LA REVISIÓN MECÁNICA EN 10 PASOS
Para que un carro funcione a la perfección y se alargue su vida útil, debemos realizar constantemente el cambio de aceite y de filtros, vigilar que las pastillas de freno no estén gastadas o que el tanque con el líquido del limpiaparabrisas esté a un buen nivel. Esto es un mantenimiento preventivo, diferente a una revisión mecánica. Una revisión mecánica se realiza cada cierto tiempo para garantizar que los componentes del motor y los dispositivos de los diferentes sistemas de seguridad de nuestro vehículo están en buen estado, los fabricantes de las diferentes marcas incluyen en su manual de propietario el tiempo o el kilometraje en el que tienen que pasar por el taller. ¿Qué se revisa y cada cuánto? Dependiendo de la marca del carro, se fijarán unos u otros parámetros, algunos fabricantes proponen hasta 70 puntos diferentes de control. A grandes rasgos, en una revisión mecánica se hacen las siguientes comprobaciones: Filtro de aceite. En modelos antiguos normalmente se cambian el aceite y su filtro cada 10.000 kilómetros, en los más modernos los fabricantes indican cada 20.000 kilómetros. Filtro de aire del motor. Revisarlo una vez al año, pero si nos movemos constantemente por carreteras no pavimentadas es mejor mirarlo al menos dos veces. Filtro de combustible. Generalmente aguanta 60.000 kilómetros o cuatro años, no debemos dejarla pasar, especialmente en los motores de inyección directa de gasolina, para evitar averías en los inyectores o la bomba. Líquido de frenos. Este elemento es especial, porque su revisión depende más de su envejecimiento con el tiempo que con los kilómetros recorridos, porque generalmente está compuesto por un alcohol hidrófilo que va absorbiendo el agua del ambiente. Normalmente se debe cambiar cada dos años. Líquido refrigerante del motor. Aunque los carros actuales llevan refrigerantes orgánicos que deben durar toda la vida útil del motor, podemos realizar una revisión cada diez años. Si el vehículo usa un refrigerante convencional, debe cambiarse cada cuatro años como máximo. Líquido de servodirección. La asistencia hidráulica de nuestro carro también lleva un líquido que debe cambiarse cada 100.000 kilómetros o diez años. Entre los periféricos del motor que deben someterse a una revisión mecánica, encontramos los siguientes elementos: Correa de distribución. Uno de los elementos más importantes de nuestro carro y una de las averías más costosas. Afortunadamente su vida útil es larga, pues son 100.000 kilómetros o diez años. Correas auxiliares. Pueden ser una o varias y sirven para accionar elementos como el alternador, la bomba de agua, el compresor de aire acondicionado, etc. Normalmente deben revisarse cada 100.000 kilómetros. Termostato. Este es otro elemento que tiene una vida útil bastante larga, debemos revisarlo cada 100.000 kilómetros o diez años.
Bomba de agua. Aunque debe durar toda la vida útil del carro, es recomendable que la cambiemos al mismo tiempo que la correa de distribución. En la revisión mecánica también se hará un diagnóstico del computador de abordo para asegurarnos de no tener averías electrónicas, así como un mantenimiento general para revisar y limpiar elementos como las bujías, mirar el estado de la suspensión, el sistema de frenos y las llantas. Normalmente los fabricantes marcan al menos tres revisiones, la primera aproximadamente a los 10.000 kilómetros, la segunda sobre los 30.000 y la tercera después de los 60.000. Posteriormente recomiendan hacerlas cada 20.000 kilómetros recorridos. Debemos tener en cuenta que la revisión mecánica es una tarea preventiva y nos evita averías que a la larga resultan muy costosas. Por: Adriana Gutiérrez