiguadores casi en un 50%. El aceite del interior de los amortiguadores es el encargado de disipar la energía cuando conducimos sobre estos obstáculos, pero se va deteriorando con el uso y pierde su eficacia. - Huecos en la vía. Los huecos y las imperfecciones del asfalto son los responsables de la mayoría de los daños de los amortiguadores en Bogotá, cuando nuestro carro cae con fuerza en un agujero suelen dañarse e incluso fracturarse. Lo ideal sería conducir siempre a baja velocidad para evitar todos los baches del camino, pero como no nos gusta circular como tortugas, es importante llevar el carro al menos una vez al año para que revisen todo el sistema de suspensión. Una recomendación para cuando veamos un hueco de gran tamaño que no podemos esquivar es frenar cuando nos acerquemos pero soltar el freno antes de cruzarlo, porque los amortiguadores no están preparados para soportar al mismo tiempo el bache y la frenada. - Andenes. Los amortiguadores en Bogotá deben soportar que algunas veces por salir de un trancón, por intentar encontrar un sitio para estacionar o por esquivar algún obstáculo en la vía, podemos darnos un fuerte golpe contra el andén, haciendo que se dañen. - Tipo de conducción. Siempre hemos oído que la persona que aprende a manejar en Bogotá es capaz de defenderse en cualquier carretera del mundo, porque conducimos de forma defensiva y brusca; aceleramos y frenamos constantemente, vamos a velocidad alta y la reducimos repentinamente y nos desplazamos en zigzag al mismo tiempo que hacemos todo lo anterior. Por esta forma de conducir, los amortiguadores en Bogotá tienen una vida útil más corta que en ciudades donde el tráfico es más ordenado y no hay tantos trancones.