LA TOMA DE DECISIONES Por: María Peña Gutiérrez
Las personas pasamos gran parte de nuestra vida tomando decisiones. Por ejemplo, se puede considerar que elegir la ropa que se puso una persona el día de hoy, no involucra una decisión. Sin embargo, entre el calcetín café, el zapato negro y el pantalón azul hay diversos elementos que nos llevan a considerar que sí se produjo una decisión, que si se quiere tomar a broma, van desde el buen o mal gusto para vestir y combinar colores hasta la racionalidad de estar interesados en causar una buena impresión entre los compañeros de trabajo. ¿Quién toma la decisión en el vestido de un adulto? Pues el mismo adulto que lo ampara, por decirlo de alguna manera, la racionalidad del ser humano que es capaz de medir los pros y los contras de las posibles alternativas que están frente a este individuo. Invariablemente, al tomar una decisión de la índole que sea, las personas vislumbran, por lo menos, si no es que tienen la certeza, de que habrá cierta ganancia al tomar tal o cual alternativa. Con esto en mente, entremos al mundo de la toma de decisiones que también nos impacta en el actuar moral y la reflexión ética ya que tiene que ver con uno de los constructos más apreciados por el ser humano: la libertad. Picado1 al hablar de Sartre menciona que el hombre es libre para escoger. No como ser libre propiamente: “libertad de escogencia” y aunque el hombre no elija alguna opción, está eligiendo no elegir… aunque parezca un juego de palabras, es importante leerlas con cuidado ya que ahí radica la no escapatoria del hombre para la libertad. ¿Hay alguna cita textual en este párrafo? ¿en el documento general? De ser así es importante poner la página. Para que se tome una decisión y el ser humano se vea en la necesidad de salir de su zona de confort, es que se está presentando en su mundo algún aspecto desagradable o incómodo que se quiere evitar, cambiar, disminuir o anular. De ahí que el sólo deseo de borrar aquello que nos está incomodando, no sea tan sencillo. Primero porque nos involucra de una manera total. Esto quiere decir que toda la persona se encuentra incómoda. No sólo una parte de ella. Esto hace que la persona involucrada pueda presentar varias cosas que la alejan de la objetividad deseable para elegir una opción. Cuando se trata de un directivo, la objetividad no es sólo deseable, sino que es una exigencia. Con todo y esta exigencia en el ámbito laboral, al momento de tomar decisiones de envergadura, se puede caer en problemas como la simplificación del problema; la distorsión; y, en el error de pensamiento. Esto puede provocar que la decisión se deje para otro momento (lo que hará que el problema se haga más grande), buscar a alguien que sepa más y que sea experto en el tema (lo que deja en entredicho al directivo), o se tome una decisión al azar (lo que puede provocar un problema mayor) 1 Revisado en Sept. 12, 2013 en: http://inif.ucr.ac.cr/recursos/docs/Revista%20de%20Filosof%C3%ADa%20UCR/Vol.%20IV/No.%2015-16/JeanPaul%20Sartre%20%20Una%20filosof%C3%ADa%20de%20la%20libertad..pdf
Hasta aquí se hace una síntesis respecto a la toma de decisiones: •
Existe un problema y se ve la necesidad de buscar opciones de solución.
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Desentrañar lo positivo y negativo de las diversas opciones encontradas. También aquí se verán involucrados los aspectos valóricos de dichas opciones. Si entre dos opciones, los aspectos morales son iguales, no habrá dificultades al elegir alguna de las dos opciones. Pero si hay diferencia, entonces sí se presentará un problema moral y desatará un conflicto que puede ser personal o que involucra a la institución.
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Cada una de las opciones tienen una “cantidad” de objetividad vs subjetividad. Qué cantidad de una y de otra se tiene, es otra de las cuestiones que el directivo tiene que tomar en cuenta antes de elegir cualquier propuesta de solución al problema.
La definición de la toma de decisiones de acuerdo a Mann2 (1993): “toda acción verbal manifiesta, socialmente definida como un compromiso a llevar a cabo una tarea específica o a adoptar una línea de conducta determinada en el futuro” (p. 170) Es decir, la comunidad en la que cada uno se encuentra tiene que saber cuál es la postura que se tiene respecto a un asunto en particular. De otra manera, la decisión no está tomada. Como se puede observar, tomar decisiones importantes no es fácil. Ya que el origen de una decisión es una situación que se quiere cambiar, y esto provoca un conflicto que tiene dos vertientes: la primera, tiene que ver con el desazón que implica que una situación conocida deja de ser o cambia; la segunda, con el desconocimiento de lo que va a continuar ante el cambio que demanda tomar una decisión. Generar alternativas o posibles soluciones producirá tensión sobre las ventajas y desventajas relativas de las alternativas, ya que se pueden determinar tanto ventajas como desventajas de cada una de las opciones, pero eso no quiere decir que se tenga un panorama completo. Entonces, se tiene que se vive un conflicto que implica tensión, el resultado natural en los seres humanos es: angustia, duda y lamentaciones. ¿Qué sucede después de que se ha tomado una decisión?
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Viene un proceso que puede entenderse como una revaluación de lo hecho. Desde la psicología se le conoce como disonancia cognoscitiva ya que en las alternativas, la decisión A, presenta elementos negativos vs la decisión B que presenta factores positivos. Ante esto puede suceder que se haga una nueva decisión que significa cambiar de la decisión A, a la decisión B. Otra posibilidad es que se haga un proceso interno de convencimiento de que la alternativa A es mejor.
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Puede ocurrir lo que también se conoce como reactancia psicológica que se hace presente al caer en la cuenta de que se ha optado por una alternativa y automáticamente quedan fuera o eliminadas todas las otras alternativas. Esto causa cierto arrepentimiento ya que no se sabrá qué hubiera sucedido de haber elegido cualquiera de las otras alternativas.
Mann, L. (1993) Elementos de Psicología Social. México: Limusa.
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Existen otras situaciones en las que se da lo que popularmente se conoce como “la elección de Hobson” que es una decisión forzada: o se toma la alternativa A), o se toma la alternativa A). El resquicio de libertad y por lo tanto de tomar una decisión en este tipo de decisiones radica en el ánimo o el espíritu con el que se acepta esa decisión forzada y sin alternativa aparente.
Es fácil suponer que el gran problema en la toma de decisiones tiene que ver con la vida misma, ya que continuamente estamos enfrentados a varias alternativas que contienen a la vez elementos agradables y desagradables y esto también se enreda más desde la motivación al hablar de los conflictos generados por lo que se conoce como conflicto de múltiple atracción-repulsión que se explican en las teorías de la motivación. Por lo tanto, existe mucha tensión y emotividad a tal grado que a veces no se toma la decisión ya que se da una especie de parálisis y la persona deja de decidir (que ya vimos arriba que es una decisión) o posterga la decisión (que también es una decisión). Dentro de la organización educativa se suceden muchas situaciones insatisfactorias que exigen per se, ser llevadas hacia una situación deseada o diferente. Ésta puede ser conocida (el riesgo de conflictos disminuye y el grado de error también). O, puede ser una situación desconocida (el riesgo de conflictos aumenta y el grado de error también). Ante esta última posibilidad es necesario que el director trate por todos los medios posibles definir la situación desconocida y requiere de dos preguntas fundamentales: 1. ¿Cuál debe ser la situación deseada? 2. ¿Cuáles son los medios para conseguirla? Te sugiero una serie de pasos para poder responder a estas dos preguntas: •
Encontrar y definir el problema: a)
La presencia de una situación frecuente y que debe ser resuelta.
b)
La visión de una situación que puede ser buena o peligrosa para la organización o para la persona que está en el proceso decisional.
c)
Encontrar diferencias entre resultados y objetivos o resultados y expectativas. Para esto es necesario tener criterios como referencia. Dentro de una institución educativa tendrán que ser los objetivos y las metas. Es necesario también reconocer los propios objetivos y las propias metas porque al tenerlos sin claridad, se complicará la definición del problema.
Además, utilizar modelos:
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a)
Hacer abstracciones más o menos cercanas a la realidad. Imaginar escenarios. Entre más escenarios se puedan construir mayores propuestas de solución se tendrán.
b)
Histórico, ver el pasado de la institución escolar, planear el futuro, sacar una tendencia. Estos dos últimos comparados con el presente de la escuela. Si no consideramos que esto es en una situación de trabajo organizacional, considerar la propia historia y analizar nuestros diferentes procesos en los que hemos tomado decisiones y qué consecuencias y/o resultados se han tenido.
c)
Otras personas, quejas o llamadas de atención al respecto de la escuela y/o de las personas dentro de ella.
d)
Comparar otras escuelas que han tenido una situación similar o completamente igual y analizar qué hicieron para resolver el problema.
e)
Identificar variables y conseguir la mayor cantidad de datos posibles para tener una visión más amplia de lo que está pasando y por dónde tendría que ir la solución.
f)
Hacer consultas al personal. Si se tiene el tiempo para hacerlo, hablar con los compañeros de trabajo, ofrecerá una gran cantidad de información. Casi está por demás decirlo, sin embargo, es importante subrayar la discreción con la que se tiene que contar.
Generar alternativas: a)
Partir de lo conocido a lo menos conocido. Esto con el fin de saber si el problema se puede solucionar rápidamente.
b)
Asesorías externas. Para esto es importante determinar los síntomas y encontrar relaciones de CAUSALIDAD cerca del problema.
c)
Grupos creativos para encontrar soluciones originales y realizables.
Una pregunta obligada sobre la generación de alternativas tiene que ver con el número de las mismas: ¿Cuántas alternativas? La respuesta es MUCHAS. Las más posibles. Tendrá que ser en muchos casos la más satisfactoria y rara vez la óptima. Desgraciadamente esto último es verdad, ya que una institución educativa es un conjunto dinámico que está en continuo movimiento y que está cambiando, si no en su estructura, si en su cotidianidad.
Por otro lado, es innegable que esta misma dinamización de las escuelas provoca varias limitaciones: 1. Información insuficiente. 2. Costo de la búsqueda. 3. Procesamiento de la búsqueda. 4. Imposibilidad de hacer cálculos apropiados sobre costos-beneficios sobre las decisiones que se habrán de tomar.
Decisión satisfactoria: mejor que el nivel de aspiración.
Nivel de aspiración: producto de la experiencia y cambia con el tiempo. De ahí que en el proceso de la toma de decisiones nos podemos encontrar con una: En los párrafos anteriores se dieron los pasos que se pueden hacer dentro de una organización académica. Sin embargo, en los niveles personales de decisión no actuamos de forma muy diferente a un gerente o director general. Es decir, todos nos encontramos con la necesidad de formular claramente el problema que nos aqueja para poder tomar la decisión más adecuada de solución. Serrat3 dice en su canción “Bienaventurados” (1987, canción 1) que los que aman son bienaventurados porque ya tienen el 50% de un gran romance. Parafraseándolo, diría que aquel que tiene definido un problema, tiene el 50% de la solución. Así de importante creo que es la definición de un problema que nos atañe. Quizá cuando nos enfrentamos a la problemática social en la que estamos inmersos, la definición del problema específico se vuelve complejísima dado que intervienen una serie de factores, en su mayoría, gigantescos y muy difíciles de aclarar. Aún así, es una tarea a la que como profesionistas de la educación estamos llamados a realizar. Formular preguntas por el tipo de escuela que queremos, inclusive, que soñamos son válidas porque nos ayudan o crear imágenes o metas que pueden llegar a ser construidas.
3
Serrat, J. (1987). Bienaventurados. En Bienaventurados [Disco LP]. Madrid, España: Compañía discográfica Ariola.
Un elemento de suma importancia es la historia. No entendida como una serie de fechas que pueden ser importantes, si no entendida como aquel elemento que nos ayuda a construir nuestra consciencia de individuos, de personas dentro de la escuela. En otras palabras, si no somos capaces de recuperar nuestra propia historia y que ésta tenga sentido, seríamos como entes que viven al día y que cometen los mismos errores todo el tiempo. El poder de la evolución humana dejaría de existir. La función de la cultura carecería de valor. Ya por último, y para responder cabalmente las dos preguntas señaladas en páginas arriba, lo que sigue es: •
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Evaluar las alternativas: a)
En función de sus consecuencias y los estados terminales y los objetivos.
b)
Cada alternativa se compara con los objetivos.
c)
Se comparan las alternativas entre sí.
d)
Se ven las consecuencias en función de: la certeza que viene a ser cuando se conoce cuál será el estado terminal que se va a presentar. El riesgo que es cuando se conoce cómo probabilidad el estado terminal que se puede presentar. E incertidumbre que es cuando sólo se conocen los posibles estados terminales.
No olvidar que los objetivos y los fines:
Son criterios constantes que sirven para evaluar las alternativas. Punto que se tiene que alcanzar sin conocer los medios para lograrlo.
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Es importante tener presente también que cuando existe un objetivo en juego, una persona decide.
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Cuando existe una estructura de objetivos, varios aportan.
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Cuando existen múltiples objetivos, es válida la múltiple participación en la toma de decisiones.
Finalmente, no olvidar que: INVARIABLEMENTE LAS DECISIONES PROVOCAN CONSECUENCIAS...