Cómo funciona el sistema de inyección Hasta la crisis del petróleo de los años setenta, los fabricantes no sentían la necesidad de reducir la dependencia de los combustibles fósiles, pero a partir de ese momento se dieron cuenta de la importancia que tenía modificar los motores y uno de esos cambios llegó con el sistema de inyección. Desde su concepción, el sistema de inyección ha ido evolucionando para que nuestro carro nos brinde un consumo más eficiente, un mayor rendimiento del motor, mejor arranque y calentamiento del motor y además contamine menos. Para qué sirve el sistema de inyección Es un sistema de alimentación para los motores de combustión interna que permite dosificar mejor el combustible para la mezcla, haciendo que los motores sean más eficientes y potentes que los que funcionan con carburador en el caso de los vehículos que trabajan con gasolina, ya que los diésel siempre han usado la inyección. Cómo funciona el sistema de inyección Básicamente el sistema tiene una bomba eléctrica que coge el combustible del tanque, lo pasa a través de un filtro hasta una zona donde hay un regulador que estabiliza la presión con la que ha salido del tanque. En esa zona o galería sale el carburante para alimentar al inyector de arranque en frío y lo manda a presión hasta el motor para distribuirlo en cada cilindro. El combustible se dispara hacia el colector o puerto de entrada por medio de un inyector. El combustible sale del inyector pulverizado y se combina con el aire que pasa por el colector de entrada y así la mezcla entra en la cámara de combustión. La cantidad de carburante que se inyecta depende de la masa de aire que el motor aspira y que se mide con un caudalímetro de trampilla y una sonda de temperatura que informan a la unidad de control del sistema para que calcule el tiempo que deben estar abiertos los inyectores en cada ciclo del motor y la frecuencia de su apertura según la velocidad. Para disminuir el consumo y las emisiones contaminantes hay una mariposa en el acelerador que tiene un interruptor para cortar la inyección del combustible en las retenciones del motor. También hay un sensor de oxígeno que se ajusta al sistema de escape y que sirve para detectar si la mezcla es pobre o rica, de manera que envía una señal para saber la cantidad de combustible que debe inyectarse al motor. Todo este proceso se controla con un mapa de inyección, que puede llevar una sola cartografía o varias, dependiendo de la tecnología que utilice el vehículo, este mapa usa unos parámetros base que definen la carga motor y que en los motores de gasolina son la presión o caudal de aire de admisión y el régimen del motor, dando como resultado un tiempo de inyección. También utilizan parámetros de corrección como la temperatura del motor, la posición de la mariposa del acelerador y el sensor de oxígeno. Los mapas de inyección actuales tienen diferentes cartografías para cada etapa del motor, incluso algunas diseñadas para funcionar si se detecta un fallo en el sistema, de manera que el conductor pueda llegar hasta el taller sin dañar el motor.
A partir de esta base, hay diferentes tipos de sistemas de inyección, que depende de la ubicación de los inyectores, de su número y de las veces que inyectan el combustible. También los mecanismos de inyección pueden ser mecánicos, electromecánicos o electrónicos. Por: Adriana Gutiérrez