Lavadora de metales, una ayuda para la limpieza y el ahorro Una lavadora de metales está creada para limpiar piezas pequeñas y medianas, es una máquina importante en cualquier taller gracias a las ventajas que presenta trabajar con elementos que no presenten grasa o suciedad. El concepto de taller mecánico está cambiando, muchos ya no son esos pequeños lugares llenos aceite, trapos y piezas tiradas por los rincones a los que estamos acostumbrados, cada vez se intenta trabajar en un espacio más limpio, tanto por la salud del personal como por la calidad de los trabajos. Es cierto que en el ambiente automotriz es muy difícil mantener la suciedad a raya, los vehículos llegan con polvo y con una buena cantidad de suciedad incrustada, además se trabaja con fugas de aceite, pérdidas de combustible, humos del tubo de escape con partículas de carbonilla y otra variedad de líquidos diferentes que manchan por donde van pasando. La suciedad en las piezas tiene otro inconveniente y es que puede ocultar grietas, poros o imperfecciones que pasan desapercibidas entre el aceite y los restos que tienen adheridos a su superficie. Estas piezas generalmente son difíciles de limpiar, teniendo en cuenta que bajo un chorro normal no es fácil quitar la grasa o los restos de combustible. Lavadoras de metales Los diferentes elementos deben ser lavados antes de reparar y de volver a montar, primero para mantener un área de trabajo limpia, segundo para descubrir imperfecciones o defectos que pueden estar ocultos tras la suciedad y tercero porque deja una superficie en excelente estado para ser pintada o recubierta posteriormente. Una limpieza a fondo es importante después de haber terminado un trabajo, porque así se eliminan cualquier residuo de lubricantes o de virutas metálicas y residuos del rectificado de piezas que pueden terminar en el interior del motor del vehículo. Las máquinas para lavar metales permiten acabar con esa suciedad difícil de sacar, ayuda a eliminar fácilmente la grasa y otros residuos de diferentes piezas, también permite que las herramientas estén perfectamente limpias para su siguiente uso. Además de ser poco eficiente, una limpieza manual puede disminuir las ganancias en una reparación, teniendo en cuenta el tiempo que se invierte, la mano de obra, los productos químicos que deben usarse y la eliminación de los residuos. En la mayoría de los talleres no toman en cuenta los gastos de limpieza, de manera que no calculan cuál puede ser el gasto real relacionado con el lavado de partes, que puede llegar a suponer un 10% o más de los costos totales. Esos costos pueden incrementarse en los talleres que se especializan en las reparaciones, básicamente porque deben lidiar con piezas que llevan muchos años acumulando residuos y suciedad, lo que incrementa el tiempo y los gastos de material de lavado y mano de obra. Con una lavadora de metales será suficiente con introducirlas dentro de la cesta, elegir el programa o la temperatura adecuada y dejar actuar a la máquina mientras el operario se ocupa de otras tareas.
Funcionamiento de la lavadora de metales En la lavadora de metales el lavado se lleva a cabo gracias a la acción de chorros superiores, inferiores y laterales. Mientras tanto la cesta va girando lentamente por medio de un motorreductor. Mediante un tablero electromecánico el operador puede programar tanto la temperatura del líquido del depósito como la duración del tratamiento. Nuestras lavadoras cuentan con accesorios que se pueden añadir, como desaceitadores de disco, paneles bajo la cesta con filtros para recoger la grasa, kit para el uso con contaminantes abrasivos y cestas y tuberías en acero Inox. Por: Adriana Gutiérrez