ZONA C: REFUGIO GASTRONÓMICO La cocina es el lugar de los sabores, las especias, los olores y los secretos. Pero también de las sorpresas, la alquimia, los colores y las memorias. La Zona C, La Candelaria reúne en un solo lugar infinidad de establecimientos donde se puede disfrutar de excelentes sitios de creación culinaria. En los últimos años, la Zona C se ha convertido en un laboratorio donde nacen platos incomparables. Sus restaurantes nos ofrecen desde el ceviche de Kogui (plato de los indígenas descendientes de los antiguos indios Tayronas que habitaron Ciudad Perdida), hasta un Paillard (plato europeo de lomo fino en rollo con espárragos, queso, espinaca grillé, puré blanco y tomates carrillado). Ruta gastronómica Vamos a hacer un recorrido por algunos de los restaurantes de la zona, que son el resultado del talento de cocineros y chefs que buscan deleitarnos con lo que cada uno ofrece. Restaurante Presidencial: Calle 12 #6-14. Desde su fundación hace 14 años, es reconocido como uno de los más importantes restaurantes en la zona C. Su calidad, prestigio y excelente comida lo hacen un lugar ideal para reuniones empresariales, sociales y familiares. Sus platos son sin duda la mejor representación de la gastronomía colombiana, todos ellos acompañados con vinos de las mejores marcas. Enchiladas: Calle 10 #2-12. Creado en 1981 para producir platos típicos mexicanos. Está ubicado en una antigua casa colonial en el Centro Histórico; conserva su tradición y sabor auténticos. Ofrecen entre otros platos puntas de lomito a la mexicana, enchiladas, flautas, pollo en mole poblano, sopa de tortilla, postre de creación original tortilla dorada con arequipe y queso. El coctel margarita no puede faltar. El son de los grillos: Calle 10 # 3-60. Aunque su nombre sugiere rumba, porque ese fue el origen de “El Son de los Grillos” (uno de los primeros lugares en los que se comenzó a oír salsa en Bogotá) es actualmente uno de los restaurantes más antiguos de la candelaria. Con una bella decoración clásica, fusiona comida internacional y el tradicional ajiaco Santafereño. Con música antigua y de época y conciertos de cámara en vivo. La Scala: Calle 10 #5-72. Ubicado en el primer piso del Hotel de la Opera, en uno de sus patios interiores de la casa republicana, funciona el Restaurante La Scala que ofrece lo mejor de la cocina mediterránea: pastas hechas en casa, carpaccios de res y de salmón, pescados, mariscos y carnes son algunas de sus propuestas. También es el sitio ideal para unas onces santafereñas. Andante Ma Non Troppo: Carrera 3ª #10-9. Recibe el nombre de un movimiento musical sin traducción literal que se interpretara como “rápido pero con mesura” expresión ideal para el concepto de servicio que la empresa ofrece. La calidad de su comida es indispensable para
este restaurante, por esta razón mejoran e innovan permanentemente y amplían su oferta de acuerdo a las necesidades de los clientes. El Olivar: Carrera 6ª #10-40. En pleno centro de Bogotá, detrás de la Catedral Primada, nace el Restaurante El Olivar, una integración de comida fusión y ambiente tranquilo que permite a los habitantes del centro de la ciudad, una nueva experiencia en la comida. En El Olivar se crean platos a través de la cocina internacional combinando con productos nacionales y presentaciones que siempre serán del gusto de los capitalinos y novedad para los extranjeros que llegan a probarlos. La Sociedad: Calle 11 #6-42. Ofrecen lo mejor de la cocina colombiana y una exquisita carta de café. Ubicado en una casona del año 1700, donde sesionó el primer Congreso de las Provincias Unidas dela Nueva Granada. Es un restaurante que hace homenaje a la cultura precolombina, con sabores y olores de nuestra tierra, con una carta que incluye ingredientes de todas las regiones de nuestro país. Merlín Café Galería: Carrera 2ª #12-84. Es el restaurante donde se puede disfrutar de un embrujate momento, sazonado con buena música. Según sus dueños, el misterio se oculta dentro, y se precian por tener los “mejores champiñones de Bogotá”. El mirador: Calle 10 #5-72. Ubicado en el cuarto piso del Hotel de la Opera, la vista sobre los tejados del Museo de Arte Colonial, los campanarios de la Iglesia de San Ignacio y las cúpulas de la Catedral Primada de Bogotá lo convierten en el lugar idílico para disfrutar de un atardecer en compañía de unos vinos. A cualquier hora del día la vista que ofrece este lugar es inigualable, por eso este es un escenario grato para disfrutar de su menú típico e internacional. En especial, los viernes y sábados en las que se combinan música en vivo, son cubano y boleros. Tríptiko: Carrera 1ª #12-27. Un restaurante lleno de arte y color que ofrece un menú gourmet económico y variado cerca de la universidad El Externado. Para estudiantes: combos y comida rápida hecha en casa. Ofrecen menús diferentes y saludables. Quinua y Amaranto: Calle 11 #2-95. Es un restaurante especializado en comida saludable. Uno de los alimentos más nutritivos de nuestros ancestros indígenas, la quinua, ha vuelto a las mesas colombianas de un tiempo para acá. El restaurante comprende, entre otros, verduras orgánicas, cereales integrales, ensaladas y platos que contienen pescado y atún. También tiene repostería sin azúcar para los amantes de la cocina saludable. Los sábados, venta de verduras orgánicas. En Quinua y Amaranto trabajan con una red de mujeres que producen alimentos de forma artesanal, entre los que se destacan panes, galletas y mermeladas. La Bruja: Calle 12 #3-45. Parte de la magia de La Candelaria es la historia que guarda cada uno de sus edificios. En donde se ubica este restaurante, hubo un seminario que luego se convirtió en cárcel. Cuenta la leyenda que para poder rescatar a su hijo, una mujer conquistó a los guardias con sus deliciosos platos. El restaurante está decorado con pequeñas brujas y candelabros, que ayudan a crear una atmósfera muy de acuerdo al nombre. Su cocina mediterránea es famosa en el congreso y tal vez por esto, y el alto costo de sus precios, es un
lugar más apto para políticos que para estudiantes. Música en vivo jueves, viernes, sábado cenas románticas, eventos empresariales y familiares. El Gato Gris: Carrera 1ª #12B-12. Este es uno de los restaurantes que rodean el Chorro de Quevedo, está en el Callejón de la Bruja y se llama Gato Gris por una leyenda que cuenta que en esta casa, Doña María Mercedes de Aragón salía todas las tardes al balcón para acariciar un gato gris. Un cantor enamorado la observaba todas las tardes y le cantaba canciones hasta que ella abandonó a su marido y escaparon juntos. El Gato Gris fue un proyecto para la bohemia de Bogotá. Este restaurante cuenta con un balcón que tiene una de las mejores vistas de la candelaria y la música es una de las protagonistas, pues todos los días hay bandas en vivo, sea de rock, de jazz o de bossa nova. Café de la Peña: Carrera 3ª #9-66. En homenaje a la calle del mismo nombre y a la iglesia construida en los cerros de Bogotá por los Jesuitas en 1686, se encuentra El Café de la Peña. Acompañado de la exquisita Pastelería Francesa se tuestan y ofrecen los mejores cafés colombianos, ante la vista de la clientela. Cafés seleccionados de las mejores cosechas de las montañas colombianas, son producidos al gusto del consumidor en tostiones bajas, medias y altas, gracias al carácter artesanal de su tostadora.