Consecuencias de un mal cambio de aceite Cambiar el aceite del carro puede parecer una tarea muy sencilla, así que por ahorrarse unos pesos hay muchos que lo intentan por su cuenta o lo llevan a cualquier sitio, pero un mal cambio de aceite puede traer averías graves para nuestro motor. Si hay un elemento que sea esencial para el buen funcionamiento de nuestro carro, es el aceite de motor, que se va gastando y ensuciando a medida que pasa el tiempo, por eso entre los mantenimientos básicos de todo automóvil está el cambio de aceite y su filtro. Al hacer un cambio de aceite hay varias cosas que pueden salir mal, por ejemplo: Cantidad de aceite Cada carro lleva estipulado por su fabricante una cantidad determinada de aceite, para medirlo debemos tener el motor frío, sacar la varilla del depósito, limpiarla y volverla a meter. La mancha de aceite debe quedar entre las marcas de máximo y mínimo que tiene la varilla. En el caso del aceite, no debe haber muy poco ni demasiado. Pasarnos del máximo que requiere nuestro carro puede provocar un aumento excesivo de la temperatura en el cárter que termina por reducir la vida útil del motor. También es posible que el exceso de aceite salpique los cilindros y se queme, aumentando los residuos en la cámara de combustión afectando la mecánica del carro. Con el exceso, el aceite también puede airearse más de lo necesario y al moverse el cigüeñal genera una espuma y se deteriora, de manera que no lubricará adecuadamente y recalentará el motor. Otra consecuencia de pasarnos del nivel máximo de aceite es que podemos engrasar las bujías y dañar su funcionamiento. Si por el contrario ponemos muy poco al hacer el cambio de aceite, podemos terminar perdiendo el motor por falta de lubricación. Aceite equivocado Cada fabricante marca el tipo de aceite que debe llevar nuestro motor, tienen especificaciones sobre su viscosidad y normativa, así que poner un aceite equivocado también puede terminar acortando la vida del motor drásticamente. El aceite equivocado puede que no soporte las exigencias del propulsor y generar espuma, grumos o disoluciones que obstruyen los conductos de lubricación o le hacen perder las propiedades antifricción, lo que puede hacer que los pistones se dañen y se rompa el motor. Si tenemos un carro diésel con filtro antipartículas debemos ser especialmente cuidadosos a la hora de hacer un cambio de aceite, porque en este caso las especificaciones del lubricante exigen que mantenga sus propiedades a pesar de tener un elevado nivel de cenizas y combustible diluido en él. Una avería del filtro antipartículas es terriblemente costosa. Otra consecuencia puede ser que el turbo se rompa si el aceite no tiene buen aguante frente a las altas temperaturas y se carboniza o genera espuma, otra avería que nos saldría bastante cara.
Muchos vehículos modernos de diésel con inyección de bomba pueden sufrir un desgaste de los árboles de levas si no se usa el aceite correcto, además pueden dañarse también las válvulas y nuevamente nos veremos pagando una cantidad impresionante de dinero por la avería. Problemas con los filtros Es posible que el filtro de aceite no quede conectado o que salte al no poder soportar la presión por poner las roscas equivocadas, esto hará que perdamos todo el aceite y comience a dañarse la biela y directamente dejarnos sin motor por falta de lubricación. Cómo saber que hubo un mal cambio de aceite Desafortunadamente nos daremos cuenta del problema con el cambio de aceite o los filtros cuando probablemente ya sea demasiado tarde, o sea cuando el motor comience a hacer ruido, botar humo y se encienda el piloto del aceite y alguno más. Lo más inteligente es apagar el carro inmediatamente y llamar a la grúa, a ver si así se minimizan los daños. Si el cambio lo hicieron en un taller, para poder reclamar debemos pedir factura y que se especifique el aceite y el filtro que le pusieron. Por: Adriana Gutiérrez