Cambio de correa de distribución El cambio de correa de distribución probablemente es uno de los mantenimientos más costosos del vehículo, también uno de los más importantes porque su rotura puede hacer que el motor quede en pérdida total. Su función es sincronizar el funcionamiento del motor en general, por eso su mantenimiento es necesario y su rotura es una pesadilla, afectando válvulas, pistones y muchas otras piezas del motor. Cuando cambiarla Cada modelo tiene un tiempo fijado por el fabricante para realizar el cambio de correa de distribución, la clave está en el manual del propietario donde nos indican el máximo kilometraje al que debe hacerse, que oscila entre los 60.000 y los 160.000 kilómetros. Aunque tiene una vida útil relativamente larga, hay factores como las temperaturas extremas o una conducción urbana reiterada que pueden hacer que dure menos tiempo del que debería, por lo que es aconsejable comenzar a revisarla cuando falten unos 20.000 kilómetros sobre lo marcado por el fabricante. Porqué es un mantenimiento costoso El cambio de la correa de distribución es un mantenimiento costoso debido a la complejidad del trabajo, normalmente requiere retirar muchas piezas del motor, como la correa de accesorios y las protecciones de la distribución o incluso el frontal del vehículo. Posteriormente se deben bloquear las poleas, girar el motor con el tornillo del cigüeñal hasta que esté completamente alineado y marcar la posición de las poleas para volverlas a poner, luego se tiene que aflojar el rodillo tensor que puede ser de tensión automática, de resorte, o con elevador hidráulico o manual. El siguiente paso en un cambio de correa de distribución consiste en sacar la correa, quitar los rodillos tensores y de enrollado y retirar la bomba de agua (deberíamos aprovechar y cambiarla también). Después de cambiar la bomba de agua (si es el caso), se montan los rodillos y se instala la correa fijándose en las marcas realizadas para poder realinearla, luego se ajusta la tensión del rodillo y se le dan varios giros al motor con el tornillo del cigüeñal. Se ponen la protección y la correa de accesorios y si cambiamos la bomba de agua habrá que purgar el líquido de refrigeración, después habrá que probar la correa de distribución encendiendo el vehículo para ver si está bien tensada y volver a poner la llanta o el frontal del vehículo. El cambio de correa de distribución implica una manipulación del motor, un mantenimiento que lleva mucho tiempo y debe realizarse con mucha precisión para que quede perfectamente montada y con la tensión necesaria. Por. Adriana Gutiérrez