AW Espanol - Octubre 2016

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Publicación internacional de los adventistas del séptimo día

Vol. 12 No. 1 0

11 Los adventistas y los medicamentos recetados 22 Dios sana los corazones quebrantados 26 Qué le dijo Jesús al ladrón

El

maleficio quebrantado

Cristo disipa una maldición centenaria entre los animistas


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TA P A

La maldición quebrantada

Sandra Blackmer En Benín, las estrategias misioneras a largo plazo están dando resultados.

8 Listos para dar respuesta P A N O R A M A

M U N D I A L

Ted N. C. Wilson

14 «La muerte dejará de ser» C R E E N C I A S F U N D A M E N T A L E S

Frank M. Hasel

La Biblia tiene mucho que decir de la muerte. Y la muerte no sale bien parada.

22

V I D A

A D V E N T I S T A

Dios sana los corazones quebrantados

Kathleen y Jonathan Kuntaraf

La vida después de perder a un hijo.

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T E M A

Los adventistas no tenemos nada que temer. Vivimos con esperanza.

12 Él también lo siente D E V O C I O N A L

D E

A C T U A L I D A D

¿Alguna novedad sobre la muerte? Merling Alomía

Las filosofías de la Nueva Era no pueden decirnos más de lo que ya sabemos.

Gerald A. Klingbeil

Jesús no tenía temor de la muerte.

D E PA R TA M E N T O S 3 I N F O R M E

MUNDIAL

3 Informes de noticias 6 Noticia principal 10 Iglesia de un día

11 S A L U D M U N D I A L Los adventistas y los medicamentos recetados RESPUESTAS 26 PREGUNTAS

27 E S T U D I O B Í B L I C O Cuestiones de vida o muerte INTERCAMBIO 28

DE

IDEAS

A BÍBLICAS

Qué le dijo Jesús al ladrón

spanish.adventistworld.org

www.adventistworld.org: Disponible en línea en doce idiomas

Publicado por la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

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F O T O

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P O R TA D A :

C O R T E S Í A

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S T O B E R


Esperanza en medio de la noche

INFORME MUNDIAL

«Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre» (Heb 2:14, 15).

Andrew McChesney ASI y la Iglesia se asocian para el programa

Participación Total de los Miembros Los presidentes de las Divisiones asisten a convención de ASI por primera vez

M Y L O N

M E D L E Y

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os sentamos en silencio junto a los padres en la sala de espera del ala de Pediatría, escuchando los sonidos ocasionales que marcan la rutina hospitalaria a altas horas de la madrugada. Era otra noche de crisis: la enfermedad autoinmune que afectaba a la niñita de dos años parecía estar a punto de cobrarse su vida, mientras los médicos y las enfermeras luchaban por mantenerla viva. Durante meses, el hospital había sido el segundo hogar de esos padres, mientras su primogénita luchaba contra la insidiosa enfermedad. El dolor y el temor en los rostros de la joven pareja frente a mí eran imposibles de ignorar. Las cosas no tendrían por qué ser así: los niños no deberían descender a la tumba antes que sus padres. Presentían el acechante vacío de la ausencia de su hija en sus vidas, y se estremecían ante el futuro, preguntándose si sus vidas aún tenían sentido. ¿Podría la vida volver a ser alegre? ¿Disfrutarían alguna vez de un momento feliz? En esos momentos terribles, pero tan comunes, la historia bíblica que relata cómo Jesús derrotó a la muerte resuena con gran poder y promesa. Es solo porque la Biblia responde el terrible enigma del quebrantamiento y temor humanos que la fe de Jesús continúa conmoviendo los corazones de incontables millones alrededor del mundo, aun en medio de la noche. Al leer esta edición especial temática de Adventist World, lo invito a orar para estar listo para compartir lo que sabe sobre la esperanza de la resurrección y la vida eterna mediante la victoria de Cristo sobre la muerte.

Desde la izquierda: Glenn Townend, presidente de la División del Pacífico Sur, Ezras Lakra, y Saw Samuel, en una sesión de preguntas y respuestas en la convención de ASI en Phoenix (Arizona, EE. UU.).

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asi todos los presidentes de la Iglesia Adventista mundial asistieron a la convención anual de Servicios e Industrias de Laicos Adventistas (ASI por su sigla en inglés) por primera vez, en momentos en que la iglesia ha incrementado sus esfuerzos de animar a cada miembro para que comparta el evangelio, como parte del programa «Participación Total de los Miembros». Doce de los trece presidentes de las Divisiones y Rick McEdward, presidente de la Iglesia Adventista en Oriente Medio y el Norte de África, se encontraron en Arizona (EE. UU.), para participar de la reunión anual de laicos que incluye a empresarios, profesionales y los ministerios de apoyo. Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista, dijo que invitó a los líderes de la iglesia mundial para que se acerquen a Phoenix entre el 3 al 6 de agosto para que tengan una mejor comprensión de ASI y vean a los miembros laicos en acción evangélica. «Han quedado muy bien impresionados y con un gran aprecio por la variedad de actividades misioneras de los laicos. Regresarán con un renovado celo por los esfuerzos combinados de los laicos y los obreros y con un enfoque unificado para terminar la obra de Dios en sus territorios mediante el poder del Espíritu Santo», dijo Wilson. Steve Dickman, actual presidente de ASI, dijo que estaba entusiasmado al ver que la iglesia está preparada para trabajar codo a codo con los laicos, para completar su misión de esparcir el evangelio al mundo. «Los laicos son el elemento central del ministerio y la iglesia está comenzando a verlo –dijo Dickman–. Alabo a Dios por ello. ASI y la iglesia ahora están tratando de destacar esto de manera concertada y positiva». Dickman dijo que en el pasado, los adventistas han tenido tensiones en algunos lugares del mundo, porque el ministerio de los laicos no era aceptado por algunos

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pastores, ancianos u otros líderes de la iglesia local. «Este encuentro será un aliciente para los laicos que quieran hacer algo a favor del bien», dijo. Muchos de los presidentes de las Divisiones mundiales, que asistieron a una convención de ASI por primera vez, se reunieron con los líderes y las organizaciones asociadas para entender mejor de qué manera los ministerios de apoyo bien establecidos, como por ejemplo los Ministerios ASAP, están trabajando conjuntamente con la Iglesia Adventista para capacitar a los creyentes locales para que sean misioneros entre su propia gente del Asia, o de qué manera los miembros de ASI están financiando la publicación de libros de Elena White en árabe, persa y turco para la Unión de Oriente Medio y Norte de África. La experiencia resultó reveladora para algunos de ellos. Según Ezras Lakra, presidente de la División Sudasiática: «Fue sumamente informativa; hubo mucha interacción. Me siento muy bien de haber estado aquí con los laicos, a quienes de otra manera no habría conocido». Tambien dijo que ya estaba en conversaciones con otros directivos de la División para ver cómo establecer una filial de ASI en la División Sudasiática. Saw Samuel, presidente de la División de Asia Pacífico Sur, fue otro de los que asistió a la convención de ASI por primera vez. Dijo que en su División ya están operando seis filiales de ASI, pero que se harán ajustes y mejoras sobre la base de lo que observó en Arizona. «En nuestra región tenemos laicos que salen en busca de fondos, pero aquí la gente viene para contribuir –dijo–. Por eso, tenemos que hacer algunos ajustes». Los demás presidentes participaron en una sesión televisada de preguntas y respuestas en el auditorio principal, el sábado por la tarde. Después de ello, Wilson reunió a los líderes en la plataforma y pidió a los administradores de ASI que colocaran sus manos sobre ellos para una oración de consagración. n

S U D A M E R I C A N A

INFORME MUNDIAL

Más de sesenta reclusos adoran a Dios en una nueva iglesia adventista en una prisión de Sorocaba (Brasil).

Andrew McChesney

La feligresía adventista alcanza los 19,5 millones La Iglesia Adventista crece un 2,3 por ciento en seis meses

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l total oficial de miembros de la Iglesia Adventista superó los 19,5 millones en la primera mitad de 2016, impulsada en parte por un récord de 100 mil bautismos en Ruanda. «¡Alabado sea el Señor! ¡Hay ahora más de 19,5 millones de adventistas en el mundo!», dijo la Secretaría de Archivos, Estadísticas e Investigaciones al anunciar la nueva cifra en Twitter. La iglesia alcanzó los 19.578.942 miembros según las estadísticas al 30 de junio, un incremento neto de 452.495 personas, o 2,37 por ciento, respecto del 31 de diciembre pasado. «Alabamos a Dios por sus increíbles bendiciones al darnos 19,5 millones de hermanos y hermanas bautizadas en el mundo –dijo Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista mundial, en su página de Facebook–. Dios continuará usando a cada uno de los que estén dispuestos a ser parte de la Participación Total de los Miembros, para llegar a los 7500 millones de personas del mundo que necesitan saber de Cristo, su justicia, su salvación y su pronta segunda venida». Entre los que ingresaron se encuen-

tran las 100.135 personas bautizadas después de una campaña de dos semanas en Ruanda en mayo pasado. Fue el bautismo más numeroso después de una campaña en los 153 años de historia de la Iglesia Adventista. El crecimiento se produce aun cuando la iglesia, que fue fundada en 1863 con solo 3500 miembros, pasa por una auditoría general de miembros que busca garantizar que las estadísticas informadas reflejen la realidad. Las pérdidas por la auditoría hacen difícil predecir si la feligresía alcanzará los 20 millones para fines de este año, según David Trim, director de la Secretaría de Archivos, Estadísticas e Investigaciones. «No dudo de que los ingresos netos superarán una vez más el millón, pero el crecimiento se ve afectado también por las pérdidas», dijo Trim. La feligresía de la Iglesia Adventista ha crecido en más de un millón de miembros por año durante los últimos doce años, con un récord total de 1,26 millones de nuevos miembros en 2015, según un informe reciente de la Secretaría de Archivos, Estadísticas e Investigaciones. n


F O T O G R A F Í A S :

J O H N

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B E C K E T T

Andrew McChesney

Testificar para la

Una tarjeta USB de papel, con el juego bíblico «Héroes».

nueva generación

La iglesia combina esfuerzos con inventor de USB de papel

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l inventor Andrew De Paula se sentó en un avión junto a un joven de alrededor de veinte años. El joven parecía más interesado en mirar por la ventanilla que en hablar, hasta que De Paula sacó un trozo de papel del tamaño de una tarjeta de presentación y le mostró a su compañero de asiento que el papel podía ser doblado para transformarse en el primer y único USB de papel. «¡Impresionante!», exclamó el joven, arrebatando la tarjeta de la mano de De Paula. Cuando le dijo que podía quedar con la tarjeta, el joven sacó su billetera,

Andrew De Paula muestra un USB común en una mano y uno de papel en la otra.

que estaba atada a una cadena, y la guardó cuidadosamente. «Voy a mostrársela a todos mis amigos», dijo. De Paula le acababa de entregar al joven un ejemplar de El conflicto de los siglos, escrito por Elena White, una de las fundadoras de la Iglesia Adventista, sin siquiera mencionar la palabra religión. «Jamás podría haberle dado el libro –dijo De Paula al relatar el incidente–. Jamás lo habría aceptado. Pero estoy seguro de que se llevó esa tarjeta de USB a su casa y se la mostró a sus amigos. Quién sabe qué hará el Espíritu Santo con eso». La Iglesia Adventista se está asociando con De Paula y su compañía intelliPaper, de Spokane (EE. UU.), para producir una nueva generación de herramientas para compartir la fe, basadas en tarjetas de USB. Las tarjetas con imágenes coloridas en ambos lados ya están disponibles desde un dólar en adelante con cinco títulos; entre ellos, The Great Hope (La gran esperanza), una versión abreviada de The Great Controversy (El conflicto de los siglos); y Steps to Jesus (una versión moderna de El camino a Cristo). La gran esperanza está también disponible en español, y se está trabajando en otras traducciones. Nancy Lamoreaux, la gerenta general de información de la Asociación General, celebró las tarjetas de USB de papel como el próximo paso para compartir la fe adventista. «Hoy La

gran esperanza y otros títulos están disponibles como tarjetas económicas de intelliPaper y son una manera increíblemente efectiva de colocar nuestro mensaje en las manos de las personas que de otra forma no se interesarían», escribió en el número verano/otoño de la revista Inside de ASI que se distribuyó en la convención. El origen de la tarjeta de USB de papel se remonta a comienzos de la década de 2000, cuando De Paula trabajaba como director asociado del ministerio Bibleinfo.com en la Asociación de Columbia Superior de la Iglesia Adventista en Spokane. Buscando una manera económica de compartir su fe, empacó todo el sitio web Bibleinfo.com, la Biblia en cuatro idiomas y otra información en un mini CD cuadrado que se vendía a un dólar. Se distribuyeron más de cien mil de esos pequeños discos, antes de que una disputa de patentes sin relación alguna con De Paula interrumpió repentinamente la producción. De Paula comenzó entonces a buscar otra manera de compartir, y pensó que podía crear un USB por menos de un dólar. En 2008, fue a la Muestra de Consumidores de Electrónicos en Las Vegas para buscar una solución, pero se enteró de que no podía bajar el precio a menos de tres dólares, lo que lo hacía demasiado costoso para regalarlo. Sintiéndose desanimado, y ya en su habitación, comenzó a mover entre sus dedos la identificación de la muestra,

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INFORME MUNDIAL cuando notó que dentro de ella había un pequeño bulto. Desarmó entonces su identificación y halló un dispositivo de rastreo de radio RFID que permitía que la muestra rastreara sus movimientos. «En ese momento, se me ocurrió la idea–dijo De Paula–. Parece que Dios me la dio… si ellos podían hacer eso con un chip y una antena, ¿por qué yo no podría fabricar un USB de papel?» La tarjeta de USB, que tiene tanto aplicaciones ministeriales como comerciales, contiene un pequeño chip de silicio que puede almacenar libros, estudios bíblicos, enlaces a la web y sitios web. Las tarjetas que son producidas para la Iglesia Adventista contienen menos de un megabyte de memoria y son solo de lectura, pero otras versiones fabricadas por intelliPaper sirven para escribir en ellas y contienen más memoria. Cuando el que la recibe inserta la tarjeta en un puerto de USB, aparecen la fotografía y el mensaje, junto con una invitación a conectarse en línea con el que les regaló la tarjeta. Pero eso no es todo. «Detrás de escena, la tarjeta registra que ha sido conectada y dónde ha sido conectada –dijo John R. Beckett, director de la Secretaría de Programación Informática Global e Internet de la Asociación General, quien está trabajando en conexión estrecha con De Paula en el proyecto–. Así es que cuando uno está compartiendo las tarjetas, recibe algo de información y sabe si valió la pena compartirla al percibir que la gente se conecta y mira la tarjeta». Aunque De Paula está trabajando a escala pequeña con compañías tales como FedEx, la Sociedad Química de los Estados Unidos y Malwarebytes, dijo que su prioridad es hallar aplicaciones para el ministerio. «El ministerio es la sangre en mis venas –dijo De Paula, quien creció como hijo de misioneros en África Occidental–. Esto no solo podría facilitar el ministerio sino también ayudar a financiarlo». n

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Denis ríe mientras sostiene un hámster e Ilyusha (en la cama) y Ruslan observan, en un dormitorio de Alfa-Nik, en Mykoláiv (Ucrania).

Andrew McChesney

Huérfanos hallan un

hogar adventista en Ucrania Alfa-Nik es más que un orfanato

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l pequeño Roma salió del templo en Ucrania después del culto sabático y se dirigió directamente a una abuela que jugaba con un niño en el parque infantil adyacente. «¿Es usted creyente?», preguntó. La anciana se mostró sorprendida ante la pregunta del muchachito de siete años de cabellos rubios y rostro sincero. Le confirmó que sí, que creía en Cristo. «Entonces, ¿por qué no fue a la iglesia?», dijo Roma. Mientras la mujer buscaba qué responder, Roma la invitó a asistir el sábado siguiente. «Es nuestro pequeño evangelista», dijo con una sonrisa Eugenio Tkachishin, padre adoptivo de Roma, al relatar el incidente. El niñito, sin embargo, es más que un pequeño evangelista. Representa el cumplimiento de las esperanzas de su padre de compartir

el evangelio en el sur de Ucrania. Tkachishin es pastor adventista, padre de nueve hijos biológicos y adoptados, y cofundador de un singular centro de influencia en Ucrania. Su organización, Alfa-Nik, administra un orfanato, un prescolar y un centro comunitario dentro de un complejo cerrado que comparte con la iglesia adventista en Mykoláiv, una ciudad de medio millón de habitantes junto al Mar Negro. «Mediante nuestros programas conocemos y nos hacemos amigos de otras personas, y creemos que con el tiempo, ellas abrirán sus corazones a Dios», dijo Tkachishin a Adventist World. Veintinueve niños viven con cinco matrimonios adventistas en apartamentos espaciosos del complejo que Tkachishin consiguió por doscientos mil dólares en 2010. Desde entonces

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se han invertido otros quinientos mil dólares para mejorar la propiedad, en parte con fondos de la Asociación del Sur de Ucrania de la Iglesia Adventista. La mayor parte del dinero, sin embargo, proviene de donantes privados. En el edificio de tres pisos donde viven los niños, ahora están terminando la construcción de los apartamentos de un dormitorio para madres y sus bebés. Las madres –algunas solteras, y otras

Evgeniy Tkachishin, cofundador de Alfa-Nik y pastor adventista, muestra los planos del complejo.

de hogares abusivos o de alcohólicos– podrán permanecer hasta seis meses y recibir clases de crianza de parte de una psicóloga licenciada. La iglesia adventista identificada como Número 7 de Mykoláiv ocupa una edificación vecina, y un sábado del verano pasado, el salón principal estaba atestado con treinta y cinco miembros y veinticinco niños. También hay salas de Escuela Sabática en el edificio, y un prescolar para los niños del vecindario. El parque infantil donde Roma se acercó a la abuela está frente al templo;

tiene equipos de vivos colores, y es el único parque infantil en un radio de dos kilómetros, lo que lo convierte en un imán para los niños de todo tamaño. En el lugar, Tkachishin organiza actividades educativas a lo largo del año, a las que asisten cientos de niños del vecindario. Una visita al complejo en 2014 y otra este año mostró claramente cómo se fueron expandiendo las operaciones. Una enorme edificación gris fue transformada en un atractivo comedor con cómodos juegos de mesas y sillas, además de una grande y reluciente cocina. El edificio tiene muchas funciones: un comedor para los estudiantes de prescolar, una escuela de cocina para la comunidad, un salón para fiestas de cumpleaños y un lugar para llevar a cabo reuniones de mujeres y de los jóvenes adventistas. Aunque el complejo suple muchas de las necesidades de la comunidad, la prioridad son los niños huérfanos y abandonados. «La familia está creciendo», dijo Anatoly Gurduiala, uno de los fundadores de Alfa-Nik junto con Tkachishin, su primo, y que actualmente es pastor de una iglesia adventista para inmigrantes rusos en Glendale (California, EE. UU.). Gurduiala visita el lugar varias veces al año, y su iglesia recoge cada año decenas de miles de dólares para AlfaNik. «Es un gran proyecto misionero –dijo Gurduiala–. Creo que los niños llegarán a ser buenos miembros de iglesia”. Las vidas de los niños ya están siendo transformadas. Tkachishin, que también lidera otras dos iglesias, habló de Seryozha, quien a los diez años perdió a su madre que lo criaba sola y fue enviado a vivir con parientes alcohólicos. El muchachito fue desatendido en su nuevo hogar; tenía que pedir alimentos a los vecinos y miraba televisión a través de las ventanas. Las autoridades lo sacaron de su hogar

el año pasado y lo enviaron a Alfa-Nik. «Hoy el muchacho tiene doce años y participa de programas comunitarios y ayuda a juntar ofrendas en la iglesia –dijo Tkachishin–. Vemos que Dios ha obrado un gran milagro en su vida, sacándolo de una situación en la que no tenía nada que comer y nadie que lo quería. Hoy tiene todo lo que necesita, y ha encontrado a Dios». Otro muchachito, Dima, también llegó a Alfa-Nik el año pasado. Su madre se mudó a Italia para trabajar y jamás regresó, renunciando a sus derechos sobre el niño y dándoselos al padre. Cuando el hombre murió y, sin otro pariente conocido, Dima fue colocado en un orfanato estatal. Pero hoy Dima, de once años, ora y canta con regularidad junto a los otros niños. «¿Han escuchado cómo cantan los niños? –preguntó Tkachishin hace poco después de un culto de viernes de noche–. La verdad es que nadie los fuerza a cantar. Cantan porque quieren». Alfa-Nik sigue creciendo. Se están haciendo planes para albergar a un total de cincuenta huérfanos y algún día abrir una escuela primaria. La financiación no le preocupa a Tkachishin, quien manifiesta que en los últimos seis años, Dios ha provisto más allá de sus expectativas. «Nuestro proyecto es un proyecto de fe –dijo–. No sabemos cuándo o cómo llegará el dinero. Tan solo creemos». El complejo recibe continuamente visitas del extranjero, quienes se muestran asombrados por lo que ven. «Lo más triste es que Alfa-Nik solo puede llegar a una ínfima parte de los niños que necesitan ser alcanzados –dijo Esme Ross, quien visitó el complejo dos veces junto con su esposo, Robert Ross, pastor de la iglesia adventista Triadelphia en Maryland, (EE. UU.) durante campañas de evangelización en Ucrania en 2012 y 2013–. Deseo que lo que hacen pudiera ser replicado una y otra vez». n

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P A N O R A M A

M U N D I A L

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ace poco, un vecino se aproximó a un amigo mío diciéndole: «Solía pensar que el mundo andaría cada vez mejor, pero no es así. No sé qué está sucediendo, pero creo que tú sí lo sabes. Me gustaría hablar de eso». Con los años, mi amigo había cultivado una relación amistosa con su vecino. En ocasiones, surgía el tema de la religión, pero el vecino siempre lo rechazaba diciendo: «Si uno es honesto y trabaja mucho, la vida es buena». En esa ocasión, sin embargo, las cosas fueron diferentes. Preocupado por el marcado incremento del terrorismo, la inestabilidad económica, la agitación social y los eventos políticos, el hombre estaba listo para escuchar. Mi amigo, por su parte, estaba listo para descorrer el velo y dar a su vecino una perspectiva de los eventos actuales a través de los lentes de el Gran Conflicto, la profecía y la verdad bíblica. La Biblia nos dice: «Santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros» (1 Ped. 3:15)1. ¿Está usted listo para dar respuesta si alguien le pregunta por la esperanza que tenemos? Afirmación de las doctrinas bíblicas

Este mes Adventist World está dedicada a lo que enseña la Biblia sobre la muerte. Es un tema que podría resultar

sombrío si no fuera porque los adventistas no nos entristecemos «como los otros que no tienen esperanza» (1 Tes. 4:13b). Dos de las razones primordiales para ello son: (1) entendemos por la Biblia que la muerte es un sueño (véase 1 Tes. 4:13a; Juan 11:11-14; Dan. 12:2; Mat. 27:52; Hech. 13:36, etc.); y (2) tenemos la maravillosa esperanza de reunirnos con nuestros seres queridos por la eternidad, cuando Jesús regrese (véase 1 Tes. 4:16, 17; Juan 11:23, 24, etc.). Nuestra comprensión de la muerte –conocida como el estado de los muertos, o la no inmortalidad del alma– fue una de las primeras doctrinas bíblicas que afirmaron los adventistas después del Gran Chasco del 22 de octubre de 1844. Esta doctrina, junto con otras basadas en la Biblia, que incluyen la purificación del Santuario

celestial, el sábado como día de reposo y los mensajes de los tres ángeles de Apocalipsis 14, fueron señaladas más tarde por Elena White como los «hitos antiguos».2 La dedicación a la Palabra de Dios y la verdad que se encuentra en ella fue lo que guio a nuestros pioneros hacia una comprensión más profunda de las profecías y sus importantes aplicaciones para el pueblo que aguarda el regreso de Cristo en este tiempo del mundo. Hallaron que las enseñanzas de la Palabra de Dios definen: n  quiénes somos como pueblo (Apoc. 12:17); n  cuál es nuestra misión (Mat. 28:19, 20); n  el mensaje para el tiempo del fin que tenemos que proclamar (Apoc. 14:6-12).

Listos para dar

respuesta Compartamos la esperanza con todos los que preguntan

Ted N. C. Wilson


La doctrina es importante

La Biblia afirma la importancia de la doctrina, enfatizando que todas las verdaderas doctrinas provienen del mismo Dios. «Yo os doy buena enseñanza [doctrina]; por eso, no descuidéis mi instrucción» (Prov. 4:2). Y Jesús dijo: «Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió. El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios o si yo hablo por mi propia cuenta» (Juan 7:16, 17). Después de la resurrección de Jesús, el sumo sacerdote de la nación exclamó lleno de ira hacia los apóstoles: «¿No os mandamos estrictamente que no enseñarais en ese nombre? Pero ahora habéis llenado Jerusalén de vuestra doctrina» (Hech. 5:28). Pablo mencionó cuatro veces la doctrina en su carta de instrucción a Timoteo. «Si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido […]. Ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza […]. Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto te salvarás a ti mismo y a los que te escuchen». (1 Tim. 4:6, 13, 16).

Las doctrinas bíblicas nos enseñan lo que necesitamos saber. Nos informan quiénes somos, y quién es Dios . ¿Una falsa dicotomía?

Dada la importancia de la sana doctrina (las enseñanzas bíblicas), parece extraño que algunos procuran separar a Jesús de la doctrina, haciendo preguntas tales como: «¿Qué es más importante: las doctrinas o Jesús? ¿La gracia o la verdad?» Como vemos en las Escrituras, son falsas dicotomías. La gracia y la verdad se pertenecen; las verdaderas doctrinas provienen del mismo Dios. Son parte de lo que él es. Juan escribió, refiriéndose a Jesucristo: «En el principio era el Verbo, el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios» (Juan 1:1). Y el salmista declara: «Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino» (Sal. 119:105), refiriéndose claramente a las Escrituras inspiradas. Jesús es el Verbo, la Palabra, y sus enseñanzas (doctrinas) se hallan en su Palabra, la Biblia.

Toda la Escritura es útil

En su segunda carta a Timoteo, Pablo afirmó: «Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia» (3:16). También advirtió que «vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que […] se amontonarán maestros conforme a sus propias pasiones, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas» (4:3,4). En su carta a Tito, Pablo enseñó que mediante la sana doctrina uno puede «exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen» (1:9). Y por último, el apóstol Juan escribió: «Cualquiera que se extravía y no persevera en la doctrina [o enseñanzas] de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ese sí tiene al Padre y al Hijo» (2 Juan 1:9). F O T O G R A F Í A :

P O O D A R

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La Palabra viviente de Dios

La Biblia no es solo un documento impreso, sino la Palabra viviente que, con la ayuda del Espíritu Santo, nos habla hoy tan claramente como cuando fue escrita. Entonces, ¿por qué el énfasis en la doctrina? Porque las doctrinas bíblicas nos enseñan lo que necesitamos saber. Nos informan quiénes somos, y quién es Dios. Definen el problema del pecado y revelan el remedio. Descorren el futuro y nos dan vislumbres de la eternidad. Distinguen la verdad del error, y nos ayudan a ser lo que Dios quiere que seamos. Las doctrinas bíblicas nos enseñan sobre la gracia. Elena White escribió: «El conocimiento más grande y fundamental es el conocimiento de Dios y su Palabra […]. El cristiano crecerá en gracia justamente

en la misma proporción en que dependa de la enseñanza de la Palabra de Dios, y la aprecie, y se habitúe a meditar en las cosas divinas».3 Listos para responder

Dos adolescentes adventistas que conozco trabajan como guardavidas en una piscina pública no lejos de la Asociación General en Silver Spring (Maryland, EE. UU.). Un caluroso día del verano pasado, un colega guardavidas casi perdió la vida cuando se desmayó repentinamente y cayó al fondo de la piscina. Cuando lo sacaron, no tenía pulso ni respiración. Al trabajar desesperadamente para salvarle la vida, los guardavidas respiraron aliviados cuando comenzó a volver en sí. Cuando la ambulancia llevó al joven al hospital, el diálogo en la oficina de los guardavidas giró a temas serios, como: «¿Qué sucede cuando uno muere?» «¿Existe Dios?» «¿Por qué suceden cosas malas?» Dado que saben lo que creen y por qué, estos dos jóvenes guardavidas pudieron brindar respuestas bíblicas que los otros guardavidas hallaron razonables. Estuvieron dispuestos a expresar de manera natural, pertinente y oportuna lo que creemos los adventistas sobre el estado de los muertos, la existencia de Dios y el Gran Conflicto. Ahora es el tiempo

¿Qué decir de cada uno de ustedes? ¿Qué sucedería si un vecino, amigo, colega, pariente u otra persona se acercara y le dijera: «No sé lo que está sucediendo, pero tal vez tú lo sepas; me gustaría hablar contigo»? ¿Estaría usted listo para darle una respuesta satisfactoria y bíblica? Ahora es tiempo de estudiar la Biblia.

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P A N O R A M A

M U N D I A L

Ahora es tiempo de realmente saber y entender las hermosas enseñanzas bíblicas de los adventistas. No aprendemos las doctrinas bíblicas para probar que estamos «en lo cierto» y que los demás están «equivocados». ¡No! Las aprendemos para compartir con otros la verdad que conocemos, y para dar a otros la esperanza y la seguridad que brinda la verdad. Al mismo tiempo, se nos dice: «No basta poseer un conocimiento intelectual de la verdad […]. La palabra necesita penetrar en nuestro corazón. Tiene que arraigarse en nosotros mediante el poder del Espíritu Santo. La voluntad tiene que ser puesta en armonía con sus requerimientos. No solo el intelecto sino el corazón y la conciencia necesitan concordar en la aceptación de la verdad».4 En el mundo está sucediendo algo inusual y la gente está buscando respuestas. ¿Concuerda su corazón y su conciencia con la aceptación intelectual de la verdad? ¿Está listo para dar respuestas a través de la verdad que conoce? Si usted quiere saber más sobre las creencias de la Iglesia Adventista, o le gustaría repasar las doctrinas adventistas, que se basan en la Biblia, lo animo a descargar una copia gratuita de las Creencias fundamentales de los adventistas del séptimo día en la siguiente dirección: http://www.adventistas.org/ es/institucional/creencias/. n 1 Todas las referencias bíblicas han sido extraídas de la versión Reina-Valera 95® © Sociedades Bíblicas Unidas, 1995. Usada con autorización. 2 Elena White, «Looking Back at Minneapolis», MS 24, 1888, en Ellen G. White 1888 Materials (Washington, DC: Ellen G. White Estate, 1987), pp. 212-213. 3 La maravillosa gracia de Dios, p. 303. 4 Elena White, A fin de conocerle, p. 193.

Ted N. C. Wilson es

presidente de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

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Adventist World | Octubre 2016

Iglesias de un día

Oraron durante 45 años

Carrie Purkeypile

Izquierda: Esta iglesia en Mjena, Zimbabue, ha sido construida y reconstruida muchas veces, dado que las tormentas destruyen periódicamente los materiales naturales. Derecha: Las fundadoras de la iglesia adventista de Mjena, Sharon Khumalo (vestido rojo) y Esina Dube (blusa blanca, falda verde) tienen 87 años, y habían estado orando durante 45 años para que el templo local pudiera tener una estructura sólida. Sharon Khumalo y Esina Dube fundaron la iglesia adventista de Mjena, en Zimbabue, en 1971. Las dos amigas comenzaron con cultos en sus hogares. Las familias se reunían dos veces por semana a las 4.00 de la mañana para clamar a Dios pidiendo su conducción y provisión. Allí también oraban por un templo. Cuando el grupo creció, comenzó a reunirse bajo un árbol, pero muchas veces esto era imposible debido a las condiciones climáticas extremas. Pero Sharon y Esina seguían orando. Ambas mujeres perdieron sus esposos hace unos quince años. Las dos estaban solas no solo en el hogar, sino también como líderes de una iglesia compuesta en su totalidad por mujeres y niños. La congregación oró por una iglesia, y Dios les dio pastos. Así fue que entretejieron un techo de paja y construyeron un pequeño templo. ¡Era hermoso! Lamentablemente, las termitas destruyeron los postes de madera y el techo. Cayó la lluvia y derribó las paredes de adobe, lo que las forzó a reconstruirlas una y otra vez. Este año, Sharon y Esina cumplieron 87 años, pero eso no les impidió llamar a todos los miembros para que acamparan fuera de la iglesia cuando escucharon que Maranatha Volunteers International andaba por la zona. Los feligreses oraron, cantaron, prepararon alimentos, durmieron y siguieron orando. Maranatha finalmente llegó en abril de 2016. Para gran asombro de Sharon, el equipo construyó la nueva estructura de la iglesia adventista de Mjena en menos de cuatro horas. «¡No podíamos creerlo! Fue como un sueño», dice. Tanto Sharon como Esina se han comprometido a vender sus mejores vacas para financiar la construcción de las paredes de su «Iglesia de un día», y alaban a Dios por que esta iglesia durará por mucho tiempo.


S A L U D

Los

M U N D I A L

adventistas y los

medicamentos recetados

Peter N. Landless y Allan R. Handysides

¿Cuál es el equilibrio entre vivir el mensaje adventista de salud y la prescripción de medicamentos y vacunas? Soy diabético, y tengo que usar insulina y metformina.

P

ermítame compartir algo del trasfondo histórico. A comienzos del siglo XIX, la atención de la salud estaba en grandes problemas. La expectativa de vida era más baja que nunca. Los tratamientos usuales incluían las sangrías, el uso copioso de derivados de metales pesados (mercurio) y de arsénico, diversos preparados alcohólicos, el tabaco y los opioides. El cloruro de mercurio era usado para tratar múltiples afecciones, incluida la fiebre amarilla. Era usado como laxante y purgante, a menudo hasta el punto en que los pacientes perdían el cabello y los dientes (por la toxicidad del mercurio). Esta fue la era de la «medicina heroica», por la cual se usaron métodos y prácticas agresivas hasta bien entrado el siglo XIX. Los cuerpos ya debilitados de los enfermos sufrían con estos métodos peligrosos y no probados, lo que solía perjudicarlos aún más. D. E. Robinson describe estos años como «los tiempos de esta ignorancia» en el libro La historia de nuestro mensaje de salud.1 Allí cuenta la experiencia de George Washington, el primer presidente de los Estados Unidos, quien, en su enfermedad final, pidió un «sangrador», no un médico. Al día siguiente se llamó al médico de familia, quien ordenó una segunda sangría. Además de toda la pérdida de sangre, el desventurado presidente Washington fue sujeto al cloruro de mercurio (purgante/laxante), la inducción del vómito (tartrato de F O T O G R A F Í A :

G E O R G E

H O D A N

antimonio y potasio), e inhalaciones de vinagre y agua. La descripción de ese devastador «asalto» sobre la existencia ya debilitada del presidente terminó con el último pedido de Washington: ¡Que le permitieran morir sin tardar más! Esto sucedió en diciembre de 1799. En la «fraternidad médica» europea y norteamericana se debatió la efectividad de esos diversos «tratamientos». El péndulo pasó de los intentos de la medicina «heroica» de disminuir la vitalidad excesiva que se podía manifestar como fiebre (mediante las sangrías, los vómitos y las purgas) al uso de estimulantes y de alcohol para recuperar la vitalidad (¡que se creía, era la causa de la fiebre!). El régimen alimentario, el estilo de vida y la higiene no contaban a la hora de pensar en el bienestar y la restauración de la salud del paciente. En medio de esa «agitación terapéutica», Elena White lanzó una advertencia contra los medicamentos de su época: «Por el uso de drogas venenosas muchos se acarrean enfermedades para toda la vida, y se malogran muchas existencias que hubieran podido salvarse mediante los métodos naturales de curación. Los venenos contenidos en muchos así llamados remedios crean hábitos y apetitos que labran la ruina del alma y del cuerpo».2 Está muy claro que las advertencias de Elena White se refieren a los medicamentos de su época, que contenían metales pesados, opioides, tabaco y alcohol. Ella incluyó también a la quinina en la lista, porque la gente masticaba indiscriminadamente la corteza del árbol que la produce, esperando obtener algún beneficio. Se ha registrado, sin embargo, que ella alentó su uso para

combatir la malaria. La quinina sigue siendo usada con efectividad contra la malaria porque, a pesar de sus conocidos efectos secundarios, puede salvar la vida del afectado. Elena White también se dio la vacuna contra la viruela y alentó a que otros lo hicieran. Tenemos la bendición de vivir en una época cuando existen medicamentos efectivos, probados y seguros para tratar múltiples afecciones, como la insulina y la metformina. Todos los medicamentos tienen que ser usados con cuidado, siguiendo las indicaciones, a la vez que se controlan sus efectos secundarios. Los cambios de estilo de vida siempre deberían ser parte de nuestros enfoques e intervenciones de salud, esenciales para reforzar tratamientos médicos probados y seguros. Use sin titubeos la insulina y la metformina, y no deje de caminar, beber mucha agua pura, descansar, comer con cuidado, ser temperante y, sobre todas las cosas, confíe en Dios, el autor y consumador de la fe. n 1 D. E. Robinson, The Story of Our Health Message (Nashville: Southern Pub. Assn., 1965), p. 13. 2 Elena White, El ministerio de curación, p. 88.

Peter N. Landless es cardiólogo nuclear

certificado y director del Departamento de Ministerios de Salud de la Asociación General.

Allan R. Handysides es ginecólogo

certificado y exdirector del Departamento de Ministerios de Salud de la Asociación General.

Vol. 12 No. 10 | Adventist World

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D E V O C I O N A L

Él

Gerald A. Klingbeil

también lo siente L D S

M E D I A

No hay lugar para la muerte en el corazón de Dios

E

l lamento de las plañideras y las agudas notas de los flautistas desgarraban el silencio del día. Cuando Jesús entró a la aldea de Naín, la muerte se percibía en el aire. El doctor Lucas la llama «ciudad» (Luc. 7:11), pero en realidad solo tiene que haber sido una colección de humildes casas construidas con piedras irregulares y techos planos de madera. Los que vivían en Naín, ubicada a unos treinta y dos kilómetros al sudoeste de Capernaum y a diez kilómetros al sudeste de Nazaret, no pertenecían a la élite de la sociedad judía. Al igual que muchas personas del siglo I en Palestina, luchaban para sobrevivir, y a menudo se sentían oprimidos por la despiadada ocupación romana. Naín no era un lugar donde habitaba la esperanza. Sin embargo, en esa mañana, la esperanza decidió visitar Naín en el momento mejor esperado. Se hizo presente durante el desfile de un cortejo fúnebre. Un Dios que podemos tocar

El ministerio terrenal de Jesús se caracterizó por un hecho particular: el Verbo viviente, el Dios que había creado universos y galaxias por su palabra, se hizo uno de nosotros.

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Después de más de treinta años, Jesús comprendía las luchas diarias de los que vivían a su alrededor. También él había tenido sus luchas mientras trabajaba en la carpintería de Nazaret. Compartía la pena y el dolor de aquellos que había venido a salvar. Lucas nos dice que Jesús no entró solo a Naín. Lo seguían sus discípulos y una gran multitud que lo había visto sanar a los enfermos y enseñar la Palabra de maneras que ellos jamás habían escuchado antes. Al llegar, fueron recibidos por un considerable cortejo fúnebre que salía de la aldea en camino al cementerio de Naín (Luc. 7:11, 12). Los ritos funerarios judíos del siglo I ordenaban que el muerto tenía que ser enterrado el mismo día. El cuerpo solía ser ungido y envuelto en una mortaja antes de llevarlo sobre un tablón a una cueva o a un cementerio ubicado fuera de la ciudad. Por lo general, los familiares hacían duelo durante treinta días. La muerte, sin embargo, no tiene nada de normal. La muerte es la manera que tiene Satanás de reclamar el señorío sobre el planeta Tierra. Cada vez que enfrentamos la muerte, nos damos cuenta una vez más que vivimos en un mundo pecaminoso y caído que necesita ser redimido. Nuestras


El

Creador no puede permanecer insensible ante el dolor de sus criaturas

lágrimas reflejan el dolor y la pérdida que sentimos cuando se cierran los ojos de un ser amado por última vez. Jesús tiene que haber experimentado la devastación y la angustia que causa la muerte antes de entrar a Naín. La ausencia de su padre José en la narrativa de los evangelios después del regreso de Egipto, indica una muerte temprana y hacen de Jesús un huérfano de padre.1 Es posible que Jesús conocía al fallecido y su familia, si pensamos en cuán cerca estaba Naín de Nazaret. La familiaridad de Jesús con la muerte y la pérdida, sin embargo, no lo volvía indiferente ante la angustia de los que experimentan esa pérdida. El Creador no puede permanecer insensible ante el dolor de sus criaturas. Lucas destaca una respuesta en tres pasos cuando Jesús se encuentra con el cortejo fúnebre en camino al lugar de reposo final del fallecido. Jesús, ve, siente compasión, y entonces habla (vers. 13). ¿Qué podemos decir de la expresión «no llores» que le dirige a una viuda sufriente? La gente puede haber cuestionado esa declaración de Jesús ya que ante la muerte, todos lloramos (lo que incluye a Jesús; cf. Juan 11:35). Pero Jesús no solo habla: también actúa. El Dios que actúa

Cuando Jesús avanza hacia el tablón que lleva al difunto, la gente contiene el aliento. Todos se detienen cuando toca al joven, el «hijo único de su madre» (Luc. 7:12). La ley mosaica prohibía el contacto con un cadáver, lo que era motivo de impureza ritual (Núm. 19:11, 16). El que tocaba a un muerto no podía acercarse a la presencia de Dios. Jesús, sin embargo, no solo lo toca. Jesús habla con autoridad y convicción: «Joven, a ti te digo, levántate» (Luc. 7:14). Por un momento, parece que nadie se atreve a respirar ni dejar escapar un sonido. Imagino que la orden de Jesús fue seguida de un profundo silencio. Entonces sucede: primero de manera más imperceptible, luego con más claridad. La melodiosa voz de Jesús puede dar vida a un muerto. La voz que había dicho: «Sea la luz», trae la luz en medio de las profundas tinieblas de un cortejo fúnebre. El joven se sienta y comienza a hablar. Jesús lo ayuda a descender del tablón de sepultura y lo lleva hasta su llorosa madre. No leemos de abrazos gozosos y alabanzas a viva voz. El breve relato de Lucas no nos da los detalles, pero aun así, podemos sentir lo divino en el momento en que una completa imposibilidad se torna una realidad tangible. Cuando Dios enfrenta la muerte, esta siempre tiene que batirse en retirada. Cuando Dios ve la pérdida y el dolor, él nos susurra al corazón: «no llores». La multitud queda estupefacta al presenciar el milagro. El asombro y el temor llena los corazones de los que presencian la escena. Ese asombro los lleva a glorificar a Dios. El sentimiento popular es que un gran profeta se ha levantado en su medio, y que Dios

.

ha visitado a su pueblo (vers. 16). Los primeros puntos nos remiten a dos grandes profetas del Antiguo Testamento, Elías y Eliseo, quienes también devolvieron a dos amados niños a sus madres (1 Rey. 17:21-23; 2 Rey. 4:31-35). El segundo está más cerca de la verdad, si bien nadie ha entendido aún que Dios no solo ha venido para una breve visita, sino que se ha comprometido por la eternidad. El Dios que siente nuestro dolor

Jesús resucitó a más de una persona durante su breve ministerio en este mundo. Estos milagros funcionan como ilustraciones tangibles de su poder sobre las tinieblas. Hablan del Creador cuya palabra significa la vida. Aunque expresan importantes declaraciones teológicas, también nos muestran al Dios que vence y siente nuestro dolor. Me encanta la perspectiva de Elena White sobre esta historia: «El que estuvo al lado de la apesadumbrada madre cerca de la puerta de Naín, vela con toda persona que llora junto a un ataúd. Se conmueve de simpatía por nuestro pesar. Su corazón, que amó y se compadeció, es un corazón de invariable ternura. Su palabra, que resucitó a los muertos, no es menos eficaz ahora que cuando se dirigió al joven de Naín. Él dice: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra” (Mat. 28:18). Ese poder no ha sido disminuido por el transcurso de los años, ni agotado por la incesante actividad de su rebosante gracia. Para todos los que creen en él, es todavía un Salvador viviente».2 Dios padece con cada madre y padre sufriente. Dios llora con cada esposo o esposa que llora. Dios conoce el corazón doliente de cada hermano, hermana, tío, tía, abuelo o abuela que experimenta la pérdida que causa la muerte. Dios lo sabe, y entonces se apresta para lo imposible. La vida eterna, que nacerá en la mañana de la resurrección, no es demasiado grande para él. Pregúnteselo a la madre que proclama alabanzas a la entrada de Naín. Observe a Marta y María al abrazar a Lázaro. Viene el día de la resurrección; está a la vuelta de la esquina. ¿Puede imaginar el momento cuando la muerte dejará de ser (Apoc. 21:4) y las lágrimas y el dolor serán tan solo un recuerdo borroso? n 1 Reconozco que José no era el padre físico de Jesús. Pero fue llamado por Dios, el Padre celestial, para proteger y cuidar de Jesús, el Dios hecho hombre, al entrar a este mundo. 2 Elena White, El Deseado de todas las gentes, p. 286.

Gerald A. Klingbeil es editor asociado de ADVENTIST WORLD, y aguarda con ansias la mañana de la resurrección. Vol. 12 No. 10 | Adventist World

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C R E E N C I A S

F U N D A M E N T A L E S

NÚMERO 26

«La

H

ay una experiencia que persigue a cada ser humano. Se cierne sobre todos. Para algunos llegará antes; para otros, más tarde. Pero por cierto llegará. Es parte de la historia humana desde el mismo comienzo. Es algo que enfrentan los seres humanos en todo el mundo. Todos –de todas las razas y colores– se ven afectados por ella. Hombres y mujeres, ricos y pobres, ancianos y jóvenes, tienen que enfrentar sus terribles consecuencias. Nadie puede evadirla, porque la muerte es inevitable.

El rostro oscuro de la muerte

En algún momento de la vida, todos tendremos que enfrentar la muerte. Es algo terrible, porque es definitivo. La vida se revierte de manera absolutamente permanente, algo que no puede ser cambiado. Aun con todos los conocimientos médicos y los avances científicos modernos, somos incapaces de evadirla o revertirla. Una vez que se produce, no podemos hacer nada. Nos sentimos indefensos, vulnerables y desesperadamente solos. Una triste consecuencia de la muerte es la separación. La muerte es completamente perturbadora y violenta para todas las relaciones. Acaso por ello la muerte es la experiencia más aterradora que los seres humanos tienen que enfrentar. Para los jóvenes, la muerte puede parecer algo muy lejano, pero está agazapada allí a la vuelta de la esquina: es imposible saber cuándo enfrentaremos el final de nuestra vida. Después del amor, ningún otro sentimiento es tan intenso como la experiencia agonizante de la muerte. No es de asombrar que la muerte y la manifestación de dolor, angustia y pérdida que la acompañan son temas destacados y recurrentes en la literatura, las películas y la música. La realidad de la muerte nos lleva a las lágrimas. ¿Por qué? Nos sentimos así porque en la muerte la vida cesa y el cuerpo humano se torna insensible y frío, para finalmente desintegrarse. Regresa al polvo, a ese mismo material que Dios usó para formar el cuerpo de los primeros seres humanos creados (Gén. 2:7). En este estado inánime, el sabio rey Salomón escribió bajo inspiración que «no hay trabajo, ni planes, ni conocimiento ni sabiduría» (Ecl. 9:10, TLA).*

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Frank M. Hasel

muerte dejará de ser» Anticipemos el poder y la gloria de la mañana de la resurrección

El carácter de Dios y la muerte

La muerte es el vacío de todo lo que marca y define la vida. En efecto, la muerte es la destrucción de la vida y, en consecuencia, el fin de todas las relaciones amantes. Pone fin a la vida que todos anhelamos vivir. Dios creó a los seres humanos para que vivan y disfruten de la vida en comunidad con los demás y con el Creador. Por ello, para el Dios trino, que tiene vida y comunión en sí mismo, la muerte es el «postrer enemigo» (1 Cor. 15:26). La muerte jamás puede ser el mecanismo divino para la creación; va en contra de la naturaleza misma de Dios. La muerte no es un principio que Dios usa para permitir la evolución de la vida mediante la desaparición de grupos poblacionales enteros. Este cruel procedimiento no encuadra con su personalidad tierna y compasiva, y sería una flagrante representación equivocada de su naturaleza y carácter amantes. Dios sabe que la experiencia de la muerte es aterradora. Él comprende la tristeza y la angustia que causa. En efecto, Dios mismo, en su propio Hijo Jesucristo, estuvo dispuesto a experimentar los efectos dolorosos de la muerte al momento


Aunque nacimos para vivir, Jesús nació para morir por nosotros . de su separación, cuando Jesús murió por nuestros pecados en la cruz. Aunque nacimos para vivir, Jesús nació para morir por nosotros. Sin su muerte en la cruz, Jesús no podría ser el Mesías prometido en las Escrituras (cf. 1 Cor. 15:3), y la Biblia estaría equivocada. Sin embargo, por más fundamental y central que sea la muerte voluntaria de Cristo en la cruz por nuestra salvación, con su muerte sola no alcanza. Par conquistar la muerte, Jesús «resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras» (vers. 4). En el esplendor y la gloria de su resurrección, el poder de la muerte fue derrotado. Sin la resurrección de Cristo, nuestra salvación estaría incompleta. «Si Cristo no ha resucitado, la fe de ustedes es ilusoria –escribió el apóstol Pablo–, y todavía estamos en nuestros pecados, y aun «están perdidos los que murieron en Cristo» (vers. 17, 18, NVI). El día está cerca

La resurrección de Cristo marca la inversión de la muerte y todas sus consecuencias negativas. Si la muerte es la experiencia

La muerte y la resurrección La paga del pecado es muerte; pero Dios, el único que es inmortal, otorgará vida eterna a los redimidos. Hasta ese

humana más aterradora, la resurrección será nuestra experiencia más gloriosa. Lo que la muerte ha separado como resultado del pecado, la resurrección divina volverá a unir. La muerte interrumpe nuestras relaciones, pero la resurrección de Cristo restaura la comunión. La muerte pone fin a la vida y produce desesperanza, pero la resurrección crea nueva vida y restaura la esperanza. Dado que la muerte pone fin a nuestra existencia corporal, la resurrección divina restaura un nuevo cuerpo que nos es dado cuando Jesús regresa con poder y gloria (cf. vers. 42, 44; 1 Tes. 4:14-18). En la resurrección de Cristo, Dios triunfa sobre la muerte, el enemigo final. «La muerte ha sido devorada por la victoria» (1 Cor. 15:54, NVI). En la resurrección, la autoridad del amor de Dios es mucho mayor que el poder de la muerte. Se podría decir que la resurrección es el acto supremo del amor divino. El Dios que es amor (1 Juan 4:8, 16) es también inmortal (1 Tim. 6:16). Vive para siempre; no muere jamás. De allí que el amor de su resurrección deja una herencia que no terminará, y que es más permanente que la muerte: nos da la vida eterna. Será una vida que ya no estará corrompida por el pecado ni afectada por las consecuencias mortales del pecado. Es una vida sin llanto, lágrimas o dolor (Apoc. 21:4). La vida después de la resurrección estará llena de gozo jubiloso por lo que Dios ha hecho por nosotros, y por lo que solo él podría hacer. Los resucitados expresarán un gran agradecimiento a Jesucristo, su Salvador. Se maravillarán al saber que Jesús no quedó en la tumba, sino que se levantó del sepulcro al tercer día, y alabarán a Dios porque todo el que cree en Jesucristo tiene vida eterna. La resurrección es tan gloriosa y maravillosa como Dios mismo. n * Los textos que dicen TLA han sido extraídos de la Biblia, Traducción en lenguaje actual, Copyright © Sociedades Bíblicas Unidas, 2000. Usada con autorización.

día, la muerte constituye un estado de inconsciencia para todos los que hayan fallecido. Cuando Cristo, nuestra vida, aparezca, los justos resucitados y los justos vivos serán glorificados y arrebatados para salir al encuentro de su Señor. La segunda resurrección, la resurrección de los impíos, ocurrirá mil años más tarde. (Job 19:25-27; Sal. 146:3, 4; Ecl. 9:5, 6, 10; Dan. 12:2, 13; Isa. 25:8; Juan 5:28, 29; 11:11-14; Rom. 6:23; 16; 1 Cor. 15:51-54;

Frank M. Hasel ha sido elegido hace poco como director asociado del Instituto de Investigaciones Bíblicas de la Asociación General de la Iglesia Adventista en Silver Spring (Maryland, EE. UU.). Antes de ello trabajó como pastor, docente y decano del Departamento de Teología del Seminario de Bogenhofen (Austria).

Col. 3:4; 1 Tes. 4:13-17; 1 Tim. 6:15; Apoc. 20:1-10.)

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N O TA D E TA PA

DANZA FÚNEBRE: Fotografía no muy usual de una danza tribal durante un funeral en una aldea de Benín.

La Sandra Blackmer

quebrantada

Cómo es compartir a Jesús con las tribus animistas de África Occidental 16

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F O T O G R A F Í A S

P O R

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C

on pesadez en el corazón, el padre se arrodilló ante el altar de la familia y presentó un sacrificio al espíritu de sus antepasados. «Tú que nos diste hijos, sálvalos de los caminos del hombre blanco –rogó–. Fíjate en las desventuras que les han sobrevenido. Un fuerte viento está soplando contra ellos. Los colonizadores franceses fuerzan a nuestros hijos para que peleen en una guerra que nada tiene que ver con nuestro pueblo. Y los misioneros nos hacen enviarlos a la escuela para aprender cosas inútiles, cuando necesitamos que nuestros hijos nos ayuden a trabajar en el campo para que podamos comer. Los niños crecerán sin saber de su cultura o practicar las tradiciones tribales. Tú que estás cerca de Dios, ¿no piensas hacer nada? ¡Te ordeno que actúes! Que nuestros hijos se vuelvan inútiles ante los ojos de sus secuestradores; sácales sus conocimientos y poder. Usa un viento de todas las direcciones para confundir sus sentidos. Si lo haces, te beneficiarás de los muchos sacrificios que te ofreceremos. Acepta este primer sacrificio como pago adelantado por el contrato firmado que pongo ante ti. No permanezcas indiferente; sal y actúa, y trae de regreso a nuestros hijos». Así fue como allá por 1915 (poco después del comienzo de la Primera Guerra Mundial), en la tribu de los

otammaris de la región de Natitingou, en Benín (África Occidental), nació la maldición. El que quebranta las maldiciones

«Han tratado de romper esa maldición de un siglo, pero no pueden –explica Jason Harral, obrero de la organización Adventist Frontier Missions (AFM) y oriundo de Wyoming (EE. UU.), pero que ha trabajado en la zona occidental de Benín desde 2011–. Sienten que no tienen esperanza». Los otammaris creen que la maldición aún les impide desarrollarse y alcanzar el éxito en la sociedad. En efecto, las estadísticas indican que la mayoría de los otammaris ocupan cargos discretos. «La maldición hace que no tengan ninguna ambición –dice Ulrike (Uli) Baur-Kouato, obrera de AFM proveniente de Alemania, que ha trabajado en la región durante diecisiete años–. No ven necesario que los niños estudien más allá de la escuela primaria porque dicen: “No tiene sentido. No podemos seguir avanzando porque estamos bajo la maldición”. La gente ni siquiera trata de alcanzar un cargo más elevado. La mayoría solo se dedica a subsistir; trabajan en el campo, y apenas logran sobrevivir». Los líderes espirituales tribales, o

fetichistas, no han conseguido quebrantar la maldición, explica Uli, porque el que pronunció la maldición está muerto y nadie sabe exactamente qué dijo o qué sacrificio usó. Por ello, según las creencias tribales, la maldición no puede ser quebrantada. «Esa es la oportunidad de nuestros evangelistas –dice Jason–. Les decimos: “Miren, conocemos a alguien que estaba allí. Su nombre es Jesús, y él sabe cómo quebrantar la maldición. En la Biblia se cuenta su historia. ¿Quieren escucharla?”» Y sigue comentando: «Esa es una herramienta sumamente poderosa para cultivar el interés de ellos en estudiar la Biblia. Les enseñamos de Jesús, el que se convirtió en maldición por nosotros porque fue colgado en la cruz y quebrantó la maldición original que se produjo en el Edén. Y si él quebrantó esa gran maldición, les decimos, también puede quebrantar la pequeña maldición de la tribu».

Arriba MISIONERA EXPERIMENTADA: Ulrike (Uli) Baur-Kouato, obrera de AFM originaria de Alemania, pero que ha trabajado en Benín durante 17 años, descansa sentada delante de la puerta de su casa. Izquierda AL MANDO: El jefe tribal de la aldea de Kounitchangou, en Benín, donde los evangelistas locales de AFM Jean y Charles llevan a cabo estudios bíblicos semanales.

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El trabajo preliminar

Jason y su esposa Magnhild (Maggi), de Noruega, han colaborado con AFM desde 2009, y han trabajado en Benín por cinco años. Ellos y sus tres hijos –Reuben, de siete años, Kaia, de cinco, y Petra, de tres– se sienten como en casa. «Al comienzo pasamos por un choque cultural y tuvimos momentos muy difíciles, pero ahora nos sentimos parte del lugar», dice Jason. Antes de la llegada de ellos a Natitingou –una ciudad de unos cien mil habitantes– Uli, junto con Suzie Baldwin, también de AFM, ministraron en Benín durante casi dos décadas. Ambas llegaron en 1999. Hasta 2003 trabajaron con otra familia de misioneros. En 2007, Uli se casó con un beninés llamado Toussaint, por lo que eran solo tres cuando llegó la familia Harral. Se dedicaron a conocer a la gente, familiarizarse con la cultura, ayudar en las necesidades comunitarias, fortalecer a la iglesia local y cultivar la confianza. «Toussaint y yo hemos dedicado mucho esfuerzo al ministerio en el vecindario –dice Uli–. En especial, hemos tratado de ayudar a que los niños y los jóvenes se desarrollen, estudien y progresen. Hemos procurado conectarnos con la gente y ayudarlos en sus necesidades».

Derecha AL AIRE LIBRE: Jean Akolim, evangelista local de AFM (camisa azul), asistido por el evangelista Charles Korrobessaga (camisa roja) enseña a la gente de la aldea sobre Jesús, bajo el «árbol de reuniones» oficial en Kounitchangou.

Arriba EVANGELISTAS DE AFM: El obrero de AFM Jason Harral (al centro) camina con dos evangelistas Un evangelismo sensible locales a quienes ayudó a la cultura a capacitar: Charles Cuando llegaron Jason y Maggi, ella Korrobessaga (izquierda) y comenzó a ayudar con los ministerios comunitarios. Dado que ya se había Jean Akolim (derecha). hecho gran parte del trabajo preliminar, Jason se dedicó al evangelismo. Su principal objetivo era capacitar a las personas locales que ya habían aceptado a Cristo y se habían unido a la Iglesia Adventista, para que fueran evangelistas. Jason creía que los aldeanos jamás responderían ni aceptarían plenamente a los obreros de AFM, a quienes ven como forasteros; pero que sí lo harían con alguien de su propia cultura que conociera los dialectos tribales. Así fue que comenzó sesiones semanales de capacitación en evangelismo, a las que asisten entre ocho Arriba Hyacinthe Tianati. y diez personas, en su mayoría hombres. Derecha Una mujer junta Entre ellos hay obreros de AFM, líderes agua que sale de un pozo de la iglesia local y otros interesados. comunitario para suplir las «Solíamos tener más mujeres, pero necesidades de su familia.

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Evangelistas locales

en esta cultura ellas son responsables de muchas tareas y están sumamente ocupadas –explica Jason–. Po eso no tenemos tantas como quisiéramos». Para ser sensible a la cultura local, el grupo preparó estudios bíblicos que presentan el evangelio de manera relevante, basándose en la maldición que azota a la comunidad. Los estudios comienzan con historias bíblicas: la creación, la caída, el origen del mal, la guerra en el cielo, el diluvio, Abraham, y así sucesivamente. Las fases subsiguientes se tornan más temáticas y se ocupan de cuestiones sociales como la poligamia y el alcoholismo. Finalmente, se dedican al desarrollo del liderazgo.

B

Tres hombres locales que asisten a las sesiones de capacitación y que están jugando un importante papel para compartir el evangelio son Hyacinthe Tianati, Jean Akolim y Charles Korrobessaga. Hyacinthe, que ha sido evangelista por muchos años, vive en Boukoumbé, a unos cincuenta kilómetros de Natitingou. Dirige la iglesia de Boukoumbé y coordina reuniones de evangelización de AFM en varias aldeas. Jean vive en Kouaba, a unos veinticinco kilómetros de Natitingou, y trabaja en las aldeas de Katayinka y Kounitchangou. Charles vive en Natitingou, donde da estudios bíblicos a personas de la comunidad. También ayuda a Jean con la obra de evangelización y atiende la librería adventista local. «Hyacinthe va a las aldeas como otammari y dice: “Crecí en esta cultura. Crecí bajo esta maldición. Quiero que mi pueblo sea libre de la maldición. Hoy estoy libre de esa maldición gracias a lo que hizo Jesús”. La gente no puede resistir eso –dice Jason–. Inmediatamente surge un grupo que quiere estudiar la Biblia semanalmente. Es algo realmente poderoso. Ahora

está capacitando a muchachos que están saliendo con él para aprender a contar esa misma historia. ¡Es algo maravilloso!» Jean nació en Togo, pero estudió en una escuela secundaria de Boukoumbé, donde aprendió el idioma local. Ahora vive en una pequeña casa de adobe en Kouaba, y lleva a cabo estudios bíblicos semanales y cultos sabáticos en su hogar y bajo los árboles de dos aldeas cercanas. La primera vez que Jason asistió a una de las clases de Jean, dice haber quedado asombrado y maravillado. «Fue como si me estuvieran dando un premio… ver enseñar a Jean, presenciar su energía –dice Jason–. Él estaba allí sentado frente a cuarenta o cincuenta personas, explicándoles el origen del mal. Al mirarlo pensé: “¡Cuánto talento!” Recordaré esa imagen por el resto de mis días». «Las aldeas donde ha estado trabajando Jean ya por un año se han mostrado resistentes a otras religiones –destaca Uli–. Las iglesias que otras denominaciones religiosas procuraron establecer actualmente están abandonadas. La gente predijo que las reuniones de Jean no durarían más que unos

La República de Benín

enín, que tiene 112.622 kilómetros cuadrados, limita con Níger, Burkina Faso, Nigeria y Togo, y tiene una población de diez millones de habitantes. Casi la mitad tiene menos de quince años, y la mayoría vive en las regiones sur y central. El clima es tropical, con estación seca y de lluvias. La capital es Porto Novo, en el sudeste del país, pero la sede del gobierno se encuentra en la cercana Cotonú, la ciudad más grande del país. Aunque el idioma nacional es el francés, se hablan más de cincuenta idiomas y dialectos. Se suele cocinar al aire libre, aun en las zonas urbanas, y muchos hogares no cuentan con refrigeración. La comida se basa en batatas o camotes, arroz, o maíz, preparado como una papilla e ingerida con una salsa de verduras y carne o pescado. También se consigue una variedad de frutas tropicales. Alrededor de la mitad de la población se gana la vida con la agricultura, si bien la falta de rutas adecuadas en las zonas rurales dificulta el transporte de los productos agrarios a los mercados. Los hombres llevan a cabo las tareas más pesadas

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como limpiar el terreno, pero las mujeres ayudan a plantar, cosechar y procesar los alimentos. También acarrean leña y agua para las diversas tareas del hogar. Las mujeres recibieron status igualitario en 1977, pero en la práctica esto a menudo es ignorado. Solo el 24 por ciento de las mujeres sabe leer y escribir. La mayoría de los matrimonios son arreglados, pero cada vez se está volviendo más común que los individuos escojan su cónyuge. La poligamia sigue siendo una práctica aceptable. Los cristianos suman alrededor del 27 por ciento de la población (en su mayor parte, católicos romanos), los musulmanes el 25 por ciento, y el resto sigue los sistemas de creencias indígenas según los cuales los antepasados son considerados parte de la comunidad después de la muerte. En la región, sin embargo, tanto las creencias musulmanas como cristianas están mezcladas hasta cierto punto con el animismo.* *Este recuadro está basado en información de http://www.beninembassy.us/about-benin.html, http://www.everyculture.com/A-Bo/Benin.html y http://www.iexplore.com/articles/travel-guides/ africa/benin/history-and-culture.

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Arriba ENSEÑAR A LOS NIÑOS: Con la ayuda de láminas, un evangelista laico local llamado Daniel enseña a los niños historias de la Biblia.

meses pero, un año después, siguen adelante. El Señor está bendiciéndolas». Primero los jefes

El conocimiento de la cultura y la perspicacia de los evangelistas locales ayudaron a abrir puertas en las aldeas. En primer lugar, se acercaron a los jefes

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tribales para pedirles permiso. «Les dijeron: “¿Podemos presentar algo en la aldea? Hay algo que nos gustaría decirle a la gente” –explica Jason–. Los jefes aceptaron. Entonces, cuando la gente se reunió, los evangelistas les contaron de la maldición, y de que la Palabra de Dios explica cómo quebrantar la mal-

¿Qué es animismo?

l antropólogo inglés Edward B. Tylor introdujo el término animismo como parte del lenguaje usual en 1873. Lo definió como «la doctrina de los seres espirituales» y escribió que «en su desarrollo pleno, incluye la creencia en las almas y en un futuro estado, en el control de las deidades y los espíritus subordinados […], lo que resulta en cierto tipo de adoración activa».1 Esos seres espirituales pueden ser los antepasados que continúan con una existencia consciente después de la muerte, así como otros espíritus que pueden ocupar incluso la categoría de deidades. Los animistas creen que esos espíritus habitan tanto los objetos como los seres vivos, y que todas las cosas tienen conciencia y alma.2 El animismo también es descrito como «la creencia de que los seres espirituales personales y las fuerzas espirituales impersonales tienen poder sobre los asuntos humanos, y que los seres humanos, en consecuencia, tienen que descubrir qué seres y fuerzas están ejerciendo un impacto sobre ellos para determinar sus acciones futuras y, con frecuencia, manipular el poder que ejercen».3 En otras palabras, los animistas creen que un antepasado espiritual puede arruinar la cosecha, enfermar a una persona, sanar a un niño, enriquecer a una persona o reducir sus ingresos. Los animistas viven con temor a esos poderes y procuran aplacar a los espíritus. Cuando sucede algo «malo», se busca

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dición. Por eso, tenían una audiencia cautiva. Nadie dijo: “No hagan esto en la aldea”, porque el jefe tribal era parte de ello y lo había aprobado». Jason sigue explicando: «En el comienzo hubo un poco de resistencia, porque los aldeanos temían que los evangelistas estaban allí para destruir

UNA BREVE EXPLICACIÓN

a «intermediarios» espirituales que ayudan a revelar la causa del problema y sugieren remedios. Se usan diversos métodos (lo que incluye augurios, astrología y sueños) para determinar qué poderes están involucrados. El animismo no incluye una relación personal con los poderes espirituales, sino que más bien se basa en manipularlos para hacer lo que la persona quiere, como por ejemplo maldecir a alguien que ellos determinen que es su enemigo. Esto se lleva a cabo mediante ritos animistas, como por ejemplo sacrificios, y mediante objetos tales como amuletos y talismanes. No son solo las tribus africanas remotas que practican el animismo. Cada vez es más grande el número de personas en los países occidentales que al menos ven con buenos ojos las prácticas animistas. «Los que revisan sus horóscopos o visitan a alguien para que les lea la mano o a cualquier otro adivino, están buscando respuestas para la vida en prácticas animistas».4 Algunas estimaciones indican que el cuarenta por ciento de la población mundial es animista.5 1 http://missiology.org/old/folkreligion/chapter1.htm 2 http://www.newworldencyclopedia.org/entry/Animism 3 http://missiology.org/old/folkreligion/chapter1.htm 4 www.marketfaith.org/animism-in-todays-world-2/ 5 Ibíd.


la cultura. Pero Hyachinthe tuvo mucho tacto, y dijo: “No queremos destruir lo bueno de la cultura. Y no forzaremos a nadie. No romperemos ningún altar. Todos tendrán libertad de elección. Solo les presentamos un mensaje; ustedes deciden si aceptarlo o no”. Eso los calmó». Hablar de religión

Abordar el tema de la religión entre los otammaris no es muy difícil, destaca Uli, que dice que la gente es «abierta, amigable y alegre», y que es raro encontrar ateos en África. «Aun los que no son cristianos saben que Dios está allí –explica–. Es un pueblo muy religioso. En Benín hay musulmanes y cristianos, pero la mayoría son animistas. Muchos combinan sus creencias con su religión. Por ello, no es difícil hablar de la fe. En lo que respecta a las doctrinas bíblicas adventistas, sin embargo, algunas cuestiones de estilo de vida son muy difíciles de adoptar, como por ejemplo la abstinencia de alcohol. El alcoholismo es un gran problema en Benín». El animismo está firmemente arraigado en la región porque los otammaris creen que todo lo que los rodea posee un alma viviente: no solo las personas y los animales, sino también los lugares, las rocas y toda la naturaleza. Dicen que cuando una persona muere, el alma sigue viviendo y hasta cierto punto influye sobre la vida diaria. F O T O G R A F Í A S :

C O R T E S Í A

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H E N R Y

S T O B E R

Uli nos explica: «Cuando alguien se enferma, muere o sufre malas cosechas, esto se debe, según ellos, al mundo invisible y espiritual. Necesitan hallar lo que anda mal en el mundo espiritual, que enferma a la persona o la lleva al fracaso. Entonces consultan a un adivino, que es un mediador espiritual. La persona consulta entonces con los espíritus para ver qué espíritu de los antepasados está molesto por alguna razón, y qué sacrificio o ceremonia tiene que llevarse a cabo para remediar esa situación. Esto obviamente es muy diferente al cristianismo». Sin embargo, Uli cree que a pesar de las diferentes creencias, el Señor está bendiciendo los esfuerzos de AFM, y que ellos están marcando una diferencia. «Cuando los misioneros de AFM van a un país, primero se les pide que vivan con las personas y las observen; que estudien el idioma, la cultura, las tradiciones y la religión de la gente –dice–. Una vez que aprenden eso y cultivan amistades y confianza, se pueden hallar las mejores maneras de llegar a sus corazones».

Uli y su esposo piensan permanecer en África. «Me enamoré de África y su gente, y de un africano –dice Uli–. Toussaint y yo hemos decidido seguir usando nuestros talentos para trabajar por los niños y jóvenes de Natitingou». Entre sus objetivos está construir una residencia para niños huérfanos o abandonados, en un terreno de su propiedad. Suzie se casó con Fidel, también un beninés, y en 2014 se trasladaron a Tanguiéta, donde comenzaron un nuevo proyecto de AFM. Después de las entrevistas para este artículo, Jason y su familia también dejaron Benín y se mudaron a Noruega, donde se están preparando para regresar a otra región del África Occidental. Esa decisión, sin embargo, no fue fácil de tomar. Poco antes de partir dijeron: «Sentimos que podríamos quedarnos aquí para siempre, pero el trabajo está llegando a su fin, por lo que hemos decidido pasar a la siguiente etapa. No es que deseamos irnos, sino que ha llegado el momento de traspasar el trabajo a otros». La oración de Jason y Maggi, sin embargo, es que el Señor siga bendiciendo a la gente de Benín, y que el mensaje del amor divino toque sus corazones. «No podemos hacer más que dejarlo en manos de Dios, con el Espíritu Santo –dice–. Mientras los obreros y la gente siguen buscando al Señor Jesucristo, sigo orando para que tengan una revelación de él que jamás olvidarán». n

La siguiente etapa

El proyecto de Benín casi ha sido completado y es probable que se vaya cerrando paulatinamente durante los próximos dos años. Los evangelistas locales de tiempo completo continuarán, supervisados por el pastor local y la sede de la misión. De todos modos

Sandra Blackmer es editora asistente de ADVENTIST WORLD. Este artículo se basa en entrevistas llevadas a cabo por Blackmer, y de imágenes y entrevistas filmadas por Henry Stober, un camarógrafo y fotógrafo profesional que vive en Alemania. Vol. 12 No. 10 | Adventist World

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V I D A

A D V E N T I S T A

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l 6 de abril de 2013, recibimos una llamada telefónica que todos los padres esperamos no recibir jamás en la vida. Nuestro único hijo varón, Andrew Oey, había fallecido en un trágico accidente de motocicleta. Los informes policiales destacaron que él seguía las reglas e iba a la velocidad adecuada, pero que otro conductor que no frenó, lo atropelló y le causó la muerte. Estábamos completamente conmocionados y devastados. Lloramos hasta que se nos acabaron las lágrimas. Andrew tenía treinta y tres años y estaba en la flor de la vida. Había sido director asociado del Programa Informático Adventista de Contabilidad SunPlus en la Asociación General, una responsabilidad que requería que viajara a diversas partes del mundo y trabajara con los tesoreros de las Divisiones, Uniones y Asociaciones. Un año antes había sido designado director del Programa Informático de Miembros de la Asociación General, que implicaba trabajar en estrecha colaboración con los secretarios de las Divisiones mundiales de la iglesia. Como padres nos sentíamos felices al ver la forma en que nuestro hijo se había desarrollado hasta ser una persona completa. Poseía capacidad de liderazgo, se desempeñaba muy bien al hablar en público, sabía varios idiomas y dialectos, y tenía talento para tocar algunos instrumentos musicales. Además, amaba a Dios y usaba esas capacidades para alabarlo predicando y ejecutando música toda vez que se le daba la oportunidad de hacerlo. Andrew también era un hijo feliz, considerado y cariñoso. Cada vez que nos veíamos, nos abrazábamos. Sabemos que la muerte puede llegar a cualquiera en cualquier momento y lugar, pero la realidad de su muerte nos resultó abrumadora. El duelo por nuestros amados es un proceso que puede llevar años, o acaso toda la vida. Creemos, sin embargo, que el Señor nos ha dado el milagro de la sanación. Esa sanación nos llega mediante la Palabra divina, las personas a quienes usa para sostenernos, y la oportunidad de que un acontecimiento tan trágico pueda ser usado para bendecir a otros. La Palabra de Dios nos sostiene en los momentos difíciles

Mediante la lectura de su Palabra, la meditación y la oración, Dios nos ha seguido revelando que sus promesas son seguras y que su fidelidad es nueva cada mañana. La Biblia nos eleva y nos fortalece. Al reconocer que este mundo no es nuestro hogar y que Jesús regresará pronto, recordamos que la muerte de Andrew es solo temporaria. También recordamos que la vida es un don de Dios. Como lo expresa Job 1:21: «Jehová dio y Jehová quitó». Andrew fue un don de Dios para nosotros, y alabamos al Señor porque lo encomendó a nuestro cuidado durante

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Dios sana los corazones Un matrimonio comparte su experiencia veinticinco años, hasta que se casó. Alabamos al Señor por sus treinta y tres años y siete meses de vida, en los que fue una gran fuente de gozo para nosotros. Extrañamos muchísimo sus abrazos, y aguardamos con ansias el regreso de Cristo, cuando podamos abrazarlo con fuerza una vez más y decirle: «Te amamos, Andrew», para ya nunca separarnos. Sí, esperamos que la segunda venida de Cristo sane por completo nuestra pena. La sanación llega con ayuda de la comunidad de creyentes

El Señor usó a muchos integrantes del pueblo de Dios para consolarnos en nuestros momentos de profundo dolor. Recibimos abrumadoras muestras de cariño de todo el mundo, mediante miles de mensajes de condolencia enviados en tarjetas, mensajes electrónicos, llamadas telefónicas y Facebook.


La familia Kuntaraf en épocas más felices.

Kathleen y Jonathan Kuntaraf

quebrantados después de perder a su hijo. Muchos volaron desde diversas partes del mundo para asistir al funeral. Más tarde, Israel Leito, presidente de la División Interamericana, nos dijo: «No solo es una pérdida para la familia, sino para la iglesia mundial». Eso nos emocionó. Apreciamos todas las oraciones, y nos consoló ver que otros también lloraron con nosotros. La comunidad de la iglesia está en manos de Dios; la comunidad nos abrazó y contribuyó a la sanación. La sanación llega cuando una tragedia es usada para bendecir a otros

Vemos que aun ante un evento trágico como la muerte hay oportunidad de alentar a otros para que se acerquen a Cristo. Hebreos 11:4 dice que «por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín», y por ello, «muerto, aún habla por [él]». Abel sigue siendo un ejemplo de obediencia a Dios.

Nos reconforta saber que el Señor usó a nuestro hijo para tocar la vida de diversas personas. Muchos nos contaron de qué manera –a través de hechos o palabras– se sintieron alentados a producir cambios tangibles en sus vidas; cambios que perduran. En su honor se llevaron a cabo varios eventos conmemorativos que sirvieron de plataforma para la reconciliación, el perdón y el establecimiento de nuevas prioridades en la vida. Alabamos a Dios porque la vida de Andrew, y aun su muerte, fueron catalizadores que acercaron a las personas entre sí y también a Dios. Cuando nos golpea la tragedia solemos preguntarnos: «¿Qué puede haber de bueno en esto?» Si nos abrimos al Espíritu Santo, podremos percibir que Dios nos sigue hablando en medio de la tragedia, y que la tragedia puede ofrecer una avenida para testificar por Dios y ser una bendición para los que nos rodean. La muerte de nuestro querido hijo nos llevó a establecer un fondo de becas en su honor. Gracias a las generosas contribuciones monetarias dadas en los diversos eventos conmemorativos, este fondo fue usado para ayudar a muchos huérfanos, niños necesitados y jóvenes de Indonesia que procuran cursar estudios superiores. Alabamos a Dios porque otros jóvenes podrán ser capacitados para seguir en los pasos y en la visión de Andrew de ministrar a otros. Usar una tragedia para ayudar a otros contribuye a sanar la herida producida por el dolor. Dios tiene en verdad el poder de sanar nuestros corazones afligidos mediante su Palabra, la familia de la fe que nos fortalece, y las oportunidades de ser una bendición en medio de la tragedia. Aun extrañamos profundamente a Andrew, y no pasa un día en el que no pensemos en él de una u otra manera. Sin embargo, la sanación nos ha llegado después de liberarnos de aquello que no podemos cambiar, de perdonar al conductor negligente, y de reconocer lo que no hemos perdido. Atesoramos los dulces recuerdos que nos quedan de nuestro hijo pero también atesoramos a nuestros familiares vivos: a nuestra hija, yerno y nietos, que siempre nos brindan consuelo. Hemos obtenido un aprecio más profundo por la vida y por las oportunidades de ministrar a otros mientras aún vivimos. Aguardamos con ansias la segunda venida de Cristo, cuando ya no habrá más separación de nuestros seres amados. n

Kathleen Kuntaraf, quien se jubiló hace poco, fue directora asociada del Departamento de Ministerios de Salud de la Asociación General. Jonathan Kuntaraf también se jubiló hace poco después de ser director del Departamento de Escuela Sabática y Ministerios Personales de la Asociación General. Vol. 12 No. 10 | Adventist World

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T E M A

D E

A C T U A L I D A D

Merling Alomía

¿Alguna novedad sobre la

muerte?

Nuevas manifestaciones de una vieja conocida

V

ivimos en un mundo donde cada día tenemos que soportar la enfermedad y también la inevitable angustia y tragedia de la muerte. El mar de lágrimas que resulta de nuestro dolor y llanto es tan grande como el devastador diluvio de los días de Noé. El mundo está lleno de angustia, sufrimiento, llanto y funerales. Todo ello nos recuerda que al final de nuestros días nos aguarda un destino de muerte. ¿Qué es, sin embargo, la muerte? ¿Y por qué tiene que ser parte de la existencia? ¿Hay alguna esperanza de que este flagelo que azota nuestra vida tenga finalmente un final feliz?

El viejo engaño de Satanás

Nuestra infeliz situación actual se inició cuando nuestros primeros padres, Adán y Eva, desconfiando de la bondad del Creador, renunciaron a la fe en la palabra divina, rechazaron abiertamente su autoridad y escogieron creer y seguir en cambio al padre de mentira. Comieron aquello que Dios les había prohibido (Gén. 3:6), creyendo en la mentira del «homicida» y «padre de mentira» (Juan 8:44), quien les aseguró: «No moriréis» (Gén. 3:4). De inmediato comenzó su tragedia, y sus ojos fueron abiertos solo para comprobar la inmensidad de su miseria. El encuentro cotidiano que tenían con el Creador se tornó triste y trágico. La vergüenza, el temor, la mentira y la autojustificación, no experimentadas antes, se manifestaron con plenitud

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avasalladora en su conducta y sentimientos. Entonces se vieron obligados a enfrentar su nueva realidad del pecado y sus consecuencias. Al desechar la bendición inicial de la vida eterna que Dios les había dado, escogieron aceptar el don del engañador: un destino de dolor y muerte. Tuvieron que ser desalojados de su hogar edénico como pecadores mortales, no sin antes escuchar la ominosa sentencia: «Maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás» (vers. 17, 19). A partir de allí, y como resultado del pecado, la vida en este mundo ha estado marcada por la tragedia y la muerte. Nueva era, mentira vieja

El paso de los siglos no ha atenuado la maldición, ni las falsedades satánicas. En cada cultura, el enemigo se las ha ingeniado para introducir la creencia en la inmortalidad del alma. Tanto entre los pueblos primitivos como en las filosofías de la gente educada, la revelación divina es rechazada para aceptar una vez más la mentira que dice: «No moriréis». El nuevo milenio no es la excepción de este descarrío. Al amparo de la sofisticada modernidad, la humanidad se aferra con mayor apego a esa falsedad, bajo los auspicios de la Nueva Era. Es asombroso percatarse de que la Nueva Era F O T O G R A F Í A :

S T E F A N

S C H W E I H O F E R


no es más que la reingeniería sofisticada del viejo espiritismo estrenado en el Edén, reeditado ahora en la modernidad. Desde mediados del siglo XIX, la mentira ha sido expuesta bajo mil sutilezas, promesas e imágenes, y los defensores de la Nueva Era han denominado a este milenio la Era de Acuario. Desde la década de 1960, los apóstoles de la Nueva Era han usado con suma efectividad el cine, la TV, la prensa y multitud de libros y revistas, junto con los así llamados «descubrimientos científicos», para difundir las doctrinas del espiritismo. La industria cinematográfica se ha erigido como el vocero mayúsculo de la mendacidad de la Nueva Era. Una multitud de películas, seminarios, técnicas, ejercicios, música, ecología mística, conferencias, milagros, turismo esotérico, meditación trascendental, energía curadora y hechicería, entre otros, ha sido utilizada para diseminar las creencias del movimiento. Cada vez hay más iglesias que abren sus puertas al ocultismo bajo el pretexto de disfrutar de experiencias místicas y oración trascendental. En ellos vive el «Cristo cósmico», no el «Cristo del Calvario». La mentira al descubierto

Mientras Satanás se dedica a diseminar su engaño, es bueno tener en cuenta la advertencia de Pablo sobre este último gran engaño: «El Espíritu dice claramente que, en los últimos tiempos, algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios» (1 Tim. 4:1). Las fuerzas satánicas multiplicarán sus actividades engañosas para tratar de implantar la apostasía dentro de las filas del pueblo de Dios. Al mismo tiempo, Jesús nos advierte sobre un despliegue espectacular de falsos cristos y profetas de falsedad en los días previos a su venida, que actuarían juntos para engañar, de ser posible, «a los escogidos» (Mat. 24:24). Juan predice que Babilonia, cómplice de Satanás, llegará a ser «guarida de todo espíritu inmundo» (Apoc. 18:2). Juan muestra que el

espiritismo sumirá al mundo en el engaño y la angustia final, al complotar junto con los gobernantes de las naciones (vers. 3). Al fin de los tiempos, Satanás usará su primer engaño, la mentira de la «inmortalidad del alma», para atrapar a la humanidad en su diabólica red.1 Y en el clímax del engaño, usará el espiritismo, en una triple alianza con la bestia romana y el falso profeta americano para hundir al mundo en el caos final.2 Lo que enseña la Nueva Era sobre el alma se opone directamente al mensaje de salvación del evangelio de Cristo. El contraste entre ambos nos brinda un resumen de esta perturbadora verdad. Seguros para siempre

El evangelio eterno es parte del triple mensaje angélico, el punto focal de la proclamación que lleva a cabo la iglesia remanente. Es un mensaje que tiene que ser proclamado mientras disfrutemos de la libertad y la gracia que nos brinda el Santuario. Jesucristo vino a nuestro mundo a «deshacer las obras del diablo» (1 Juan 3:8) y liberar a los cautivos del engaño de las prisiones de muerte. Vino para darnos vida eterna y salvarnos. Siempre nos recuerda: «Y esta es la voluntad del que me ha enviado: que todo aquel que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna; y yo lo resucitaré en el día final» (Juan 6:40). n 1 Elena

White, El conflicto de los siglos, p. 574.

2 Ibíd.

Merling Alomía, un educador y administrador

jubilado, trabajó durante muchos años en la Universidad Peruana Unión, en las cercanías de Lima (Perú).

La Biblia y su evangelio

La Nueva Era y el espiritismo

El ser humano, o alma, es mortal.

Los seres humanos poseen un alma inmortal que no muere.

La muerte es nuestra enemiga.

La muerte es nuestra amiga.

Al morir, se pierde todo contacto con los vivos.

Después de la muerte, los muertos pueden comunicarse con los vivos.

Solo Cristo nos da vida eterna.

La vida eterna en Cristo es solo un mito.

La única manera de regresar a la vida es mediante la resurrección que nos dará la inmortalidad bajo la misma identidad que tenemos ahora.

Al morir, nos reencarnamos para seguir viviendo en un cuerpo e identidad diferentes (aun en un animal, sea insecto, cuadrúpedo o ave).

La resurrección es un evento único y sin repetición; cuando seamos resucitados, recibiremos perfección incorruptible e inmortalidad eterna, sin tara moral o física.

La reencarnación es repetitiva, porque un muerto puede reencarnarse millones de veces, repitiendo sus fracasos y taras morales.

El objetivo es que cada persona se pierda al creer en la mentira de El objetivo es la salvación de cada ser humano por medio de Cristo, quien nos asegura que él es «la salvación y la vida», y que resucitará la inmortalidad del alma pergeñada por Satanás, a quien Jesús llama «homicida» y «padre de mentira» (Juan 8:44). a todos los que creen en él al momento de su segunda venida.

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R E S P U E S T A S

A

P R E G U N T A S

B Í B L I C A S

Qué le dijo ¿Prometió Jesús al ladrón de la cruz que su alma sobreviviría a la muerte? (Luc. 23:42, 43)

Jesús al ladrón

La historia del ladrón en la cruz manifiesta la disposición de Cristo de someterse al plan divino y también exhibe su poder de salvar. Aunque la multitud lo acusó de no poder salvarse a sí mismo, Jesús estaba listo para salvar al ladrón. Eso fue posible porque decidió no salvarse a sí mismo. Es desafortunado que el pasaje haya sido usado para sostener que los justos van al paraíso cuando mueren. 1. El paraíso: El destino tanto del ladrón como de Jesús es llamado «paraíso», una palabra original persa que significa «recinto», «parque», «jardín». La versión griega de Génesis 2:8-10, 16 (Septuaginta) usa la misma palabra (paradeisos) para el Edén. La palabra se encuentra dos veces en el Nuevo Testamento. En 2 Corintios 12:2, Pablo dice que fue llevado en visión al tercer cielo, ubicado por él en el «paraíso» (vers. 4), el lugar donde habita Dios. En Apocalipsis 2:7, «paraíso» es el lugar donde se encuentra el árbol de la vida. Los que venzan tendrán acceso a ese lugar y al árbol de la vida. En ningún lugar de la Biblia el «paraíso» es el lugar adonde van los justos inmediatamente después de la muerte. Es claramente un lugar donde los justos resucitados irán para estar con Cristo y el Padre, y para tener acceso al árbol de la vida. 2. Jesús y el paraíso: Según el relato bíblico, Jesús no fue al paraíso después de la muerte (Hech. 2:31; Mat. 12:40). Jesús fue enterrado y permaneció en la tumba hasta su resurrección, momento en que se le apareció a María, declarando que aún no había ascendido al Padre, pero entonces agregó: «subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios» (Juan 20:17). La implicación obvia es que él no puede haberle prometido al ladrón que estaría con él ese viernes en el paraíso. Además, Jesús y el ladrón no murieron al mismo tiempo. El registro bíblico indica que Jesús murió el viernes antes de la puesta de sol (Juan 19:33). Cuando Jesús murió, el ladrón aún estaba vivo y le quebraron las piernas. Por lo general,

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los crucificados tardaban días en morir. En consecuencia, el «hoy» al que se refirió Jesús no podía ser el viernes, y el ladrón no podría haber estado con Cristo en el paraíso ese mismo día. 3. El significado de «hoy»: En general, la interpretación del texto se relaciona con la pregunta acerca del lugar de la coma: ¿Debería colocarse antes de «hoy» («De cierto de cierto te digo, [que] hoy […]»), o después de «hoy», («De cierto de cierto te digo hoy, que estarás […]»? La primera lectura es la más común entre los intérpretes que creen en la inmortalidad del alma. Así da la idea de que inmediatamente después de su muerte, el alma del ladrón estaría con Cristo en el paraíso. Dado que las comas fueron agregadas al texto griego en el siglo XV, Lucas no usó una coma. Por lo tanto, podría haber querido decir: «De cierto te digo hoy, que estarás conmigo en el paraíso». Esta sugerencia se ve apoyada por el término «hoy» en el Antiguo Testamento, en el contexto de promesas solemnes: «Pero yo te mando hoy» (Deut. 30:16); «Yo os declaro hoy que de cierto pereceréis» (30:18). «Hoy» introduce una declaración solemne. Esto encaja con el hecho de que Jesús no fue al paraíso inmediatamente después de morir. Con solemnidad, prometió al ladrón que disfrutaría la salvación con Cristo en el paraíso después de la resurrección. Esta interpretación se desprende también del uso del adverbio «hoy» en el Evangelio de Lucas. Jesús lo usa para indicar que la salvación ya está disponible hoy por medio de Cristo (2:11; 4:21; 5:26; 19:9). Ese es el «hoy» de la salvación. En ese caso, Jesús le estaba diciendo al ladrón que el momento de la cruz es el momento de la salvación, y de que él participaría de ella en el paraíso. El texto no se refiere de ninguna manera a un estado intermedio sino al poder salvífico de la cruz. n

Ángel Manuel Rodríguez se ha jubilado después de haber sido pastor, profesor universitario y teólogo.


E S T U D I O

B Í B L I C O

Cuestiones de

vida o muerte Mark A. Finley

E

n la parábola del rico y Lázaro (Luc. 16:19-31), el rico va inmediatamente al infierno y Lázaro va al cielo (al seno de Abraham). ¿Cómo podemos explicar esa parábola, si los muertos se encuentran en un estado inconsciente hasta el regreso de Cristo?

Es importante notar que esta es una parábola, la quinta de una serie compuesta por la oveja perdida, la moneda perdida, el hijo pródigo (Luc. 15) y el mayordomo infiel (Luc. 16:1-11). Las parábolas tienen por objetivo enseñar grandes principios morales, y esto no significa que cada detalle tenga que ser tomado literalmente. Por ejemplo, aunque el Pastor tiene que salir a buscarnos, nosotros no tenemos lana y cuatro patas como las ovejas. No somos de metal como la moneda de plata. La pregunta que tenemos que hacernos en cada parábola es: ¿Cuáles son sus grandes lecciones morales? Nos enredamos en problemas si procuramos comprender cada detalle de una parábola en forma literal en lugar de captar la lección que Jesús está procurando enseñarnos. Asumamos que la parábola del rico y Lázaro tiene que ser tomada literalmente. ¿Es posible que exista un diálogo entre el cielo y el infierno? ¿Pueden los que están en el cielo ver ardiendo a las personas en el infierno? ¿Pueden escuchar el tormento de ellas? Abraham tiene que haber sido inmenso para tener en su seno a todos los individuos que llegaban allí. Entender la parábola literalmente implica crear inmensos problemas. El cielo sería un lugar terrible si desde allí contempláramos el sufrimiento constante y siempre presente de nuestros amigos.

1 ¿Por qué usó Jesús esta historia? ¿Qué lecciones estaba tratando de enseñar? Los judíos tenían una tradición que describía la muerte como el pasaje por un valle de oscuridad y los riesgos de la pérdida y la destrucción eternas para hallar seguridad en el seno de Abraham.

2 ¿Qué tres lecciones procuró comunicar Jesús en esta historia? En primer lugar, los judíos creían que las riquezas eran una señal del favor divino, y la pobreza una señal de su desagrado. En la historia, el rico, que los judíos creían era bendecido por Dios, termina en el infierno y el pobre en el cielo. Jesús A R T E :

J O H N

E V E R E T T

M I L L A I S

W W W. H A R VA R D A R T M U S E U M . O R G

revirtió el resultado esperado, demostrando que las riquezas ganadas mediante la codicia, la deshonestidad o la opresión no son señal alguna del favor divino. En segundo lugar, la parábola describe un gran abismo entre ambos. Jesús comunicó con claridad que no hay una segunda oportunidad después de la muerte. Las decisiones que tomamos en vida determinan nuestro destino eterno. En tercer lugar, Jesús señala que en caso que los fariseos rechazaran las claras enseñanzas de la Palabra de Dios en relación con la salvación, también rechazarían un milagro sobrenatural y espectacular, por ejemplo, que alguien se levantara de los muertos.

3 Los judíos siempre pedían una señal a Jesús. ¿Qué señal de su poder les dio poco después? Lea Juan 11:11-14, 43, 44. Como resultado de la resurrección de Lázaro, el hermano de María y Marta, los dirigentes judíos amenazaron a Lázaro con la muerte (Juan 12:10). Estaban tan engañados que hicieron un complot para destruir también a Jesús. Leían la Biblia con un velo sobre los ojos (2 Cor. 3:14-16). No lograron comprender que las Escrituras daban testimonio de Jesús (Juan 5:39). Cuando Jesús levantó a Lázaro de los muertos, ellos no le creyeron. Las palabras de Jesús resultaron proféticas: «Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levante de los muertos» (Luc. 16:31). ¡Qué llamado! ¡Qué urgente advertencia! Las Escrituras son nuestra autoridad final. Jesús usó una tradición popular judía para ilustrar su poderosa verdad. Toda la Biblia armoniza de manera extraordinaria. n

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INTERCAMBIO DE IDEAS

Muy emocionado

Cartas

Admiración por ADVENTIST WORLD

Soy periodista aquí en Papúa Nueva Guinea. Me dieron para leer una de sus revistas porque siempre me sentía aburrido. Sucedió sin embargo que la revista me emocionó tanto que llegué a comprender el amor de Dios que ha tocado a tantas personas como a mí en este mundo. Soy cristiano porque mi país cree en el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, pero estoy lejos de tener una relación personal con Dios. Me gustaría recibir la revista, porque me ha inspirado mucho. Que Dios siga bendiciendo la gran obra que están haciendo en su nombre. Omae Koake Papúa Nueva Guinea

Me emocionó mucho el ministerio lleno del Espíritu de Leonardo Asoy («Presidente de División sucumbe a rara enfermedad», Marzo 2016). Asistí a un evento nacional en octubre de 2015 en el Colegio Terciario Mountain View (Filipinas). Nuestra empresa estaba por colapsar, y quisimos reunirnos con Ted Wilson, pero él ya se había ido. Fuimos entonces a ver al pastor Asoy. Me emocionó mucho cuando él oró por nosotros. Pareció no notar la multitud que pasaba a nuestro lado. Gracias. John-Eric Taburada Cebú, Filipinas Hermosos testimonios

Me encanta leer Adventist World. Disfruto especialmente la lectura de los hermosos testimonios que hablan acerca de cómo el poder de Dios obra en la vida de sus hijos fieles en todo el mundo. Mireya Lopez Alaña Guayaquil, Ecuador

Me emocionó mucho cuando él oró por nosotros. Pareció no notar la multitud que pasaba a nuestro lado . –John-Eric Taburada Cebú, Filipinas

De tapa a tapa

Hace poco leí un ejemplar de Adventist World. Quedé gratamente impresionado; lo leí de tapa a tapa. Scott Carmell Tennessee, Estados Unidos

Pautas para las cartas: Envíelas por favor a letters@ adventistworld.org. Las cartas tienen que ser claras, con una extensión máxima de cien palabras. Incluya el nombre del artículo y la fecha de publicación. Coloque también su nombre, el pueblo o ciudad, el estado o provincia y el país desde donde nos escribe. Los envíos serán editados por razones de espacio y claridad. No todas las cartas serán publicadas.

Pedidos Y

AGRADECIMIENTOS

Les pido que por favor oren para que no tenga clases los sábados en mi tercer año de Farmacología. Oren para que Dios me ayude personalmente y ayude a mi familia a crecer firmes en la fe, y para que mi hermano regrese a la iglesia. Teereinah, Papúa Nueva Guinea

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Adventist World | Octubre 2016

Por favor, oren por mi país, que está en guerra, para que se haga la paz duradera. Byayi, República Democrática del Congo

Oren por mí, porque estoy por ingresar al ministerio pastoral, para que Dios me apoye en esta noble tarea como lo hizo durante mis estudios. Elie, Camerún

Estoy luchando por encontrar un trabajo que me permita tener los sábados libres. Shemfred, Kenia

Necesito urgentemente sus oraciones para ingresar a la universidad. Andrew, Uganda


Trabalenguas «Taumatawhakatangihangakoauauotamateaturipukakapikimaungahoronukupokaiwhenuakitanatahu» es considerado el lugar con nombre más extenso del mundo. Es el nombre de una colina en Nueva Zelanda, que significa: «La cumbre de la colina donde Tamatea de rodillas grandes, conquistador de montañas, comedor de la tierra, viajero de tierra y mar, tocó la flauta a su amada». Fuente: Hemispheres

E l agua pura es esencial para mantener la limpieza interior y exterior de nuestro cuerpo. En muchas partes del mundo, sin embargo, es un desafío acceder al agua pura. E n el mundo, una de cada diez personas carece de acceso al agua potable. na de cada tres persoU nas carece de acceso a servicios sanitarios. ay más personas con H teléfonos celulares que con servicios sanitarios.

Por favor, oren para que mi familia se entregue a Jesús, y para que mi nieto sea curado de su depresión. Sarah, Estados Unidos Oren por favor para que mis hijos entreguen su corazón a Jesús. Mederie, Martinica

ada noventa segundos, C un niño muere de una enfermedad relacionada con el agua contaminada. L a tercera parte de todas las escuelas carece de acceso al agua potable y servicios sanitarios adecuados. ay mujeres y niñas H que tienen que pasar hasta seis horas por día buscando agua (lo que representa 125 millones de horas al día).

Ayúdenme por favor a orar por la salud de mi esposa. Hace dos años fue operada pero aún no se ha recuperado. Sufre constantes dolores. Godfrey, Kenia

ada dólar invertido C en agua y servicios sanitarios brinda una devolución económica de cuatro dólares. L a inclusión de las mujeres puede hacer que los proyectos de agua sean de entre seis a siete veces más efectivos. Fuente: Water.org I M A G E N :

P I X E L S Q U I D

Oraciones y alabanzas: Envíe sus pedidos de oración y agradecimientos por las oraciones contestadas a prayer@ adventistworld.org. Sea breve y conciso; dígalo en cincuenta palabras o menos. Los envíos serán editados por razones de espacio y claridad. No todos serán publicados. Incluya por favor su nombre y su país. También puede enviar sus pedidos por fax a: 1-301-680-6638; o por correo a ADVENTIST WORLD, 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600 U.S.A.

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INTERCAMBIO DE IDEAS G. F. Jones

Cecile F. Guiot

Hace años

91

E

l 23 de octubre de 1925, el capitán G. F. Jones y su esposa navegaron desde Sídney a Numea (Nueva Caledonia), convirtiéndose así en los primeros misioneros adventistas en trabajar en el archipiélago de Nueva Caledonia y Lealtad. Los Jones fueron más tarde ayudados por C. G. Guiot, un laico francés que llegó a Nueva Caledonia el 30 de noviembre de 1926 y un año después fue designado instructor bíblico por la Unión Asociación Australasiana. En 1926, los Jones visitaron las Islas de la Lealtad y distribuyeron publicaciones en francés. La primera conversa nativa de Lealtad fue una mujer llamada Sarah, integrante de la familia del jefe tribal. Después de su conversión, Sarah presentó a los Jones a Ada Peyras, en Nueva Caledonia. Tiempo después, Peyras se unió a la iglesia y se convirtió en la primera conversa adventista de Nueva Caledonia. Después de que varias destacadas familias protestantes aceptaran el mensaje adventista, sus adversarios descubrieron que la Iglesia Adventista no estaba registrada en el territorio. Jones dejó la región en 1927, dejando allí diez miembros bautizados y 25 miembros de la Escuela Sabática. Guiot, que era ciudadano francés, fue misionero en Nueva Caledonia durante más de veinte años, hasta que la iglesia recibió su estatus legal.

Los

primeros

tres

Los tres idiomas principales que aprenden los turistas son:

2

Español 24 por ciento

3

Italiano 17 por ciento

1 Inglés 37 por ciento

(Otros) 22 por ciento

Fuente: USA Today I M A G E N :

En breve

Los directores de la Escuela Sabática de Primarios planificaban el programa del sábado siguiente, dado que tenían que presentar una parte especial en la Escuela Sabática de Adultos, y eso reduciría el tiempo que solían dedicar al estudio de la lección. –¿De qué trata el relato bíblico del sábado próximo? –preguntó uno de ellos. –De Zaqueo –le respondió el otro. –Bueno, al menos es breve. – S cott Wegener, iglesia de Castle Hill, Nueva Gales del Sur, Australia

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P I X E L S Q U I D

Comparta con nosotros! La sección «Intercambio de ideas» de ADVENTIST WORLD está buscando contribuciones. Para reflejar el amplio mundo adventista, lo invitamos a enviar: n Fotografías de alta resolución (con sus respectivas leyendas e información del crédito correspondiente) n Experiencias profundas o humorísticas n Breves lecciones espirituales n Poemas breves n Citas citables Envíelos a Letters@AdventistWorld.org. En la línea de «Asunto», coloque: «Intercambio de ideas».


«He aquí, vengo pronto . . .»

Testimonio en dos minutos H

e estado luchando contra el cáncer de pulmón durante dos años. Mi esposo aún trabaja unas horas. A menudo estoy sola, dado que nuestros familiares viven a cientos de kilómetros y están muy ocupados. A veces me siento tan mal por el dolor y la depresión que me siento tentada a darme por vencida. Cierto día, en el que estaba pasando por un momento difícil, clamé a Dios y le dije: «Si me amas y te interesas en mí, por favor, haz que alguien me llame pronto». Mi esposo llegó pronto a casa y me preguntó si alguien había llamado a la puerta. Yo había estado descansando cerca de la puerta, pero no había escuchado nada. Imaginen entonces mi sorpresa cuando él trajo una enorme y hermosa bolsa de compras que alguien había dejado junto a la puerta. En ella había todo tipo de frutas: piñas, fresas, peras y una hermosa orquídea. También había una tarjeta con un mensaje que me emocionó, firmada por dos amigas (una madre y su hija) con quienes no había tenido contacto desde hacía algunos meses. Las llamé al instante y les dije en medio de mis lágrimas que eran una respuesta a mis oraciones. Me dijeron que no habían llamado a la puerta porque estaban llegando tarde a un compromiso. Habían estado haciendo compras para mí a la misma hora en que yo estaba orando al Señor. Jamás sabemos en qué momento podemos ser la respuesta a la oración de otra persona. –Anónimo

La limpia el aire

20

Los árboles absorben el

%

de las emisiones de carbono. Fuente: The Nature Conservancy I M A G E N :

P I X E L S Q U I D

Nuestra misión es elevar a Cristo, uniendo a los adventistas de todo el mundo en creencias, misión, vida y esperanza.

Editor ADVENTIST WORLD es una publicación internacional de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, editada por la Asociación General y la División de Asia-Pacífico Norte de la Iglesia Adventista. Editor ejecutivo Bill Knott Editor asociado Gerente editor internacional Pyung Duk Chun Junta editora Ted N. C. Wilson, presidente; Benjamin D. Schoun, vice-­ presidente; Bill Knott, secretario; Lisa Beardsley-Hardy; Daniel R. Jackson; Robert Lemon; Geoffrey Mbwana; G. T. Ng; Daisy Orion; Juan Prestol; Michael Ryan; Ella S. Simmons; Mark Thomas; Karnik Doukmetzian, asesor legal. Comisión coordinadora de ADVENTIST WORLD Jairyong Lee, chair; Yutaka Inada, German Lust, Pyung Duk Chun, Suk Hee Han Editores de Silver Spring, Maryland, EE.UU. André Brink, Lael Caesar, Gerald A. Klingbeil (editores asociados), Sandra Blackmer, Stephen Chavez, Wilona Karimabadi, Andrew McChesney Editores de Seúl, Corea Pyung Duk Chun, Jae Man Park, Hyo Jun Kim Directora de operaciones Merle Poirier Director de asociaciones estratégicas Jared Thurmon Editores invitados Mark A. Finley, John M. Fowler Consultor E. Edward Zinke Gerente financiera Kimberly Brown Asistente administrativa Marvene Thorpe-Baptiste Junta administrativa Jayriong Lee, presidente; Bill Knott, secretario; Chun, Pyung Duk; Karnik Doukmetzian; Han, Suk Hee; Yutaka Inada; German Lust; Ray Wahlen; Exoficio: Juan Prestol-Puesán; G. T. Ng; Ted N. C. Wilson Dirección y diseño gráfico Jeff Dever, Brett Meliti Consultores Ted N. C. Wilson, Juan Prestol-Puesán, G. T. Ng, Leonardo R. Asoy, Guillermo E. Biaggi, Mario Brito, Abner De Los Santos, Dan Jackson, Raafat A. Kamal, Michael F. Kaminskiy, Erton C. Köhler, Ezras Lakra, Jairyong Lee, Israel Leito, Thomas L. Lemon, Geoffrey G. Mbwana, Paul S. Ratsara, Blasious M. Ruguri, Saw Samuel, Ella Simmons, Artur A. Stele, Glenn Townend, Elie Weick-Dido A los colaboradores: Aceptamos el envío de manuscritos no solicitados. Dirija toda correspondencia a 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600, EE.UU. Número de fax de la oficina editorial: 1 (301) 680-6638 E-mail: worldeditor@gc.adventist.org Sitio Web: http://www.adventistworld.org/ A menos que se indique lo contrario, todas las referencias bíblicas pertenecen a la versión Reina Valera. Revisión 1995. ADVENTIST WORLD es publicada todos los meses e impresa simultáneamente en Alemania, Argentina, Australia, Austria, Brasil, Corea, Estados Unidos, Indonesia y México.

Vol. 12, No. 10

Vol. 12 No. 10 | Adventist World

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