Cómo saber si el motor de arranque tiene un fallo Esta pieza es la encargada de hacer que el de combustión comience a funcionar, su trabajo es recibir durante algunos segundos un impulso eléctrico que le envía la batería. En "El electromagnetismo del motor de arranque" podemos ver sus partes y funcionamiento. Un motor de arranque con una avería seguramente nos impedirá encender el carro, lo bueno es que nos irá avisando que tiene problemas antes de sufrir una avería total, por eso debemos prestar atención a los siguientes síntomas. Dificultad para arrancar Ponemos la llave y la giramos y tenemos que hacer varios intentos antes de lograr que el vehículo se ponga en funcionamiento. Si nuestro carro lleva un buen mantenimiento no tendría ninguna razón para tardarse en encender, el arranque debe ser a la primera y de forma suave y directa. Así que será necesario pasarnos por el taller a revisar esta pieza. Ruido Cuando oímos un ruido extraño al encender el carro, es porque el motor de arranque está presentando desgastes y si estamos atentos a todos los sonidos que presenta nuestro vehículo, podremos saber que la pieza está a punto de sufrir una avería total. Mal arranque con frío Las bajas temperaturas son enemigas de muchas piezas de nuestro carro, entre ellas el motor de arranque, así que si después de una noche especialmente fría tenemos problemas para poner en marcha el vehículo, es hora de llevarlo a revisar, porque la situación va a empeorar. No pasa nada Si giramos la llave y no hay ningún sonido y el carro no arranca, es porque la avería ya es total y tendremos que llamar a una grúa. Averías del motor de arranque Una de las primeras causas es que las conexiones del circuito de arranque estén flojas, sucias o se hayan soltado. Otra opción puede ser que los fusibles no funcionen y no se envíe la tensión suficiente. Podemos usar un voltímetro al borne exterior del motor de arranque y si está por debajo de los 12v, hemos encontrado el problema. También puede ser que el rotor del motor de arranque se haya trabado por la suciedad acumulada, será suficiente con abrirlo y limpiarlo. Otra causa será una corona desgastada que no encaje con precisión en el volante de inercia, o unas escobillas deterioradas por el roce al que están expuestas. Puede ser que el relé esté averiado y tengamos que desmontarlo y cambiarlo por uno nuevo. Sin importar cuál sea la causa, es necesario que vayamos al taller en cuanto notemos algunos de los primeros síntomas de daño, porque si nos descuidamos llegará el momento en que el vehículo simplemente no encenderá. Por. Adriana Gutiérrez