Publicación internacional de los adventistas del séptimo día
Vol. 12 No. 4
Hablar de la
FE , proteger la Libertad
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Nuestra mayor
fortaleza
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Daniel: Las bendiciones
de la obediencia
Vol. 12 No. 4
N O TA
D E
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TA P A
Hablar de la fe, proteger la libertad Ganoune Diop
El diálogo nos ayuda a entender y ser entendidos.
8 Ser como Jesús P A N O R A M A
M U N D I A L
Ted N. C. Wilson
La mejor manera de compartir nuestra fe es reflejando el carácter de Cristo.
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D E V O C I O N A L
Una historia que contar Ty Gibson Una historia épica en siete actos.
14 Nuestra mayor fortaleza C R E E N C I A S F U N D A M E N T A L E S
Jordan Stephan Algunos hablan sobre la unidad; otros prefieren practicarla.
22 del establecimiento de iglesias V I D A
A D V E N T I S T A
Diez cosas que aprendí
Julio César Leal Comience de a poco, y trabaje en pro del crecimiento.
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H E R E N C I A
A D V E N T I S T A
Otro hijo nativo Gibson Caesar y Lael Caesar Siempre reconforta ver cómo nos conduce el Señor.
D E PA R TA M E N T O S 3 I N F O R M E
M UNDIA L
3 Noticias breves 6 Noticia destacada 10 Iglesia de un día
11 S alud M undial El virus del Zika RES P U E S TA 26
PRE G U N TA S
27 E S T U D I O B Í B L I C O Daniel: Las bendiciones de la obediencia
A B Í B L I C A S
Una pregunta sobre la esclavitud
I N T E R C A M B I O 28
DE
I D E A S
spanish.adventistworld.org
www.adventistworld.org: Disponible en línea en diez idiomas
Publicado por la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
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Adventist World | Abril 2016
I m a g e n
d e ta pa :
B a n a n a S t o c k / T h i n k s t o c k
INFORME MUNDIAL Carolina Félix, División Sudamericana
En Brasil, jugador del año elige
el sábado
J a i m e
C o s ta
Arquero de fútbol deja atónito al mundo deportivo de ese país
F o t o g r a f í a s :
La joven pareja entre mí y la ventanilla del avión sonrió mientras me ubicaba en el asiento. Después de ajustar mi cinturón de seguridad, él se inclinó hacia adelante. «Somos Jim y Amy –dijo, ofreciéndome la mano–. Qué bueno que volemos juntos». Como no estoy acostumbrado a semejante amabilidad de mis compañeros de vuelo, devolví la sonrisa, y murmuré una pregunta sobre las razones de ese vuelo de tres horas. –Trabajamos para la Alianza Bíblica Universitaria. Estamos yendo a una convención –dijo Amy en tono jovial–. ¿Y usted? –Tengo que presentar un tema –dije en tono un tanto desganado. No sentía deseos de iniciar un diálogo teológico cuando ya estaba cansado y quería dormir. En pocos momentos, me extrajeron con destreza que era pastor y editor adventista, y supieron de mis planes de predicar en un encuentro de la iglesia a miles de kilómetros de mi casa. –¿En serio? –dijeron agrandando los ojos con obvio deleite–. ¿Le molestaría que le hiciéramos algunas preguntas sobre su fe? En realidad, jamás hemos hablado con un adventista real, en vivo, y hay muchas cosas que quisiéramos saber. Y así comenzó mi diálogo preferido de todos los vuelos que he hecho, un intercambio cortés que pasó del sábado como día de reposo a la segunda venida de Cristo y al estilo de vida adventista. Hasta hablamos del Espíritu de Profecía, después de que un sonriente joven dos filas más atrás (que obviamente, había estado escuchando la conversación), les dijo a Jim y Amy: «¡Pregúntenle sobre Elena White!» Tres horas más tarde, después de muchas preguntas y una ferviente oración, nos despedimos en la terminal del aeropuerto, sintiendo que habíamos participado de algo que Jesús realmente desea que hagamos. Hay millones como Jim y Amy en este mundo, devotos seguidores de Jesús que por ahora profesan otra religión, pero que están sumamente atentos a la voz del Gran Pastor. «Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; a esas también debo atraer y oirán mi voz, y habrá un rebaño y un pastor» (Juan 10:16), dice Jesús. ¿Y cómo oirán si no comenzamos a dialogar, cultivar amistades y compartir nuestra fe? Al leer la nota de tapa de este mes sobre la relación de la Iglesia Adventista con otras religiones, lo invito a orar por aquellos que, ahora mismo, están siendo guiados por el Espíritu Santo para conversar con usted.
Izquierda: Carlos Vítor da Costa Ressurreição, de 30 años, dice que de no ser por Dios, no estaría jugando al fútbol. Derecha: Ressurreição realiza ejercicios de estiramiento durante la práctica con su equipo, el Club Deportivo Londrina.
U
n prometedor portero de fútbol ha producido un revuelo en el ámbito deportivo al anunciar que ya no jugará en encuentros programados entre la puesta de sol del viernes y la del sábado. Carlos Vítor da Costa Ressurreição, de treinta años, que fue bautizado en la Iglesia Adventista el mes pasado, comunicó hace unos días su decisión a los reporteros, produciendo una ola de sorpresa, simpatía y hasta enojo por parte de los fanáticos y comentaristas deportivos que luchan por entender la causa de semejante decisión. El furor también está vinculado con el hecho de que Ressurreição ha hecho varias importantes atajadas durante la temporada pasada, lo que llevó a su equipo, el Londrina Esporte Clube, a pasar de la División C a la B en el Campeonato Nacional Brasileño, el principal de la liga de fútbol de ese país. Ressurreição fue nombrado jugador del año, lo que significó una oferta del Chapecoense, un equipo de la División A; eso a su vez duplicaría su salario.
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INFORME MUNDIAL Ressurreição rechazó la oferta porque no le habría permitido observar el séptimo día tal como indica el cuarto mandamiento, según el periódico Lance. Al mismo tiempo, el futuro de Ressurreição está inseguro, dado que un buen número de encuentros de la División B se llevan a cabo los viernes de noche y sábados. Su equipo ha anunciado que no le renovará el contrato que se vence en mayo. A pesar de ello, Ressurreição sigue aferrado a sus convicciones, expresando en una conferencia de prensa del pasado 20 de enero que de no ser por Dios, ni siquiera estaría jugando al fútbol. Un año antes de su bautismo pasó cuatro largos meses en su casa en Salvador (estado de Bahía) sin ningún contrato. Durante ese período, una amiga se acercó a su esposa Gabriela en una peluquería, y le ofreció ser socias para producir carteras. Las dos mujeres crearon entonces una marca de carteras que tuvo mucho éxito. «En poco tiempo, las ganancias supera-
ron a mi salario anterior en el club de fútbol –dijo Ressurreição–. En ese momento entendí que Dios tenía diversas maneras de cuidar de mi familia». Después de entender eso, Ressurreição dejó de lado sus temores de no ser capaz de firmar un contrato para jugar al fútbol, y comenzó por el contrario un proceso que denominó «intimidad con Dios». Comenzó a estudiar la Biblia y a orar todos los días. «Mi fe no se basa en palabras de un pastor –explicó–. Estudié la Biblia y llegué a la conclusión de que necesitaba crecer espiritualmente». Fue así como se convenció de que su suegra, que es adventista, había estado en lo cierto cuando le había hablado acerca del sábado, doce años antes. Ressurreição fue bautizado el 27 de diciembre de 2015. Las incertidumbres que Ressurreição enfrenta ahora podrían parecer tan abrumadoras como las que tuvo hace un año cuando no tenía contrato. A pesar de ello, se mostró calmo
morir fe
Dispuestos a por su
Andrew McChesney
Un matrimonio cuenta por qué se trasladó a Oriente Medio
P
esadas lágrimas acudieron a los ojos de Juanita, mientras abrazaba con fuerza a su hija. Pero su voz no vaciló mientras hablaba de la posibilidad de morir por su fe en Oriente Medio.
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«Con la seguridad del llamado de Dios y de la iglesia, es más fácil ir a lugares peligrosos, porque sabemos que Dios está con nosotros –dijo Juanita–. Él nos ayudará».
respecto del futuro, cuando un reportero le preguntó si estaba preparado para escoger entre su fe y su carrera. «Sin ninguna duda elijo mi fe –dijo–. Muchos otros lo hicieron antes que yo, dándome ejemplo de cómo elegir». Eso no significa que se ha quedado sentado. Mientras su contrato sigue vigente, ha comenzado un grupo de estudios bíblicos con sus compañeros de equipo. «Estoy en paz porque mi vida está en las manos de Dios –dijo–. Mientras haya equipos que respeten mis creencias, el deporte siempre será una opción. De lo contrario, el Señor ya me ha mostrado en el pasado que puede cuidar de mí». La decisión de Ressurreição se ha ganado la admiración de algunos comentaristas deportivos. «No soy religioso, pero me ha llegado esta decisión de Vítor; su fe habla en voz alta», dijo Ayrton Baptista Jr., que escribe un blog deportivo para Globo Esporte, uno de los sitios web deportivos más conocidos de Brasil. n
Su esposo Carlos asintió con solemnidad. Dijo que había estado pensando en los árabes que aparecen en las noticias por dar la vida por lo que creen, no importa cuán equivocada sea la causa. «¿Por qué no podemos creer en nuestra causa y también estar dispuestos a dar la vida? –dijo–. Es una causa justa: es la causa de Jesús». Carlos, Juanita y su hija están entre las diecisiete familias adventistas que llegaron a Oriente Medio en febrero de 2015 provenientes de Sudamérica. Estos profesionales altamente capacitados dejaron buenos empleos en sus países de origen para dedicar cinco años a trabajar en una de las partes del mundo donde es más
AR / M c C h e s n e y A n d r e w
Juanita y su hija, de la mano, mientras juntas sostienen la muñeca de la niña.
difícil compartir el evangelio. Dedicaron el año pasado a clases de árabe, planificación intensiva y complicados trámites que les aseguraron empleos en países de acceso restringido. El objetivo es «fabricar tiendas»: o dicho de otra manera, ser adventistas de sostén propio que comparten su fe en el lugar de trabajo. Juanita y Carlos hablaron con sinceridad en una entrevista. Adventist World no está usando los nombres reales del matrimonio ni mencionando el lugar específico donde viven debido a la naturaleza delicada de su labor. Los ojos de Juanita se llenaron de lágrimas cuando se le preguntó cómo había evaluado sus riesgos como madre. Relató que antes de salir de Sudamérica, ella y Carlos firmaron un documento por el cual asignan la custodia de su hija a sus abuelos maternos, en caso de que les pase algo. Juanita dijo que no tenía dudas de que Dios los había llamado a Oriente Medio no solo
a ambos sino también a su hija. «Dios nos ha llamado como equipo, a los tres –dijo, sosteniendo a su hijita sobre la falda–. Aunque no lo sabe, el llamado también es para ella». La niña ya ha ayudado a sus padres a incursionar en una cultura donde para los extranjeros es difícil hacerse de amigos. No solo existe la segregación entre hombres y mujeres, sino que los locales y los extranjeros a menudo viven en sus propios mundos. Cierto día, Carlos estaba jugando con su hija en un parque infantil cuando las piruetas de la niña captaron la atención de un padre que había acudido con su niño de la misma edad. Los dos hombres comenzaron a conversar y terminaron intercambiando números de teléfono. Pronto, el nuevo amigo de Carlos lo invitó a jugar a la pelota. «Mi hija nos está ayudando a establecer muchas conexiones», dijo Carlos. Las relaciones personales son muy
importantes en el mundo árabe, donde el colportaje, los encuentros públicos y otros esfuerzos misioneros que son comunes a otras regiones, están prohibidos. Ningún adventista murió por su fe en los últimos años en Oriente Medio, según el informe de Homer Trecartin, presidente de la Unión de Oriente Medio y África del Norte de la Iglesia Adventista. «Hemos tenido algunos casos donde faltó poco para eso, pero no tengo conocimiento de que alguien haya perdido la vida», dijo. Sin embargo, Trecartin les dice abiertamente a los potenciales voluntarios que tienen que estar dispuestos a morir si aceptan el llamado. «No quiero que la gente venga y nos ayude solo para disfrutar de una aventura –dijo–. Quiero que vengan porque realmente creen que Dios los ha llamado, y porque están dispuestos a ir, aun si eso implica que jamás regresarán a su casa». Todas las familias de sostén propio que llegaron a Oriente Medio el año pasado fueron seleccionadas mediante un proceso que estuvo a cargo de la División Sudamericana de la Iglesia Adventista y la aprobación de la Unión de Oriente Medio y Norte de África. La División Sudamericana está cubriendo muchos de los gastos de las familias durante el período de su traslado y el momento de comenzar a trabajar. Mientras tanto, Carlos dijo que no sabía si Dios los llamaría al sacrificio último, ni si estaban listos para morir. Sin embargo, cree que Dios los prepararía si llegaba ese momento. «Sabemos que Dios nos dará la fuerza para enfrentar cualquier dificultad –dijo mientras su hija, que había dejado la falda de su madre, jugueteaba feliz por la habitación–. Si él nos llama a hacer ese sacrificio, será un honor, por supuesto. Estamos en paz. Si estamos cumpliendo con la voluntad de Dios y lo servimos, somos felices». n
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INFORME MUNDIAL
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l piloto misionero Gary Roberts ha piloteado desde los Estados Unidos a destinos en las Filipinas, Angola y Sudamérica. En una ocasión, en Chad, trasladó a un elefantito enfermo para que fuera atendido. Todas esas experiencias lo ayudaron a prepararse para llevar un avión misionero desde Austria hasta su nuevo destino en Papúa (Indonesia), en una compleja travesía que requirió paradas en una decena de países, la obtención de permisos de diecisiete naciones y volar más de ochenta horas. Fue también un viaje personal. Roberts piloteó el avión que sustituiría a la aeronave que se estrelló veinte meses antes, cobrándose la vida de su padre, el veterano piloto misionero Bob Roberts. No fue solo el legado de su padre, sin embargo, lo que impulsó a Roberts a cubrir 16.335 kilómetros sobre Oriente Medio y el sur de Asia, en países de la así llamada «Ventana 10/40» (entre los 10 y 40 grados de latitud norte), que tienen el mayor nivel de desafíos socioeconómicos y el menor acceso al mensaje del evangelio. «En muchos países aún hay grandes necesidades –dijo Gary Roberts en un comentario sobre los países que sobrevoló y por los cuales oró durante el viaje–. Pido que sigan apoyando a esa gente y a la administración de la iglesia allí». Roberts también expresó gratitud por las personas que en todo el mundo oraron por él durante la travesía, en ocasiones peligrosa y llena de contratiempos pero también de oportunidades de compartir a Dios. La aeronave Pilatus PC-6 Porter será usada para la obra misionera en la Ventana 10/40 del sudeste de Asia.
La compra del avión
Los viajes de gran magnitud suelen estar acompañados de obstáculos, y Roberts enfrentó el primero cuando efectuó una inspección inicial de la ae-
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Teresa Costello, División de Asia Pacífico Sur
Un piloto misionero hace un viaje de
16.000 kilómetros El vuelo de Austria a Indonesia busca continuar con la obra de su padre
ronave en Viena, y halló corrosión en el motor. «Era tan grave que pensamos que sería necesario enviar el motor a un taller para que lo abrieran, limpiaran e inspeccionaran antes de volar», dijo su esposa Wendy, quien estuvo al tanto de todos los detalles desde su hogar en Papúa. El dueño del avión, residente de Jordania, canceló la venta cuando supo del problema. Varios meses después, sin embargo, llamó a los líderes adventistas y les ofreció la aeronave a un precio significativamente menor, dado que las reparaciones necesarias costarían unos ciento cincuenta mil dólares. Entonces, los adventistas se enteraron de que la documentación de la aeronave no estaba al día, y pasaron un buen tiempo solucionando el nuevo problema. Después de ello, Roberts viajó a la casa del dueño en Jordania para cerrar el trato. Terminado el trámite de adquisición, Roberts decidió pilotear la aeronave suiza hasta la fábrica para solucionar el problema del motor. Allí se produjo un gran milagro según relató su esposa: «Cuando llegó, colocaron una cámara dentro del motor, ¡y estaba limpio!». El inspector de la fábrica había visto fotografías anteriores del motor, por lo que
atónito, le preguntó a Roberts: «¿Está seguro de que es el mismo motor?» «Creemos que Dios limpió el motor», dijo Wendy. En las alturas
Pasaron muchos meses mientras procesaban la documentación y el permiso de importación para llevar el avión a Indonesia. Roberts finalmente se dirigió a Viena a mediados de noviembre para retirar la aeronave. El plan era encontrarse con su copiloto, Dwayne Harris, de Servicios de Aviación Médica Adventista de las Filipinas, y salir de Viena el 19 de noviembre. El vuelo de Harris de Manila a Viena, sin embargo, se retrasó por un pasajero enfermo, por lo que él y Roberts acordaron encontrarse en Atenas (Grecia). Harris llegó a Atenas el 20 de noviembre, y allí se enteró que Roberts se había retrasado por la visa para la India, y que recién llegaría el 22. Era esencial cumplir con el cronograma. Roberts había estado planeando el itinerario y consiguiendo los permisos para el viaje en febrero de 2015. Algunos permisos solo servían por cierto tiempo, y los retrasos podían obligarlo a tener que presentar una nueva solicitud.
Izquierda: Gary Roberts aterriza el nuevo avión misionero en Papúa (Indonesia), después de una travesía de miles de kilómetros. Derecha: Gary Roberts es recibido por su esposa Wendy y su hija Cherise en Aviación Adventista de Indonesia el pasado 8 de diciembre.
Roberts aterrizó en Grecia el 22 de noviembre, pero fuertes vientos lo obligaron a esperar hasta el día siguiente para salir hacia su próxima parada: Egipto. Temprano en la mañana del 23, Roberts y Harris volaron a Egipto. En un aeropuerto sobre la costa mediterránea, una joven que ayudó a reponer el combustible en la aeronave le preguntó a Roberts qué estaba haciendo con el avión. Él le contó que trabajaba para Dios. «¿Dios? –replicó sorprendida–. ¿Existe un Dios?» Roberts recordó que los cristianos tenemos el deber de compartir la fe doquiera estemos: «Aún hay mucho por hacer, inclusive en los países modernos». Al día siguiente, los pilotos se encontraron con hielo mientras volaban sobre Arabia Saudita entre Egipto y Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos). «Uno esperaría tener buen tiempo al volar sobre el árido desierto –dijo Harris–. Pero tuvimos el peor clima de toda la travesía». Mientras volaba a tres mil metros, el avión comenzó peligrosamente a acumular hielo. Los pilotos solicitaron y recibieron permiso de cambiar de ruta y descender doscientos cincuenta metros. El mal tiempo y el desvío hicieron que
F o t o g r a f í a s
p o r
c o r t e s í a
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G a r y
el avión aterrizara varias horas después de la puesta de sol. El último tramo
En Abu Dabi, los dos pilotos se separaron. Harris, quien no tenía visa para la India, la solicitó en la embajada de ese país, y Roberts salió en un vuelo comercial para Indonesia, para asistir a la asamblea anual de la Unión Asociación de Indonesia Oriental, de la cual era delegado. Harris no consiguió la visa, por lo que regresó a su hogar en las Filipinas. A los cuatro días, Roberts volvió a Abu Dabi. Cuestiones técnicas retrasaron su partida durante veinticuatro horas. Desde allí, voló casi nueve horas con buen clima hasta la India, y de allí voló a Chittagong (Bangladés). Animado gracias a las muchas personas que estaban orando por la travesía, Roberts siguió hasta Tailandia, y de allí a Borneo, y entonces realizó varias paradas más en Indonesia antes de llegar a la sede central de Aviación Adventista Indonesia el 8 de diciembre. Que se sepa, Roberts es el primer piloto misionero adventista que cruzó buena parte del mundo en una pequeña aeronave.
R o b e r t s
En la pista lo esperaban su esposa Wendy y su hija Cherise. Roberts y su familia se mudaron a Indonesia después de la muerte de su padre, para continuar con la labor de Aviación Adventista Indonesia. Roberts padre y un pasajero fallecieron el 9 de abril de 2014, cuando el Quest Kodiak que piloteaba no logró despegar y se incrustó en un puente al final de la pista en la sede de Aviación Adventista Indonesia. Gary Roberts ahora vuela en la misma zona donde volaba su padre. La llegada de la nueva aeronave significa que Aviación Adventista Indonesia podrá expandir la obra de compartir el evangelio. El avión será usado para transportar pastores, instructores bíblicos, misioneros e impresos a zonas inaccesibles a cualquier vehículo. Asimismo, el avión hará las veces de ambulancia, transportando gente desde zonas remotas a hospitales de pueblos más grandes. «Oramos para que muchos sean salvados para la eternidad gracias a esta herramienta que Dios nos ha dado para alcanzar esos lugares remotos», dijo Wendy Roberts. Si desea contactarse con Gary Roberts, escríbale a medicalaviation@ gmail.com. n
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P A N O R A M A
M U N D I A L
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no de los versículos más importantes de la Biblia se encuentra en 1 Juan 4:8: «El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor».1 A lo largo de su ministerio terrenal, Jesús enfatizó en repetidas ocasiones la importancia del amor. Cuando se le preguntó: «¿Cuál es el primer mandamiento de todos?» (Mar. 12:28), respondió citando un muy conocido pasaje de Deuteronomio: «“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas”. Este es el principal mandamiento. El segundo es semejante: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. No hay otro mandamiento mayor que estos» (Mar. 12:30, 31). Después de lavar los pies de sus discípulos, Jesús les dijo: «Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros» (Juan 13:34, 35). El amado apóstol Juan repite esta importante temática en 1 Juan 4:7, 8: «Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama es nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor». Y continúa en el versículo 16: «Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor, y el que permanece en amor permanece en Dios y Dios en él. En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio, pues como él es, así somos nosotros en este mundo. En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. Nosotros lo amamos a él porque él nos amó primero» (vv.16-19).
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Ser como Compartamos la verdad con amor
Un bello diamante
Al igual que un bello diamante, Dios es multifacético. El Dios de amor también es el Dios de la verdad. En Deuteronomio 32:4 leemos que «él es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectos. Es un Dios de verdad y no hay maldad en él; es justo y recto». El inconmovible amor de Dios se ve respaldado por la inmutabilidad de su verdad. «Porque yo, Jehová, no cambio», dice el Señor en Malaquías 3:6. Dios no cambia, y por ello, su verdad sigue siendo la misma. En su oración al Padre, Cristo expresó: «No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en tu verdad: tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo» (Juan 17:16-18). La Palabra de Dios, la Biblia, es su verdad, y porque es su verdad, esta no cambia. Jesús envía a sus creyentes para que compartan la verdad. Y como su verdad va en contra del mundo, a menudo es recibida con hostilidad y rechazo. A pesar de ello, «El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, sino que se goza de la verdad» (1 Cor. 13:4-6). Hablar la verdad con amor
Jesús da muchos ejemplos sobre cómo hablar la verdad con amor. Uno de los más conocidos se encuentra en Juan 4, donde dialoga con una samaritana junto al pozo de Jacob.
Los judíos evitaban interactuar con los samaritanos porque consideraban que tenían una forma de religión impura y retorcida. Jesús, sin embargo, llega a todas las personas. Sabía que tenía una obra que hacer en Samaria y confió en que Dios lo guiaría. Asimismo, quería dejar un ejemplo a los discípulos, revelándoles que la obra de ellos también trascendería a Israel. Cuando Jesús habló con la samaritana junto al pozo, no solo tenía sed de agua, sino que anhelaba sanar su alma. Como él no temía hablar la verdad con amor, el encuentro, que comenzó con un simple pedido, se volvió un muy efectivo ministerio de evangelización que duró dos días. Un diálogo difícil
El diálogo entre Jesús y la mujer junto al pozo no fue fácil: él necesitaba decir algunas cosas difíciles. Quería que ella viera que necesitaba el agua viva que él tenía para ofrecerle, y que su manera de vivir hasta ese momento la había estado apartando de él. Después de que ella expresó el deseo del agua viva que Cristo le ofrecía, él le presentó cortésmente cuál era su necesidad. «Ve, llama a tu marido –le dijo–, y ven acá» (Juan 4:16). Al admitir que no tenía marido, Jesús le respondió: «Bien has dicho: “No tengo marido”, porque cinco maridos has tenido y el que ahora tienes no es tu marido. Esto has dicho con verdad» (vv. 17, 18). La verdad dolió, y la mujer no quería hablar de algo que anhelaba que quedara en secreto. Buscando desviar
Jesús Ted N. C. Wilson
La verdadera adoración, dijo Jesús, es en espíritu y en verdad. No podemos tener solo el espíritu o solo la verdad. Necesitamos ambos. «En espíritu» significa estar de acuerdo con el espíritu divino de amor, y seguir sus caminos. La verdad siempre depende de su Palabra; ella define la verdad. Los que adoran en espíritu y en verdad son los verdaderos adoradores que busca el Padre. Dios es el centro, la fuente de verdad, y su Espíritu nos atrae para que lo adoremos, conozcamos y amemos. Un hombre como ninguno
la conversación, mencionó una controversia teológica de larga data: «Señor, me parece que tú eres profeta. Nuestros padres adoraron en este monte, pero vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar» (vv. 19, 20). Jesús no descarta su distracción inmediatamente, pero la usa como una oportunidad de llevar una vez más la verdad a su corazón: «Mujer, créeme –le dijo–, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre» (v. 21). Y Jesús va más allá, porque le dice: «Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos, porque la salvación viene de los judíos» (v. 22). Era una dura verdad para un samaritano, pero era importante. Pablo reconoció I m a g e n :
L D S
M e d i a
esa verdad en Romanos 3:1, 2: «¿Qué ventaja tiene, pues, el judío? ¿De qué aprovecha la circuncisión? De mucho, en todos los aspectos. Primero, ciertamente, porque les ha sido confiada la palabra de Dios». En espíritu y en verdad
Mientras Jesús hablaba con la mujer junto al pozo, buscó elevar sus pensamientos por sobre las formas, las ceremonias y las controversias. Anhelaba liberarla de la esclavitud del pecado y el prejuicio. «La hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque también el Padre tales adoradores busca que lo adoren. Dios es Espíritu, y los que lo adoran, en espíritu y en verdad es necesario que lo adoren» (Juan 4:23, 24).
La samaritana sintió que aquel con quien hablaba no era un hombre común. Y aunque la había confrontado a verdades difíciles, «se daba cuenta de que era un amigo que la compadecía y la amaba. Aunque la misma pureza de su presencia condenaba el pecado de ella, no había pronunciado acusación alguna, sino que le había hablado de su gracia, que podía renovar el alma».2 Al sentir la calidez y la aceptación de Cristo, se atrevió a presentarle el interrogante que escondía en su corazón: «Sé que ha de venir el Mesías […]; cuando él venga nos declarará todas las cosas» (v. 25). Al instante Jesús le respondió: «Yo soy, el que habla contigo» (v. 26). Se nos dice que «al oír la mujer estas palabras, la fe nació en su corazón, y aceptó el admirable anunció de los labios del Maestro divino». Con el corazón lleno de gozo, «se apresuró a impartir a otros la preciosa luz que había recibido».3 La verdad como está en Jesús
Dios ha revelado la verdad para estos últimos días, la verdad como está en Jesús, en su justicia y salvación, los mensajes de los tres ángeles, el servicio del Santuario, el mensaje de salud, y su pronto regreso. Como adventistas, no tenemos que esconder esas verdades del mundo. No es nuestra verdad, sino la verdad de Dios. Él quiere que las
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Iglesias de un día
1 Las
citas bíblicas han sido extraídas de la versión Reina-Valera 95® © Sociedades Bíblicas Unidas, 1995. Usada con autorización. Todos los derechos reservados. 2 Elena White, El Deseado de todas las gentes, p. 160. 3 Ibíd., pp. 160, 161.
Ted N.C. Wilson es
presidente de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
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Carrie Purkeypile,
Maranatha Volunteers International
I nt e r n at i o n a l
Respuesta en un día a una oración de doce años
M a r a n at h a Vo l u nt e e r s
compartamos con todos, para que todos puedan ser salvos. Somos llamados, aun entre nosotros, a hablar la verdad con amor, aun cuando la verdad vaya en contra de la cultura, la sabiduría o los valores del mundo. Nuestras palabras y convicciones siempre tienen que estar acompañadas de compasión por los que acaso no estén de acuerdo con nosotros, ya sea en la iglesia o con la gente en general. Deberíamos compartir nuestras convicciones, sobre la base de la Sagrada Palabra y la conducción del Espíritu Santo, con amor y compasión, demostrando el amor eterno de Dios que obra en nosotros. El mensaje confiado al pueblo remanente de Dios es transcultural e intemporal, según lo indica Apocalipsis 14: «En medio del cielo vi volar otro ángel que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los habitantes de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo» (v. 16). Nuestro mensaje es tan relevante hoy como cuando fue proclamado por primera vez en la década de 1840; en efecto, hoy día es más relevante, porque estamos más cerca del momento del regreso de Cristo. Ahora es tiempo para la participación total de los miembros y la fidelidad plena a la Palabra de Dios. Ahora es tiempo para que, «siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor» (Efe. 4:15, 16). n
Los miembros de iglesia llegan para observar la construcción de la estructura de su «Iglesia de un día», y preparan el almuerzo para los obreros (recuadro). Pocos meses después, se completaron las paredes del edificio. A comienzos de la década de 2000, los adventistas de Godzo (Zimbabue) decidieron que necesitaban un lugar propio para sus cultos. Por ello, combinaron sus recursos y se dedicaron a levantar cuatro paredes. Sin embargo, como suele suceder en las zonas rurales del África meridional, la construcción se detuvo a la hora de adquirir láminas de metal, las vigas y los materiales para techar. Las paredes construidas con tanta dedicación y entusiasmo se fueron doblando bajo la despiadada rutina del sol, el viento y la lluvia. Esas paredes jamás fueron cubiertas por un techo; todo por falta de recursos. La congregación siguió reuniéndose donde podía; en los últimos tiempos, en un salón de clases alquilado a una escuela pública local. Doce años después de iniciar la construcción, la respuesta llegó en la forma de una «Iglesia de un día», cuando el equipo de Maranatha descargó en Godzo la estructura de metal y los sólidos paneles de aluminio para el techo. Así fue que oraciones elevadas por años, se vieron contestadas. ¡Los feligreses estaban muy entusiasmados! Todos se reunieron, ya sea para mirar, ayudar o preparar una comida de celebración para los constructores. Un año después, la iglesia adventista de Godzo es un hermoso edificio que cuenta con bancos hechos a mano, ventanas y amplias puertas. Cuando se les dio la oportunidad de tener una estructura sólida y un techo, los miembros no esperaron mucho para construir las paredes de esa iglesia por la que habían estado orando durante más de una década. ASI y Maranatha Volunteers International colaboran para financiar e implementar proyectos de «Iglesias de un día» y «Escuelas de un día». Desde el lanzamiento del proyecto en agosto de 2009, se han construido más de 4500 iglesias en diversas partes del mundo.
S alud
mundial
Peter N. Landless y Allan R. Handysides
el
Pi x a b a y
virus del Zika ¿Hay alguna manera de protegerse?
Estoy preocupada porque mi hija está embarazada, y me inquietan las noticias sobre el virus del Zika y los bebés con microcefalia. ¿Qué consejos puede darme?
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l virus del Zika fue aislado en 1947 de un mono Rhesus en la selva de Zika, cerca de Entebbe (Uganda). El brote reciente de la infección en Brasil, y el incremento temporario asociado con la incidencia de la microcefalia y el síndrome de Guillain-Barré (una afección paralizante) han producido gran ansiedad y preocupación. Las epidemias suelen tener un «momento crítico», en el que la tasa de una infección supera la norma. En el caso del Zika, es probable que esto se relacione con el mayor número de mosquitos y, en consecuencia, de seres humanos infectados. El virus pertenece a los arbovirus, o enfermedades transmitidas por artrópodos, como es el caso del dengue. Asimismo, es preocupante que el virus puede transmitirse por contacto sexual. Un gran número de infectados no sufre ningún síntoma, algo que dificulta su control, porque se hace difícil documentar el progreso de la enfermedad en una determinada comunidad. Los síntomas se corresponden con los de una infección viral –fiebre, sarpullido y dolor en las articulaciones– y acaso han dificultado la comprensión de la enfermedad. Su asociación con el síndrome de Guillain-Barré preocupa bastante. Su potencial de dañar a los bebés (teratógeno) ha captado la atención mundial. El Zika está asociado con el desarrollo anormal del cerebro
(la microcefalia) del feto, lo que puede asociarse con posteriores convulsiones y discapacidades del aprendizaje. Muchos interrogantes siguen sin respuesta. Por ejemplo, ¿tiene la infección que producirse en un momento específico del embarazo para asociarse con el daño fetal? ¿Qué porcentaje de madres infectadas en un momento determinado tienen bebés afectados por el virus? ¿Ofrece una protección duradera haber sufrido antes la infección y, si es así, durante cuánto tiempo? Ahora que se ha asociado al Zika con importantes problemas, seguramente aprenderemos mucho sobre el virus, pero, ¿qué podemos hacer? Lo primero es evitar la picadura de los mosquitos. Esto se aplica en especial a toda mujer que piense en quedar embarazada, e implica evitar lugares donde se sabe que puede haber mosquitos infectados. El problema actual, sin embargo, es que los mosquitos al fondo de nuestra casa podrían tener el virus. Se necesitan medidas de salud pública para limpiar el medioambiente y que removamos las pequeñas acumulaciones de agua que son suficientes para que los mosquitos se reproduzcan. La gente puede rociar las paredes de su casa por dentro y por fuera con una solución de permetrina, que mata los mosquitos. También es importante revisar y reparar los mosquiteros. Las autoridades regionales de salud tienen que considerar programas que incluyan el rociado o hasta la introducción de mosquitos machos genéticamente modificados, que producen larvas inviables. La experiencia con la malaria ha
demostrado la dificultad del control del mosquito; por ello, es una estrategia importante evitar las picaduras. Se recomiendan repelentes de insectos, en especial los que contienen DEET. Las embarazadas, sin embargo, deberían rociar más la ropa que la piel. Puede ser que los mosquiteros rociados con permetrina se conviertan en algo normal aun en zonas donde no hay malaria. La preocupación por las embarazadas también afecta a sus parejas, debido al potencial de transmisión sexual «de persona a persona». El ministro de salud brasileño expresó que las parejas podrían inclusive diferir la decisión de tener hijos debido a la actual incertidumbre. La microcefalia puede estar asociada con una discapacidad cognitiva, algo que presenta un desafío para toda la vida. A largo plazo, acaso se desarrolle una vacuna que ayude a contener la epidemia; a corto plazo, es importante tener en cuenta lo que expresamos. Algunos pueden sentir que el tamaño y la importancia del problema parecen exagerados, pero es «mejor prevenir que curar». n
Peter N. Landless es cardiólogo nuclear
certificado y director del Departamento de Ministerios de Salud de la Asociación General.
Allan R. Handysides es ginecólogo certificado y exdirector del Departamento de Ministerios de Salud de la Asociación General.
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D evocional
Una
que contar Ty Gibson
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a Biblia no es un texto de teología sistemática, ni un manual de textos probatorios; ni siquiera es un libro de buenos consejos morales. La Biblia es más bien una historia. Es una gran narrativa, llena de personajes entrecruzados, en una saga creciente de amor infinito, terribles pérdidas y gloriosa restauración final. En el centro de la historia se encuentra una figura singular y destacada. Cada profecía y parábola, cada cántico y símbolo, cada oración pidiendo justicia y clamor por misericordia, cada exclamación pidiendo ayuda y anhelando recibir amor, cada episodio y acto de esa historia, susurra su nombre. Todo el Antiguo Testamento básicamente dice: Él viene. Todo el Nuevo Testamento dice: Ha venido. ¡Es una promesa hecha y una promesa cumplida! Esa es toda la Biblia, toda la historia, en pocas palabras. En el Antiguo Testamento, escuchamos que Dios dice: Los amaré con fidelidad, cueste lo que me cueste. No importa qué
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actitud tomen hacia mí, jamás dejaré de amarlos. Ingresaré en el mundo y en el dolor de ustedes. Cargaré con la culpa. Absorberé sus pecados dentro de mi amor y venceré el poder que esos pecados tienen de destruirlos. En el Nuevo Testamento, escuchamos que Dios dice: Miren, aquí estoy, y cumpliré cada aspecto de la promesa que les he hecho. Los amaré hasta las últimas consecuencias. Toda la ira y el odio que puedan amontonar sobre mí no vencerán ni debilitarán mi amor por ustedes. Y cuando sea levantado en la cruz de mi sacrificado amor por ustedes, los atraeré hacia mí. A manera de resumen de la relación entre los dos testamentos, Pablo observó en forma magnífica: «Porque todas las promesas de Dios son en él “sí”, y en él “Amén”, por medio de nosotros, para la gloria de Dios» (2 Cor. 1:20). En Cristo, Dios ha mostrado su amor para ser fieles y verdaderos, al cumplir cada promesa que ha hecho mediante sus profetas. La historia se revela en siete épicos actos:
En sus diversas formas, el pacto es la promesa divina de seguir humanidad caída a pesar de su rebelión
amando a la
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La precreación: Érase una vez en la eternidad, cuando Dios era todo lo que había. Antes de toda la creación, durante edades eternas, Dios existía como una expresión de amor desinteresado: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, los eternos Tres en Uno. El Dios del relato bíblico no es un ser solitario sino, por el contrario, una amistad que se da por otros, una unidad social de entrega ininterrumpida. La abnegación define a Dios, y ese es el fundamento de la realidad. La creación: El universo físico, con todos los seres racionales, pensantes y con capacidad de elegir, nació del amor divino, como una expresión de su carácter. La creación es simplemente la demostración del amor de Dios en forma material. Existimos porque Dios es amor, y para amar como él lo hace. Física, emocional y espiritualmente, los seres humanos fueron diseñados para reflejar el amor abnegado de Dios, tanto hacia él como entre sí. La caída: El pecado ingresó en el cuadro como el deseo de vivir para sí y antes que los demás, generando así desconfianza, lo que llevó al aislamiento y produjo la muerte. La caída de la raza humana implicó básicamente perder el amor hacia Dios y el prójimo. El pecado no implica quebrantar los reglamentos arbitrarios que impone un Dios controlador, sino que es contrario al amor, lo que produce el quebrantamiento de las relaciones. El pacto: En respuesta a la caída, Dios permaneció fiel a su carácter. El concepto clave del relato bíblico es la fidelidad de Dios. El relato del Génesis revela que la relación de Dios con su pueblo se resume en la palabra pacto. En sus diversas formas, el pacto es la promesa divina de seguir amando a la humanidad caída a pesar de su rebelión. Él decide seguir con su plan de salvarnos, no importa lo que le cueste. Para cumplir el pacto, Dios establece en Israel la descendencia biológica y teológica, mediante la cual su plan se hará realidad. Los profetas de Israel llegan a ser el canal mediante el cual se proclama una serie de promesas y profecías, todas las cuales señalan a Cristo. El Mesías: El acontecimiento de Cristo –su nacimiento, vida, muerte, resurrección y ascensión– constituye el cumplimiento pleno de la promesa del pacto divino. Jesús es el amor de Dios encarnado en forma humana. En él, el pacto es guardado tanto del lado divino como del lado humano de
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la relación. Como Dios, Jesús fue fiel a la humanidad. Como hombre, fue fiel a Dios. La salvación se cumple histórica y objetivamente en Cristo, como el cumplimiento pleno del pacto. La iglesia: El cuerpo de Cristo es su comunidad del pacto. Su misión es testificar, en palabras y acciones, de la realidad transformadora del amor de Dios. Al comunicar las buenas nuevas de la fidelidad de Dios al mundo, se produce salvación, liberación y sanación en cada persona que responda afirmativamente al mensaje. Es lo que la Biblia denomina «fe», que es ejercitada cuando los individuos se identifican con Cristo y viven para él. Esa es la experiencia subjetiva de redención en Cristo Jesús. La nueva creación: En el clímax de la historia de la Biblia, todo lo contrario al amor de Dios se verá erradicado. Solo lo bueno y hermoso permanecerá por la eternidad. La historia promete la remoción final del mal y la restauración de todas las cosas según el ideal de Dios. La humanidad redimida entrará finalmente en la dicha eterna de la integración social desinteresada que Dios había planificado desde el principio. El amor de Dios reinará supremo en cada corazón, como el único motivo detrás de cada pensamiento, sentimiento y acto. Esta es toda la Biblia en pocas palabras. Dios levantó al movimiento adventista para proclamar este mensaje. Nuestra comprensión de la Biblia solo cumple su verdadero propósito cuando contamos esa historia. Es la historia más encantadora, emocionante e impresionante que puede contarse, porque nos habla de ese Dios que nos ama más que su misma existencia; alguien que prefirió morir para siempre antes que vivir sin nosotros. Si contamos esa historia, nuestro propio pueblo, y también aquellos que queremos alcanzar, ingresarán espontáneamente en la narrativa, para cumplir la parte que les toca. n
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Ty Gibson es pastor principal de la iglesia adventista Storyline en Eugene (Oregón, EE. UU.). Es autor de ocho libros, y codirector de Light Bearers, un ministerio internacional de publicaciones, docencia y medios. Vol. 12 No. 4 | Adventist World
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C reencias
fundamentales
Nuestra
mayor Jordan Stephan
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fortaleza (que a menudo vemos como debilidad)
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n el centro del vestíbulo de la residencia de varones en la Universidad de Walla Walla hay una estatua con un versículo de la Biblia grabado sobre ella que dice: «¡Cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos convivan en armonía!» (Sal. 133:1, NVI). Los adventistas se opondrían con firmeza a una congregación que no guardara el sábado. Una iglesia que predicara erróneamente sobre el estado de los muertos causaría un alboroto. Y sin embargo, ¿qué decir de una iglesia donde reina la desunión? Por cierto, eso no llegaría a ser un titular del sitio web de la Adventist Review, ¿no le parece? Si la unidad en Cristo es una creencia fundamental de nuestra iglesia, ¿por qué nos mostramos tan indiferentes cuando esa unidad se ve desafiada? Una ilustración africana
Pocos viajan al África sin aprovechar la oportunidad de ver la increíble vida salvaje que es única a esa región del mundo. He tenido la oportunidad de ver muchos animales durante el tiempo que viví en Kenia; desde los majestuosos leones hasta los pesados rinocerontes. Dos animales africanos contribuyeron para hacerme reflexionar: las cebras y los avestruces. Sin duda, esos dos animales no son las superestrellas de los safaris africanos. Son animales que logran que uno borre fotos de una tarjeta de memoria llena, para hacer lugar para más fotografías de elefantes y leones. Las cebras son poco más que burros algo mejorados, un poco más lindos; y es un hecho comprobado que el avestruz no provoca miedo. No obstante, la interacción entre estas dos especies es digna de destacar. La cebra tiene visión pobre, aunque compensa esta
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falencia con un increíble sentido del olfato y una excelente audición. Por otro lado, el avestruz, tiene audición y olfato limitados, pero sus grandes ojos poseen una visión aguda. Las dos especies suelen pastar en zonas similares para protegerse mutuamente de los depredadores, apoyándose en la otra especie para compensar lo que carecen. Así como estos animales trabajan juntos usando las fortalezas mutuas, nosotros también deberíamos buscar las fortalezas en otros para vigorizar la iglesia. Sin embargo, ¿es realmente así? Si buscar las faltas en los demás fuera un trabajo remunerado, muchos ganarían un salario considerable. (Y si usted leyó esto y pensó en otra persona, es probable que usted también podría ganar bastante). En nuestras iglesias, ¿vemos a una determinada mujer como la mejor persona para organizar proyectos de servicio, o la consideramos la peor, a la hora de los momentos de alabanza? ¿Solemos animar al adolescente que trae a sus amigos a la iglesia, o lo regañamos porque sus amigos tienen tatuajes y joyas? Al igual que los críticos de cine y los coleccionistas de arte que buscan elementos originales, somos expertos en encontrar imperfecciones. Lo que más nos unifica
En la epístola a los Romanos, Pablo efectúa la mejor comparación para mostrar lo que debería ser la unidad de la iglesia. «Pues así como cada uno de nosotros tiene un solo cuerpo con muchos miembros, y no todos estos miembros desempeñan la misma función, también nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y cada miembro está unido a todos los demás» (Rom. 12:4, 5).1
UNIdad en el cuerpo
de Cristo
La iglesia es un cuerpo constituido por muchos miembros que proceden de toda nación, raza, lengua y pueblo. En Cristo somos una nueva creación; las diferencias de raza, cultura, educación y nacionalidad, entre encumbrados y humildes, ricos y pobres, hombres y mujeres, no deben causar divisiones entre nosotros. Todos somos iguales en Cristo, quien por un mismo Espíritu nos ha unido en comunión con él y los unos con los otros. Debemos servir y ser servidos sin parcialidad ni reservas. Por medio de la revelación de Jesucristo en las Escrituras participamos de la misma fe y la misma esperanza, y salimos para dar todos el mismo testimonio. Esta unidad tiene sus orígenes en la unicidad del Dios triuno, que nos ha adoptado como hijos. (Sal. 133:1; Mat. 28:19, 20; Juan 17:20-23; Hech. 17:26, 27; Rom. 12:4, 5; 1 Cor. 12:12-14; 2 Cor. 5:16, 17; Gál. 3:27-29; Efe. 2:13-16; 4:36, 11-16; Col. 3:10-15).
Observe el círculo de creyentes en su iglesia local. Todos sabemos que los talentosos son las piernas, dispuestos a ir donde Dios lo pida. Otros son escogidos para ser los ojos, bendecidos con la capacidad de ver a los necesitados. Algunos son los oídos, capaces de morderse la lengua y simplemente escuchar, mientras que otros son las manos, capaces de arreglar y sanar. Y todos nosotros tenemos ese amigo que afirma sin problemas ser la boca. La unidad centrada en Cristo no se hace realidad cuando las iglesias cultivan personas que piensan de igual manera, con un solo don. Por el contrario, la diversidad es lo que produce crecimiento saludable y unificado. Los que nos une es a menudo lo mismo que pensamos que nos divide: las diferencias. Una pregunta
¿Cree usted que la Iglesia Adventista está unificada? ¿Sí o no? Muchos adventistas, en especial de mi generación, dirían que no. Antes de escribir este artículo, yo también habría dicho que no. Sin embargo, hace poco conversé con un estudiante católico aquí en el Colegio Maxwell (en las afueras de Nairobi, Kenia), y eso cambió mi perspectiva. Después de analizar las prácticas católicas que me resultan interesantes, me sentía curioso de escuchar lo que él pensaba del adventismo. Como asiste a una institución adventista, está comprometido en estudiar nuestro plan de estudios y asistir a los cultos sabáticos. Le pregunté si había alguna cosa que admiraba del adventismo. Su respuesta me sorprendió: «Ustedes parecen muy cercanos, como si fueran una familia». Ese diálogo me ayudó a abrir los ojos. A menudo podemos ignorar algunas de nuestras características hasta que otra persona las señala. ¿Es posible que como iglesia estemos más unidos de lo que creemos? La unidad de nuestra iglesia ha sido muy atacada en los últimos años. Los temas que causan más divisiones traen consigo los contrincantes más apasionados, con convicciones fuertes (y aun extremas). Siempre vi esto como una señal de debilidad de la iglesia, pero esa conversación me hizo reflexionar sobre mi postura.
Pocas cosas están siendo sacudidas con mayor violencia que nuestra unidad –Satanás apunta a las áreas donde se siente más amenazado– ¿qué dice esto sobre la unidad de nuestra iglesia? ¿Puede ser que Satanás apunte a nuestra unidad porque está por convertirse en nuestra mayor fortaleza (Juan 17:20-23)? Es una idea difícil de imaginar, porque solemos enfocarnos en las cosas incorrectas. La unidad cristiana no significa estar de acuerdo entre todos o pensar de la misma manera. Podemos no concordar sobre un tema, y aún estar unidos. Lo importante de la unidad no es estar unificados entre nosotros, sino unidos en Cristo. Elena White habló de esto cuando escribió sobre los discípulos: «Iban a tener sus pruebas, sus agravios, sus diferencias de opinión; pero mientras Cristo habitase en el corazón de ellos, no habría disensión. Su amor los induciría a amarse unos a otros; las lecciones del Maestro harían armonizar todas las diferencias, poniendo a los discípulos en unidad hasta hacerlos de una mente y un mismo criterio. Cristo es el gran centro, y ellos se acercarían el uno al otro en la proporción en que se acercasen al centro».2 Las cosas que hoy nos dividen pronto se disipan cuando miramos a Cristo. Esa es la verdadera unidad, y puede ser la fortaleza más grande de la iglesia. ¡Por cierto, qué bueno y agradable sería algo así! n 1 Las citas bíblicas pertenecen a la La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional® NVI® Copyright © 1999 de Biblica, Inc.® Usada con autorización. Todos los derechos reservados. 2 Elena White, El Deseado de todas las gentes, p. 263.
Jordan Stephan cursa el cuarto año de teología en la Universidad de Walla Walla (Washington, EE. UU.). Interrumpió durante un año sus estudios para ser estudiante misionero en Kenia, donde trabajó en la residencia de varones y enseñó en el Colegio Secundario Adventista Maxwell. Vol. 12 No. 4 | Adventist World
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Hablar de la proteger la
Fe,
libert Diálogo + Libertad Testificación única
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tad religiosa =
I MAGE n :
B a n a n a S t o c k / T h i n k s t o c k
Ganoune Diop
uchos adventistas me inundan de preguntas cuando se enteran de que represento a la Iglesia Adventista en reuniones de organizaciones ecuménicas cristianas: «¿Cómo ven en realidad los adventistas la unidad cristiana, las relaciones interreligiosas y el ecumenismo? – preguntan–. ¿Por qué los adventistas escogemos aceptar y conservar el estatus de observadores pero no de miembros en las organizaciones ecuménicas cristianas?» Mi respuesta es simple: Es legítimo que todas las personas de buena voluntad se unan para salvar y proteger vidas, para afirmar la importancia y la santidad de la vida. Es inclusive urgente que todas las personas se asocien para hacer de este mundo un lugar mejor para todos los seres humanos, contribuyendo a mejorar la salud, la educación y el trabajo humanitario con toda dignidad, libertad, justicia, paz y fraternidad. Todos los servicios y actividades de la Iglesia Adventista buscan promover la vida, y la vida abundante. En cumplimiento de la misión de la iglesia, los adventistas nos relacionamos con otras organizaciones cristianas. En referencia a su posición en las organizaciones cristianas globales, la Iglesia Adventista ha tenido estatus de observadora en los encuentros y ha estado abierta para asociarse con otras iglesias en áreas que no comprometen su identidad, misión y mensaje. La regla general es no ser miembro de ninguna organización ecuménica que erradique o borre la voz adventista distintiva en referencia a la soberanía de Dios el Creador, el sábado y la segunda venida. En principio, los adventistas escogemos no involucrarnos en alianzas doctrinales con otras iglesias debido a nuestra fidelidad a un enfoque integral de las doctrinas bíblicas, y a nuestra defensa de doctrinas que, creemos, han sido marginadas, cambiadas u olvidadas en el curso de la historia de la iglesia. Más allá de eso, «unidad» no es una
mala palabra. Los adventistas valoramos la unidad, y Dios también. La unidad está cimentada en la existencia de Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo. Los adventistas promovemos la unidad por causa de la misión, para dar a conocer a Cristo a todos los grupos de personas, idiomas, tribus y naciones. Los cristianos también podemos unirnos para que el mundo sea un lugar mejor, mediante la promoción de la salud, la educación, el trabajo humanitario, y la protección y promoción de los derechos humanos. Los cristianos, sin embargo, tienen que recordar que perderán su llamado primordial si no se unen para defender y ser modelos de valores espirituales basados en el evangelio eterno. Las virtudes teológicas de la fe, la esperanza y el amor son esenciales dentro del mandato cristiano, y un don para el mundo. Esas virtudes pueden florecer mejor cuando está presente la libertad religiosa. Para los adventistas, la libertad religiosa es el antídoto del ecumenismo sincrético, y un llamado a abrazar la verdad con la libertad inalienable de conciencia, la libertad de religión o creencia, la libertad de expresar públicamente las creencias propias, la libertad de invitar a otros para que compartan las convicciones propias o para que se unan a la comunidad de la fe a la que pertenecemos. El ecumenismo de cerca
Un sutil conjunto de temas interrelacionados en el ámbito de las relaciones entre iglesias y religiones que necesita ser aclarado es la cuestión de la unidad: la unidad visible y el ecumenismo. En ocasiones, se usan otros términos como si significaran lo mismo, por ejemplo, «colaboración», «asociación» y «diálogo interiglesias» (o interreligioso). La palabra «ecumenismo» se usa de manera diferente en diversos contextos. Puede referirse a la unidad entre las iglesias cristianas del mundo, pero la gente por lo general la usa para describir
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Delegados al Tercer Foro Internacional sobre la Religión y la Paz, un encuentro de líderes del espectro religioso y político de Rusia, se dieron cita en octubre en el Gran Salón del Hotel Presidente de Moscú. El evento incluyó a investigadores, funcionarios públicos y líderes religiosos que representaron a las comunidades ortodoxa, protestante, judía, católica y musulmana. Ganoune Diop, director de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa de la Asociación General, representó a la Iglesia Adventista y aparece en el extremo izquierdo.
un sentido general de relaciones cordiales, de diálogo o trabajo conjunto para un determinado proyecto. Históricamente, los primeros concilios eclesiásticos fueron llamados ecuménicos porque muchas iglesias interactuaron para definir la ortodoxia. No es el sentido que se le da hoy. Algunas denominaciones, como la Católica Apostólica Romana y la Ortodoxa, la usan con ese sentido, porque creen que son los que garantizan la ortodoxia. Pero catalogar a cualquier asociación entre los cristianos como ecumenismo doctrinal puede pecar de ignorancia, falta de conocimiento o inverosimilitud. También se necesita honestidad espiritual para identificar y evaluar el contenido real de las relaciones interreligiosas. Definir la unidad
El concepto de unidad cuenta con un sólido fundamento bíblico y teológico. La bendición que Dios procuró diseminar por medio de Abraham y sus descendientes estaba destinada
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a todas las familias de la tierra. Dios quiere que todo su pueblo experimente la unidad doctrinal. Esto jamás se materializó en Israel, el pueblo del pacto. La creencia en la resurrección, por ejemplo, no era compartida por todos los israelitas. El Nuevo Testamento menciona que los saduceos no creían en la resurrección de los muertos. Hoy día, la unidad es entendida de varias maneras entre las diversas iglesias cristianas. Para los católicos, por ejemplo, la unidad incluye el concepto de la comunión con los santos, tanto de los vivos como de los muertos. En la Enciclopedia Católica, la comunión de los santos es descrita como «la solidaridad espiritual que vincula a los fieles de la tierra, las almas del purgatorio, y los santos del cielo en la unidad orgánica del mismo cuerpo místico bajo Cristo como la cabeza […]. Los participantes de esa solidaridad son llamados santos por razón de su destino [el cielo] y su participación de los frutos de la Redención». Con este ejemplo en mente, la uni-
dad de la iglesia global puede hacerse realidad solo si todos los cristianos adoptaran una cosmovisión o comprensión católica de la realidad, o si todos los católicos renunciaran a las creencias que tan caras les resultan. A pesar de ello, hay muchas cosas que unen a los cristianos, comenzando con el fundamento de la unidad misma. La unidad es cara al corazón de Dios. Todo el plan de salvación demuestra la determinación divina de unir a su familia dividida y dispersa, que él creó a su imagen. La unidad está cimentada en el ser de Dios, que es la Trinidad: una unidad en la Trinidad. La muerte de Cristo tuvo el propósito de reunir a los seres humanos en uno. En Juan 18, Jesús oró por la unidad por causa de la misión, para que el mundo pudiera creer. El Espíritu Santo fue dado para sellar la unidad en la misión. Los adventistas y la unidad
Los adventistas participamos con Dios en todo lo que él hace para salvar al mundo. Dios evangeliza (Gál. 3:8); fOTO g r a f í a S :
B e t t i n a
K r a u s e
nosotros también. Dios está comprometido con la unión de todo el mundo bajo el señorío del Salvador Jesucristo. Nos unimos con Dios para cumplir sus propósitos de ensalzar a Dios el Hijo, para que el mundo sea salvo. Los adventistas estamos comprometidos con la misión de llamar a todos para que fijen sus ojos en Cristo (Heb. 12:1, 2). Les recordamos a todos los cristianos qué constituye una confesión central desde la era apostólica, y que también está presente en el credo cristiano primitivo: la segunda venida de Cristo. El principio que sostiene las relaciones adventistas con otros cristianos posee dos aspectos inseparables: la verdad y la libertad religiosa. Elena White, una de las fundadoras de la Iglesia Adventista, enfatizó esto en Los hechos de los apóstoles, cuando escribió: «El estandarte de la verdad y de la libertad religiosa sostenido en alto por los
fundadores de la iglesia evangélica y por los testigos de Dios durante los siglos que desde entonces han pasado, ha sido, para este último conflicto, confiado a nuestras manos. La responsabilidad de este gran don descansa sobre aquellos a quienes Dios ha bendecido con un conocimiento de su Palabra. Hemos de recibir esta Palabra como autoridad suprema. Hemos de reconocer los gobiernos humanos como instituciones ordenadas por Dios mismo, y enseñar la obediencia a ellos como un deber sagrado, dentro de su legítima esfera. Pero cuando sus demandas estén en pugna con las de Dios, hemos de obedecer a Dios antes que a los hombres».1 Aun más fundamental es que los adventistas entendemos nuestra misión como lo intima nuestro nombre, dando énfasis a la verdad de la segunda venida como la esperanza del mundo de abrazar finalmente la libertad de la muerte y del mal, trayendo consigo la justicia y
la paz. Por causa de esas convicciones, los adventistas enfatizamos la segunda venida y un mensaje de salud. Creemos que cuando Jesús dijo que sus discípulos eran la «sal» y la «luz» (Mat. 5:13-17), también se refería a nosotros. Cada aspecto de la participación adventista con alguna institución, agencia u organización, ya sea eclesiástica o política, se refleja primordialmente en la razón de la existencia de la iglesia: llevar esperanza a la raza humana que está enredada en toda clase de males. Para cumplir esa misión, los adventistas participamos del método de Cristo, según lo describió Elena White: «Solo el método de Cristo será el que dará éxito para llegar a la gente. El Salvador trataba con los hombres como quien deseaba hacerles bien. Les mostraba simpatía, atendía a sus necesidades y se ganaba su confianza. Entonces les decía: “Seguidme”».2 Jesús sirvió a las personas, las sanó y
Cómo relacionarse con otras personas Elena White, una de las fundadoras de la Iglesia Adventista, ofrece consejos prácticos sobre el arte y la ciencia de relacionarse con cristianos de otras denominaciones. Aquí se comparten tres de sus consejos. «Cuando algunos de los que carecen del Espíritu y del poder de Dios entran en un nuevo campo, empiezan denunciando a las demás denominaciones, pensando que pueden convencer a la gente de la verdad presentando las inconsistencias de las iglesias populares. En algunas ocasiones, puede parecer necesario hablar de estas cosas, pero en general ello no hace sino crear prejuicios contra nuestra obra, y cierra los oídos de muchos que de otra manera podrían haber escuchado la verdad. Si estos maestros estuviesen íntimamente relacionados con Cristo, tendrían sabiduría divina para saber cómo acercarse a la gente».1 «Al entrar en un lugar, no debemos erigir barreras innecesarias entre nosotros y las otras denominaciones, especialmente
los católicos, de manera que ellos piensen que somos sus enemigos reconocidos. No debemos crear prejuicios en sus mentes en forma innecesaria, haciendo una incursión contra ellos. Hay muchas personas entre los católicos que viven de acuerdo con la luz que tienen, en un grado mucho mayor que muchos de los que pretenden creer la verdad presente, y Dios los probará a ellos tan ciertamente como nos ha probado a nosotros».2 «Profesamos tener más verdad que las otras denominaciones; pero si esto no nos lleva a una mayor consagración, a una vida más pura y santa, ¿de qué beneficio nos resulta? Sería mejor para nosotros no haber visto nunca la luz de la verdad que profesar aceptarla y no ser santificados por ella».3 1 Elena 2 Elena 3 Elena
White, Testimonios para la iglesia, t. 4, p. 527. White, El evangelismo, p. 109. White, Testimonios para la iglesia, t. 5, p. 584.
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las alimentó sin segundas intenciones. Les hizo saber y sentir que eran libres de escoger un futuro con o sin él. La libertad de conciencia es importante para él. Sin esta libertad, ningún pacto es genuino, porque el amor no puede ser forzado. Las relaciones interiglesias
Los adventistas reconocemos a otros cristianos como miembros genuinos del cuerpo de Cristo. A pesar de ello, no ocupamos cargos estructurales formales en las organizaciones ecuménicas principalmente por cuestiones de libertad de conciencia, dado que esto limitaría la libertad de compartir nuestras convicciones con los demás y por lo tanto perjudicaría, según la entendemos, la misión universal para el tiempo del fin. No somos parte de organizaciones ecuménicas que requieren afiliación, pero gozamos del estatus de observadores o invitados en sus encuentros. La asociación con otras denominaciones
Los cristianos, sin embargo, tienen que recordar que perderán su llamado primordial si no se unen para defender y ser modelos de valores espirituales basados en el evangelio eterno . cristianas está de acuerdo con la visión que la Iglesia Adventista tiene de otros cristianos. Al escribir sobre la temperancia, White dijo lo siguiente sobre los líderes de otras denominaciones: «En otras iglesias hay cristianos que se destacan en defensa de los principios de la templanza. Debemos procurar acercarnos a estos obreros y preparar el terreno para que nos acompañen.
Debemos invitar a hombres grandes y buenos a que apoyen nuestros esfuerzos por salvar lo que se ha perdido».3 En referencia a la oración, White expresó: «Nuestros ministros deben procurar acercarse a los ministros de otras denominaciones. Oren por ellos y con ellos, pues Cristo intercede en su favor. Tienen una solemne responsabilidad. Como mensajeros de Cristo, deben
Mi encuentro con
líderes musulmanes Cuando me jubilé como editor de Adventist World, mi vida tomó un sentido inesperado. Jan Paulsen, por entonces presidente de la Asociación General, solicitó que fuera su asistente personal para cultivar relaciones con líderes de las religiones mundiales. El objetivo era que conocieran quiénes somos los adventistas, y cuáles son nuestra misión y valores. Esa nueva tarea, para la cual no había una descripción de responsabilidades, me llevó a viajes frecuentes a Oriente Medio, en especial al Reino Hachemita de Jordania. Allí, durante el curso de múltiples visitas, dialogué con importantes líderes estatales y religiosos. Algunos de esos destacados individuos llegaron a ser amigos cercanos. La interacción con esos líderes musulmanes me dejó una profunda impresión. Tenía mucho que aprender, y mucho que desaprender. Descubrí que eran fáciles de contactar, pero que no conocían a los adventistas. No habían escuchado hablar de nosotros; quedaron asombrados al saber que hay
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William G. Johnsson
cristianos que no comen cerdo ni beben alcohol y la creencia que tienen en la segunda venida de Cristo ofrece una interesante oportunidad de discusión. Esos diálogos de alto nivel fueron muy positivos. Con el tiempo, dieron fruto en la organización del simposio «La enseñanza del respeto por las religiones» que se llevó a cabo en una universidad en Amán, y contó con disertantes cristianos y musulmanes, y la presencia de destacadas figuras de la nación. Estas experiencias me llevaron a valorar muchísimo el diálogo interreligioso. En especial en estos tiempos de intolerancia religiosa, odio y desinformación, el diálogo es fundamental. Dijo el Maestro: «Bienaventurados los pacificadores, porque serán llamados hijos de Dios» (Mat. 5:9).
William G. Johnsson fue el editor fundador de Adventist World, y entre 2007-2011 participó en muchos diálogos interreligiosos.
manifestar profundo y ferviente interés en estos pastores del rebaño».4 De conformidad con el consejo de más arriba, la Asociación General, el órgano administrativo de la Iglesia Adventista mundial, ha expresado en sus Reglamentos eclesiástico-administrativos que los líderes de la iglesia «reconocen toda agencia que ensalza a Cristo ante los hombres como parte del plan divino para la evangelización del mundo, y […] tienen en alta estima a los hombres y mujeres cristianos de otras comuniones que se dedican a ganar almas para Cristo». En rechazo del ecumenismo
Aunque es la voluntad de Dios, la unidad no es el valor supremo, dado que es precedida por la fidelidad a la verdad divina. La Iglesia Adventista y otras varias denominaciones que no se han unido a las organizaciones ecuménicas objetan el ecumenismo como doctrina o como el objetivo de fusionar las iglesias cristianas en una iglesia mundial, lo que llevaría a la pérdida de una identidad denominacional distintiva. Al mismo tiempo, los adventistas y otros creyentes no suscriben alianzas sincretistas que podrían minimizar la importancia y el peso de la verdad, en especial cuando las creencias de algunas iglesias acaso no estén en armonía con la verdad bíblica revelada. La principal preocupación de los adventistas es verse restringidos de compartir sus convicciones con cualquier persona, más allá de sus creencias religiosas o filosóficas. Este es básicamente un problema de libertad religiosa. Los cristianos no pueden cuestionar el derecho a la libertad religiosa o de creencias mientras hasta el mundo secular ha aceptado este derecho y valor humano fundamental. En conclusión
Aunque consideramos a otros cristianos como hermanos y hermanas en Cristo, el principio que impide que la Iglesia Adventista mundial integre
una unión de iglesias organizada tal como el Concilio Mundial de Iglesias, es el de libertad religiosa, que implica el derecho irrestricto de compartir las convicciones religiosas propias y el derecho de invitar a otros para que se unan a la tradición cristiana propia sin ser acusados o catalogados como proselitistas. Los adventistas del séptimo día apoyamos la unidad cristiana en unión con el Dios trino, que está decidido a reunir a las personas que creó a su imagen. El propósito de todo el plan de salvación es la restauración de la imagen de Dios y la reunión de todos aquellos salvados por él. La unidad está cimentada en Dios. Fue por esto que Jesucristo vino a la Tierra a unir a todas las familias de la Tierra. La unidad doctrinal entre las iglesias cristianas es esquiva e inalcanzable, a menos que las iglesias pierdan sus creencias distintivas y se unan a una de las tradiciones eclesiásticas, ya sea católica, ortodoxa, anglicana, reformada, evangélica, pentecostal, u otra. La libertad de religión o creencia es un don innegociable de Dios que debería caracterizar la libertad de todo cristiano o comunidad de compartir sus convicciones con otros, de invitar a otros para que se unan a la tradición cristiana propia. Por cierto, por causa de la misión, los cristianos pueden unirse para testificar por Cristo a un mundo que lo necesita con desesperación. n 1 Elena
White, Los hechos de los apóstoles, p. 56. White, El ministerio de curación, p. 102. White, Testimonios para la iglesia, t. 6, p. 115. 4 Ibíd., p. 84. 2 Elena 3 Elena
Ganoune Diop fue elegido director del Departamento de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa de la Asociación General en el Congreso de la Asociación General de julio de 2015. Había sido director asociado de ese departamento y representante de la Iglesia Adventista para relaciones interreligiosas y enlace con las Naciones Unidas desde 2011.
10 enfoques adventistas de la
Unidad 1 2 3 4 5 6 7 8 9
10
en la visión cristiana de un Dios solícito en tres personas; en una nueva humanidad compartida, recreada a imagen de Jesucristo, y que tiene la mente de Cristo; en la comprensión del llamado común a amar a Dios con todo nuestro ser, y a nuestro prójimo como a nosotros mismos; en reconocer la controversia espiritual real entre el bien y el mal, entre Cristo y Satanás; en el compromiso con paz, el pacifismo y la pacificación, y con la dignidad e integridad de cada persona; en el servicio para aliviar el sufrimiento, en especial de los más necesitados de ayuda económica, física, social, u otra; en promover una vida temperante, sana y de recreación; en promover la libertad, la igualdad, la fraternidad, y la buena vecindad; en proclamar las buenas nuevas de las enseñanzas de Jesús (el evangelio, las bienaventuranzas); en ensalzar a Jesucristo ante el mundo.
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V ida
adventista
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urante mi primera visita a Europa hace ya muchos años, traté de dar un folleto a una persona en el tren subterráneo pero lo rechazó. Eso me asombró, porque en mi país es muy raro que suceda algo así. Percibí que la gente no parecía ser tan receptiva al evangelio en ese lugar. Por ello, me pregunté: ¿Cómo puedo traspasar las barreras culturales y llegar al corazón de la gente? Tiempo después, mientras viajaba en tren, mi hijita de dos años estaba «leyendo» un libro sobre la creación y el diluvio. Un matrimonio junto a ella quedó encantado con su entusiasmo, y la escuchó con atención mientras ella les mostraba y explicaba las ilustraciones. Cuando llegamos a la estación nos despedimos con sonrisas afectuosas y espontáneas, algo que en otras circunstancias no habríamos experimentado. Ese evento me ayudó a entender que podemos llegar a los corazones de los que, en apariencia, parecen «cerrados» al evangelio, si tan solo usamos la «llave» correcta.
Nace una iglesia
En 2011, viajé a Madrid (España) para continuar con mis estudios de posgrado. Comencé a reunirme con un pequeño grupo de adventistas de habla portuguesa, la mayoría de los cuales eran brasileños. El grupo, que se había organizado en 2008, crecía lentamente, y soñaba con construir un templo. Les ofrecí mi ayuda. Comenzamos nuestra campaña orando, y Dios respondió nuestras oraciones. El Consejo Europeo de Lengua Portuguesa, un ministerio de apoyo que ayuda a coordinar y fomentar la creación de iglesias de inmigrantes de habla portuguesa en Europa, comenzó a dialogar con líderes y pastores de la Unión Adventista Española, y se llevaron a cabo reuniones para analizar las posibilidades. La División Euroafricana (que ahora se llama División Intereuropea) proveyó recursos del proyecto Sus Manos* para favorecer el establecimiento de la nueva iglesia: la primera iglesia adventista de habla portuguesa en España.
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Julio César Leal
cosas que aprendí del
establecimiento de iglesias
Grupo pequeño establece primera iglesia adventista de lengua portuguesa en España
Una iglesia y una misión
El Señor bendijo nuestros esfuerzos. Logramos obtener –sin costo alguno– un espacio pequeño donde reunirnos los sábados. Eso fortaleció nuestra confianza en la conducción divina, y seguimos avanzando por fe. La inauguración oficial del grupo se llevó a cabo el 23 de marzo de 2012. Estuvieron presentes representantes del Consejo de Lengua Portuguesa de Inglaterra y Suiza, así como líderes de la Unión Española. En un comienzo, la asistencia semanal rondaba las treinta personas, pero los miembros abrazaron con entusiasmo la misión de alcanzar a tantos
como fuera posible de los más de veinte mil brasileños y de otras personas de habla portuguesa de Madrid. Siempre recibíamos con alegría a las visitas y les dábamos la bienvenida al grupo. La clave del éxito
Cada ser humano tiene necesidades espirituales, así como una necesidad de comunión y compañía con otros. Un grupo cristiano genuino y vibrante de orientación bíblica puede ayudar a satisfacer esas necesidades. Una comunidad inmigrante como la nuestra también puede ofrecer asistencia práctica como brindar alimentos a los F OTOGRA F I A S :
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AUTOR
Izquierda MIEMBROS GOZOSOS: Miembros de la iglesia adventista Portuguesa de Madrid. Abajo CELEBRANDO LA SANTA CENA: Dos miembros de la Iglesia Adventista Portuguesa de Madrid participan en el rito de la Santa Cena.
necesitados, ayudarles a encontrar trabajo y perfeccionar –o aprender desde las bases– una segunda lengua. Mediante las reuniones de grupos pequeños en los hogares, se desarrolló una red de apoyo. Cuatro grupos pequeños oraron mutuamente y compartieron sus problemas, alegrías y sueños. Establecieron amistades y compartieron la fe con sus vecinos y parientes, entre otros. La comunión también creció cuando comenzaron a comer juntos los sábados. La espontaneidad y alegría de nuestras reuniones sociales y cultos religiosos creó un ambiente atractivo para las visitas. Un sueño hecho realidad
Los grupos pequeños, las visitas a los miembros, las frecuentes llamadas telefónicas, los estudios bíblicos y la vida diaria de la iglesia fomentaron la amistad y la confianza. Cuando visité otras iglesias de la comunidad, compartí la historia de la naciente congregación. Con el tiempo, la noticia se esparció en la región, lo que produjo numerosas oraciones y muchos mensajes de aliento.
Los adventistas de otras iglesias pronto comenzaron a migrar hacia nuestra congregación. Varios adventistas que se habían alejado y personas interesadas en aprender sobre la Biblia también comenzaron a asistir. Al poco tiempo el lugar fue muy estrecho y comenzamos a buscar algo más grande. Cierto día, mientras hablaba con un hermano de iglesia en su taller mecánico, mencioné que estábamos orando y buscando un nuevo lugar para reunirnos. Él me mostró un lugar frente a su taller que estaba en alquiler. Era el sitio que necesitábamos. El lugar era bueno, cerca de una estación de metro y en un vecindario de inmigrantes brasileños. Dios nos estaba guiando. En octubre de 2012 firmamos el contrato de alquiler. El nuevo lugar necesitaba mucho trabajo y reparaciones. Los feligreses dieron de su tiempo y recursos. Tuvimos que construir un segundo baño, adquirir nuevas sillas, organizar una sala de niños, actualizar el sistema de calefacción y, por supuesto, limpiar y pintar. La Unión Española aprobó la apertura de la nueva iglesia en noviembre, y la dedicación oficial se llevó a cabo el 19 de enero de 2013. Todos esos meses de trabajo duro, sudor y lágrimas, finalmente fueron coronados con el lento pero sustentable desarrollo de la primera iglesia adventista de lengua portuguesa en España. Lecciones aprendidas
He aquí diez cosas que aprendí al ayudar a establecer esa nueva congregación: 1. El éxito depende tanto de la lluvia celestial como del sudor de los que trabajan para recibirla. 2. Las negociaciones y formalidades administrativas pueden ser áridas, lentas y complicadas, pero constituyen el camino inevitable para establecer una nueva iglesia. 3. El objetivo no debería ser el de dejar contentos a todos, aunque respetar las diversas opiniones es una señal de madurez y sabiduría, y ayuda a evitar muchos problemas.
4. Las palabras de aliento pueden aligerar el alma exhausta y fortalecer la fe de una persona. 5. Muchas veces Dios usa a personas humildes, débiles e inexpertas para enseñarnos a depender de él. 6. Si usamos la falta de dinero como excusa para no hacer nada, no comprenderemos que en verdad, Dios está en control. 7. A menos que pasemos tiempo con las personas, nos esforcemos para estar cerca de ellas y las amemos, es imposible compartir nuestro conocimiento y experiencia acerca de Dios con ellas. 8. Todo ministerio pastoral se encuentra más allá de las capacidades humanas, pero con Dios, todo es posible. 9. La misericordia y el amor de Dios hacia las almas perdidas nos permiten ser instrumentos de salvación, más allá de nuestras fortalezas y debilidades personales. 10. A veces necesitamos desaprender cosas para llegar a comprender otras lecciones que Dios quiere enseñarnos. Amor práctico
El mensaje central del evangelio es el amor práctico. Después de traspasar las numerosas barreras artificiales y culturales que la gente utiliza para protegerse, hallamos corazones que necesitan amor y comprensión. Los cristianos sinceros pueden brindar amistades genuinas, mediante las cuales otras personas pueden experimentar un verdadero encuentro con Dios. n * «Sus Manos» es una iniciativa de la Iglesia Adventista. Si desea más información, visite www.adventistvolunteers.org/HisHands/
Julio César Leal es pastor
y traductor, y trabaja en un ministerio de apoyo a las prisiones en Madrid, además de ser orador de 7dayradio (www.sevenday radio.com) y del Grupo de Medios 7Day. También forma parte de la junta de la filial brasileña de la Sociedad Teológica Adventista, que tiene su sede en el Colegio Terciario Adventista del Nordeste Brasileño.
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H erencia
adventista
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urante los primeros diez años de mi vida fui un muchachito de una pequeña aldea en una gran planicie: las magníficas, amplias y ondulantes llanuras de la Gran Sabana de Venezuela, en el norte de Sudámerica.
Una tierra hermosa
Me llamo Gibson Caesar. Soy uno de los habitantes originales de mi región, de las tribus taurepan y akawaio. Los amerindios que hablan pemón habitan una tierra de espléndida belleza que comprarten entre venezolanos que hablan español, guyaneses que hablan inglés y brasileños que hablan portugués. Muchos hablamos esas lenguas europeas y también otras autóctonas. Nuestra tierra presenta extrañas y antiguas formaciones rocosas llamadas tepuys, que se levantan repentinamente de la superficie de la sabana en inspirador aislamiento mutuo. Permiten la formación de maravillosas cascadas, una de las cuales, Ayuantepui, es la fuente del Salto de Ángel que, con 979 metros de caída, es la cascada más alta del mundo, lo que incluye un descenso ininterrumpido de 807 metros. Su río, el Gauja, es tan solo una de las salvajes corrientes que caen por esas cascadas. El vocablo indígena guayana contribuye a explicar la abundante profusión de ese interior en ocasiones inaccesible. Su significado, «tierra de muchas aguas», describe la fertilidad del interior de Guyana, Surinam, Guayana Francesa, Venezuela y Brasil. Las espesas y extraordinarias junglas de esas tierras han provisto de una fauna exótica a muchos de los zoológicos del mundo. Mis propios parientes que hablan taurepán aún se mueven libremente a través de las fluidas fronteras internacionales en la base del Monte Roraima, donde se juntan las fronteras de Brasil, Venezuela y Guyana. En mi caso, cuando a los diez años de edad pasé de la tierra de mi nacimiento a Guyana, recibí una nueva tierra, un nuevo idioma, un nuevo nombre y una nueva vida.
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Otro
hijo Nativo Hay muchas maneras de convertirse en pionero
Gibson Caesar (con Lael Caesar)
Paruima, Waramadong y Georgetown
Paruima es una aldea amerindia del lado de Guyana donde los adventistas administraban una escuela en la que enseñaba Riley Caesar. La escuela me atrajo hacia allí, pero entonces, el maestro Riley y su esposa Lucy me atrajeron aún más. Me alojaron en su casa y me dieron su apellido. No podía saber entonces qué gran paso representaría esto en el futuro que Dios tenía para mí. Dos años después, en 1948, nos trasladamos a la aldea de Waramadong, donde mi nuevo padre enseñó en la escuela local. Pero Papá Caesar pronto se dio cuenta de que su primogénito necesitaba más educación de la disponible en las aldeas akawaio del interior. Por ello, después de unos años en Waramadong, me envió a Georgetown, la capital de Guyana. Para entonces no estaba tan solo como cuando me tomaron como hijo. Ahora ya éramos cuatro: yo, de catorce años; Val, de cuatro; con Theron y Lael aún más chicos. Y aunque no había escuelas adventistas en Georgetown en 1950, había un director adventista. Papá Caesar me confió al cuidado de Bruce Dummett. Años de crecimiento
Georgetown aún no era suficiente para mi sed de aprender, o los sueños de Papá para mí. Por ello, después de tres meses, navegué a través del Mar del
Caribe hasta el Colegio de Capacitación del Caribe, en la isla de Trinidad, donde mis padres maestros, Riley y Lucy Caesar, habían estudiado. Pasé tres años en esa institución, aprendiendo a asemejarme a Papá y “ponerme sus zapatos”. Porque eso era lo que el Señor tenía destinado para mí. Quería que regresara a casa para hacer historia con mi pueblo nativo. Cuando Papá Caesar fue transferido a la Costa del Esequibo de Guyana para asumir tareas pastorales, ocupé su lugar en Waramadong. Con solo diecisiete años, me convertí en el primer maestro indígena de la historia adventista de mi pueblo en Guyana. En mis días de estudio en la escuela de Waramadong de Papá Caesar, había conocido a una niña llamada Anita. Era un año menor que yo. Su padre, William Frederick Kenswil, viajaba mucho y por ello, para favorecer su estabilidad, la dejaba gran parte del tiempo al cuidado del pastor Roy Brooks y señora, unos misioneros que vivían y enseñaban en la aldea de Paruima. El señor Kenswil realizaba visitas semanales a su hija en Paruima, pero un día, cuando ella tenía trece años, decidió que ella fuera a visitarlo: «Estás creciendo, hija mía –le dijo–. Necesitas hallar un buen marido. Quizás Gibson, o alguien como él». Fue el único diálogo sobre ese tema entre padre e hija. Nunca más Anita recibiría un consejo de su padre, dado que esa misma semana, el señor Kenswil falleció.
Gibson (cuarto desde la derecha), con miembros de su familia.
Cuando pasé de la tierra de mi nacimiento a Guyana, recibí una nueva tierra, un nuevo idioma, un nuevo nombre y una nueva vida Allá lejos, en Trinidad, yo también reflexionaba: «No tengo a nadie», me dije a mí mismo. La solución era escribirle a la señora Brooks. Así lo hice, diciéndole que me guardara a Anita. La vida, sin embargo, no es tan simple. Después de regresar a casa para enseñar, descubrí a más de una joven cristiana atractiva. Seguía pensando en Esther, alguien que me gustaba mucho, y en Anita, en la casa del pastor Brooks allá en Georgetown. Un día me decidí y fui a visitar a Anita. Fue suficiente. Una semana después, el pastor Brooks llevó a Anita a Waramadong para unirnos en matrimonio. Era el 18 de marzo de 1954: allí estaba yo y mi antigua compañera de escuela, la niña cuyo padre, a los trece años, la había animado a pensar en mí, días antes de morir; la niña que pedí a la hermana Brooks que me guardara. Asombroso, o F OTOGRA F ÍA :
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AUTOR
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al menos interesante, que nadie pensó en preguntar a Anita qué pensaba de todo eso. Para bendición mía, Anita estuvo de acuerdo en aceptarme como su compañero para toda la vida. La vida juntos
Enseñé durante siete años en Waramadong, los últimos seis con Anita a mi lado como maestra y esposa amante. Más tarde nos mudamos a Kako, a unas ocho horas, para abrir una nueva escuela. Kako puso a prueba toda mi capacidad de líder. Dios me ayudó a persuadir a la comunidad de la aldea. Me acompañaron en la tarea y construimos todo: desde el edificio hasta las pizarras y los muebles. La vida después de Kako
Hice muchas cosas en la vida después de Kako. Trabajé en minería,
explotación forestal y muchos años en agricultura. La preparación recibida de mis padres, y mis años en Waramadong y Kako, me ayudaron a mantenerme en buena forma. A partir de mis comienzos en la Escuela de Agricultura Mon Repos en 1973, me dediqué a la educación, enseñando en ocho de las comunidades de mis hermanos de etnia, lugares con nombres amerindios musicales tales como Paruima, Waramadong, Kamarang, Kako, Jawalla (en la región del Alto Mazaruni), Imbaimadai, Chinauyen y Philippi. Anita dejó de enseñar y se convirtió en una partera certificada. Desde Waramadong, trabajó entre 1973 a 2001, y obtuvo el asombroso récord de jamás perder un solo bebé en sus veintiocho años como partera en el interior de Guyana. Jamás podré olvidar esos años, en los que hice historia en Waramadong y Kako. Dios había sido bueno con ese pequeño niño que cruzó una frontera internacional para hallar una familia y un propósito en la vida. La vida tuvo sus dolores además de sus alegrías. Pero agradezco a Dios que nos permitió ver que siete de nuestros hijos, tres niñas y cuatro niños, llegaron a ser adultos de éxito. Si tomo en cuenta ese éxito, el crecimiento de la educación adventista en la comunidad indígena Davis, y la manera en que Dios me ha guiado durante toda la vida, siempre estaré agradecido por el privilegio que me otorgó de ser pionero de la educación cristiana de mi pueblo. Después de superar la frontera final, en la Tierra Prometida del cielo, mis hijos, mis estudiantes y yo aprenderemos a los pies de Jesús en la escuela de la eternidad. n
Gibson Caesar,
ya jubilado, ahora vive en el pueblo de su nacimiento, en Santa Elena de Uairén, en el estado de Bolívar (Venezuela).
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R espuestas
a
preguntas
bíblicas
Una pregunta Por favor, sobre la puede aclarar la ley
de la esclavitud en Éxodo 21:2-6. ¿No se opuso Dios acaso a la esclavitud?
esclavitud
Un número de leyes en el Antiguo Testamento regulan el tratamiento de los esclavos israelitas y no israelitas. Brindaré una visión general de la esclavitud en Israel y analizaré la legislación a la que usted se refiere. 1. La esclavitud en el Antiguo Testamento: La esclavitud no fue una institución social establecida por Dios, pero sí una institución común en todo el Antiguo Cercano Oriente, lo que incluía a Israel. Dios no la proscribió, pero sí la reguló con el objetivo de proteger a los esclavos del abuso y la explotación. Dios no nos desarraiga de nuestra cultura, sino que nos toma allí donde estamos y nos hace mejores personas. En efecto, algunas de sus leyes señalan un tiempo en el que ya no habría esclavos (la ley del jubileo). El término hebreo que se traduce como «esclavo» ‘ebed, significa «siervo, obrero, consejero, esclavo», etc. La mayoría de los esclavos eran prisioneros de guerra que servían a quienes los habían derrotado, acaso de por vida. En Israel, la gente se convertía en esclava como resultado de la pobreza (Lev. 25:35, 39) o por cometer un delito (Éxo. 22:3). En tales casos, no se veían devaluados sino que eran considerados parte del pueblo hebreo (Deut. 15:12). El abuso físico que resultaba en la pérdida de una parte del cuerpo (por ej., un ojo o un diente) se veía compensado con la liberación del esclavo (Éxo. 21:26, 27). Los esclavos tenían el sábado libre para servir a Dios (Éxo. 20:10). Para los pobres, la esclavitud no era necesariamente tan mala, porque les garantizaba alimento y refugio; por ello, a menudo se ofrecían voluntariamente como esclavos para pagar sus deudas. 2. Un caso legal: Éxodo 21:2-6 presenta un caso que legisla cómo tratar a una persona que se ha convertido en esclava por causa de sus deudas: «Si compras un siervo hebreo…». Esas personas trabajaban hasta pagar la deuda. Trabajaban durante seis años, y el séptimo salían libres «sin pagar nada» (v. 2, NVI). Se mencionan y regulan dos escenarios posibles: los que tenían familia cuando se convirtieron en esclavos por sus deudas, salen con sus familias. Si no tenían familia y el amo les daba una esposa y tenían hijos, los esclavos se iban sin su esposa e hijos. En ese caso, podían escoger
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seguir como siervos y llegar a ser parte permanente de la casa de su amo. Esto requería tomar un juramento en presencia del Señor, y que le perforaran la oreja, para indicar que la persona era parte de la casa. 3. Importancia de la legislación: Dentro del contexto más abarcador de la ley del Antiguo Testamento, esta legislación está interesada en el bienestar de los esclavos. En primer lugar, el Señor no quería que la esclavitud fuese una condición permanente. Se limitaba a seis años. En efecto, un redentor podía liberar a los esclavos si pagaban sus deudas. Los seis años podían ser acortados si, durante ese período, había un año sabático, cuando se remitían las deudas de los pobres (Deut. 15:1-6), o se celebraba el jubileo, que otorgaba libertad a todos los esclavos hebreos (Lev. 25:10). En segundo lugar, la familia de los casados que se vendían como esclavos era atendida por el amo. No era un servicio gratuito, sino que era pagado por el trabajo de los familiares. En tercer lugar, después de seis años, el amo no podía despedirlo «con las manos vacías», sino abastecerlo «con regalos de tus rebaños, de tus cultivos y de tu lagar. Dale según el Señor tu Dios te haya bendecido» (Deut. 15:13, 14, NVI). Así los que habían sido esclavos tenían garantizado un nuevo comienzo. En cuarto lugar, aunque la persona que llegaba sola no podía llevarse su mujer y sus hijos, tenía el derecho de redimirlos, algo difícil para un pobre. Por ello, existía una segunda opción legal: podía convertirse en miembro de la casa del amo. Bajo este arreglo, ya no tendría que preocuparse por la subsistencia familiar. Es obvio que nada de esto representa una situación ideal. Sin embargo, en un mundo imperfecto, Dios legisló la esclavitud para hacerla tan humana como fuera posible, mientras anunciaba al mismo tiempo la llegada de un jubileo final en el que la esclavitud, incluida la esclavitud al pecado, llegaría a su fin (Luc. 4:17-19). n
Ángel Manuel Rodríguez se ha jubilado después de trabajar como pastor, profesor y teólogo.
E studio
bíblico
Mark A. Finley
B. P r a t t
Daniel
Las bendiciones de la obediencia
U
na de las características claves de los héroes de la fe es la relación de confianza en la bondad de Dios, que los llevó a obedecer su voluntad. La obediencia no es legalismo, sino el fruto de la fe. La vida de Daniel revela las bendiciones de una persona cuya fe lo llevó a obedecer los mandatos de Dios aun a riesgo de su vida. La lección de este mes revelará lecciones de uno de los héroes de la fe que podemos aplicar diariamente a nuestras propias vidas, para que así nosotros también podamos recibir las ricas bendiciones que Dios quiere derramar sobre cada creyente.
1 ¿Qué evento trágico se produjo en Jerusalén? Lea Daniel 1:1, 2. Daniel 1 comienza con una derrota para el Dios verdadero. Nabucodonosor, rey de Babilonia, atacó Jerusalén, derrotó a Judá y asoló el Templo.
2 ¿Qué instrucción dio Nabucodonosor, rey de Babilonia, a Aspenaz, uno de sus príncipes? Lea Daniel 1:3, 4. En tiempos de guerra, Nabucodonosor usaba una estrategia común. Cuando derrotó a Jerusalén, le dijo a Aspenaz, uno de sus comandantes, que tomara cautivos a algunos de los más hermosos, inteligentes y talentosos jóvenes para que fueran educados en la Universidad de Babilonia. Era intención del rey «lavarles el cerebro» a estos jóvenes, para que pudieran ser enviados de regreso como «títeres» para representar a Babilonia en Jerusalén.
3 ¿Cómo intentó Nabucodonosor modelar los pensamientos de esos adolescentes hebreos cautivos? Descubra la estrategia en Daniel 1:5-7.
4 ¿Cuál fue la respuesta de Daniel a la invitación del rey para que comieran de su mesa y bebieran de su vino? Lea Daniel 1:8, 11-15. Daniel «se propuso en su corazón» servir a Dios. El término «se propuso» significa «decidió», «tomó la determinación» o «escogió». El sabio dijo: «Sobre todas las cosas guardadas, guarda tu corazón, porque de él mana la vida» (Prov. 4:23).
5 ¿Cuál fue el resultado de la fidelidad de Daniel? Lea Daniel 1:18-20. 6
¿Cómo enfrentó Daniel una prueba similar hacia el final de su vida? Lea Daniel 6:5-9. En el complot de los príncipes descubrimos que los celos llevan a la envidia, la envidia a la mentira y la mentira a la disposición de dar muerte a un inocente. El pecado atesorado estrangula todo vestigio de bondad. Lleva a que las personas hagan cosas que jamás imaginaron posibles.
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¿Cuál fue la respuesta de Daniel? Lea Daniel 6:10.
Para Daniel, la oración era un estilo de vida. Sabía que si descuidaba su vida de oración, perdería su fortaleza espiritual.
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¿De qué manera honró Dios la fidelidad de Daniel? Encuentre la respuesta en Daniel 6:21, 22, 25-27. Como resultado de la fidelidad de Daniel, Dios cerró la boca de los leones, libró a Daniel del foso de los leones, e influyó a toda la nación para el reino de Dios. La fidelidad a Dios, que lleva a la obediencia, trae consigo las bendiciones del cielo. Es algo que se aplicó a Daniel, y también se aplica a cada uno de nosotros. n
La estrategia de Nabucodonosor implicaba cambiarles el nombre, dejarlos atónitos con el esplendor de Babilonia, invitarlos a un banquete de honor de los dioses babilónicos, y educarlos en la universidad más prestigiosa de la nación.
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I N T E R C A M BI O D E ID E A S
Todos necesitamos recordar que por su muerte, Cristo no solo nos liberó de las garras de Satán sino que también nos restauró . –Shirley Mathieu, Australia
De lector a colaborador
Cartas Más unido que un hermano
Gracias por el hermoso artículo de Ángel Manuel Rodríguez titulado «Más unido que un hermano» (Diciembre 2015). Me resultó reconfortante e inspirador. Todos necesitamos recordar que por su muerte, Cristo no solo nos liberó de las garras de Satán sino que también nos restauró. Ya no estamos sin esperanza, sino que somos hijos del Dios viviente, que aguardamos disfrutar de la eternidad con nuestro amado Señor. Shirley Mathieu Australia
Pedidos y
Disfruto de los envíos mensuales de Adventist World. Agradezco a Dios por ustedes. Muchos etíopes así como yo la leemos todos los meses. Hasta hace poco, solíamos recibir la revista a tiempo. No quiero ser solo lector; si es la voluntad de Dios, mi plan es contribuir con un artículo. Bereket Feleke Adís Abeba, Etiopía Revive y alienta
Los saludo en el maravilloso nombre de nuestro Señor Jesucristo. Estoy trabajando como enfermera profesional en una prisión. Esta revista siempre me reanima y alienta para seguir adelante con mis deberes diarios. Musa Sibisi por vía electrónica
Buscamos legalismo, hallamos hipocresía
Gracias por publicar el artículo titulado «Buscamos legalismo, hallamos hipocresía» (Noviembre 2015). El artículo destaca las cosas en que tenemos que ser conscientes los cristianos. Me gustaría conseguir también una copia del artículo en formato PDF. Matthew Alexandra Australia Pautas para las cartas: Envíelas por favor a letters@ adventistworld.org. Las cartas tienen que ser claras, con una extensión máxima de cien palabras. Incluya el nombre del artículo y la fecha de publicación. Coloque también su nombre, el pueblo o ciudad, el estado o provincia y el país desde donde nos escribe. Los envíos serán editados por razones de espacio y claridad. No todas las cartas serán publicadas.
agradecimientos
Oren por favor por una promoción laboral en la que no tenga que trabajar en sábado, y también para que mi esposo consiga un buen trabajo. Enid Uganda
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Oro a Dios para que ayude y fortalezca nuestra relación, para que así yo pueda sentirlo y amarlo más. Ronnie Austria
Por favor, oren para que apruebe los exámenes. Clotilde Francia Oren por favor para que mis nietos redediquen sus vidas a Dios. Agatha Jamaica
Pi x a b a y / a r s h
ib r a h i m / L is a
R e d f e r n
Aún mejor que
caminar
Es bueno caminar. Pero caminar con una mochila o morral en la espalda ayuda a quemar más calorías y mejora la postura. Una caminata de treinta minutos quema unas 125 calorías. Pero tres caminatas semanales de treinta minutos con una mochila pesada pueden ayudarlo a quemar 31.200 calorías más a lo largo del año, lo que equivale a más de cuatro kilogramos de grasa. Una mochila pesada también promueve una mejor postura, porque nos fuerza a caminar derechos, de manera que los músculos de la espalda no tienen que trabajar tanto. Comience con un peso equivalente al diez por ciento de su propio peso corporal (7 kilogramos para una persona de 70 kilogramos). Use pesas, bloques o bolsas de arena. Una vez que se sienta cómodo con ese peso, increméntelo. No lleve más de 17 kilogramos. Es normal sentir dolores musculares hasta que los músculos se acostumbren a la nueva rutina. Pero si lo hace periódicamente, al menos tres veces por semana, podrá disfrutar de los beneficios de cargar una mochila. Fuente: MensHealth.com
Una definición de los
santos
Los que en verdad son grandes santos, los que seguramente ocuparán un lugar especial en el cielo, a menudo son hombres y mujeres desconocidos, no reconocidos ni condecorados, cuyas vidas reflejan el amor de Cristo mucho más que sus palabras. Esos son los santos reales. —Larry R. Valorozo, Terranova, Canadá
Pi x a b a y / G e r a r d o
Agradezco a Dios por responder las oraciones. Oren por favor por nosotros, para que podamos terminar el templo, dado que estamos luchando para construirlo. Chikunda Namibia
R o j a s
Por favor, oren por mí. Mi esposo está planeando venir a ver a mis padres, y yo quiero ver otra vez a mi hijo. Eva Uganda
Oraciones y alabanzas: Envíe sus pedidos de oración y agradecimientos por las oraciones contestadas a prayer@ adventistworld.org. Sea breve y conciso; dígalo en cincuenta palabras o menos. Los envíos serán editados por razones de espacio y claridad. No todos serán publicados. Incluya por favor su nombre y su país. También puede enviar sus pedidos por fax a: 1-301-680-6638; o por correo a Adventist World, 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600 U.S.A.
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I N T E R C A M BI O D E ID E A S
Una buena
cobertura
El 14 de abril de 1962, el Ministro de Educación de Irán firmó un documento que permitía que los adventistas administraran una nueva escuela secundaria bajo el nombre de Colegio Secundario Adventista de Irán. La primera clase se graduó en 1965. El colegio comenzó como una escuela secundaria con internado para varones. Antes, había pertenecido a la Misión Iraní en una propiedad de tres hectáreas, a unos trece kilómetros al norte de Teherán, al pie de los Montes Elburz. Con excepción de las clases de religión, el plan de estudios era prescripto por el Ministerio de Educación del país. La institución había sido fundada originalmente en Darband por Paul Boynton en 1946, bajo el nombre Escuela de Capacitación Iraní y como una escuela secundaria mixta, sin reconocimiento oficial. Después de operar dos años en Darband, el elevado alquiler y otros factores forzaron el traslado de la institución a la sede de la misión en Teherán. Cuando Boynton se fue, los directivos de la Misión Iraní asumieron la responsabilidad de administrar la escuela hasta la llegada de C. Gemmell, quien continuó en medio de condiciones políticas adversas. Finalmente, la escuela fue forzada a cerrar sus puertas, y unos pocos estudiantes fueron transferidos al Colegio Superior de Oriente Medio en Beirut (Líbano). En 1955, M. Adams reabrió una escuela secundaria intermedia vocacional con la aprobación del gobierno, hasta que se convirtió en una escuela secundaria completa. Tiempo después, la institución fue confiscada por el gobierno.
OÍDO
AL
PA S A R
No podemos tener un lugar para Dios si no tenemos lugar para nuestro prójimo . –Thomas Hoffman, Maryland, Estados Unidos
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Adventist World | Abril 2016
Fuente: A Natural History of the Senses
Libres de la
poliomielitis H a r n e is
54 años
F li c k r / J u li e n
hace
Nuestra piel conforma alrededor del 16 por ciento de nuestro peso corporal (2,7 a 4,5 kilogramos), y cubre dos metros cuadrados. El cuerpo promedio tiene unos cinco millones de cabellos.
El año pasado, Nigeria se convirtió en el país más reciente en pasar doce meses completos sin un solo caso de poliomielitis. Esto hace que solo queden dos países donde esta enfermedad que fue tan temida, no ha sido erradicada por completo: Afganistán y Pakistán. En los últimos treinta años, se han juntado más de mil millones de dólares para proveer la vacuna oral contra la poliomielitis a millones de niños en todo el mundo. Fuente: The Rotarian
Cómo curar
naturalmente el resfrío
En realidad, técnicamente, no es posible curar el resfrío. Sí es posible minimizar sus síntomas y recuperarse más rápido con remedios naturales.
El kiwi: Los micronutrientes del kiwi dorado mejoran la concentración de eritrocitos en los glóbulos rojos, lo que estimula la inmunidad.
El yogur: Los microorganismos probióticos pueden suavizar la respuesta inflamatoria del cuerpo. Busque marcas con «culturas vivas y bacterias activas». Las almendras: Los polifenoles, esos componentes que atacan la enfermedad y se encuentran en la fina piel de las almendras, pueden incrementar la sensibilidad de los glóbulos blancos conocidos como células T, que participan de la lucha contra los virus. La miel: Investigaciones publicadas en la revista Pediatrics hallaron que los niños que consumieron dos cucharaditas de miel treinta minutos antes de dormir experimentaron una disminución de la frecuencia y severidad de la tos nocturna. El ajo: La alicina es un compuesto que bloquea las enzimas que cumplen una función en las infecciones bacterianas y virales. En caso que prefiera no usar ajo fresco, puede hallar extracto de ajo y ajo deshidratado en la mayoría de las dietéticas o tiendas de alimentos saludables. Fuente: EatThis.com
«He aquí, vengo pronto . . .» Nuestra misión es elevar a Cristo, uniendo a los adventistas de todo el mundo en creencias, misión, vida y esperanza.
Editor ADVENTIST WORLD es una publicación internacional de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, editada por la Asociación General y la División de Asia-Pacífico Norte de la Iglesia Adventista. Editor ejecutivo Bill Knott Editor asociado Gerente editor internacional Pyung Duk Chun Junta editora Ted N. C. Wilson, presidente; Benjamin D. Schoun, vice- presidente; Bill Knott, secretario; Lisa Beardsley-Hardy; Daniel R. Jackson; Robert Lemon; Geoffrey Mbwana; G. T. Ng; Daisy Orion; Juan Prestol; Michael Ryan; Ella S. Simmons; Mark Thomas; Karnik Doukmetzian, asesor legal. Comisión coordinadora de ADVENTIST WORLD Jairyong Lee, chair; Yutaka Inada, German Lust, Pyung Duk Chun, Suk Hee Han, Gui Mo Sung Editores de Silver Spring, Maryland, EE.UU. André Brink, Lael Caesar, Gerald A. Klingbeil (editores asociados), Sandra Blackmer, Stephen Chavez, Wilona Karimabadi, Andrew McChesney Editores de Seúl, Corea Pyung Duk Chun, Jae Man Park, Hyo Jun Kim Directora de operaciones Merle Poirier Director de asociaciones estratégicas Jared Thurmon Editores invitados Mark A. Finley, John M. Fowler Consultor E. Edward Zinke Gerente financiera Kimberly Brown Asistente administrativa Marvene Thorpe-Baptiste Junta administrativa Jayriong Lee, presidente; Bill Knott, secretario; P. D. Chun, Karnik Doukmetzian, Suk Hee Han, Yutaka Inada, German Lust, Ray Wahlen, Exoficio: Juan Prestol-Puesán, G. T. Ng, Ted N. C. Wilson Dirección y diseño gráfico Jeff Dever, Brett Meliti Consultores Ted N. C. Wilson, Juan Prestol-Puesán, G. T. Ng, Leonardo R. Asoy, Guillermo E. Biaggi, Mario Brito, Abner De Los Santos, Dan Jackson, Raafat A. Kamal, Michael F. Kaminskiy, Erton C. Köhler, Ezras Lakra, Jairyong Lee, Israel Leito, Thomas L. Lemon, Geoffrey G. Mbwana, Paul S. Ratsara, Blasious M. Ruguri, Ella Simmons, Artur A. Stele, Glenn Townend, Elie Weick-Dido A los colaboradores: Aceptamos el envío de manuscritos no solicitados. Dirija toda correspondencia a 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600, EE.UU. Número de fax de la oficina editorial: 1 (301) 680-6638 E-mail: worldeditor@gc.adventist.org Sitio Web: http://www.adventistworld.org/ A menos que se indique lo contrario, todas las referencias bíblicas pertenecen a la versión Reina Valera. Revisión 1995. ADVENTIST WORLD es publicada todos los meses e impresa simultáneamente en Alemania, Argentina, Australia, Austria, Brasil, Corea, Estados Unidos, Indonesia y México.
Vol. 12, No. 4
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