¿Cuánto tiempo funcionan los sensores del carro? Los vehículos cada vez tienen un mayor número de sensores para diferentes tareas, algunos los veremos reflejados en los testigos del tablero y otros pasarán como códigos de error al computador de abordo. La función general de los sensores es hacer que la conducción sea cada vez más sencilla y más cómoda para el conductor, se encargan de optimizar tareas relacionadas con muchos de los sistemas del vehículo, desde el confort del habitáculo hasta el consumo de combustible. Los sensores básicamente son resistencias que reaccionan dependiendo del calor o la presión. Son pequeños elementos preparados para soportar temperaturas extremas, humedad, polvo, productos químicos o campos electromagnéticos. Los diferentes sensores del vehículo como el caudalímetro, los de temperatura, presión, la sonda lambda, los indicadores de flujo de aire, los de detonación, de revoluciones y demás, toman una información física o química, la filtran y la convierten en datos electrónicos que envían a la unidad de control. Estas lecturas permitirán detectar cambios en el funcionamiento, de manera que el sistema electrónico nos avisará encendiendo los testigos del tablero o enviando los códigos de error. Cuánto tiempo funcionan La vida útil de la mayoría de los sensores no se calcula en términos de kilómetros o años y muchos no forman parte de un plan de mantenimiento preventivo. Están diseñados para durar y aguantar condiciones extremas, pero eso no quiere decir que sean a prueba de averías o que no debamos cambiarlos en algún momento. Cuando un sensor deja de funcionar, se altera la información recopilada que se envía a la unidad de control y puede llegar a afectar el funcionamiento del motor, que se reflejará por ejemplo en una pérdida de potencia o incluso el vehículo no podrá arrancarse. Hay factores externos que pueden causar averías en diferentes sensores, por ejemplo el de temperatura se pega en un extremo o se bloquea cuando le cae encima el chorro de agua fría del lavado del motor. El sensor de oxígeno puede comenzar a dar problemas porque los residuos de la combustión se van quedando pegados en el cabezal y los datos entregados dejarán de ser fiables. El sensor de frenada puede quedarse atorado en una posición y dejar de pasar información a la unidad de control, de manera que no sabrá si se frena en determinado momento. Los sensores eléctricos que tienen una resistencia encargada de transmitir la señal, pueden quedar incomunicados si esa resistencia se funde. Las variaciones de voltaje pueden hacer que fallen los sensores electrónicos, los conectores pueden sufrir desconexiones y la humedad los afecta en gran medida. Cuando notemos que un sensor está fallando, debemos sustituirlo a la menor brevedad posible, porque podemos ocasionar graves fallos en el motor o en cualquiera de los sistemas que se monitorizan, ya que se estarán entregando datos erróneos al computador de abordo. Por: Adriana Gutiérrez