DIEZ CONSEJOS DE MADRE PARA TRATAR CON UN HIJO ADICTO

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Introducción………………………………………………... Consejo nº1 Mamá Adriana Puga……………………………………………….. Consejo nº2 Mamá Sonia Silvera………………………………………………… Consejo nº3 Mamá Gabriela Jost………………………………………………….. Consejo nº4 Mamá Ángela Puglia………………………………………………… Consejo nº5 Mamá Carmen Tabares……………………………………………….. Consejo nº6 Mamá Silvana Denis…………………………………………………….. Consejo nº7 Mamá Isabel Suárez…………………………………………………… Consejo nº8 Mamá Susana Marques…………………………………………………. Consejo nº9 Mario Corrales……………………………………………………………. Consejo nº10 Mamá Graciela Olivera……………………………………………………


Las adicciones son uno de los grandes problemas que enfrenta nuestra sociedad; muchas familias, la mayoría de las veces sin previo aviso, se ven en la situación de tener que lidiar con ellas. Todos pensamos que nunca nos va a tocar, pero cuando un ser querido de repente nos pide ayuda, o nosotros descubrimos lo que está sucediendo, pareciera que nuestro mundo se derrumbara; más, si ese ser querido es un hijo. Es por esa razón que TU VOZ se ha tomado el trabajo de entrevistar a diez madres con mucha experiencia personal en esta área, de manera de poder humildemente armar un material que pueda ser de ayuda a aquellas madres y familias que se ven desbordados ante un tema del cual quienes no lo han experimentado poco saben, pues el auge de las drogas fuertes es algo relativamente nuevo teniendo apenas poco más de una década. Agradecemos especialmente a las madres que compartieron de sus vivencias y nos aportaron estos valiosísimos consejos, y alentamos a todo aquel que desee aprender más para poder ayudar mejor, a que tenga este manual presente y lo comparta.

Adrián Aranda www.facebook.com/AdrianArandauy adruchojems@hotmail.com


“Creo que fui demasiado blanda con él, en muchas ocasiones él recaía y volvía a casa pidiendo ayuda, pero realmente no estaba arrepentido ni tampoco con ánimos de cambiar. Sólo me manipulaba y yo lo dejaba entrar, y al poco tiempo se iba para la calle a seguir drogándose…y ese fue el gran error. Muchas veces debí haberlo dejado en la calle para que aprendiera. Darle todo simplemente alimento su adicción, y lo ayudo a seguir en la misma situación. Si hubiera actuado de manera más fría y menos sentimental las cosas hubieran sido diferentes”. La historia de Adriana no es de las más felices que van a aparecer en el manual, pero siempre de todo, incluso de las experiencias más dolorosas, se puede sacar algo bueno. Esta mamá luchó con la adicción en su hijo durante muchos años antes de que éste falleciera hace 10 meses de SIDA. Puede parecer duro comenzar el manual con este testimonio, pero en realidad no lo es. Hemos elegido este consejo para ponerlo al principio porque lo consideramos el consejo más repetido, más enfatizado y a su vez el más difícil de poner en práctica. Los adictos tienen la fuerte tendencia en volverse expertos manipuladores para conseguir sus objetivos. Una madre debe estar plantada fríamente al momento de lidiar con su hijo, ya que la vulnerabilidad natural proveniente del amor hacia él, puede convertirla en alguien totalmente débil emocionalmente


y manipulable, y en vez de estar ayudando, termina perjudicando y alimentando la adicción. Actuar por amor, no significa necesariamente actuar por lo que sentimos; el amor busca el bien del otro, y muchas veces lo que el otro necesita no es lo que nuestros sentimientos nos están guiando a hacer. Reitero que esto es algo muy difícil para una madre, es por eso que lo enfatizamos como uno de los consejos más importantes para cooperar en la recuperación de un hijo. Por lo que el consejo de Adriana es “NUNCA CEDER A LAS EMOCIONES”


“Nunca debemos dejar de luchar por nuestros hijos, el dar a luz un hijo nos hace madres para siempre y no podemos desentendernos de esa responsabilidad. Muchas mamás se avergüenzan se sus hijos adictos, y eso trae doble sufrimiento para el adicto y para la familia; no debemos avergonzarnos, tener un hijo enfermo no nos hace menos, sino que nos llama a la batalla. Es por eso que mi consejo para las mamás es nunca bajar los brazos, que luchen por sus hijos, no importa a quien haya que enfrentar, si todos nos unimos y luchamos, el problema de la droga se termina en poco tiempo” Sonia Silvera actualmente reside en Sunny Isles, Miami Beach. Trabaja activamente en la lucha contra el flagelo de las drogas desde el año 2005. Comenzó junto a la fallecida Rocío Villamil (fundadora de las Madres de la Plaza), yendo a plazas a hacer manifestaciones con pañuelos puestos en la boca. Esto simbolizaba "Nosotros tenemos la boca cerrada, y siguen abriendo cada día más BOCAS" (así llamados los locales de venta de droga en Uruguay), según ella misma lo explica en un comunicado abierto. Pese a tener un encuentro con un ex presidente, no obtuvieron respuesta alguna, por lo que incurrieron en otro camino; comenzaron a salir a los barrios a tomar fotos, filmar los locales de venta de droga, y recaudar información valiosa para hacer


las denuncias correspondientes. Sin embargo las denuncias nunca fueron escuchadas, e incluso quedó expuesta ante los narcotraficantes por este hecho. Como consecuencia recibió amenazas en reiteradas ocasiones, pero pese a eso NO se rindió...Siguió trabajando activamente para que el Estado proporcione Centros de Rehabilitación dignos para los adictos. Su lucha inicial fue motivada por causa de su propio hijo, quien está en recuperación, pero en el camino su corazón se apegó al de todos los adictos, convirtiéndola en una madre que lucha por aquellos que tal vez su propia familia se ha cansado de luchar, además de también un referente para las familias uruguayas que sufren esta problemática. A pesar de residir en EEUU, Sonia viaja constantemente a Uruguay, y se la puede ver por las calles, charlando con adictos, involucrándose con ONGs, debatiendo con políticos, y apoyando a familias víctimas de la adicción. Su carácter firme, pero también compasivo, la hacen ser una madre referente para la sociedad. A pesar de seguir luchando por la recuperación de su propio hijo, no se ha enfocado solamente en él, sino que ha peleado por otros hijos con la misma fuerza y ánimo con la que lo hace por el suyo propio. Un ejemplo de fe, de amor, y de lucha…Una madre indestructible que nos aconseja “POR NADA BAJAR LOS BRAZOS”.


“Tu vida también tiene valor, eso es lo primero que le tratamos de hacer entender a una mamá cuando viene en busca de ayuda. Uno no puede cambiar a quien no quiere cambiar, muchas veces es un proceso largo, y en el camino debemos fortalecernos y no olvidarnos de nuestra propia vida. Por general las mamás vienen muy venidas abajo, decaídas, descuidadas en su aspecto; pero es muy lindo ver como al pasar el tiempo a medida que entienden que para ayudar a su hijo primero ellas tienen que estar bien, las cosas cambian. Comienzan a arreglarse, a pintarse, y valorar su vida también. Nunca debemos desesperarnos al punto de echarnos al abandono; claro que debemos dialogar con nuestros hijos y hacerles sentir el apoyo familiar, el diálogo es fundamental, pero siempre sin caer en la desesperación porque eso no nos llevará a nada bueno” Gabriela Jost, es la Fundadora y actual Presidente de la ONG MAMA GAVIOTA. Hace ocho años trabaja en el área de las adicciones y junto a su equipo están realizando un trabajo maravilloso con adictos y familiares en distintos lugares de Montevideo, Uruguay, y también en las ciudades de Durazno y Piriápolis. El punto que toca que Gabriela y el consejo que da es extraordinario y extremadamente importante.


Los sicólogos y expertos concuerdan en que el ánimo de una persona está extremadamente ligado a su aspecto. Es muy gratificante escuchar a Gabriela contar como las mamás que llegan decaídas en busca de ayuda a su ONG, a medida que van tomando fuerzas, su apariencia comienza a cambiar. Las fuerzas y el ánimo que las mamás puedan tener, va a determinar en qué proporción puedan ayudar a su hijo adicto; es por eso que este es un tema que tratamos a través de todo el manual, el mantener las fuerzas y el ánimo, y buscar ayuda cuando sintamos que no podemos más, pues siempre hay nuevas fuerzas para aquel que piensa que no puede más. Alguien dijo sabiamente que las nuevas fuerzas vienen cuando se nos gastan las que teníamos, por lo que si la batalla te ha desgastado al punto de llegar al descuido personal y al desánimo, detente por un segundo, respira profundo y sigue caminando. Esta lucha es como una maratón de resistencia, a veces bajamos el ritmo, a veces lo aumentamos, a veces sentimos que no damos más y queremos desistir, pero lo que importa no es lo que sucede en el camino, sino llegar a la meta. Por tal razón tengamos en cuenta este hermoso consejo y cobremos nuevas fuerzas…pues madre “TU VIDA TAMBIEN VALE”.


“Creo que uno de los grandes errores que muchos cometemos es la codependencia; dejamos de vivir nuestra vida para vivir la de nuestro familiar adicto. Nos descuidamos en todos los aspectos, y esto incluye que descuidamos a los demás miembros de la familia. Yo por mi hijo descuidé mi matrimonio, descuidé a mis otros hijos, y me descuidé a mí misma al punto de abandonar mi trabajo para estar pendiente de lo que él hacía o dejaba de hacer. Es cuando logramos fortalecernos y levantarnos que realmente podemos ayudar al adicto; y esto debe ser en un grupo de contención que nos proporciones ayuda para no transitar esto a solas. ” La sicología define la codependencia como “una condición psicológica en la cual alguien manifiesta una excesiva, y a menudo inapropiada, preocupación por las dificultades de alguien más o un grupo de personas.” Ángela, que además de ser mama de un adicto en recuperación, también es sicóloga, entiende muy bien este concepto de codependencia y nos advierte del peligro del mismo. La mayoría de las familias pasa por esto en sus primeras etapas te enfrentar la adicción en un integrante de la misma; pero las madres lo sufren con más intensidad. Sus vidas comienzan a perder valor, de manera que cada vez se ocupan menos de sus propias necesidades por atender las necesidades del adicto; y cuando éste no responde o


actúa de la manera esperada, la frustración, la angustia e incluso la depresión se apodera de las mamás. Cortar este vínculo es esencial para poder ayudar a nuestro ser querido, con una libertad emocional y mayor claridad mental que nos llevará a tomar decisiones más sobrias y menos emocionales que a la larga beneficiarán al mismo. Ángela que ha pasado y sufrido esta patología sicológica, reconoce que cuando pudo cortar con esto, comenzó a experimentar bienestar consigo misma y pudo ayudar a su hijo de una mejor manera. Esto le permitió volver a trabajar y atender su familia. Fue luego de pasar por un proceso en el cual recibió mucha ayuda y contención que pudo superar esta etapa, pero se ha desarrollado personalmente de tal manera que hoy es vicepresidenta de MAMA GAVIOTA. Su consejo nos deja una gran enseñanza a tener en cuenta; a lo largo de todo el manual veremos en cada capítulo la importancia de manejar las emociones; en este caso de manejarlas sobriamente para que éstas no nos lleven al punto de descuidar a los otros miembros de la familia, y nuestra propia vida en todos sus aspectos. Es por eso que decidimos atender de una manera especial este consejo de una mamá, pero también sicóloga con experiencia en este tema que nos recomienda…”NO DESCUIDAR A LOS TERCEROS…”


“Velar por la salud espiritual y emocional de nuestros hijos es fundamental en este proceso. Si nos preocupamos sólo por darle cosas materiales no servirá de mucho. Debemos ser paraguas para ellos brindándoles protección de malas influencias y buscar con fe que su vida espiritual pueda ir en crecimiento”. El consejo de Carmen es sumamente importante. La pura verdad es que la droga afecta a gente de todo estrato social, raza o religión. Hay chicos pobres que se drogan tal vez porque se han criado en un contexto adverso y eso los condujo por un camino de adicciones; pero también hay chicos de familias trabajadoras que son adictos, y por supuesto de familias ricas que también lo son. Lo interesante es que al analizar todos los diferentes casos encontramos, entre otros, un denominador común, y es que la mayoría, por no decir todos, nunca fueron inducidos a cultivar una vida espiritual saludable; y esto va mucho más allá de cualquier religión, diría yo que más que con religión tiene que ver con una realidad humana. Estemos dispuestos a aceptarlo o no, la vida espiritual existe y cada individuo puede comprobarlo por sí mismo si así lo quisiera. Fomentar en los hijos una vida espiritual saludable


los librará de estar buscando satisfacción y deleites en cosas como la droga, el alcohol y los excesos. La mayoría de los chicos/as que consumen cualquier droga dicen sentir un gran placer al hacerlo, independientemente de los diferentes efectos que cada una produce… ¿Pero qué si ese placer pudiera ser sustituido con la espiritualidad?...ya no necesitarían la droga. Alguien dijo que el hombre nació con un gran vacío en su interior, y durante toda su vida trata de llenarlo; algunos con dinero, sexo, fama, reconocimiento, y otros…con drogas; y este alguien también añadió que ese gran vacío tiene forma de Dios y sólo Él puede llenarlo. El propósito de este manual no es hacer proselitismo de ninguna religión, pero si hacer énfasis en que la vida espiritual es fundamental para la prevención y recuperación de las adicciones, por lo que consideremos el consejo de Carmen de una manera seria. Actualmente la hija de Carmen, ex adicta a la morfina, se ha recuperado, se ha casado con un hombre de bien, y tiene una hermosa familia y dos hijos. Por lo que el consejo sabio de Carmen a ella le ha dado resultados, y si ha dado resultados, apliquémoslo y seamos “PARAGUAS DE NUESTROS HIJOS”…


“Nunca cesen su lucha. Aun cuando lleguen a extremos en que tu propio hijo te roba todo. Nunca cesen la lucha. Al mismo tiempo estén firmes y no se dejen manipular. Si nosotras nos permanecemos firmes, ¿Quién los va a ayudar cuando ellos caigan? No podemos dejarnos manipular, ellos son los únicos que pueden decir “Basta, no quiero más esta vida”. Y ahí si nosotros debemos estar para brindarles la ayuda que sea necesario, pero de mientras debemos permanecer firmes y no cesar la lucha”. Silvana, una “terapeuta sin título”, como ella se autodefine, es una mamá activista que trabaja hace años con adictos. Su experiencia propia y la que ha adquirido durante estos años de activismo le han hecho una profesional en el tema drogas. A diferencia de otras madres, ella no se abatió frente a su adversa situación. Su hija comenzó a drogarse hace 16 años, con tan solo 14 años de edad. Fue muy difícil nos cuenta ella. Su familia la rechazó, pues como suele suceder les costaba aceptar la situación y lidiar con ella. Su hija tuvo varias internaciones, pero al tiempo las dejaba y volvía a consumir. Finalmente termino en la cárcel. Pese a eso, Silvana no se abatió. Puso sus fuerzas y dedicó su tiempo a luchar por otros adictos y ayudar a otras madres, mientras lógicamente anhelaba la recuperación de su hija.


Esta mamá ha ayudado a muchos chicos. Mantiene charlas de ayuda con ellos, los acompaña en el proceso de rehabilitación o los deriva a centros de rehabilitación. Incluso se mantiene en contacto vía Internet con personas de España que se están rehabilitando y le piden consejos y ayuda a ella. La enseñanza de la vida la ha hecho una terapeuta. Su experiencia no la hundió en la depresión ni en la angustia, por lo contrario ella cobró fuerzas, tomó una buena actitud y decidió usar su situación para ayudar a otros. El amor demostrado por Silvana es una clase de amor que hoy falta mucho en esta sociedad. Decidir dejar de lado mi situación, aun sabiendo que no ha mejorado, y ayudar a otros a salir adelante es una muestra de amor y pureza. Tan solo pensar que ella sin duda alguna vio muchos chicos que se rehabilitaron, y se re encontraron con su familia gracias a su aporte y su ayuda, y su propia hija seguía drogándose debe ser muy difícil de asimilar. Aun así esta madre sigue adelante. Su recompensa es grande, y sin duda que el destino obrará a su favor y su hija se recuperará cuando ella menos lo espere. Podemos aprender de esta mamá, que siempre hay alguien peor, siempre hay alguien más necesitado que nosotros a quien podamos ayudar. Puede que sea otra familia que esté pasando por lo mismo, puede que sea otro adicto. Pero ver más allá de nuestra propia situación, visualizar que hay otros que sufren, y dejar de lado nuestra angustia, cobrar ánimo y ayudarles es maravilloso. Es una virtud que vale la pena destacar. Por eso el consejo de Silvana es “SIEMPRE SE PUEDE DAR”.


“Nunca debemos pensar que no existe solución. Y tampoco debemos abandonar la búsqueda de alternativas para ayudar a nuestros hijos a curarse la adicción. No importa cuán difícil sea la situación. Por mi experiencia propia, y de la gente con la convivo a diario puedo asegurar que siempre hay una salida y se puede dejar atrás la vida bajo las drogas”. Isabel es un claro ejemplo de que siempre existen soluciones al problema de las adicciones, indiferentemente de lo complicado que sea el adicto o su circunstancia. Isabel nos contó que vivió en pareja durante 11 años con un adicto, tuvo que lidiar con todo lo que aquellos que lo han vivido conocen muy bien. Su vida llegó a un deterioro tal, que ella también cayó en la droga, y esto le causó una profunda depresión. En medio del momento más difícil de su vida, no se quedó con los brazos y salió a buscar una solución para su problema. Fue así, como en una Iglesia Evangélica pudo encontrar contención emocional y espiritual que le ayudó a vencer sus dificultades personales. Años más tarde decidió utilizar toda su experiencia vivida para dedicarse de lleno a la recuperación de adictos. Fue así, como en 2010 se hizo voluntaria de la ONG ESALCU.


Actualmente vive en un hogar de rehabilitación con 13 madres que se están recuperando, y sus respectivos 25 niños. A través de proyectos de auto sustentación llevan adelante el hogar con un grupo de voluntarios, conviven las 24 horas con los adictos, se preocupan por todas sus necesidad, y todo esto de una manera totalmente honoraria, ya que ella no recibe ningún salario por dicha tarea, “lo hace por amor”, como ella lo afirma. Además del trabajo en la ONG, Isabel es Concejal del comunal 3, zona donde vive, y supervisa diez grupos de autoayuda en casas de familia, que cuentan con entre 15 y 20 personas cada uno. En esos grupos, se reúnen semanalmente y se dedican a ayudar jóvenes y familias que están atravesando la problemática de las adicciones, y también otras. Todas son el barrio Malvín, menos una que es en buceo. Isabel es un claro ejemplo de las soluciones siempre se pueden encontrar. En un tiempo de su vida, ella no tenía solución ni para ella misma, pero hoy en día brinda soluciones a decenas de personas que acuden a ella semanalmente. Por esa razón debemos tener en cuenta el consejo de esta mamá experta en el área, que no tiene uno ni dos adictos en recuperación, tiene 13 viviendo con ella, y unos cuantos más que ayuda en la semana en los grupos. Y su consejo es “CREER QUE SIEMPRE HAY SOLUCIÓN”.


“No debemos desesperarnos. La recuperación lleva un proceso, y es necesario acompañar a nuestro familiar durante el mismo. La clave que a mí me ayudó a no desesperarme fue la fe. Aferrarme a la fe en Dios me dio fuerzas a mí, y a mis hijos, y nos dios los hermosos resultados de los que hoy disfrutamos”. Los hermosos resultados de los que habla Susana los conozco muy de cerca. Con Rodrigo y Federico, hijos de Susana, me drogué una buena parte de mi adolescencia, e incluso en un tiempo siendo menores, los ayudé a vender droga en el barrio. Rodrigo adicto a la pasta base, y Fede, aunque al principio sólo consumía marihuana, con el tiempo terminó consumiendo cocaína y perdiendo su carrera futbolística. Pero como él me dijo en varias ocasiones: Fue mucho más lo que ganó. Cuando yo decidí dejar la droga y cambiar mi vida, tuve que alejarme un tiempo de ellos. Meses después me enteré que Rodrigo, el mayor, había decidido internarse en REMAR, ONG que ayuda a adictos en Uruguay y hace una gran tarea. Fue así, como me acerqué a Fede, quien para ese tiempo ya estaba consumiendo cocaína, y me dispuse a ayudarle y compartirle de mi fe en Dios, que era lo que me había ayudado a mí.


Los resultados son hermosos. Hoy después de casi 5 años, Federico y Rodrigo son encargados de un Hogar en Rivera, con más de 50 personas que se están rehabilitando de la droga. Ellos se encargan de proveerles comida, ropa, techo, y también velan por su salud espiritual y física. La historia no termina ahí. Con el tiempo varios amigos y conocidos del barrio, al enterarse de lo que había sucedido en la vida de Rodrigo y Federico, comenzaron a pedirme ayuda, y algunos hoy viven en el hogar de Rivera. Tres bocas de droga se cerraron en nuestro barrio, y todos hoy conocen la historia, y el buen final que ha tenido nuestras vidas, que en un tiempo, eran un mal ejemplo para el barrio. Por estas razones considero el testimonio de Susana muy importante, independientemente de que me toque muy de cerca, debemos admitir que los resultados de la fe de esta mamá están a la vista. Por lo que escuchemos su consejo: “NO DESESPERAR”.


“El gran problema no es la marihuana legal o ilegal, acá el gran problema es la MALDITA PASTA BASE. Hay que legislar al respecto, no podemos dejar que toda una generación de jóvenes termine destruyendo su futuro. Atención gobernantes hagan algo, pero algo coherente, cuando se habla de legalizar la marihuana, los padres de adictos sentimos un cachetazo y los narcos piensan que una nueva forma de negociar se les abrirá. Es tiempo de legislar sin mirar banderas partidarias. Cortar con la publicidad de bebidas alcohólicas seguramente será una medida fuerte pero efectiva, basta de publicidad que promueve ir a la "timba", basta de máquinas tragamonedas en cualquier lugar, basta de los cajeros automáticos dentro de los casinos. (Esto último es vergonzoso), el BROU principalmente ha instalado esas posibilidades para que los ludópatas dejen todos sus ahorros en esas rutilantes casas de empeño. BASTA DE PERMITIR LA MENDICIDAD EN TODAS LAS ESQUINAS Y ESTACIONAMIENTOS. GUERRA FRONTAL A LA PASTA BASE, AUMENTANDO LAS PENAS A LOS QUE LA VENDEN (considerarlo intento de envenenamiento, porque lo es)


POR FAVOR QUE ALGUIEN HAGA ALGO, YO YA EMPECÉ ESCRIBIENDO ESTO…”. Así termina un ensayo que este papá escribió buscando una solución y respuesta al problema de las adicciones. Si bien la idea original era que este manual contuviera sólo consejos de madres, nos pareció interesante destacara a este papá, que es un caso atípico. La paternidad en nuestra sociedad está bastante decaída, quienes se involucran realmente en los asuntos de los hijos son las madres en la mayoría de los casos. Pero es bueno destacar, que como Mario, también hay padres, aunque sean pocos, que trabajan y toman iniciativa para combatir este flagelo. El propósito de poner a Mario como ejemplo de lucha, es motivar a los padres a que se involucren de lleno en combatir esta problemática. Tanto a padres, como a madres que se mantienen pasivas sin luchar. Debemos manifestarnos en contra de leyes permisivas que sólo van a traer más destrucción, debemos hacer sentir nuestra voz. No somos meros ratones de laboratorio para que experimenten con nosotros y nuestros jóvenes. Valemos mucho, y debemos hacerlo sentir a través de nuestra lucha.


"Debemos creer más allá de lo que nuestros ojos ven…el proceso muchas veces es largo y cansador, y tendemos a desanimarnos, mucha gente se aleja, y vamos quedando solos. Es por eso que ver más allá de lo que nuestros ojos ven es fundamental para mantener nuestro ánimo y nuestras fuerzas intactas, y para eso necesitamos aferrarnos de la fe en Dios. La fe nos ayudará a ver hacia el futuro, a ver a ese hijo sano, a ver a ese hijo siendo una persona de bien para la sociedad; es una batalla entre lo que nuestros ojos ven y lo que la fe nos dice, y para eso es extremadamente necesario incluir a Dios” Las palabras de Graciela podrían sonar fantasiosas o superfluas para una mamá cuya realidad la está hundiendo, pero la pura verdad es que estas palabras son fundamentales a tener en cuenta para salir adelante. Muchas mamás un día se encuentran con que aquel niño que salió de sus entrañas, ahora está sucio, descuidado, triste, y camina por las calles con el único objetivo de conseguir algo de droga. Esta realidad es un golpe muy duro, y tiende a desanimarnos y quitarnos las fuerzas para seguir luchando; pero he aquí una clave para mantener el ánimo y las fuerzas, y es como dice Graciela “Debemos creer más allá de lo que nuestros ojos ven”.


Cuando sientas que ya no puedas más, visualiza a ese hijo sano, restaurado, siendo una persona de bien. Graciela llama a esto “aferrarse de la fe en Dios”. Si todavía piensas que las palabras de Graciela son un poco difíciles de aceptar, déjame contarte los resultados de su fe…Actualmente sus dos hijos se han rehabilitado, uno de ellos ex alcohólico, y el otro consumía todo tipo de drogas. Estos chicos no solo se han rehabilitado sino que en el camino han ayudado a decenas de chicos a salir adelante; por ejemplo los hijos de Susana Marques, la mamá del consejo nº8 fueron ayudados por los hijos de Graciela. Para ser más específico uno de los hijos de Graciela es co-encargado de un Hogar donde se rehabilitan más de 20 chicos de la droga en Durazno, y el otro (quien les habla) trabaja activamente ayudando chicos en Montevideo, y además decidió hacer este manual junto a las diez mamás…Es por eso que entendemos el aferrarse a la fe en Dios como el factor más importante en esta lucha cansadora, que muchas veces se transita en soledad, pero que si ponemos la mirada en Dios y nos acercamos a Él sin duda alguna terminará en victoria. Antes de terminar este manual, quisiera regalarles a todas las personas que se han tomado el trabajo de leerlo, una frase que está en la Biblia que le dio muchas fuerzas a mi mamá cuando yo y mi hermano estábamos en malos caminos. Dice así:

“Hubiera yo desmayado, sino creyera que veré la bondad de Dios, en esta tierra mientras vivo”


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