Fusibles, cuáles son y cómo cambiarlos Los fusibles están entre las piezas más pequeñas y económicas del carro, pero su función es fundamental como dispositivos de seguridad para proteger los diferentes sistemas eléctricos y evitar averías graves. Cuando se presenta una sobrecarga de voltaje, los fusibles interrumpen el paso de corriente para que sistemas como las luces, la radio o las ventanas no sufran daños que después nos pueden salir costosos. Pero esas subidas de voltaje hacen que se fundan, por eso los vehículos vienen equipados con un juego de fusibles marcados con el amperaje que soportan, para que los podamos cambiar fácilmente. Tipos de fusibles Los fusibles se caracterizan por la cantidad de amperios que pueden soportar dependiendo del sistema que deben proteger. Los vemos como unas piezas metálicas recubiertas de plástico de diferentes colores y marcados con el número de amperios que resisten: Naranja. Soportan hasta 5 amperios, se encargan de proteger sistemas como el sensor de parqueo, la alarma, el pito y los airbags. Rojo. Llegan hasta 10 amperios, sirven para las luces, el sistema de sonido y el bloqueo de las puertas. Azul. Los fusibles azules aguantan hasta 15 amperios, se usan para los limpiaparabrisas, la bomba de combustible, el reloj y las luces de freno. Amarillo. Son los de 20 amperios, sirven para la calefacción, el encendedor, el sunroof y los asientos calefactables. Transparente. Soportan hasta 25 amperios y protegen el motor de arranque. Verde. Los verdes van hasta 30 amperios y sirven para el aire acondicionado. Naranja oscuro. Son los de mayor amperaje, soportan hasta 40 y sirven para el motor que levanta las ventanas. La cantidad y distribución de fusibles dependen de los sistemas eléctricos que el vehículo incorpore, incluso hay modelos que tienen más de una caja por el gran número de elementos eléctricos que llevan y otros tienen solamente los imprescindibles al estar menos equipados. Cómo cambiar los fusibles El primer paso será localizar la caja de fusibles, pues no siempre se encuentra en el mismo sitio, aunque los habituales son bajo el volante o en la zona que separa el tablero de instrumentos y la puerta del conductor, pero para saberlo con certeza debemos mirar el manual del conductor. La caja suele tener un mapa que indica su ubicación y el sistema al que corresponden, con su color y amperaje para hacer más fácil la tarea de cambiarlos, de lo contrario podemos encontrarlo en el manual del conductor.
Para saber cuál está fundido, debemos retirarlos con las pinzas que se encuentran en la tapa de la caja de fusibles y mirar el filamento a contraluz para ver si está roto, en algunas ocasiones el protector estará ennegrecido. Reemplazarlo con el fusible nuevo, poniéndolo en el hueco con mucho cuidado y volver a poner la tapa de la caja que sirve como protección. Debemos estar muy atentos al amperaje, porque poner un fusible mayor al que debe llevar puede ocasionar una avería grave en el sistema que protege. Atención a los fusibles fundidos Aunque un pico de tensión puede darse en cualquier momento, si reemplazamos el fusible y se vuelve a fundir al poco tiempo, seguramente tenemos una avería más grave ocasionada por un cortocircuito y tendremos que llevar nuestro carro a reparación. Una caja con fusibles de repuesto no es costosa y deberíamos mantener una entre nuestro equipo básico de reparación del carro, teniendo en cuenta que el sistema que protege dejará de funcionar si no lo cambiamos. Por. Adriana Gutiérrez