Publicación internacional de los adventistas del séptimo día
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Si no pueden las
leer palabras... 7 Vegetarianismo y diabetes 22 El Dios que da 24 El adventismo en el Ártico
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Si no pueden leer las palabras. . .
Bill Knott
En algunas partes del mundo, hasta el treinta por ciento de la población no puede leer nada, y mucho menos la Biblia.
La unidad: pasado y presente – Segunda parte
Mark A. Finley
Ser cristianos del siglo I, pero viviendo en el siglo XXI.
14 Más allá de la cruz D E V O C I O N A L
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P A N O R A M A
Fundamentos bíblicos de la autoridad y el gobierno de la iglesia Elías Brasil de Souza
Todo comienza y termina en Cristo.
Jarod Thomas
Lo que Jesús hace ahora es tan importante como lo que hizo en el pasado.
M U N D I A L
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22 El Dios que da
C R E E N C I A S F U N D A M E N T A L E S
Lael Caesar
¿Podemos ser tan generosos como lo es Dios? Depende de cómo veamos a Dios.
24 El adventismo en el Ártico V I D A
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Juliana Baioni
Puentes de conexión con los nativos de Alaska
D E PA R TA M E N T O S 3 I N F O R M E
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3 Informe de noticias 6 Noticia destacada
7 S A L U D M U N D I A L Vegetarianismo y diabetes
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Lo veremos tal cual es
RESPUESTAS 26 PREGUNTAS
A BÍBLICAS
El Señor nuestro Dios es uno
www.adventistworld.org: Disponible en línea en doce idiomas
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spanish.adventistworld.org
Publicado por la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
27 E S T U D I O B Í B L I C O ¿Por qué es tan difícil hacer lo correcto?
EN LA PORTADA: Una mujer de El Salvador aprende a leer y escribir como parte de una iniciativa copatrocinada por la División Interamericana, la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales, y «Socios en Misión» en la División Norteamericana. F O T O G R A F Í A
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Un minuto de su tiempo
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INFORME MUNDIAL
Jóvenes adventistas inspiran a iglesia en Japón
nueva vida
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La congregación de Setagaya espera capacitar a trescientos líderes jóvenes
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i usted lee a velocidad promedio, 250 bebés habrán nacido en el planeta para cuando termine de leer estas palabras. Esos bebés no son simplemente datos dentro de la tendencia global de la población: son seres humanos reales, de carne y hueso. Sus historias, al igual que la suya, están llenas de felicidad y angustia, amenaza y posibilidad, y la oportunidad de conocer a Cristo como Señor y Salvador. La buena noticia es que los crecientes índices de alfabetización global indican que 218 de esos bebés un día podrán leer, así como lo hace usted ahora. Mediante los esfuerzos de familias, escuelas e iniciativas de gobierno, y también de entidades religiosas como Adventist World, tendrán la capacidad de participar plenamente en el mundo, porque podrán entender los símbolos de la página impresa, la página web o el cartel de tránsito. La mala noticia es que en algunas regiones del mundo donde la población crece con mayor rapidez, solo dos terceras partes de esos niños tendrán la capacidad de leer las palabras o la Palabra. Los que nacen en lugares donde las iniciativas de alfabetización aún son tentativas, a menudo luchan para alcanzar su potencial pleno, porque son vulnerables a la manipulación de otros, que se aprovechan de su falta de conocimiento. El movimiento que aguarda la segunda venida de Cristo ahora circunda el mundo, abrazando una familia combinada de miembros y simpatizantes que supera los veinticinco millones de personas. Ese movimiento siempre ha asumido la prioridad que representa saber leer y escribir. El principio protestante de sola scriptura –solo la Biblia– para comprender la voluntad de Dios para la vida, preserva el derecho del lector individual de descubrir la verdad en ese momento sagrado de participación con la Biblia. Los adventistas del séptimo día apoyamos los esfuerzos de alfabetización porque ellos mejoran la calidad de vida de cada nuevo lector. La alfabetización también brinda a ese nuevo lector la mejor oportunidad de conocer personalmente el amor de Cristo, que sobrepasa todo conocimiento. Siga leyendo, y orando por esos bebés nacidos mientras usted leía estas palabras.
E. Douglas Venn, director de Centros Globales para la Misión Urbana, con los jóvenes de la Iglesia Joven de Setagaya, en Tokio.
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na congregación adventista de Tokio (Japón) había disminuido hasta quedar con menos de diez miembros activos y se temía por su subsistencia. Los líderes locales, sin embargo, la designaron como la «Iglesia Joven de Setagaya» y, hoy día, la feligresía se está incrementando, porque los jóvenes siguen llegando para cultivar su fe. La asistencia semanal a los cultos sabáticos es de veinticinco a treinta personas, un tercio de ellos jóvenes, y llega a las setenta durante un seminario bíblico mensual. Muchos de los jóvenes permanecen en la iglesia durante el fin de semana con sus bolsas de dormir, comen juntos, y de noche van juntos a los cercanos onsen, o baños termales. Los sábados de noche hay momentos de camaradería para los jóvenes.
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Jóvenes entusiastas durante los momentos de camaradería en la Iglesia Joven de Setagaya, en Tokio.
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INFORME MUNDIAL
Una conferencia bíblica durante el fin de semana en la Iglesia Joven de Setagaya, en Tokio (Japón), atrajo a muchas personas para estudiar la Biblia.
Jin Kaidi, un joven chino de veintitrés años, es uno de ellos. Está estudiando química en la Universidad Denki de Tokio, y comenzó a asistir a los cultos adventistas cuando Yasuki Aoki, director del Departamento de Ministerios Jóvenes de la Unión de Japón, lo invitó. Hace dos años, Kaidi fue bautizado. «Disfruto de esta iglesia porque hay jóvenes de mi edad aquí», dijo. Risa Horita, de la misma edad, viene de una familia no religiosa, pero conoció la Iglesia Adventista mientras estudiaba en el Colegio de Glendale, en California (EE. UU.). Comenzó a asistir a la Iglesia Joven de Setagaya y el año pasado participó en la campaña de evangelización “Youth Rush Japan”. Horita dijo que «le gusta distribuir folletos y botellas de agua a las personas sin hogar».
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Los líderes de la iglesia, entre ellos, Aoki y Daniel Fukuda, un líder de colportaje que trabaja para la Unión de Japón, dicen que la iglesia ofrece tres programas pensados para los jóvenes, cada uno de ellos una vez al mes. Los encuentros «@Church» están diseñados para que los jóvenes inviten a sus amigos no cristianos; tratan temas como creación y evolución, qué es la Biblia, y qué es el cristianismo. Cada jueves de noche, hay un encuentro de conversación inglés-japonés, pensado para la comunidad. En otros encuentros denominados «@World», se enseña evangelismo práctico. La congregación realiza trabajo voluntario en el distrito de Setagaya. Un grupo de la comunidad se reúne en la iglesia cada viernes por medio para una reunión especial donde aprenden cómo servir mejor a la comunidad. El programa de Navidad atrajo a treinta visitas. En los próximos años, el grupo
@World quiere organizar dos a tres semanas de colportaje para los jóvenes de diversos lugares de Japón. Acaso el plan más ambicioso es «Gedeón 300», por el cual la iglesia de Setagaya busca equipar a trescientos jóvenes para que sean discípulos y líderes de la iglesia, y entonces enviarlos a todo Japón para realizar actividades de evangelización. Kameyama Hartuo, quien después de estudiar teología en un colegio adventista de Tailandia comenzó un ministerio de sostén propio de medios y capacitación en discipulado, también asiste a la iglesia Joven de Setagaya. Allí predica y dirige los grupos de estudio de la Biblia, según sea necesario. «Además de producir medios relevantes para los jóvenes de Japón, que es mi ministerio oficial, me encanta ir a restaurantes y a izakayas (bares japoneses) con amigos no cristianos. Por supuesto, yo no bebo, pero esos amigos se sienten libres de preguntarme por mi fe y estilo de vida, y entonces puedo explicarles el concepto bíblico de la vida y mi creencia en Jesús». De una congregación que estaba al borde del colapso, parece ser que la Iglesia Joven de Setagaya está mostrando la forma para lograr el reavivamiento en Japón. –Con informes de Daniel Fukuda en Tokio.
Se lanza
gran esfuerzo
misionero en Ucrania
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siguieron otros encuentros en diversos lugares de Europa Oriental. En total, más de 4300 sitios fueron sede de reuniones de evangelización en ocho países: Armenia, Bielorrusia, Bulgaria, Georgia, Moldavia, Rumania, Rusia y Ucrania. El pastor Ted N.C. Wilson, presidente de la Asociación General de la Iglesia Adventista, habló en una reunión de orientación para evangelistas en Ucrania antes del comienzo, expresando que lo que Dios haría en Europa Oriental en las siguientes seis semanas inspiraría un reavivamiento espiritual en toda Europa. «Todos los ojos están sobre ustedes –dijo Wilson a un grupo de laicos, ministros y administradores reunidos
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dventistas de diversas partes del mundo llegaron hasta el campus de un colegio terciario en Ucrania para finalizar los planes de un gran emprendimiento de evangelización que, esperan los líderes, podrá ser replicado en toda Europa. El viernes 3 de febrero por la noche comenzaron unas 500 reuniones de evangelización en Ucrania, y cientos más en otros países de la ex Unión Soviética, como parte de Participación Total de los Miembros, una iniciativa de la iglesia mundial que anima a cada miembro para que comparta el evangelio en su comunidad. Una semana después comenzaron más de dos mil reuniones en Rumania, a lo que le
Ted Wilson, presidente de la Asociación General (segundo a la derecha), saluda a los evangelistas laicos llegados desde México, en el campus del colegio terciario adventista en Bucha (Ucrania), el pasado 2 de febrero, mientras lo observa Michael Kaminskiy (derecha), presidente de la División Euroasiática.
en el campus del Centro Adventista Ucraniano de Educación Superior en Bucha, en las afueras de Kiev, la capital del país–. La gente está observando lo que Dios hará aquí, porque Dios quiere hacer esto en todas partes». Las reuniones de evangelización siguieron el modelo que combina la oración, el estudio de la Biblia, el impacto comunitario y las predicaciones que resultaron en un récord de 110.476 bautismos en Ruanda el año pasado. Los líderes, sin embargo, no planean un gran número de bautismos al final de las reuniones en Europa Oriental. En Rumania, por ejemplo, las visitas primero serán invitadas a asistir a estudios bíblicos, y los primeros bautismos recién se llevarán a cabo en junio. En la ex Unión Soviética, un vasto territorio con tan solo unos 113 mil miembros, los líderes de la iglesia esperan que las reuniones de evangelización revitalicen las iglesias locales. Nuevos amigos, nuevos contactos
«Esta es una buena oportunidad de animar a las personas para que participen de la predicación», dijo Michael Kaminskiy, presidente de la Iglesia Adventista en la División Euroasiática, cuyo territorio abarca gran parte de la ex Unión Soviética. También manifestó que se necesitan miembros revigorizados porque algunas iglesias de Ucrania, por ejemplo, no han tenido ni un bautismo el año pasado y agregó: «El principal objetivo de las reuniones de evangelización no es bautizar sino ayudar a que la iglesia haga nuevos amigos y nuevos contactos». Con ese fin, la División Euroasiática organizará reuniones en 2150 lugares, la mayor parte de ellas entre febrero y marzo, pero algunas inclusive en mayo. De esas reuniones, mil se llevarán a cabo en Ucrania, y otras setecientas en Moldavia. –Andrew McChesney, Adventist Mission
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INFORME MUNDIAL
Izquierda: William Johnsson, exeditor de la ADVENTIST WORLD y Adventist Review se dirige a los presentes en la inauguración del centro. Arriba: Entre los panelistas hubo estudiantes y docentes, que analizaron maneras de mejorar la comprensión entre los cristianos y los musulmanes.
La Universidad de Loma Linda
inaugura Centro para la Comprensión de las Religiones
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a hostilidad religiosa se encuentra en el centro de los conflictos y la violencia. El diálogo honesto y el respeto mutuo son parte de la solución, y esa es una razón por la que la Universidad de Loma Linda creó el Centro William Johnsson para la Comprensión de las Religiones. El nuevo centro, aprobado por la Junta Directiva en febrero de 2016, llevó a cabo su evento inaugural el sábado 28 de enero de 2017. El nombre que se le asignó reconoce al exeditor de la Adventist World y Adventist Review William Johnsson, y su aporte a la promoción de la comprensión interreligiosa en la Iglesia Adventista. Johnsson fue asistente de relaciones interreligiosas del ex presidente de la Asociación General Jan Paulsen, después de una prolífica carrera en publicaciones e investigación en la Iglesia Adventista. Cuando se jubiló en 2014 fue a vivir a Loma Linda, donde contribuye enseñando algunas clases en la Facultad de Religión y aún escribe libros. «El conocimiento y el entusiasmo del doctor Johnsson por las religiones del mundo han sido invalorables para
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nuestro campus», dice Richard Hart, presidente de la Universidad de Loma Linda y del Centro Médico. Jon Paulien, decano de la Facultad de Religión, y nuevo director del centro, confirma las vastas contribuciones de Johnsson. «Los docentes de la Facultad de Religión lo consideran una de las grandes figuras de nuestra era. Sus trabajos en Adventist Review, y con las relaciones interreligiosas, han sido en verdad legendarios para nosotros». Propósito del centro
Paulien destaca que parte de la definición de universidad es el intercambio y comprensión de ideas diversas, como es el caso de las diferencias de creencias religiosas. «Trabajar o estudiar en la Universidad de Loma Linda es un llamado, no un trabajo –dice Paulien–. Si Dios llama a los no cristianos a Loma Linda, entonces para nosotros eso es un regalo espiritual. Ellos pueden beneficiarnos al testificar lo que Dios ha hecho en sus vidas. Asimismo, la manera más segura de llegar a los corazones de las personas es mediante su fe. Necesitamos comprender los corazones
de nuestros estudiantes y empleados de otras creencias, para darles un servicio adecuado». En un comienzo, el centro organizará dos eventos especiales al año, cada uno enfocado en una religión diferente. La fundación del centro
La sugerencia original para el centro provino de Gabriela Profeta-Phillips, coordinadora de relaciones adventistasmusulmanas de la División Norteamericana de la Iglesia Adventista. Phillips y otros representantes de la Asociación General se reunieron con el decano de la Facultad de Religión para preparar una propuesta que compartieron en el Concilio de Decanos de la Universidad de Loma Linda el 2 de diciembre de 2015, en coincidencia con el ataque terrorista de una joven pareja musulmana en San Bernardino. Después de ese trágico evento, el Consejo de Decanos reaccionó favorablemente a la idea, y poco después sumó el apoyo de los principales administradores. Paulien recuerda: «Un mes después, llevamos a cabo una reunión con los líderes musulmanes locales, explicando a la comunidad que la Universidad de Loma Linda quiere ser un centro de sanidad, no solo para el campus sino en general. Expresamos el deseo de redoblar nuestros esfuerzos para ser socios de paz en toda la comunidad». –Heather Reifsnyder, escritora y editora del área de Relaciones Públicas, de la Universidad de Loma Linda
Peter N. Landless y Zeno L. Charles-Marcel
S A L U D
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Vegetarianismo
y diabetes
¿Qué conexión existe entre ambos? Se ha escrito mucho sobre el control de la diabetes. Tengo familiares con diabetes tipo 2, a los que les han dicho que la prevención implica ingerir proteínas y grasas (lo que incluye la carne) y pocos carbohidratos (almidones). ¿Deberían seguir ese consejo?
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a diabetes tipo 2 es una enfermedad muy común que se está incrementando globalmente a un ritmo alarmante. Hemos escrito sobre ese problema en numerosas ocasiones, debido al incesante incremento del número de afectados. En 2015, se estimó que había en el mundo 415 millones de personas con diabetes tipo 2. A pesar de los múltiples esfuerzos de educación y prevención, se estima que, si el Señor no regresa antes, para 2040, esa cifra rondará los 650 millones. Esto representa una gran carga con numerosas complicaciones, dado que en muchas partes del mundo es la causa más común de ceguera y fallas renales. Es un tema que no debería ser tomado a la ligera. La causa de la diabetes tipo 2 es una interacción entre la composición genética, la dieta y el ejercicio (los genes y el medio ambiente, moderados por el estilo de vida y nuestras decisiones). La dieta saludable, el ejercicio periódico y el peso normal (índice de masa corporal) son muy importantes para la prevención, el control y la reversión de la afección. Nos enfocaremos en el componente dietario. Sólidos datos de los Estudios de Salud Adventista1 indican que los no vegetarianos tienen un riesgo significativamente mayor de diabetes tipo 2 que los veganos, ovolactovegetarianos, y aun los semivegetarianos. Las tasas de mortalidad son más elevadas en los no vegetarianos que en los vegetarianos (todas las clases). Dado que la prevalencia de vegetarianos es relativamente baja en muchos países (triste es decirlo, aun en la Iglesia Adventista),
aparte de los Estudios de Salud Adventista, no se han hecho grandes investigaciones sobre los vegetarianos para comparar resultados. Algunos, aun dentro de la iglesia, han cuestionado si los Estudios de Salud Adventista representan una «cámara del eco», mediante la cual la iglesia se habla a sí misma. En el respetable recurso PLOS Medicine2 del 14 de junio de 2016, un gran análisis de los datos de las diversas dietas para la prevención de la diabetes tipo 2 en aproximadamente doscientas mil personas, mostró resultados que confirman y sustancian los ya sólidos hallazgos de los Estudios de Salud Adventista. Esto enfatiza aún más que la calidad y el contenido de un régimen de alimentos vegetales afecta los resultados. Los investigadores enfatizaron la importancia de las dietas vegetarianas saludables y no saludables, en especial para la reducción de la diabetes tipo 2. La exclusión o aun reducción del consumo de carne por sí sola no transforma en óptima a la dieta. En ese abarcador estudio, los investigadores crearon un índice general de la dieta vegetariana (PDI). Los alimentos vegetarianos recibieron calificaciones positivas; los alimentos animales, que incluyen grasas animales, lácteos, huevos, pescados y mariscos, pollo, carnes rojas y otros misceláneos, recibieron calificaciones negativas. Asimismo, hubo un índice para una dieta basada en alimentos vegetales saludables. Los alimentos tales como los granos integrales, las frutas, verduras, nueces, legumbres y aceites vegetales recibieron calificaciones positivas. Los alimentos vegetarianos menos saludables (como los jugos de fruta, bebidas azucaradas, granos refinados, papas y dulces), además de los alimentos animales, recibieron calificaciones reversas o negativas. Con estas herramientas, los investi
gadores analizaron 4.102.369 añospersona de seguimiento, y documentaron 16.162 casos de diabetes tipo 2 a lo largo de ese período. Se tomaron en cuenta otros factores que influyen en los resultados, como el peso corporal (el índice de masa corporal, o IMC). Un IMC elevado fue asociado con mayor diabetes tipo 2 en las dietas que incluyen alimentos vegetales no saludables y las que incluyen alimentos animales. Los investigadores concluyeron que las dietas vegetales, en especial cuando abundan en alimentos de alta calidad, están asociadas con un riesgo significativamente menor de sufrir diabetes tipo 2. Mencionan que los Estudios de Salud Adventista –y citan la recomendación de la iglesia de una dieta vegetariana equilibrada– contribuyen al conjunto de publicaciones científicas que abogan por un traspaso hacia dietas ricas en alimentos vegetales saludables y la reducción de alimentos vegetales menos saludables y animales. La ciencia confirma una vez más que si creemos en los profetas, prosperaremos. Triste es decirlo, nos acostumbramos a lo que hemos oído durante años, y esto es algo que va en nuestro detrimento. n 1 https://publichealth.llu.edu/adventist-health-studies 2 http://journals.plos.org/plosmedicine/
Peter N. Landless es cardiólogo nuclear
certificado y director de Ministerios Adventistas de Salud de la Asociación General.
Zeno L. Charles-Marcel es especialista en medicina interna certificado y director asociado de Ministerios Adventistas de Salud de la Asociación General. Vol. 13 No. 4 | Adventist World
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En ocasiones, invito a que otras personas escriban en Perspectiva Mundial sobre temas importantes que afectan a la Iglesia Adventista. Este mes, Elias Brasil de Souza, director del Instituto de Investigaciones Bíblicas, escribe sobre la autoridad y el gobierno eclesiásticos. Estoy seguro de que el artículo será una bendición. –Ted N. C. Wilson.
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a autoridad y el gobierno eclesiásticos han llegado a ser temas del momento, dado que los valores de la libertad y autenticidad individuales están detrás de algunas agendas ideológicas contemporáneas. Al reflexionar en esto, deberíamos permitir que las Escrituras influyan sobre nuestra comprensión y percepción de la iglesia.
Organización y estructura en el Antiguo Testamento
En el pacto establecido en el Sinaí con Israel, se da una atención detallada a la organización del pueblo en torno a la presencia de Dios en el Santuario. Una parte considerable del Pentateuco se ocupa de la construcción del Santuario, junto con leyes que procuran
Elias Brasil de Souza
Fundamentos bíblicos
autoridad gobierno iglesia de la
y el
de la
Edificados sobre un sólido fundamento
Una mirada más priofunda al relato de la creación muestra qué meticuloso fue Dios al traer a la existencia a este mundo. Al nombrar, organizar y estructurar el mundo, lo hizo funcionar según su propósito. En el clímax de su obra, Dios creó a la humanidad para que cuidara de su creación. La pareja del Edén, creada a imagen de Dios, tenía que modelar el propio liderazgo divino en sus interacciones con las esferas creadas bajo su responsabilidad. Al mirar la creación, vemos estructura, organización y liderazgo.
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alimentar la relación entre Dios y su pueblo. Se instauró un sacerdocio institucional para administrar los servicios rituales y enseñar al pueblo. Hasta se prescribió el orden y la posición de las tribus alrededor del Tabernáculo. Aunque Aarón y sus hijos fueron instaurados como sacerdotes, se le encomendó a la tribu de Leví las funciones específicas relacionadas con el cuidado, la operación y el transporte del Tabernáculo. Tales instrucciones detalladas transmitían un sólido sentido de
la santidad de Dios y la importancia de la organización para la travesía de Israel hacia la Tierra Prometida. Esa organización atrajo la atención de las naciones circundantes. Al mirar a ese conjunto de esclavos liberados mientras acampaban, marchaban y batallaban en el desierto, no pudieron sino reconocer la obra de un Dios poderoso. Por cierto, nadie defiende un sacerdocio terrenal o misión militar para el pueblo de Dios que vive después de la cruz. Sin embargo, tenemos que reconocer la validez del principio que subyace en el relato de la relación de Dios con Israel en el Antiguo Testamento. Por ello, en el Nuevo Testamento, el pueblo de Dios también opera dentro de una estructura y un orden. Organización y estructura en el Nuevo Testamento
Jesús confió autoridad a los doce discípulos para que guiasen al pueblo en la predicación de las buenas nuevas (Mat. 10:1-6). El número doce indica continuidad con el Antiguo Testamento. En otra ocasión, Jesús comisionó a setenta discípulos para que fueran en parejas a ciertos lugares (Luc. 10:1-16). Al escoger a los setenta, el Señor estaba estableciendo un plan para llevar adelante la misión del evangelio de una manera organizada. Es interesante que Moisés tuvo un número similar de ancianos en los que confiaba mientras guiaba al pueblo de Dios a la Tierra Prometida (Núm. 11:16, 17, 25; véase Éxo. 24:1, 9-14). La elección que hizo Jesús de los doce y los setenta destaca la importancia del liderazgo en el servicio de la misión. Algunos sostienen que Jesús jamás procuró formar una organización institucional (es decir, la iglesia). Una mirada cuidadosa a las narrativas de los evangelios, sin embargo, muestra que Jesús organizó un grupo de apóstoles y discípulos para llevar adelante la obra misionera. Después de que Cristo ascendió al cielo, con el derramamiento del Espí-
ritu Santo en Pentecostés y el rápido crecimiento de la iglesia, los apóstoles fueron guiados hacia una mayor organización (Hech. 6). Cuando se produjo una controversia entre los cristianos judíos y gentiles, se citó a un concilio en Jerusalén (Hech. 15). Se llegó a un consenso, se tomó una decisión, las congregaciones aceptaron la decisión y la iglesia primitiva continuó enfocándose en la misión de proclamar a Cristo al mundo. Gracias a ese procedimiento organizado de reunir, analizar, decidir y respetar la decisión tomada, la iglesia apostólica logró avanzar. Cuando la iglesia se esparció a diferentes regiones del mundo grecorromano, se estableció una clase más formal de organización eclesiástica, especificándose algunos cargos y funciones con más claridad para fomentar la unidad doctrinal y basada en la misión. Al examinar el Nuevo Testamento, varios aspectos quedan claros. Cada congregación tenía un liderazgo establecido compuesto por ancianos que eran ayudados por diáconos (Hech. 14:23; 20:17; Fil. 1:1). Los ancianos administraban la Cena del Señor, aplicaban la disciplina, resolvían disputas e instruían sobre la sana doctrina (Tit. 1:9). Los miembros de la congregación elegían a los directivos de la iglesia (Hech. 6:5, 6), que eran examinados y confirmados por los ancianos (Hech. 6:6; 13:1-3; 1 Tim. 4:14). Así fue que la iglesia apostólica pronto comprendió que para seguir siendo un cuerpo coherente y efectivo de creyentes necesitaba cierto tipo de gobierno. Al escoger un sistema compuesto por ancianos y diáconos, fueron guiados por el Espíritu para aplicar principios ya incluidos en el Antiguo Testamento y ejemplificados por Jesús. Autoridad eclesiástica: ¿Una reliquia?
En este punto, surge la pregunta de saber si la estructura y el gobierno eclesiásticos aún tienen que ser tomados seriamente. Algunos sostienen que la
autoridad de la iglesia es una reliquia de un pasado medieval que necesita ser descartado. El espíritu actual de los tiempos desconfía de la idea de autoridad y poder que, se considera, son motivados por ideologías opresivas. La Biblia no presenta la organización y los sistemas de autoridad como en sí mismo malos. Aunque las Escrituras a menudo muestran que los sistemas de poder y autoridad han sido distorsionados por el pecado, también señalan que cuando se ejercen de manera apropiada, el poder y la autoridad pueden ser una bendición. Autoridad derivada de Jesús
Antes de ascender al cielo, Jesús dijo: «Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra» (Mat. 28:18). Fue sobre la base de esta autoridad que Jesús otorgó a la iglesia la autoridad de llevar a cabo la misión. Por lo tanto, la autoridad de la iglesia deriva de Jesús (Mat. 16:19; 18:18; Juan 20:21, 22), y tiene que ser ejercida en armonía con la Palabra de Dios. Sobre la base de esta convicción, la iglesia apostólica estableció un sistema de gobierno eclesiástico para avanzar en la misión que les encomendó el Señor resucitado. Como resultado del estudio en profundidad de los principios bíblicos, la Iglesia Adventista aprobó en el Concilio Anual 2014 una «Declaración de consenso sobre la teología adventista de la ordenación». * Se requiere un sistema de autoridad y gobierno eclesiásticos para mantener la unidad doctrinal e implementar la misión de la iglesia. Por ello, el cumplimiento de las decisiones tomadas por los representantes legítimos de la organización eclesiástica no es opcional. Aunque se invoque el Espíritu Santo para justificar prácticas divergentes de algunos segmentos individuales de la iglesia, el Espíritu obra mediante el conjunto del cuerpo de creyentes y los líderes establecidos por él. La decisión que tomó el Concilio de Jerusalén llegó a ser normativa para la iglesia en gene-
ral, como lo deja en claro el versículo que dice que «al pasar por las ciudades, les comunicaban las decisiones que habían acordado los apóstoles y los ancianos que estaban en Jerusalén, para que las guardaran» (Hech. 16:4). Fuente última de autoridad y poder
Al pensar en estas cuestiones, siempre deberíamos recordar que la autoridad y el poder en último término derivan y se originan en Dios, porque él es el Creador y Salvador. Por lo tanto, la autoridad humana siempre es relativa y tiene que ser ejercida de acuerdo con el modelo establecido por Cristo. Ya sea que ejerzamos la autoridad como directivos o miembros de iglesia, siempre deberíamos recordar el principio predominante que el más grande es el que sirve (Luc. 22:26, 27), y que el más poderoso es el que toma la toalla y lava los pies de los demás (Juan 13:13-15). Ningún poder o autoridad dentro de la iglesia puede aducir legitimidad independiente o unilateral a la vista de este modelo de interdependencia establecido por el Príncipe de los pastores. Para ser «ejemplos de la grey», los directivos de iglesia de todos los niveles estarán listos para llevar adelante la misión de la iglesia y también someterse a la sabiduría colectiva del cuerpo sobre cuestiones con las que acaso no estén totalmente de acuerdo, con tal de avanzar en unidad. Entonces, «cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria» (1 Ped. 5:4). n * Disponible en https://www.adventistarchives.org/consensusstatement-on-a-seventh-day-adventist-theology-of-ordination.pdf.
El doctor Elias Brasil de Souza es director del Instituto de Investigaciones Bíblicas en Silver Spring (Maryland, EE. UU.).
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Esta es la segunda y última parte sobre la unidad de la iglesia. La primera parte apareció en el número de Marzo 2017 de Adventist World. –Los editores.
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risto mismo organizó la iglesia cuando personalmente seleccionó a doce discípulos. «Designó entonces a doce para que estuvieran con él, para enviarlos a predicar» (Mar. 3:14). Elena White enfatiza el significado de este acto: «Al ordenar a los doce, se dio el primer paso en la organización de la iglesia que después de la partida de Cristo habría de continuar su obra en la tierra».1 Después de la ordenación, los doce discípulos se convirtieron en líderes espirituales de la iglesia primitiva. Su designación fue un paso crucial en el plan de Cristo para cumplir la misión celestial al mundo. La estructura organizacional de la iglesia siguió creciendo y desarrollándose más plenamente en las primeras décadas del cristianismo. En el libro de los Hechos, la organización es primordial para la unidad de la iglesia. Sin organización, falsos maestros podrían haberse apropiado del mensaje de la iglesia y haberla desviado de su misión. El mensaje bíblico de la verdad basado en la Palabra de Dios habría sido distorsionado, y la misión de Cristo se habría diluido. Función y alimentación
Repasemos brevemente la organización de la iglesia en el libro de los Hechos y notemos su función en la alimentación de la vida espiritual del creyente, preservando el mensaje de la iglesia, y fomentando su misión. En Hechos 1, un grupo unido de ciento veinte creyentes se reunió en el aposento alto para orar por el derramamiento del Espíritu Santo (vers. 14, 15). Sus integrantes estaban unidos en su
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Mark A. Finley
SEGUNDA PARTE
la
unidad:
pasado y presente
Un momento divino unido en misión y mensaje
amor por Cristo y comprometidos con sus enseñanzas. Sus corazones latían con un deseo abrumador de compartir su amor con todos. La Biblia dice que estaban «unánimes» buscando a Dios para recibir el derramamiento del Espíritu y el poder para alcanzar el mundo (vers. 14). Un problema potencial surge hacia el final del capítulo. Era necesario cubrir el puesto vacante por la traición y muerte de Judas. La iglesia primitiva consideró dos nombres. Esto podría haber resultado problemático. Los creyentes del Nuevo Testamento podrían haber tomado partido con posiciones definidas sobre la persona
que, según ellos, Dios quería para el cargo. Por el contrario, acordaron mutuamente buscar la sabiduría divina sobre el tema (vers. 24). Establecieron un proceso para discernir la voluntad de Dios y acordaron rendir sus propias convicciones y aceptar el resultado. Aun en su estado primitivo, la iglesia estaba aprendiendo lecciones de sumisión por causa de la unidad y la misión. En Hechos 2, tres mil personas fueron bautizadas el día de Pentecostés. Se unieron con la iglesia y perseveraron en la doctrina de los apóstoles, la comunión y las oraciones (vers. 41, 42). Los bautizados llegaron a ser parte de un movimiento organizado.
Según Hechos 6, la creciente iglesia enfrentó nuevos desafíos. Las viudas griegas no estaban recibiendo una proporción justa en la distribución de los alimentos. Una vez más, hubo una discusión abierta y una solución acordada por todos. Se escogió un grupo representativo de diáconos. Ellos ministraron a las viudas griegas necesitadas y mantuvieron la unidad de la iglesia en un tiempo de crisis. Fueron elegidos porque eran «de buen testimonio», estaban «llenos del Espíritu Santo», y eran guiados por la «sabiduría» divina (Hech. 6:3). A cada paso de su desarrollo, la iglesia primitiva perfeccionó su estructura organizacional por causa del desarrollo de la iglesia en crecimiento, salvaguardando sus enseñanzas y fomentando su misión. Un representante de la iglesia
Hechos 9 registra la conversión del apóstol Pablo. Inmediatamente después de su conversión en camino a Damasco, el Espíritu Santo lo guio hasta Ananías, un representante de la iglesia. El Espíritu no lo guio en ese momento al desierto para pasar tiempo solo ni lo envió inmediatamente a una misión evangélica. Por el contrario, el Espíritu puso a Pablo en contacto con un representante de la iglesia de Dios. Una razón para ello fue ilustrar la importancia de la organización y autoridad eclesiásticas. En Los hechos de los apóstoles, Elena White explica: «Así sancionó Jesús la autoridad de su iglesia organizada, y puso a Saulo en relación con los agentes que había designado en la tierra».2 Ananías alimentó a Pablo en la fe, y le enseñó más sobre el plan divino de organización de la iglesia. En Hechos 15, la iglesia del Nuevo Testamento enfrentó una encrucijada fundamental para su crecimiento. Sur-
gió un conflicto respecto de la manera en que los gentiles que habían aceptado a Cristo debían relacionarse con las costumbres judías, en especial con la circuncisión. No era un tema menor. Los creyentes judíos habían practicado la circuncisión durante milenios; era parte de su identidad, y era un elemento fundamental de su cultura. En consecuencia, Pablo y Bernabé tuvieron «una discusión y contienda no pequeña» con esos líderes judíos (Hech. 15:2). Acordaron mutuamente referir la cuestión al Concilio de Jerusalén. La iglesia en general aceptó la decisión del concilio, lo que brindó unidad al cuerpo de creyentes. Unidad y entrega
La unidad se produjo cuando los individuos se sometieron a la autoridad del cuerpo mayor. Lo importante aquí no es la decisión que se tomó, sino el proceso por el cual se tomó. Un tema complejo fue llevado desde la iglesia local a un órgano administrativo mayor. Tanto los líderes como los miembros acordaron aceptar la decisión del Concilio de Jerusalén. Con perspicacia profética, Elena White describe la autoridad conferida al Concilio de Jerusalén con estas convincentes palabras: «Mientras tanto, había de cesar toda controversia hasta que fuese dada una decisión final en el concilio general. Esta decisión sería entonces aceptada universalmente por las diversas iglesias en todo el país».3 Un tema muy difícil que atribulaba al cristianismo fue resuelto gracias a la disposición de ambos bandos de aceptar la decisión del Concilio de Jerusalén. Las personas tenían convicciones de uno u otro lado de la cuestión, pero la mayoría acordó aceptar la decisión de un cuerpo representativo de líderes por causa de la misión divina. Este encuentro general de creyentes con los delegados de diversas iglesias trajo uni-
dad al cuerpo de Cristo. Una vez más, se enfocaron en lo que era más importante para Dios: la salvación de los perdidos. Piense qué habría sucedido si el resto del libro de los Hechos hubiera sido usado para discutir las diversas posturas de un debate sobre la circuncisión de los conversos gentiles al cristianismo. Imagine el trágico impacto en el crecimiento de la iglesia que habría tenido un debate interminable sobre el tema. Con sabiduría, la iglesia del Nuevo Testamento aceptó la decisión del cuerpo mayor –el concilio general de la iglesia– y con entusiasmo siguió avanzando en la misión. En Hechos 20:17-32 el apóstol Pablo instruyó a los ancianos de la iglesia para que edifiquen la iglesia y salvaguarden el rebaño de Dios. Les aconsejó que una de las funciones de la organización eclesiástica y un ministerio ordenado era proteger a la iglesia de los falsos maestros y mantenerla enfocada en la misión. La organización eclesiástica: Un elemento fundamental de la unidad
La iglesia del Nuevo Testamento estaba unificada en su compromiso con Cristo y la verdad presente, el mensaje profético, la misión al mundo, y la organización eclesiástica establecida por Dios. Entramos en un terreno peligroso si colocamos las opiniones o preferencias personales por sobre la autoridad de la iglesia organizada de Cristo. Elena White lo expresa con claridad: «¡Oh, cómo se regocijaría Satanás si lograse tener éxito en sus esfuerzos para penetrar entre este pueblo y desorganizar la obra en un tiempo en que la organización esmerada es esencial y constituirá el mayor poder para evitar los movimientos espurios, y refutar los asertos que no son apoyados por la Palabra de Dios! Necesitamos sostener en forma pareja las riendas, a fin de que
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no se quebrante el sistema de organización y orden que fue edificado por una labor sobria y cuidadosa».4 La organización de la iglesia, y sus reglamentos basados en principios bíblicos, juegan un papel indispensable para unificar a la iglesia de Cristo. En lugar de ser decretos arbitrarios de parte de líderes autoritarios, los reglamentos de la iglesia son acuerdos mutuos basados en la confianza. Describen a grandes trazos cómo funciona la iglesia. Son desarrollados por una base amplia de un liderazgo representativo. Los reglamentos de la iglesia no son infalibles. Pueden cambiar –y en ocasiones lo hacen– pero son portadores del mejor juicio de un grupo representativo de líderes en un momento determinado. Son acuerdos que cuentan con la conducción del Espíritu Santo para determinar la mejor manera de que la iglesia avance. No tienen que ser equiparados con la salvación o las verdades bíblicas eternas, pero constituyen uno de los elementos de cohesión que mantiene unida a la iglesia. Reglamentos: Acuerdos mutuos basados en la confianza
La Biblia es clara en su enseñanza sobre el principio del diezmo, pero no especifica porcentajes de diezmos de la iglesia local a la Asociación, la Unión y la División. Esas decisiones son tomadas por comisiones. ¿Qué pasaría si cada iglesia o Asociación decidiera por sí misma cuánto retener del diezmo y cuánto transferir? La iglesia sufriría un colapso financiero. Su capacidad de funcionar como cuerpo mundial se vería severamente restringida. Otro ejemplo de acuerdo mutuo basado en la confianza: La Iglesia Adventista del Séptimo Día tiene 28 creencias fundamentales. ¿Por qué no 25 o 30? ¿Quién determina que sean 28?
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La Biblia no especifica exactamente 28. En efecto, la vigésimo octava fue añadida a la lista de creencias fundamentales de la iglesia hace poco. ¿Qué pasaría si cada campo local determinara las creencias fundamentales que cree son apropiadas para su cultura y territorio, y dejara de lado las demás? La cuestión aquí no es la verdad bíblica de la creencia fundamental, sino la determinación de qué es una creencia fundamental y cuántas incluir. Es una decisión del liderazgo responsable de la iglesia, acordada mutuamente en un congreso de la Asociación General. Qué pasa cuando diferimos
Las Escrituras son una revelación de las verdades eternas, invariables y que poseen autoridad. En el desarrollo de los reglamentos, la iglesia es guiada por los principios de las Escrituras. La función del liderazgo de la iglesia es ser fiel a esa sagrada confianza. Pero una cosa está clara: también exige que demos gran prioridad a la unidad de la iglesia y respetemos las decisiones corporativas. La unidad de la iglesia está cerca del corazón de Dios, y la organización de la iglesia es una verdad central en el Nuevo Testamento. Sin la organización de la iglesia tendríamos un sistema congregacional de pluralismo teológico, una misión debilitada y un caos organizacional. Elena White se hace eco de ese pensamiento clave: «Dios ordenó que tengan autoridad los representantes de su iglesia de todas partes de la tierra, cuando están reunidos en el congreso de la Asociación General».5 La unidad de la iglesia es una doctrina bíblica innegable. Ignorar o minimizar las decisiones corporativas de los representantes de la iglesia mundial crea desunión y produce angustia al corazón de Dios.
Unidad y compromiso en Cristo
La unidad de la iglesia se mantiene cuando nuestro compromiso con Cristo está por encima de todo; cuando estamos unidos en las verdades de las Escrituras por medio de la conducción del Espíritu Santo; cuando damos prioridad a la misión y nos conmovemos con lo que conmueve al corazón de Dios; y cuando los acuerdos o reglamentos mutuos de la iglesia sirven como el fundamento de un sistema de gobierno y autoridad eclesiásticos. Descuidar cualquiera de esos cuatro aspectos de la unidad es invitar la desunión, un desmantelamiento de las verdades bíblicas, y una distorsión de la misión. Restar importancia a la autoridad u organización eclesiásticas es permitir la desorganización de la iglesia y erosionar su misión. Que podamos ser llenos del Espíritu de Cristo mientras proclamamos el mensaje de Cristo, cumpliendo la misión de Cristo, y sosteniendo a la iglesia de Cristo. Entonces, y solo entonces, la iglesia se levantará para cumplir su destino y revelar la gloria de Dios a un mundo que aguarda y a un universo expectante. n 1 Elena
White, Los hechos de los apóstoles, p. 16.
2 Ibíd., p. 99. 3 Ibíd., p. 154. 4 Elena
White, Testimonios para la iglesia, t. 9, p. 206.
5 Ibíd., p. 209.
Mark A. Finley se jubiló
como vicepresidente general de la Asociación General de la Iglesia Adventista después de casi cuarenta años como pastor, evangelista y líder del ministerio de medios. En el presente, colabora como asistente del presidente de la Asociación General.
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Lo
veremos tal cual es Elena White
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a voz de Dios había sido oída en ocasión del bautismo de Jesús al principio de su ministerio, y nuevamente en ocasión de su transfiguración sobre el monte. Ahora, al final de su ministerio, fue oída por tercera vez, por un número mayor de personas y en circunstancias peculiares […]. «No ha venido esta voz por causa mía –dijo Jesús–, sino por causa de vosotros» (Juan 12:30). Era la evidencia culminante de su carácter de Mesías, la señal del Padre de que Jesús había dicho la verdad y era el Hijo de Dios. Restaurar su imagen
«Ahora es el juicio de este mundo –continuó Cristo–; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera. Y yo, cuando sea levantado de la tierra, a todos traeré a mí mismo. Esto decía dando a entender de qué muerte iba a morir» (Juan 12:31-33). Esta es la crisis del mundo. Si soy hecho propiciación por los pecados de los hombres, el mundo será iluminado. El dominio de Satanás sobre las almas de los hombres será quebrantado. La imagen de Dios que fue borrada será restaurada en la humanidad, y una familia de santos creyentes heredará finalmente la patria celestial. Tal es el resultado de la muerte de Cristo. El Salvador se pierde en la contemplación de la escena de triunfo evocada delante de él. Ve la cruz, la cruel e ignominiosa cruz, con todos sus horrores, esplendorosa de gloria. Pero la obra de la redención humana no es todo lo que ha de lograrse por la cruz. El amor de Dios se manifiesta al universo. El príncipe de este mundo es echado fuera. Las acusaciones que Satanás había presentado contra Dios son refutadas. El oprobio que había arrojado contra el Cielo queda para siempre eliminado. Los ángeles tanto como los hombres son atraídos al Redentor. «Yo, cuando sea levantado de la tierra –dijo él–, a todos traeré a mí mismo» (Juan 12:32). F O T O G R A F Í A : T I H O M I R
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Muchas personas había en derredor de Cristo mientras pronunció estas palabras, y una dijo: «Nosotros hemos oído que, según la Ley, el Cristo permanece para siempre. ¿Cómo, pues, dices tú que es necesario que el Hijo del hombre sea levantado? ¿Quién es este Hijo del hombre? […]. Pero a pesar de que había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en él» (Juan 12:33, 37). Habían preguntado una vez al Salvador: «¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos y te creamos?» (Juan 6:30). Innumerables señales habían sido dadas; pero habían cerrado los ojos y endurecido su corazón. Ahora que el Padre mismo había hablado, y no podían ya pedir otra señal, seguían negándose a creer. Temor de confesarlo
«A pesar de eso, muchos, incluso de los gobernantes, creyeron en él, pero no lo confesaban por temor a los fariseos, para no ser expulsados de la sinagoga» (Juan 12:42). Amaban la alabanza de los hombres más que la aprobación de Dios. A fin de ahorrarse oprobio y vergüenza, negaron a Cristo y rechazaron el ofrecimiento de la vida eterna. ¡Y cuántos, a través de todos los siglos transcurridos desde entonces, han hecho la misma cosa! A todos ellos se aplican las palabras de amonestación del Señor: «El que ama su vida, la perderá» (Juan 12:25). «El que me rechaza –dijo Jesús–, y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue: la palabra que he hablado, ella lo juzgará en el día final» (Juan 12:48). ¡Ay de aquellos que no conocieron el tiempo de su visitación! Lentamente y con pesar, Cristo dejó para siempre las dependencias del templo. n Los adventistas creemos que Elena White (1827-1915) ejerció el don bíblico de profecía durante más de setenta años de ministerio público. Estos fragmentos han sido extraídos del libro El Deseado de todas las gentes, páginas 578-580.
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se miércoles de noche, yo conducía a la Reunión de Oración en medio de una fuerte tormenta de nieve cuando noté la silueta de un hombre al costado del camino. Al pasar junto a él, divisé su vestimenta litúrgica bajo un pesado sobretodo negro, mientras una de sus manos, cubierta por un guante, sostenía una taza de café.
Miércoles de Ceniza
Un cartel a sus espaldas explicaba su misión. Era Miércoles de Ceniza, y ese ministro local ofrecía «cenizas al paso» para los que estaban apurados pero aun así querían respetar el ritual que marca el comienzo de la Cuaresma. Me tomó desprevenido. No había percibido la relación entre la cantidad de huevos de chocolate y pasteles rellenos de dulce (muy abundantes en colesterol) con el comienzo de la Cuaresma. Quizá se debía a mi adventismo. Hasta donde sé, para los adventistas la celebración de la Pascua no es un evento muy destacado. Énfasis en nuestra fe
No hay duda de que el adventismo está centrado en la muerte y la resurrección de Cristo. Valoramos la sangre expiatoria que fue derramada en la cruz del Calvario como el único medio por el cual podemos ser libres de la paga del pecado y su poder sobre nosotros (Heb. 2:14, 15). Vemos el amor del sacrificio desplegado en la cruz como una respuesta resonante y universal a la disputa que originó Satanás hace tanto tiempo, respecto de la naturaleza del carácter de Dios (Rom. 5:8). En la resurrección y ascensión, hallamos a un Salvador que conquista la muerte y asciende para ingresar al Santuario celestial y ser allí nuestro Sumo Sacerdote –el único mediador e intercesor del ser humano– un derecho que adquirió con su sangre (vers. 9; Gál. 1:4; 1 Tim. 2:6; Tit. 2:14). Y anticipamos el pronto regreso de ese mismo
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Más allá de la
cruz Cómo sacar el mejor provecho de la Pascua
Jesús, de acuerdo con su promesa de retornar en poder y gloria (Juan 14:1-3). A la luz de estos solemnes énfasis bíblicos, experimentamos cierto nivel de incomodidad con los conejos y los huevos de Pascua, más relacionados con rituales paganos de fertilidad que con el Cristo resucitado. Más allá de esto, hay una fecha siempre cambiante para la celebración, que se corresponde con la luna nueva después del equinoccio de primavera, así como el servicio religioso de la salida del sol, algo fuera de lo común en los cultos adventistas.
En efecto, algunos han aplicado los comentarios poco halagadores que hace Ezequiel sobre esa práctica al ritual cristiano de Pascua (véase Eze. 8:15, 16). Acaso el problema más grande con la práctica actual de la Pascua cristiana es que separa la muerte y resurrección de Cristo del contexto histórico y profético en el que fue dado originalmente. Énfasis en las Escrituras
Después de su resurrección, Jesús se acercó a dos de sus desalentados seguidores mientras se abrían paso hacia F O T O G R A F Í A :
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El adventismo está centrado en la muerte y la resurrección de Cristo . Emaús. Aunque caminaban en el resplandor del atardecer, el sol aún no había brillado en sus corazones. Lamentaban la realidad de la muerte del Mesías y, en su misericordia, Jesús aprovechó la oportunidad para iluminarlos. Las Escrituras nos dicen que «entonces, comenzando por Moisés y por todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras» (Luc. 24:27, NVI).1 Al presentar una teología de los eventos recientes –la significación profética de las festividades de la Pascua, los Panes Sin Levadura, y las Primicias– Jesús regresó a Moisés. Dios usó a Moisés para establecer las complejidades del servicio del Santuario en el Antiguo Testamento. Esos servicios contenían conocimientos sobre el Cordero que vendría, el descanso sabático cuando estuviera en el sepulcro, y su resurrección como las «primicias» de los que se alzarían a la vida en su prometido regreso (1 Cor. 15:20; Apoc. 14:4). Esta perspectiva de la crucifixión y la resurrección presenta a ese fin de semana inicial de ceremonias como el comienzo de siete encuentros que destacan la obra redentora de Cristo a lo largo del año. Esos eventos, que se encuentran en Levítico 23, comienzan con la provisión de la sangre expiatoria del cordero, y culminan con un pueblo que celebra su purificación y restauración. La celebración contemporánea de Pascua ha divorciado la muerte y resurrección de Cristo de ese cronograma profético que dio Dios por medio de Moisés. En lugar de la Pascua como comienzo, la Pascua es el fin. Muchos cristianos inician la observancia más de un mes antes, lo que incluye el Martes de Carnaval, y entonces el ayuno del Miércoles de Ceniza. A medida que se acerca la Pascua,
observan el Domingo de Ramos y el Viernes Santo. Después del sábado visiblemente ausente que marca el descanso de Cristo en la tumba, celebran el Domingo de Pascua con entusiasmo. Y eso es todo. Es triste que no esté presente la significación de lo que Cristo hizo después de su resurrección. Al obviar la importancia de Moisés en la interpretación de esos eventos, muchos siguen confundidos. El periodista Philip Yancey escribe: «He concluido […] que la Ascensión representa la lucha más grande para mi fe». Y formula la pregunta: «¿No habría sido mejor si la Ascensión jamás se hubiera producido?»2 Por cierto, no para Jesús. Y por cierto no para nosotros, por quienes Jesús ahora ha entrado al «más amplio y más perfecto Tabernáculo, no hecho de manos» (Heb. 9:11), para ser abogado nuestro –los pecadores que vino a salvar. Él mismo nos asegura que nos convenía que se fuera (Juan 16:7). En lugar de estar atribulados por su ascensión, podemos sentirnos animados al saber que nos está preparando un lugar, y que regresará para llevarnos al hogar. Entender el santuario de Moisés nos permite acceder al ministerio celestial de Cristo antes de su prometido regreso. Jesús señaló esa realidad para alegrar los corazones entristecidos de los desalentados discípulos, en esa caminata dominical.
la humanidad. Cuando Cristo expiró, el velo del templo fue rasgado en dos, y en ese momento, los servicios llegaron a ser meras sombras a la luz de la realidad de su cumplimiento. Lo que podemos hacer es celebrar una semana de evangelismo que comience con los eventos de la entrada triunfal, que describa la obra del Mesías, que repase los eventos de la traición, el juicio y la crucifixión, culminando con un culto de domingo a la puesta de sol para conmemorar el ministerio bondadoso de Cristo a los desalentados discípulos en camino a Emaús y, más tarde, en el aposento alto. Repasar los pasos que dio Jesús después de la cruz hasta el Santuario celestial profundizará nuestra comprensión y aprecio de su ministerio terrenal y ahora celestial. Nos brindará un mensaje más rico y pleno del evangelio, con su cercano clímax, cuando Jesús regrese por segunda vez a llevar a su pueblo al hogar de gloria. En lugar de ignorar la fecha por completo, deberíamos participar así como lo hizo Jesús, buscando brindar claridad, por el poder de su Palabra, y comenzando como él comenzó: recurriendo a la sabiduría de Moisés. n 1 El texto bíblico que dice NVI pertenece a La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional® NVI® Copyright © 1986, 1999, 2015 de Biblica, Inc. Usada con autorización. Todos los derechos reservados. 2 Philip Yancey, The Jesus I Never Knew (1995), p. 229.
Conclusión
No abogo para que regresemos a practicar todas las festividades anuales de Moisés. No tenemos un templo establecido o un sacerdocio en operación. Y aunque los tuviéramos, la reinstauración de los rituales de los sacrificios solo serviría para negar el sacrificio perfecto que Cristo hizo por
Jarod Thomas ha trabajado en la Iglesia Adventista como instructor bíblico, capellán y pastor. En el presente, es gerente de comunicaciones de la Asociación Ministerial de la Asociación General. Vol. 13 No. 4 | Adventist World
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Si no pueden las
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leer palabras... La importancia de la alfabetización para el «Pueblo del Libro»
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a vamos a llamar María. Se levanta antes del amanecer, escuchando el trajín de los camiones de reparto y los automóviles del vecindario, mientras miles se dirigen al trabajo, a los mercados o las escuelas. Esta mañana no hace falta tener un reloj despertador. Ha dormido poco, enfocada en sus sueños sobre el gran día que le aguarda. Sus dedos llegan hasta la mesita donde las últimas tres noches ha colocado con cuidado la tira arrugada de papel. Al encender la lámpara, mira otra vez las letras que ocho meses antes le resultaban indescifrables: «Iglesia Adventista del Séptimo Día Central de San Salvador, Pje. Lindo 1109, esq. Avenida Norte, San Salvador, El Salvador. Ya casi no necesita esa dirección, porque hace días que ha memorizado cada número y cada letra. Se lava y se viste con rapidez, dedicando un instante a inspeccionar el vestido color lavanda que ha estado guardando para la ocasión. Es un regalo de su hija casada, que sintió de alguna manera que un evento de tal importancia requería un nuevo atuendo. Hoy tiene que lucir el mejor aspecto, porque de su interior brota una sonrisa imposible de reprimir. F O T O G R A F Í A S :
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Observa atentamente la figura en el espejo: cincuenta y cuatro años, cabello entrecano, ojos marrones vivaces y enérgicos, aun a las 5.30 de la mañana. No ha tenido una vida fácil: se casó a los dieciocho años, y antes de los treinta tuvo seis hijos; una vida dedicada a cocinar, lavar y criar a los niños; y más tarde a nietos. Viuda a los cuarenta y nueve años. Sin embargo, sobrevivió y llegó hasta este día, que solo existía en sus sueños. Cambia de planes a último momento. Irá caminando. Encuentra el mapa de la ciudad en el cajón de la cocina. Hasta hace un tiempo, era una colección plegable de símbolos mayormente ininteligibles que, esperaba, algún día le resultaran comprensibles. Decide caminar los cuatro kilómetros desde su pequeño apartamento en Col. Libertad, pasando por Comunidad Los Santos y la Universidad de El Salvador hasta el corazón del Barrio San Miguelito. Sí, hay autobuses. Y sí, ahora sabe leer las palabras en el frente de cada autobús para entender adónde se dirige. Pero decide caminar, para incorporar todas las imágenes, sonidos y aromas de su ciudad mientras el sol se eleva desde el oriente. Ese día, no viajará apretujada en un autobús atestado con decenas de residentes desganados ante el día que
les espera. Hoy caminará sola, con la cabeza erguida y la espalda recta. Se dice a sí misma que así es como recordará este día especial. Caminará sola, deteniéndose en cada esquina para leer los carteles del tránsito, buscando el lugar con la mano en el mapa, doblando rumbo a la dirección indicada. Y cuando, casi una hora después, encuentre la amplia iglesia adventista, se detendrá a leer cada letra del nombre del lugar. Al llegar a la ceremonia de graduación del programa de alfabetización patrocinado por la Iglesia Adventista al que ha dedicado ocho horas por semana durante los últimos ocho meses, se sienta discretamente en la parte posterior. Esta no es su iglesia –aún enciende velas votivas cada martes y jueves en la parroquia católica que está a la vuelta de su apartamento. Pero se ha hecho de muchos amigos adventistas en los últimos ocho meses –adolescentes, mujeres de mediana edad, y aun ancianos– que la han acompañado a lo largo de muchas horas de ejercicios de alfabetización y de matemática básica. En realidad, María no entiende la fe de ellos, o lo que quieren decir cuando le cuentan que guardan el sábado. Pero son amables y sinceros y, al igual que ella, están ansiosos de aprender a leer
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FELICITACIONES: Maitland DiPinto, coordinador de «Socios en Misión» de la División Norteamericana, presenta un bien ganado certificado de compleción del programa de alfabetización, ante la atestada iglesia Central de San Salvador, El Salvador. Entre los participantes hubo representantes de cada grupo etario.
y escribir. Algunos inclusive la han invitado a acompañarlos en sábado para disfrutar de la música y las predicaciones, pero ella ha esperado para aceptar la invitación. Ha esperado hasta hoy, el día de la graduación. En su mano lleva otro pedazo de papel, donde dice que de entre los quinientos graduandos, ella está en un grupo de cincuenta elegidos para pasar al frente y recibir un diploma de graduación y un ejemplar de la Biblia. Y cuando la voz resonante del maestro de ceremonias pronuncia su nombre, se pone de pie rápidamente, aunque deliberadamente no se apresura, para que no se le note su ansiedad. Camina lentamente por el pasillo,
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avanzando hacia la hilera de líderes cívicos y adventistas que se han acercado a felicitar a los graduados. ¿Quién tiene el certificado? Ha imaginado ese momento un centenar de veces. Alguien, acaso un hombre sonriente, le entregará el documento que definirá el resto de su vida. El certificado que expresa al mundo lo que ahora sabe con certeza: leer y escribir. Con esta nueva habilidad se ha hecho acreedora de este jalón de ciudadanía que ahora le permite comprender su gobierno, sus finanzas, su familia y su fe. Entonces lo ve: el tercero de la fila es quien tiene el certificado en sus manos. Trata de disimular la euforia que crece en su interior mientras extiende
la mano para tomar el símbolo de su libertad. Ya tiene –en su mano, en su vida– el trozo de papel que ahora posee un significado inigualable. Después de saludar a otras dos personas, recibe también una resplandeciente edición de la Biblia. Son flamantes páginas de ordenados caracteres en tinta negra, que ahora puede incorporar, procesar y recordar. En algún lugar de estas páginas, sospecha ella, hay más sobre ese sábado del que siempre hablan sus amigos adventistas; más sobre la razón por la que no fuman ni beben, mientras aguardan que Jesús regrese. Ahora podrá hallar esas cosas por sí misma, porque ahora, finalmente, aprendió a leer.1
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a multitud rebosa de expectativa mientras aguarda la ceremonia de graduación ese martes de mañana en la iglesia adventista de San Salvador (El Salvador). Los participantes, muchos de ellos en un lugar desconocido, caminan lentamente por los pasillos, seguidos por un séquito de familiares. Se sientan juntos, hablando en voz baja pero animada, procurando absorber las generosas dimensiones del templo, los cientos de otros estudiantes venidos de distintos puntos de la ciudad y la región, y la formación de dignatarios que les dirigirán la palabra. Mueven los ojos a diestra y siniestra, observando cada nuevo ingreso, y ojeando de tanto en tanto el gran reloj que desde la galería del frente proclama la hora. Quinientos graduandos –los suficientes como para llenar un colegio adventista pequeño en algún lugar del mundo– están aquí, aunque no más de la mitad pertenece a la iglesia. Muchos son, al menos de nombre, católicos, en una nación donde más de la mitad de la población abraza la fe que hace cinco siglos les dejaron los conquistadores. Al menos una graduanda luce la toca de monja. El deleite de su rostro es obvio, como así también su timidez e incertidumbre. Muchos de los protestantes presentes son adventistas. Después de casi doce años, el programa de alfabetización de la Unión Salvadoreña Adventista está afianzado, y un creciente porcentaje de feligreses adventistas se han incorporado a los casi doscientos círculos de alfabetizaF O T O G R A F Í A S :
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ción diseminados en el territorio de esta pequeña nación de algo más de seis millones de habitantes. Animados por los decididos esfuerzos de la División Interamericana de unir alfabetización con feligresía, miles de adventistas de El Salvador que no sabían leer ni escribir, se han apuntado y terminado las clases de dos o tres niveles de ocho meses. En El Salvador hay casi doscientos mil miembros y casi mil congregaciones adventistas, pero los adventistas suman solo el tres por ciento de la población. Aun así, han sido identificados como el grupo religioso más dinámico a la hora de ayudar a que sus prójimos alcancen el objetivo básico de la alfabetización. «Los casi doscientos círculos literarios que patrocinamos y apoyamos con muchos voluntarios, nos han permitido establecer sólidos vínculos con las comunidades», dice Abel Pacheco, presidente de la Unión Salvadoreña, y uno de los más fervientes promotores del programa. Pacheco estuvo acompañado por los presidentes de las cinco Asociaciones del país en una sesión informativa previa a la ceremonia del 17 de enero en la iglesia Central. «Ahora somos muy conocidos en la comunidad y los gobiernos regionales y nacional como personas interesadas en los demás. Al ser reconocidos como una iglesia que brinda ayuda y nuevas habilidades a otros, sin tener en cuenta su religión, las personas se sienten atraídas al mensaje distintivo de la Iglesia Adventista». Cada iniciativa de alfabetización operada por la Iglesia Adventista –en
América Central, África y el sur de Asia– es coordinada por un ministerio o entidad local, que organiza y sostiene las operaciones. En El Salvador, esa entidad es ADRA El Salvador, cuyo director en el país, Juan Pablo Ventura, destaca que el programa de alfabetización también beneficia a las decenas de coordinadores de los casi doscientos centros en el país. «Para muchos miembros de iglesia, esta iniciativa ha brindado significado y participación personal en una causa digna para tantos miembros a los que antes solo se les pedía ocupar un cargo específico en la congregación local –dice–. Ahora están dedicando su tiempo y energía a una causa que claramente posee mucho valor para sus vecinos, y los coloca, en un sentido muy real, a la vanguardia de la misión». La fundamental financiación y apoyo logístico del programa de alfabetización también proviene de la División Norteamericana, que con sede en Maryland (EE. UU.), representa a casi 1,3 millones de adventistas. La División Norteamericana, que trabaja en una iniciativa que ahora se llama «Socios en la Misión», ayudó a lanzar el programa en El Salvador y en otros países centroamericanos en colaboración con la División Interamericana y los campos locales. Se espera que los presidentes de las dos Divisiones –Israel Leito en Interamérica y Dan Jackson en Norteamérica– firmen un memorando de entendimiento a comienzos de abril, cuando tenga lugar el Concilio de Primavera, para brindar estabilidad y apoyo financiero continuado a los esfuerzos de alfabetización. La División Norteamericana también está buscando desarrollar sociedades similares con las otras doce Divisiones de la iglesia, aprovechando la generosidad y el voluntariado de su propio territorio para desarrollar programas de colaboración que lleguen a casi todas las naciones del mundo. Maitland DiPinto, coordinador de «Socios en Misión», ha sido uno de los principales arquitectos del acuerdo entre las dos Divisiones, y ha viajado personalmente más de una decena de veces a El Salvador para supervisar y promover los esfuerzos de alfabetización. DiPinto dice que le agrada el alcance y la escala del acuerdo entre las dos Divisiones, y que
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BIEN HECHO: Bill Knott, editor de ADVENTIST WORLD saluda a una feliz graduanda ante la atenta mirada de Abel Pacheco, presidente de la Unión Misión de El Salvador.
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or qué está leyendo sobre los aún está ansioso de conectar los esfuer¿ esfuerzos de alfabetización en la zos de alfabetización de la iglesia con revista Adventist World? sus actividades de evangelización en las Desde los albores del movicongregaciones y campañas públicas. «En su forma ideal, los adventistas miento del Segundo Advenimiento en de cada región –en El Salvador, Guatemuchas naciones en la década de 1830, los que llegaron a ser conocidos como mala o cualquier nación del mundo– «adventistas» han asumido que el alfapueden introducir la alfabetización en las mismas comunidades en las que betismo –la capacidad de leer y escriesperan testificar activamente y en bir– era una habilidad fundamental que último término establecer congregatodos necesitaban para comprender «la fe de Jesús». El estudio durante años que ciones –dice–. Celebro el día cuando hizo Guillermo Miller de las profecías planifiquemos establecer centros de de Daniel y Apocalipsis lanzó una intenalfabetización como el primer paso en la tarea de esparcir las buenas nuevas a siva investigación durante décadas sobre una comunidad o país. Es sumamente el significado de la profecía bíblica, el importante contar con programas de redescubrimiento del sábado como día alfabetización después de las actividades de reposo, el ministerio de Cristo en el de evangelización, para que los miemSantuario celestial, y el estilo de vida saludable y equilibrado que pide Cristo bros analfabetos puedan convertirse para su pueblo en el tiempo del fin. realmente en el pueblo de la Palabra, La mensajera de Dios a su pueblo, llegando a involucrarse plenamente en Elena White (Harmon, de soltera), rela vida y la misión de la iglesia». «Hace más de un siglo, al describir dactó descripciones emocionantes de sus la responsabilidad cristiana para con primeras visiones, dando así esperanza y el mundo, Elena White nos señaló la valor al pequeño grupo de chasqueados mejor manera de incrementar la testiadventistas que continuaron escudrificación en cualquier región: “Solo el ñando las Escrituras después de octubre método de Cristo será el que dará éxito de 1844. La revista The Present Truth [La para llegar a la gente. El Salvador trataverdad presente], que instó a su esposo que publicara, apareció primero en 1849 ba con los seres humanos como quien como un compacto folleto de ocho págideseaba hacerles bien. Les mostraba simpatía, atendía a sus necesidades y se nas. Hoy se llama Adventist Review, y es ganaba su confianza. Entonces les decía: la publicación religiosa más antigua de ‘Seguidme’” (El ministerio de curación, Norteamérica. Miles de ediciones de esa p. 102). Los esfuerzos de alfabetización revista y otras que inspiró –Señales de los establecen el fundamento para que tiempos, Liberty, Ministerio– y decenas hombres y mujeres lean por sí mismos de revistas con contenidos importantes la historia de Jesús, y respondan a su de las Uniones y Divisiones de la iglesia llamado en sus vidas». también se basan en la creencia de que
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los adventistas somos el «pueblo del Libro» y que, específicamente, sabemos cómo leer ese Libro. Esta revista Adventist World, lanzada en 2005 y que ahora llega a casi la mitad de los más de veinte millones de adventistas del mundo mediante ejemplares impresos y millones de visitas a su página web, es una de las mayores expresiones de ese compromiso con la alfabetización, de parte de cualquier grupo religioso. Aun así, casi ochocientos millones de los 7400 millones de habitantes del mundo –casi el once por ciento de la población mundial– no saben leer; una cifra equivalente a la población combinada de Sudamérica y Norteamérica. Cientos de miles de adventistas forman parte de esa cifra. Muchas naciones desarrolladas poseen sistemas educativos para alcanzar el alfabetismo casi pleno, pero muchas de las naciones de África subsahariana y de Asia meridional y occidental enfrentan los desafíos de la pobreza, la desnutrición, las enfermedades infecciosas y la inestabilidad política en tal grado que no pueden cumplir con la promesa de enseñar a leer y escribir a sus ciudadanos. Los índices de alfabetización en esas regiones nos dicen que la tercera parte de la población no puede leer estas palabras, y los líderes adventistas creen que las cifras no son muy diferentes dentro de la iglesia. Para un movimiento como la Iglesia Adventista, que tanto se basa en la Biblia y su lectura, estas cifras representan un desafío difícil e importante. Según el popular eslogan de años atrás de una F O T O G R A F Í A S :
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CON LA GENTE: Maitland DiPinto (izquierda, atrás), ora con un grupo pequeño de estudio de la Biblia, compuesto por los que aprendieron a leer por medio de los esfuerzos de alfabetización de «Socios en Misión».
sociedad de distribución de Biblias, «Si no pueden leer las palabras, no pueden leer la Palabra». La testificación adventista avanza mejor y con mayor rapidez cuando las personas saben leer y escribir, de manera que pueden estudiar la Biblia por sí mismos, para comparar verdad con verdad y permitir que el Espíritu Santo los guíe hacia el evangelio liberador de Jesucristo. Es por ello que la revista Adventist World se asociará, a partir del 1 de abril de 2017, con la División Norteamericana, ADRA y todas las demás entidades que participan de iniciativas de alfabetización para crear mayor conciencia y financia-
miento para apoyar estos programas. Este no es un llamado único, sino un proyecto continuado a largo plazo que necesita y merece su apoyo. Si usted está leyendo estas palabras, es porque alguien le enseñó a leer. No importa que haya sido un padre, maestro o amigo, esa persona le brindó una habilidad fundamental que lo ha equipado para una vida bien informada, de toma de decisiones, libertad de elección y la oportunidad de profundizar en la Palabra. Aproveche la oportunidad –ahora mismo– de considerar cómo transmitirá ese don de la lectura a otra persona. Sobre la base del esfuerzo en
¡Colabore! Puede colaborar con el programa de alfabetización de El Salvador aportando fondos para adquirir Biblias para los participantes que completan el programa, o financiando a alguien durante el programa de alfabetización de ocho meses. Dado los cambios constantes en las tasas de intercambio, estas cifras son aproximadas. S I T I O W E B / TA R J E TA D E C R É D I T O :
adventistliteracy.org DIRECCIÓN POSTAL DE A DVENTIST W ORLD :
ADVENTIST WORLD General Conference of Seventh-day Adventists 12501 Old Columbia, Pike Silver Spring, MD 20904 USA
El Salvador, y adaptado a los programas de alfabetización de la iglesia en diversas partes del mundo, usted puede compartir un ejemplar de la Biblia –en el idioma natal de cada nuevo lector– mediante una pequeña contribución por graduado alfabetizado. También puede apoyar a uno o más de los estudiantes ya registrados, donando el costo de los materiales o solventando instructores para liderar el curso de ocho meses. n 1 María es un seudónimo, y refleja en un personaje la experiencia de varias de las personas que asistieron a la ceremonia de graduación. 2 Los equivalentes en moneda extranjera reflejan las tasas de cambio al 1 de febrero de 2017.
A continuación se presentan monedas comunes para que determine cuánto dar. Decida cuántas Biblias o estudiantes quiere apoyar, y multiplique ese número por el monto de dinero en la moneda de su país. Moneda2
Biblia(1)
Biblias (5)
Estudiante (1) Estudiante (5)
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XOF (África Central) CFA4.058 –324 PHP (Filipinas) P
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Dios que da Lael Caesar
Porque es nuestro Dueño, también es el Dador
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n qué Dios cree usted? ¿Y qué parte de lo que usted dice o hace, deja entrever cómo es él? La señora Samaria no sabía en qué creía, aunque estaba dispuesta a discutir el tema. Jesús puso fin a la discusión al decirle que los judíos sabían en qué consistía la adoración, pero que ella y su pueblo no tenían idea (véase Juan 4:22). Al mismo tiempo, podemos leer que Jesús dijo frases muy duras a los judíos: «Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?” Entonces les declararé: “Nunca os conocí. ¡Apartaos de mí, hacedores de maldad!”» (Mat. 7:22, 23). ¿Qué sentiría si Jesús le dijera algo así después de trabajar para él en el evangelismo, el servicio comunitario o la administración eclesiástica? Sabemos muy bien, después de todo lo bueno que hemos hecho, que no somos como las demás personas: ladrones, estafadores, injustos, adúlteros o cobradores de impuestos (véase Luc. 18:10-14). ¿Podría Jesús aun así decirnos: «Nunca os conocí»? Los sabios atenienses tampoco lo conocían, como lo descubrió Pablo al estudiar su confesión de fe. «Porque pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción: “Al dios no conocido”. Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerlo, es a quien yo os anuncio» (Hech. 17:23). Pablo podía ver que no conocían al verdadero Dios, y el mensaje que les dio guarda instrucciones que también se aplican a los adoradores del presente. El apóstol habla del que ellos percibían, –que hasta merecía adoración–, aunque no lo conocían. Está claro que los adoradores pueden servir a
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un Dios que en realidad no conocen. Los mayordomos fieles pueden dar de su tiempo y pensamientos, de sus cuerpos y dinero, sin conocer el objeto de su dadivosidad. Pablo y los atenienses
Las palabras de Pablo a los atenienses nos ofrecen al menos cuatro puntos sobre el Dios que requiere nuestra mayordomía, ese Dios que todos deberían conocer. Los cuatro están inextricablemente relacionados entre sí. Para comenzar, Pablo se refiere a ese dios con el género neutro. De aquí podrían sacarse conclusiones más allá de lo que corresponde. Y sin embargo, dos veces en ese versículo, Pablo habla de un ser «neutro», lo que indica que los que reconocían esa deidad en efecto estaban simplemente admirando un concepto. Los atenienses eran famosos por su multitud de ideas filosóficas. Esa era una entre muchas, que los mostraba lo suficientemente buenos como para incluir esa divinidad, aunque no contaban con un nombre o características para identificarla. Aun así, era apropiado incluirlo con todos lo demás. La práctica actual de la mayordomía podría imaginarlos colaborando con esa divinidad con poco dinero, sirviéndola en la Sociedad Dorcas, y leyéndole oraciones elocuentes. Es bueno tratar bien a Dios. También lo es la rendición de cuentas. Los mayordomos tienen que estar listos para dar cuenta de su mayordomía (Luc. 16:2). Entonces, cuando Cristo vuelva, podremos enumerarle las cosas –las cosas buenas– que hemos hecho. Profetizar, echar fuera demonios y otras maravillosas actividades por cierto no avergüenzan a nadie que las practique; como tampoco lo es diezmar con cuidado o servir a la comunidad. Qué incomprensible podría ser, entonces, aparecer en la fiesta de Cristo con nuestra lista de buenas obras y sus correspondientes condecoraciones y certificados, solo para que nos diga: «¡Fuera de aquí! ¡No te conozco!» De sucedernos algo así, deberíamos prepararnos para responder: «Pero Jesús, fui tesorero de iglesia, y pagué fielmente los diezmos; dirigí coros y fui parte de varios otros ministerios. ¡Me porté bien contigo!» Imagine su confusión si él le responde: «¡Apártate de mí, hacedor de maldad!» No hay manera de exagerar la significación de ese encuentro o la importancia acuciante de saber, en el presente, que realmente conocemos a Dios.
El Dios “que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay” (Hech. 17:24) no le pide nada prestado a ese tío famoso y acaudalado. Asumamos la pregunta
¿Conoce usted a su Dios? Conocerlo es la vida eterna (Juan 17:3). ¿Es él para usted algo más que un concepto filosófico? El Dios que compartió Pablo con los atenienses no necesita sus sobres de diezmo con sus respectivos contenidos, como tampoco necesitó de la materia para ayudarlo a crear (Gén. 1). El Dios «que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay» (Hech. 17:24) no le pide nada prestado a ese tío famoso y acaudalado. Todo lo que existe ya le pertenece. Si todo lo que hago es mirar al piso cuando pasa el platillo de las ofrendas, él tendrá lo mismo que si le diera todo lo que poseo. Ninguno de nosotros puede enriquecerlo. Todo lo que recibimos –la vida, el aliento, todas las cosas– se origina en él. En ocasiones, las cosas nos llegan distorsionadas; en ocasiones, apenas me llegan, lo echo todo a perder. Aun así, él sigue siendo la fuente: «Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre» (Sant. 1:17). La primera verdad de Pablo es que el Dios que él está presentando en el Areópago no es una mera idea humana.
La mayordomía S
omos mayordomos de Dios, a quienes él ha confiado tiempo y oportunidades, capacidades y posesiones, y las bendiciones de la tierra y sus recursos. Somos responsables ante él por su empleo adecuado. Reconocemos que Dios es dueño de todo mediante nuestro fiel servicio a él y a nuestros semejantes, y al devolver los diezmos y al dar ofrendas para la proclamación de su evangelio y para el sostén y desarrollo de su iglesia. La mayordomía es un privilegio que Dios nos ha concedido para que crezcamos en amor y para que logremos la victoria sobre el egoísmo y la codicia. El mayordomo fiel se regocija por las bendiciones que reciben los demás como fruto de su fidelidad. (Gén. 1:26-28; 2:15; 1 Cró. 29:14; Hag. 1:3-11; Mal. 3:8-12; Mat. 23:23; Rom. 15:26, 27; 1 Cor. 9:9-14; 2 Cor. 8:1-15; 9:7).
Es real, sea que lo concibamos o no. La materia, tal cual la conocemos, y la vida, tal cual la vivimos, demuestra adecuadamente la realidad divina, y confirman una segunda verdad: la verdad del poder creador. Negar «su eterno poder y su deidad», mientras estamos en asociación continua con sus obras creadas, es decidir que ya no tenemos excusa (Rom. 1:20). Por otro lado, apreciar su autoridad como Creador acepta simultáneamente un tercer hecho: que él es el dueño; que nosotros y todo lo que implica la vida, lo que incluye los dones y el servicio que le brindamos, ya son todos suyos. Él es nuestro dueño, en virtud del hecho que es nuestro Creador e Inventor. Cuando en el comienzo, él inventó la flora, la fauna y los minerales, no existía lugar o autoridad que pudiera aceptar sus patentes, porque no existía ninguna voz convincente que reclamara las cosas como de nuestra pertenencia, o lo acusara de furtivismo industrial o violación de los derechos de autor. «Él nos hizo, y somos suyos» (Sal. 100:3, TLA).* Una cuarta verdad
La cuarta verdad de Pablo destaca la manera en que el Dios Creador y Dueño celebra su posesión: Él da. «Él es quien da a todos vida, aliento y todas las cosas» (Hech. 17:25). No recibimos por accidente, o bajo coerción. Dios no da porque los seres humanos o los ángeles le ponen un cuchillo en la espalda o le encañonan la frente. Él da porque es su naturaleza. Nuestra mayordomía, el privilegio de una respuesta fiel, acaso mensurable en diezmos pero incuantificable en ofrendas de medios y servicio agradecido, es un canal mediante el cual los encantos de sus caminos pueden extender la prodigalidad sin límites del Dios Dador, que jamás cesa de derramar sus bendiciones sobre el planeta. n * Los textos bíblicos que dicen TLA han sido extraídos de la Traducción en lenguaje actual. Copyright © Sociedades Bíblicas Unidas, 2000. Usada con autorización.
Lael Caesar, editor asociado de ADVENTIST
WORLD, disfruta de dar, porque el Dios Dador dice que es mejor dar que recibir.
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ay pocos lugares más remotos que los que están más allá del Círculo Ártico. Grandes espacios abiertos, con duras condiciones que dificultan las comunicaciones y hacen casi imposible el transporte. A pesar de los desafíos, hay gente que considera esa región como su hogar. Los nativos de Alaska son parte de los pueblos originarios de Norteamérica, que solo en los Estados Unidos suman 566 naciones tribales.1 El ambiente los ha transformado en personas resistentes y serias; la historia los ha tornado recelosos y desconfiados. Como resultado de los terribles maltratos y las promesas quebrantadas de los gobiernos y otras personas a lo largo de los años, los nativos estadounidenses tienen los mayores niveles de pobreza,
en el
desempleo, violencia doméstica, ataques sexuales, alcoholismo, drogadicción y suicidio.2 Los nativos de Alaska, que sufren factores ambientales adicionales que impulsan la depresión, tienen uno de los mayores índices de esa lista, en especial de suicidio. «Todos los que viven aquí tienen un familiar que se ha suicidado –dice Anthony Sherman, un adventista que es misionero laico y se dedica a la salud comunitaria más allá del Círculo Polar–, pero nadie habla abiertamente de ello. Los nativos de Alaska son gente muy reservada. Lleva mucho tiempo ganarse su confianza». Anthony debería saberlo: él y su familia han estado trabajando en la aldea de Shungnak durante casi seis años, y solo hace poco lograron conseguir dos
interesados en recibir estudios bíblicos. Cuando los Sherman llegaron a Alaska, se sintieron inspirados para mudarse a Shungnak, donde Anthony recibió capacitación como profesional de salud comunitaria mediante una organización tribal de salud denominada Servicios Indígenas de Salud. Con cierto apoyo de la Asociación local, Anthony adquirió conocimientos médicos adicionales para establecer conexiones para Cristo, pero los progresos han sido lentos. A la altura de los desafíos
Los desafíos pueden parecer abrumadores. La mayoría de los nativos habla inglés, pero el estilo antiguo de la Biblia, versión del Rey Jacobo (la que se consigue en Alaska), en combinación con los bajos índices de alfabetización,
Juliana Baioni
El ministerio en Alaska
ALDEA DE SHUNGNAK: Anthony Sherman y su familia han sido misioneros en la aldea de Shungnak durante casi seis años.
calidez y a confiar en el mensaje de Cristo que tengo para darles». Se necesitan más obreros
OBREROS DE ALASKA: (De izq. a der.) El voluntario Anthony Sherman, el pastor laico James Kincaid, y el camarógrafo Todd Gessele que filma la serie de video «Mi Alaska».
hacen que les sea difícil comprender por sí solos las Escrituras. Esto ha hecho que la Biblia sea muy respetada pero vista más bien como una reliquia u objeto mágico. Hay algunas traducciones a otros dialectos, pero no las suficientes. Al no entender las Escrituras, no es usual que conozcan y cultiven una relación auténtica con Cristo. Si a esto le sumamos la cosmovisión posmoderna, vemos que es sumamente difícil compartir el mensaje del evangelio. Es sorprendente que en su gran mayoría los nativos de Alaska se consideran cristianos. Esto se debe a un plan implementado por el agente general de educación de Estados Unidos para Alaska allá por 1885, que dividió el estado geográficamente entre las diversas denominaciones cristianas.3 En consecuencia, al mirar hoy a Alaska, uno puede encontrar una región llena de bautistas, católicos, cuáqueros, etc. Los adventistas del séptimo día tuvieron su influencia en Alaska en el pasado, pero hoy día, solo doce de las más de doscientas poblaciones nativas tienen algún tipo de presencia adventista. Las denominaciones regionales se han combinado de tal manera con el gobierno local, las redes sociales y los sistemas de apoyo, que esto dificulta en extremo que las personas acepten el mensaje adventista, porque a menudo F O T O G R A F Í A S
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eso significaría mayor aislamiento en un ambiente ya de por sí solitario. Colaboración
A pesar de ello, individuos como Anthony se han propuesto como misión de su vida, compartir a Cristo lo mejor que pueden. Anthony ha hallado que puede trabajar con otras denominaciones de la zona en lugar de trabajar contra ellas. Esto le ha permitido compartir importantes verdades bíblicas con los nativos, como así también con los demás habitantes de Shungnak. Hasta ha usado sus habilidades mínimas para la música, para llegar a las personas de otra manera. «A los nativos les encanta la música –dice Anthony–. La música brinda verdades espirituales simples y fáciles de entender que pueden darles consuelo. Pueden cantar durante horas si se les da la oportunidad». Los momentos de alabanza semanales son uno de los eventos de mayor asistencia, y ayudan a cultivar relaciones con toda la comunidad. Aunque ninguno aún se ha hecho adventista, Anthony ve la colaboración de la comunidad como un importante progreso. «Es difícil ver exactamente cómo está trabajando el Espíritu, pero creo que está obrando. Después de muchos años, las personas están comenzando a mostrar mayor
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La Asociación de la Iglesia Adventista está buscando revitalizar los esfuerzos misioneros en la región. El establecimiento de iglesias en Selawik y Ambler se está haciendo realidad, y se espera que muchas otras localidades las sigan. Parece que la única manera de que estas nuevas congregaciones tengan éxito, sin embargo, es teniendo más personas como Anthony. «Lo que más necesitamos –dice Anthony–, es alguien que esté comprometido con una relación de confianza y obediencia a Cristo, y dispuesto a vivir aquí y servir al pueblo de Alaska. Muchos vienen y se van, y la gente se ha endurecido. Que alguien escoja quedarse y estar con ellos podría marcar una gran diferencia, aun si no se deciden por Cristo». La Asociación de Alaska necesita con urgencia médicos misioneros, docentes de todas las asignaturas, y muchos otros obreros. Oren por favor para que Dios provea para sus amados nativos de Alaska. Si usted siente el llamado a servir, o quiere saber más sobre las oportunidades misioneras del ministerio Aventura Misionera en el Ártico de la Asociación de Alaska, visite http://www.alaskaconference.org/ arctic-mission-adventure. n 1 http://www.ncai.org/about-tribes. 2 Sari Horwitz, «The Hard Lives – and High Suicide Rate – of Native American Children on Reservations», 9 de marzo de 2014, visitado el 30 de junio de 2016, https://www.washington post.com/world/national-security/the-hard-lives--and-highsuicide-rate--of-native-american-children/2014/03/09/6e0ad9b 2-9f03-11e3-b8d8-94577ff66b28_story.html. 3 U.S. National Library of Medicine, «Native Voices: Timeline», visitado el 30 de junio de 2016, https://www.nlm.nih.gov/ nativevoices/timeline/366.html.
Juliana Baioni es
asistente de promoción y recolección de fondos del Canal Hope, con sede en Silver Spring (Maryland, EE. UU.).
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El Señor nuestro ¿Es verdad que la palabra hebrea que se usa en Génesis 1:1 para Dios es plural?
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Sí, así es. Es el sustantivo hebreo ’elohîm; la forma singular es ’el y ’eloah. Supongo que usted quiere saber si ese plural apoya la doctrina de la Trinidad en el Antiguo Testamento; así es como ha sido interpretado en la historia de la teología cristiana. No obstante, y dado que el término es usado de diversas maneras (lo que incluye la designación de dioses paganos), es necesario tener en cuenta el contexto en el cual se emplea. En Génesis, es un contexto singular. Ese ’elohîm es el primer personaje con el que nos encontramos al abrir las Escrituras. 1. El plurar ’Elohîm: Respecto de la utilización del plural en Génesis 1:1, es difícil aducir que está siendo usado con el sentido de una pluralidad de dioses (indicando politeísmo), porque es el sujeto de un verbo conjugado en la tercera persona del singular (ba¯ra¯’, «él creó»). En otras palabras, tenemos la rareza gramatical de un sujeto plural con un verbo en singular: «En el principio, los dioses (él) creó». Según la perspectiva cristiana, el plural «dioses» no es teológicamente correcto, porque hay un solo Dios. Los estudiosos han propuesto diversas explicaciones para este fenómeno, pero no hay un consenso real sobre el significado del plural ’elohîm en Génesis 1:1. En otras palabras, no sabemos por qué el texto hebreo de este pasaje está redactado así. No es difícil entender por qué los cristianos hallaron allí una referencia a la Trinidad. Así como está, el texto habla claramente de un Dios –«él creó»–, no de muchos dioses. El plural, ’elohîm, fue tomado para referirse a las tres personas de la Deidad. Lo más que podemos afirmar contextualmente, sin embargo, es que el plural podría ser una manera velada de señalar una pluralidad dentro de un ser divino único/singular. 2. El Dios plural y el pronombre y verbo plurales: El argumento se complica aún más cuando nos damos cuenta de que en contexto hallamos tanto una rareza gramatical como la gramática correcta con respecto al plural y a los verbos. Ese es el caso en Génesis 1:26: «Entonces dijo [él] Dios [’elohîm]: “Hagamos [na‘as´eh: verbo, primera persona del plural] al hombre a nuestra [nû: pronombre de la primera
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persona del plural] imagen, a nuestra [nû: pronombre de la primera persona del plural] semejanza». Hallamos el plural ’elohîm con el verbo singular en la narrativa descriptiva, pero en las palabras divinas hallamos el sujeto, el verbo y los pronombres en plural. Entonces, en el informe de compleción, leemos: «Y creó [ba¯ra¯’: verbo, tercera persona del singular] Dios [’elohîm] al hombre a su [ô: pronombre de la primera persona del singular] imagen, a imagen de Dios [’elohîm] lo creó [ba¯ra¯’: verbo, tercera persona del singular]» (vers. 27). Estamos de nuevo en Génesis 1:1. Los estudiosos han tratado de explicar el verbo plural y los pronombres plurales en el versículo 26, pero no se ha logrado gran consenso al respecto. La solución más fácil sería reconocer que el texto testifica que el principal personaje de la Biblia es un Dios cuyo ser interno es una pluralidad. Dado que esta pluralidad delibera consigo misma, uno podría ir un paso más allá y sugerir que hay una pluralidad de personas dentro del Dios único. 3. Pluralidad de personas: El contexto mismo aboga por una pluralidad de personas. Hallamos no solo al Dios que crea, sino también al «Espíritu de Dios [rûakh ’elohîm]» que participa directamente en la creación. El testimonio bíblico recuerda a sus lectores que hay un solo Dios Creador: Dios. El Espíritu tiene que ser divino. Un elemento más está presente en el relato de la creación, a saber, la palabra hablada: «Dijo Dios». La Palabra es mediadora entre Dios y la creación misma (Dios→Palabra/Espíritu→Creación). El salmista deja esto en claro cuando escribe: «Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos; y todo el ejército de ellos, por el aliento [rûakh] de su boca» (Sal. 33:6): Dios, Palabra, Espíritu y Creación. Lo que más podemos llegar a afirmar es que en Génesis hallamos, dentro del ser intradivino, al Dios único, una pluralidad de personas que mediante la revelación divina adicional será identificada como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. n
Ángel Manuel Rodríguez se ha jubilado después de trabajar para la iglesia como pastor, profesor y teólogo.
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Mark A. Finley
¿Por qué es tan
difícil hacer lo correcto?
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e ha preguntado alguna vez por qué hacer lo correcto a veces parece tan difícil? ¿Ha luchado alguna vez con lo que tenía que hacer, aunque sin poder hacerlo? Usted quiere ser paciente, pero deja escapar palabras descomedidas? Desea ser temperante, pero su apetito parece fuera de control? Desea controlar sus actitudes, pero en ocasiones no son para nada cristianas? ¿Por qué parece tan difícil hacer lo correcto? ¿Hay principios bíblicos que puedan llevarnos a una nueva dimensión espiritual? ¿Cómo podemos sentir nueva fortaleza espiritual y llegar a ser los cristianos vibrantes que anhelamos ser? El estudio de este mes se enfocará en los principios bíblicos que marcan una diferencia significativa en nuestra vida.
1 ¿Por qué la vida cristiana parece en ocasiones una lucha tan grande? Lea Jeremías 17:9; Romanos 7:21-23; y Efesios 6:12. Hay dos razones por las que luchamos cuando deseamos hacer la voluntad de Dios: En primer lugar, nos encontramos en una batalla entre las fuerzas del bien y del mal. Un mal real quiere destruirnos espiritualmente. En segundo lugar, cada ser humano nacido en este mundo lucha con una naturaleza humana pecaminosa. Desde la caída de Adán y Eva en el Edén, cada ser humano nace con tendencias hacia el mal.
2 Lea Romanos 7:24, 25; 8:1-4. El apóstol Pablo pregunta: «¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?» En otras palabras: «¿Quién me librará de esta naturaleza caída tan propensa al pecado?» ¿Cómo responde esta pregunta Romanos 8:1-4? El problema del pecado tiene solo una solución: Jesús. Su maravillosa gracia nos libra tanto de la culpa como de la esclavitud del pecado. Perdona nuestros pecados y nos da la fortaleza para vencer. Nuestra salvación se encuentra en él, y toda victoria sobre el pecado se halla en su fuerza, no en la nuestra.
3
¿Qué seguridad dio el apóstol Judas sobre la posibilidad de vivir triunfantes en Cristo? Descubra la respuesta en Judas 20-23.
4 ¿Qué dos principios prácticos de Santiago 4:7, 8 podemos aplicar a la vida diaria, para ayudarnos a ser vencedores? Someterse a Dios es rendirle todo lo que no esté en armonía con su voluntad. Es estar dispuesto a darle todo lo que el Espíritu Santo nos señale que, en nuestra vida, está en contra de los principios de su Palabra. Cuando escogemos hacer la voluntad de Dios, él nos brinda la fortaleza para hacer realidad nuestras decisiones. Una vez que tomamos la decisión, él nos da el poder de obedecer. El texto también dice: «Resistid al diablo». En otras palabras, rendirse no es una decisión única y para siempre. Cada día tenemos que seguir rindiéndole a Dios lo que el cielo nos ha señalado que está mal, hasta que eso ya no nos atraiga y haya perdido completamente su poder sobre nosotros.
5
¿Por qué Jesús salió victorioso en el Getsemaní? ¿Qué podemos aprender de su lucha sobre la entrega de la voluntad en nuestra batalla con Satanás? Lea Mateo 26:36-44.
6
¿Cómo animó el apóstol Pablo a los creyentes de Éfeso, diciéndoles que la victoria en la vida cristiana es posible? Lea Efesios 2:1-7. Según el apóstol Pablo, anduvimos «en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire». Antes andábamos «en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos; y éramos por naturaleza hijos de ira» (vers. 2, 3). Pero Dios nos amó, nos redimió, nos salvó por su gracia, nos dio vida, y nos resucitó para que nos sentemos en los lugares celestiales. La gracia de Cristo es suficiente. El poder de Cristo es suficiente. Cristo triunfó sobre los principados y poderes del maligno, y en él, nuestra victoria es segura. n
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A menudo olvidamos que el mejor argumento a favor del cristianismo es un cristiano solícito y amable . –Chamberlain Buttersworth, Londres, Inglaterra
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INTERCAMBIO DE IDEAS
Cartas Fieles al sábado
Al leer el artículo sobre el juez Maraga de Kenia, pensé en mi fallecido esposo Norman Douglass y su experiencia en el gobierno de Australia Meridional. A fines de la década de 1930, era casi imposible conseguir trabajo. Norman logró obtener un empleo temporario en un departamento de gobierno. Era muy meticuloso, y el director del departamento estaba tan agradecido que ofreció darle el primer cargo permanente que estuviera disponible. Norman le agradeció, pero le dejó en claro que no trabajaría los sábados. Por entonces cantaba en el coro misionero de la Municipalidad de Adelaida, y pidió al pastor que hablara con sir Fred Drew, el director del departamento, sobre el sábado. Sir Drew entendió la postura de mi esposo y le aseguró que le daría el primer cargo permanente que estuviera disponible en el Departamento Electoral (el único que no trabajaba los sábados). El puesto de ayudante de oficina quedó vacante, y Norman lo tomó, feliz de tener un cargo permanente. Mi esposo trabajó allí cuarenta años, y llegó a ser Comisionado Electoral de Nueva Gales del Sur. Durante las elecciones, los reporteros de los periódicos solían llamarnos a las 7.00 para saber los últimos resultados, pero sabían que no podían llamar entre
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las puestas de sol del viernes y el sábado. En Australia las elecciones son en sábado, y en los periódicos escribían que era el día más distendido del comisionado porque estaba en la iglesia. En todos los eventos de gobierno, nos ofrecían jugos de fruta en lugar de alcohol. Cuando Norman se jubiló, el titular de primera plana expresó: «Una vida marcada por la religión y la política». Yvonne Douglass C ooranbong, Nueva Gales del Sur, Australia Gran número el de diciembre
Quiero tan solo expresar cuánto disfruté el número de diciembre, en especial la versión actualizada del Salmo 23 titulada «Mi Salmo 23». Fue muy hermosa. Dorothy Salhany por correo electrónico Establecer iglesias
Disfruté de leer el artículo «Una plantación de gracia y paciencia» (Noviembre 2016), en especial las instantáneas sobre los adventistas de diferentes partes del mundo que se muestran activos, compartiendo la fe en sus comunidades. Noté que cada proyecto estaba adaptado a las necesidades de la comunidad local. Está claro que se necesitan diferentes enfoques para alcanzar a diferentes clases de personas. A menudo olvidamos que el mejor argumento a favor del cristianismo es un cristiano solícito y amable. Las doctrinas son importantes, pero solo si nos hacen más parecidos a Jesús. Chamberlain Buttersworth Londres, Inglaterra
Hablar de la fe, proteger la libertad
Ha sido una bendición leer el artículo «Hablar de la fe, proteger la libertad» en la edición de Abril 2016. Estoy en la Armada de Nigeria, y siento que es un artículo para los tiempos que nos toca vivir. Uche Chris Obiwuaku Warri, Delta, Nigeria Inspirado
Gracias por la inspiradora revista. Cada mes la aguardo con ansias. Aunque vivo en Eslovenia, que es parte de la División Transeuropea, las ediciones impresas no son muy regulares, pero uso el sitio web para leer noticias interesantes y contenido espiritual. Que Dios bendiga vuestro trabajo. Zvonko Virtic Eslovenia Mensajes de salud
Muchas gracias por las lecciones de salud que ofrecen en las páginas de Adventist World. Me resultan muy útiles. ¡Ojalá las sigan publicando! C. L. O. Zimbabue
Pautas para las cartas: Envíelas por favor a letters@ adventistworld.org. Las cartas tienen que ser claras, con una extensión máxima de cien palabras. Incluya el nombre del artículo y la fecha de publicación. Coloque también su nombre, el pueblo o ciudad, el estado o provincia y el país desde donde nos escribe. Los envíos serán editados por razones de espacio y claridad. No todas las cartas serán publicadas.
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PALABRAS O MENOS
Mi
personaje bíblico favorito
Las marcas del
Mi personaje preferido es David. Su vida refleja la misericordia de Dios para con los que se arrepienten y piden el perdón divino. «Dios tenga misericordia sobre nosotros» (Sal. 67:1)
n
–Jehoshabeath, Beraguas, Panamá
Los tres amigos de Job son un ejemplo, aunque este no sea positivo. Cuán fácil es juzgar a otros sin saber lo que sucede por detrás del escenario.
n
–Hans Zeit, Nueva Zelandia
Ruth es mi personaje favorito. El estilo de vida y el compromiso de una mujer consagrada – Noemí– influenció en otra mujer –Ruth– para dedicar su vida a Dios. Como resultado, Ruth llegó a ser progenitora de Jesús. ¡Qué poderoso testimonio y ejemplo para nosotros!
n
El 30 de marzo de 1858, en Filadelfia (EE. UU.), Hymen Lipman patentó el primer lápiz con goma de borrar incorporada. Los lápices fueron producidos en forma masiva por primera vez en Nüremberg (Alemania) en 1662. La mayoría son hexagonales, lo que impide que caigan del escritorio o la mesa. Muchas veces son amarillos, porque históricamente, el mejor grafito provenía de la China, y el amarillo está asociado con la realeza china. Un solo lápiz puede trazar una línea de 56 kilómetros de longitud, o escribir unas 45 mil palabras.
–Yvonne, Reino Unido Para la próxima, cuéntenos cuál es su promesa bíblica favorita. Envíela a letters@AdventistWorld.org. y como asunto escriba: «50 palabras»
Fuente: The Writer’s Almanac
Pedidos Y
AGRADECIMIENTOS
Les pido que oren para que pueda cuidar de mi hijo y de mis ocho hijas. Shadrach, Haití
Por favor, oren por lluvia. Hace tres años que tenemos sequía. Harriet, Sudáfrica
Oren por favor por mí y mi familia, para que confiemos en Dios hasta el fin de los tiempos y sigamos fieles hasta su regreso. Violet, Zimbabue
Oren por favor para que Dios me dé una casa nueva. Mis padres son un obstáculo entre Dios y yo. Louise, Polinesia Francesa
Les pido que por favor oren por el proyecto «Misión en Alta Baviera». Necesitamos el apoyo de sus oraciones. Dima, Alemania
Oren por favor por mi familia. Mi madrastra está enferma, y necesitamos dinero para que mi hermano vaya a la universidad. Deogratious, Kenia
Les pido que oren por mi amigo, para que Dios lo guíe en el camino de la verdad. Maurille, Guadalupe Oraciones y alabanzas: Envíe sus pedidos de oración y agradecimientos por las oraciones contestadas a prayer@ adventistworld.org. Sea breve y conciso; dígalo en cincuenta palabras o menos. Los envíos serán editados por razones de espacio y claridad. No todos serán publicados. Incluya por favor su nombre y su país. También puede enviar sus pedidos por fax a: 1-301-680-6638; o por correo a ADVENTIST WORLD, 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600 U.S.A.
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Hace
I O PAT R I M O N
W H I T E
81 S E A R L E
años
UN
MOVIMIENTO
MUNDIAL
Los adventistas del séptimo día están presentes en 215 países. He aquí algunas cifras que reflejan la vitalidad de la iglesia (según datos de diciembre de 2015):
Miembros 19.126.438 Iglesias 81.552 Grupos 69.909 Ministros ordenados 19.020
W.
J.
E
l 3 de marzo de 1936, Clarence Creager Crisler y un grupo de misioneros salieron en dirección al Tíbet. Crisler nació en Brooklyn (Iowa, EE. UU.), y creció en un hogar adventista. Trabajó en las oficinas de la Asociación General en Battle Creek (Míchigan), como secretario privado de líderes como O. A. Olsen, G. A. Irwin y A. G. Daniells. En julio de 1901 comenzó a trabajar para Elena White en la oficina de su hogar en Elmshaven (California), donde continuó hasta un año después de la muerte de ella en 1915. En 1916, mientras acompañaba a A. G. Daniells, presidente de la Asociación General, en un viaje por Asia, Crisler fue nombrado secretario de la División del Lejano Oriente. En 1930, cuando se organizó la División China, se convirtió en su secretario. Fue editor de la revista Outlook de la División del Lejano Oriente, y más tarde de la publicación China Division Reporter. Cuando se le pidió a Crisler que acompañara a G. J. Appel y otros misioneros al Tíbet, demostró cierta preocupación por emprender la larga y difícil travesía, pero de buena gana aceptó la tarea. En Titao (Kansu), una aldea a diez kilómetros al sur de Lanchow (China), Crisler falleció de neumonía, y fue enterrado en el lugar.
Extraordinaria
compositora de himnos
Fanny Crosby, compositora de himnos, nació en Brewster (Nueva York, EE. UU.), el 24 de marzo de 1820. De pequeña, se enfermó, y su familia contrató a un falso médico que le prescribió cataplasmas de mostaza sobre los ojos. Como resultado, quedó ciega. A lo largo de su vida, Crosby escribió las letras de miles de himnos. Nadie sabe exactamente cuántos, porque los editores no querían publicar demasiados himnos de la misma persona. Crosby usó unos cien seudónimos diferentes, y escribió entre tres mil y ocho mil himnos, diecinueve de los cuales aparecen en el Himnario Adventista en inglés. En español, uno de sus himnos más conocidos comienza con las palabras:
«Salvo en los tiernos brazos, de mi Jesús seré,
Fuente: Adventist.org
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y en su amoroso pecho, siempre reposaré».
S T O C K
U N L I M I T E D
60 Minutos
Es la cantidad mínima de tiempo que uno necesita caminar (a paso vivo) para contrarrestar los efectos negativos de pasarse sentado ocho horas. RECUÉRDELO: ¡Los seres humanos no fuimos creados para ser sedentarios! Fuente: The Lancet/Men’s Health
El Sermón del Monte es una de las secciones más conocidas de las Escrituras, aunque no siempre la más practicada . –Douglas Morgan, Takoma Park, Maryland, Estados Unidos
Para preservar el
MÁS GRANDE
LAGARTO
El Parque Nacional de Komodo, en las Islas Menores de la Sonda (Indonesia), fue creado en 1980 para ayudar a preservar el hábitat del dragón de Komodo. Estos dragones pueden alcanzar los tres metros y pesar hasta setenta kilogramos. Fuente: Wikipedia
El Parque Nacional de Komodo también alberga varias especies de peces, reptiles, mamíferos y aves. En 1991, la UNESCO nombró al parque «Patrimonio de la Humanidad».
«He aquí, vengo pronto . . .» Nuestra misión es elevar a Cristo, uniendo a los adventistas de todo el mundo en creencias, misión, vida y esperanza.
Editor ADVENTIST WORLD es una publicación internacional de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, editada por la Asociación General y la División de Asia-Pacífico Norte de la Iglesia Adventista. Junta editora Ted N. C. Wilson, presidente; Guillermo Biaggi, vice presidente; Bill Knott, secretario; Lisa Beardsley-Hardy, Williams Costa, Daniel R. Jackson, Peter Landless, Robert Lemon, Geoffrey Mbwana, G. T. Ng, Daisy Orion, Juan Prestol-Puesán, Ella S.Simmons, Artur Stele, Ray Wahlen, Karnik Doukmetzian, asesor legal Editor ejecutivo Bill Knott Gerente editor internacional Pyung Duk Chun Comisión coordinadora de ADVENTIST WORLD Jairyong Lee, presidente; Pyung Duk Chun, Suk Hee Han, Yutaka Inada, German Lust, Dong Jin Lyu Editores de Silver Spring, Maryland, EE. UU. André Brink, Lael Caesar, Gerald A. Klingbeil (editores asociados), Sandra Blackmer, Stephen Chavez, Wilona Karimabadi Editores de Seúl, Corea Pyung Duk Chun, Hyo Jun Kim, Jae Man Park Directora de operaciones Merle Poirier Editores invitados Mark A. Finley, John M. Fowler Consultor E. Edward Zinke Gerente financiera Kimberly Brown Asistente administrativa Marvene Thorpe-Baptiste Junta administrativa Jayriong Lee, presidente; Bill Knott, secretario; Pyung Duk Chun, Karnik Doukmetzian, Suk Hee Han, Yutaka Inada, German Lust, Ray Wahlen, Exoficio: Juan Prestol-Puesán, G. T. Ng, Ted N. C. Wilson Dirección y diseño gráfico Jeff Dever, Brett Meliti Consultores Ted N. C. Wilson, Juan Prestol-Puesán, G. T. Ng, Guillermo E. Biaggi, Mario Brito, Abner de los Santos, Dan Jackson, Raafat A. Kamal, Michael F. Kaminskiy, Erton C. Köhler, Ezras Lakra, Jairyong Lee, Israel Leito, Thomas L. Lemon, Solomon Maphosa, Geoffrey G. Mbwana, Blasious M. Ruguri, Saw Samuel, Ella Simmons, Artur A. Stele, Glenn Townend, Elie Weick-Dido A los colaboradores: Aceptamos el envío de manuscritos no solicitados. Dirija toda correspondencia a 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600, EE. UU. Número de fax de la oficina editorial: 1 (301) 680-6638 E-mail: worldeditor@gc.adventist.org Sitio Web: http://www.adventistworld.org/ A menos que se indique lo contrario, todas las referencias bíblicas pertenecen a la versión Reina Valera. Revisión 1995. ADVENTIST WORLD es publicada todos los meses e impresa simultáneamente en Alemania, Argentina, Australia, Austria, Brasil, Corea, Estados Unidos, Indonesia y México.
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