Lo que te voy a contar ocurrió en una ciudad muy pequeña donde vivía una niña llamada Lucy de cabello rizado y muy esponjoso, con su mama Laura, una persona muy amable, siempre tenia una sonrisa en los labios, trabajaba muy duro en una tienda de dulces todos los días con su compañera de aventuras Lucy.
Hasta que un día después de guardar dinero en un cofre, decidieron ir a visitar a su tía Nina, Lucy no la conocía, Laura le contaba que ella vivía en un bosque muy mágico, en una casa muy grande en forma de hongo, un jardín muy grande, con flores.
Tenía mucho miedo a una casa diferente, me podría quedar en casa ―le decía Lucy― Tienes que ir conmigo Lucy, no te puedes quedar en casa sola. Lucy no tuvo otra alternativa más que ir, tardo horas y horas en tren hasta que por fin llegaron a su estación de destino.
Llegaron a la estación, el tren ya estaba listo para salir de la estación. Estaba en un bosque, diferente a los que ella había visto, con árboles con diferentes tipos de hojas y colores, hongos muy peculiares y en el horizonte una luz brillante, mientras esperaban a la Tía Nina, Lucy no pudo evitar sorprenderse estaba muy emocionada.
Minutos después la tía nina llego a recogerlas en un carro diferente a los que ella había visto, era pequeño, pero a la vez alto, ella estaba segura que era todo diferente a su vida en la ciudad. Tía Nina las abrazo con mucha emoción, tenia mucho tiempo de no verlas, por lo que estaba muy feliz.
Al ir en un sendero Lucy iba viendo a su alrededor todo lo que había en el bosque de camino a casa de la tía Nina, después de recorrer unos minutos pasa un incidente, en el bosque se les pincha una llanta, tuvieron que bajarse del carro y esperar a que la tía Nina, le coloque la otra llanta. Lucy muy molesta porque nada de lo que a ella le gustaba pasaba, todo era gracias a ese viaje que ella no quería hacer, ni se dio cuenta que había pasado solo poco tiempo cuando la tía nina ya había colocado la otra llanta viéndose a lo lejos destellos que volaban.
Lucy solo quería llegar a su casa y descansar, andaba de muy mal humor por lo que le dijo su tía, ella no lo creía.
Al retomar su viaje pasaron tan solo un tiempo cuando la tía Nina detuvo el carro. Estábamos alrededor de varios árboles y hojas, cuando dimos pasos nos detuvimos porque era el inicio de un gran puente de madera y al final estaba su casa, con forma de un hongo, con grandes ventanas, encima de un gran árbol y eso no lo era todo, por debajo había una laguna, por lo que vi a mi alrededor era la única casa del bosque y que de hecho estaba así, era diferente a las casas de mi ciudad, pensó Lucy.