No fuerces el carro y llama a la grúa Un día comenzamos a oír ruidos raros, sentimos traqueteos, tenemos problemas para encender o para acelerar o para frenar. Son muchas las averías que puede sufrir nuestro carro y generalmente sabemos que algo va mal, en ocasiones podremos llevarlo nosotros mismos al taller, pero hay otras en que es mejor llamar directamente a una grúa. Ya sea porque el vehículo definitivamente no arranca o peor aún porque no frena, sabemos seguro que necesitamos asistencia, pero a veces nos descuidamos o pensamos que ese ruidito no es tan grave y decidimos evitarnos la grúa para ir al taller, una decisión con la que podemos aumentar el daño o las piezas que lo sufren. Cuándo llamar a la grúa Para que tanto nuestro carro como nuestro bolsillo no se vean tan afectados por un fallo, es recomendable que no lo forcemos y llamemos una grúa cuando notemos los síntomas de los siguientes daños. Bomba de agua Si vemos fugas de agua o refrigerante donde dejamos estacionado el carro, la temperatura del motor aumenta y notamos ruidos metálicos en el motor, es porque seguramente tendremos un problema grave con la bomba de agua. Para evitar que el motor termine fundiéndose por falta de refrigeración debida a la pérdida de agua y al recalentamiento, es mejor estacionar y llamar a la grúa. Combustible equivocado Si hemos repostado por equivocación con el combustible equivocado, debemos detener el carro y llamar a la grúa, porque habrá que vaciar el depósito y limpiarlo, además es probable que tengamos que quitar y limpiar pistones, bielas, inyectores y otros elementos, así no dañamos la mecánica de todo el vehículo. Alternador Aunque a veces confundimos el daño del alternador con el de la batería, sabremos que es el primero cuando notamos que las luces se atenúan y comienzan a parpadear, oímos traqueteos con el carro en neutro y la batería falla porque no recibe la energía necesaria para funcionar, normalmente esta avería nos deja tirados en mitad de la vía porque sin energía el vehículo no funciona. Acelerador Cualquier daño en el sistema de aceleración nos obligará a llamar una grúa, porque notaremos que simplemente no alcanzamos las revoluciones necesarias para ponerlo en marcha, el problema puede estar en la guaya, en la mariposa de admisión, en el sensor del pedal o en el circuito de presión del combustible. Aceite Olvidarnos de cambiar el aceite o tener muy poco puede llegar a dejarnos sin motor, así que si comenzamos a notar un ruido espantoso que viene del motor, empieza a salir humo y se enciende el piloto del aceite y seguramente el check engine, hay que apagar el carro
inmediatamente y esperar a la grúa, aunque ya tenemos una avería importante, al menos no la agravamos más. Batería Quedarnos sin batería nos da varias opciones, puede ser que si le ponemos unos cables y otro carro nos ayuda, logremos arrancarla y que nos funcione un tiempo. También es posible que intentemos cambiarla nosotros mismos, que no es fácil y si lo hacemos mal fundimos los fusibles, dañamos el computador de abordo, el alternador o el motor de arranque, así que normalmente tendremos que llamar a la grúa. Arranque Le damos un par de veces a la llave y el carro no arranca, no hay ningún ruido y simplemente no pasa nada, encendemos la radio o las luces para comprobar la batería, pero si funcionan el problema está en el motor de arranque. Esta es una de esas situaciones en las que la única opción es llamar a la grúa. Dirección Los golpeteos en la dirección pueden deberse a muchas causas, incluso el estado de los neumáticos, los amortiguadores o la alineación hará que oigamos este tipo de ruidos, pero a veces la cosa puede ser más complicada y cuando los oímos al girar el timón, debemos tener en cuenta que es probable que la geometría de la dirección esté desviada y es un daño grave, así que tenemos que detenernos y llamar a la grúa. Correa de repartición Sin duda uno de los daños más temibles que puede sufrir un carro es cuando se revienta la correa de repartición. Aunque normalmente se romperá sin que lo notemos, puede ser que un poco antes oigamos un tic-tac en el motor o tengamos fugas de aceite y fallos de ignición. En todo caso, si se revienta o presenta esos síntomas, debemos apagar el vehículo inmediatamente y esperar a la grúa, con esta avería es especialmente importante detenernos. La grúa es un servicio que casi todos los seguros ofrecen, claro que perdemos tiempo esperándola, pero si no la llamamos a tiempo, lo que perderemos va a ser dinero pagando por más averías o por agravar la que teníamos. Por: Adriana Gutiérrez