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Publicación internacional de los adventistas del séptimo día

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El

plan

radical

I NFOR ME DE L CO N CIL IO A N U A L PÁGINA 3


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Publicación internacional de los adventistas del séptimo día

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El

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TA P A

Un compromiso radical

John Bradshaw

plan

radical

La encarnación de Cristo tuvo un alcance tan grande que seguimos hablando de ella.

INFORME DEL CONCILIO AN UA L

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C R E E N C I A S

F U N D A M E N TA L E S

Nuestro mundo: Entre el pasado y el futuro

Ronnie Nalin

El planeta comenzó con perfección; terminará también de esa manera.

16 El camino a casa D E V O C I O N A L

PÁGINA 3

10 Jamás renunciemos a la verdad PA N O R A M A

M U N D I A L

Ted N. C. Wilson

Conocer la verdad significa vivirla.

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V I D A

13 Dios con nosotros E S P Í R I T U

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P R O F E C Í A

Elena White

No estamos solos.

Shawna Vyhmeister

Cuando el camino parece confuso, es necesario mirar los puntos de referencia. A D V E N T I S TA

La creación de espacios

Jennifer Sigler y Micheal Goatz

¿Qué sucede cuando los jóvenes encuentran algo para hacer en la iglesia?

24 Escape por el techo H E R E N C I A

A D V E N T I S TA

Michael W. Campbell

Acaso Clarence Crisler no sea muy conocido, pero su labor fue sumamente destacada.

D E PA R TA M E N T O S 3 I N F O R M E

M U N D I A L

3 Informes de noticias

RESPUESTAS 26 PREGUNTAS

A BÍBLICAS

«Así escribo yo»

12 Reconsideremos el tema SALUD

MUNDIAL

27 E S T U D I O B Í B L I C O Las catástrofes naturales, la Biblia y el amor de Dios I N T E R C A M B I O 28

D E

I D E A S

spanish.adventistworld.org

www.adventistworld.org: Disponible en línea en doce idiomas

Publicada por la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

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TA PA :

S T U D I O

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INFORME DEL CONCILIO ANUAL Marcos Paseggi, Adventist World

Concilio Anual se enfoca

en la misión al mundo

W O R L D

Las presentaciones llaman a tender puentes de comprensión

A D V E N T I S T

os estrategas de relaciones públicas consideraron que el anuncio era una oportunidad perdida. Todo el potencial inherente de una noticia destinada a marcar un gran impacto cultural fue despilfarrado por la decisión de último momento de revelarla a un pequeño grupo de obreros socialmente insignificantes y sin capacitación en los medios. Asimismo, el anuncio se produjo en medio de la noche, cuando el ciclo de noticias ya se había aquietado y no se podía dar por sentada la cobertura de los principales medios. Aun el inmenso grupo coral que se congregó para celebrar el anuncio parecía haber perdido el momento para el máximo impacto, escogiendo extrañamente, en su lugar, presentar su celebración musical a una ínfima audiencia en un rincón oscuro, en medio de colinas de pastoreo. La pareja misma, si bien tenía algún potencial para la publicidad, no colaboró con la causa, por su relativo silencio en un momento cuando se necesitaban voceros claros y articulados. Hasta se dice que la madre, en lugar de aprovechar el interés público en la historia, «guardaba todas estas cosas en su corazón». En efecto, le llevó años darse cuenta cuán grande era esa historia. Y sin embargo, es la historia que el mundo jamás puede olvidar, la historia que sobre toda otra domina la conciencia del planeta cada diciembre y, en efecto, todo el año. Aunque la narrativa del nacimiento de Jesús hallada en los Evangelios casi no concuerda con las reglas de la élite de medios, ha mostrado un enorme «poder de permanencia», involucrando a millones de personas –a cientos de millones– año tras año, siglo tras siglo, con su historia intemporal de esperanza y promesa. Es el contrapeso de lo que parecen ser opuestos: la omnipotencia oculta en la fragilidad; las riquezas ocultas en las prendas de pobreza; el cambio que llegó en la persona de un bebé. Y sí, usted también contará la historia una vez más este año: a un niño, un padre, una sobrina o un nieto, porque la hallará totalmente inevitable. Es el evento del cual datan todas nuestras realidades; la bisagra decisiva sobre la cual giran los portales de la historia. «Dios con nosotros» es una de las historias más antiguas del planeta, y sin embargo, de manera maravillosa, parece renovarse continuamente. Una vez más este año, lo invito a revivir la historia… y la gracia.

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l Concilio Anual 2017 – un encuentro administrativo de la Junta Directiva de la Iglesia Adventista de unos 450 miembros procedentes de todo el mundo– se dio cita en la sede de la denominación en Silver Los miembros de la Junta Directiva recibieron Spring (Maryland, EE. varios recursos de «Misión a las ciudades». UU.), el 5 de octubre de 2017. El encuentro de cada otoño boreal, donde se comparten informes, y se votan documentos, planes y reglamentos, se inauguró con la Conferencia de Educación y Desarrollo para el Liderazgo (LEAD por su sigla en inglés), un evento anual que busca informar, capacitar y empoderar a los líderes sobre un tema específico. La edición 2017 se enfocó en los gozos y desafíos de la misión global, en momentos en que la iglesia avanza con decisión para compartir el mensaje de Dios con grupos aún no alcanzados. «Nuestro objetivo es reavivar la visión original de la iglesia para la misión –dijo Gary Krause, director de la Secretaría de Misión Adventista–. En cierto sentido, no es nada nuevo, porque la misión es fundamental para nuestro movimiento». Explicó que el desafío es cómo adaptar las verdades eternas de la Biblia a la gran diversidad de grupos de personas que existen en el mundo. «Queremos compartir las buenas nuevas de una manera que resulte significativa y atractiva para los que son muy diferentes de nosotros», expresó. Centros de Misión Global

Parte del día estuvo dedicado a compartir las contribuciones de los Centros de Misión Global con los objetivos de Misión Adventista. Los centros fueron creados por la iglesia mundial para «ayudar a que los adventistas aprendan de qué manera construir puentes de comprensión y amistad con las personas de las principales religiones y filosofías del mundo», según el sitio web del centro. Hay seis centros que se esfuerzan para hallar caminos de entendimiento con las poblaciones urbanas, las religiones del este asiático, las del sur asiático, las relaciones entre adventistas y judíos, las relaciones entre adventistas y musulmanes, y con las personas seculares. Cada uno

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INFORME DEL CONCILIO ANUAL compartió una presentación sobre sus objetivos, planes y recursos. Las grandes religiones del mundo

Cada grupo religioso es único, enfatizaron los directores de los centros misioneros; uno que incluye no solo la religión sino también la cultura y la cosmovisión. El centro para los hindúes está trabajando para tender puentes con la mentalidad hindú, y ayudar a los interesados a realizar la tarea, dándoles capacitación y recursos. Ante el aumento de las poblaciones musulmanas en Occidente, el Centro de Relaciones entre Adventistas y Musulmanes brinda consejo, capacitación y recursos a los adventistas para facilitar esas interacciones. También aconseja a los miembros sobre cómo construir relaciones de amistad con respeto y hacer esfuerzos sinceros de encontrarse con los musulmanes allí donde están. En el caso de los budistas, es fundamental comprender su cosmovisión para establecer relaciones significativas. Los diálogos beneficiosos comienzan cuando se comprende la mentalidad budista, enfatizaron los líderes del centro. Por otro lado, la interacción con las personas de religión judía requiere de un enfoque diferente, según el Centro de Amistad Judío-Adventista. Los presentadores enfatizaron el «profundo conocimiento de las Escrituras» que tienen muchos judíos, y que las interacciones deberían reconocer la contribución de ellos a la fe. A los seculares y posmodernos

La creciente población secular y posmoderna tiene sus propios desafíos. «Después de los cristianos y los musulmanes, el grupo “religioso” más grande del mundo corresponde a los 1200 millones de no religiosos –informó Kleber Gonçalves, director del Centro de Estudios Seculares y Posmodernos–.

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Es uno de los desafíos más grandes, cómo comunicarnos con personas que simplemente no están interesadas en la religión. Y es un desafío no solo en Occidente, sino en todas partes». Una oportunidad significativa, dijo Gonçalves, implica involucrar a los jóvenes de los ambientes seculares y posmodernos. «Hemos descubierto que las relaciones son fundamentales», y además mencionó que la iglesia necesita «que los jóvenes se conecten con los demás, procurando aprender y hablar el idioma de la ciudad». Los jóvenes con la motivación apropiada son muy entusiastas, destacó Gonçalves. Para alcanzar las grandes ciudades

Las grandes concentraciones urbanas, donde vive actualmente más de la mitad de la población, presentan un grupo específico de desafíos para el evangelio, dijo Doug Venn, director del Centro Urbano de Misión Global. «Por cada congregación adventista urbana hay 89.167 habitantes», informó. El objetivo del centro es hallar maneras de alcanzar a ese segmento creciente de la población mundial, que se calcula llegará al 70 por ciento para 2050. El centro está involucrado en varias iniciativas para ejercer un impacto en los grandes centros urbanos con el mensaje de esperanza de Cristo. La iniciativa I Want This City [Dame esta ciudad], por ejemplo, es una serie de TV en 13 partes que sigue a Venn durante nueve meses en Bangkok (Tailandia), una de las ciudades menos alcanzadas del mundo. Aunque perturbador, el programa trató de analizar con franqueza algunos de los desafíos más grandes de la misión contemporánea en centros urbanos. Equilibrio entre centros de avanzada y urbanos

La Conferencia LEAD concluyó con presentaciones adicionales y un panel

Homer Trecartin, director general de los Centros de Misión Global, en su presentación durante la conferencia LEAD. M Y L O N

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de discusión. David Trim, director de la Secretaría de Archivos, Estadísticas e Investigación compartió perspectivas sobre los escritos de Elena White relacionados con la misión a las ciudades. Enfatizó que White sintió una enorme responsabilidad por las ciudades, y que aun con ochenta años dijo que si Dios le daba fuerzas, iría a trabajar a las ciudades. White también se pronunció a favor de los centros de vanguardia, centros misioneros en zonas rurales. Trim contó que White imaginó esos centros de vanguardia –ubicados idealmente en las proximidades de las grandes ciudades– como un lugar donde los miembros que participaran de la misión a las ciudades pudieran recuperarse y descansar. Homer Trecartin, director general de los Centros de Misión Global, clarificó también este punto: «Si pensamos terminar esta tarea, no podemos pensar en tan solo centros de vanguardia. Necesitamos adventistas dedicados que vivan en las ciudades», sin dejar de hallar maneras de que se recuperen en un ámbito rural, concluyó. Trecartin terminó con una nota esperanzada: «He pedido a algunas personas que asuman proyectos en las ciudades y han respondido». n


Para

Redacción de Adventist World

alcanzar las ciudades Presidente de la iglesia lanza apasionado llamado para evangelizar las ciudades

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está rogando que alcancemos a esas masivas fortalezas seculares con el mensaje vivificador del evangelio». Siguiendo con la analogía de Jonás, dijo que aunque muchos han tomado en serio el llamado de Dios para alcanzar a las ciudades, otros, en cambio, se han «embarcado para Tarsis», esa ciudad lejana a la que se dirigió Jonás para escapar del llamado de Dios. «¿Hemos expresado solo palabras bonitas y dado atención superficial a la gran tarea de alcanzar a millones en los centros metropolitanos del mundo? –preguntó Wilson–. ¿Hemos en verdad desafiado a nuestros miembros para que alcancen a otras personas?» Solo los métodos de Dios

Al seguir la orden divina de alcanzar a las ciudades, tenemos que evitar la

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l plan y el anhelo de Dios es que sus seguidores vayan a todas las ciudades para enseñar, predicar y sanar en su nombre, dijo Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista. Sus declaraciones fueron parte del mensaje anual a los miembros de la Junta Directiva de la iglesia, durante el culto de adoración en la sede de la denominación en Silver Spring (Maryland, EE. UU.), el 7 de octubre de 2017. Basándose en el relato bíblico del profeta Jonás, a quien Dios llamó a evangelizar la populosa antigua ciudad de Nínive, Wilson hizo un llamado para que cada miembro dedique todos sus esfuerzos para alcanzar los grandes centros urbanos del mundo. «Los obreros de Cristo aún son pocos en las grandes ciudades –dijo Wilson–. Dios

Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista, predica el sermón del sábado de mañana durante el Concilio Anual.

aplicación de ideas humanas, y adoptar en cambio métodos inspirados por el cielo, dijo Wilson. Ellos han sido claramente expresados en los escritos de Elena White, una de las fundadoras de la iglesia, que los adventistas consideramos inspirados. Wilson explicó que es un enfoque práctico que busca representar el carácter de Cristo ante los demás, y que incluye decenas de posibilidades. Entre otras, mencionó iniciativas comunitarias impulsadas por los jóvenes, clínicas de salud, restaurantes vegetarianos, evangelio de medios y de medios sociales integrados, centros de consejería y la testificación personal ante familiares y amigos. «Estos son profundos conceptos del cielo para trabajar por los grandes centros metropolitanos del mundo», dijo Wilson. Más allá de las definiciones teóricas, sin embargo, Wilson invitó a varios líderes de la iglesia para que compartieran de qué manera están aplicando algunos de estos métodos en las ciudades del mundo. Entre los líderes que se aproximaron al púlpito para contar lo que ellos o sus liderados están haciendo estuvo Teenie Finley, quien junto con su esposo Mark desarrollaron un centro en el estado de Virginia (EE. UU.). En él, ofrecen capacitación a pastores y laicos, además de actividades para la comunidad. El Centro «Living Hope» [Esperanza viva] incluye un salón-iglesia para 270 personas, un centro de medios, una escuela de evangelismo y un centro de salud comunitaria. Sus programas de salud –cocina natural, manejo del estrés y exposición de salud– y sus seminarios de arqueología, profecía y doctrina están atrayendo a cientos de personas de las comunidades circundantes. «Es nuestro deseo seguir el método de Cristo y dar el resto de nuestra vida para capacitar a otros en el ministerio desinteresado», concluyó Finley. A continuación, Gary Krause, director de la Secretaría de Misión Adventista, compartió lo que están haciendo los centros de influencia de áreas urbanas

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INFORME DEL CONCILIO ANUAL para llegar a las grandes regiones no alcanzadas. Otros líderes compartieron iniciativas comunitarias que se están llevando a cabo en ciudades populosas como Hanoi (Vietnam) y El Cairo (Egipto), donde la iglesia se ha comprometido a mostrar el amor de Cristo de maneras prácticas. Todos los miembros y ministerios involucrados

Wilson enfatizó que alcanzar a las grandes ciudades es una «obra masiva», una que no puede ser llevada a cabo tan solo por pastores asalariados. «Necesitamos a Todos los Miembros Involucrados [TMI]», dijo en referencia a una iniciativa de la iglesia mundial que busca que cada miembro se involucre en la misión. «TMI ha energizado a los laicos de manera maravillosa –dijo Wilson–. En muchas regiones de la iglesia mundial se ha convertido en una visión muy motivadora, que ha transformado a las iglesias en poderosos agentes para la ganancia de almas». En un tono más personal, Wilson invitó a cada líder y miembro a sumarse. «Estoy pidiendo personalmente que todos los campos […] enfaticen este maravilloso método de TMI –dijo–. Revitalicemos a nuestros miembros de iglesia en cada área de la misión». Según Wilson, TMI es un proceso que incluye el estudio de la Biblia y la obra misionera y comunitaria, pero también la reforma del estilo de vida, un uso sabio de los medios financieros, familias bien ordenadas en los principios bíblicos, y otros cambios que mejoran la vida. «Todo esto es posible si nos apoyamos en Cristo para todas nuestras necesidades», dijo, mientras invitaba a que el coordinador mundial de TMI Duane McKey y su esposa Kathy compartieran una iniciativa de evangelización que se ha planeado para

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Tokio y otras grandes ciudades japonesas para 2018. McKey contó de iniciativas pasadas y presentes de TMI en Ruanda, Rumania, Nepal y las Filipinas. En preparación para el evento de TMI 2018 en Japón, se invitó a las Filipinas a 48 pastores adventistas japoneses para ponerse al frente de campañas de evangelización. Sus esfuerzos produjeron 1400 bautismos. Se están haciendo preparativos para una campaña similar en la India en 2019. Iniciativas para niños y de salud

En relación con estas y otras iniciativas, Wilson reafirmó que TMI requiere la participación de cada área de actividad de la iglesia. «Tenemos que usar a todos –mujeres, hombres, jóvenes y niños– para llegar a los habitantes de las grandes ciudades», dijo, y acto seguido, presentó a Linda Koh, directora mundial de Ministerios del Niño, invitándola a relatar lo que están haciendo los niños para compartir el amor de Dios en las ciudades. «¿Cómo alcanzar a los millones de niños de las ciudades?», preguntó Koh, antes de compartir algunos de los programas que están ayudando a llevar a los niños a Cristo, como las Escuelas Bíblicas de Vacaciones, las exposiciones de salud, los días para deportes, y festivales de música, entre otros. Koh explicó que el éxito se alcanza cuando los niños llegan a amar y aceptar a Jesús. «Muchos niños vienen hasta nosotros y nos dicen: “Jesús es ahora mi amigo para siempre”», expresó. Un ministerio abarcador de salud también es fundamental para TMI, dijo Wilson. Los pastores y profesionales adventistas de salud pueden trabajar juntos. A manera de ejemplo, llamó a Peter Landless, director de Ministerios de Salud de la iglesia mundial para que contara de qué manera las iniciativas de salud están apoyando la misión de la

iglesia en las grandes ciudades. «El ministerio abarcador de salud cree que cada miembro es un médico misionero», dijo Landless, antes de informar del éxito de iniciativas tales como megas y microexposiciones de salud, programas para dejar de fumar y recuperarse de adicciones, caminatas y carreras aeróbicas y escuelas de cocina. Destacó que cada año se está brindando atención médica gratuita en todo el mundo por al menos 600 millones de dólares, y que se han distribuido 50 millones de libros sobre temas de salud. «Podemos ser parte de esto si creemos en el mensaje de salud, si vivimos el mensaje y si enseñamos el mensaje», dijo Landless. Y concluyó: «Desde un trasplante de corazón hasta la simple hogaza de pan, puede haber allí más religión que en muchos sermones». Un llamado final

A pedido de Wilson, Doug Venn, director del Centro Urbano de Misión Global hizo un sentido llamado para que los miembros se involucren de manera activa para compartir el mensaje de Dios en las ciudades. «Necesitamos ser convertidos y recomprometernos para alcanzar a las ciudades», dijo Venn, quien llamó a los líderes para que junto con él sean «rebautizados para dar prioridad a Misión a las Ciudades». Venn también hizo un llamado especial a utilizar la energía de los jóvenes adventistas. «Necesitamos liberar la energía de los jóvenes, para que puedan usar su capacidad creativa y llevar a Cristo a los que viven en las ciudades». Wilson concluyó su mensaje haciendo un llamado adicional a dar toda la atención que se merece a la obra de evangelización en las ciudades. «Por favor, tomen muy en serio el desafío de “Misión a las ciudades”, y entréguense a Dios en oración al planificar la obra en cada ciudad del mundo –expresó–. ¡El tiempo de trabajar en las ciudades es ahora!» n


Arriba: David Trim, director de Archivos, Estadísticas e Investigaciones de la Iglesia Adventista, presenta uno de varios informes ante el Concilio Anual. Izquierda: G. T. Ng, secretario ejecutivo de la Asociación General, presenta parte del informe de la Secretaría. F O T O G R A F Í A :

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Redacción de Adventist World

Crece la feligresía adventista, pero aún hay desafíos El informe destaca logros y desafíos históricos

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a feligresía adventista está creciendo a un ritmo mayor, dijo David Trim, director de la Secretaría de Archivos, Estadísticas e Investigaciones, en la presentación inicial del informe de la Secretaría. Trim, que destacó las tendencias estadísticas, anunció que para el 30 de junio de 2017, la Iglesia Adventista tenía 20.343.814 de miembros bautizados. Explicó que el incremento incluye el hecho de que el proceso de auditoría, que procura llevar registro de los que dejaron la iglesia, es ahora más lento después de varios años de implementación continuada en la mayoría de las regiones. La tasa de mortalidad de miembros también es más baja. El proceso de auditoría de miem-

bros, sin embargo, tiene que seguir adelante. «Saber las cifras reales nos ayuda a ser buenos mayordomos, y nos ayuda en la planificación estratégica», dijo. La auditoría de miembros «es una herramienta esencial del ministerio pastoral». Trim también informó a los miembros de la Junta Directiva que el índice de pérdida de miembros es muy alto: 39 por ciento, o dos de cada cinco miembros nuevos. «Permítanme recordarles que por lo general, los miembros no dejan la iglesia por diferencias teológicas sino porque pasan por una crisis o experimentan conflictos en la congregación. Pueden sentir que no los echan de menos, que no los atienden ni cuidan, que no son importantes y, des-

pués de unos años, simplemente dejan de asistir». A pesar de las pérdidas, Trim dijo que los ingresos totales están aumentando, dado que en muchos lugares del mundo están experimentando éxito misional. «En la Iglesia Adventista, se bautiza una persona cada 23 segundos –dijo Trim–. Durante los últimos dos años, el promedio de bautismos ha superado los tres mil por día». El número de iglesias nuevas se está incrementando, lo cual resulta ser uno de los mejores indicadores que alimentan un crecimiento sostenido. Aún existe un gran desafío en lo que se conoce como la «Ventana 10/40», una región geográfica que abarca 69 naciones donde la mayoría de la población no es cristiana. «Aunque en esa región vive alrededor del 40 por ciento de la población, hay menos de tres millones de adventistas allí –dijo Trim–. Eso significa solo diez miembros por cada diez mil habitantes». Trim concluyó recordando a los miembros de la Junta Directiva que las estadísticas siempre son un medio, no un fin en sí mismo. «Nos ayudan a saber cómo nos está yendo, y hacia dónde tenemos que ir. Pero si usamos las cifras para definir lo que somos, terminarán siendo perjudiciales». La misión al mundo

Gary Krause, director de Misión Adventista, dijo que los misioneros que trabajan en otras regiones del mundo suman 814 adultos sin contar a sus familias. La mayoría viaja desde Norteamérica. Un plan para enviar profesionales odontológicos y médicos a diversas partes del mundo cuenta actualmente con 62 misioneros en actividad, más otros 31 en etapa de preparación. Bajo la coordinación de Misión Adventista, el Instituto de Misión Mundial (IWM) ofrece capacitación intercultural para los misioneros que trabajan en el extranjero. El IWM también ofrece una

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INFORME DEL CONCILIO ANUAL capacitación para los misioneros que regresan a sus países de origen. Servicios de Voluntarios Adventistas, también parte de Misión Adventista, tiene actualmente 1200 voluntarios intradivisión; 411 de ellos partieron de la División Norteamericana y 270 de la División Sudamericana, las dos regiones que han enviado mayor número de voluntarios internacionales. Pioneros de Misión Global, que trabajan y establecen iglesias en lugares aislados a menudo sin presencia adventista, suman más de dos mil en 130 países. El año pasado, Misión Adventista asignó 2,3 millones de dólares a 687 proyectos de establecimientos de iglesias en diversas partes del mundo. Krause dijo que están usando los más novedosos métodos y tecnologías para atender mejor a las personas. «Gracias a un nuevo Sistema de Prioridades Estratégicas de Misión Global, que identifica en un mapa las zonas con mayores necesidades en términos de presencia adventista, podremos asignar fondos en ciudades y zonas de alta prioridad», dijo.

Adventist World y Red de Noticias Adventistas

Concilio Anual vota seguir dialogando sobre el proceso de unidad y reconciliación

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espués de casi seis horas de discusiones y debates, la mayoría de los miembros de la Junta Directiva de la Asociación General de la Iglesia Adventista presentes en el Concilio Anual votó devolver el documento titulado «Procedimientos para la Reconciliación y la Adherencia al Gobierno Eclesiástico: Fase II» a la Comisión de Supervisión de Unidad en la Misión para discusiones adicionales. «El cuerpo se ha pronunciado –dijo el presidente de la iglesia Ted N.C. Wilson–. Regresará a la comisión. Por la gracia de Dios, hallaremos la manera de traer algo nuevamente aquí».

Lecciones de la historia

El marco del segundo documento

G. T. Ng, secretario ejecutivo de la Iglesia Adventista mundial, brindó una presentación enfocada en varias deserciones y crisis a lo largo de la historia adventista. «No hay cosa tal como navegar completamente en paz –dijo Ng al analizar crisis tales como el debate teológico de 1888 y la crisis de Kellogg a comienzos del siglo XX–. Hay altibajos». Ng dijo que cree que esas experiencias del pasado influyen sobre el presente, porque demuestran de qué manera la conducción divina superó las perturbaciones humanas y ayudó a que la iglesia avanzara aun antes de que se disipara la crisis. «Aunque la iglesia está lejos de ser perfecta, los consejos inspirados nos dicen que no habrá otra iglesia que surja a partir de esta –enfatizó Ng–. La misión tiene que continuar». n

El documento delinea la segunda fase de un proceso de reconciliación votado durante el Concilio Anual del año pasado, que buscó iniciar procedimientos para mantener la unidad de la iglesia en cuestiones relacionadas con la falta de conformidad. Las áreas cubiertas incluyen las Creencias Fundamentales, los votos tomados o los reglamentos eclesiástico-administrativos. La Fase I fue votada durante el Concilio Anual 2016. La Fase II del documento enfatiza el compromiso de la Junta Directiva de «preservar el gobierno y la estructura organizacional de la Iglesia Adventista en todos los niveles» en el contexto de la «paciencia piadosa, amor cristiano y gracia redentora». «Creo que la iglesia ha sido paciente –dijo Wilson en un momento de la dis-

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cusión–. Nuestro propósito es redentor, pero tenemos que respetar los votos de la iglesia mundial». Los reglamentos en la iglesia

La Fase II del documento, que fue enviada de regreso a la comisión que lo originó, también enfatiza la necesidad que existe en la iglesia de tener reglamentos eclesiásticos, basando sus raíces en referencias bíblicas, junto con principios articulados por Elena White, una de las fundadoras de la denominación. «A lo largo de las Escrituras, la organización ha sido una prioridad para el pueblo de Dios –expresa–. La organización de la iglesia también es un claro mandato bíblico y enseñanza bíblica fundacional para el pueblo de Dios en el tiempo del fin». Aunque reconoce que «los reglamentos de la iglesia no son infalibles», el documento explica que los reglamentos ofrecen «el mejor juicio de un grupo representativo de líderes de la iglesia en un momento determinado sobre la manera que tienen las entidades denominacionales de vivir y trabajar juntas». Los Reglamentos Eclesiástico-Administrativos de la Asociación General son resultado de votos tomados por representantes de todo el mundo durante el Congreso de la Asociación General que se lleva a cabo cada cinco años, o durante la reunión anual de la Junta Directiva. El documento de la Fase II se basa en los reglamentos en vigencia votados, como por ejemplo el B 15 05, que aclara «la voz de autoridad» de los Reglamentos.


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Izquierda: Zuki Mxoli, miembro de la Junta Directiva de la Asociación General, participa de la discusión el lunes por la tarde. Derecha: Los miembros de la Junta Directiva votan una de las varias mociones, durante la discusión del documento de la Fase II.

El documento reconoce que «la falta de conformidad pueden ser expresiones muy complejas de valores, creencias y prácticas culturales, étnicas, teológicas, de comunicación y económicas», y divide las prácticas de falta de conformidad en tres categorías. La Categoría 1 se ocupa de las 28 Creencias Fundamentales de la Iglesia Adventista. La Categoría 2 se ocupa de los votos tomados por la Junta Directiva de la Asociación General que implican «una implementación global» y que, de no serlo, «podrían afectar negativamente la unidad de la iglesia». La Categoría 3 incluye «reglamentos, iniciativas y prácticas de naturaleza local, que no violan los votos tomados por el Congreso de la Asociación General o los votos de la Junta Directiva de la Asociación, y que no afectan la unidad de la iglesia».

de conectarnos con personas de diversas partes del mundo», explicó. Lemon dijo que si bien existen problemas de conformidad, él no vio «señales de rebelión» en sus interacciones con las entidades con las que dialogó. «La unidad y el compromiso con el mensaje de la Iglesia Adventista son tan sólidos como siempre». Antes de la discusión sobre tablas, G. T. Ng, secretario ejecutivo de la Asociación General, explicó que si bien el documento se ocupa de la cuestión de la ordenación de las mujeres al ministerio y que ese tema «fue el disparador» de él, posee un marco mucho más amplio, y «tiene que ver con el gobierno [eclesiástico]». Ng recordó a los miembros que «no está en juego la conciencia personal, sino el gobierno eclesiástico.

Trasfondo del documento

El documento de 14 páginas fue leído por Hensley Moorooven, secretario asociado de la Asociación General. Los miembros y los invitados a la junta dirigieron entonces comentarios al presidente desde varios micrófonos ubicados en la sala. Algunos instaron a la comisión a que aprobara el documento y siguiera adelante, mientras que otros apoyaron la devolución del documento a la co-

Thomas Lemon, uno de los vicepresidentes generales de la Asociación General y presidente de la Comisión de Supervisión de Unidad en la Misión, ofreció un informe introductorio. Lemon recibió la tarea de facilitar el proceso de seguimiento del documento «Unidad en la Misión» votado en 2016. «Tomamos el proceso votado el año pasado como un mandato pastoral, una oportunidad

Comentarios sobre tablas

misión para efectuarle mejoras adicionales. Los que apoyaron la devolución presentaron cuestionamientos sobre la constitucionalidad de ciertos segmentos del documento. Algo quedó claro: A pesar de las sólidas convicciones de ambos lados, ninguno sugirió una división de la Iglesia Adventista. «Quiero brindar a este cuerpo cierta seguridad –dijo Dan Jackson, presidente de la División Norteamericana–. No tenemos intención alguna de dividir la Iglesia Adventista y de comenzar nuestra propia iglesia en Norteamérica. No nos separaremos de esta iglesia. Estamos comprometidos con la obra de esta iglesia en Norteamérica y el mundo». Los votos tomados

El principal voto del día fue resultado de una moción de referir el documento a la Comisión de Constitución y Estatutos de la Asociación General. La moción indicó conflictos potenciales entre el documento y las provisiones dentro de la Constitución y Estatutos de la Asociación General. Se solicitó entonces una enmienda para devolver el documento a la Comisión de Supervisión de Unidad en la Misión, y se decidió por voto secreto, con un resultado de 184 a 114 favorable a la moción. n

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n un comienzo, no se parecía mucho a un movimiento. En efecto, la situación parecía sombría. Las oscuras horas de la madrugada del 23 de octubre de 1844 se llenaron de sollozos ahogados y amargas lágrimas en la región de Nueva Inglaterra y otros lugares de Estados Unidos. Miles de creyentes habían anticipado con ansias ver al Salvador cara a cara, pero él no había llegado cuando lo habían esperado. Persistían muchos interrogantes. ¿Los habían guiado erróneamente? ¿Era confiable la Biblia? ¿Estaba su fe depositada en un lugar equivocado? ¿Qué harían ahora? Muchos le dieron la espalda a la Biblia y a todo lo que antes habían creído. Otros ridiculizaron a sus antiguos amigos. Sin embargo, quedó un remanente, un grupo que, aunque chasqueado, no renunció a Dios. Un remanente de dedicados creyentes –la mayoría jóvenes– que siguió escudriñando las Escrituras hasta hallar respuestas sólidas y bíblicas para sus interrogantes. Las profecías no habían fallado. Bajo la conducción divina, aprendieron de la verdad del ministerio de Cristo en el Santuario celestial. Descubrieron que el séptimo día era todavía el día santo del Señor, y que cuando la gente muere, permanece en un estado inconsciente de «sueño» hasta la resurrección. Edificaron su fe sobre la Santa Palabra de Dios, la Biblia, y no fueron decepcionados. Llegaron a ser parte de una larga serie de creyentes fieles que, a lo largo de los siglos, se mantuvieron de parte de la verdad (véase Juan 14:6). Dios siguió guiando a este incipiente movimiento, develando verdades e iluminando el camino que tenían que seguir. Así comenzó el movimiento adventista, de los que guardan la fe de Jesús y proclaman los mensajes de los tres ángeles (se encuentran en Apocalipsis 14), y aguardan con esperanza el pronto regreso de Cristo.

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Jamás renunciemos a la Ted N. C. Wilson La iglesia está en manos de Dios

En el presente, sin embargo, algunos temen por el futuro de la iglesia de Dios. Escuchan el viejo adagio que dice: «¿Dónde está la promesa de su venida?» Otros se preguntan si existe realmente una iglesia remanente. Otros ponen en duda inclusive la veracidad de las Escrituras, cuestionando la verdad de una creación literal en seis días, o diseccionando la Biblia de tal manera que le quitan su significado. No obstante, por más oscuras que aparezcan las cosas, podemos estar seguros de que no tenemos por qué temer, porque esta iglesia está en manos de Dios. Él cuidará de ella. Note estas maravillosas promesas: «A través de los siglos de persecución, lucha y tinieblas, Dios ha sostenido a su iglesia. Ni una nube ha caído sobre ella sin que él

El énfasis está hubiese hecho provisión; ni una fuerza opositora se ha levantado para contrarrestar su obra, sin que él lo hubiese previsto. Todo ha sucedido como él lo predijo. Él no ha dejado abandonada a su iglesia, sino que ha señalado en declaraciones proféticas lo que ocurriría, y se ha producido aquello que su Espíritu inspiró a los profetas a predecir. Todos sus propósitos se cumplirán. Su ley está ligada a su trono, y ningún poder del maligno puede destruirla. La verdad está inspirada y guardada por Dios; y triunfará contra toda oposición».1 ¡Alabado sea Dios por estas preciosas promesas! Podemos exclamar con el apóstol Pedro: «No os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad» (2 Ped. 1:16).


/ T H I N K S T O C K B O W D E N I M A G E S

verdad en la misión No renuncien jamás

No renuncien jamás a las preciosas verdades que Dios ha dado mediante su Palabra. En un mundo cada vez más lleno de caos y catástrofes, ¡qué tremenda bendición es saber que podemos descansar con absoluta confianza en la Palabra inmutable de Dios! A lo largo de la historia humana, y a pesar de los incansables ataques satánicos, Dios había preservado su Santa Palabra. La Biblia contiene un relato preciso de nuestros orígenes, un registro confiable de nuestra salvación, y una vislumbre gloriosa de nuestra cercana liberación. Como adventistas, aceptamos la Biblia como el fundamento de todas nuestras creencias, y vemos en sus páginas nuestra identidad y misión únicas. Con el poder de su verdad, Dios

extrajo de este caótico mundo a la Iglesia Adventista. Tenemos que ser el pueblo remanente de Dios, para ensalzar a Cristo, su justicia, los mensajes de los tres ángeles de Apocalipsis 14 y su pronto regreso. Como pueblo remanente de Dios identificado en Apocalipsis 12:17 como «los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo», tenemos un mensaje único de esperanza, y un mandato de proclamar la gracia de Dios al mundo. El desafío de las distracciones

A veces es fácil, sin embargo, distraerse de la misión que hemos recibido. En el Concilio Anual de la Junta Directiva de la Asociación General en octubre pasado, dos jóvenes que viven en la División Norteamericana, Heidi Carpenter y Ranela Kaligithi, abrieron su corazón ante los miembros de la junta en uno de los cultos matutinos. Al enfocarse en la misión, Kaligithi explicó: «Quiero estar tan llena del amor de Dios en mi corazón que el resultado natural sea alcanzar a un mundo perdido y moribundo. Es por eso que estamos aquí». Y siguió diciendo: «Pero el tema que enfrentamos como iglesia son las distracciones. Estamos tan distraídos que perdemos el ideal de Dios para nosotros […]. Jesús se mantuvo enfocado a pesar del caos que lo rodeaba. Hay momentos en que, al igual que Jesús, tenemos que estar totalmente enfocados […] en cumplir la comisión que Dios nos ha dado. Para algunos, es una cuestión de vida o muerte». Al destacar los efectos de salvar una sola persona, Kaligithi citó a Elena White, quien escribió: «La salvación de un alma es la salvación de muchas almas».2 «Esto significa –siguió diciendo Kaligithi– que cuando un solo tímido miembro decide dedicar todo lo que

tiene y entregarse por completo a Dios para ganar una sola alma, han ganado en efecto muchas almas. Para cumplir la comisión que Jesús nos ha dado a cada uno, necesitamos que tantas personas como sea posible se enfoquen en esa misión». ¿En qué estamos enfocados?

¿En qué estamos enfocados hoy? ¿En ganar a otros para Cristo? ¿O será que hay tantas distracciones en la vida que es difícil enfocarse en algo? Al aproximarnos al umbral de un nuevo año, es un buen momento de repensar nuestras prioridades, de redefinir qué es lo más importante, no solo ahora, sino por la eternidad. Y la buena noticia es que no tenemos que hacer esto solos. Se nos promete que cuando, con toda humildad, nos apoyemos completamente en los brazos eternos del Señor, él obrará por nuestro medio de manera poderosa para dar lugar al mensaje final de misericordia para un mundo moribundo. Nuestro éxito para terminar la obra depende de nuestra sumisión al Creador, y de renunciar al yo para que Jesús pueda controlarnos para vencer el pecado. Los invito a fijar los ojos en Cristo. Con los ojos fijos en Cristo, y firmes en sus promesas, dejemos de lado toda distracción y avancemos con la misión que Dios nos ha dado de salvar a las almas. ¡Cristo viene pronto! n 1 Elena White, Los

hechos de los apóstoles (Pacific Press Publishing Association, 1957), p. 10. Review and Herald, 10 de julio de 1888.

2 En

Ted N. C. Wilson es

presidente de la Iglesia Adventista. Puede seguirlo en Twitter: @pastortedwilson, y en Facebook: @PastorTedWilson.

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S A L U D

M U N D I A L

Reconsideremos el

tema Los lácteos y la salud

Peter N. Landless y Zeno L. Charles-Marcel Me molestó leer el estudio publicado en Internet por la Adventist Review,1 donde se indica que los productos lácteos podrían protegernos contra el cáncer colorrectal. Si solo dice «podrían», ¿por qué publicarlo? ¿Por qué no decir entonces que deberíamos beber alcohol?2

G

racias por la pregunta y por expresar su preocupación. Aunque no escribimos el informe en cuestión,3 usted presenta puntos interesantes e importantes. Una de las reglas implícitas de estas columnas de salud en Adventist World y Adventist Review («Consulte con los médicos» y «Visita a domicilio») es que no son plataformas para polemizar. Jamás procuramos molestar a los lectores o provocar divisiones. Nuestro deseo –y el de los editores– es compartir el mensaje de salud equilibrado y lleno de gracia que ha sido encomendado a la Iglesia Adventista, haciéndolo con claridad, buena información y basándonos en los hechos. Los estudios epidemiológicos de salud y las pruebas clínicas que estudian la salud de las poblaciones y los pacientes a menudo despiertan tantas preguntas como respuestas. Por lo general, las conclusiones de esos estudios usan el «podría», dado que los resultados no se pueden predecir en forma absoluta en cada individuo. Asimismo, en el estudio descrito en el informe, se están estudiando dos resultados: los efectos del calcio sobre el riesgo del cáncer de colon, y el riesgo de los lácteos sobre el cáncer de colon. Esos hallazgos son resultado del análisis de datos de 77 mil adventistas que forman parte del Estudio de Salud Adventista (AHS2). Gran parte del calcio de esos individuos proviene de fuentes no lácteas, lo que permite una comparación más robusta. El término «podría» no

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indica una ciencia sin fundamentos, sino que denota una clara asociación. Esto nos lleva a la siguiente cuestión: la ciencia selectiva. Es conveniente, y aun agradable, aceptar datos que encajan en nuestro punto de vista, creencia o convicción. Puede ser que nos entusiasme el beneficio protector de los lácteos ante el cáncer colorrectal, pero que ignoremos a regañadientes el beneficio de una dieta totalmente vegetariana para evitar el cáncer de próstata. La integridad exige que reconozcamos los hechos y pesemos con cuidado las mejores aplicaciones. Es digno de mencionar que la población estudiada en el AHS2 por lo general consume menos lácteos que la persona promedio en los Estados Unidos. Los reglamentos eclesiásticoadministrativos de la iglesia mundial recomiendan una dieta vegetariana equilibrada para sus miembros. Eso incluye una dieta vegetariana total con suplementos adecuados de vitamina B12 (siempre) y vitamina D (toda vez que sea necesario), y una dieta ovolactovegetariana (que incluye el uso de lácteos y huevos). El Departamento de Ministerios de Salud recomienda que cuando los lácteos formen parte de la dieta, sean usados con moderación –como condimento, por así decirlo– y que se dé preferencia a los productos de reducido tenor graso. Tenemos que recordar que somos una iglesia global; en muchos territorios no existen suplementos económicos de vitamina B12 como equivalentes de los lácteos, ni un fácil acceso a esos suplementos. Por ello, evitamos denigrar los lácteos, que brindan nutrientes fundamentales tales como la vitamina B12 a los miembros de iglesia que viven en esas regiones. Es desafortunado comparar los lácteos con el alcohol (aun en broma)

y sugerir que beber alcohol es saludable. Hay estudios que indican que, de hecho, beber alcohol podría ser saludable; sin embargo, hay un consenso abrumador de todos los organismos responsables de que el alcohol es adictivo, destructivo y, en efecto, no brinda ventajas a un estilo de vida que ya es deliberadamente saludable. La principal razón para no beber alcohol sigue siendo de naturaleza espiritual. Los lácteos no se encuentran en la misma categoría. Deseamos ser equilibrados y consecuentes, y compartir con bondad y cortesía hacia aquellos a quienes servimos, las bendiciones de la vida sana que se nos han encomendado. En nuestro ministerio diario, bien haríamos en recordar las palabras de Jesús cuando dijo: «Oíd, y entended: No lo que entra por la boca contamina al hombre; pero lo que sale de la boca, esto contamina al hombre» (Mat. 15:10, 11). Señor, guía lo que entra en mi boca y, por favor, ¡filtra lo que sale de ella! n 1 www.adventistreview.org/church-news/story5444-consumingdairy-may-protect-against-colorectal-cancers-study-says. 2 Pregunta en versión abreviada. 3 Yessenia Tantamango-Bartley, Synnove F. Knutsen, Karen Jaceldo-Siegl, Jing Fan, et al, Public Health Nutrition, vol. 20, número 14, pp. 2577-2586.

Peter N. Landless es cardiólogo nuclear

certificado y director de Ministerios Adventistas de Salud de la Asociación General.

Zeno L. Charles-Marcel es especialista

certificado en medicina interna y director asociado de Ministerios Adventistas de Salud de la Asociación General. F O T O G R A F Í A :

J AYA S E E R

L O U R D H U R A J


E S P Í R I T U

D E

P R O F E C Í A

Dios con

E

l amor se despierta únicamente por el amor. El conocer a Dios es amarle; su carácter debe ser manifestado en contraste con el carácter de Satanás. En todo el universo había un solo ser que podía realizar esta obra. Únicamente aquel que conocía la altura y la profundidad del amor de Dios, podía darlo a conocer. Sobre la oscura noche del mundo, «[nacería] el sol de justicia y en sus alas [traería] salvación» (Mal. 4:2).

nosotros Porque de tal manera amó Dios . . .

El plan revelado

Elena White

T H I N K S T O C K

El plan de nuestra redención no fue una reflexión ulterior, formulada después de la caída de Adán. Fue una revelación «del misterio que se ha mantenido oculto por tiempos eternos» (Rom. 16:25). Fue una manifestación de los principios que desde edades eternas habían sido el fundamento del trono de Dios. Desde el principio, Dios y Cristo sabían de la apostasía de Satanás y de la caída del hombre seducido por el apóstata. Dios no ordenó que el pecado existiese, sino que previó su existencia, e hizo provisión para hacer frente a la terrible emergencia. Tan grande fue su amor por el mundo, que se comprometió a dar a su Hijo unigénito «para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna» (Juan 3:16). Lucifer había dicho: «Junto a las estrellas de Dios levantaré mi trono […]; seré semejante al Altísimo» (Isa. 14:13, 14). Pero Cristo, «siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomó la forma de siervo y se hizo semejante a los hombres» (Fil. 2:6, 7). Este fue un sacrificio voluntario. Jesús podría haber permanecido al lado del Padre. Podría haber conservado la gloria del cielo, y el homenaje de los ángeles. Pero prefirió devolver el cetro a las manos del Padre, y bajar del trono del universo, a fin de traer luz a los que estaban en tinieblas, y vida a los que perecían.

El Dios encarnado

Hace casi dos mil años, se oyó en el cielo una voz de significado misterioso que, partiendo del trono de Dios, decía: «He aquí yo vengo». «Sacrificio y ofrenda no quisiste, mas me diste un cuerpo […]. He aquí, vengo, Dios, para hacer tu voluntad como en el rollo del libro está escrito de mí» (Heb. 10:5-7). En estas palabras se anunció el cumplimiento del propósito que había estado oculto desde las edades eternas. Cristo estaba por visitar nuestro mundo, y encarnarse. Él dice: «Me diste un cuerpo». Si hubiese aparecido con la gloria que tenía con el Padre antes que el mundo fuese, no podríamos haber soportado la luz de su presencia. A fin de que pudiésemos contemplarla y no ser destruidos, la manifestación de su gloria fue velada. Su divinidad fue cubierta de humanidad, la gloria invisible tomó forma humana visible […].

Así Cristo había de venir en «nuestro cuerpo mortal» (Fil. 3:21), «hecho semejante a los hombres». A los ojos del mundo, no poseía hermosura que lo hiciese desear; sin embargo era Dios encarnado, la luz del cielo y de la tierra. Su gloria estaba velada, su grandeza y majestad ocultas, a fin de que pudiese acercarse a los hombres entristecidos y tentados. n * Los textos que dicen NRV95 pertenecen a la Reina-Valera 95® © Sociedades Bíblicas Unidas, 1995. Usada con autorización.

Los adventistas creemos que Elena White (1827-1915) ejerció el don bíblico de profecía durante más de setenta años de ministerio público. El presente fragmento ha sido extraído de su libro El Deseado de todas las gentes (Mountain View, CA: Pacific Press Publishing Association, 1955), pp. 13, 14.

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C R E E N C I A S

F U N D A M E N T A L E S

Nuestro

Ronny Nalin

mundo

NÚMERO 6

Entre el pasado y el

Una mirada al kosmos a través de los lentes del

L

a vida es un don increíble. Al considerar las interacciones complejas que lo hacen posible, experimentamos un profundo sentido de asombro. Aun los componentes inorgánicos de nuestro sistema, desde el suelo donde crecen las plantas hasta el aire que respiramos, son parte de un hermoso equilibrio que vincula a los habitantes de la tierra con su habitación planetaria. Nuestro mundo, sin embargo, es también escenario diario de dolorosos eventos y situaciones angustiantes tales como enfermedades, catástrofes naturales, falta de recursos y severidad del clima en muchas regiones del planeta. Al observar ese desconcertante conglomerado del bien y el mal, nos hacemos la pregunta: ¿Es esta la manera en que Dios diseñó el mundo desde el comienzo? ¿Planificó él que nuestra vida esté en constante agitación, entre el gozo y el sufrimiento, el éxtasis y la angustia? En las páginas del Nuevo Testamento, hallamos una respuesta coherente a esa pregunta, dado que se ocupa de las condiciones de nuestro mundo desde una perspectiva cósmica. El mundo: Un sustantivo con múltiples facetas

Como sucede con muchas otras palabras, la palabra «mundo» posee significados distintos y puede ser vinculada con diversos conceptos. Esto también se aplica a su uso en el Nuevo Testamento, donde en efecto, hay al menos tres palabras griegas diferentes que suelen ser traducidas como «mundo». La primera y más común es kosmos, que puede referirse a la totalidad del universo físico, como en Hechos 17:24, donde Pablo describe «el Dios que hizo el mundo [kosmos] y todas las cosas que en él hay».1 Más a menudo, sin embargo, el énfasis se encuentra específicamente en el ámbito terrestre (por ej. en Mat. 26:13; Rom. 10:18). El mundo es el escenario donde se desenvuelve el drama de la condición humana: «El pecado entró en el mundo [kosmos] por un hombre» (Rom. 5:12). Por lo tanto, en el Nuevo Testamento, el kosmos a menudo es usado con una connotación espiritual, volviéndose sinónimo de un enfoque de la vida que es antitético a los principios de Dios. Por

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ejemplo, Santiago expresa que «cualquiera […] que quiera ser amigo del mundo [kosmos] se constituye en enemigo de Dios» (Sant. 4:4), y Juan declara que «el mundo [kosmos] entero está bajo el maligno» (1 Juan 5:19). Al considerar esa connotación negativa de la palabra kosmos, quedamos maravillados al darnos cuenta de que Dios amó a este kosmos al punto de dar a su único Hijo para rescatarlo (Juan 3:16). La segunda palabra griega que se traduce como «mundo» es oikoumene. Se usa más para referirse a los habitantes de la tierra en lugar del planeta en sí. Lo hallamos en versículos tales como Hechos 17:31, donde Pablo dice que Dios «ha establecido un día en el cual juzgará al mundo [oikoumene] con justicia», o Lucas 2:1, donde se informa que el Emperador Augusto decretó «que todo el mundo [oikoumene] fuera empadronado». Por último, la palabra griega aion también puede, en ocasiones, ser traducida como «mundo». Aion indica más apropiadamente un período de tiempo, una era, el trasfondo temporal en el que son y suceden las cosas. Por ello, cuando Pablo dice: «No os conforméis a este mundo [aion]» (Rom. 12:2), se refiere a la era presente, la economía de las cosas en un mundo corrompido por el pecado. El mundo: No es igual que en el pasado

Cuando consideramos lo que dice el Nuevo Testamento sobre el mundo en el que vivimos, notamos que la discontinuidad con el pasado es un concepto clave. Al hablar sobre el planeta antes del diluvio, Pedro, por ejemplo, dice que «por lo cual el mundo [kosmos] de entonces pereció anegado por las aguas» (2 Ped. 3:6). La expresión «de entonces» implica un contraste y una diferencia entre el presente y el mundo antediluviano, algo que ahora hemos perdido. Sin embargo, un cambio más significativo que alteró las condiciones del mundo después de la creación fue la entrada del pecado (Rom. 5:12). La creación de Dios ahora sufre bajo la esclavitud de la corrupción (Rom. 8:20-22). En el mundo actual los poderes de las tinieblas (Efe. 6:12) han extendido su influencia hasta el punto de que su comandante es llamado


futuro

Nuevo Testamento «el príncipe de este mundo [kosmos]» (Juan 14:30) y «el dios de este mundo [aion]» (2 Cor. 4:4). El mundo: No es igual que en el futuro

La buena nueva del Nuevo Testamento, sin embargo, es que también habrá una clara discontinuidad entre el estado presente y futuro de las cosas. En muchos pasajes, se hace una distinción entre lo que ahora experimentamos y lo que vendrá (por ej. en Rom. 8:38; 1 Cor. 3:22; 1 Tim. 4:8; Heb. 13:14). De un lado, tenemos «este mundo [kosmos, aion]» (Juan 12:25; Rom. 12:2; 1 Juan 4:17) o «este mundo» [aion]” (2 Tim. 4:10). Por otro lado, tenemos referencias explícitas a un «siglo venidero [aion]» (Mat. 12:32; Efe. 1:21) y a un «mundo venidero [oikoumene]» (Heb. 2:5). Es interesante que la palabra kosmos jamás es usada para referirse al mundo futuro, quizá por su asociación con los aspectos negativos de la realidad presente.2 Al usar términos diferentes, tales como «un cielo nuevo y una tierra nueva» (Apoc. 21:1), o aion y oikoumene, los escritores del Nuevo Testamento enfatizaron un cambio inconfundible del viejo sistema de cosas. La nueva dispensación no será una mera modificación de la presente, sino algo completamente nuevo: «Ya no habrá más muerte, ni habrá más llanto ni clamor ni dolor, porque las primeras cosas ya pasaron. El que estaba sentado en el trono dijo: “Yo hago nuevas todas las cosas”» (Apoc. 21:4, 5).

La

creación

Dios ha revelado en las Escrituras un informe auténtico e histórico de su actividad creadora. Creó el universo, y en una creación reciente de seis días el Señor hizo «los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay» y reposó en el séptimo día. De ese modo determinó que el sábado fuera un monumento perpetuo de la obra que finalizó y completó durante seis días literales que, junto con el sábado, constituyen la misma unidad de tiempo

Claridad, resiliencia y esperanza

Si adoptamos la descripción que hace el Nuevo Testamento de un mundo original, ahora caído pero hecho nuevo en el futuro, eso impactará en nuestra manera de vivir la testificación cristiana de maneras prácticas. Al considerar el pasado, la mayor claridad nos ayuda a que evitemos atribuir a Dios las realidades del mal con las cuales él no está asociado. Al vivir en el presente, se nos anima a ser resilientes, pensando de qué manera aún puede verse la mano de Dios en el kosmos, más allá de los milenios de maldad y degeneración después de la caída. Por último, al aguardar el futuro, somos llenos de esperanza y anticipación contagiosa del cielo nuevo y la nueva tierra en los cuales mora la justicia (2 Ped. 3:13). n 1 Las

citas bíblicas han sido extraídas de la Reina-Valera 1995 versión Reina-Valera 95® © Sociedades Bíblicas Unidas, 1995. Usada con autorización. Todos los derechos reservados. G. Kittel, G. W. Bromiley y G. Friedrich, Theological Dictionary of the New Testament: Abridged in One Volume (Grand Rapids: Eerdmans, 1985), p. 462. 2 Véase

El doctor Ronny Nalin es científico asociado del Instituto de Investigaciones de Geociencia de la Asociación General de la Iglesia Adventista, y vive con su esposa Elisa y dos hijas en Mentone, California, Estados Unidos.

que hoy llamamos semana. El primer hombre y la primera mujer fueron hechos a imagen de Dios como corona de la creación; se les dio dominio sobre el mundo y la responsabilidad de tenerlo bajo su cuidado. Cuando el mundo quedó terminado era «bueno en gran manera», porque declaraba la gloria de Dios. (Gén. 1; 2; 5; 11; Éxo. 20:8-11; Sal. 19:1-6; 33:6, 9; 104; Isa. 45:12, 18; Hech. 17:24; Col. 1:16; Heb. 1:2; 11:3; Apoc. 10:6; 14:7).

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C II O ON NA A LL D E V O C

F R A N C I S C O

A N Z O L A

El camino a

casa

Shawna Vyhmeister

Cuando Dios nos envía a algún lado, él promete acompañarnos

N

uestro vehículo frenó de golpe mientras mi esposo se resguardaba detrás de un automóvil estacionado, para permitir que el tráfico en sentido contrario pasara por esa estrecha calle. ¿Dónde estábamos? ¿Por qué las calles eran tan pequeñas y atestadas y aun así, la gente estacionaba de ambos lados? ¿Dónde estaba el centro comercial que estábamos buscando? La tensión crecía mientras la luz del día se esfumaba y la batería del teléfono/ GPS bajaba cada vez más. Habíamos llegado al Líbano para trabajar en la Universidad de Oriente Medio, solo unas semanas antes. Necesitábamos

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provisiones básicas para trasladarnos desde las habitaciones de huéspedes del campus a nuestra vivienda definitiva. El ocupado cronograma escolar nos dejaba poco tiempo para las cosas básicas, y mucho menos para salir de compras. Por ello, nuestra idea era encontrar rápidamente lo que necesitábamos y regresar a casa. «Necesitamos doblar a la izquierda en la próxima intersección». La voz de mi esposo me devolvió al presente mientras él me pasaba el celular y salía de nuestro estacionamiento temporario. El mapa parecía claro; a pesar de ello, en la vida real, las calles parecían cada vez más estrechas y tapadas por el


tráfico. La siguiente intersección era un paso sobre nivel, y lo pasamos antes de que pudiéramos doblar a la izquierda. Después de varios desvíos más y cuarenta y cinco minutos de ver partes de Beirut que ojalá no tenga que ver nunca más, llegamos finalmente a destino y pudimos hacer las compras. Hallamos artículos de limpieza, elementos para armar la cocina y aun una aspiradora en oferta. En uno de esos momentos afortunados, hasta descubrimos que el centro comercial tenía un lugar donde recargar los teléfonos mientras hacíamos las compras. Es maravillosa la manera que tiene Dios de ocuparse de los detalles. Pronto cumplimos nuestro objetivo y estuvimos listos para volver a casa. Para entonces, por supuesto, ya estaba completamente oscuro. Después de experimentar los desafíos de las calles y el tráfico y la inexactitud del GPS en el camino de ida, me preparé para el viaje de regreso. La oscuridad, por cierto, no facilitaría las cosas. Fiel a lo que habíamos vivido un rato antes, hubo indicaciones equivocadas y vueltas en U, pero al menos vimos una parte diferente de la ciudad. Puntos de referencia

La Universidad de Oriente Medio, donde trabajamos, se encuentra sobre una hermosa colina desde la cual se tiene una vista maravillosa de la ciudad de Beirut y el Mar Mediterráneo. La ciudad es una de las más antiguas del mundo, ya que la zona fue ocupada hace unos cinco mil años, y hay cartas del siglo XIV a.C. escritas a un faraón egipcio que la llaman «Biruta». En ese hermoso marco, los caminos comienzan a tener más sentido. La mayoría de estas calles fue construida mucho antes de que existiera la posibilidad de un embotellamiento. Antes de los automóviles, los senderos estrechos no eran ningún problema. Tampoco los estacionamientos eran un problema. Pero conducir en el presente en esa moderna metrópoli, con sus calles estrechas y de una sola vía e intersecciones irregulares, presenta muchos desafíos, en especial para quienes no tienen experiencia y se confunden fácilmente. Una vez que llegamos a la ruta principal, comencé a distenderme un poco al ver algunos puntos de referencia conocidos. Pero estaba la parte del camino que va desde la ruta, cuesta arriba, hasta la universidad. Cada vez que pasábamos por la zona, nos parecía diferente. Andar de noche era en particular un desafío, en especial para mí. Mientras Ron doblaba para aquí y para allí, siguiendo alguna lógica interna que solo conocen los hombres y las palomas mensajeras, me sentí agitada otra vez. ¿Cuándo terminaríamos de aprender el camino de ese lugar que ahora era nuestro hogar? Y entonces la vi. En la intersección triangular cerca de la base de la colina, se encontraba la reconstrucción de Cristo en la cruz. Aun de noche resplandecía de luz. La tensión que

sentía se aligeró al darme cuenta de que desde allí podía hallar el camino a casa. Entonces, un sentimiento de asombro borró completamente mis tensiones, al darme cuenta de que siempre es así. Si hallamos el camino hasta el pie de la cruz, siempre podemos hallar el camino a casa desde allí. Aun en un país nuevo y extraño, la cruz de Cristo nos hace hermanos y familiares. Todo recobra sentido y se acomoda cuando logramos ver a Cristo. En ese lugar nuevo y confuso, esa simple lección de confianza me ha ayudado a establecerme y sentirme en casa. Por supuesto, hay desafíos y dificultades cuando se vive en un país extranjero. Pero también hay bendiciones en abundancia. No es de sorprender que la gente aquí es maravillosa, la comida deliciosa y el clima… mediterráneo. En Oriente Medio, sin embargo, también hay tensiones centenarias. Hay necesidades increíbles entre los refugiados, que llegan desde la Siria asolada por la guerra y de países vecinos debido a la inestabilidad de sus naciones. En la universidad donde trabajamos hay grandes necesidades. Hay desafíos casi imposibles en la tarea de compartir el evangelio en esta región del mundo, donde se estima que solo el tres por ciento de la población es cristiana. No obstante, no importa cuál sea la situación que nos rodea, recuerdo Éxodo 4:11 y 12. Allí la Biblia habla de la aprehensión que sintió Moisés ante la tarea que le aguardaba, y para la cual él se sentía totalmente incapaz. «¿Y quién le puso la boca al hombre? –le respondió el Señor–. ¿Acaso no soy yo, el Señor, quien lo hace sordo o mudo, quien le da la vista o se la quita? Anda, ponte en marcha, que yo te ayudaré a hablar y te diré lo que debas decir» (NVI). Nuestras necesidades son oportunidades para Dios, y él ya tiene la solución para lo que nos pide. Dios nos ha dado una tarea, y nos ha prometido ayudarnos a llevarla a cabo. La inestabilidad de la región ha producido oportunidades de esparcir el evangelio. La insuficiencia que deriva de ser una iglesia pequeña en un lugar inmenso nos ha forzado a depender de Dios, lo que es muy bueno. Y cada vez que regresamos a casa tenemos ese recordatorio: Cristo allí en la cruz. Esa es nuestra guía, nuestro punto de referencia. No importa de dónde seamos o adónde vayamos. Mientras podamos ver la cruz de Cristo, sabemos dónde estamos. Sí, estamos por llegar a casa. n

Shawna Vyhmeister, Ph.D., es profesora y directora de investigaciones en la Universidad de Oriente Medio, en Beirut (Líbano).

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N O TA D E TA PA

John Bradshaw

Un L

comprom

a isla Roosevelt, en la ciudad de Nueva York, es una angosta franja de tres kilómetros de longitud en el río Este, entre Manhattan y el extremo occidental de Long Island. Hoy es conocida por el icónico tranvía aéreo que conecta la isla con el sector de Manhattan llamado Upper East Side. En el siglo XIX, sin embargo, era conocida por razones diferentes, dado que fue protagonista de un escándalo que captó la atención de toda la nación. En 1887, la isla Roosevelt se llamaba isla Blackwell, y albergaba un hospital, una penitenciaría y otras instituciones construidas por la ciudad de Nueva York, lo que incluía el manicomio de la Isla Blackwell. Se planeó que el manicomio fuera una instalación de vanguardia, y que usara los tratamientos más avanzados. En realidad, terminó siendo un hospital psiquiátrico sucio, peligroso, y superpoblado, donde se alimentaba a los residentes con comidas rancias, se los sometía a tratamientos bárbaros, y a menudo los presidiarios de la penitenciaría cercana cuidaban a los enfermos. Las historias de los abusos y la crueldad rampantes ocupaban a menudo los periódicos. En 1879, el New York Times publicó un artículo titulado «Dementes atormentados». En 1887, la periodista Nellie Bly se hizo pasar por loca para ser admitida en el manicomio, para revelar así la realidad de las condiciones en el lugar.

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Es necesario estar comprometido totalmente con una causa para producir cambios duraderos


miso radical Bly informó sobre las atroces realidades que vivió los diez días que pasó en la atestada institución en el New York World, un periódico que en ese entonces pertenecía a Joseph Pulitzer, y en el libro Diez días en el loquero, publicado al año siguiente. Describió el manicomio como una «trampa para ratas, usada con seres humanos». Escribió: «Es fácil entrar, pero una vez allí, es imposible salir». Después de ser admitida, dejó de actuar como si estuviera loca. Sin embargo, «cuanto más cuerda actuaba –diría más tarde– más loca pensaban todos que estaba». Como resultado de la estadía de Nellie Bly en el manicomio de la Isla Blackwell y la subsiguiente publicidad que recibió su informe, la ciudad invirtió un millón de dólares en las instalaciones, liberó a pacientes inmigrantes que habían sido admitidos simplemente porque no se entendía lo que decían, y expulsó a muchos empleados. Fue el acto de Bly de identificarse con los olvidados, los oprimidos y los maltratados, lo que llevó a cambios monumentales que mejoraron la vida de miles de personas. Vino a los suyos

Podría decirse fácilmente que el mundo al que entró Jesús hace dos mil años era un loquero. Al tiempo del nacimiento de Jesús, Galilea era gobernada por un tirano paranoide que ordenó la ejecución de cada bebé del pueblo

F O T O G R A F Í A :

G I N O ’ S

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de Belén. Nazaret, el pueblo donde se crió Jesús, tenía una reputación tan pobre que uno de sus futuros discípulos preguntó si algo bueno podía salir de ese lugar (Juan 1:46). El oscuro mundo del manicomio al que ingresó Nellie Bly era cruel y despiadado. El mundo al que Jesús ingresó era terriblemente peor. Para cuando Jesús vino a esta tierra, «el pecado había llegado a ser una ciencia, y el vicio era consagrado como parte de la religión».1 ¿Qué podía llevar a Nellie Bly a asumir una tarea tan riesgosa, tan potencialmente peligrosa? Esa mujer tuvo una personalidad inmensa. Años después se convirtió en inventora y exitosa empresaria. Entre tanto, obtuvo el récord del viaje más rápido alrededor del mundo, regresando a Hoboken (Nueva Jersey), setenta y dos días después de su partida. Bly, que nació un año antes que comenzase la Guerra Civil y creció cerca de Pittsburgh (Pensilvania), tuvo una colorida existencia, llena de aventuras y notoriedad. No obstante, pocos pueden sostener que el servicio que brindó a los desafortunados fue una contribución realmente duradera. A menudo se necesita un compromiso radical a una causa para producir cambios duraderos. Pensemos en Gandhi, Martin Luther King Jr. o Nelson Mandela, quienes produjeron cambios pero pagaron un enorme costo por ellos.

Y sin embargo, es la encarnación de Jesús –de Jesús, el Hijo divino de Dios, que vino a este mundo a vivir como hombre– lo que representa la demostración más impactante de abnegación alguna vez vista. No fueron diez días en el manicomio seguidos de la demanda de un abogado pidiendo su liberación, y entonces artículos, libros, aventura y riqueza. Fue el Soberano del universo que dejó el cielo –lo que «ojo no vio ni oído oyó» –y entró a un mundo sin brújula moral, donde los enemigos de Dios procuraban quitarle la vida. Jesús aún era un bebé cuando su padre terrenal huyó de Belén con su familia para que no mataran al Niño. Con una misión

La encarnación de Cristo, sin embargo, no sería como cualquier otro nacimiento de la historia. Jesús nació con un propósito. Un propósito singular, que aún se está obrando en millones de vidas. Al hablar de Jesús, Pablo escribió en Filipenses 2:6 y 7: «Él, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomó la forma de siervo y se hizo semejante a los hombres». Jesús era un Hombre con una misión. Los confinados del planeta necesitaban tener la oportunidad de conocer al verdadero Dios y experimentar la salvación del pecado. Imaginen

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por un momento si la misión de Nellie Bly hubiera terminado en fracaso. ¿Qué habrían hecho los que estaban sufriendo en ese manicomio: las mujeres empujadas a sentarse todo el día en bancos duros en obligatorio silencio, las almas quebrantadas empapadas por baldazos de agua helada, totalmente aisladas del mundo exterior? «Dos meses la habrían convertido en un despojo mental y físico», escribió Nellie Bly. ¡Qué bueno que su misión terminó con éxito! No obstante, ¿qué habría pasado si la misión de Jesús hubiera terminado en fracaso? Mateo 1:21 dice: «Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados». Eso es lo que significó la encarnación. Un pueblo salvado del pecado. En términos de salvación, la encarnación y la muerte de Jesús en la cruz son cuestiones del registro histórico. Pero su obra no está aún totalmente terminada. Un día, mientras hablaba a un grupo de líderes judíos, Jesús realizó una declaración fascinante. Después de haber sido acusado de blasfemar y de quebrantar el sábado, dijo: «Y no queréis venir a mí para que tengáis vida» (Juan 5:40). Es interesante que Jesús no les dijo que el problema de ellos era el pecado. Podría haberlo hecho, y habría tenido razón. Pero Jesús se aproximó a ellos desde otro ángulo. Su audiencia, sin embargo, se rehusó a reconocer que la solución para el pecado se encontraba en su medio. No estuvieron dispuestos a ir a él, a pesar de lo que sabían sobre Jesús y su misión. Conocían perfectamente que el sacerdote Zacarías había perdido la capacidad de hablar por intervención divina. Ningún sacerdote de Jerusalén quedaba mudo sin causar un gran alboroto. Esos líderes habían escuchado el

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informe de los pastores que afirmaron haber visto y oído ángeles que anunciaban el nacimiento del Salvador. Sabían que un grupo de filósofos había visitado Jerusalén y preguntado por el Mesías. Sabían de la visita de Jesús al templo a los doce años, y habían escuchado que Juan el Bautista anunció que Jesús era «el Cordero de Dios». Era bien sabido que Jesús había transformado el agua en vino, sanado a los enfermos y expulsado demonios. ¡Lo sabían! Y sin embargo, aún no estaban dispuestos a ir a él para tener vida. Jesús sabía que, al venir a este planeta, estaba ingresando en territorio hostil. «A lo suyo vino, pero los suyos no lo recibieron». La Luz resplandeció en las tinieblas, «y las tinieblas no la dominaron» (Juan 1:11, 5). A pesar de que la profecía de Daniel revelaba el momento en que Jesús sería ungido como Mesías (y por lo tanto, establecía el momento aproximado de su nacimiento), los mismos encargados de preparar el mundo para el advenimiento del Mesías estaban dormidos, confiados en su salvación. A nuestro corazón

La encarnación fue una maravilla, un milagro, un fenómeno sobrenatural. El Creador del universo, nacido de mujer. Y sin embargo, hace dos mil años, la encarnación de Jesús fue ignorada por los que más la deberían haber celebrado. ¿Podría llegar a repetirse la historia? La pregunta para el pueblo de Dios hoy es, ¿Qué hacemos con la encarnación? Al igual que los líderes religiosos de los días de Jesús, también lo sabemos. Sabemos lo que ellos sabían –el agua en vino, la resurrección de los muertos, los ojos abiertos de los ciegos, el cojo que camina y salta y alaba a Dios– y todavía más. Sabemos que

Dios ha obrado milagrosa y providencialmente durante los últimos dos mil años, y lo hemos visto obrar en nuestra vida. Hemos recibido respuesta a nuestras oraciones, hemos experimentado milagros o, al menos, hemos escuchado de cómo Dios ha obrado en la vida de otros. Toda la evidencia de que Jesús es Hijo de Dios, de que vino al mundo para darnos vida eterna… Jesús no vino a este mundo para impresionarnos sobre lo que la divinidad puede hacer, o para suavizar nuestros endurecidos corazones con encantadoras imágenes mentales de un bebé que nació donde se alberga al ganado. Jesús vino a este mundo con una misión. La encarnación fue ese evento imponente que puso en movimiento su ministerio terrenal, dando a toda la familia humana la oportunidad de tener la vida eterna. En efecto, la encarnación de Jesús está vinculada inextricablemente con su ministerio actual en el Santuario celestial. Hebreos 2:17 dice: «Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo». Al explicarlo aún más, el escritor sigue diciendo: «Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados» (Heb. 2:18). La encarnación tuvo un propósito. Nos habla de un Salvador que vino a un mundo que era un manicomio no solo para dar, sino para seguir dando. Jesús vino a un mundo lleno de miseria y desesperación «para ayudar a los que son tentados». La encarnación es la seguridad que nos da Dios de miles de años en el futuro, Jesús como Sumo Sacerdote ofrecería ayuda a todos los que luchan contra el pecado. Como está familiarizado con nuestras batallas, no

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nos dejaría para luchar, olvidados, sin que nadie nos ayudara. Jesús entiende porque vivió en carne propia los desafíos que enfrentamos, y ha prometido dar fuerza a toda persona que le pida ayuda. Esta Navidad cantaremos «Allá en el pesebre» y «Noche de paz», y así debería ser. Son hermosos cánticos que evocan fuertes emociones y nos acercan al corazón de Dios. Y recordaremos que la encarnación de Jesús tuvo un propósito especial. Jesús vino a este mundo para salvarnos del pecado y, poco más de treinta años después de nacer en Belén, ascendió al cielo para que podamos acercarnos «confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro» (Heb. 4:16). Todo pecador que es consciente de su necesidad de la gracia divina puede recordar la encarnación, y saber que Jesús nació con un propósito. «Vino Jesús a restaurar en el hombre la imagen de su Hacedor. Nadie, excepto Cristo, puede regenerar el carácter que ha sido arruinado por el pecado. Vino para expulsar a los demonios que habían dominado la voluntad. Vino para levantarnos del polvo, para rehacer según el modelo divino el carácter que había sido mancillado, para hermosearlo con su propia gloria».2 La encarnación de Cristo es la garantía de que él así lo hará por nosotros. n

Jesús sabía que, al venir a este planeta, estaba ingresando en territorio hostil.

1 Elena

White, El Deseado de todas las gentes, p. 28.

2 Ibíd., p. 28.

John Bradshaw es

orador y director del ministerio de medios Escrito está y vive con su familia en Tennessee (Estados Unidos).

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La

Jennifer Sigler y Micheal Goetz

de creación El método de retención

es acios

del Colegio Campion

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Goetz, el director Don Reeder y algunos colaboradores buscaron maneras de fortalecer el discipulado en el campus. Acordaron que se debía entrenar a los jóvenes a través de mentores, brindándoles oportunidad de sentir que la iglesia era de su propiedad. El plan misionero que prepararon buscó «equipar a los jóvenes adventistas como líderes de su iglesia y misioneros del evangelio, doquiera fueran». Comenzaron a incorporar la ayuda del personal del colegio, pidiéndoles alentar a los estudiantes para que participaran cada semana en los cultos de la iglesia. Los encargados de los varones formaron entonces un equipo de estudiantes para que se encargaran de saludar a la gente en el estacionamiento los sábados por la mañana. Los estudiantes tenían que saludar a las visitas, indicarles dónde estacionar, ayudarles a llevar los alimentos para el almuerzo y cubrirlos con paraguas en caso de ser necesario. Los estudiantes que cumplieron con el compromiso jugaron un papel importante en la hospitalidad de la iglesia. Crecimiento del programa

En el presente, la iglesia y el colegio Campion están trabajando aún más unidos para «animar al crecimiento de una generación que sabe cómo conectarse, involucrarse y participar de la misión de la iglesia local», explica Rob Carlson, capellán de Campion. Desde entonces, la iglesia Campion ha ido más allá. Ha identificado numerosas posibilidades adicionales de participación estudiantil en todos los ámbitos: desde saludar hasta colaborar con la música,

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Hora de abrazar la visión

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ientras aguardaba un vuelo, el pastor Micheal Goetz observó a los viajeros que se agolpaban en la zona de servicios al cliente de United Airlines. Estaban tratando de negociar viajes alternativos debido a vuelos perdidos o cancelados. Eran varias filas extensas, y los empleados estaban muy ocupados. Notó entonces que algunos jóvenes con camisas amarillas de United se acercaban a la gente en la fila y les preguntaban si podían responder sus preguntas o aclararles algo. No podían solucionar muchos de los problemas, pero estaban haciendo lo mejor para ayudar y escuchar. Sobre la base de esa experiencia, Goetz sacó tres conclusiones: 1. Los jóvenes estaban claramente identificados como miembros de United. Pertenecían a United, y United les pertenecía. 2. Aunque no tomaban decisiones corporativas, ni hacían volar los aviones, ni efectuaban ajustes a los planes de vuelo, los jóvenes pasantes tenían una contribución que hacer, y era probable que United fuera parte de su futuro. 3. Aunque lo que hacían los jóvenes no parecía tener mayores consecuencias, los clientes demostraban aprecio al ver que alguien se acercaba a ellos. Los pasantes eran importantes para la efectividad general de la empresa de aviación. Ese modelo impresionó a Goetz, porque le pareció similar al objetivo de la iglesia de discipular a los jóvenes. Dado que el Colegio Campion, en Loveland (Colorado) se encuentra junto a la iglesia, se puso a pensar qué pasaría si en el campus todos colaboraran como mentores de los estudiantes, para que estos sintieran que la iglesia les pertenecía.

ayudar en las Escuelas Sabáticas y ser ujieres, y varias otras actividades. Los profesores de Biblia de la institución ahora piden que los estudiantes registren al menos diez experiencias de participación en la iglesia durante el año escolar. Por ello, los estudiantes están hallando múltiples maneras de sentir que la iglesia les pertenece. «Suelo colaborar con la alabanza, pero en el pasado he ayudado en el estacionamiento –dice Ashley Halvorsen, del décimo año–. Me gusta participar de la alabanza o tocar el violín. Aunque no fuera un requisito de la clase de Biblia, igual lo haría». El éxito del programa depende en parte de miembros de iglesia dispuestos a ser mentores de los adolescentes. Carey Jordan está al frente de la Escuela Sabática de Intermediarios, con la ayuda de un grupo de estudiantes del colegio. Ella depende de los estudiantes para la coordinación de los momentos de alabanza y la enseñanza de la lección. «Si sé que vienen, puedo darles algo que hacer», dice Jordan. Otros departamentos también están dispuestos a colaborar como mentores. Los ancianos explican cómo hacer un llamado a la adoración, y el pastor encargado practica cánticos de alabanza con los estudiantes músicos.


L O I J O H N N Y

Arriba: En el colegio Campion los estudiantes dirigen los momentos de alabanza en el culto de adoración de la iglesia local, que tuvo una temática internacional. Izquierda: Un entusiasta miembro del equipo de estacionamiento da la bienvenida a los automóviles que llegan al campus.

pos de alabanza para los cultos del colegio mientras era alumna de la institución–. Me dio la oportunidad de participar». «No solo vamos a la iglesia –añade Logan Carle, del último año, que toca la gaita durante los momentos de alabanza–. Somos una parte de ella». Colaborar en la misión

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Abajo: Kryssie Starrett, del undécimo año, reparte el pan y el jugo de la vid durante la Santa Cena del sábado en la iglesia de Campion.

Junior James Freeman ayuda a coordinar la filmación y el sonido de los cultos. «He sido entrenado –explica–. Era nuevo en la tarea. Creo que es bueno que no solo los adultos estén a cargo. Están permitiendo que los adolescentes que tenemos cualidades para hacerlo, también ayudemos». «Me encanta esa iglesia –dice Celine Lumowa, quien coordinó uno de los equi-

«Hay un gran deseo de que la iglesia y la escuela trabajen juntas –dice Carlson–. ¡Entusiasma ser parte de ello!» Carlson trabaja con la comisión de vida espiritual, que incluye la dirección del Colegio Campion y la Escuela Adventista H. M. S. Richards, los pastores de la iglesia y los profesores de Biblia. El grupo se reúne todos los meses para planificar e implementar objetivos espirituales. El director Reeder alienta al grupo para que se enfoque en el objetivo de la educación adventista: apoyar la misión de la iglesia. Las instituciones educativas adventistas son una herramienta que está usando la iglesia para llevar el evangelio al mundo. «Estamos cansados de escuchar que “los jóvenes están dejando la iglesia”–dice Reeder–. Creemos que la capacitación de los estudiantes para que participen y sean parte de la iglesia hará que, cuando salgan de Campion, puedan ser líderes en sus iglesias, y será menos probable que decidan apartarse». Reeder presenta a Filemón 6 como la base de lo que cree: «Oro para que Dios te dé la oportunidad de compartir tu fe, para que conozcas la plenitud de Cristo» (Paráfrasis de Reeder) y agrega que solo cuando sienten que la iglesia y la fe les pertenece, los jóvenes pueden conocer la plenitud del Salvador. La colaboración entre la iglesia y el colegio Campion ha permitido que muchos estudiantes encuentren un nicho donde participar, y una vez que

sienten que la iglesia les pertenece, captan la visión de lo que aún falta hacer. «Es bueno que interactuemos con la iglesia –dice Delainey Kamarad, del décimo año–, pero sería bueno si pudiéramos incorporar oportunidades adicionales como por ejemplo el servicio a la comunidad, en lugar de hacer cosas solo en la iglesia». El trabajo con un adolescente como Delainey hace que los administradores y pastores de Campion deseen equipar a los jóvenes para que se sientan dueños de la Iglesia Adventista. Los directivos dicen que su objetivo es que donde vayan los estudiantes, deberían ser miembros de un equipo de la iglesia local. El modelo de United Airlines

El modelo usado por United Airlines ha sido reproducido en el campus de Campion. Los jóvenes se han identificado como parte del equipo. Se ven como colaboradores de la Iglesia Adventista. Aunque no son miembros de juntas y comisiones, esos jóvenes están contribuyendo con la misión de la iglesia en sus diversos ministerios. Y la identificación de ellos a ese nivel llevará a un compromiso continuo en el futuro. Los que asisten a la iglesia se ven tocados y animados cuando un joven se ofrece para llevarles alimentos, les trae un paraguas o cuenta la historia de los niños en la Escuela Sabática. El impacto y la efectividad general de la iglesia Campion hacia la comunidad mejora gracias a la participación de los «pasantes» del ministerio. Como destaca Delainey, hay mucho más por hacer. A medida que más adolescentes se hacen eco de la misión de la iglesia, el Colegio Campion busca seguir trabajando codo a codo con esta fuerza de jóvenes. Para saber más del Colegio Campion, visite www.campion.net. n * Con la colaboración significativa de Michael Goetz.

Micheal

Jennifer Sigler es profesora de inglés en el Colegio Campion en Loveland (Colorado, Estados Unidos). Goetz es pastor de la iglesia Campion.

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H E R E N C I A

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espués de la muerte de Elena White en 1915, Clarence Crisler, al igual que la mayoría de sus ayudantes, comenzó a buscar trabajo. La oportunidad se le presentó en el Concilio Anual 1915, donde trabajó temporariamente como estenógrafo. Después de un informe sobre las actividades misioneras en curso, el presidente de la iglesia A. G. Daniells invitó a Crisler para que fuera como misionero a la China. Seguramente Crisler analizó la invitación con su esposa Minnie (1874-1963) y su hija Beatriz y pronto aceptaron el llamado para ir a la División Asiática. Semanas después, el 2 de noviembre de 1916, se embarcó en el China y al desembarcar comenzó a recorrer la región oriental del Asia con un grupo de misioneros nuevos y líderes de la iglesia. Su familia lo siguió en marzo del año siguiente.1 La formación del misionero

Crisler llegó a tiempo para participar en la formación de la División Asociación Asiática, una reunión clave que colocó a las Misiones en Uniones como parte de una División de la iglesia mundial. También fue elegido secretario, encargado de producir impresos.2 Naturalmente, ayudó a coordinar no solo iniciativas de publicación sino también trabajo relacionado con el campo médico y educativo. Con la erupción de la Primera Guerra Mundial, la iglesia se vio forzada a reasignar recursos en lugares de comparativa seguridad. Por ello, envió una cantidad significativa de fondos y de misioneros al Asia. Esa «era dorada» de las misiones adventistas fue fundamental para desarrollar nuevos proyectos en la región. Crisler se sintió impulsado a compartir las buenas nuevas del pronto regreso de Cristo.3 Consiguió libros, mapas y otros recursos, y se puso a aprender el

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Michael W. Campbell

por el scape E

techo

Las aventuras misioneras de Clarence Crisler F O T O G R A F Í A : A R C H I V O S A S O C I A C I Ó N G E N E R A L

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idioma. Los chinos, escribió, «son algunas de las personas más encantadoras de la tierra».4 El gran desafío era cómo llegar a tantas personas, una obra que solo podía llevarse a cabo mediante la intervención divina. Crisler creía que una clave para el éxito de la obra era capacitar y empoderar a líderes locales que con el tiempo llegarían a ser el medio más efectivo de alcanzar a su propia gente. Una vida al límite

La vida en China era lejos de ser pacífica. Algunos recuerdan el Levantamiento de los boxers a comienzos de ese siglo, cuando muchos cristianos perdieron la vida. Crisler reconoció que el mandato de su misión superaba los costos. La historia más dramática de «vivir al límite» se produjo durante una severa persecución en Hunan (China). Mientras caudillos del norte luchaban contra facciones comunistas, ese fue en verdad

un «tiempo de angustia». Crisler estaba agradecido por los obreros dedicados leales «a los fundamentos de la fe». Como resultado de tensiones en esa región, no había podido visitar a los obreros por muchos años, pero surgió la oportunidad de reunirse del 17 al 22 de febrero de 1927. Según el relato de Crisler, el día antes del encuentro, varios que eran formalmente parte del grupo que debía reunirse, encerraron a los creyentes dentro de una iglesia, para matarlos. Los miembros escaparon uno a uno arrastrándose por el techo. Aunque los funcionarios clausuraron el complejo de la misión, una tormenta impidió que sus enemigos los siguieran a una choza de barro fuera de la ciudad. Crisler lo describió como uno de los mejores encuentros que tuvieron, que culminó con la celebración de la Cena del Señor sobre el piso de tierra. Después de escapar, algunos se ocultaron, y solo unos pocos murieron. Fue el comienzo de una de las persecuciones más severas que la iglesia había tenido que enfrentar hasta ese entonces.5 Historias como esa no eran raras en la vida de Crisler que, en varias ocasiones contó que bandidos lo persiguieron y le dispararon, y que reconoció cuán peligrosa era la vida cuando escribió las necrológicas de otros misioneros y obreros de la iglesia.6 «Muchos han sido perseguidos y encarcelados», relató.7 Su legado

Los miembros de iglesia quedaron conmocionados al saber que Crisler falleció cuando iba en camino a ayudar a establecer el mensaje adventista en el Tíbet. No se sentía bien cuando salió, y se intentó recogerlo en avión desde una aldea remota en el noroeste de la China, pero no se llegó a tiempo. Falleció de neumonía.8 El avión prestado transportó a su familia y a los líderes de la misión a su funeral.9

Su tremendo ejemplo de compromiso y sacrificio sirvió de inspiración para muchos futuros misioneros. Al enterarse de su muerte, un grupo de estudiantes comprometió sus vidas al evangelismo activo. El profundo amor de Crisler por el pueblo de la China hizo que fuera uno de los misioneros más influyentes en la región.10 Hace poco viajé para ver si podía hallar la tumba de Crisler en el noroeste de la China. Hallé sus restos, ocultos durante muchos años, en la ladera de una colina, donde aguarda el llamado del Dador de la vida. Reunidos alrededor de su tumba, el pequeño grupo que conformábamos, nos arrodillamos para pedir a Dios que nos ayude a ser fieles hasta que él regrese. n 1 Véase

la nota en Review and Herald, 22 de marzo de 1917, p. 24. 2 «Asiatic Division Conference: Summary of Proceedings of the First Session, Shanghai, April 5-24, 1917», Review and Herald, 21 de junio de 1917, pp. 16, 17. Véase también las reflexiones personales de Crisler: C. C. Crisler, «Asiatic Division Conference Session Notes—No. 2», Review and Herald, 14 de junio de 1917, pp. 11, 12. 3 C. C. Crisler, «Asiatic Division Conference Session Notes – No. 2», Review and Herald, 14 de junio de 1917, pp. 11, 12. 4 C. C. Crisler, «Advance Returns from China», Review and Herald, 30 de octubre de 1930, pp. 12, 13. 5 Esta versión está basada en C. C. Crisler, «Our Faithful Chinese Workers in Hunan», Review and Herald, 12 de mayo de 1927, pp. 9, 10. 6 Nota de una carta de C. C. Crisler citada por H. W. Miller, M.D., «Delivered From Bandits», Review and Herald, 31 de enero de 1935, p. 24. 7 Cf. «Our Fallen Coworkers», Review and Herald, 11 de junio de 1931, p. 21. 8 Frederick Lee, «A Challenge to the Remnant Church», Review and Herald, 23 de abril de 1936, p. 1; M. E. Kern, «Death of C. C. Crisler», Review and Herald, 9 de abril de 1936, p. 24. 9 Una nota sobre una fotografía de un funeral en el Patrimonio White observa que el avión usado pertenecía al general Chang. Los informes publicados en la Review and Herald se refieren discretamente a que Miller consiguió el avión de «un amigo». 10 Por un estudio detallado, véase Michael W. Campbell, «Power, Print, and Martyrdom: C. C. Crisler and the Development of Seventh-day Adventist Missions in China, 1916-1936», Ching Feng: A Journal on Christianity and Chinese Religion and Culture 13, no. 1 (Primavera 2014): 177-195.

El doctor Michael W. Campbell es profesor

asociado de Estudios Históricos y Teológicos en el Instituto Adventista Internacional de Estudios Avanzados en las Filipinas.

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R E S P U E S T A S

¿Cuál fue la función de los secretarios que usó Pablo cuando escribió sus epístolas?

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P R E G U N T A S

«Así escribo yo»

Los estudiosos han estado analizando el arte de escribir cartas en el tiempo del Nuevo Testamento, comparándolo con lo que encontramos en las cartas apostólicas. Compartiré parte de esa información para que veamos cómo nos ayuda a entender la práctica de Pablo. 1. Pablo y sus secretarios. Pablo indica que usó secretarios cuando dice: «Miren que escribo de mi puño y letra, ¡y con letras bien grandes!» (Gál. 6:11; véase también Fil. 19),* o «Yo, Pablo, escribo este saludo de mi puño y letra» (1 Cor. 16:21; Col. 4:18). La práctica de añadir una salutación al fin de la carta funcionaba como firma, demostrando así que la carta era auténtica. También se indica eso cuando escribe: «Yo, Pablo, escribo este saludo de mi puño y letra. Esta es la señal distintiva de todas mis cartas; así escribo yo» (2 Tes. 3:17). Esa práctica era importante en una época cuando algunos podrían haber enviado cartas falsas con el nombre de Pablo (2 Tes. 2:2). En un caso, Pablo menciona explícitamente el nombre del secretario cristiano que usó (Rom. 16:22). Aunque él mismo era culto, Pablo muy a menudo usaba secretarios. 2. La escritura de cartas. Escribir cartas era una habilidad adquirida que requería, entre otras cosas, saber de lectura, escritura manuscrita, y el arte de estructurar y preparar distintos tipos de cartas (por ejemplo, cartas de presentación, petición, personales, cartas oficiales relacionadas con asuntos de estado, y cartas públicas y privadas). En el mundo grecorromano, se usaban manuales epistolares para entrenar a los escribas que, se esperaba, debían tener las herramientas apropiadas y cobraban por sus servicios. Su responsabilidad primordial era producir una carta que incluyera el mensaje que su autor procuraba comunicar. Según la información disponible, los autores podían pedir que sus secretarios hicieran al menos una de tres cosas: Podía dar al secretario una breve descripción del propósito de la carta, y el secretario la escribía. En algunos casos, el autor podía dictar la carta palabra por palabra. Esto no era una tarea que consumía tanto tiempo, porque tanto en griego como en latín había una técnica taquigráfica que un buen

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secretario debía conocer. Pero como el sistema no era uniforme, el secretario tenía que transcribir la carta inmediatamente para evitar errores de contenido. En otros casos, los autores se sentaban con sus secretarios y bosquejaban el contenido principal que se usaría para preparar la carta. El secretario tomaba notas en una tabla de madera cubierta de cera, lo que le facilitaba la tarea de tomar notas. El autor leía la carta y, de ser necesario, corregía su contenido, efectuaba adiciones y finalmente la aprobaba. 3. Pablo como escritor de cartas. Aunque Pablo podría haber escrito algunas de sus cartas, el uso de secretarios indica que era consciente de la importancia de las capacidades técnicas de los secretarios. En primer lugar, dado que sus cartas eran una exposición del evangelio y el impacto de este en la vida del creyente, podemos concluir que sus secretarios difícilmente tuvieron alguna influencia en el contenido. Pablo puede haber dictado las cartas al secretario. En segundo lugar, dado que las cartas eran de tanta importancia religiosa, Pablo habrá usado secretarios que eran creyentes. Algunos pueden haber viajado con él, y estaban familiarizados con su teología. Sus cartas son en muchos casos similares a discursos orales. En ese caso, él habría brindado un contenido detallado de ellas, permitiendo que el secretario escribiera toda la carta. Eso explicaría algunas de las diferencias literarias que hallamos al comparar algunas de las cartas de Pablo. En tercer lugar, Pablo habrá revisado las cartas, quizás añadiendo, reacomodando el contenido, borrando secciones, etc., hasta que sintió que el contenido era lo que él procuraba decir. En cuarto lugar, en algunos casos, puede haber sido necesaria una reescritura de la carta, lo que le dio a Pablo la oportunidad de darle una estructura literaria final. Lo importante para nosotros es saber que al final del proceso, tenemos el mensaje de Pablo a la iglesia bajo la inspiración del Espíritu. n

Antes de jubilarse, Ángel Manuel fue pastor, profesor, y teólogo.

Rodríguez


E S T U D I O

B Í B L I C O

Mark A. Finley

Las

catástrofes naturales, la Biblia y el

amor de Dios

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un una mirada casual a nuestro mundo revela un incremento dramático de las catástrofes naturales. Los terremotos, los huracanes, los tornados y las inundaciones se han vuelto comunes. El costo humano producto del caos de la naturaleza es inmenso, y las consecuencias económicas están afectando la economía de muchas naciones. En todas partes, personas reflexivas se preguntan dónde está Dios en todo esto. ¿Es responsable Dios por lo que vemos en el mundo natural? ¿Cómo podemos entender lo que está sucediendo a nuestro alrededor? En la lección de este mes, buscaremos respuestas en la Palabra de Dios.

1 ¿Cómo describe la Biblia el carácter de Dios? Lea 1 Juan 4:8, Jeremías 31:3 y Juan 3:16. La esencia del carácter de Dios es el amor. El amor define a Dios. Es generoso, bondadoso y compasivo. Solo quiere lo mejor para sus criaturas.

2 Lea Santiago 1:17 y Salmos 84:11, y reflexione sobre las intenciones de Dios para toda su creación. Dios solo quiere lo mejor para cada uno de nosotros. Él no provoca las catástrofes naturales que tan a menudo azotan al mundo.

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En Juan 10:10, contraste el propósito de Jesús para nuestra vida con el propósito de Satanás. Las Escrituras nos enseñan que en el universo se está llevando a cabo un conflicto entre el bien y el mal. Lucifer, un ser angélico de brillo glorioso, se rebeló contra Dios en el cielo. Sostuvo que Dios era injusto. Cuando el Señor creó el mundo, tentó a Adán y Eva para que se rebelaran contra su Hacedor. Cuando desobedecieron a Dios, la tierra fue sumergida en el caos del pecado (Apoc. 12:7-9; Isa. 14:12-14; Eze. 28:12-15; Gén. 3:1-7).

4 ¿Cuál es el resultado del pecado y la rebelión en el mundo natural? Lea Romanos 8:19-23.

5 ¿Cómo describió Jesús esas catástrofes naturales cada vez mayores que sobrevendrían justo antes de su glorioso regreso? Lea Lucas 21:25-28. Las señales del mundo natural, la frecuencia cada vez mayor de esas catástrofes naturales, son los dolores de parto de un mundo que pronto será liberado por nuestro Señor y Salvador Jesucristo (1 Tes. 5:1-7).

6 ¿Qué lenguaje usó Juan en el último libro de la Biblia para describir el poder protector de Dios sobre este planeta? ¿Qué están haciendo los ángeles? Lea Apocalipsis 7:1. Para comprender el simbolismo de los «vientos», lea Jeremías 49:32. Solo la mano protectora de un Dios amante impide que la naturaleza exhiba su furia más salvaje y destruya el planeta. De tanto en tanto soplan vientos de destrucción, pero de no ser por el poder protector de Dios, una catástrofe se sucedería a otra con furia implacable.

7 ¿Qué promesas dio Dios para darnos seguridad en tiempos de crisis? Lea Salmos 89:8, 9; Isaías 25:4, 5 y Salmo 46. Vivimos en un mundo donde está el bien y el mal. En ocasiones, los creyentes, seguidores de Cristo, quedan atrapados en medio del conflicto. Experimentan sufrimiento; sus hogares son destruidos y a veces hasta pierden la vida. Pero la Palabra de Dios nos asegura que él es nuestro refugio, nuestra seguridad, nuestra esperanza, no importa lo que enfrentemos. Un día, todas las tormentas cesarán, y viviremos para siempre en el gozo de la eternidad. n

Toda la naturaleza «gime» con dolor, anhelando ser liberada de este planeta lleno de pecado. Podemos esperar que esas señales del mundo natural se incrementen todo el tiempo, hasta la venida del Señor, para librar a este planeta en rebelión y restaurarlo a su estado original edénico. F O T O G R A F Í A :

J U S T I N

H O B S O N

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INTERCAMBIO DE IDEAS

Aunque en el mundo abunda el caos, la confusión y el temor, nuestra única esperanza y seguridad se halla en la presencia plena de Dios . —Jimmie Lee Martin, Baltimore, Maryland, Estados Unidos

Cartas

Participación Total de los Miembros

Agradezco a la organización adventista por enviarnos la revista Adventist World. Me ha ayudado mucho, en especial para prepararme para la segunda venida de Cristo, como está escrito en Apocalipsis 14:6, en el programa de Participación Total de los Miembros. Masareka Timothy Uganda Comprender la creación

Disfruté de leer la cobertura que brindó Marcos Paseggi a la Conferencia de Fe y Ciencia (Octubre 2017). Espero que en

números futuros incluyan más artículos relacionados con la intersección entre fe y ciencia. La impresión que me queda del artículo de Paseggi, y de otras publicaciones de la iglesia, es que la creencia en la creación se limita a una elección binaria: o aceptamos la creación bíblica en seis días, o la evolución teísta con el concepto convencional y neodarviniano de la evolución. Me gustaría que la iglesia pudiera tener una discusión de otras opciones más allá de esas dos. Este no es el lugar para analizar detalles, pero existen otras perspectivas, y algunas son com-

patibles con la Biblia. Si solo les permitimos una opción a nuestros miembros, los forzamos a caer en conflictos difíciles e innecesarios con la ciencia. Dennis Murphy M organtown, Virginia Occidental, Estados Unidos

Pautas para las cartas: Envíelas por favor a letters@ adventistworld.org. Las cartas tienen que ser claras, con una extensión máxima de cien palabras. Incluya el nombre del artículo y la fecha de publicación. Coloque también su nombre, el pueblo o ciudad, el estado o provincia y el país desde donde nos escribe. Los envíos serán editados por razones de espacio y claridad. No todas las cartas serán publicadas.

Pedidos Y

AGRADECIMIENTOS

Dios todo lo puede; sé que es así. Oren por favor para que tenga una fe firme en mi sanación. Eartha, por vía electrónica Me gustaría saber más de Jesús. No hay ninguna iglesia adventista cerca de mi hogar. Alí, Irán

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Por favor, oren por mi esposo, un hombre muy trabajador, y por mis hijos. Manar, Jordania No estoy bien de salud, y estoy luchando para comprar los medicamentos. Srikanth, India Por favor, oren por nuestro trabajo en salud y evangelismo. Toivo, Finlandia

Necesito que oren para que Dios me saque de la difícil situación laboral en la que me encuentro. James, Uganda Oraciones y alabanzas: Envíe sus pedidos de oración y agradecimientos por las oraciones contestadas a prayer@ adventistworld.org. Sea breve y conciso; dígalo en cincuenta palabras o menos. Los envíos serán editados por razones de espacio y claridad. No todos serán publicados. Incluya por favor su nombre y su país. También puede enviar sus pedidos por fax a: 1-301-680-6638; o por correo a ADVENTIST WORLD, 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600 U.S.A.


Felices fiestas de

esperanza

El equipo extendido de Adventist Review Ministries (ARMies) –tanto empleados como consultores– que preparan versiones digitales e impresas de Adventist Review, Adventist World, KidsView, y ARTV, les desea las más ricas bendiciones de Dios para el año próximo. (primera fila, izquierda): Stephen Chavez, Zanele Sokupa, Wilona Karimabadi, Gerald Klingbeil, Daniel Bruneau, Marvene Thorpe-Baptiste, Sandra Blackmer. (segunda fila, izquierda): Kim Brown, Kristina Penny, Marcos Paseggi, Lael Caesar, Sharon Tennyson, André Brink, Jared Thurmon, Bill Knott, Costin Jordache, Evan Bambrick, Rico Hill, Merle Poirier.

«Esforzaos todos vosotros, los que esperáis en Jehová, y tome aliento vuestro corazón» (Sal. 31:24).

¡Amor divino! E

l escritor de himnos Carlos Wesley nació en Epworth (Inglaterra) el 18 de diciembre de 1707. Siguió a su hermano Juan a Oxford, donde comenzó como buen estudiante pero amante de la diversión. Antes de terminar sus años en Oxford, se convirtió en un miembro devoto de un grupo de oración dirigido por Juan. Otros estudiantes los llamaban «metodistas», porque eran muy metódicos en su devoción. Carlos se unió a Juan en una misión a la colonia norteamericana de Georgia, pero la misión fue un fracaso total y Carlos, deprimido, regresó a su hogar después de un año, dejando a Juan en América. En 1738, Carlos tuvo un despertar religioso. Escribió en su diario: «Sentí una violenta oposición y la reticencia de creer; aun así, el Espíritu de Dios luchó con el mío y el espíritu malo, hasta que poco a poco ahuyentó la oscuridad de mi incredulidad». Pocos días después, Juan Wesley tuvo una conversión similar, que él describió con la famosa frase: «Sentí una extraña calidez en el corazón». Con esa nueva convicción, los hermanos viajaron por el campo a caballo, predicando a los mineros, los presos y a cualquiera que se congregara al aire libre para escucharlos. Carlos Wesley publicó más de 4400 himnos a lo largo de su vida, entre ellos, «Oh que tuviera lenguas mil», «Divino amor, por sobre todo eres», y «Se oye un canto en alta esfera». Source: The Writer’s Almanac

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INTERCAMBIO DE IDEAS

Dios

Hace

E

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Gloria a en las alturas

años

Había pastores en la misma región, que velaban y A R C H I V O S

D E

L A

A S O C I A C I Ó N

G E N E R A L

l 20 de diciembre de 1933, bautizaron a los primeros cuatro creyentes en Ngoma (Ruanda). La obra adventista en lo que hoy es Ruanda fue iniciada por D. E. Delhove, de Bélgica, poco después de la Primera Guerra Mundial. En 1920, Henri Monnier, originalmente de Suiza, abrió la Misión Buganza cerca del Lago Muhazi. Cuando el trazado de la ruta Gran Norte atravesó la misión, se halló un nuevo lugar cerca de Ruhengeri, adonde Monnier y Alfred Matter trasladaron la misión en abril de 1921. Allí, Matter y su hermana María iniciaron el dispensario Rwankeri. Monnier permaneció en Rwankeri desde 1921 a 1940. Esa larga estadía y comprensión acabada de las personas y su idioma le permitió traducir grandes porciones de la Biblia, que fueron aceptadas por los británicos y las Sociedades Bíblicas Extranjeras e incorporadas a la Biblia actual en runyarwanda.

guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y se les presentó un ángel del Señor y la gloria del Señor los rodeó de resplandor, y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: “No temáis, porque yo os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os

Según el Informe global sobre desplazados internos (2016), 31 millones de personas han sido desplazadas dentro de sus propios países. Las personas desplazadas internamente no suelen recibir mucha atención hasta que cruzan fronteras internacionales. El conflicto y la violencia forzaron a salir de sus hogares a 6,9 millones de personas en la República Democrática del Congo, Siria e Irak. Las catástrofes, en especial las inundaciones, desplazaron a 24 millones de personas, en su mayor parte en el sudeste asiático.

ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor. Esto os servirá de señal: hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre”.

Source: The Rotarian

Repentinamente apareció con el ángel una multitud de

31 millones S T O C K U N L I M I T E D

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las huestes celestiales, que alababan a Dios y decían:

“¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!” –Lucas 2:8-14


«He aquí, vengo pronto . . .»

5O

Nuestra misión es elevar a Cristo, uniendo a los adventistas de todo el mundo en creencias, misión, vida y esperanza.

PALABRAS O MENOS

Mi

himno favorito Mi himno favorito es «Cuando sopla airada la tempestad». Me da confianza saber que «Ancla tenemos, que nos dará apoyo firme en la tempestad. En la Roca Eterna fija está; solo allí tendremos seguridad».

n

Tapiwa Madzivanzira, Peterborough, Inglaterra

Cuando observo el mundo, que Dios creó con su Palabra omnipotente, y presto atención a todo lo que ordenó y sustenta, mi corazón canta: «¡Grande eres tú! ¡Grande eres tú!»

n

Elena Hentschke, Alemania

Me identifico con el himno «Sublime gracia». ¡Qué buena noticia! Jesús me halló, y ahora puedo ver. Siempre relaciono estas palabras con la historia del ciego de nacimiento. «Una cosa sé, que habiendo sido ciego, ahora veo» (Juan 9:25).

n

William Kamajaya, Indonesia

Editor ADVENTIST WORLD es una publicación internacional de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, editada por la Asociación General y la División de Asia-Pacífico Norte de la Iglesia Adventista. Junta editora Ted N. C. Wilson, presidente; Guillermo Biaggi, vice presidente; Bill Knott, secretario; Lisa Beardsley-Hardy, Williams Costa, Daniel R. Jackson, Peter Landless, Robert Lemon, Geoffrey Mbwana, G. T. Ng, Daisy Orion, Juan Prestol-Puesán, Ella S.Simmons, Artur Stele, Ray Wahlen, Karnik Doukmetzian, asesor legal Editor ejecutivo Bill Knott Gerente editor internacional Pyung Duk Chun Comisión coordinadora de ADVENTIST WORLD Si Young Kim, presidente; Pyung Duk Chun, Suk Hee Han, Yutaka Inada, German Lust, Dong Jin Lyu Editores de Silver Spring, Maryland, EE. UU. André Brink, Lael Caesar, Gerald A. Klingbeil (editores asociados), Sandra Blackmer, Stephen Chavez, Costin Jordache, Wilona Karimabadi Editores de Seúl, Corea Pyung Duk Chun, Hyo Jun Kim, Jae Man Park Directora de operaciones Merle Poirier Editores invitados Mark A. Finley, John M. Fowler Consultor E. Edward Zinke Gerente financiera Kimberly Brown Coordinadora de evaluación de manuscritos Marvene Thorpe-Baptiste Junta administrativa Si Young Kim, presidente; Bill Knott, secretario; Pyung Duk Chun, Karnik Doukmetzian, Suk Hee Han, Yutaka Inada, German Lust, Ray Wahlen, Exoficio: Juan Prestol-Puesán, G. T. Ng, Ted N. C. Wilson Dirección y diseño gráfico Jeff Dever, Brett Meliti Consultores Ted N. C. Wilson, Juan Prestol-Puesán, G. T. Ng, Guillermo E. Biaggi, Mario Brito, Abner de los Santos, Dan Jackson, Raafat A. Kamal, Michael F. Kaminskiy, Si Young Kim, Erton C. Köhler, Ezras Lakra, Israel Leito, Thomas L. Lemon, Solomon Maphosa, Geoffrey G. Mbwana, Blasious M. Ruguri, Saw Samuel, Ella Simmons, Artur A. Stele, Glenn Townend, Elie Weick-Dido A los colaboradores: Aceptamos el envío de manuscritos no solicitados. Dirija toda correspondencia a 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600, EE. UU. Número de fax de la oficina editorial: 1 (301) 680-6638 E-mail: worldeditor@gc.adventist.org Sitio Web: http://www.adventistworld.org/ A menos que se indique lo contrario, todas las referencias bíblicas pertenecen a la versión Reina Valera. Revisión 1995. ADVENTIST WORLD es publicada todos los meses e impresa simultáneamente en Alemania, Argentina, Australia, Austria, Brasil, Corea, Estados Unidos, Indonesia, México y Sudáfrica.

Vol. 13, No.12

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