LAS BUJÍAS TE AVISAN SI TIENES DAÑOS EN EL MOTOR (Segunda parte)
Ya sabemos que las bujías son las encargadas de encender la mezcla en los cilindros del motor y le dan potencia al automóvil, su estado nos dice mucho sobre las posibles averías de nuestro carro y solamente con observarlas podemos hacernos una idea de cuáles son. Como la lista de los estados de las bujías es demasiado largo para un solo artículo, ya tenemos una primera parte. En esta vamos a terminar de enumerarlos para que al observarlas nos hagamos una idea de lo que puede estar fallando en nuestro motor. - Rotura. Veremos la punta de porcelana de las bujías rota, incompleta o rajada, sentiremos que el motor no rinde lo suficiente y falla en toda la gama de revoluciones. Causada por una subida o descenso muy brusco de la temperatura, es uno de los peores síntomas que podemos tener en una bujía, porque si la porcelana se desprende puede dañar los cilindros, las válvulas y los pistones, una reparación que nos saldrá muy costosa. - Fundidos. Veremos ampollas y los electrodos quemados o derretidos, con síntomas evidentes de recalentamiento. Notaremos una pérdida importante de potencia del motor y la temperatura del agua y el aceite estará muy elevada. Se pueden fundir los electrodos porque hay depósitos ardiendo en la cámara de combustión, porque el sistema de enfriamiento o el de escape están obstruidos, porque la especificación de calor de las bujías no es apropiada o el tiempo de encendido está excesivamente adelantado. - Deformación. La zona de combustión de las bujías se verá rota o deformada, acompañado de fallas a la hora de encender el carro. Esta deformación puede originarse por la presencia de cuerpos extraños en la cámara de combustión, también puede ser que la bujía sea la incorrecta para ese motor o quedó mal instalada. - Óxido. Los electrodos presentan óxido e incluso cuando el problema es extremo se ven de color verdoso. El salto de la chispa es muy débil y la explosión no se produce con potencia, el motor no funciona correctamente. El óxido en las bujías puede aparecer por el uso de combustibles de mala calidad, por dejar de usar el carro durante un tiempo excesivamente prolongado, o cuando está en ambientes húmedos por un largo periodo. - Desgaste anormal. Los electrodos se verán completamente desgastados en la zona del salto de la chispa, dejando una gran distancia entre ambos. Tendremos problemas para arrancar, sentiremos unas falsas combustiones al acelerar y notaremos pérdida de potencia en el motor. Las bujías se desgastan por la corrosión, la oxidación o por una reacción con el plomo existente en algunas gasolinas. Cuando no las cambiamos a tiempo, podemos tener daños en otros componentes del sistema de ignición, cables eléctricos, las bobinas o el distribuidor. - Manchas grises o negras. La zona de combustión de la bujía tiene manchas grises o negras, en casos graves el extremo de encendido del aislante está roto y se transfiere metal del electrodo central al lateral. Sentiremos que se producen detonaciones en el motor.
Estas manchas pueden ser debidas a una sincronización de encendido demasiado avanzada, a que el combustible tiene un octanaje demasiado bajo o a un problema de funcionamiento del sistema de emisión de gases. Como podemos ver, las bujías son un gran medidor del estado del motor, por eso es importante que las revisemos al menos una vez al año. Además deben ser las adecuadas para nuestro carro y debemos vigilar el tipo de gasolina que usamos. Por: Adriana Gutiérrez