JUEGOS TRADICIONALES PARA VIAJAR POR CARRETERA Los viajes largos por carretera pueden resultar muy aburridos, especialmente para los niños. Las típicas preguntas sobre el tiempo que falta para llegar se repiten casi desde el comienzo del trayecto y aunque la tecnología viene en nuestra ayuda para entretenerlos, nada mejor que rescatar los juegos tradicionales. Los que no somos nativos digitales recordamos perfectamente los viajes de nuestra infancia, cuando nuestros padres tenían que usar mucho su imaginación para inventarse juegos para hacer que el trayecto resultara más ameno, como los siguientes. El alfabeto. Los juegos con el alfabeto consisten en elegir un tema como cantantes, ciudades o comidas y una letra del alfabeto para que cada uno diga una palabra sobre el tema con esa letra. El entretenimiento puede dar para largo y es posible plantear premios como dulces al final de la partida. Inventar cuentos. La idea es que una persona comience un cuento con una frase del estilo: "había una vez un gato en un tejado" y señale al que debe continuar con la siguiente línea, así los demás van agregando sus propias frases hasta terminar con una historia inventada entre todos. Pichirilo me cubro. Este es uno de esos juegos que ha pasado de una generación a otra, se trata de que el primero que vea a su alrededor un Volkswagen escarabajo puede pellizcar o dar un golpe al que tiene al lado mientras dice "pichirilo me cubro". Aunque como cada vez se ven menos modelos de este vehículo, tal vez sea necesario cambiarlo por otro. Animales a la vista. Este es uno de los juegos en los que se recomienda que el conductor no participe y los demás pasajeros disfruten de los paisajes de la carretera. La idea es que cada equipo o persona escoja un lado del carro y luego elijan un animal como vacas, burros o caballos. Cuando alguien vea ese animal por su lado del carro, deberá señalarlo y se anotará un punto para su equipo, pero si lo ve primero alguien por la ventana opuesta y lo canta antes, ganará dos puntos. Las placas. Uno de los juegos más sencillos, consiste en elegir un número para cada persona o hacer dos equipos para pares e impares. Se debe estar atentos y mirar la última cifra de la matrícula de los vehículos que vienen de frente y llevar un marcador, el ganador será el primero que vea 10, 20 o el que más puntos tenga hasta llegar a la siguiente parada. El silencio es oro. Cuando estemos cansados de los demás juegos, este puede resultar muy agradable, porque la idea es ver quién puede estar en silencio durante más tiempo después de llevar un rato cantando y hablando. El premio debe ser importante para lograr que los niños se queden callados, por ejemplo acostarse más tarde o pasar más tiempo en la piscina.
Con un poco de creatividad se pueden reducir las peleas entre los niños y reducir el estrés y la impaciencia que sienten por llegar a su destino, estos juegos tradicionales nos permitirán pasar el trayecto divirtiéndonos en familia y no pegados cada uno a una pantalla de teléfono. Por. Adriana Gutiérrez