CONSEJOS ANTES DE COMPRAR UN AUTO USADO
Comprar un auto usado siempre será un tema complicado, dejando aparte el color, la marca y el precio, siempre nos arriesgamos a que no esté en las condiciones adecuadas y terminemos invirtiendo más dinero del que podemos permitirnos. Hay muchos factores que tenemos que considerar, desde el estado de la latonería hasta que los papeles estén en regla, debemos que ser muy cuidadosos a la hora de elegir, pues muchos defectos o desperfectos pueden camuflarse y terminamos comprando un carro que ha sido completamente reparado después de un grave accidente o con grandes problemas mecánicos. Cuando ya tengamos la decisión tomada y antes de cerrar el negocio, es conveniente que lo llevemos a nuestro taller de confianza para una revisión a fondo, pero antes de eso podemos fijarnos en ciertos detalles que harán más fácil nuestro proceso de compra. Motor. Cuando estemos probando el carro, lo primero que debemos hacer es asegurarnos de que no esté vibrando ni oigamos ruidos extraños. Dentro del motor hay varios factores que debemos verificar: - Radiador: No debe estar oxidado ni mostrar marcas de corrosión, cuando aún esté caliente podemos tocarlo para ver si hay puntos mucho más fríos que puedan indicar una obstrucción, teniendo en cuenta que debe haber más calor cerca a la entrada y menos cerca a la salida, esto también nos servirá para comprobar que no tiene fugas. - Mangueras. Las mangueras no pueden estar hinchadas o agrietadas, debemos fijarnos que no haya ninguna rota, que no tengan fugas y que las abrazaderas que las unen a las diferentes piezas estén ajustadas. - Compresión. La compresión del motor de un vehículo debe estar por encima de los 100 psi, normalmente es una de las verificaciones que se realizan en el taller, aunque la podemos hacer nosotros mismos si tenemos un manómetro. - Bandas y correas. Tenemos correas en el compresor de aire acondicionado, en la bomba de dirección, en el alternador y en la bomba de agua. Hay que inspeccionarlas pellizcándolas, apretándolas y girándolas para buscar grietas, desgastes, fracturas o zonas más frágiles que otras. También podemos examinar si tiente acumulación de depósitos de goma en las poleas y áreas desgastadas en las que se pueda enganchar la banda y hacer que se rompa. -Humo. Mirar el color del humo que sale por el tubo de escape, si es azul, blanco o negro es mejor descartar ese carro inmediatamente porque puede tener daños en el motor que nos van a salir muy costosos. - Frenos. Comprobar el recorrido del pedal, vigilar que no se vaya de lado, el frenado debe ser silencioso y rápido. Realizar una frenada de emergencia y verificar su eficacia. - Transmisión. Si al girar y acelerar oímos chasquidos es que hay problemas con la transmisión, fijarnos en el recorrido, los ruidos y el tacto del pedal de embrague, además los cambios deben entrar bien y no forzados. Tanto para la caja manual como la automática, debemos verificar el nivel de aceite y su color, en el caso de la manual, el líquido debe ser dorado; para la automática debe ser rojo cereza, si es oscuro o marrón, no está en buenas condiciones.
- Descuadre. Para ver si el carro está descuadrado, podemos mojar las llantas y mover unos metros el vehículo, deben marcarse solamente dos huellas y no cuatro. - Bujías. Mirar las puntas de las bujías, pues nos pueden dar mucha información sobre el estado del motor, su aspecto normal debe ser recubierto de depósitos marrones o grisáceos. No deben tener residuos de impurezas, depósitos de carbón, de aceite, no pueden estar blancas, vidriosas o brillantes, quemadas, rotas, oxidadas o desgastadas, ni mojadas. Suspensión. Verificar que las llantas tengan el mismo desgaste por ambos lados, también empujar con fuerza la carrocería encima de cada rueda y soltar, si rebota es que los amortiguadores no están en óptimas condiciones. El carro no debe ser ruidoso, ni brincar al pasar por topes, la sensación debe ser suave y firme. Kilometraje. Si el auto que vamos a comprar ha pasado de los 80.000 kilómetros, debemos hacer una revisión más detallada del motor con el apoyo de nuestro taller de confianza, porque el paso del tiempo y el desgaste natural de las piezas pueden hacer que nos encontremos con algunas sorpresas no deseadas. Pintura. Debemos revisarla al sol y no con luces artificiales que puedan ocultar ciertos defectos, fijarnos en que no tenga demasiados rasguños y mirar si hay diferencias en la tonalidad de alguna zona, tocar las molduras, el baúl y las puertas para identificar rastros de pasta. Rastros de fuga. Mirar debajo del motor del carro para verificar que no tenga goteo de agua, aceite o anticongelante. Llantas. Debemos mirar si están más desgastadas de forma irregular, porque eso puede ser síntoma de problemas de alineación o desajustes mecánicos, fijarnos que no tengan protuberancias en la parte lateral que comprometan la estructura y su adecuado funcionamiento o que no estén torcidas. Interiores. Mirar que no tenga corrosión en los marcos de las puertas, del baúl, debajo de las alfombras y de la llanta de repuesto, verificar que las ventanas y puertas funcionen bien, que no tengan marcas de soldadura reciente en las bisagras, revisar el estado de la tapicería, de los pedales, el timón, la radio, las luces del tablero, la calefacción, el aire acondicionado y el techo, además asegurarnos que no huela a humedad o gasolina. Sistema eléctrico. Fijarnos en que todas las luces enciendan y que estén alineadas, encender el aire acondicionado y el limpia parabrisas, subir y bajar los vidrios eléctricos, revisar que las luces del tablero enciendan, así descartamos que tenga algún fusible dañado.
Siguiendo estas pautas podremos realizar una compra inteligente y segura de un automĂłvil de segunda mano, aunque no debemos olvidarnos de hacer un peritaje que nos confirme nuestra elecciĂłn. Por: Adriana GutiĂŠrrez